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PROLOGO Por Nelsy Cristina Lipex Plazas El ginero del cuentosupone el descubrimiento de historias ‘extrioinarias que merecen ser contadas. Estas historias {generan expectativa, Gilles Deleuze y Félix Guattari, en su texto Mil mesetas (1980), plantean que en el evento se pregunta Qué vaapasar?,apartirdeunacontecimientoque se canvicrtc en literatura. En lo que se refiere a os cuentas jategraneste libro, estos derivan dela relecturas de las de dversos personajes dentro del escenariobogotano. historia logra reducir la vida entera de alguien a un jimiento que vaamarcar su existencia para sempre, ‘vento de dimensién extraordnaria que merece ser ‘Qué va pasar?, esta pregunta nos mantiene en ‘os custodia en la lectura para deseubrir los eventos formadotes de los personajes y sus historis. ‘Al interior de estas lineas se encuentran puntos en ‘8 todos los relatos: Bogotd como el escenario de ida recreada ylamuerte, hilo conductor de os textos. se elfiea comacl espacio en el que cada personaje rnarrador se construye a pari de lenguaje. A medida se avanza en la lectura, en el lector se van formando Jmaigenes postales dea ciudad: bartias como La Potost,PatioBonito, ELAmparo.Avenidascomo las Amérieas, Lugares como la Ciel Modelo ‘ogotiy cl Hospital San Carlos. Estos son algunos de hos puntos citadinos fotografiadoseninstantineas, viosas, frias y grses. Por otro lado ka muerte ‘neBpnita que se despliega en cada relto, es el final lequeal personae le sigue atransformacién, pues " «3610 mediante el evento dela muerte que se nos permite reflexionar sobre el tempo, sobre el pasado, el presente y futuro: la linea (im)borrable de nuestra exstencia, En ef libro La cémara ticida de Roland Barthes, ‘observar una fotografia con interés humano se denomina studium; el sentir una foto y experimentarla punctum: un Pinchazo sensible, un detalle que abre paso al punto de singularida. Jacques Derrida utiliza el método de Barthes para encontrar en Barthes ese detallerevelador, pues este mimetismo se convierte en un deber: al acogerloe iden tificarse con él le otorga la palabra para representarlo con fidelidad. Ambos, Barthes y Derrida, comparten el interés por el detalle el punto de singularidad absoluta del otro: cl Referente en la modemidad técnica, que aunque cuyia presencia se encuentra ocult, su imagen no desaparece el todo (fantasia). Representar con fielidad al escritor 3 una tarea ambiciosa, pero se hace mis fcil cuando se twata de encontrar su punto de singularidad, el imtesticio ‘desu imagen fantasmagérica presente/ausente en cada uno de los relatos La composicién entre los dos conceptos studium! Ppunctum se da por complemento metoniiico, en el que el ‘punetum es la fuerza de expansin y supone la presencia ‘el espectrum y del Spectator; en una fotografiacl operator ‘enfoca al espectro y lo ve el Spectator. Ahora bien, :quién cs el espectro? Es el sujetoenfocado que se convierte en objeto y el objeto se convierte en Referente, por e50 se recrea tna “mieroexperiencia de la muerte™ (1998, p. 78) pues a fotografiaesun etratode actemidad, unapresencia figaz que muestra detalles concretos que nos conmueven, La fotografia es una dobe realidad: el pasado y la muerte ‘pues el referent se encuentra visiblemente ausente porque 2 hhabiacstacoformand partedeuneventopasadoy fugaz,el sujetoenfocado es el espectro: a presencia en la ausencia, En los nueve euentos abundan los recuerdos sobre Jos sees que se han ido, memorias que se transforman en, fotografas. Al mismo tiempo, la fotografia del referente individual (cada persongje) se convierte en la radiogratia de unt realidad nacional y local. De la misma manera, ‘estos ejercicios narrativos son emisiones lingUisticas que se ceran en ls efectos de los vivos sobre sus muertos. Pero, ,eémo relacionar este asunto de la eomposiciin de fotografia con la literatura? Para responder a ello Derrida ycomoejemploellibeo Laedmara icidacuyopunctum visible s la Fotografia del Jardin de lnviemo', invisible no pertenece al corpus pero irradia todo el libro: “ho se comipone con Ia herida que insribe ene libro 'sign0” (1998, p. 59). Por tanto, ya no se hace referencia a Ia fotografia, tiene que ver con la vor del otro. Ya habla Derrida, habla Barthes por medio de su vor para cer que esta Fotografia del Jardin de fnviernorefleja que tuvo por la muerte de su made. Es una suerte afimar queen estas palabras no hablo yo, habla io Palomo por medio de mi vor, atestiguando los dela muerte en la vida del escritor. Es un delicio ‘lay algo de deiro también al mirar por la ventana busy transponer los signos de loreal de To observado la eseritura, sentir al tacto la transformacién del a ei a era fa commends por del ot eo mit yd i Pipe Be crprann ena ur mise inacen evan Ta ere c(t Wm 1 a, Bre tit Rl poe Massa

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