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Estudiante: Claudia Marcela Sepúlveda González

Cod: 25571485
2019-1
Título: Colombia ¿Qué ha pasado con su reforma de salud?
Autor: Rubén Darío Gómez Arias y Emmanuel Nieto
Año de publicación: 2014
Lugar de publicación: Universidad de Antioquia en Medellín, Colombia.

Rubén Darío Gómez Arias es médico cirujano, graduado de la universidad de Antioquia


(Colombia) en 1982. Magister en salud pública de dicha universidad en 1986 y doctorado en
Salud Pública en la Universidad de Alicante (España) en 2006. Actualmente es profesor
universitario con experiencia en gestión de política, programas, proyectos en el ámbito de salud
pública tanto a nivel local como a nivel nacional. También cuenta con experiencia
administrativa, así como formación en epidemiología y gestión sanitaria.
Emmanuel Nieto es economista de la Universidad de Antioquia (Colombia) desde 1988 y es
Magíster en epidemiología de esta misma universidad desde el 2001. Tiene experiencia en área
administrativa como director, jefe de departamento y miembro de consejo, además es docente
de la universidad de Antioquia en el área posgrado, dictando materias como economía de la
salud, economía colombiana, entre otras. También es investigador y ha asistido a varios eventos
científicos en el país.
Cuando los autores escribieron en el año 2014 el artículo: “Colombia ¿Que ha pasado con su
reforma de salud?” el paìs estaba pasando por varios hechos importantes, como por ejemplo:
las Elecciones legislativas presidenciales, en las cuales los dos candidatos de preferencia eran
Iván Zuluaga apadrinado por Álvaro Uribe Vélez y el nuevamente postulado Juan Manuel
Santos (quien era el actual presidente del momento). En estas elecciones se volvió a reelegir al
presidente, imposibilitando que Álvaro Uribe Vélez (quien propuso la reforma en salud cuando
era senador de la República) llegará nuevamente al poder de forma indirecta. Ademàs seguía
en marcha la negociación del proceso de paz con el grupo armado FARC en la Habana (Cuba),
donde se determina el tercer gran acuerdo de la agenda de paz, pero a las FARC se le atribuyen
en esos años varios actos terroristas. También, se dio el paro agrario en el país que lo logró
paralizar actividades económicas, entre otras, por un periodo de tiempo considerable.

las reformas: Un sistema de salud politizado e inestable

El proceso de evolución - que más bien debería llamarse una cristalización degenerativa - del
sistema de salud en Colombia se caracteriza por una serie de reformas débilmente justificadas,
que más bien han obedecido a coercitivas tendencias políticas y económicas en el ámbito
internacional.

Hasta 1975 la salud en Colombia era gestionada a través de un conjunto disperso de


instituciones privadas con escasos recursos. Este modelo carecía de estructura, relaciones y
orden, y por ello a penas podía ser considerado como un sistema. En este sentido, la gestión se
aproximaba a tener un carácter informal y ornamental.
Entre 1975 y 1990, la administración y financiación de la salud estuvo en manos del Estado
Colombiano a través del Sistema Nacional de Salud (SNS). Este sistema centraliz logró erigir
una red de instituciones hospitalarias de diferente complejidad, cuya organización jerarquizada
tenía en la cima el Ministerio de Salud. Este sistema logró extender la cobertura del servicio
hasta regiones a donde el conjunto de instituciones precedente no pudo llegar. Sin embargo, lo
contrario ocurrió en las metrópolis y regiones con un sistema un poco más avanzado, que vieron
frenado su progreso en cuestión de salud debido a la gestión a nivel nacional que ejercía el
estado.

Las reformas, que surgieron con la Ley 10 de 1990 y la Ley 100 de 1993, tienen su origen en
las ideología neoliberal que atravesó ese momento histórico en particular. La prestación del
servicio público de salud en el estado se descentraliza y desmantela, pasando a ser ofertado por
un conglomerado de instituciones privadas, que compiten en un marco de competencia
regulada. Esta mercantilización de la salud tuvo como consecuencia la adquisición obligatoria
de pólizas de seguros pagadas directamente por los trabajadores y sus empleadores. El papel
del estado sufrió una reducción muy grande y se limitó prácticamente a financiar las pólizas de
la población más pobre, esto es el régimen subsidiado.

Aspectos financieros de la reforma de salud en Colombia

Después de la reforma, las aseguradoras del país presentaron un gran crecimiento económico,
siendo consideradas uno de los sectores económicos de mayor desarrollo en el país, y no es
para menos, pues sus vínculos con la élites políticas y financieras del país no es un secreto, lo
cual las ubica en una muy buena posición para generar mayor oferta y demanda. Al tiempo se
generó una ruptura en el sistema de atención sanitaria donde se pueden observar varios procesos
de segmentación como lo vimos en clase, donde los profesionales son pagos según sus
competencias, se ofrecen servicios que tengan un muy bajo costo al igual que los
medicamentos, y los usuarios son puestos en categorías según su capacidad de pago , siendo
así un factor determinante para ser atendidos. Todo esto a logrado que se creen múltiples
inconformidades por parte de los usuarios, para los cuales, su único recurso al querer cubrir sus
necesidades en salud con el seguro, es instaurar las famosas tutelas, pueden pasar años en un
proceso donde inclusive el paciente pierda la vida, mientras espera la resolución de la misma.

Colombia tiene hoy a su disposición un monto no despreciable de recursos monetarios para la


salud de su población, pero el acceso a los medicamentos y a los servicios es cada vez más
tortuoso; esto ha puesto en duda el sospechoso destino de los fondos. A propósito de esta
problemática, se ha puesto en evidencia los altos costos que representan las EPS como
intermediarios situandose sobre el promedio de América Latina. Las EPS se han convertido en
instituciones sobretodo de orden económico, casi vistas por las elites sociales y políticas como
bolsas de inversión; han transformado su función de garantizar la calidad del servicio por la de
gestionar, funcionando meramente como intermediarias entre las IPS y los usuarios, el riesgo
financiero de este nueva empresa, cuyo telos social ha sido completamente obliterado.
Las EPS han adquirido, haciendo apología a su carácter neoliberal, han aumentado y protegido
su poder en el mercado. Este fenómeno es especialmente visible en zonas periféricas del país,
en donde el sector de la salud se tiende a monopolizar. Esto se hace aún más diáfano cuando
estas instituciones ejecutan, sin el menor reparo, acciones que se corresponden más al
intercambio de mercancías que a la gestión de los servicios de salud, a saber: imposición de
condiciones contractuales a las IPS, cooptar las instancias de regulación e incrementar el
número de reparos judiciales para hacer recobro, con tarifas elevadas, de los servicios “no
prestados”.

A manera de conclusión, siguiendo el tren del pensamiento propuesto por los autores del
artículo, es plausible destacar que un problema, que ha atravesado profundamente el sector
salud en Colombia desde las reformas de los años 90s, es la concepción de la salud como un
sector más de la economía nacional. Se impone un sistema -ahora sí- organizado, estructurado
y fuertemente unido, pero no en pro del bienestar del pueblo (si se fuese coherente con el
carácter democrático de nuestra república), sino como todo un juego de inversionistas y
capitales, tanto nacionales y extranjeros. Se ha encontrado en nuestro sistema de salud lo que
fue para la antigua Grecia el Mar Egeo.

BIBLIOGRAFÍA:

➢ https://co.linkedin.com/in/ruben-dario-gomez-arias-7b423748
➢ http://scienti.colciencias.gov.co:8081/cvlac/visualizador/generarCurriculoCv.do?cod_
rh=0000197963
➢ https://www.eluniversal.com.co/colombia/que-paso-en-el-2014-en-el-proceso-de-paz-
180484-HVeu277606
➢ https://www.semana.com/nacion/articulo/paro-agrario-2014-balance-del-primer-
dia/385302-3

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