El gato que no sabía lavarse las manos

En un lugar no muy lejano, existía un gato que le encantaba la comida peruana. Él se

ganaba la vida pidiendo comida con su ternura. Por eso sufría de obesidad, pero no le
importaba lo que le decían.
Una tarde, se encontró con un grupo de animales domésticos. Le dijeron que se lavara las
manos antes de comer, si no lo hacía tendría graves consecuencias, pero el, no le hizo
caso y fue a su casa a dormir.
Al día siguiente, despertó con dolor de barriga y cabeza, no le tomó importancia.
- Estos humanos, que le habrán echado a la comida. Dijo el gato

Al día siguiente se encontró nuevamente con los animales, y le repitieron por última vez.
-Deberías lavarte las manos, por eso tienes dolores de cabeza y de barriga. Dijeron el
grupo de gatos.
Pero nuevamente el gato no les hizo caso.
Fue a su casa, pasaron 2 días.
¡Ay, Ayúdenme! ¡Ayuda!
Los animales reaccionaron y le llevaron a un veterinario, cuando lo llevaron el Dr. dijo lo
siguiente:
-Señor gato, menos mal se ha salvado, casi le da una intoxicación grave, claro debe cuidar
su alimentación y lavarse las manos antes que consuma un alimento.
- Claro, doctor, mis amigos tenían razón, y no les hice caso…
- Que bueno que aprendiste la lección, supongo que ahora te lavaras las manos. Dijo el Dr.
- Claro que si Dr.
Pasaron 3 días…
Y el gato aprendió la lección, se lavaba las manos antes de comer.
El gato les agradeció a sus amigos y se disculpó por no hacerles caso. Sus amigos lo
disculparon y vivieron felices para siempre.

Moraleja
Respetar las ideas de los demás