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POLILANTZAS, N. 19?5.

Clases in ContempomryCapL
DEBATESMARXISTASSOBREEL ESTADOET*I !

talism, London. New Left Books. (Publieado en es-


pañol por siglo Veintiuno Eds.). ALEMANIA OCCIDENTALY EN LA GRANBRET'AÑé.*
POULANTZAS, 1976A. The Cr¡sis of the Dictatarthips, ¡
London, New teft Books. (Fublicado en siglo Ventiu-
no Eds. en espariol.). .Iohn Hoüoway
POULANTZAS, N. 19768. The capitalist state, New Left
Reuíew, no. 95.
ROSDOLSKY, R. L974. Comments on the method of
Mary's Capital and its importance, New German
. Critique, uol i (iii). (Publicado en español edición
Fundamentos).
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INTRODUCCION
cal Economy of Capitalrsm,Moscow, Progiess.
SDOBNIKOV, Y., ed. 1977. Socislismand Capitalism:
Scoreand ProspecügMoseow, Progress. La crisis actual del capitalismo ha mostrado la urgente
YAFFE, D. 1973. "The Marxian theory of crisis,ca¡ital necesidadde adquirir un entendimientodel Estado y su
and the state, Economy and Soeiety,uol. II. (Publi" relación con el proceso de acumulación capitalista.El
r:ado en español en el presenteNo. de CEP. rnarxismo ha ilustrado el j:nüerés iei capitai en ios ar:i.os
WII-{TH. M. 1975. Contribution a ia critique de la tliéorie del Este.doy los inüeresesde la.cclasess<¡ciales. Peroeste
du capitalisme monopoliste ci'état, L'Etst Contem- análisises inadecuadoerr una épocamarcadapor el cues-
poraüze,Ed. Vincent, J-M. et al., Paris,FrancoisMaspe- tionamiento a la intervención del Estado, el ascensode
ro (Publicado en españolen el no. LzlLg de Críticasde los partidori "eurocomunistas",el deterioro de las liberta- l
ls Econamía política. des civiles y la declinación de! Parlarnento,que desde ,]
uno u otro punto de vista controvierten el desarrollo de
las formas del Estado. Muchas preguntas que surgen
actualmente en tomo al Estado sólo se resuelvendesarto-
llando una teoría materialista del Estado, es decir, anali-
zando la reiación entre el Estado capitalista y la forma
de produceión en las soeiedadescapitalistas.
En la Gran Bretaña existe una dicotomía en el <iebate
:::¡
,.1.
en tomo al Estado. Alg¡unosanalistasponen poca o nin-
guna atención a la espeeificidad de lo político y señalan
',
t,., que las accionesdel Estado respondena ios requerimientos
del capital; éstos -son acusados de "reduccionistas" c
"deterministas económicos"".Otros aniilisis. en contran¡-
sición a los anteriore,S;han insistido en ia 'autonr;n-ría

* Versión al español de dos conferencias dictadas en inglés en


el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), Bogotá,
Octubre de 1979-
222
223
rtii
ilrr
relativa' de la política, éstos son los "poüticistas,'. Lo
que ambas posiciones tienen en corn{¡n es una inadecua- del sistema keynesiano, espüüialmenteen el punto de
los límiües de la capacidaddel Estado de seguir la expan-
lriiii
da teorización de Ia relación ent¡e lo económico y la no-' 'liitrl,
lítico como formas discretas de las relaciones-sociáles sión de sus erogacionescon el fin de mejorar los bene'
ficios sociales. Más ¡ecientemente ha cobrado fuerza el
r*lii
capitalistas. Pa¡a romper la dicotomía se necesita una
interrogante de cómo luchar {.onh el recorte y rcduc- ;lllt:
adecuada teoría de esüa relación, teoría que encuentra
conjuntamente la especificidad de la política y el desa-1._ff
rrollo de las formas políticas articuladas al anáüsisde la i:,
ción del presupuesto del Estado, es¡recialmente durante
el actual gobiemo reaccionario (üal vez el más reacciona-
;,lli
producción capitalista. rio que hayamos tenido en mucho tiempo), sin caer en 'lil
,!:
En años recientes ha surgido, en Alemania Federal, la defensa del Estado capitalist*. Estas dos inquietudes
un aporte a la teoría ma¡xista que ilumina una tentativa marcan el actual debate britrínico que desafortunadamen-
adecuada de superar la dicotomía latente en las visiones te se ha centrado en la infecunda disputa entre Miliband
tradicionales sobre el Estado, conocido como 'el debate y Poulantzas, disputa que ha levantado una falsa pola-
sobre la derivación del Estado'. El blanco del debate ale- ridad entre los dos autores, entre el aproximamiento
mán ha sido la derivación del Estado como una forma 'instrumentalista' (Miliband) y e.l'estructuralista' (Pou-
política de la naturaleza de las relaciones capitalistas lantzas). Pero en realidad exisbn mrás semejanzasque
de producción. Esta escuelano es sirnplementeuna más, diferencias entre los autores. En contraste con el debate
sino que constituye una de las críticas más serias a las alemán, ambos, Poulantzasy Miliband, toman la polí-
teorías 'marxistas' dei Estado y a ello respondeel lugar tica corno un objeto autónomo de estudio arguyendo,
destacado que daremos a esta escuelaen la exposición. al menos implícitamente, que el reconocimiento de la es-
Fundamentalmente nuestra exposición tocará tres pun- pecificidad de lo político es una precondición necesaria
tos: 1) explicar, en el contexto del pensamientobritánico, para la elaboración de conceptos científicos. Aunque
la importancia del debate alemán;2) las líneas fundamen- aceptan el punto b¡ásicode Marx de que la política sólo
tales del mencionado 'debate alemán sobre la derivación se entiende en la anatomía de la sociedad civil, en la
clel Estado', y 3) la.s implicacionessocialesdel debate. práctica consideran, por ejemplo, que EI Capital es una
Como se observa claramente, aunque la temática es obra de nivel económico,entendido por Poulantzascomo
tratada de una forma abstracta, como es necesario en uria zona autónoma y específica de conocimiento. N. il
I
cualquier discusión sobre el Estado, ella parte de y es Poulantzas postula la construcción de una 'teoría regto-
motivada por una preocupación de la experiencia polí- nal' de la política porque en el modo de producción.ca-
pitalista, la política y la economía son relativamente
I

tica práctica de las personaii que parbicipan. Claro que


es distinta la preocupación sobre el problema en Europa autónomas. El debate alemán oporüunamente señala¡á iii
ll.
que .E/ Capital no es un análisis del nivel económico,
¡ aquí en América Latina, porque ar¡nquela naturaleza ll,

del Estado es similar, la forma én que se presenta difie- sino la crítica ¡nateríalista de la economía políüica o ll,i
¡e de un continente a otro. de la visión burguesa de la economía como aislada de
las relacionessociales. Por"tanto, dirá el debate alemán
A. Contexto del debate britónico las categorías de El Capital no son categorías exclusiva-
mente 'económicas' sino óategorías materialistas desa-
1. La "teoría polÍtica Maxista" y el análisis del Estado: rrolladas para iiuminar el conflicto de clases.
La obra de Miliband (El Estdo en la sociedad capí-
torlisto,1970) ofrece una clara introducción a la crítica
_ Las preocupaciones al¡ededor del entenümiento del
¡.lstado parten en la Gran Bretaña de la descomposición de la enseñanzaburguesa de la sociología y la política,
pero adolece de cierto empirismo britránico. El error
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225
fundamental de Müband es centra¡se en los errores de
los teórieos burguesescn el plano empírico. Obvismente, consecuencias?.El falso pünto de partida parece que ¡
impone serias limitaciones a 8u trabajo. Al- excluir de
-estudio
la crftica mamista debe ir m¡is allá. El no hace su crítica
su el an¡ilisis de contradicciones de la acumula-
mer:tiante trn análisis sistemátieo del desarrollo de la ción (la explotación capitalista) corta él ¡oismo ta-prln'
sociedad capitalista y por tanto no puede desarrolla¡ una cipal iuente de cambio: el poder de la lucha revolucio'
teoría del Estado que se relacione con rd acumulación naria de la clase trabajadora. A pesar de las penetrantes
capitalista. luces en el entendimiento del Estado burgu&, su 8ná'
Poulantzas acertadamente le critica a Miliband negar lisis no pasa del nivel de una percepcién descriptiva.
los lazos estructurales entre Estado capitalista y burgúe- No hay anrálisissobre el desarrollo de la sociedadcapita-
sía. Lo que hace que el Eslado sea iapitaliitd no ei la Iista. Su error va más allá, pues por distinguir economfa
composición de clase de las personas componentes del y política, idenüfica la economía con las relacionesde
aparato, sino la posiciór. ocupada por el Estado en el produceión y la lucha de clasescon la política.
rnodo de producción capitalista. Hay una coinciden-
cia objetiva entre las fui"rcicnes del Estado y los intere- Los méritos y las fallas de Poulantzas se pueden ob-
ses de las clases dominantes. La falla dg poulantzas senrar en sus análisis sobre la integración europea (La
teside en caracterizar la sociedad capitalista con uso de internacionnlización de lc.s rehciones capítalistasy eI Es'
la '¡elativa autonomía' de las ,initancias' económica tado-Nación, 19?5) y su crítica a la simpliñcada visión
y política. f,a separación de lae instancias no es total, economicista de Mandel. Pero las fallas se destacanespe
pero él relegala unidad a una'.úlüma inskrncia". cialmente en el tratamiento teórico del fascismo f.t1rc-
cismo y dictaduru 19?4). Nuevamenteintenta criticar el
!9. q"q es clal'e en la r,isión marxista del Estado, el simplismo economicista que entiende el fascismo como
análisis de la relación entre el Estado y las contraái"-
ciones de la. acumulación capitalista es pasado por enci- una maduración del capitalismo monopólico. A pesar
rna en el trabajo de Pouiantzas.Se ven claraslás conse- de las iluminantes críticas, evade la relación entre el
cuencias de la t'ragrnentación de la sociedad burguesaa fascismo y las contradicciones de la acumulación de irl
nombre dei estrueturalismo en estructuras relativámente capital. Para entender es necesario examina¡ la reorgB'
autónomas. Pero no sólo esc. El estructuralismoüene un niiación de la.s relaciones sociales, particula¡mente las i,',,,lii
pun-to de partida con un efecto inmunizanüe fatal: por
uI
Judg se
vimiento del-aceptan
(como supuestos) las ieyes del mo-
relaciones de explotación, y preguntarse por qué las
luchas de clases llevaron a tal reorganización. El pro-
blema es ubica¡ el fenómeno en el proceso social de tiiiiiri'ii
lllililli
capital y la tendencia decrecieniede Ia cuo_
ta de g-anancia(G'); de otra parte esossupuestosse rele- acumulación y crisis, o como dice Bujarin, en la rcpro'
gan a la esfera econgnrig¿ y se hace un anaisis político ducción ampliada de las contradicciones capitalistas.
aisiado de las necesidades y condicioner q"á
.p*;ir"- I
I
Cuando Poulantzas toca las contradicciones económi-
mente imponen estas leyes de movimiento. -La insisten_ cas en el fascismo, sólo hace relación a las contradic-
cia en la 'relati'a auüonónía' de lo político p;"d;;"fl"_ ciones at interior del capital. No relaciona el fascismo
eon lia fundamental lucha {e elases en el eapitalismo,
ig 9"" justificable reacción al economicismo o reduc- y no la toca porque supone que las conhadicciones de
3ignismo
nomico. Pero *en el gue _lapolítiea es mero reflejo de lo eco- la acumulación operan en un nivel distinto.
el reduccionismo aporha respúestascrudas La limitada teoría de Poulantzas ha tenido st¡s in'
a! de cómo el materiiismo puede entender
-lroblema
el desa¡rollo político. fluencias en muchos teóricos y en muchos análisis que
uülizan sus categorías políticas (Hegemonfa, Bloque
eQué tan impcrtante es el concepto de ,relativa auto- en el poder, clase dominante, etc.). La relación enhe r¡na
nomÍa' de lo poiítico en el trabajo de poulantzas y sus
teoría- general y la prácüca política en vista de tal ma'
2?,6
227
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lri:.1i:
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1,,
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nem que la segunda concr€ta a la primera. De allí re- 2. Los economistasmarxisüasy el Estado:
tTh. utto política pragmática donde lo económico s€ il,
ll t'
I

netnalona en "última instancia" con lo político y donde . No son los teóricos políticos, los únicos que analizanel ,ri
'hll'
se presta poca atención a la lucha de clasesen la actual ,?i Estado. Ante el crecimiento de la intervención del Es- ilil.
dintmtca de acumulación. 't¡
r? tado, aumenta el número de economistasm:lxistas que I ''l;
I.a crltica a Por¡lantzas y sus seguidoresse puede hacer l,'.:I colocan su atención en el análisisdel Estado. Tomar este i ,r:il I

extensiva también a Gramsci quién üene una fuerte in- pirnto de partida no equivale a ca€r en una aproxima' ' tl i '
flue¡rela en los teóricos recienies. El también habló de ción "reduccionista" del Estado. r ,j -
la. ¡rq¡lf¿isacomo "una ciencia autónomali,.y también La controversia que divide a los economistasmarxis'
critit'ó rnordazmente a R. Luxemburgo poi economi- tas bdüánicos recientemente se libra entre los ilamados
cist¡ dcbido a que identificaba Ia edsis como económica FIINDAMENTALISTAS y hs NEO'RICARDIANOS. Es
y Ptiiftica. El t-ambién centra su atención en las clases u-1a controversia alrededor de los principios generales
dourinnntes, sl¡s fracciones y la hegemonÍa. Su énfasis y en cuanto al anrflisisde la acción del Estado. Los NEO-
es ctrlt¡cado igualmente en la disociaciónde los concep- htCanOfgNOS han asumido el punto de vista p<.rsitivis'
tos tlo crisis políticay crisiseconómica. ta que separa las esferas económica y política, sepaB-
¡-sf{' tipo de an¿álisispolítico se comprende como ción- que los lleva a errores simila¡es a las de los "poü-
reac\'rón a la distorsión simplista del marxismohechapor ticistas". Los FUNDAMENTALiSTAS, acertadamenr"e,
el st¡liuismo y por las corrientes burguesasque inler- toman la categoría de Capital como su punto de partida,
pn:t':ttt al ma¡xismo a la manera de un simplismbque re- pero comparten ia visión de especificidadde io político.
duc.' todo a lo económico. Pero esta visión "poiítica,' En el lado NEORICARDIANO,el problemadel papel
ofit'¡.tr varios problemas insolubles desde la perspectiva del Estado es resuelto de una forma simplista. En el
asttt:tidr: 1) ei anáüsiselimina la posibilidad de án,eUsis libro de GLYN y SUTCLIFFE (19?2), el Estadoes con'
hrstotico de las contradiccionesdél proceso de acumu- cebido como un instrumento de la clase capitalista en Ia
lac¡oil: 2) el anrílisis es ineapaz de cómprender las iirni- lucha con los obreros militantes. En cierta forma sus
tacitrtros impuestas al Estado por su reelación con el análisis son la contraparüe económica de la visión de
proctrr\s de acumulación. El problema clave se sitúa en
Miliband. El énfasis está en mostra¡ cómo el Estado ha
e¡Srtclaconcepción de pRObUCCION, como io sugiere actuado en intereses del capital. Pero los principa'
1a
S. CLARK (Márxism, socíology,and ioulantzas théory les problemas del Estado no son mencionados,especial-
o-f,tne state, 7977r, pues la identüican como una rela- i,
mente el de la detimitación de su acción y el efecto con- 1r
clon económica, mienüras la relación social la ubican a tradictorio de sus gastosen la presente crisis.
nrver polftico. IAN GOUGH (1975) se centra en la naturaleza del Es- iii'
,.^El.."debate alemán" contrzsta con esüetipo de aná- , ' tado capitalista y demuestra la aproximacién entre neo- iilliii'
rrsrs 'tpslftico". El üambién
eomo OFFE (L972) y
se inicia connocrílica a quie-
HABERMAS (19?S), tr;tan
ricardianos y Poulantzas. Los neoricardianos insisten
en que las categorías de Ma¡x son "abstractas" y no sir-
iiiiiti
les,
qe c''onstruir
una teoría específica de lo polftico. El de- ':,
Pq. {uT,á" intenta volver sobre los conceptos de El
L'apiücf
l
ven para el anrílisiu concreüo. El capitalismo puede ser
estudiado sin considera¡ las tendencias "fundamenta-
iilii'ir
de Ma¡x. Hirsch, por ejemplo, le cñüca a En- les" y especialmentela ley de la caída tendencial de la
g:\ su traüamiento del F.Ístadoen ciunto lo ve determi- tasa de ganancia. No es extraño que acepten como iiliiri
1Tl
re^sutando
pp. la dase y situado por encima de la sociedad
los conflictos. Más i¿"r*t" tt"uü rpo-"tüi¿uf, ,
un dato positivo la distinción entre lo económico y lo
político, GOUGH se apoya en la autoridad de Poulant'
i,ii,il
oe ¡mlrliar el enfoque
r--- del
--- debate alemán. :., .
: ?. :*:
zas y Miüband para enfatizar la autonomía del Estado, ilililll
229 : *;:;i 229
ililiili'
iiilllll
,e! :t,;
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,.i r . lr
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,i;:ij¡ i{'
y remito lr estos autores como experüosen lo 'polftico'. .}..';¿! al capital como una categorfa económica y adoptan una .,.. t

Liberado al Estado de las exigenóias de la acumulación 1ir|{l visión de base-superestructura,en donde lo eeonómico ri,
ll'

de capital. Goush sc libera tamUién de hacer la relación. liil es la base. A prioú el capital y la economía son separa- ll."
{{,
rl l '
l"fo él (y ¡rnr¿ iós neorica¡dianos)los límites de la acción' $j$ dos de la política. it,
li
del Estadti aparecen no desde tá togica del capital sino ,&it Hasta atrora se han contrapueto los análisis Ete han i l¡,
jil

clesdela lt¡chá de clases,procesoeIógeno a lo econógtlco il+i influido en el debate británico y que lo relacionan con 'ilr

Muchon fundamentalisias consideran que es un falso lir


el debate alemán. Es bueno señalar atrora los principales I

problema lusistir en iniciar el análisis desde el capital aporües de los alemanesen la discusión sobre el Estado.
como cat,tuoría clave o desde la autonomía reativa del Se ha dicho que la falla central de los enfoques expues' ¡'r|'
Est¡do. M¡rH bien pref,eren suponer que existen relacio- tos es Ia inadecuación de las relaciones sociales eapita-
nes entrc lns acciones del Estado y los requerimientos listas para el esüudio de Ia totalidad. De un lado se ha
del capitnt sin profundizar en este supuesto. YAFFE visto la aceptación de las fetichizadas eategoríasburgue
(1t'180), l)(,r ejemplo, tiene elementos acerüadosparir sas que ofrecen como dato positivo la fragmentación de
estudiar r.l ¡rapel de los gastos del Estado en la crisis: la sociedad burguesa en lo económico y lo político, lo
estos no $,'r¡ l¿ panaceaque cwará al capitalismo pues que nos conduce indudablemente a un análisis utopico
exrs[en lfrrritos en la exüensióny en el efecto de los egte- y ahistórico del capitalismo y de la transieión. De otro
sos del I'lxlnrlo que resultan de su naturalezairnproduc- lado, hemos visto la reducción de io político a un mero
tiva y dt. Lrs r€oü€rimientos de la acurnulación. pero reflejo de lo económieo y a una simplificación en la
YAI¡FE no 1,n *á, de ver al Esiado como un ofe- unidad del proceso cuy{' resultado es una sobresimpli-
rtlnt,e de ¡rl<'rroempleo"Ua(Estado de la post-guerra)y los ficación de la relación entre las accionesdel Estado y los
gastos c$lrrlo{ados en "productivos e "improductivos". requerimientos del capitai. Una conclusión a medias que
poCemos tomar es evitar el politicismo por un lado, y
flstc an¡ilisi.¡ ofrece *oóho, problemas: ¿Jómo son es_
tablecidos l(\s intereses del cápitai a través del sistema tatnbién el ¡educcionisrno económico, por el otro. Lo
político? \'lffe supone correspondencia.entre éstos, que necesitar¡os es una ieoría que identifique la espe'
pero. ¿cónl(' explicamos la demoeraciaburguesay cómo cificidad del Estado corno una forma de las relaciones
expucamos lrc acciones del Estado que no responden al sdciales capitalistas. Aqul es donde llegamos al debate
inte¡és del car¡ital? Yaffe se centna en uno áe los as- alemán. Su punto de partida es Ia crítica al estudio bi-
nj{os -de lns limitaciones que ia acumulación coloca furcado de lo polÍtico y de la acumulación de capital.
al,Estado: lrrs g¿sf,ssdel Estádo representantu¡a deduc_ El debatc alemán acepta que la sepanación economía-
ciÓn de la ¡ttusvalía social y están limitados por la com-' política se fundq lógica e historicamente, en la natu-
petencia do 1o, capitales privados y sus exigencias Ce raleza de la producción capitalista. El blanco ha sido la
plusvalía nt,resaria para que la acumulación- continúe|r . ,f¿: i;:; derivación del Estado de la categoría de capital:(Muller
Se t¡rre el cipital áctua racionalmente en _favor ti; y Neususs). Este simple paso, gue e¡rfatiza simultanea-
de -asume
los inten'ses del capital. Pero lo estudiado por Yaffé: : ;jfF
[' mente la unidad total de las relaciones capitalistas y la
es uno de los tantos límites en la relación Capital--Estado.'"'l'' ¡i}r. fragmentación histffcamente condicionada de estas rela-
FINE v irfiiñrS intentan trascender el debate neori:iii ,ik ciones en fomas fetichizadas, es un avance sigrificativo.
cardiano-funtl¡rmentalista y toman el análisis del Estado
un
u-n paso má.s
más allá de las áiscusiones. Acertadamente cri;
discusiones.Acerüadanente d:,:i B.El debate alemón sobre h deriurción del Estado ile la
I:\-t Gotrgtr por no iniciar por Ia categoría del CategoríaCopital
tal. No asudien'la especificidaá du lo poi-Ítico, pero
avanzan mueho en la-relación Capital-Estado porque El debate alemán se inicia como respuesta a proble
2SO :
231
1ililili
mas concnetos surgidos de una serie de zucesosen la
República Federal Alemana: L) la recmión de 1966-
la sociedad capitalista. Esta vtsión extiende todo el m6
todo marxista al estilo del método de EI Capital en
iiillif,¡
67 lleva al poder a la Social-Democraciacomo minoría donde Marx busca penetrar en las catcgorías de la eco'
nomía polftica para descubrir las RELACIONES SOCIA-
iiiiilill
lilffii
en una grarr coalición con los De¡nócratas Cristianos y
cambia la visión tiberal del Estado hasta entonces predo- LES que ella^simpücan, mostrando que no son meras
minante por una que enfatiza más intervención y planea- representaciones, sino materialidades concretas' hit!ó-
ción, carnbio que hizo recobrar la economía alemana rióamente determinadas, de las formas asumidas por las
en 1967-68; 2) las eleccionesde 1969 arrojan a la Social-
Democracia como el mayor Partido de la coalióión, com-
relaciones sociales en la sociedad burguesa. El interés
de Marx fue proveer una crítica materialista de las for-
iillllt¡
: lr lt .
prometiéndola a realizar una serie de reformas que no mas económicasy mostrar por qué las relacionessociales riliiti
pudieron cumplir efectivamente, mostrándonos los lÍ- burguesas asumen las formas expresadasen las catego-
mites del reformismo; 3) en 1969 se vivió también en rías de valor, precio, moneda" etc. Marx inició su aná-
Alemania un ascenso seguido de un descensodel movi- lisis por la forma básica del valor y por las relaciones
miento estudiantil que nunca buscó contaeto con el mo- que la originaban y a partir de allí derivó otras formas
vimiento obrero. Los tres eventos planteaban de distirrta de esasrelaciones. El análisis (histórico y lógico) de una
forma la misma inquietud: los lírnites y las posibilidades FORMA es su génesisy su desarrollo.
de acción del Estado. El primer acontecimientoplanteaba Esta perspectivade EI Capítal no esun intento de "eco-
la pregunta de si el Estado puede manejarla cr-isiiindefini- nomía aislada" (FINE y HARRIS) o la visión de la econo-
damenie y moldear la sociedadde acuerdoa ios intereses mía como un "objeto específico y autónomo de la
del capltal; el segundo y el tercero planteabanel problema ciencia" (Poulantzas).Esta es también una crítica a la
cle los límites del reformismo. También existieron otros "ciencia política" pues las categorías políticas son for-
acontecimientos como el auge de los estr¡dios teóricos mas también de las relaciones sociales. Obviamente el
que no resultaron compatibles con la realidad, la de- debate alemán se alimenta más de las obras El Capital ,i
presión-de 1975 y el aumento de la represión,que condu- y los grundisseque de los otros textos de Marx. Esto
L,i

cen todos al mismo centro del debate: los límites de la no es determinismo económico porque -Ú'l Capital es
ace!ón del Estado y las basesde las ilusionesen su poder. la brítica a las formas económicas aisladas.Las relacio-
Según veremos más adelante, el debate alemán'tiene nes entre economía y política no se estudian a partü
varias versiones. de la visión de base y superestructura, sino a partir de
En la tarea de dilucidar el problema clave, se consideró la pregunta de por qué la sociedad burguesalas muestra
inadecuada la literatura marxista existente. Había que separadas.
I allá de la crítica a la democracia burguesa,.oño Esta aproximación no es totalmente nueva, el pro'
lo -á"
de,muestranMULLDR y NEUSUSS(lg7b)."para enten blema ya había,sido planteado por PASHUKANIS (?eo-
der_ los límites de la aóción del Esüdo, 'era necesario ría general del derecho y eI ¡namismo) en 1923. Escri-
q9allr"" la relación Estado-sociedad y estirdiar la fuente biendo en la URSS de esosaños él argüía que el derecho
de la particularizaeiln de la sociedad-capitalista en esfe- y el Estado eran fbrmas constitutivas de Ia naturaleza
ras aparentemente autónomas. Así como el análisis de de las relaciones socigles o*urguesasY Que, siendo .tal
la moneda y las mercancías en Mam es un análisisde la vez necesariasen la transición, no se puede habla¡;.de-
FORMA MONEDA derivada de las contradicciones de
las MERCANCIAS, Muller y Neususs dicen que lt;eh- "derecho socialista" o Estado "socialista". Pashukanis
critica a los mamistas que sólo tienen en cuenta el CON-,
ción Estado y so"iedad debá r"r *¿ia¿u co-o ú d;ri- TENIDO de clase de la ley y el Estado sin analizár .que',:
vacrón de Ia forma ESTADO de las contradicciones de la FORMA de la ley y del Estado esüánigualmente de;.
:
232 233
terminadas por
y que -la nah¡raleza de la sociedad capiüalista aprcrximación. Tarnbién parten de la fragmentación de
se podrían transplantar a otra sociedad.Enton- la producción social y de la necesidaddel Estado como
ces, el-no
Estado debe ser analizado como rrna FORMA
especffica de la dominación de clases.,Es+"e regulador de las relaciones entre los,productores de mer'
que más alimenta el debate común aleman.
u, caácías por medio de la ley y de la moneda. Elaboran ':l
"i*p"ót" así los árgumentos de Pashukanis,es deeir, el desarollo
La discusión alemana deja unos pocos, pero importan-
del Estadó como inseparable de la emergenciagenerali-
tes.problemas a oscuras: ¿euál es el punto de partiáa de la zadadel intercambio de mercancÍas.
derivación de la forma nitaoo de la sociedatft.suesencia
Este primer enfoque ofrece muchas luces st¡bre el
o su apariencia?; la relación entre la derivación de la forma
y de la función; la relación entre la deriviación lógic; y problemá, especialmenteuna clara alternativa a las resis
pueden distinguir, aún a riesgo de simplificar, tres órien" áel "Estado en el capitalismo monopolista" (entendido
como fusión del capital monopólico y el Estado)' Tam-
tacronesgenerales:
bién ha contribuido al estudio de las nacionalizaciones
1) Hay quienes derivan la necesidadde la_formaEstado y del sector público. tgualmente aporta a la comprensión
como una institución separada de la naturaleza de las
áe los límites de la aceión del Estado' Pero hay tres ob-
relaciones entre capitares.-partiendodel hecho de que el jeciones a esta aproximación: a) al entender el Estado
capital existe sólo en la forma de capitales individuales,
se-preE¡untan cómo se-asegura la reproducción del capi_ tomo la institr¡cionalización de los intereses del capi'
tal corno un todo. Ellos óoncluyen-que se necesita,]n bal en general, ellos Ie atribuyen u.n poder y conociioien-
Estado autonomizado que esté ptr encima de las ¿ispu- tos qrré realmcnte no posee; Euponen la habilidad del
tas,- manteniendo, en óontra dó hs fi,rerzas anárqui-cas Estado para cumpli¡ esa función. Se les critica, especial-
de la sociedad capitalista, el interés general de la repro_ mente por parte de Hirsch, que deriven la forma Estado
de las t'unciones de éste, siendo que el proceso debiera
ducción (l\fuller y Neususs).Aparece"la imagen Aef dsta-
ser a la inversa. b) El punto de partida (capitales itrdivi-
oo opuesto al canácterautodestrtrctivo de la socie-
clad -conro
capitalista, especialmente elr lo relacionado con la duales en antagonismo) dice poco acerca del Estado
cono una formá de dominación de clase (relacionesde
Itllrg de obra. El Estado sería entonces una CONDI_ represión y legitimación ante los trabajadores) y des¡re-
gr_oNPARA LA REpRoouócroñDE LA runnZe
DE TRABAJO. Aquí reside la expticación de ü-p;*ibi" ciá por ende la naturaleza represiva Cel Estado. c) Esta
autonomfa del Estado y la creencia reforrrista-é"-f. aproximación es fundamentalmente ahistórica puesto
natu¡aleza benevolentedela actividad estatal. que el motivo de desarrollo capitalista no es el antago-
nismo de los capitales sino el antagonísmo capital-tra-
. El ensayo de ALTVATER (19?B) sobre el intervencio_ bajo. Esta es quizás la crítica más imporüante pueslo
n¡smo de tlstado sigue
llna aproximación simila¡, aunqúe qu-e en esta aprbximación la historia es externa al anráü-
91.ÉTTittos..generales él deriva al Estado de la inhabili- Jis. tmptieita o explícitameFte Btanke, Jurgens y Kas:
ctacl del como resultado de la exisüenciade mu_
$nitai, tendiek hacen la disinción entre el análisis lógieo y el
,":11.-:1p,tt"l"r m-utuaurente antagónicos, de reproducir histórico, entendido este úitimo como empírico. Más
ra naturaleza social de su grgpia existencia. paü repro-
adelante habl'aremosnuevamente de est¿ punto.
capital.necesita áel'Ostado que no esta sujeto
9t:T1,"I
a las mismas limitaciones del eapital in¿iviau¿. 2l La segundalínea de aproximaeión esü4menos bien
Oe ¿sta definida que la primera. Se puede señalar que enfatüa
derivación de la forma Estado se ^a"riuaniamUün ;"; i; 'del
ciones especfficas la necesidad de estudiar'no la nahrraleza esencial
:.;*..i capital sino las formas de apariencia de las relaciones
,.,IJ^:.oyg de- BLANKE, JURGENS y KASTENDIÉf; , capitalistas en la superficie de la sociedad. En zu insis-
\rvr¿t, es la más desanollada y refinada versión de esta ,
ten'cia (FLATOW y EIUISKEN, 1973) en la importancia
234 9qq
de derivar no sólo la NECESIDAD de la forma Estado
una instancia lejana de los productores directos. Por ello
sino también su POSIBILIDAD, ellos vuelven a uno de
la separación de lo "económico" y lo "político". En
los probleTry ya planteados por Muller y Neususs,el
. este enfoque, el énfasis radica en el aspecto coercitivo
problema de la base material dL la aceptaci-ónde h cÍase
del Estado, zu naütrralezacoactiva y de clase; pero se
trabajadora al Estado como instanciá neutral. A esta
entiende que el Estado no es senciünmenteun sisüema
crre-stión responden que es en la superfieie de la socie- I

de gobiemo de una clase sino que normativiza en foma


$ad qu9 ?pargce la óomunidad de infureses,no sólo de específica las relaciones materiales de explotación. Dos
los capitales sino de todos los miembros de'la sociedad.
cosasse deducen de esta derivación del Estado: 1) Hirsch I

Es esa "comunidad de intereses', la que hdóe poSUt"


afirma, citando a Marx, que el Estado es el divcrcio de
la e:¡istencia de una autonomía apareñtementeneutral
los interesesindividuales reales y los colectivos y se pre- ll

del Eslado. Cuando intentan deriiar la NECESIDAD gunta si el Estado al actuar lo hace siempre adecuada-
if

de ia autonomización del Estado, Flatow


V ff"irf*, mente a los intereses generalesdel capital. Si ia acción
.responden de una manera similar a Altvater:-un Estado del Estado no está identificado con los intereses del
autónomo es necesario porque las relacionesde compe-
tencia existentes entre las distintas clasesde "dueirás', capital en general, se rompe el lazo lógico entre el movi-
(de distintas fuentes de ingresos)hacen imposibré pü miento del capital y el contenido de la acción del Esta-
ellos realizar su interés corñún a no ser a través del Es- do. Ile esta forma Hi¡sch es el primero que cuestiona
tado. los límites dei aproximamiento "lógico" a la derivación
Este del Estado; 2) Aunque el Estado no representala insti-
-segundo enfoque nos aporta un aniáIisishistórico
materialista tucionalización de los iniereses generales del capital,
del Estado y de su apariencia fetichizaáa
y aporta-de paso, con baseen la fetichizaciónde la su continuada existencia como una forma particular
mer- de las relacionessocialesdepende cle ia acumulación y
9alclal el problema de la legitimacióil y de la capacidad reproducción dei capital. Aunque no se pueda derivar
del Estado de aparecer como instancia neutral. ir".o ,,,
separación entre anállsis esencial y srrperficiA se presta directamente el contenido de la actividad del Estado
para crear nuevas ilusiones y fetichizaciones, dejando del proceso de acumulación, ese debe ser el punto de
de lado las relaciones de clase que esüín escondidasen arfanque para el análisis. La tendencia decreciente de la
la superficie. tasa de ganancia y sus atenuantes son las claves para
3) La tercera aproximación, es que tarnbién el mejor entender el desanollo del Estado. Esta ley, no es vista
por I{irsch como una determinación económica sino
contrapeso de las antgrigl"r, está répresentadaprincipat-
me-nte por HIRSCH (LgZ8). De nuevo Hirsch-iniciá el como expresión de un proceso social de lucha de clases
(la reorganización del proceso por la lucha y a través de
análisis de las estmcturas básicasde la sociedadcapiáis-
las relaciones sociales capitalistas son simulüáneamente
Q, pero focalizándose en la relación de explotación enfu,e económicasy políticas).
el_trabajo y el capital, se remonta también en su esüudio
Este an¿ilisis proporciona un material para el eshrdio
a las tesis de Pashukanis.
histórico y materialista del' Estado. Es un análisis his-
. Hinch arguye que la FORMA parüicular del Estado tórico y lógico, pefo el énfasis es histórico, en las FOB,-
debe ser derivada no tlel estableciüiento de un interés MAS capitalistas corro tránsitorias (base del análisis
general en la sociedad anárquica, sino de la naturaleza
ma¡xista como lo recalca R. Luxemburgo). Las catego-
de las relaciones sociales de -dominación de ta sociJa¿ rías desarrolladaspor Marx al criticar las formas de'so-
eapitalista. La for¡¡¡a de apropiación de ta ptusvJía re- ciedad capitalista no intentaban describir una sociedad
gqere que las relaciones áe fi¡erza deban só¡ abstraídas estática, sino que intentaba aporüar elementos para el
dél proceso inmediato de producción V focdiza¿as e¡ análisis de esas formas como expresiones históricas del
236
237
proceso. Es pues, un error distinguir entre análisis de ,
las formas y análisis historico.
El problema, sin embargo, no es simple pues al ver
las categorÍas masistas vemos que simultáne"mente
son historicas y lógicas. Aguf residen algunas de las du- ., ,,
de clases", Peto en realidad la "lógica del capital" no
ü ti"o oíu L*pt"tión cle Ia fonna básica de la lucha de
"t*",
á" "n
la sociedad capitalista. El análisis de la lucha
no es indiferente a la pregunta de la forma de
dicha lucha. La indifetennia ante el problema de la FOR'
"t.t"t

ll!,
lll
1[
MA parece ser la constante del reformismo. Caer en

lit
das sobre el enfoque de Hirsch. A pesar de su insisten- l''
'
cia en el estudio hisüórico de la lucha de ciases,cuando , ' esta indiferencia es como caer en el error de reducir
llega a la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, el análisis del Estado al análisis de su forma, como mero
en la segunda parte de su argumentación, ,se olvida un "capital-lógico". El problema no se debe analizar como
poco de la lucha de clases y muestra una tendencia a FOiIMA ÉXCT,USTVAMENTE, Ni COMOCONTENIDO i

$
sugerir que el desarrollo del Estado corresponde "grosso exclusivenente, sino viendo el proceso social en una in-
modo" a los requerimientos de la acumulación de capi- teracción dialéctica de FORMA y CONTENIDO (como
t¿l (argumento predominantemente lógico). Recalca, insinúa Rosdolsky). Este es el mayor aporbe del debate
en un elegante cambio de argumento,que la ielación entre alemán, debate quu uetsa principalmente sobre la FOR-
acumulación y actividad estaüalestá mediada por Ia lu- MA. Su mayor aporbeno és haber aclarado eI problema
cha de clases. El argumento puede llevamos a un aná- de la teoría maoista del Estado, sino haber establecido
lisis de la separación e interrelación de lo económico y que el requisito esencialpara -un-entendimientodel Es-
lo polÍtico en el proceso concreto de reestructuración de la FORMA y el
iado se débe apoyar -la en lá dialectica
del capital. Pa¡ece mas fructífero el argumento inicial CONTENIDO áe lucha de clases. FIay que seguirIas
de la acumulacióncomo lucha de clases. luces que arroja este debate siendo conscientesde sus
Desde esta perspectiva,la insistenciade HEIDE GERS- lirnitaciones.
TENBERGER (1978) en la in'portancia de la investiga-
ción histórica concreta en cualquier análisis del desarro- C. Los problemas d'e la prdctica cotidiatw del Estado.
llo del Estado, es correcta. Es ella !a que permite enten-
der más concretamente la evolución de cada Estado. En los últimos 15 años se ha visto un nípido desarro'
Pero al misrno tiempo se necesita una teoría general llo de nuevas formas de lucha de los trabajadores. El
del Estado capitalista, pues en contraste con previos frente de batalla enhe el Estado y la clase trabajadora
i
modos de producción, en el capitalismo no hay solamen- ' se ha modificado y se ha extendido más allá de las áreas
: te una multiplicidad de Estados parüiculares cuyas for- tradicionales de cónflicto. La crisis, que es lo que está
mas reflejan y resultan de la historia particular de cada ',; en el fondo de las readecuacionesdel Estado, de l"s-rela-
socie<iad.El incremento de la dominación capiüalista pro-.*
capiüalistapro- ciones socialesy de las luchas de elases,er crisis de f1.¡e
duce una convergencia en la estructura y la iorma de los laciones socialei, capitalistas y coioca al Estado capitalis-
Estados individuales. Pero esa teoría general, de todos ta en un papel más imporüante def eu9 anteriormente
Pgdos, debe apoyarse en las formas particulares adop- le correspónáfa. Las cohtratendencias inplicit4p e¡g la
tadas por la acumulación y en la hisioria actual de ta atenuacióir de la caída dé la tasa de ganancia, implican
lucha de clase. CLAUDIA von BRAUNMUHT (19?8) la reestructuraeióh de las relaciones sociales. La crisis
req{ga la importancia de ¡elacionar lo económico y lo y la reestmett¡racióru de lás relaciones capitalistas, vista
polÍtico, no en el contexto del Estado nacional -sino óomo un todo, son inevitablemente períodos de crisis
a escalaintemacional. y reestructuración de las formas constihrtivas d" IT
En el debate brihínico se ha querido crear una falsa ielaciones políticas burguesas. La crisis no es un fenó'
contraposición entre la ,.Iógica del capital" y la ..lucha i'económico" o "político". El
meno excÍusivamente
238 239
énfasis debe ser puesto en la reestnrcturación del capital ma¡chitarse en la transición aI socialismo. Las forsnas
y de las relaciones políticas burguesas y no en identifi- de capital no están solamente establecidas histórica-
\ caciones"reduccionistasf' de las crisis. mente, sino que deben ser constantementereestablecidas.
La reestructuración de las relaciones sociales burgue , ,:¿ En el caso del Estado, la separación entre economfa y
sas, fruto de la crisis como fenómeno bd, lleva a nue- t
política no es sólo históricamente establecidaen el ori-
!
,il vas fomas de lucha y organización que desbordan las gen del Estado capitalista, sino que continuamente es
formas tradicionales. El continuo contacto con el Es- reproducida y regenerada. La autonomización aparente
t, tado en su interior, por el aumento de los;rmple<¡sesta- del Estado no es sólo un hecho establecidosino un fenó-
tales, como desde su exterior, por los rocespor los proble- meno continuado. Esto no es más que un aspecto de
rnas de salud, educación, vivienda, transporüe, etc., da la FETICHIZACION de la mercancia.
base a nuel"as luchas de los trabajadores,luchas a las que Las formas fetichizadas en que el capital aparece,sol¡
no son ajenos los socialistas (con partido o sin él), mu- inevitablemente INESTABLES a pesar de la aparente
chos de los cuales trabajan en aparatos del Estado y se estabilidad que la ideología burguesales airibuye. Cual-
plantean como tambiérr los trabajadores, el problema quier sistema de relaciones de clase es inherentemente
coüdiano del Estado y de cómo enfrentarlo. Se habla inestable, simplemente porque está basado en la explo-
de el problema del Estado porque cada vez más el propio tación. La condición "normal" de las fábricas,familias,
Estado es un problema de la práctica diaria, porque pe- escuelas, etc., es de rrna inestabilidad lejana de la paz
netra crecientemente las diversas esferas de la vida so- y tranquilidad sugerida por la :deoingía burguesa. La
cial. El replanteamiento del entendimiento del Estado explotaciórr que implica antagonismo, genera resistencia
no es, por tanto, un problema exclusivamente teórico y revuelta. Pensar que un sistema basado en el antago-
sino que parte de la práctica cotidiana. Desarrc,llemos nismo constante puede llegar a ser estable, es un error.
detenidamente la problemática planteada. Observamospor todos lados formas inestablesde existen-
cia tanto por la violencia y discriminación del Estado,
1. Fetichizacióny fetichismo como por el sabotaje, el ausentismo, el vandalismo,etc.,
fomas inestables que no desapareceránporque el sis-
Para estudiar tanto el fenómeno total de la crisis co- tema de dominación y antagonismoses de por sí inestable.
mo la reestructuración de'las relaciones sociales capi- La aparenteneutralidad y fragmehtación de las fonnas,
talistas, necesit¡mos de una perspectiva histórica, que las discontinuidadesmistificadas, vienen e¡r constantecon-
nos muestre el Estado como una forma de las relacio- i flicto con la experiencia totalizante de los trabajadores
nes eapitalistas. La histo¡ia no debe ser entendida como * d
de la opresión de clase. Moneda, capital, renta, gananciá,
sólo pasado, sino como un continuo proceso de desarro- ,;
llo social. La historia tiene que ver mucho con el pre- r,
sente, porque el presente nace del pasado. La histoda ¡,p"
1 in+"erés,Estado, todos son experimentados como parües
de un sistema general de opresión, aunque sus precisac
conexiones no son entendidas. Muchos modos de apari-
no es sino el movimiento de la lucha de clases,definiendo :ü ción de los conflictos señalan la relación de estasformas
y redefiniendo los frentes de batalla entre las clases,así co- I'it: como formas de dourinación: el ataque a ios almace.
mo el capital es desafiado por la lucha de clases,así tam- nes es un ataque (corllciente o no) a la forma-mercan-
bién las iormas en que s"-"pt"ra la relación capitalista''1J cía; las luchas estudiantiles atacan la autonominación del
so n r e tad a sporella.P ortanto,eserró n e o p e n s a rq u e Estado frente a Ia sociedad; los trabajadores del Estado
Ias formas cápitalistas so¡ ESTABLES por ií misnas. $¡ no aceptan su autonomización, etc.
Estas no deben ser vistas como algo que se establebió:'ffi En los últimos 15 arios se ha visto el desa¡rollo de nue
en el amanecer del capitalismo y está determinado'a iffi vos modos de desafío cada vez más conscientesa las for-
' td.'t4'

24o 24t
#
;.i1t
..|
lli'
mar¡ burguo*s. Surgen continuamente luchas como o. en "dueño" (de su fuerza de trabq¡o) y que intercambia
minrx do oxpresión de la unidad de las luchas cortro ,,1, mercancías, por un lado, y como ciudadano, por oho.
luchn de clues. Se tiende, por tanto, a la zupteoión de la experiencia de
Lns luchus de resistencia y desafío al capital muestran ,.,Íi clase, de la organización de clase. Tanto el concepto
que la reproducción de las formas capitalistasde dcmi. de "dueño de mercancfae (asl sea su propia fi¡erza de
nacl(rn no es un prpceso simple y automático. El pro- 'íi
:j
ürabajo) como el de ciudadano, dercartan el.concep-to de.
ceoo de roproducción del Capital no es estático ni me- clase. Ahora bien, esta fragmentación no es un hecho
cánir'o; implica Ia constante reformulación de las rela- establecido en la transición al capitalimo, sino que e6
cio¡rr's entre capital y trabajo. Iner¡itablemeriteesta re- un prceeso continua¡nente repetido en el que participa,
forrrrulación es siempre una lucha por imponer ciertasfo¡- obviamente, el Estado. El Estado, en parte, es eseproceso
mas de relaciones socialespara contener y s¿¡alizar la y es su procesador.
act.rridad social, formas que deben ser vistas siempre Históricamente la separación de economía y polftica
u!,n¡o9e1o y como procesadoras(SOHN-RETHEL, coincide con la áutonomización del Estado, autonomi'
|R':l:ll.).
El Estado, como una fonna que expresa esasre zaci1n que impüca la creación y mantenimienüo de los
-It|'i
laci,'¡¡gs sociale-s,es por tanto un proceso y proeesador
individuos como zujetos económicos y jurfdicos. Como
1u,' rmpone determinadas modalidades de iormas de fruto de la acumulación primitiva de capital surge la ne
ctorrrrnaciónen las actividadessociales.
cesidad de establecer el intercambio de mercancías y
para que ello funcione s€ necesita de una instancia coer-
2. l':i Estado como procesoy procesador.
citiva que se mantenga 'fuera de la misma relación de
interc¿mbio' y que relacione a los miembros de la so-
l':rrto
_de la apreciación de que el Estado no es sola_ ciedad como zujetos individuales (Blanke, Jurgens y
m('I'.tc el resultado de la expresión clel dominio
lisür¡. sino tarnbién que es cbnstitutir¡o del
capita- Kastendiek, 1978; PEREZ SAINZ. 19?9). Este proceso
dominio ca- tuvo lugar en el marco de los Estados absolutistaseu¡o-
piLrlista. Las formas -ao son solamente
la expresién i""i- peos que proporcionaron no sólo el contexto para la
tablo de la relación r""i"f sino que el capital producción de mercancías sino el contexto para la apa-
sol*rrrente se puede reproducír- "ápita-lrL
;b*;ád"="rt*-ráñir. ribión del ciudadano individuo. La centralización del
bigl, jl.Estado,como generadorde formas zurge poder que rcemplaza la dispenión del feudalismo en-
f:i* l¡r parüicularización
cl_e, de la política y la economía coño contró expresión también en la atomización de la po-
diferente-s de las relaciones sbciales. La fragmen- blación en una multitud de individuos privados. Con
I:T]*
de l.as capitalistas es tal vez el as!rccto la generalización ar¡nent¿da de la ptodtrcción con base
1.:"i importante .relagior_res
fS de Ia fetichización de las mercaicías. en el intercambio de mercancías, el principio de indi-
¡r .tr''avés de esüa fragmentación se rompe la expresión vidualización socaba la jerarquización antigua del sub-
[t$-gad" d",1" típica-reiacióla;;;; ;, sistema de representación con ba¡e en la comunidad.
gqngcÍfic-q
de
51:londel feudalismo la soeiedad """'Añ;
burgriesa.
nn U-traú_ De hecho, en la Gran Bretaña la redefinición de la,socie-
srclQlr al capitalismo efsiervo (totalmente
zujetado, económica y pofru.a-"rrfu, d señü dad como masa de inüviduos culminó con la extensión
rornla en asalaria{o po} un lado, y'en * h*r; y reorganización del sistema de repilsentaeión. Hay
ciudadano, por que insisüir en que Ia perspectiva de análisis debe ser
1\" Desanareceel d";iú como un elemento
producción- La histórica para no absolutiza¡, por ejenplo, formas refi-
"órr"pto
separación de economía y políti- ,?::
:_" .l* nadas de individualización como las democracias occi-
A,Spuca la separación de las relaciones de eiisünciá. :;;t dentales con sus eleccionesparlamentarias , .'
pour.lcas y económicas,
del proletariado que se convierlp ,.i;' El proceso de individualización easuentra üna. de
242 ':: 4i 249
,,ll
B
I
sus más claras gxpresiones en la forma Derecho y en
el concepto de deiechos legale por medio de los ó*e, un hecho establecido en el pasado, es un proceso que
et $stado aisla a las personas tratándolas como indivi- j,!t constantementcoscurecelas estructurassociales.El Estado I
^trat¡ándolas ,le no haeq sino consolidar la individualización establecida;
9,19t, y mír _gy9 eso, como generalizaciones
aDsfractas individualizadas. En el contaeto diario de las pero ésto no sugiere qr.re la individualización tome lugar
. agencias administrativas del Estado con el ,f,iuii"o; solamente en la política, la individualización básica-
es tratado como personas o integrantes de'familiás.-su- "rte mente se establece en el nivel económico (Poulantzas,
primiendo así la efperiencia de clasl. ,u:-- 1979). Lo importante es descubrir el proceso a través
Las elecciones re-oresentativasno son excepción a este del cual las relaciones d"e clase se fragmentan para pro-
proceso. En las elecciones democráticas, li población ducir esferas económicas y políticas separadas.La lu-
es hatada como una m¿¡saindiferenciada'de irotantes', cha por construir organizacionesde clase tiene que
definidos de acuerdo a números aritméticos más que ser una lucha contra estas formas económicas y polí-
como miembros de una clase o comunidad. La demo- ticas, lo que no excluye la utilización táctica de medi-
se dice, es el gobierno del ,pueblo,, pero et prre- das jurídicas o de las eleccionescomo parte de üil& carl-
:Tl"i",
Dlo como tal no existe en realidad,la sociedádestácom- paña parlamentaria. Pero si esto sucede debe hacerse
puesta de clases(PANNEKOEK. Lg77). en una perspectiva amplia que busque destruir las rela-
De manera similar, el voto'secreto es la supremaex- ciones sociales capitalistas y que tome conciencia de
presión de la PRIVACIDAD de la opinión políiica afroo la fragmentacióninAivi¿uatiiadi y todo lo que implica
bien, esto no niega que la democrácia,"pr"r.rri"iiua-r"" la supresiónde las formas burguesas.
generalmente más. fávorable para los tübajadore, Con el establecimientodel Modo de Producción Ca-
q,r"
un régimen niega privilegios. Lo importante pitalista con base en la mano de obra salariada,el Es-
_gu9 ,estos es
captar los límites y las implicacilnes opresiuas de un tado desanolla nuevas funciones y genera nuevas for-
régimen de democraciu r"pr"r*ntativa, y no toÁana mas políticas de colectivizar a los individuos. El colec-
como una conquista de la civilización que se debe pre_ tivismo no es lo opuesto al individualismo, antes por el
servar a toda costa. Es un error, por ejehplo, hacer'una coptrario, lo puede complementar. Es cierto que la cate-
absoluta distinción enhe ra exdusión cíe rós ti-ana¡aáores goría clase, emerge en el siglo XIX pero no es entendida
del Estado antes de la introduceión del s"rragio "univ;r- por muchos como expresión de una relación antagónicade
sal, y su,representaciónen él despuésde producción, sino como una masa de individuos dueña
este evento. d;;;;;e";" de una serie de ¡ecursos. Aquí nuevamente, el ciudada-
El proceso de individualización también se transpa_ no es la contraparte del dueño de bienes iúdividuales
(en el caso del proletariado, la fuerza de trabajo). Mo-
Ttttu. en el- problema de los derechos humanos. El de're_ demamente los ciudadanos se reagmpan en una serie
cno burgués siempre se relaciona con individuos que
a de colectividades: familias, contribuyentes, votanües,
m manera burguesa reclaman zus privileeios. Tar;bién
.
a üraves de éstos se trata de aislar los individuos. inquilinos, padres de familia, fumadores y no fumado:
Aouí
valdrÍa la pregunta sobre si los a"."óñ"r r"r ¿á'i"ái.i: res, etc. Los miembros de las clasesson clasüicadosse-
ouos o de clase. Una nueva perspectiva de los derechos gún la consanguinidad¡ la residencia geognífica, los in-
hugaangsdebe partir de la expeiil"'ciu O" clase. gresos,la educación, etc., nunca de acuerdo con su clase.
La. Iey, Ia administración y rcpresentación, entonces, Se entiende entonces por qué la colectivización; com:
, plementa al individualismo moviéndose en su horizonte
1?l F{*.pnácrlcry que indiüiduálizan, que rratan a las"
crases de la sociedad como masa de individuos, y en las relaciones de producción que lo sustentaq. Las
o como
masa hbmogéiiea de pueblo. La individ"aü;iá; óhses atrora no solarneñte se atomiáan sino que lqi eto-
;;';,
mos se ¡eagrupan de una forma tal que el coneepto
244 -:í,:,1
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246
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li!
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de clase es innecesario para la vida de las colectividades. deberfa disfinguir enbe la forma Estado y los apantos
Los soeialistas caen. en-este problema pues por superat ['
del Estado. Lá primera nos remite a una forma no autó'
su aislamiento
.tratan de órgsniza¡Ée-corecüvamlnte; noma de desa¡roüo de las relacionee det capital, lo que ili
perc con demasiada frecuencia deecubren que la colec- no quiere decir que la institución (el aparatol ¡ocxista. l rf
que están organizando enfoca el priblem" pofi ns posiUte hablai de una "doble dimensión" del Estado rf,
I 1tl
-f,.ividad
trco en una forara ilt
de. clase.y-dg la clase-d q,." el problema de la explotación como relación de dominación capitalista y como apa'
t1 [
misma no se puede pfairtear. nt rato. La forma no puede tener una existencia deaencar' ,IF
-tistado indudableme¡tc conhibuye á esta-.,fragmenta- nada, esta se materializa a través del desa¡roüo institu' 14h
ción y colectivización a través dá zus agentes i¿minis- cional del Estado y la actividad de zus agentes. Similar-
trativos (ministros Ce Hacienda y Crédió, SAua" ná"- mente, el desa¡rollo institucional del aparato puede so-
cación, etc.). lamente ser la expresión del desa¡rollo histórico de las
- La congtiüución del Estado, ya 6ea com.o procesador relaciones sociales.
de la individuali"ación o de'ú colectivizacibt ; u" La distinción entre Forma y Aparato es clave para to-
proceso de feüchización de las relaciones de áase en do empleado o cliente del Est¿do, P€ro especialmente
fomra de noclases, fetichización que se entiende aquí para el socialista. El problema de éste es cómo moldea¡
no sólo como La creación de cierias formas *te pelisa-
su actividad diaria de tal forma que no sea un simple
ntiento, sino como la constitucón de formas b"ú;"ro
agente de la reproducción de las relacionee capitalistas.
Ce vida socia!. Ciertamente como tedencia gunuñi, -ta
Su problema esn en otras palabras, mantener sr¡ diario
e-xpansión del capitar impüca la penetración"creciente
contacto con el Aparato-Estado y combatir el proeeso
d$ capital en cada aspec'to de nuestras vidas, p"r,"io-
de la actividad social impXíeito en las acciones del Es'
ción que es Uer¡adaa cibo en parte a havés aá'neüa¿o. 1l
tado; trabajar en el interior del Aparato'Estado y sinul- i
, !u organización es el prineipio fundamental de la
rucna táneamente luchar contra la Forma Estado. No se quiere li,
de los trabajadores_por su emancipación y por ser socialista de noche y los fines de s€mana, mientras
ktQ, cenhal,' desde este pünto áe"viíü,
e_s de -el las
-problema-
formas de esÉ organización, sabienáo'o"u -por de la reconstmcción de las relaciones
de día se es agente
-el burguesas. Es ello que rezulta necesa¡io distinguir itl:
el Estado haná lo imposible p"i oUrt"oir-i";rg.;;""T¿"
de los trabajadores eoifua é1. -
- entne Aparato del Estado como una red adminishativa
e instihrcionalizada de control, Y el Estado como Forma
3) Luchas en y contra el Estado. de las relaciones capi+"alistas.Esta disüinción no quiere
decir que el Aparato sea neubal en la lucha d9 clases;
Si entendemos el Aparato es.también noldeado por la lucha de clases
9l Estado como un proceso para afian- acfui y no un fósil de pasadasücbas por la reproduc'
za¡
-relaciones sociales, lna de Ias imtucacián-es áJ*ú ción de las formas burguesas.El significado de las eshtrc- li:
es que.no tray dieOio atgnno q,.é oos pe"mit¿ man-
nll
Ee-nen¡osneutrares en nuesüro contacto co--n turas organizativas está cqmbiando constanteménte en
ei Estado. el ct¡rso áe la lucha de clases,de tal forma que en circuns"
Ahora bien, Ia luctra por la i"for-,rl""ión áe h,;1""¿-
nes soeiales ca_pitalistastiene rugar también aentro-de tancias particulares la lucha conha l¿ fotma _E¡t¡do llegS
-havés
ros aparato-s del Estado. El conf,icto antagórúco a ser a del Aparato-Estado. Es imposible determi-
que nar los lfmites de cada lucha po4pe depende de las fuer-
todo_ lo penetra está presente turoui¿"
tte¡á, á"1 zas en lucha
Estado, r¡ariando de "n "tf",ásist€ncil
¡.ñfs pufr.Tái t.nto, El punto para destacar es que la relación enbe Fonma
a .la gereqiónse ¡nsdribe "t"ñuie" ; d i"6;;t i-;p;-
rato Estado.'Pan concephrarizar y su ixpresión institttcional no es igual en el caso det
mejor estasluchasG Estado y en el de la empresa. La imposición de la Fonna
246
I¡ if
it
ll
I ll

J Esüado sobre el_ A,parato-Estadono tiene lugar directa-


l.
;
il

Il concretas. El punto más importante, válido para todas 'l


mente a través d-e la operación de la ley del "valo¡ en el las sociedadesburguesas,es que la manera de destruir
l: ,
me:cado, :i

El -c9mosí sucedóen la empresa.


problema
la explotación de clase es a través de la organización de t

. para el capital es mantener fortalecidas clase, al estilo de los soviets que, en contraste eon lia I
hr'
las formas burgresas a través .le la actividad del Estado
4 aun en el caso de que eso-implique destruir el Aparato-
i{

iri
fórmula burguesa representativa, eran organüaciones
de clase basadasno en la persona sino en la posición
l1r, 1
I :l

Pl,?ag previo,comó en el
It
f ra i"áápelolí"i" ae ante el trabajo. rl
"drot" es destrüir la Forma
coloruas. Et problema del socialista
I :
cI r;s[ado y a través de ella las relacionessociales capitalis_
tas. En este
-plano n_oh1V posiciones medias o neuiral"s;
o estamos de"empeñandó
:
i¡n papel en U f*ictrizaói¿n BIBLIOGRAFIA
de las relaciones socialeso urürno, luchando aeciái¿a-
mente contra la fetichización. En años recientesla natu-
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indiviáuo', lucha, qu" ,e pu¿i"r""
-del
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p p . 1 6 0 -1 ? ?.
es. que tengamos que esperar a h dlstrucción cel
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q1t9'. en el día del juició final revolucionario, ;l;?"
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i rtt=t"g,t"aaiae ProsaPira
-"-q"" rytT verti'entes'aq'rí se pro-
A*'4fqe
trariamente ñE- ttt¿o' caoitalistacomo forma
oone mirar " "*i a la extor- ll
'o ¡elación"tru*l"it
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