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CONTENIDO

1. Prólogo................................................................................................................................................................................3

2. Introducción........................................................................................................................................................................4

3. Objetivo general.................................................................................................................................................................7

4. Marco conceptual.................................................................................................................................................................7

4.1. Instrumentos legales establecidos mediante la concurrencia de todos los

sectores involucrados.....................................................................................................................................................7

4.2. Alianza estratégica establecida entre gobierno y sector privado..............................................................................8

4.3 Visión de largo plazo enmarcada en el control progresivo de la enfermedad.............................................10

5. Metas y estrategias definidas fundamentadas en el establecimiento de indicadores...............................................10

6. Servicios veterinarios modernizados para garantizar la calidad del servicio.............................................................11

7. Planificación......................................................................................................................................................................11

7.1. Planteamiento técnico.......................................................................................................................................12

7.1.1. Consideraciones sobre el concepto de vigilancia

epidemiológica y cuarentena..........................................................................................................................13

7.2. Actividades de ejecución.................................................................................................................................15

7.3. Determinaciones técnicas de control...........................................................................................................16

7.4. Sistema de información.................................................................................................................................17

8. Capacitación y educación sanitaria.................................................................................................................................18

9. Sistematización de actividades.....................................................................................................................................19

10. Organigrama del programa de control y erradicación...............................................................................................19

11. Comité Nacional del Programa de Control y Erradicación de Enfermedades.........................................................20

12. Operación del Programa..................................................................................................................................................20

12.1. Vigilancia pasiva

12.2. Vigilancia Activa

13. Administración...............................................................................................................................................................21

14. Comunicación interna...................................................................................................................................................21

15. Comunicación externa..................................................................................................................................................22

16. Evaluación de los programas.......................................................................................................................................22

17. Descentralización.............................................................................................................................................................23

ANEXO..................................................................................................................................................................................24

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1.PRÓLOGO
En el campo de la salud animal existen herramientas disponibles para planificar programas de control y erradicación de
los animales que puedan ser sustentables en el corto y largo plazos. Para atenuar la resistencia que se genera al
mencionar la palabra restructuración podemos referirnos a los sistemas de salud animal como entidades en transición
permanente.

Vale la pena recordar que el control de las enfermedades de los animales conduce a producir alimentos suficientes e
inocuos para la población consumidora y a beneficiar la competitividad en el medio rural, en el primer caso porque varias
enfermedades de los animales se pueden transmitir al ser humano y en el segundo porque al eliminar las pérdidas por
enfermedad la producción y la productividad aumentan.

Algunas de las herramientas a las que se hace referencia son:

Alianzas estratégicas- Revisando las razones de los fracasos en el control de enfermedades de los animales se
puede concluir que han fallado por que el protagonista más relevante en su planificación y ejecución ha sido el Estado.
El sector privado en cambio ha jugado un papel pasivo y en no pocas ocasiones de oposición.

En la actualidad no se concibe un programa de control de enfermedades sin la participación amplia del sector privado,
la misma debe ser muy amplia, desde la planificación y determinación de estrategias, hasta el diseño de la normatividad,
en la ejecución de las acciones de campo y en el financiamiento.

Solo así se puede llegar al concepto de “apropiación de objetivos” por parte de todos los actores lo cual conduce al logro
de metas planeadas de manera conjunta y en beneficio de todos los actores participantes.

Regionalización- Cuando las acciones de control no pueden ser instauradas en todo el territorio nacional se puede
priorizar una parte de la población animal con base en estrategias que respondan a elementos como la facilidad de
control, por prevalencia de la enfermedad, por conveniencia económica, por la capacidad de organización de los productores
o de los servicios veterinarios, por condiciones geográficas favorables, entre otras. Una vez que se logran metas en
regiones específicas se puede avanzar hacia otras en el país.

Gradualidad- Este concepto implica el establecimiento de determinadas acciones de control que serán complementadas,
en lapsos preestablecidos, con otras que conduzcan eventualmente al logro del control efectivo y a la erradicación. Por
ejemplo iniciando únicamente mediante la aplicación de vacunaciones dejando para una fase posterior la eliminación
de animales positivos a la enfermedad.

No se debe continuar realizando acciones parciales e intermitentes en el control de enfermedades de los animales que
no conducen a resultados benéficos demostrables y permanentes. Por esta razón se deben hacer esfuerzos sostenidos
de modernización de los servicios veterinarios para que estén en condiciones de brindar un servicio útil a la sociedad.

Es claro que cuando no se cuenta con los recursos suficientes no se pueden planificar programas de envergadura nacional
pero esta condición no debe justificar que las acciones que se ejecuten sean sinónimo de inutilidad y ocasionalmente
de desperdicio, más bien, estas se pueden ajustar al logro de resultados que aunque modestos sean exitosos y sustentables.

Los recursos que los países o los organismos donantes tienen previstos para la cooperación internacional son cada día
más escasos y su aprobación está sujeta a la corresponsabilidad de los países receptores por lo que si estos deciden
solicitar este tipo de fondos deberán presentar no solo proyectos viables sino proyectos en marcha y con visión de largo
plazo y asegurando la continuidad de los recursos nacionales.

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El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) ha preparado la presente guía en apoyo a la
decisión de de su órgano superior, el Comité Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (CIRSA) expresado mediante
la Resolución No. 2 “Programas de Control y Erradicación de Enfermedades de los Animales” (anexo) de su XVI Reunión
Ordinaria celebrada en Punta Cana, República Dominicana.

2. INTRODUCCIÓN
El control de las enfermedades de los animales es una de las responsabilidades fundamentales de los Ministerios de
Agricultura y Ganadería que son cumplidas a través de los Servicios Veterinarios Nacionales. Estos han sido declarados
como un bien público internacional por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) debido a su importancia
estratégica para las economías del mundo.

Esta misma Organización establece que las enfermedades de los animales causan que la producción animal se deteriore
en 20% ó más.

La lucha contra las enfermedades de los animales garantiza a los productores pecuarios nacionales las condiciones
sanitarias idóneas que les permite explotar las cualidades genéticas de sus recursos ganaderos sin deterioros que
obstaculicen o impidan la producción, la productividad óptimas y la comercialización de los productos que estos generan,
es por tanto un elemento fundamental en cualquier plan nacional de desarrollo ganadero.

La explotación intensiva de animales es una actividad importante en los países y particularmente en aquellos en desarrollo
ya que la economía rural tiene un fuerte peso en la estabilidad social y generación de riqueza. Por otra parte los tenedores
rurales de animales encuentran en la explotación familiar de los animales un apoyo a sus economías ya sea por la venta
de sus excedentes, por consumo de sus productos o la tracción que les proporciona para las labores agrícolas o de
transporte personal.

El control de las enfermedades de los animales es una valiosa herramienta que los países deben aplicar en la lucha
contra la pobreza ya que la industria ganadera además de ser pilar fundamental para lograr la seguridad alimentaria,
es un importante generador de empleos directos e indirectos para el sector rural y el industrial.

La generación de alimentos sanos e inocuos permite a los productores lograr la competitividad nacional e internacionalmente.
Esta condición es básica para lograr la certificación zoosanitaria oficial exigida para garantizar que la población consumidora
tenga las garantías suficientes de salud e inocuidad al adquirir estos productos.

Los recursos que se destinan al control de las enfermedades de los animales son una inversión y no un gasto que ofrecen
un excelente retorno a la inversión. Lamentablemente es común que los gobiernos únicamente aplican recursos para el
control de alguna enfermedad cuando esta es considerada como “asesina” o presenta un riesgo inminente para la salud
pública. Generalmente las enfermedades más dañinas a la ganadería son aquellas que pasan desapercibidas provocando
mayores pérdidas económicas a lo largo del tiempo inicialmente a los productores y finalmente al país.

Los procesos de erradicación de las enfermedades de los animales son largos y costosos y los estudios de costo/beneficio
pueden demostrar que sus resultados benéficos no solo son recibidos por el sector de producción intensiva sino también
a los tenedores de ganadería familiar. La atención a este sector social puede proporcionar a esta actividad la dimensión
de género ya que en muchas ocasiones son las mujeres quienes que operan la ganadería familiar.

Es claro que los problemas que se identifican en cada país deben ser contextualizados dentro de las necesidades a
solucionar y propuestos para su solución, hecho que siempre genera un gradiente de prioridades. Estos determinan en
los países el orden en la asignación de recursos para atender las problemáticas identificadas y siempre habrá demandas
insatisfechas.

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Lo anterior comúnmente lleva a una percepción de falta de recursos entre los distintos sectores de la población de un
país, la misma puede ser correcta o incorrecta y debe ser motivo de profundos análisis para su determinación adecuada,
esta debe ser valorada cuidadosamente desde varios ángulos para llegar a conclusiones reales respecto de la disponibilidad
de recursos.

Lograr una valoración adecuada y certera de los recursos con los que se cuenta para atender una necesidad determinada
es fundamental ya que si concluimos que no existen recursos, esta actitud con frecuencia lleva a la inmovilidad de las
instituciones, grave situación esta, sobre todo si pensamos que quien o quienes en ocasiones llegan a esta conclusión
son en realidad un recurso en sí.

Los Ministerios y Secretarías de Agricultura y Ganadería se encuentran a menudo en dificultades para obtener recursos
financieros nacionales debido a la falta de justificaciones consistentes y suficientemente sólidas, sobre todo tomando
en cuenta que compiten con otros proyectos nacionales para atender prioridades. Este problema debe ser motivo de una
profunda revisión al interior de estos Ministerios y Secretarías para mejorar su competitividad en la tarea de conseguir
los medios necesarios para enfrentar las responsabilidades propias de estos Despachos.

Se hace necesario consolidar información que conduzca al logro de planteamientos coherentes que demuestren la
necesidad de invertir en actividades de control y erradicación de enfermedades específicas en el ámbito de la salud
animal y su beneficio en la producción pecuaria así como en la protección a la salud humana.

Los responsables de los servicios veterinarios deben tener en cuenta que el mundialmente conocido paradigma de
“fortalecer los servicios veterinarios del país” es una frase que por sí misma no logra transmitir un mensaje claro a
los funcionarios nacionales encargados de decidir sobre los distintos destinos que debe seguir el gasto nacional en
beneficio de la población, estos generalmente se encuentran en los Ministerios de Hacienda y toman en cuenta el retorno
a la inversión y el historial de la aplicación de los recursos asignados con anterioridad así como los resultados que se
esperan lograr con su aplicación en beneficio de la sociedad.

Por lo anterior los servicios veterinarios oficiales deben esforzarse en presentar proyectos que justifiquen la inversión
nacional para el control y erradicación de enfermedades de los animales. Así resultará más fácil entender el porqué es
necesario fortalecer los servicios veterinarios.

Una función básica es el combate a las enfermedades enzoóticas y en este rubro los resultados positivos que han
entregado los servicios veterinarios no han sido muy abundantes. El mayor logro ha sido la erradicación del gusano
barrenador del ganado del territorio centroamericano, otro logro más reciente lo constituye el control de la peste porcina
clásica en México, Nicaragua, Guatemala, Honduras, esfuerzo en el que el OIRSA ha tenido un papel fundamental en
la consecución y administración de recursos provenientes de donantes internacionales. Es de destacar también el
mantenimiento de la condición de países libres en Costa Rica, Panamá, El Salvador y Belice.

Si bien existen resultados tangibles en el avance de la PPC se debe mencionar que el control y erradicación de esta
enfermedad se ha dado de manera lenta e intermitente debido a varias fallas estructurales de los servicios veterinarios
que han sido parcialmente subsanadas en algunos países. En lo fundamental estas fallas han consistido en la demora
en contar con legislación específica para el combate de esta enfermedad, la falta de presupuesto nacional direccionado
específicamente, la falta de personal capacitado, la falta de una cadena de mando reconocida y respetada nacionalmente
para el combate a la enfermedad, la falta de estructura programática y la falta de indicadores de evaluación.

El Comité Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (CIRSA) constituido por los Ministros y Secretarios de Agricultura
y Ganadería del OIRSA mediante la Resolución No. 2 “Programas de Control y Erradicación de Enfermedades de los
Animales” de su XVI Reunión Ordinaria celebrada en Punta Cana, República Dominicana mandata establecer este tipo
de programas en las cuatro especies que han sido identificadas como prioritarias que son: bovinos, porcinos, aves, abejas
y especies acuáticas en función de su importancia socio económica y sus repercusiones en el bienestar de la población
humana, fin último de los esfuerzos gubernamentales.

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Mediante el establecimiento de estos programas de control con objetivos y metas claras será posible entregar resultados
positivos que sean susceptibles de evaluación por la sociedad contribuyente. De esta manera atendiendo al mandato
de controlar y erradicar enfermedades se podrá verdaderamente “fortalecer los servicios veterinarios del país” de
manera efectiva y con sentido social ya que los recursos tendrán un destino específico para su aplicación y no se diluirán
en una institución que solo realice actividades aisladas sin posibilidad de lograr un impacto real en la mejora de la salud
animal.

Este tipo de programas contribuirá sustancialmente a la modernización de los servicios veterinarios que es urgente en
la región del OIRSA ya que le da dimensión al concepto de fortalecimiento mediante la propuesta de objetivos que en
sí mismos contienen la necesidad de consolidar y mejorar estos servicios.

Los programas nacionales de control y erradicación de enfermedades de los animales deberán establecer metas específicas
e indicadores precisos para su evaluación en el tiempo y el espacio, así no solamente se estará en condiciones de luchar
efectivamente contra las enfermedades seleccionadas ya que además se preparará el camino para luchar contra otras
que afectan a los animales y a la economía nacional.

Los países miembros del OIRSA son países en desarrollo y necesitan del esfuerzo coordinado entre autoridades y
sociedad civil para establecer sus metas en materia de producción y sanidad pecuaria mediante compromisos políticos
sólidos incluyentes, permanentes y con visión de largo plazo.

La participación de la sociedad civil, receptora de estos servicios, es indispensable para que los programas puedan tener
éxito ya que esto es necesario para que los participantes se apropien de sus objetivos y también participen financiando
y gerenciando estas actividades. Existen experiencias internacionales y regionales exitosas que avalan estas alianzas
estratégicas y en países como Brasil no se concibe el programa de erradicación de fiebre aftosa sin la participación activa
de los productores organizados.

El concepto sociedad civil aplicado a programas de salud animal es muy amplio y abarca una serie muy diversa de actores
económicos que se benefician directa e indirectamente de la explotación pecuaria. Se refiere fundamentalmente a los
productores primarios, a los transformadores y comercializadores de los bienes producidos en torno a la especie animal
seleccionada.

Todos estos actores deben formar parte de estas alianzas estratégicas con objetivos plenamente identificados y compartidos
de manera incluyente para evitar que algunos sectores con menor nivel de organización puedan quedar fuera de los
beneficios que se pretenden lograr.

El sector productivo constituye un estrato muy amplio en el ámbito pecuario que aunque participa activamente en el
proceso económico nacional, con frecuencia lo hace de manera desvinculada y si no se incorpora efectivamente a los
esquemas de control de las enfermedades de los animales, puede constituirse en un riesgo zoosanitario para los esfuerzos
que realicen otros sectores. Por esta razón es necesario incorporarlos a la actividad pecuaria organizada y considerarlos
en la planificación y ejecución de las acciones nacionales de control de enfermedades.

Las maneras en que los sectores gubernamentales y los productores organizados pueden ayudar a los productores
informales son varias y deberán ser exploradas a profundidad. Algunas pueden ser proveer servicios como diagnósticos
y vacunas a precios reducidos en los que se incluya un subsidio al producto o en las propias acciones de campo. El
conocimiento de la realidad sociocultural y las necesidades en cada país habrá de ofrecer alternativas de solución
satisfactorias.

La manera tradicional de informar numéricamente sobre estas actividades como: número de visitas de campo realizadas,
tratamientos aplicados, muestras tomadas y diagnósticos de laboratorio realizados entre otros, no tiene sustento
epidemiológico y debe ser superada.

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La evaluación de las acciones de salud animal debe realizarse con base en indicadores objetivos y verificables como la
reducción de la incidencia y la prevalencia de las enfermedades de los animales, coberturas nacionales o regionales de
los programas considerando la población a beneficiar.

3.OBJETIVO GENERAL
Establecer un programa de control y erradicación de una enfermedad para cada una de las especies bovina, porcina,
aviar y acuícola, en cuya planificación y ejecución participen gobierno y sociedad civil, con capacidad de ofrecer resultados
positivos, comprobables y sustentables en el tiempo.

4.MARCO CONCEPTUAL
El establecimiento de programas de control y erradicación de enfermedades específicas debe fundamentarse en cinco
pilares fundamentales que son:

1. Instrumentos legales establecidos mediante la concurrencia de todos los sectores interesados;


2. Alianza estratégica establecida entre Gobierno y Sector privado;
3. Visión de largo plazo enmarcada en el control progresivo de la enfermedad;
4. Metas y estrategias definidas fundamentadas en el establecimiento de indicadores técnicos y
5. Servicios veterinarios modernizados para garantizar la calidad del servicio.

Todos estos recursos alineados con el fin último de aplicar la legislación que se establezca para el caso con el concurso
de todos los sectores participantes.

El refrendar la resolución ministerial mediante la manifestación pública de la voluntad de iniciar acciones conjuntamente
con el sector productivo que conduzcan a determinar conjuntamente que enfermedad se deberá combatir en consideración
a su daño a la producción e impacto económico y si fuera el caso a la salud pública estará estableciendo un compromiso
político claro y directo.

4.1.Instrumentos legales establecidos mediante la concurrencia de todos los sectores interesados- La OMC ha
definido el concepto de medida sanitaria como el marco mínimo necesario para realizar las actividades sanitarias en sus
países miembros:

Medida sanitaria o fitosanitaria - Toda medida aplicada:


a. para proteger la salud y la vida de los animales o para preservar los vegetales en el territorio del Miembro
de los riesgos resultantes de la entrada, radicación o propagación de plagas, enfermedades y organismos
patógenos o portadores de enfermedades;

b. para proteger la vida y la salud de las personas y de los animales en el territorio del Miembro de los
riesgos resultantes de la presencia de aditivos, contaminantes, toxinas u organismos patógenos en los
productos alimenticios, las bebidas o los piensos;

c. para proteger la vida y la salud de las personas en el territorio del Miembro de los riesgos resultantes
de enfermedades propagadas por animales, vegetales o de productos de ellos derivados, o de la entrada,
radicación o propagación de plagas, o;

d. para prevenir o limitar otros perjuicios en el territorio del Miembro resultantes de la entrada, radicación
o propagación de plagas.

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Las medidas sanitarias o fitosanitarias comprenden todas las leyes, decretos, reglamentos, prescripciones
y procedimientos pertinentes, con inclusión entre otras cosas de: criterios relativos al producto final;
procesos y métodos de producción; procedimientos de prueba, inspección, certificación y aprobación;
regímenes de cuarentena, incluidas las prescripciones pertinentes asociadas al transporte de animales
y vegetales, o a los materiales necesarios para su subsistencia en el curso de tal transporte; disposiciones
relativas a los métodos estadísticos, procedimientos de muestreo y métodos de evaluación del riesgo
pertinentes; y prescripciones en materia de embalaje y etiquetado directamente relacionadas con la
inocuidad de los alimentos.

Una importante característica de las medidas sanitarias es la participación en su elaboración y diseño


de la sociedad a beneficiar. De esta manera todos los sectores involucrados aportarán puntos de vista
en las discusiones y los resultados a los que se lleguen podrán ser adoptados de común acuerdo y sin
sorpresas para nadie. Esta es una manera eficiente para que las sociedades se apropien de las leyes y
reglamentos facilitando la consecución de resultados de beneficio común.

Otros resultados de la decisión gubernamental para publicar el ordenamiento legal mediante el cual se establece la
campaña de control y erradicación serán: garantizar los recursos financieros que aseguren su operación y la reestructuración
de los servicios veterinarios para alinear los recursos existentes en torno a un programa participativo y de cambio
institucional inicialmente para la enfermedad seleccionada.

4.2. Alianza estratégica establecida entre gobierno y sector privado- Uno de los elementos de éxito en la solución
de los problemas que plantean los programas de control y erradicación son los acuerdos que se adoptan entre las
autoridades sanitarias y los productores debido a que cuando se establecen las reglas de operación de manera colegiada
sucede una apropiación de los programas por ambas partes con resultados más rápidos y eficientes.

Esta alianza permite planificar y administrar los recursos que ambas partes aportan convirtiéndose en un factor positivo
al establecerse elementos sólidos de corresponsabilidad y transparencia que permite a ambas partes dar seguimiento
a los recursos con que cada uno contribuye en el esfuerzo común.

Por otro lado la administración conjunta tanto a nivel central como regional o departamental favorece que los recursos
lleguen efectivamente y se apliquen al uso planificado en beneficio del programa acordado.

La obtención de resultados positivos y la evaluación de las actividades realizadas se facilita al independizar la ejecución
del grueso del sistema burocrático, garantizando la efectividad de los recursos y logrando mayor efectividad.

El resultado a lograr con la firma de acuerdos gobierno-sector privado en los que se establezcan los compromisos de
organización y participación de cada uno de los sectores y se aseguren los recursos que cada sector comprometa para
el programa.

Las alianzas entre el sector público y privado tienen un efecto adicional de relevancia. Este consiste en la necesidad de
integrar el conocimiento científico que se puede sintetizar en el modelo funcionalista “agente causal-infección-enfermedad-
inmunidad” a factores socioeconómicos que determinan el funcionamiento de los diversos sistemas de producción
pecuaria que en conjunto con su distribución geográfica y valor económico permitan establecer las estrategias más
adecuadas para el control de la enfermedad en el tiempo y el espacio.

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4.3. Visión de largo plazo enmarcada en el control progresivo de la enfermedad- Es conocido que la mayoría de
los fracasos en el control de enfermedades de los animales es la falta de planificación y del establecimiento de metas
compartidas entre todos los sectores participantes. Con la consecuente dificultad para garantizar el financiamiento a lo
largo del tiempo a causa de la falta de resultados concretos planificados.

Generalmente se establecen metas difusas tanto de disminución de la incidencia de la enfermedad como de la aplicación
de las medidas en el territorio nacional. Por esta razón es necesario plantear etapas para el control nacional de las
enfermedades ya sea por regiones de riesgo específico o por regiones de endemicidad elevada en dónde las medidas
sanitarias se puedan concentrar para lograr resultados positivos en periodos cortos.

Ejemplos de este tipo de estrategia es la aplicación de vacunas por regiones obedeciendo a una programación escalonada
en la que los recursos se pueden aplicar de manera concentrada pudiéndose lograr una mayor cobertura con ahorro
de recursos humanos y materiales.

El control progresivo de las enfermedades de los animales permite también disminuir el riesgo a las poblaciones animales
a proteger al ejercer un mejor control de los factores de riesgo en las poblaciones cuyo estatus sanitario es conocido
como deficitario. Esto se puede lograr combinando las acciones profilácticas de cuarentena o inmunización con las de
control de la movilización de animales en el territorio nacional.

5.ESTRATEGIAS DEFINIDAS Y METAS A LOGRAR


FUNDAMENTADAS EN ESTABLECIMIENTO DE
INDICADORES TÉCNICOS-
La toma de decisiones en un programa de control de enfermedades debe siempre estar fundamentada en el mejor
conocimiento científico de los factores epidemiológicos fundamentales como incidencia y prevalencia. Cuando estos
factores se conocen se pueden combinar con decisiones de intervenciones regionales o nacionales para avanzar en el
control de la enfermedad de manera más sólida.

El conocimiento de cómo se están presentando los casos de la enfermedad en cuanto a frecuencia temporal, distribución
geográfica y tendencias en el tiempo es fundamental y esto se logra con base en un sistema de información efectivo y
eficiente que conjunte la información que se capte bajo un esquena de evaluación e inteligencia epidemiológica.

Para lograr esto se pueden diseñar esquemas de georeferenciación y sistemas de bases de datos compatibles con
software de mapas de última generación, pero no se debe descartar una simple bases de datos en Excel que bien
diseñada y administrada puede brindar resultados siempre útiles.

Los servicios veterinarios deben avanzar para desarrollar programas nacionales de control y erradicación de enfermedades
de los animales basados en el conocimiento epidemiológico y esto no es posible sin indicadores científicamente establecidos.

Algunos de los indicadores que se pueden representar de manera gráfica o en mapas que se deben obtener son:

• Incidencia nacional y departamental (estatal)


• Prevalencia anual nacional y departamental (estatal)
• Relación de unidades de producción bajo control del programa contra la cifra nacional
• Relación de animales bajo control del programa contra la cifra nacional
• Estadísticas de vacunación (cifra de vacunas aplicadas, estimación de la cobertura vacunal por país y por región,
vacunas adquiridas contra vacunas aplicadas)
• Diagnóstico (resultados positivos y negativos por prueba diagnóstica, evolución en el año y
por región o departamento (estado)
• Relación de hatos libres contra hatos en control

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• Relación de áreas libres de la enfermedad contra el territorio nacional
• Cuarentenas establecidas por departamento (estado)
• Cuarentenas liberadas
• Animales sujetos a cuarentena
• Animales muertos, sacrificados
• Número de investigaciones de campo realizadas y sus resultados
• Personal participando en el programa y su distribución nacional
• Recursos materiales utilizados en el programa (vehículos, combustible)

6. SERVICIOS VETERINARIOS MODERNIZADOS PARA


GARANTIZAR LA CALIDAD DEL SERVICIO-
La calidad de los servicios veterinarios que un gobierno entrega a la sociedad depende de dos factores fundamentales:
la organización de los recursos materiales como capacidad diagnóstica y operativa y de la manera en que los programas
que benefician la salud animal sean planeados, ejecutados y evaluados.

7. PLANIFICACIÓN
Los integrantes de la alianza estratégica deben iniciar este proceso identificando la enfermedad a combatir con base en
el perjuicio a la producción y productividad, su impacto en el comercio nacional e internacional y desde luego su impacto
en la salud pública si fuera el caso.

Es de importancia capital la participación de los productores organizados, sin embargo se debe procurar activamente la
participación de representantes de sectores minoritarios o de menor nivel organizativo. De la amplitud de esta convocatoria
depende la participación decidida y apoyo de todos los productores al programa que se pretende establecer.

Una consideración importante lo constituyen las herramientas técnicas con que se cuente para el control de la enfermedad
en cuestión, estas pueden ser técnicas diagnósticas y vacunas que cuenten con el reconocimiento internacional de la
OIE.

Los elementos de infraestructura nacional a utilizar en el programa como oficinas centrales y regionales, laboratorios,
vehículos, infraestructura administrativa, sistema de control de la movilización de los animales, etc.

El personal técnico y administrativo que participará en el programa constituye el elemento fundamental y deberá ser
reclutado y capacitado para los fines específicos del programa.

Los responsables del proceso de planificación deberán considerar y tener en cuenta permanentemente que no es posible
establecer acciones contra las enfermedades de los animales en todo el territorio nacional al mismo tiempo por lo que
se deberán establecer estrategias que cumplan con los conceptos de avance progresivo del programa, paso a paso,
estableciendo el avance del programa de manera gradual. En este paso es importante considerar las características
administrativas de la asignación de recursos así como aquellas para su desembolso para no planificar actividades que
no puedan ejecutarse por falta de recursos financieros.

El importante concepto de formación de recursos (del término en inglés capacity building) carece de una definición
adecuada y a menudo se entiende de manera limitada como entrenamiento de personal y un poco más. Es importante
conceptualizarlo como la formación sistemática de recursos que implica cuatro pasos principales integrados de manera
jerárquica que son (1) estructuras, sistemas y funciones, (2) personal e infraestructura, (3) habilidades y (4) herramientas.
(Potter & Brouh, 2004).

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Los planificadores deben aceptar y apoyar la independencia técnica de los servicios veterinarios necesaria para ejecutar
las acciones planificadas con la finalidad de cortar la cadena de transmisión de la enfermedad a controlar. En este proceso
es necesario extinguir los focos positivos que sean detectados, someter a cuarentena las unidades de producción pecuaria
consideradas de riesgo y autorizar y controlar la movilización de animales de la especie bajo control.

Las intervenciones sanitarias anotadas en párrafo anterior y otras de posible aplicación provocan molestias e inconformidades
en aquellos sectores de la población que o bien no han sido suficientemente informados de las acciones del programa
nacional o que se oponen frontalmente a las medidas sanitarias adoptadas por las autoridades nacionales de salud
animal.

Como parte de la gradualidad en la implantación de un programa de control de enfermedades, y tal vez obedeciendo a
eventuales restricciones presupuestales, es importante considerar el inicio de actividades a través de un programa piloto
que presenta varios aspectos positivos como son: validación de los procedimientos técnico administrativos del programa,
capacitación de personal, avance regionalizado, convencimiento de los beneficios a lograr regional y nacionalmente.

7.1.Planteamiento técnico- Todos los países miembros del OIRSA son signatarios del Acuerdo de Marrakech que en
el año de 1994 dio origen al Acuerdo Sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, marco normativo para
el avance e implementación armonizada de las medidas contenidas en ese texto a nivel global.

El riesgo que plantea la enfermedad seleccionada a combatir en cada país debe ser bien caracterizado para ejercer un
control adecuado desde el punto de vista financiero y técnico. Para esto se debe conocer de la manera más completa
el mapa del circuito comercial de la especie animal seleccionada considerando las características específicas de producción
y comercialización en cada país e incluso para cada región al interior del país.

Las características de presentación de la enfermedad proporcionan información valiosa para planificar su control. Esta
puede determinar las herramientas técnicas a utilizar y la graduación de las acciones por regiones prioritarias a controlar
de acuerdo a los sistemas de producción y comercialización. Otra manera de expresar esta idea es: saber dónde buscar
la enfermedad para cortar su transmisión en el sitio más adecuado de la cadena de producción.

Las instituciones de Salud Animal de los países miembros del OIRSA cuentan ya con recursos técnicos y administrativos
que están vigentes y en operación por lo que deberán ser considerarlos en el diseño, planteamiento técnico y ejecución
de los programas de control que habrán de ser implementados en cumplimiento del mandato ministerial.

Entre los factores de riesgo a considerar se encuentran fronteras porosas que permiten el comercio informal y patrones
de movimiento intrarregional de animales ligada a la capacidad, muy limitada, para controlar el movimiento de animales
al interior de los territorios nacionales.

Sin embargo se tienen fortalezas como una institución de integración regional y el CIRSA que cuenta con el OIRSA para
apoyar sus planes de desarrollo pecuario específicamente en salud animal.

Las rutas de control progresivo son mecanismos que apoyan la realización de proyectos a largo plazo y mediante la
coordinación regional se identifican líderes regionales, se construyen compromisos políticos y se facilita la obtención de
recursos nacionales e internacionales.

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7.1.1.Consideraciones sobre el concepto de “vigilancia epidemiológica”, “cuarentena y control de la movilización
de los animales y sus productos” y su importancia en los programas de control de enfermedades de los animales.

Vigilancia epidemiológica- Un asunto que es necesario revisar a profundidad es el relativo a la vigilancia epidemiológica
ya que regionalmente esta actividad ha sido abordada parcialmente y solo se aplica al conocimiento de la historia natural
de algunas enfermedades, dejando a un lado lo relativo a una de las premisas básicas de este concepto que es información
para la acción que implícitamente forma parte de las definiciones, habiendo coincidencia universal en su valor conceptual.

Existen muchas definiciones de vigilancia epidemiológica, la que se presenta a continuación es muy ilustrativa:

“Conjunto de actividades que permiten recoger la información indispensable para conocer en todo momento la conducta e historia
natural de la enfermedad; detectar o prever cualquier cambio que pueda ocurrir por alteración de los factores condicionantes, con
el fin de recomendar las medidas indicadas y eficientes para la prevención y control de la enfermedad”. (INPPAZ, OPS)

El último concepto de la anterior definición es el que más han sido pasado por alto o si acaso atendido únicamente e
casos emergentes aislados. Sin embargo en el ámbito de la producción pecuaria es el que le proporciona a la actividad
de vigilancia epidemiológica la importancia real en lo social y económico.

Si la vigilancia no conduce a la aplicación de medidas de prevención y control formalmente establecidas y adoptadas


nacionalmente en un marco programático que incluya legislación y recursos con visión de largo plazo, todo esfuerzo en
este sentido es inútil y probablemente negligente.

Lo anterior se puede explicar de la siguiente manera: El estado en su intento de conocer el comportamiento de las
enfermedades de los animales para prevenir sus efectos nocivos invierte recursos públicos en pagar los salarios de
personal profesional, en capacitar a estos recursos humanos, en equiparlos para su actuación en campo, en contar con
sistemas de diagnóstico funcionales, en alojar todos estos recursos mediante la adquisición o arrendamiento de oficinas
y laboratorios y en brindarles movilidad y apoyo administrativo, sin embargo,

Cuando la estructura operativa esbozada en el párrafo anterior, siempre que los recursos de operación fluyan adecuadamente
y la cadena de mando no se quebrante, eventualmente logra un diagnóstico positivo de alguna enfermedad. Lo paradójico
es que frecuentemente habiendo culminado las acciones anteriormente descritas, la consecuencia más común es que
no se aplica ninguna medida de control en beneficio de la masa ganadera, que debería ser la terminación lógica de este
esfuerzo nacional de infraestructura y las acciones de campo derivadas.

A lo sumo se realizan vacunaciones, muestreos adicionales o prescripción de tratamientos que finalmente resultan en
actividades sanitarias aisladas.

Otra complicación es que frecuentemente los recursos operativos no sean radicados con oportunidad para que se ejerzan
localmente y en ocasiones cuando estos llegan al nivel operativo están sujetos a la discrecionalidad de los funcionarios
locales por la carencia de un esquema de aplicación de los recursos claro y vigilado.

La primera causa de lo descrito es la inexistencia de normatividad que establezca las medidas sanitarias que se deben
aplicar al detectar casos positivos de una determinada enfermedad. Para los casos en la Región del OIRSA en los que
sí existe una normatividad establecida específicamente en contra de una enfermedad, no se cuenta con programas
formalmente estructurados que permitan la aplicación correcta y oportuna de los recursos.

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Una complicación adicional es que los productores, usuarios finales de estos servicios gubernamentales, ven con
desconfianza estas acciones aisladas e intermitentes y a menudo muestran renuencia a colaborar o directamente
manifiestan su oposición.

La falta de estructuras programáticas que establezcan objetivos específicos para el control de una determinada enfermedad
como resultado de la vigilancia epidemiológica y la carencia de recursos operativos reduce las acciones oficiales al
ejercicio de acciones aisladas y esporádicas provocando desánimo en el personal oficial de campo que participa en estas
actividades al no percibir utilidad derivada de sus servicios profesionales.

Otra complicación que debe ser considerada es el efecto contraproducente de la aplicación parcial de medidas sanitarias
que conduce a reducir incidencias en unidades de producción pecuaria específicas pero involuntariamente coadyuva a
la diseminación sin control de enfermedades por no ejercer control sobre el destino de las poblaciones diagnosticadas
positivas a determinadas enfermedades. Este es el caso de los hatos libres de enfermedad que se logran de manera
aislada.

Este estado de cosas es común en la región del OIRSA y lamentablemente conduce a la inefectividad en el control de
las enfermedades de los animales.

Los servicios veterinarios nacionales no deben plantear acciones contra todas las enfermedades de los animales ya que
no se cuenta con recursos financieros suficientes ni con los recursos técnicos para combatir todas las enfermedades
(B. Toma, B. Dufour, M. Sanaa, 1999). Por esta razón se debe identificar con precisión aquellas enfermedades que por
su impacto económico o de salud pública sean contra las que se debe luchar, mismas que habrán de ser el objeto de
la vigilancia epidemiológica. Los recursos que se destinen al control de enfermedades de los animales, de la magnitud
que sean, no se deben desperdiciar ya que quienes los administran tienen una responsabilidad ética y moral con la
sociedad que los aporta.

El objetivo de la vigilancia epidemiológica es constituir un sistema de largo término para la obtención continua de datos;
en otras palabras el sistema de registros es permanente y no limitado en términos de tiempo como sería el caso para
estudios solo descriptivos o longitudinales. Esto implica que bajo vigilancia epidemiológica, solo una cantidad limitada
de datos son colectados generalmente en cada momento específico. De otra manera la suma de todos los datos llegaría
a ser inmanejable. (B. Dufour & P. Hendrix, 2009)

Se debe tener en cuenta que la vigilancia epidemiológica en poblaciones de animales tiene como objetivo las siguientes
actividades sin las cuales no tiene sentido realizarla:

• Pronta detección de enfermedades


• Estimar prevalencia o incidencia de una enfermedad
• Confirmación de un determinado estado sanitario (país o zona libre)
• Para el funcionamiento de un sistema de alerta temprana o respuesta rápida
• Para apoyar los programas de control o erradicación

Cuarentena y control de la movilización de los animales y sus productos - El control de las enfermedades de los
animales es complejo, el primer componente es la localización de los focos positivos mediante la vigilancia epidemiológica
en campo y un sistema preciso de diagnóstico. A continuación se debe aplicar la contención de la diseminación de la
enfermedad, que puede ser natural o ayudada por el hombre para finalmente lograr la extinción del foco positivo detectado
mediante la aplicación de cuarentenas en las unidades de producción pecuaria (UPP´s) afectadas (focos de infección)
no inactivadas así como el control de la movilización de los animales.

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En Salud Animal la cuarentena se define de manera específica:

“La cuarentena consiste en mantener asilados y en observación a aquellos animales aparentemente sanos
que potencialmente pueden ser portadores o vehículos de una enfermedad, durante el tiempo que ésta
necesita para desarrollarse si estuviese presente” (anónimo).

Este último concepto que si bien es conocido en los países miembros del OIRSA, su aplicación no ha sido establecida
de manera efectiva y como parte de programas integrales de combate a una determinada enfermedad.

Se sabe que la aplicación de cuarentenas y el control de la movilización de animales y sus productos provoca trastornos
socio-económicos por lo que su utilización debe ser discutida y acordada entre los sectores que pueden verse sometidos
a esta herramienta profiláctica. La inversión en este rubro es cuantiosa y no se justificaría si no formara parte de un
esfuerzo organizado y aceptado por todos los sectores involucrados en obtener beneficios de la especie animal involucrada.

En la región del OIRSA es muy común el uso del término cuarentena referido a la función oficial de control de importaciones
de animales, vegetales y sus productos por lo que es conveniente establecer una clara diferencia en el uso que se da a
este término cuando es aplicado al control de las enfermedades de los animales mediante programas específicos.

Internacionalmente el control de la movilización de animales y sus productos es aceptado como una condición sine qua
non para lograr el éxito en programas de control de enfermedades.

Esta actividad otorga a los programas de control de enfermedades la garantía de que el agente causal de la enfermedad
que puede diseminarse mediante animales, productos y vehículos permanecerá confinado a determinadas áreas geográficas
que forman parte integral del plan rector de control y erradicación.

Para ejemplificar la importancia del control de la movilización en el logro y mantenimiento de regionalizaciones en salud
animal se presenta como ejemplo el caso de Brasil que desde el mes de mayo de 2007 mantiene el Estado (Departamento)
de Santa Catarina como libre de fiebre aftosa sin vacunación con reconocimiento de la OIE y para garantizar este estatus
vigente mantiene en operación 70 estaciones de inspección y control de la movilización permanentes y 10 móviles. De
esta manera se apoya la certificación de que en esa región del país no han ocurrido brotes de fiebre aftosa en los últimos
15 años a pesar de que no se vacuna desde el año 2000 y no existen evidencias de circulación viral desde 1993.

La identificación de los animales es otro elemento indispensable en el control de las enfermedades de los animales ya
que permite establecer y mantener la rastreabilidad de animales y productos. Y deberá contemplarse para reforzar estos
esfuerzos.

7.2.Actividades de ejecución- La primera acción del programa será obtener una descripción de la situación epidemiológica
de la enfermedad y correlacionarla con los sistemas de producción en el país, esto se logra mediante una encuesta de
prevalencia de la enfermedad seleccionada. Esta encuesta (muestreo) tiene una metodología específica para determinar
el mejor formato para hacerla basada en el conocimiento de la distribución geográfica de especie a estudiar y los recursos
disponibles para su ejecución.

Antes de la realización de la encuesta es necesario haber instalado las capacidades de personal y equipo de campo
necesario, de laboratorio así como la logística de muestreo, manejo, envío de las mismas y de su control estadístico.

Es necesario contar con el conocimiento más exacto posible de la ubicación de las unidades de producción pecuaria y
de los inventarios de la población animal de interés ya sean comerciales o familiares y su vocación productiva. El proceso
no debe detenerse en el caso de no contar con esta información de manera precisa ya que es conocido el dinamismo
natural de este sector productivo y de las carencias estadísticas. Siempre se debe considerar el factor de incertidumbre
mismo que mediante la aplicación de técnicas científicas de muestreo y el progreso del programa deberá ir disminuyendo
con la información de campo que sea colectada y validada por el propio personal operativo del programa.

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La información que se genere como resultado de las actividades de programa debe ser incluida en un sistema de
información adecuado para su gestión y proceso que permita la realización de análisis continuos y evaluaciones constantes
para poder adoptar decisiones fundadas en riesgo para corregir desviaciones en el programa sin necesidad de que se
cumplan periodos administrativos estrictos. De esta manera el programa tendrá garantía de flexibilidad inmediata para
administrar los recursos de mejor manera.

7.3.Determinaciones técnicas de control- Las acciones técnicas de control de la enfermedad que se habrán de adoptar
así como la estrategia gradual de aplicación deberán ser el resultado de discusiones técnico administrativas enmarcadas
en las referencias internacionales de la OIE que son las aceptadas por la Organización Mundial del Comercio:

• Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE


• Manual de la Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas para Animales Terrestres de la OIE
• Código Sanitario para los Animales Acuáticos de la OIE
• Manual de Pruebas Diagnósticas para los Animales acuáticos de la OIE

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En el proceso de establecimiento de las medidas sanitarias deberán estar involucrados todos los sectores que se benefician
de la cadena de producción seleccionada. Esto es de importancia capital ya que es necesario que todos se apropien de
las metas de control y erradicación y se garantice así el alineamiento necesario de voluntades y recursos en beneficio
del proyecto.

Todos los sectores que participan en el diseño de un programa de control deberán tener claridad respecto a que las
herramientas técnicas a ser implementadas en el mismo, ya sean emanadas de la OIE u otra institución internacional
con calidad aceptada y reconocida internacionalmente, no están sujetas a negociación. Lo que si es susceptible de discutir
y acordar es la administración de estos recursos en aspectos como su aplicación gradual, priorización, temporalidad y
regionalización, así como el establecimiento de las distintas etapas del programa y las metas que se deberán lograr en
cada una de estas.

Los resultados de las discusiones previstas en los dos párrafos anteriores deberán ser las bases de la legislación que
necesariamente habrá de ser generada y adoptada nacionalmente así como de la alianza estratégica gobierno-sector
privado que también se deberá formalizar mediante la firma de un acuerdo o convenio que establezca las características
de tal colaboración.

El éxito en los programas de control depende de la calidad científica de los planteamientos técnicos, la certidumbre en
los recursos financieros, la organización operativa y su administración pulcra y es necesario insistir en la implementación
de indicadores del desempeño que se constituyan en los elementos fundamentales de la evaluación de los mismos, así
se garantiza el efecto deseado de la aplicación los recursos.

Lo propuesto a lograr es un cambio cualitativo, para garantizar el retorno a la inversión que realizan los gobiernos y que
finalmente representa el esfuerzo de la sociedad que aporta los recursos ya sean estos de origen taxativo o mediante
convenios con el sector privado. Lo anterior únicamente puede ser comprobado mediante el establecimiento y evaluación
de indicadores de desempeño.

7.4.Sistema de información- En el proceso de control de enfermedades se debe contar con bases de datos relativas
a las estadísticas oficiales sobre las poblaciones ganaderas y avícolas en las diversas comunidades y distritos administrativos
del país, así como del tamaño de rebaños, movimiento de animales y otras características del entorno productivo.

Se deberá diseñar una base de datos en conjunto con un software de gestión de información geográfica que capten la
información generada por las actividades del programa de control y permitan a la Dirección de Salud Animal conocer el
desarrollo del programa en aspectos relevantes como:

• Investigaciones de campo realizadas (georeferenciadas)


• Sospechas de la enfermedad
• Nuevos focos
• Total de focos
• Especie afectada
• Medidas de control adoptadas
• Resultados obtenidos de la aplicación de las medidas adoptadas
• Vacunaciones de rutina
• Vacunaciones de emergencia (en anillo)
• Animales susceptibles
• Diagnósticos de laboratorio negativos
• Diagnósticos de laboratorio positivos
• Casos

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• Animales muertos
• Animales destruidos
• Animales sacrificados
• Producción de información en tiempo real

La información anterior permite a los niveles directivos conocer:

• El estado que guarda la enfermedad;


• Las medidas tomadas por el servicio veterinario de campo de sanidad animal y los logros alcanzados;
• Las medidas tomadas y progresos realizados con los programas de lucha y erradicación.

Después de un proceso de análisis los niveles directivos podrán estar en condiciones de:

• Hacer declaraciones oficiales precisas y fiables sobre la presencia, desarrollo o ausencia de la enfermedad,
para fines comerciales;
• Declarar zonas restringidas, sus límites y las medidas que hay que aplicar en ellas (regionalización);
• Decidir sobre las políticas y estrategias de control y, en particular, sobre la aplicación de una política en materia de
sacrificios, junto con estimaciones de costo/beneficio y estudios de viabilidad;
• Complementar los resultados obtenidos por los planes de erradicación sistemática y ajustar la política del programa a
las nuevas situaciones;
• Tomar nota, en sus fases más tempranas, de cualquier deterioro de la situación general del programa de control y
erradicación y adoptar las medidas adecuadas para averiguar las causas y contrarrestar su desarrollo;
• Evaluar la eficacia de los servicios de campo y planes de lucha y hacer los reajustes que procedan y
• Evaluar las repercusiones presupuestarias y supervisar la utilización de los recursos bajo su responsabilidad.

8. CAPACITACIÓN Y EDUCACIÓN SANITARIA


Deberá existir un programa permanente de capacitación para el personal que ya forma parte de la plantilla regular y para
aquel de nuevo ingreso al programa que incluya todos los aspectos técnicos y administrativos. Esta capacitación asegurará
que el personal conozca los objetivos a lograr del Programa, desde sus fundamentos legales hasta las modalidades
operativas y las consecuencias de aplicaciones incorrectas o incompletas.

Para garantizar el adecuado nivel del personal que interviene en el Programa deberán ser programados y efectuados
de manera periódica cursos o seminarios técnicos en los que el personal pueda perfeccionar o refrescar los procedimientos
a aplicarse en el campo o las técnicas de laboratorio.

El sector privado también deberá ser capacitado en aquellos factores en que el Programa de control y erradicación se
involucre en su actividad productiva, sea esta producción primaria, transportación, transformación o comercialización.
Mientras este personal esté en mejor conocimiento de las acciones del Programa, los resultados podrán ser obtenidos
sin obstáculos debidos a resistencias por desconocimiento.

Las acciones que un programa de control y erradicación debe implementar no siempre son las más gratas por lo que
es necesario informar y educar a la sociedad en general para lograr su apoyo, esta actividad es fundamental para el éxito
de un programa determinado. Los programas de educación sanitaria pueden utilizar distintos medios, desde los de
comunicación masiva, reuniones presenciales o mediante afiches y panfletos. De esta forma se puede lograr la comprensión
y el apoyo necesarios para la ejecución del programa sin obstáculos.

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Para lograr un programa de educación sanitaria a la comunidad efectivo se deben utilizar distintos medios desde los de
comunicación masiva. También mediante afiches y panfletos con mensajes que orienten y provoquen la colaboración
de la sociedad.

9. SISTEMATIZACIÓN DE ACTIVIDADES
Los resultados de un programa de control y erradicación dependen de la organización que se establezca para lograr al
cumplimiento de los contenidos de la normatividad oficial. Por esta razón es que es necesario contar con manuales de
procedimientos para cada una de las actividades relevantes del programa de control y ser sometidos a revisión constante.

Los rubros para los que se deberán desarrollar manuales técnicos y administrativos son:

Actividades de campo

• Manual de organización de las oficinas centrales del programa


• Manual de organización de las oficinas regionales del programa
• Manual de inspección
• Manual de toma y envío de muestras
• Manual de vacunación (si es procedente)
• Manual de establecimiento de cuarentenas focales
• Manual de control de movilización de animales y sus productos
• Manual administrativo de uso de recursos

Actividades de laboratorio

• Manual de organización del laboratorio


• Manual de técnicas diagnósticas aprobadas
• Manual de control de muestras y resultados

Actividades de administración de información

• Manual de manejo de las bases de datos


• Manual de elaboración de informes técnicos y administrativos

10. ORGANIGRAMA DEL PROGRAMA DE CONTROL Y


ERRADICACIÓN
Nivel central:

• Director de Salud Animal

Director del Programa de Control y Erradicación


• Jefe de operaciones de campo
• Jefe de Vigilancia epidemiológica
•Jefe de administración

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Nivel operativo:

• Jefe de Unidad (Regional, Departamental o Estatal)

• Inspección
• Cuarentena
• Vacunación

Derivado del esquema organizativo que se adopte se deberá establecer la cadena de mando del Programa de control
y Erradicación y darla a conocer a todos los niveles de organización ya sean oficiales o privados para que sea reconocida
y respetada.

Se debe tener en cuenta que el planteamiento de un programa de control como los que se proponen en esta guía implica
la reestructuración de los servicios veterinarios de campo y en lo que corresponda también a los de las oficinas centrales.

Un aspecto a considerar es los Servicios Veterinarios cuentan ya con personal técnico contratado por lo que no se hace
necesario iniciar un programa de control y erradicación desde cero. Solamente habrá que reasignarlos de conformidad
con una reestructuración que satisfaga las necesidades del esquena operativo del Programa.

11. COMITÉ NACIONAL DEL PROGRAMA DE CONTROL


Y ERRADICACIÓN DE ENFERMEDADES
Con el fin de mantener una supervisión y control eficientes del Programa de control y erradicación se deberá constituir
un Comité Nacional para que de conformidad con las necesidades reales se puedan analizar y discutir los resultados
que se obtengan en el control de la enfermedad y evaluar las políticas nacionales con la finalidad de validar o en su caso
enmendar las políticas y actividades en operación.

Este Comité deberá estar conformado por funcionaros del más alto nivel y con poder de decisión del gobierno y sector
privado. Su función es relevante ya que será la instancia que ordene el Programa y garantice su éxito. Deberá evaluar
a profundidad su desarrollo, conocer sus resultados, avances y dificultades para realizar los ajustes necesarios para
apoyarlo.

12. OPERACIÓN DEL PROGRAMA


El programa será operado en dos niveles, el Central que se situará en las oficinas nacionales de Salud Animal y el
operativo que se establecerá en la zona o zonas en las que se haya decidido ejecutar el programa conforme la estrategia
adoptada nacionalmente.

En el nivel central dependiente de la Dirección de Salud Animal estará la jefatura nacional del programa y contará con
tres oficinas: Operaciones de campo, Vigilancia epidemiológica y Administración.

La sección de vigilancia epidemiológica deberá realizar labores de “inteligencia epidemiológica” y sus insumos fundamentales
serán los censos ganaderos, la distribución nacional, estatal (Departamental), municipal de las UPP´s por vocación
productiva y su estratificación. Toda esta información deberá ser correlacionada con la información producida por la
vigilancia de campo ya sea pasiva o activa. El producto de esta actividad deberá ser la determinación de las poblaciones
en riesgo considerando factores geográficos, modalidades comerciales o de estacionalidad para realizar intervenciones
precisas que anulen efectivamente el riesgo identificado.

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El análisis de los flujos comerciales y su representación en mapas ayudan en la determinación de los puntos críticos de
riesgo y orienta las intervenciones para el manejo de riesgos con mayor precisión.

Los resultados obtenidos serán un insumo para la sección de operaciones de campo en la orientación de las acciones
de vigilancia activa.

La sección de operaciones de campo se ocupará de ejecutar el programa mediante las secciones de vigilancia activa,
pasiva y acciones profilácticas con el apoyo de actividades de comunicación que se deberán realizar para promocionar
la participación de la sociedad.

Vigilancia pasiva- Es un método de búsqueda de la enfermedad mediante la obtención de información de la posible


actividad del agente causal de la enfermedad de interés estableciendo redes de comunicación entre los sectores sociales
involucrados con la actividad pecuaria. Entre estos se encuentran: productores, veterinarios privados, veterinarios oficiales,
laboratorios de diagnóstico, mercados de ganado, mataderos, agroservicios, proveedores de insumos, etc.

Vigilancia activa- Es un método de búsqueda de la enfermedad mediante un plan o programa estructurado en el que
fundamentalmente participa personal oficial siempre en coordinación con los productores mediante la aplicación e
estrategias definidas realizando inspecciones y muestreos. Cuando se detectan focos activos de la enfermedad se realizan
actividades de rastreo para determinar la fuente de infección y de seguimiento para determinar adonde se pudo haber
diseminado la enfermedad a partir de la UPP infectada. También se utiliza este tipo de vigilancia para determinar
prevalencias mediante encuestas serológicas. (B. Toma, B. Dufour, M. Sanaa, 1999)

13. ADMINISTRACIÓN
Esta unidad brinda el apoyo necesario para la realización de las actividades técnicas del programa. Mantendrá el control
de los recursos y determinará las previsiones presupuestales en lo relativo a personal, adquisiciones, mantenimiento de
equipo y recursos de operación.

En las unidades de campo se reproducirá una organización similar a la anteriormente descrita orientada a las actividades
de vigilancia y profilácticas. El número de oficinas de campo estará determinado por el plan de acción del programa y
este esquema determinará el número de personal que colabore en el mismo.

14. COMUNICACIÓN INTERNA


Este rubro es muy sensible por los efectos que puede tener en el funcionamiento del programa por lo tanto todos los
comunicados deben estar previstos en manuales elaborados con anticipación.

El servicio oficial de salud animal debe emitir informes oficiales por lo menos anuales del programa de control y
erradicación conteniendo los resultados del período, preferiblemente anual.

Este informe deberá contener detalles de las intervenciones tanto para el territorio nacional en su conjunto como para
cada uno de los departamentos administrativos sobre incidencias, prevalencias, incluidos detalles de las actividades de
laboratorio, vacunaciones, análisis de distribución geográfica de la enfermedad por tipo de explotación, penetración del
programa por región geográfica y por estratos. Recursos destinados al programa, tendencias de la enfermedad y cualquier
otra información de interés a la comunidad.

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Deberá contener comparaciones contra años anteriores para lograr evaluar el desarrollo del programa. También es
importante establecer proyecciones tanto del estado que guarda la enfermedad como de las acciones a tomar con base
en la información que se haya generado en las bases de datos históricas.

Mantener informados a los integrantes del programa es fundamental para lograr cohesión en el personal, esto se puede
lograr mediante boletines mensuales, trimestrales, semestrales y anuales. La información que deben contener es la
relativa a las actividades de campo y eventos extraordinarios, de esta manera el personal técnico puede apreciar el fruto
de su trabajo y el del programa en general.

15.COMUNICACIÓN EXTERNA
La participación de la comunidad debe ser fomentada de manera profesional para asegurar la comprensión de las acciones
emprendidas y la colaboración hacia estas. Se debe procurar la apropiación de los conceptos básicos del programa por
toda la sociedad.

Se establecerá un programa de educación a la comunidad utilizando medios adecuados para hacer llegar los mensajes
en beneficio del programa.

Toda comunicación externa hacia instancias como otros Ministerios o Secretarías del país, audiencias especializadas,
organismos internacionales o países extranjeros debe ser emitida por las instancias centrales del país, específicamente
las direcciones nacionales de salud animal, ya que su impacto debe ser valorado con anticipación.

16. EVALUACIÓN DE LOS PROGRAMAS


Los recursos humanos y financieros que un determinado país, constituido por gobierno y sociedad, destina a controlar
una determinada enfermedad que daña la productividad de una determinada especie animal deben por definición retribuir
un beneficio tangible en un lapso determinado.

La determinación de este beneficio solo puede ser hecha con base en resultados objetivos obtenidos mediante mediciones
de indicadores preestablecidos y no, como es común, mediante la cuantificación periódica del gasto de los recursos
destinados al esfuerzo y las actividades realizadas.

El dicho popular “lo que no se puede medir no se puede mejorar” alude claramente a evaluar resultados de una determinada
acción para estar en condiciones de implementar acciones correctivas para enmendar desviaciones respecto de las metas
establecidas u optimizar el uso de los recursos.

La evaluación se puede realizar de varias maneras, una es mediante el análisis de informes que cada área técnica y
administrativa rinde periódicamente, otra es el análisis de los logros en un lapso determinado y se puede valorar nacional
o regionalmente.

Las auditorias son componentes importantes ya que nos brindan una visión de terreno sobre el cumplimiento de las
normas de actuación establecidas por el programa y permiten implementar medidas correctivas.

Las supervisiones son importantes ya que permiten observar en la práctica las actividades del personal técnico o
administrativo lo cual no es posible únicamente mediante informes escritos. Son una excelente oportunidad para
proporcionar capacitación de manera inmediata sobre el terreno según se necesite. Y también permiten captar la visión
del personal operativo, sus inquietudes y propuestas de mejora.

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Todos los elementos de evaluación deben confluir para obtener una visión clara de la marcha del programa y estar en
posibilidad de determinar cualquier evento extraordinario tan pronto como aparezca y así determinar las acciones
correctivas sin necesidad de esperar al término de un determinado periodo fijo.

También en el concepto de evaluación está presente la máxima epidemiológica “información para la acción”.

17. DESCENTRALIZACIÓN
Finalmente pero de una importancia fundamental es separar administrativamente el programa de control que se decida
emprender de la estructura administrativa central del Ministerio o Secretaría de Agricultura manteniendo estos la
responsabilidad de tutelar las acciones sanitarias y vigilar los resultados que se logren.

Esta descentralización ha sido muy exitosa internacionalmente al permitir la aplicación precisa de los recursos asignados
sin riesgo de desviación de recursos hacia otros fines distintos. También tiene la ventaja de que el manejo de los recursos
que pueden provenir de fuentes distintas al gobierno nacional es fácilmente auditable contribuyendo a la transparencia
administrativa.

También se gana en agilidad al interior del programa lo cual se refleja necesariamente en una mejor capacidad de
maniobra para el logro de las metas propuestas por el órgano de gobierno con el consecuente beneficio a la industria
pecuaria.

Permite también que la sociedad civil, representada en estas acciones por los productores pecuarios, pueda participar
auxiliando directamente y de manera muy cercana a la autoridad responsable a lograr las metas que se propongan ya
que son los beneficiados directamente por el éxito de los programas que se emprendan.

Literatura consultada:
Potter, Ch & Brough, R; Systemic capacity building: a hierarchy of needs; Health Policy and Planning; 15(5): 336-345;
Oxford University Press, 2004.

INPPAZ, OPS, Guía de sistemas de vigilancia de las enfermedades transmitidas por alimentos (VETA) y la investigación
de brotes de toxi-infecciones alimentarias. División de Control de Enfermedades. Programa de Salud Pública Veterinaria.

B. Toma, B. Dufour, M. Sanaa, J. J. Benet, F. Moutou, A. Louza y P. Ellis; Applied Veterinary Epidemiology and the control
of disease in populations. AEEMA, 1999).

B. Dufour & P. Hendrix, Epidemilogical surveillance in animal health, CIRAD, FAO, OIE & AEEMA, 2009).

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ANEXO

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