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Ingeniería petrolera
9 “A”
Alumno:
Matricula:
163384
Profesora:
Tabla de contenido
Introducción ....................................................................................................................................... 3
Retos del sector petrolero .............................................................................................................. 5
Expectativas y Retos para la Industria Petrolera en México. ................................................ 9
Conclusión........................................................................................................................................ 15
Bibliografía ....................................................................................................................................... 17
Introducción
El sector de hidrocarburos en México siempre ha enfrentado retos y oportunidades.
Los artículos constitucionales que fueron modificados a raíz de la Reforma Energética
trajeron consigo elementos para una confiable y segura administración de los
recursos de hidrocarburos, que permiten reducir riesgos técnicos, operativos y
legales que afrontan los grupos interesados de esta industria.
Se enfrentan retos, pero sobre todo surgen oportunidades que estimulan el potencial
de las empresas mexicanas y extranjeras dedicadas a la industria energética. México
es rico en recursos hidrocarburos, una de las áreas de oportunidad es el
aprovechamiento de los yacimientos maduros, promoviendo la utilización de
procesos de recuperación avanzada.
Los crudos pesados y extra pesados son también relevantes, de manera significativa
abundan en el territorio mexicano. Todo esto nos motiva a profundizar el
conocimiento de los yacimientos, a modernizar la ingeniería petrolera. Nos permite
contribuir de la mano de los líderes de la industria energética, a una mejor
administración y obtención de hidrocarburos.
Con un panorama propicio y de suma importancia para la economía nacional, por los
próximos años los combustibles fósiles seguirán siendo la principal fuente de energía.
Los retos y oportunidades que presenta sector hidrocarburos darán certeza de que
la industria energética en México seguirá siendo un tema fundamental en la agenda
pública del país, nos obligará a ser más creativos, a proponer y realizar actividades
de vanguardia y a movernos con sentido de urgencia para trabajar unidos por el
beneficio de la Nación.
Retos del sector petrolero
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone que corresponde
a la Nación el dominio directo de los recursos naturales del subsuelo y establece que
el sector público tiene a su cargo y de manera exclusiva el desarrollo de las áreas
estratégicas; asimismo, dispone que el Estado contará con los organismos y
empresas que requiera para la gestión eficaz de dichas áreas. De esta forma, el
Estado asume la responsabilidad de satisfacer la demanda nacional de energía a
través de las empresas Petróleos Mexicanos (Pemex); Comisión Federal de
Electricidad (CFE); y Luz y Fuerza del Centro (LFC); bajo la rectoría de la Secretaría
de Energía.
El segundo gran reto del sector energético mexicano se refiere a los requerimientos
de inversión en la próxima década que, según estimaciones oficiales, se elevarían a
140 000 millones de dólares. En años recientes, el gobierno federal ha puesto
particular atención en propiciar la participación de capital privado en algunas
actividades enfocadas a la ampliación de la infraestructura energética. De esta forma,
a partir de 1997 se han abierto a concurso obras o adquisiciones para que dicho
sector las realice y las financie bajo figuras diversas, ajustadas al esquema normativo
de Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas);. El atractivo
principal de este esquema es que permite ampliar el gasto público, y a la vez diferir
su pago en los ejercicios fiscales subsiguientes.
Ello evita su registro en la deuda pública. Sin embargo, aunque los proyectos se
pagan con los ingresos de su propia operación, para ser financiables exigen la firma
de un contrato tipo take or pay. Al firmar el contrato como aval de la empresa pública,
el Estado asume el riesgo de la inversión.
Pemex y la CFE se han venido apoyando cada vez más en el esquema Pidiregas
para financiar sus programas de inversión, pero las autoridades han discutido la
conveniencia de seguir impulsando dicha estrategia.
Algunas de las razones por las cuales sería necesario corregir el esquema de
financiamiento, según la Comisión Reguladora de Energía (CRE);, apuntan a que los
Pidiregas asignan los riesgos al Estado y no al sector privado, compiten con el gasto
social, desestabilizan los equilibrios macroeconómicos y socavan la viabilidad
financiera de las empresas. Sin embargo, buena parte de estos cuestionamientos y
dilemas surgen por la falta de transparencia en las cuentas públicas. El presupuesto
que aprueba el Congreso cada año para las empresas públicas no especifica el
origen de los fondos, y da la impresión de que éstos provienen exclusivamente de los
impuestos.
No fue sino hasta las postrimerías de la década de los años ochenta que comenzó a
reconocerse la mayor importancia de la función de origen, en el marco de la
profundización de las reformas económicas, y de cara a los problemas generados por
el descuido de dicha función. Gracias a estos cambios se ha logrado un mejor
equilibrio entre las funciones que deben desempeñar las empresas. Sin embargo,
continúa predominando la función nacional. La diplomacia energética es un elemento
valioso de la política exterior de cualquier país exportador de combustibles. Por ello,
el cuarto gran reto es el fortalecimiento de la cooperación energética en la escala
internacional, sobre la base del beneficio mutuo, un mayor valor agregado y el
aprovechamiento racional de las reservas.
Ahora bien, desde que México regresó a este mercado como un participante de gran
envergadura, la política de exportaciones petroleras enfrenta un dilema: cooperar con
los otros países exportadores o, por el contrario, con los países importadores,
liderados por los Estados Unidos, el primer importador mundial, pero también el
principal socio comercial de México.
Observaciones principales
El bajo nivel de los precios internacionales del petróleo, los riesgos en materia
de seguridad, la oposición social a las reformas y el alto nivel de corrupción
seguirán siendo un obstáculo para el apetito de inversión en el sector energético
mexicano, lo cual empujará al gobierno a ofrecer mejores condiciones
comerciales.
Además, las reformas han abierto la posibilidad de establecer cuatro tipos de contrato
con inversionistas privados, incluyendo contratos de servicio, de utilidad compartida,
de producción compartida y licencias. La nueva legislación también ha fortalecido el
papel regulador de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la cual lidera el
proceso de licitación para inversionistas. El modelo de apertura del sector energético
mexicano es distinto al de otros países en la región. Mientras que las reformas
energéticas en Brasil y Colombia se enfocaron en la entrada de capital privado a
Petrobras y Ecopetrol, respectivamente, el gobierno mexicano retiene la propiedad
absoluta de Pemex. Sin embargo, el gobierno ahora puede negociar contratos de
extracción con entidades privadas sin tener que involucrar a Pemex.
Este año se está llevando a cabo la apertura oficial del sector a la inversión privada
y extranjera durante la “Ronda Uno”, en la cual empresas individuales y consorcios
pueden presentar licitaciones para contratos de exploración y extracción durante
distintas fases de la ronda. A principios de 2015, la Secretaría de Energía reiteró estar
convencida de que la apertura del sector atraería más de 62 miles de millones de
dólares en los próximos tres años. Sin embargo, la caída de los precios
internacionales del petróleo ha puesto en duda la perspectiva optimista del gobierno,
especialmente dado que la subasta de campos no convencionales, los cuales
requieren los montos más significativos de inversión, ha sido pospuesta como
resultado.
Retos a futuro A pesar del optimismo del gobierno en que las Fases II y III de la Ronda
Uno serán notablemente más exitosas que la primera, existe un gran número de retos
que provocan que los potenciales inversionistas se mantengan cautelosos al evaluar
el factor costo-beneficio que implica el participar en el sector energético mexicano. El
precio del petróleo se mantendrá bajo El fuerte descenso de los precios
internacionales de petróleo desde el año 2014 ha afectado negativamente el apetito
en el sector extractivo en México.
Además, Pemex también ha tenido que invertir en marcos de seguridad para proteger
a sus empleados y activos, una medida que cualquier otra empresa que participe en
el sector energético mexicano necesitará implementar, especialmente dado que la
mayoría de los campos terrestres por asignar se ubican en áreas en donde el crimen
organizado tiene fuerte presencia, como los estados de Tamaulipas y Veracruz.
Aunque las empresas petroleras internacionales están acostumbradas a trabajar en
ambientes peligrosos, el alto costo de la debida diligencia asociada con mantener
operaciones en México puede ser un desincentivo importante, especialmente en el
caso de los proyectos más costosos, como lo son aquellos en aguas profundas.
Oposición doméstica Desde la expropiación petrolera de 1938, la cual dio lugar a la
creación de Pemex, el sector petrolero en México ha sido es considerado un símbolo
de nacionalismo y resistencia ante cualquier tipo de intervención extranjera. A pesar
del bajo rendimiento de la empresa en las últimas décadas, varios grupos de
izquierda han manifestado su oposición a la apertura del sector, condenando la
iniciativa como la rendición de la soberanía sobre los recursos del país ante entidades
extranjeras.
Además, la decadente popularidad del Presidente Enrique Peña Nieto debido a una
serie de escándalos de corrupción, bajo rendimiento económico y el aumento
percibido en los niveles de inseguridad también ha provocado mayor desconfianza
general en las iniciativas gubernamentales. En el largo plazo, existe el riesgo de que
los proyectos de extracción terrestre enfrenten oposición por parte de comunidades
locales en caso de que el acceso a otros recursos naturales, principalmente agua, se
vea afectado por proyectos de exploración petrolera. La aprobación de la reforma
energética en 2013 ha desencadenado varias protestas en contra de la iniciativa y es
probable que el sentimiento general de antipatía perdure hasta que los beneficios
prometidos de la reforma, incluyendo la reducción del precio de la gasolina, sean
tangibles. Mientras tanto, el contexto social seguirá siendo tenso y la posibilidad de
incidentes de disturbios civiles esporádicos no debe ser descartada.
Conclusión
El desarrollo del sector energético mexicano enfrenta grandes desafíos. Cuatro de
ellos son los más importantes: asegurar el abastecimiento energético, obtener el
financiamiento requerido, mejorar el desempeño de las empresas públicas del sector
y fortalecer la cooperación energética. Con respecto al primero conviene mencionar
que se parte de un sistema de abastecimiento caracterizado por fuertes contrastes,
derivados de los criterios utilizados para asignar los recursos financieros a las
diferentes industrias.
Aunque las medidas que se han venido tomando en la industria eléctrica han
permitido conjurar a corto y mediano plazos el riesgo de cortes, aún persisten algunas
deficiencias importantes, como el bajo margen de reserva, las debilidades del sistema
de transmisión, las altas pérdidas de electricidad, en particular en el área abastecida
por la empresa LFC. Independientemente de la futura estructura industrial, la
expansión del parque de generación, programada en su mayor parte con gas natural,
debería estar enmarcada dentro de una política energética que evaluara
objetivamente los beneficios y riesgos.
En ese sentido, conviene tener en cuenta las tensiones en la cadena del gas natural,
así como el enorme desperdicio actual de energía, como el calor de desecho que
podría aprovecharse mediante sistemas de cogeneración. A fin de elevar los
parámetros de eficiencia y confiabilidad de la red de transmisión y distribución de
electricidad, habría que consentir mayores montos de inversión para eliminar los
rezagos. Como las oportunidades de ahorro de energía y aprovechamiento de las
fuentes renovables son todavía extensas, y las tecnologías correspondientes siguen
evolucionando y reduciendo sus costos, cabría seguir impulsando políticas y
acciones orientadas a maximizar la explotación de aquéllas técnicamente posibles y
económicamente rentables. Para lograrlo, se requiere avanzar en tres temas: precios
reales de la energía, normas sobre eficiencia energética y regulaciones que
promuevan la cogeneración y las fuentes renovables de energía.
Bibliografía
Altomonte, H. (2001), Las complejas mutaciones de la industria eléctrica de América
Latina. Falacias institucionales y regulatorias, mimeo, Naciones Unidas, CEPAL,
Santiago de Chile, enero.