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Santuario de Nuestra Señora de Contrueces

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Santuario de Nuestra Señora de Contrueces

Interior del santuario

Localización

País España

División Principado de Asturias

Municipio(s) Gijón

Información religiosa

Culto Iglesia católica

Diócesis Oviedo

Orden Claretianos

Estatus Santuario

Advocación Nuestra Señora de Contrueces

Historia del edificio

Construcción 1638-1660
Arquitecto(s) Gonzalo de Güemes Bracamonte

Datos arquitectónicos

Tipo Santuario

Estilo(s) Herreriano

Planta(s) y mapa(s) del edificio

Plano de planta actual dibujado en el siglo XVIII

Mapa(s) de localización

Santuario de Nuestra Señora de Contrueces

43°31′02″N 5°39′46″OCoordenadas:
43°31′02″N 5°39′46″O (mapa)

[editar datos en Wikidata]

El santuario de Nuestra Señora de Contrueces es un templo católico que se encuentra


en la comunidad de Asturias (España), en la zona sur del área urbana de Gijón, en el
barrio de Contrueces. Es un importante icono en la historia de Gijón, ya que la Virgen que
se venera en este templo fue considerada por gran parte de los gijoneses durante muchos
años como la patrona de la ciudad. Los primeros documentos que dan fe de la existencia
de esta iglesia datan de principios del siglo X y provienen del Libro de los testamentos,
donde se recoge un documento firmado el 28 de agosto de 905 en Cortuloces —suburbio
de Gijón— a favor de la iglesia de Orense, en el que se cita la confirmación del rey Alfonso
III y su esposa doña Jimena. Por el Diploma de Orense del siglo X (u XI), el del Monasterio
de San Vicente, el de Sampiro y otros más continúan las referencias a esta iglesia.
Del siglo XII al XVI se abre un periodo oscuro del que no han llegado noticias. En 1636 los
vecinos pusieron de manifiesto la necesidad de organizar una feria en Contrueces, ya que
de esa forma se fomentaba la devoción a la Virgen a la vez que se esperaba tuviese una
gran repercusión económica por el aumento de transacciones de compra y venta
de ganado caballar, vacunoy mular, que se llevaba a cabo en los alrededores del santuario
aprovechando la gran afluencia de fieles. La lejanía del santuario hizo que la ermita de
la Virgen de Begoña recibiera un buen número de fieles y acabase siendo considerada
patrona del barrio de la Fuente Vieja donde se encontraba, en el centro de la ciudad, por lo
que pasó a llamarse «barrio de Begoña». Sin embargo, muchos gijoneses siguen
acudiendo al santuario de la Virgen de Contrueces el domingo siguiente a la fiesta de la
Virgen de Begoña.1
Frente al santuario y a unos 50 m hay un palacio que sirvió de asilo, seminario y colegio
infantil. En las épocas en que estaba vacío lo solía frecuentar
el escritor y político ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos, por considerarlo muy
adecuado para escribir, meditar y rezar. Hoy en día es un colegio de enseñanza primaria
dirigido por los claretianos.

Índice

 1Emplazamiento
 2Historia
o 2.1El Diploma de Orense. Fundación
 2.1.1Discusión sobre la veracidad del diploma
o 2.2Diploma del monasterio de San Vicente
o 2.3Diploma de la Catedral de Oviedo
o 2.4La Crónica de Sampiro
o 2.5Donaciones gijonesas de doña Urraca y del rey Fernando II
o 2.6Otros diplomas
o 2.7Del siglo XVI en adelante
 3Estructura y arquitectura
o 3.1Historia de la construcción
o 3.2La construcción
o 3.3Fondos para la construcción del santuario
o 3.4Imagen y retablo
o 3.5El Cristo y santa Apolonia
o 3.6Capillas colaterales
o 3.7Escudo de la pilastra
o 3.8Casa de las Novenas
o 3.9Palacio
o 3.10Última remodelación
 4Mayordomos del santuario
 5Contrueces y Jovellanos
 6Fiestas, devociones, milagros y tradiciones
 7Véase también
 8Notas
 9Referencias
 10Bibliografía
 11Enlaces externos

Emplazamiento[editar]
El santuario está situado en la zona sureste de Gijón, en el barrio de Contrueces, en la vía
denominada «carretera del Obispo», el antiguo camino real de Gijón a Oviedo. La
denominación de la carretera se debe a los obispos de Oviedo, según Luis Miguel Piñera,
que en el palacio del santuario tenían su residencia ocasional cuando se encontraban en
Gijón.2
Fue construido sobre un altozano de gran visibilidad, del que habló Jovellanos, y desde
donde se veía la práctica totalidad de la ciudad. Pertenece al arzobispado de Oviedo y
está localizado en terrenos que desde 1947 son propiedad de los misioneros claretianos.
Este santuario es un lugar de culto muy significativo en la historia de Gijón y zonas
limítrofes.3

Historia[editar]
El Diploma de Orense. Fundación[editar]
La iglesia actual parece ser heredera de una anterior de estilo prerrománico asturiano, de
la que existen noticias documentales en un pergamino en letra cursiva de tipo
visigóticoescrito en latín entre los siglos X y XI, que se halla depositado en el Archivo
Regional de Galicia, en La Coruña. Según Barrau-Dihigo y Antonio Floriano Cumbreño, se
trata de un documento auténtico, incorporado al Libro de los testamentos de Oviedo y
firmado el 28 de agosto de 905 en Cortuloces,45 suburbio de Gijón, a favor de la iglesia
de Orense, en el que se cita la confirmación del rey Alfonso III y su esposa doña
Jimena de las donaciones que hicieron sus antecesores a la iglesia de Oviedo. Además,
añadieron nuevas donaciones, entre las que se encontraba la iglesia de «santa María de
Contrueces»:
... civitatem Gegionem cum eclesiis que intus sunt, cum omni integritate sea. Et foris muros
eclessiam sancti Iuliani et ecclesiam santi Thome de Vadones cum sua villa, et eclessiam sancte
Marie de Coltroces per suos terminos, ad occidentalem partem... 6
Según ello, el rey había donado a la iglesia de Oviedo «toda la ciudad de Gijón con sus
iglesias y pertenencias», lo que incluía la iglesia de san Pedro, que fue la única parroquia
de esta villa hasta el siglo XIX, y las tres iglesias que se hallaban «extramuros [de Gijón],
que son las iglesias de san Julián y la de santo Tomás de Bahones con su villa, y la iglesia
de santa María de Contrueces a la parte occidental».
El documento, con expresiones comunes de aquella época, pero que permiten ratificar la
fe del rey Alfonso III y de doña Jimena, su esposa, empieza así:
En nombre del Señor Dios y Salvador nuestro Jesucristo,... Alfonso y Jimena, rogamos os dignéis
aceptar este nuestro humilde voto, y humilde oblación... [y después de evocar la conquista de
Orense por su padre Ordoño I, parte esencial de la donación, concluye] ... Hecho y restaurado este
testamento el día quinto de las calendas de septiembre, en el curso de la era..., en el año treinta y
cinco de nuestro reinado, felizmente en el nombre glorioso de Dios, morando en nuestra posesión
de Cortuloces, suburbio de la ciudad de Gijón.7
Discusión sobre la veracidad del diploma[editar]
El diploma, con todo, no está exento de sospechas acerca de su veracidad. Al menos
cuatro investigadores lo han analizado, llegando a conclusiones diferentes:

 El historiador y crítico español Rubén García Álvarez lo considera «una falsificación de


finales del siglo XI o comienzos del siguiente».
 El hispanista francés Barrau-Dihigo considera que está retocado, pero que en realidad
es auténtico y fechado hacia el 900.
 El historiador español Claudio Sánchez-Albornoz, hijo adoptivo de Oviedo y Premio
Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, defendió su autenticidad, si
bien más adelante puso sus reservas a esta afirmación.
 El paleógrafo asturiano Antonio Floriano Cumbreño efectuó un análisis por el que
concluyó que: «para nosotros el llamado pseudo-original de La Coruña es copia
imitativa de un original auténtico, en el que no se han introducido otras alteraciones
que algunos cambios en el orden de las suscripciones», y añadía que: «... el original
que estudiamos, que remontando al siglo X, y en letra genuina visigótica, vendría a
adelantarse más de cien años a las habilidades aprendidas de los monjes franceses
por nuestros confeccionadores de códices, diplomáticamente posteriores al 1100».8
Un tema delicado y de difícil respuesta es el paso del topónimo «Cortuloces» a
«Coltroces» y más adelante a «Contrueces», evolución lingüística que supone un largo
periodo de tiempo; se transcribe el texto original en latín:
In nomine Domini Dei et Salvatoris nostri Iesu Christi ...nos exigui famuli
vestri ADEFONSUS princeps et ego ISCEMENA oramus ut hunc nostrum votum dignetis suscipere
pia oblatione ... Factum atque restauratum hoc testamentum sub die V kalendas septembris
discurrente era D. ... (roto), anno feliciter in Dei nomine glorie regni nostri XXXV, comorantes in
possesione nostra CORTULOCES, suburbio civitatis Gegionensis.
Diploma.8

Diploma del monasterio de San Vicente[editar]


El monasterio de San Vicente pudo ser llamado «el Sahagún de Asturias», pues si el
de Sahagún tenía un área de influencia y posesiones en todo el reino leonés, el de San
Vicente hacía lo propio sobre gran parte del reino asturiano. En la colección diplomática
del monasterio existe un documento relativo a una donación de fincas rústicas y urbanas
en la zona de Gijón, fechado el 8 de junio de 1056, que dice así:
Didago Osóriz, como personero, vicario y ejecutor testamentario de su madre doña María, hace
entrega a Legundia Gundemaris de la villa de Taranes en el valle de Ledorio con las iglesias de san
Félix y san Cipriano.
Diploma del Monasterio de San Vicente

De este escrito se obtienen datos suficientes para localizar e identificar lugares y villas del
valle gijonés, pero para el caso de aclarar la etimología de «Contrueces» y su situación
resulta muy interesante, ya que hace mención entre los límites de esas heredades a la
aldea de «Coltroces», por lo que ya en el año 1046 el lugar era conocido de ese modo y se
localizaba con precisión al sur de Gijón. Mediante un proceso de evolución lingüística el
nombre de «Cortuloces» ha pasado a «Coltroces». Por otro lado, este último término
aparece en escritos del obispo Pelayo II a mitad del siglo XII. Posteriormente se pasó de
«Coltroces» a «Cultrocis» y más tarde al actual nombre de «Contrueces», aunque también
hay diferentes versiones etimológicas de la palabra «Contrueces»: para Menéndez Valdés
viene derivada de «Contra-Ceares», «Col de Roces» para Somoza y «Controcio» para
Floriano Cumbreño.91011
Diploma de la Catedral de Oviedo[editar]
En la primera mitad del siglo XII se puso de manifiesto una gran actividad del «escritorio
ovetense» que trabajaba al servicio del obispado en la confección de diplomas de
compraventa, testamentos y donaciones, dejando en segundo lugar la redacción de
documentos relativos a historias y crónicas de la época. Fue también el propio
obispo Pelayo IIel que redactó muchas de estas crónicas. Un importante número de ellas
ha llegado hasta la actualidad, destacando el lujoso Libro de los testamentos, que puede
considerarse como el «Cartulario» del obispado. Este obispado, como otros muchos, se
vio afectado por las novedades que iban llegando del extranjero: en primer lugar, por la
reforma de la escritura, iniciada en la Abadía de Cluny, con el paso de la escritura
visigótica a la carolingia; en segundo lugar, y con ello llegó una mala práctica, por la
falsificación, pues resultaba más fácil hacerlo con la escritura carolingia que con la
visigótica.128
En el Libro de los testamentos figuran multitud de donaciones del «Rey Magno» a la
catedral de Oviedo. En lo que interesa a este tema, que son las donaciones de Gijón,
dentro de la villa solo existía la iglesia de San Pedro, que fue la única iglesia parroquial
hasta el siglo XIX, quedando extramuros las de Santo Tomás de Bahones en Granda, San
Julián en Roces y Santa María de Contrueces. Además de esta iglesia, el rey había
donado muchas tierras y fincas situadas en su contorno y, al definir los límites y caminos
que los identificaban, se puede leer, en latín: «... ecclesiam Sancte Marie de Coltroces».
Como otras fuentes citadas más arriba indican que el rey «moraba» en Contrueces, es
más que probable que existiera una iglesia en las proximidades.13
Sin embargo, la sombra de la duda y, a veces, la certeza de la falsedad de los documentos
obligan a tener este documento por apócrifo. Los eruditos en la materia se pronuncian de
la siguiente forma: Sánchez Albornoz lo califica de «monstruoso», Barrau-Dihigo dice que
es un documento rehecho y Floriano Cumbreño y Emilio Sáez coinciden con los
anteriores.14158
La Crónica de Sampiro[editar]
También hay documentación de esta iglesia de Contrueces en la Crónica de Sampiro,
llamada así por haber sido escrita por Sampiro, natural de Zamora, clérigo, intelectual y
político del reino de León, notario de esa corte y posteriormente obispo de Astorga, que es
una continuación de la Crónica albeldense y que abarca desde 866, cuando comienza el
reinado de Alfonso III, hasta 982, donde relata la muerte del rey Ramiro III. La Crónica de
Sampiro ha llegado hasta la actualidad por dos redacciones diferentes: la del obispo
Pelayo y la de un monje de Santo Domingo de Silos. Este último reescribe el texto original
sin alteraciones mientras que la del clérigo Sampiro que los críticos consideran que es un
texto original con bastantes frases insertadas en él. Pero por lo que se refiere al
término Contrueces solo aparece en la de del obispo Pelayo que es el que se cita más
abajo.16
Aún se añaden algunos documentos más que están relacionados con el término de
Contrueces: uno lo describe Jovellanos en su «colección» que es de 1263, está
depositado en los archivos de la catedral de Oviedo y dice lo siguiente:
Ruy Fdez., con su mujer Theresa e hijos, vende a María Bartholomé la sexma de ero que tiene en
Contrueces, y un Contrucio en Boves.
Gaspar Melchor de Jovellanos.17

Otro documento conservado en el mismo archivo de la catedral de Oviedo y fechado en


1344 da fe de:
(...) una permuta entre el obispo y el Cabildo, por la que el Obispo da al Cabildo el Cellero de San
Juan de Tremañes, en Gijón, con la iglesia y sus derechos, a saber San Pedro de Gijón, Natahoyo,
Contrueces, San Félix de Caravedo; y el Cabildo en cambio le da el Cellero de San Esteban de
Sograndio con su iglesia, vega, olmedo, Botela de yuso y de suso...
Archivo catedral de Oviedo (1344).18

Si hubo una iglesia alfonsina en Contrueces puede suponerse cuál fue el estilo de su
edificación a la vista de las que hoy se conservan y que son citadas por Pelayo en
la Crónica de Sampiro (citada más arriba), tras referirse a la reconstrucción de la iglesia de
Santiago:
(...) fecit etiam castella plurima et ecclesias multas, sicut hic subscriptum est: Interritorio Legionensi
Lunam, Gordonem et Alvam: in Asruriis Tutelam et Gauzonem; intra Oveti castellum in palacium que
est iuxta eum et palacia que sunt in valle Boidis, in Gegione in Cultrocis ecclesiam Sancte Marie et
palacia, in Vellio ecclesiam Sancti Michaelis.
Crónica de Sampiro.19
Donaciones gijonesas de doña Urraca y del rey Fernando II[editar]
Doña Urraca, reina de Castilla y de León, esposa de Alfonso el Batallador, mediante un
breve documento que redactó su canciller, el canónigo compostelano Martín, hizo
donación en 1112 de varias heredades, entre ellas la «porción entera de Gijón». Aunque el
documento conservado en el Libro de los testamentos de la catedral de Oviedo no
menciona de forma expresa la heredad de Contrueces, los expertos se muestran
partidarios de que estuviese incluida en la donación.19
Otra donación hecha a la sede ovetense por el rey Fernando II de León, hijo de Alfonso
VII, en septiembre de 1178, hace mención expresa a la heredad de Contrueces, de la que
hace:
(...) una oferta, una concesión, una donación al obispo Rodrigo, por el buen y mucho servicio
prestado al rey.
Otra donación posterior dice:
(...) quapropter ego rex domnus Fernandus, una cum filio meo rege domno Adefonso, eorum
(Catholicorum regum) sequens vestigia, offero do et concedo CONTROZES illam hereditatem que
iacet in Asturiis xusta mare, in valle illo qui vocatur Valdegijón, per omnes suos terminos novissimus
et antiquos .smi. Salvatoris ecclesie et vobis dilectissimo nostro Roderico...pro remedio anime mee
et omnium parentum meorum, et pro multo bono servitio... quod domnus Rodericus sepe el liberaliter
presentavit...20
El documento original, que aún se conserva, está redactado por Bernardo, notario del rey,
y por orden del canciller Pedro de Lauro, compostelano, y está fechado en Salamanca.
Debe hacerse notar que el «Coltroces» de principio de siglo se ha convertido en
«Controces» para convertirse posteriormente, a lo largo del siglo XIV, en «Contrueces».
Otros diplomas[editar]
Hay otros tres diplomas más fechados a lo largo del siglo XIII y que hacen referencia a
Contrueces :

 El primero está en el Monasterio de San Vicente de Oviedo, entre los papeles del
Concejo de Siero, cajón 11. En este documento el rey Alfonso IX hace un cambio con
el monasterio de San Vicente «...por el que se le concede la mitad de Contrueces en
Siero (hoy Gijón) por los diezmos de Bogies, La Felguera, san Juan de Miliayo y san
Saturnino» que se atribuyen al de Valdediós. El documento tiene fecha en 1216.21
 El segundo pertenece al «Libro Becerro de Valdediós»22 y fue copiado
por Jovellanos para su Colección de Asturias; en él, el rey hace donación de la
heredad de «Contrueces» a su antiguo notario y canciller Gonzalo Fernández. La
fecha del documento es el 11 de julio de 1217, y está firmado en Calabanzos.23
 El tercero, inédito pero mencionado por Canal Sánchez-Pagín, se conserva en el
archivo de San Vicente, mediante el cual se hace una donación gratuita y fraterna por
parte de los monjes de Valdediós a los de San Vicente de la heredad de Contrueces.
La fecha del documento es de octubre de 1235 en Valdediós.24.
En los tres documentos aparece el lugar del santuario con el mismo nombre:
«CONTROZES», al igual que ocurre en el diploma de el rey Fernando II pero los expertos
en la materia creen que poner Contrueces en vez de Controzes se debe a un error de
transcripción de Ciriaco M. Vigil, ya que en el texto original viene la palabra abreviada de la
siguiente forma: En primer lugar viene la abreviatura ordinaria de Con que se escribía
como un «rabito»; a continuación viene la de tro que se escribe con una letra «t» con otro
rabito encima y finalmente la sílaba zes. Conviene hacer la aclaración de que los expertos
en el tema dudan, de una forma u otra, en más o en menos, de la autenticidad de alguno
de los tres documentes pero aducen que, tomados en su conjunto, atestiguan que hay una
verdad de fondo.25
Del siglo XVI en adelante[editar]
Existe un periodo oscuro en cuanto a documentación y noticias se refiere, entre finales del
siglo XII hasta el siglo XVI, y es a partir de las actas municipales del ayuntamiento de Gijón
de 1567 cuando aparecen frecuentes alusiones al santuario, a las fiestas y romerías que
se celebraron en él. En estas actas municipales se dice textualmente:
En el término de Nuestra Señora de Contrueces, lugar señalado por los señores Justicia y
Regimiento de la villa de Gijón para ser juntos y tratar de los negocios tocantes al probien común de
la república, atento al mal de peste, que había al presente en la villa de Gijón, por esta razón son
juntos hoy domingo a los ochos días del mes de diciembre del año del Señor de mil quinientos
sesenta y séis...
Actas municipales del ayuntamiento de Gijón.26

También en el siglo XVII hay noticias mediante las actas municipales de ciertos detalles de
las obras, referidos concretamente al convenio con los albañiles para hacer la nueva obra
haciendo mención expresa de la vieja iglesia, que se deberá derribar. El acuerdo está
firmado en Gijón en 1645 y se relata en los siguientes términos:
Y ansimismo que toda la obra vieja, que está al presente en la iglesia vieja que se ha de deshacer,
lo han de deshacer los dichos maestros a su cuenta y sacarla fuera de dicha iglesia.
Acuerdo de 1645.27

A lo largo su existencia, el templo de Contrueces ha sufrido las consecuencias de los


sucesos históricos que acabaron por determinar su estado actual. Durante la guerra de la
Independencia el templo fue utilizado como polvorín por su situación privilegiada sobre la
villa de Gijón, con el peligro que esto conllevaba para la integridad del templo y sus
enseres. El Acta municipal del Ayuntamiento de Gijón dice:
Se introducen en la capilla de Contrueces la pólvora y demás pertrechos de guerra remitidos por
Inglaterra, poniendo a salvo los vasos sagrados y demás efectos pertenecientes al citado santuario.
Acta municipal del ayuntamiento de Gijón, 7 de julio de 1808.28

Durante la guerra civil española, el trato del templo fue una excepción a la norma seguida
con otras muchas iglesias, ya que fue uno de los pocos templos respetados de la ciudad
durante el desarrollo de la misma.

Estructura y arquitectura[editar]
El 10 de mayo de 1636, los vecinos de Ceares otorgaron una escritura ante el notario
Nicolás García de Jove sobre la feria o alcabala de «Nuestra Señora de Contrueces»,
fundamentalmente para fomentar la devoción a la «gloriosa imagen de Nuestra Señora»
en su advocación de «Contrueces», ya que éste era un lugar muy frecuentado no solo por
los vecinos de la villa de Gijón, sino por todo el Principado de Asturias.29 Dos años más
tarde, en 1638, el santuario era insuficiente para albergar a los devotos que acudían,
además de encontrarse en estado de ruina. Debido a estos motivos el santuario fue
demolido y se firmó en Gijón un acuerdo para levantar un nuevo templo. En el acuerdo,
que se firmó el 20 de febrero de 1638, intervinieron «... de una parte Alonso Ramírez Jove,
vecino y regidor de la villa, y mayordomo de la ermita, fábrica y obra de Nuestra Señora de
Contrueces, y de la otra parte, Francisco de Cubas y Simontio, maestros cantería...».30
La escritura es muy precisa y concreta en todo lo relativo a las diferentes labores de la
obra: en lo referente al labrado de la piedra, de su acarreo, el precio de los andamios, de la
obra, etc. También hay que resaltar los trabajos realizados por los canteros de Transmiera,
afamados por las obras que ya habían realizado como el convento de las Recoletas y
varios más.31,32

 Detalles del santuario


Fachada noroccidental

Entrada principal

Nave principal

Retablo del altar mayor


Fachada suroccidental
Historia de la construcción[editar]
Hay una afirmación generalmente compartida por los estudiosos sobre la existencia de los
antiguos edificios en el sentido de que no quedan vestigios o restos conocidos.24 Por su
parte, Somoza afirma que: «De uno, el palacio, y de otra, la iglesia, nada queda, pues sus
cimientos e inscripciones han desaparecido, quedando solo algunos vestigios de las
últimas entre las despedazadas losas del pavimento del pórtico. Observándolas
atentamente podemos notar que sus letras y especialmente la T y la M son en todo iguales
a las de la inscripción de san Salvador de Deva».33
Sin embargo, el obispo Pelayo II afirmó su existencia a principios del siglo XII y atribuye su
fundación al rey Alfonso III el Magno en 905, por lo que el obispo la consideró ya en su
tiempo como «muy antigua». A partir de entonces no se tienen más noticias hasta el siglo
XVI, a pesar de los comentarios de Gregorio Menéndez Valdés que se reproducen, en
parte, a continuación.34
El «temerario don Gregorio», como llama Canal Sánchez-Pagín a Gregorio Menéndez
Valdés,35 dice que:
... es tradición que estuvo este santuario y los palacios, que mandó fabricar el rey D. Alfonso en una
heredad poco más de cien pasos distante que hoy ocupa, en la que frecuentemente se encuentran
antiguan ruinas que lo recuerdan y acreditan». Y añade que «en aquél tiempo el santuario se llamó
Contra-Ceares por haber edificado los romanos en aquél sitio un templo a la diosa Ceres... y
muchas veces se encuentran sepulcros y monedas de los romanos mismos.36
En otro libro Gregorio Menéndez Valdés sigue describiendo los descubrimientos de la
siguiente manera: «Muy cerca de la ciudad de Gixa, en el término de Contrueces, aún se
reconocen los fundamentos del templo que mandó construir Nerón a la diosa Ceres... y
donde encontraron monedas romanas sacando piedra para reedificar mi casa de san
Andrés de Cornellana, en Contrueces, en el 1700».37 Y prosigue narrando los
descubrimientos: «En la ería de Contrueces, junto al templo que hemos hablado, mis
caseros Bernardo, Antonio y Benito, cavando y sacando piedra, descubrieron muchas
monedas de diferentes emperadores romanos. Cinco años hace, se hallaron en este
paraje cerca de cuatro arrobas de estas mismas monedas de cobre. Se vendieron a José
Solís, latonero y vecino de Gijón, que las fundió».38
La construcción[editar]
El arquitecto que se encargó de los planos de reconstrucción fue Gonzalo de Güemes
Bracamonte, quien los diseñó en estilo herreriano. La construcción se hizo por etapas,
siendo la primera la construcción de la capilla mayor, terminada en 1640, que era lo único
que se había acordado en la escritura de 1638. Con motivo del fallecimiento del arquitecto,
el obispado encargó la continuación de la obra a un segundo arquitecto, llamado Fernando
de la Huerta, por un importe de 8 621 reales. En su construcción Huerta empleó, como
Güemes, piedra de las canteras existentes en Bernueces y en Los Caleros.39 En 1645 se
terminaron las obras de la capilla mayor y de la sacristía que situaron del lado del
Evangelio, pero en 1756 se trasladó al lado derecho de la nave. Tiene gran mérito
la cúpula que cubre el presbiterio, ya que es una cúpula caída en forma de rosetón. En ella
aparecen pintados tres series de recuadros decrecientes, con querubines y ángeles
pasionarios en los dos anillos interiores y catorce figuras de santos en el anillo exterior,
algunos de los cuales fueron canonizados en el siglo XVII.30 De derecha a izquierda, es
decir, en sentido dextrógiro, estos santos son: san Francisco de Paula, san Francisco
Javier, santa Juana Francisca de Chantal, san Benito abad, santa Eulalia de Mérida, san
Buenaventura, santa Rosa de Lima, san Vicente Ferrer, santa Isabel de Portugal, santo
Tomás de Aquino, san Antonio de Padua, san Jerónimo, santa Ana y san Nicolás de
Bari.40
Según el mismo «Protocolo del escribano de Gijón, Nicolás García de Jove», se llevó a
cabo un acuerdo entre el capitán don Fernando Valdés, hijo de Pedro de Valdés, residente
en el lugar de Roces, sargento mayor del Principado, y los albañiles Simontio, Domingo
García y Solano, «vecinos desta villa y del lugar de Suessa, merindad de Trasmiera»,
acuerdo que se firmó el 29 de octubre de 1645 y que consistía en un trueque de fincas que
tenían aproximadamente la misma superficie: «tres días de bueyes». La del capitán era de
mejor calidad y precio que la del santuario, por lo que se deduce que el capitán quiso
hacer un obsequio a esta institución religiosa. Así las cosas, el obispado puso su refrendo
sin dificultad una vez que el arcipreste había dado su visto bueno.41 En 1660 se terminó el
santuario con el remate del cabildo y se inauguró el 24 de junio de ese mismo año. A Juan
Chamorro, vecino de Caldones, se deben las obras finales del cabildo, siendo él mismo el
que realizó el enlosado del edificio, el cual se conserva tal y como lo realizó;42 no así en el
cabildo, pues las diferentes obras de saneamiento que hubo que realizar deterioraron parte
de esta zona. Firma y otorga la escritura Felipe Rato Argüelles por fallecimiento de su
predecesor.4330 Tres años más tarde, en 1663, ya no hay solamente un ermitaño, sino
también un capellán, Pedro Morán, nombrado por el obispado.44

 Detalles del santuario


Plano planta antiguo, de 1645

Dos primeros cuerpos con coro al fondo, en altura


Altar mayor bajo cúpula aplanada o caída

Detalle de la bóveda caída, de gran filigrana decorativa


El plano original y primitivo de Güemes, que el arquitecto sucesor Fernando de la Huerta
respetó, está firmado en su parte inferior por Domingo García Jilledo, Pedro Solano y
Simontío.45 El albañil Pedro Solano falleció en 1646 y su esposa, María de Hontañón
Velasco, emparentada con la familia Cevallos,46 dio poderes a Simontío y al nuevo cantero
Francisco Solano para que prosiguieran las obras a cuenta de su marido.47 El templo
actual es de estilo barroco popular, de 1762, según indica una inscripción que aún se
conserva sobre el pórtico de entrada. La planta tiene forma de cruz latina con una nave
única de tres tramos separados por pilares y arcos fajones y con dos capillas laterales que
se corresponden con los brazos de la cruz latina. Está cubierta con una bóveda de medio
cañón. El templo tiene el pórtico cerrado a los pies, coro en altura, también a los pies, y
una torre con óculos y vanos rematados superiormente por un arco de medio punto.48
Fondos para la construcción del santuario[editar]
Pocos datos se tienen acerca de cuántos fueron los fondos necesarios y quiénes los
proveyeron, pero una cosa parece segura, y es que la mayor parte de los fondos debían
provenir de los fieles devotos del santuario y su Virgen titular. Sí parece ser cierto que los
fondos con los que contribuyó el ayuntamiento debieron de ser escasos, sobre todo si se
comparan con los que hacía llegar a la iglesia parroquial de San Pedro, cosa que hizo el
historiador Canal Sánchez-Pagín al examinar el «libro de acuerdos» del propio
ayuntamiento, donde vienen muy bien detalladas las entradas y salidas de fondos.49 El
ayuntamiento de Gijón se interesó en una sesión en 1635 por la capilla —que por la fecha
se trataba de la antigua capilla— y por su estado de esta forma: «... otrosi se comete a los
señores Diego de Llanos y Baltasar de Jove bajar a ver la ermita de N ª S ª de Contrueces,
y vean las faltas que hay de que se haga algún servicio, y lo reparen».50
En febrero de 1649, en los momentos en que las obras de la nueva capilla debían estar
terminadas, hay una anotación de otra donación que está redactada en los siguientes
términos: «Manda por descargo haber pagado al capitán don Fernando de Valdés,
mayordomo que fue y es de Nª Sª de Contrueces, para el edificio y obra de la dicha iglesia
de limosna de 400 reales, que consta del acuerdo que está en el libro de actas del
ayuntamiento, en 12 de marzo de 1647. Mostró la carta de pago».nota 1
Imagen y retablo[editar]

Imagen de la Virgen

Retablo principal

El retablo, de dimensiones considerables en relación con el conjunto de la iglesia, tiene


tres calles y dos pisos y fue tallado en madera posteriormente dorada. En el dorado debió
emplearse mucho oro americano como contribución de los indianos que hicieron fortuna, al
igual que ocurre con el altar mayor de la iglesia parroquial que «se hizo en 1723 a costa de
la limosna y caudal que remitieron desde la Nueva España los hijos de vecinos desta
villa».51. Está rematado en la parte superior por un arco que corona la capilla mayor.
El sagrario tiene forma trapezoidal y está realizado en plata. La puerta está decorada con
una talla alegórica de la Anunciación. Según los expertos el sagrario puede ser anterior a
la construcción del retablo.52 Este es de estilo barroco con
influencias churriguerescasconservando frescos los dorados originales.
La imagen es de madera tallada y pintada, con corona de plata y rodeada de ángeles. Esta
imagen ya se veneraba en el siglo XVI cuando estaba en la iglesia primitiva. En el lado
derecho, junto a la Virgen, hay una imagen de san Joaquín, su padre, y al otro lado una del
rey Fernando III el Santo, canonizado en 1671, obras del escultor gijonés Luis Fernández
de la Vega y de un gran valor artístico. El motivo de que esté la imagen del rey Fernando
III procede de una orden de doña Mariana de Austria, viuda de Felipe IV y madre de Carlos
II en la que manda que, en todas las parroquias principales de su reino se expusiera la
imagen de este rey santo para la pública devoción.53 En la parte superior hay una gran
figura de Santiago el Mayor montado a caballo y guerreando contra los moros.
El Cristo y santa Apolonia[editar]
El templo tiene dos capillas colaterales. En la de la derecha, que ejerció las funciones
de sacristía, hay dos tallas de gran valor: santa Apolonia en una de ellas y un Crucifijo
realizado en el siglo XII que es muy probable que estuviera presente en el santuario desde
su construcción. Joaquín Manzanares, especialista en la historia del arte regional, escribe:
Este Cristo forma grupo arqueológico con los conocidos y muy venerados de Santullano, Teverga,
Pravia, Santianes de Pravia así como los ignorados de Tebongo (exportado al Museo Marès de
Barcelona) y el de Cueras, en el concejo de Cangas del Narcea.
Joaquín Manzanares.

Crucifijo de igual antigüedad que el santuario

Imagen de santa Apolonia, patrona de los dentistas

Y, por razones de estilo, el propio Manzanares fecha el de Santullano, el más artístico, «...
con toda probabilidad de acierto en el siglo XIII».54 El Cristo de Contrueces debe de ser
posterior por los detalles del perizonium o paño de pureza, anudado a la derecha y poco
colgante. Está menos anatomizado que el Cristo ovetense de Santullano, pero tiene una
gran expresión divina en su rostro. Hacia 1950 unas mujeres legas en la materia aunque
con muy buena voluntad lavaron la imagen con lejía, por lo que las pinturas se deterioraron
enormemente. Después de 1971 fue repintado con pintura plástica moderna para estupor
de los entendidos.55 Este es el Crucifijo que despide a la Virgen de Contrueces a la puerta
del templo y espera a recibir a la Virgen del Rosario cuando estas dos imágenes
procesionan en rogativas.
La imagen de santa Apolonia está fechada entre los siglos XIV y XV y se la representa con
unas tenazas en la mano izquierda y un libro abierto sobre la mano derecha como patrona
de los dentistas, por ser la abogada e intercesora de los que padecen dolor de muelas y
dientes. La talla es de madera, de pequeña altura, no más de medio metro incluida la
peana. Un suceso revolucionó el barrio y gran parte de Gijón en 1970 cuando fue robada
de su capilla y durante quince días no se supo nada de su paradero, hasta que el autor del
robo, parece ser que arrepentido, decidió devolverla.5657
Capillas colaterales[editar]

Capilla lateral izquierda

Capilla lateral derecha

Hasta la renovación de la iglesia, que tuvo lugar entre 1792 y 1793, existían dos capillas,
una en cada brazo del crucero, a ambos lados del altar principal. Cada una de las capillas
tenía su retablo correspondiente, pero ambos eran de menor calidad que el principal. El
que estaba en el lado del Evangelio tenía la imagen de san Miguel, y el del lado de la
Epístola la de san Francisco de Asís. Aún se conservan las dos imágenes citadas en el
museo de la capilla, con los frontales correspondientes, los cueros repujados y
los cordobanes o guardamecíes adornados con cueros y flores. El carpintero que hizo
estos retablos laterales se llamaba José de la Meana y su fecha de construcción fue
aproximadamente 1762. Hizo además dos confesonarios de madera que estaban
decorados con tallas de pequeñas imágenes y figuras geométricas.58
Escudo de la pilastra[editar]
En la primera pilastra del lado izquierdo de la capilla y a unos tres metros de altura hay un
sencillo escudo «con el borde ajedrezado y tres fajas y bordura con juego de damas en
dos órdenes, alternando el color de gules y el blanco, como aún hoy se puede apreciar.
Mide 36 cm de alto por 30 cm de ancho y está un poco convexo. No se ha podido
averiguar a qué familia pertenece, aunque en conjunto, el de la familia de Cevallos, de
origen santanderino fue el que más se parece a este».5960 Ha planteado alguna disensión
de criterios entre los especialistas, ya que Gregorio Menéndez Valdés lo atribuyó a su
familia, escribiéndolo en sus «Avisos»:
A expensas de la devota piedad de Hernando Menéndez Valdés se reedificó el templo de Santa
María de Contrueces hasta la pilastra, donde en una piedra cuadrada, puesta en tiempo de su
fábrica, se haya el escudo de armas de la casa. Aunque esta piedra no quiso perdonar del hombre
la malicia... (queriendo) a repetidos golpes desplazarla, quitándole los escajes o ruedas.
Gregorio Menéndez Valdés.61

Los expertos en historia heráldica como son Joaquín Manzanares, Canal Sánchez-Pagín y
Sarandeses, se decantan por la pertenencia a la familia cántabra de Cevallos, que también
contribuyeron en la construcción del templo.59
Casa de las Novenas[editar]
En la actualidad, unos cuatro siglos después de terminar la construcción de la iglesia y de
la casa de novenas, resulta casi totalmente desconocida la función de estas casas ya que
no existen en casi ningún santuario, ni siquiera restos de ellas. La función de
estas casitas era eminentemente religiosa ya que daba albergue y descanso a peregrinos
que, o bien se dirigían a este santuario, o hacían una parada en su camino hacia otro. De
esta forma se les proporcionaba no solamente albergue sino también un lugar y un
ambiente adecuado donde meditar y rezar. No hay que confundirla con
los albergues o alberguerías que existían en aquella época, situadas en lugares
deshabitados y cruce de caminos, puertos de montaña, etc. con la finalidad de dar
alojamiento y comida a viajeros que por allí pasaban.62
Con frecuencia se situaban en las proximidades de los santuarios, ermitas e iglesias y de
ahí proviene la posible equivocación de las funciones de unos y otros edificios. De la casa
de novenas del santuario de la Virgen de Contrueces no se tuvieron noticias hasta 1670.
Esta primera mención de la «Casa de las Novenas de Contrueces» está documentada en
las actas municipales de Gijón de 1670, donde se dice:
Otrosí por parte de don Diego de Hevia, vecino de esta villa, se presentó petición por la que pide a
sus mercedes se sirvan reparar la calzada que va desta villa a la Virgen de Contrueces, hasta la
Casita de Novenas, por ser así conveniente a la utilidad pública y al servicio y asistencia del
santuario. Y que se repare la fuente que está en el camino real, debajo de dicho santuario.
Actas municipales del ayuntamiento de Gijón (1670).Folio 5763

También hay otros documentos del Ayuntamiento de Gijón donde se mencionan la casita
de novenas y otros asuntos relacionados con ella como es una petición de Antonio de
Barbáchano al citado ayuntamiento solicitando un permiso para ocupar un bajo de la casita
de novenas para vender vino.64
Palacio[editar]

Palacio frente al santuario

Frente a la iglesia se localiza el palacio que el obispo Pelayo I atribuye su fundación al


rey Alfonso III el Magno, como bastión defensivopor su privilegiado emplazamiento sobre
la villa de Gijón. Se utilizó en el siglo XVI como «casa de novenas». En el siglo XVIII
ejerció la función de palacio veraniego del obispo de Oviedo y también como seminario.
Actualmente se ubican en las dependencias del mismo las aulas de la etapa de educación
infantil del Colegio del Corazón de María de Gijón (CODEMA) regido por la Congregación
de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, popularmente conocidos como
Claretianos, con lo que el palacio sigue estando conservado perfectamente.65
Última remodelación[editar]
Durante varios años los Padres Claretianos realizaron mejoras en la capilla para
adecentarla, impidiendo su deterioro. De forma oficial, esta fue rehabilitada parcialmente
en 2001 por la Consejería de Cultura del Principado de Asturias. Se restauró la cúpula del
altar, que como ya se indicó es de gran belleza pictórica, y el retablo de madera que está
bajo la cúpula —que data del siglo XVII—, que con el paso de los años había sufrido serios
deterioros. También se restauró la imagen de la Virgen de Contrueces y las de san
Joaquín, san Fernando así como la de Santiago Matamoros, en la parte superior del
retablo.66

Mayordomos del santuario[editar]


El mayordomo del santuario era la persona que se encargaba de la administración de los
bienes del santuario, tanto de los bienes muebles como de los inmuebles, y lo hacía en
nombre del obispado y del ayuntamiento. Siempre se nombraba un regidor hasta que, al
ser convertida en seminario la antigua casa de novenas, el obispado fue el encargado
directo del nombramiento. La relación de los regidores conocidos, así como su condición y
años en el cargo es la siguiente:67
 Alonso Ramírez Jove, regidor. 1638,  Cipriano Menéndez Valdés, regidor. 1724-1742.
1640  Alonso Castañeda, sacerdote. 1742.
 Fernando de Valdés, regidor. 1645,  Juan Menéndez Valdés, cura de Roces. 1751-
1646, 1649. 1754.
 Gregorio de Jove Bernardo, regidor.  Francisco Jove Huergo, sacerdote de Gijón.
1659. 1754-1775
 Felipe Rato Argüelles, regidor. 1659.  Manuel González Granda, párroco de san
 Tomás Morán Lavandera, regidor. Pedro. 1785-1786.
1678.  José González Granda, sacerdote. 1786-1806.
 Antonio de la Espriella Jove, regidor.  José Mata de Boves, sacerdote. 1806-1829.
1684.
 Miguel Menéndez Valdés, regidor.
1724.

Los nombramientos no han estado exentos de polémicas y pleitos. Uno de ellos, en 1668,
contra la parroquia de Ceares y otro, algo posterior, contra el propio obispado. El primero
tenía como motivo determinar cuál debería ser la procedencia de los mayordomos,
defendiendo los vecinos de Ceares que debían ser de ese pueblo por conocer mejor que
los demás el santuario y sus problemas. El 11 de octubre de 1668 las actas municipales
reflejan la cuestión en los siguientes términos:
Acordándose que, por cuanto nombrar mayordomo que asista en el santuario de Contrueces, sobre
el pretender los vecinos de Ceares haya de ser precisamente vecino de ese lugar, y habiendo
reconocido no convenir lo sea, por no saber servirlo bien y poder asistir a la dicha iglesia a cuidar de
lo que convenga, por ser casi todos del trabajo (del campo), y porque siempre ha estado en
personas a todos gratas y desocupadas,... pidiéndole que esto se continúe en persona de este
ayuntamiento (y conste, segundo, que los más ya lo han sido).
Actas municipales del ayuntamiento de Gijón.68

El futuro mayordomo llamado Antonio de la Espriella Jove hizo una salvedad a este pleito
en el sentido de que los costes a que dieran lugar fueran a cargo del mayordomo que fuera
nombrado y no a «costa de la república», cayendo la responsabilidad de la mayordomía
sobre el citado Antonio de la Espriella.69 El segundo pleito se tuvo contra el obispado, ya
que la erección de un seminario por parte del obispado en la «Casa de novenas» de
Contrueces trajo consigo situaciones molestas y desagradables a ambas partes, el
obispado y la villa, ya que la conducta del rector P. Alonso Castañeda hizo sufrir mucho al
obispo Juan García Avello durante los últimos años de su vida, y a la villa porque al
hacerse cargo de la mayordomía del santuario el propio rector del seminario, esta sintió
que sus derechos eran mermados.7071
El asunto era el siguiente: la mayordomía del santuario estuvo en manos de la familia
Menéndez Valdés desde 1724 hasta 1742 y la contienda empieza cuando el
obispo Manrique de Lara nombró mayordomo al sacerdote de Gijón Francisco Jove
Huergo en 1755, presentando este sacerdote documentos públicos y episcopales de tal
manera que se hizo amo y señor de todo el conjunto del santuario, capilla y casa de
novenas. Así, el ayuntamiento vio conculcados sus derechos por parte del obispado. Para
recuperarlos, el «procurador general síndico de la villa» Toribio Zarracina redactó una
solicitud al alcalde Tomás Menéndez Jove en orden a que reivindicase los derechos de la
villa que les habían sido conculcados. Para debatir el tema se tuvo una reunión municipal
el 6 de febrero de 1755, que duró todo el día, nombrándose una comisión que investigase
y estudiase el asunto. Como quiera que en las sesiones posteriores no se habló más del
tema, se supone que el ayuntamiento se sometió a las decisiones episcopales. Apoya la
suposición anterior el que en el Libro de fábrica de la capilla, que comprende el periodo
entre 1732 y 1832, consta que los obispos se hicieron cargo de la casa de novenas, que la
ampliaron y que la convirtieron en residencia de verano para los mismos, y que siguieron
nombrando mayordomos del santuario sin tener en cuenta la opinión de los regidores de la
villa. Este Libro de fábrica se conserva en el Archivo Histórico Nacional.72

Contrueces y Jovellanos[editar]
De los muchos hijos ilustres de la villa de Gijón que visitaron el santuario de Contrueces
por devoción, turismo u otras razones, destaca Jovellanos, ya que este lugar era su
preferido para sus paseos y meditaciones.73 Sus sueños y recuerdos cuando estaba
desterrado en el castillo de Bellver en Mallorca iban hacia Contrueces, y decía que: «...el
santuario mariano de Bonanova era, por decirlo así, como el Begoña o el Contrueces de
los mareantes mallorquines».74
Otra muestra del cariño de Jovellanos hacia el santuario de Contrueces es la «carta
octava» dirigida a Antonio Ponz, donde recuerda sus años juveniles tan felices pasados en
Contrueces. Igual ocurre cuando recuerda en sus Diarios la época de su madurez, donde
describe con mucho detalle el día de campo que pasó en Contrueces con sus amigos
Llanos, Reconco, Sánchez, Carreño, Terreño y Blanco. Fue el domingo 2 de junio de
1793.75

Fiestas, devociones, milagros y tradiciones[editar]


Hay una antigua costumbre, que procede de una petición de intercesión a la Virgen, que
tiene larga tradición: en el siglo XVII la imagen de la Virgen de Contrueces fue trasladada
en procesión hasta la iglesia de San Pedro, patrono de la ciudad de Gijón, con la intención
de que la intercesión de la Virgen provocase el inicio de las deseadas y necesarias lluvias,
ya que había una prolongada sequía.57
Esta primera procesión de petición de las lluvias deseadas se convirtió en tradición, en
costumbre, por lo que la Virgen del Rosario que estaba en la iglesia de San Pedro se
llevaba en procesión al santuario de Contrueces, mientras que la Virgen de Contrueces
procesionaba hasta la iglesia de San Pedro, en la que permanecía nueve días. Hay datos
de la celebración de esta costumbre hasta, por lo menos, el siglo XVIII. Durante los años
que duraron las procesiones indicadas, se sacaba a la puerta del templo la talla del Cristo
crucificado existente en el santuario para despedir a la Virgen de Contrueces y recibir a su
vez a la Virgen del Rosario.76
La festividad principal se celebraba, al igual que en gran número de pueblos de España, el
15 de agosto, día que también se llama popularmente el día de la «Virgen de agosto».
Después de la ceremonia religiosa se lleva a cabo la «ofrenda del ramu» y otros actos
típicos asturianos, con gran asistencia de fieles.77 Hay constancia en diferentes
documentos en los que se cita la celebración de romerías, pero no sólo en honor de la
Virgen, sino también de san Miguel y san Fernando. Además de venerar a la Virgen y a los
santos, los paisanos de los alrededores acudían para realizar transacciones de compra-
venta de animales llegando a tener gran importancia el número de estas operaciones
mercantiles.52
Sin embargo, como la fiesta de la Virgen de Begoña iba cogiendo auge por estar situada
su ermita en el centro de Gijón, la de Contrueces pasó a festejarse el domingo siguiente a
la de la Virgen de Begoña. Para situar estas dos fiestas sin detrimento de una u otra, el
ayuntamiento de Gijón decidió el 4 de julio de 1844 levantar un acta del acuerdo tomado y
que dice así:
Teniendo presente la determinación tomada que el 15 de agosto de cada año se tenga una misa en
la iglesia de Contrueces, por el Sacristán Mayor como acto de posesión del ayuntamiento, pero
teniendo también en consideración que en el día referido debe haber otra solemne en esta iglesia
parroquial, se determinó que la de Contrueces se diga en el domingo siguiente al dicho día 15.
Acta municipal del ayuntamiento de Gijón, (4 de julio de 1844).1

Sin embargo, la polémica sigue, ya que los vecinos de Contrueces mantienen sus
reivindicaciones centenarias acerca de que la Virgen de Contrueces es la verdadera
patrona de Gijón, sin aceptar un copatronazgo, como contestación a otra nueva petición de
los carmelitas en el sentido de que Nuestra Señora de Begoña debía ser la única patrona
de la ciudad. En cualquier caso, esto refleja el fervor de los gijoneses por la Virgen
María en cualquiera de sus advocaciones.78

Véase también[editar]
 Santuarios marianos de Asturias

Notas[editar]
1. ↑ Faltan las actas municipales de 1647.

Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b Piñera Entrialgo, Luis Miguel (2002). Ayuntamiento de Gijón, ed. «Santuario
de Nuestra Señora de Contrueces». Consultado el 16 de diciembre de 2013.
2. ↑ Piñera, Luis Miguel (1999). Las calles de Gijón: historia de sus nombres. Trea.
p. 162. ISBN 84-95178-32-X.
3. ↑ García Sampedro y Martín Calvo, 2011, p. 6, vol. 1.
4. ↑ Barrau-Dihigo, 1968, p. 298.
5. ↑ Floriano Cumbreño, 1949, p. 39.
6. ↑ Anónimo, 1994, pp. s/n.
7. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 239-240.
8. ↑ Saltar a:a b c d Floriano Cumbreño, 1951, p. 274.
9. ↑ Somoza de Montsoriú, 1971, pp. 328-329, tomo I - 541-547; vol II 274.
10. ↑ Floriano Cumbreño, 1950, pp. 336-338.
11. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 241-243.
12. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 243-244.
13. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 245-246.
14. ↑ García Álvarez, 1963, pp. 159-160.
15. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, p. 246.
16. ↑ Pérez de Urbél, 1952, pp. 279 y 355.
17. ↑ Jovellanos, 1947, p. 45; tomo II; n.º 41.
18. ↑ Anónimo, 1994, p. 268; tomo I.
19. ↑ Saltar a:a b Canal Sánchez-Pagín, 1977, p. 251.
20. ↑ García Lagarreta, 1962, p. 470.
21. ↑ Vigil, Ciriaco Miguel, 1887, p. 604.
22. ↑ «Románico Digital». Consultado el 13 de abril de 2014.
23. ↑ Jovellanos, 1947, p. 95; tomo II; n.º 41.
24. ↑ Saltar a:a b Canal Sánchez-Pagín, 1977, p. 254.
25. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 253-254.
26. ↑ Ayuntamiento de Gijón, Varios años, pp. años 1560-1568; tomo I.
27. ↑ Somoza de Montsoriú, 1971, p. 137, tomo I.
28. ↑ Ayuntamiento de Gijón, Varios años, p. año 1808.
29. ↑ García de Jove, 1636, pp. s/n.
30. ↑ Saltar a:a b c Fernández Álvarez, 1990, pp. s/n.
31. ↑ García de Jove, 1636, p. 3.
32. ↑ Sojo y Lomba, 1935, p. s/n.
33. ↑ Somoza de Montsoriú, 1971, pp. 545-547, cap. II, nota 33.
34. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, p. 257.
35. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 255.
36. ↑ Menéndez Valdés, 1774, p. 160.
37. ↑ Menéndez Valdés, 1774, p. 25.
38. ↑ Rendueles Llanos, 1867, p. 26.
39. ↑ García de Jove, Nicolás, 1636, p. 4.
40. ↑ Vélez Albo, 1902, p. 133.
41. ↑ García de Jove, Nicolás, 1636, pp. 6-7.
42. ↑ Álvarez, Barroso, Cid y otros, 1984, p. 930.
43. ↑ Rivera Quirós, Toribio, Protocolo de notaría, p. 12.
44. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 262-264.
45. ↑ García de Jove, 1636, p. 8.
46. ↑ García de Jove, 1636, pp. 9-10.
47. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, p. 265.
48. ↑ García Sampedro y Martín Calvo, 2011, p. 8.
49. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 270-271.
50. ↑ Anónimo, 1235, pp. 303-304.
51. ↑ Ayuntamiento de Gijón, Varios años, pp. 76-78, años 1723-1724; n.º 8.
52. ↑ Saltar a:a b García Sampedro y Martín Calvo, 2011, p. 9.
53. ↑ Ayuntamiento de Gijón, Varios años, p. 33 rv, año 1673.
54. ↑ Manzanares Rodríguez, 1957, pp. s/n.
55. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 258-259.
56. ↑ Menéndez Valdés, 1774, p. 305.
57. ↑ Saltar a:a b García Sampedro y Martín Calvo, 2011, p. 10.
58. ↑ Anónimo, 1794, pp. 29-37.
59. ↑ Saltar a:a b Sarandeses Pérez, 1966, pp. s/n.
60. ↑ VV. AA., 1970, pp. 234-293; tomo IV.
61. ↑ Menéndez Valdés, 1774, pp. 160-161.
62. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 276-277.
63. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, p. 277.
64. ↑ Ayuntamiento de Gijón,, pp. años 1697; folios 124 y 129 vuelta.
65. ↑ García Sampedro, Martín Calvo, 2011, p. 7.
66. ↑ García Sampedro y Martín Calvo, 2011, p. 11.
67. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, p. 273.
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70. ↑ Feijoó, 1749, p. 275.
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73. ↑ Canal Sánchez-Pagín, 1977, pp. 280-281.
74. ↑ Jovellanos, 1967, p. 402; obras I.
75. ↑ Jovellanos, 1953-56, pp. 431-432.
76. ↑ García Sampedro, Martín Calvo, 2011, p. 10.
77. ↑ Fernández Álvarez, 1990, p. 98.
78. ↑ Laicismo.org (5 de abril de 2015). «En Contrueces defienden a su Virgen». Europa laica.
Consultado el 5 de abril de 2015.
Bibliografía[editar]
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 Anónimo (1994). Liber testamentorum ecclesiae ovetensis: Libro de los Testamentos.
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Enlaces externos[editar]
 Santuario de Nuestra Señora de Contrueces en OpenStreetMap.
 Santuario de Nuestra Señora de Contrueces en WikiMapia
 Historia del Santuario de Nuestra Señora de Contrueces

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