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Fernando Pessoa.

Contra la democracia

Definitivamente este autor es un filósofo que, en ciertos puntos se causa


controversia a sí mismo, la parte más notable que puedo mencionar es cuando
habla sobre las oligarquías, en un primer término define que “toda sociedad tiende
a ser una oligarquía o colección de oligarquías”1, y seguidamente establece que uno
de los dos tipos de sistema social que es verdaderamente grande es “el que
destruye la oligarquía”2, esto quiere decir que la oligarquía no puede morir, sino sólo
se renueva y se reestructura.

Por otra parte, creo que las aseveraciones que hace sobre la democracia, en
de manera negativa, tales como promover oligarquías, mentiras y corrupciones, así
como el poder de las mayorías, a veces, sin información, ‘cultura’ (sic) e ‘ignorantes’
de la vida política y económica de un país se deben en buena parte a los
mecanismos para el ejercicio democrático, que aún están en desarrollo en estos
países, justamente, y ahí sí coincido, por el poder que las oligarquías ejercen para
coartar los derechos políticos, de representatividad y democracia de los individuos
de un país, coincido también, en muchas ocasiones, ignorantes y desinformados.

No obstante, esto no quiere decir que el problema esté en la esencia de la


democracia, sino en la perversidad de sus ejecutantes. Creo también que sí, es
válida la democracia de nuestro país, pero no está totalmente acabada; hasta cierto
punto, podría decir, que la democracia es el único régimen que permite contener a
las oligarquías que imperan en un momento histórico social, y por otro lado, a cierto
tiempo, las renuevan para dar paso a otros grupos de poder.

1 Fernando Pessoa. Contra la democracia, México, UAM, 1985. P. 57


2 Ibídem.

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