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Sola contigo y conmigo.

(Suena un inodoro y entra Marisol al cuarto en ropa de dormir,


se sienta frente al espejo y peina su cabello)

Domenica, siempre se dejaba el cabello suelto para que la


diferenciaran de mi,
a mi papi también le gustaba, porque le facilitaba
diferenciarnos, eramos gemelas!
pero aun así se confundía con los nombres.
¡Mi papá.....!
Nos enseñó que habíamos nacido para servirle a él,
luego a nuestro marido
y para parir.
Domenica y yo, terminamos encargandonos de todo en la casa,
de lavar, cocinar, limpiar y de estudiar tambien.
Ella, buscando un mejor infierno, se casó pronto con un tipo que
era un signo de interrogacion(?).
De mis 5 hermanas, solo quede yo de esclava.
A mí,
solo me quedaba pobreza,
sueños que me asustaban
y Roberto, el papá de mi mejor amiga,
apareciendo derrepente, apoyándome y dándome fuerzas,
para no suicidarme o casarme que era casi lo mismo.
(Marisol levanta dos vestidos de la cama, se los prueba frente
al espejo y escoge uno).
Una tarde conversando de infiernos y soledades
me propuso que me vaya de casa, y me fuera a vivir con su hija
en la capital, a buscar oportunidades.
La inseguridad y el miedo me hizo inventar escusas para no ir:
que mi mama,
que los estudios,
que yo no encajo en otro lado,
que voy hacer sola en un lugar que no conozco?
Cuando un día harta de la vida que vivía,
¡acepte!,
me fui para no volver.
En el terminal me recibió Mercedes con su novio en aquella época,
-la maldita siempre tenía a alguien a su lado-
Después de instalarme y todo,
me dijo:
Salgamos a bailar, para darte la bienvenida, como quien haces
amigos y conoces la ciudad.
Tampoco tenía otra opción,
así que acepte.
Esa primera salida que nunca olvidare,
me hizo creer que había tomado la mejor decisión de mi vida,
(se empieza a maquillar)
Todo era diversión, alcohol y descontrol,
cueros por aquí y por allá!
casi el paraíso.
A pesar de estar rodeada de personas,
yo, aún me sentía sola y vacía.
Para tapar este sentimiento buscaba cosas externas para sentirme
feliz y olvidarme de mis conflictos.
(Se cambia de ropa)
Conseguí un trabajo que no exigía mucha inteligencia ni mucho
esfuerzo,
vivimos así por un año y medio más o menos,
nadie nos decía que hacer,
nadie nos ponía límites ni reglas,
literalmente, hasta que el cuerpo aguante!
todo giraba alrededor de nosotras.
(Busca entre unos papeles en la mesita al lado de su cama)
Una mañana me desperté temblando sin recordar lo que había pasado
la noche anterior,
lo único que recordaba era una línea blanca frente a mis ojos,
que iba desapareciendo con mi respiración
(se tapa un orificio de la nariz, inhala profundo moviendo la
cabeza de izquierda a derecha).
Solo desperté -en mi casa por suerte-
sola,
no paraba de temblar,
no podía ni pensar,
solo lloré, lloré y lloré.
(Imitando a su abuela)
”Tus acciones son tus únicas pertenencias.
No puedes escapar de las consecuencias de tus acciones.
Tus acciones son el suelo sobre el que te mantienes”.
Son frases de mi abuela Rosa,
ella si paso del poder del padre, al poder del marido y trece
hijos,
todo un ejemplo a seguir.
(Se pone los zapatos)
Días después empezaron,
nauseas,
mareos,
malestares.
Obvio,
sabía de donde provenían los síntomas,
pero me negaba a creer que estaba embarazada,
ni siquiera tenía la menor idea de quién era el papá.
Viví con el tormento días,
pero tenía que tomar una decisión,
así que sin más,
salí y compré la prueba más barata.
Volví,
entre al baño,
hice lo que tenía que hacer y espere....
Dos líneas me hicieron erizar la piel,
me quede paralizada!
(Hace sonar la mesa)
Pum pum pum sonó la puerta,

era Mercedes,
guarde todo en una funda y la tire.
Desde afuera me dijo:
Mari, Santiago nos invitó a una fiesta en su casa.
¿Quién es Santiago?- pregunté saliendo del baño.
Santiago pues,
con el que estabas en la piscina la otra vez
- Ese día de la piscina fue maldito! -.
Pero no pude,
no quería ver a nadie,
¡solo quería estar sola!
así que utilice una de mis mejores habilidades,
inventar excusas.
Tengo una entrevista de trabajo más tarde,
como ya me van a botar del camello tengo que ir, sí o sí.
¿Segura?- dijo.
Si, de ley- respondí.
Bueno, suerte con eso- fue lo último que me dijo.
(Se sienta en la cama)
Acostada con las luces apagadas,
intentaba tomar, esta si,
la decisión más importante de mi vida...
Ahí entendí,
que cuando escojo la soledad estoy bien,
cuando estoy sola no hay nada más importante que YO.
Horas más tarde me llamaron del hospital de parte de Mercedes.
Llegue,
no se le podía ver el rostro por la cantidad de tubos a los que
estaba conectada,
-habían chocado contra un camión-
Luego, llego Roberto a verla,
me pregunto -¿qué paso?-
yo solo dije: un accidente.
Dos semanas después, mientras le leía, 12 cuentos peregrinos,
escuche un piiiiii.... ensordecedor,
Mercedes, se fue para siempre!
Efímeramente recordé como es que llegue a ese momento,
desde la conversación de infiernos y soledades.
Tiempo después llego Roberto a recoger las cosas de su hija.
Al despedirse me dijo:
nadie puede cambiar lo que paso,
pero tú puedes cambiar,
cada amanecer es un nuevo comiezo, no lo desaproveches!
Mi casa quedo vacía;
yo en cambio, quede con el vientre lleno de vida....
Alguien me dijo que escribir las penas libera el dolor y
recordar los errores evita volverlos a cometer, pero hay que
dejarlos ir.
Así empecé a escribír y escribí sin parar,
ahora escribir se convirtió en mi trabajo,
si no escribo, no como,
corrección....!
no comemos bebita mía.
(Acaricia su vientre, coge su cartera y sale)

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