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LA LITERATURA
La literatura como expresión artística «Poema sin nombre» He de amoldarme a ti como el río a
su cauce, como el mar a su playa, como la espada a su vaina. He de correr en ti, he de cantar
en ti, he de guardarme en ti ya para siempre. Fuera de ti ha de sobrarme el mundo como le
sobra al río el aire, al mar la tierra, a la espada la mesa del convite. Dentro de ti no ha de
faltarme blandura de limo para mi corriente, perfil de viento para mis olas, ceñidura y reposo
para mi acero. Dentro de ti está todo; fuera de ti no hay nada. Todo lo que eres tú está en su
puesto; todo lo que no seas tú me ha de ser vano. En ti quepo, estoy hecha a tu medida; pero
si fuera en mí donde algo falta, me crezco... Si fuera en mí donde algo sobra, lo corto. (Dulce
María Loinaz)
Literariedad
Platos, vasos, jarras y una cocina de gas, tenedores, cucharas, sillas de madera, una mesa,
cucharillas, ajos, cebolla y papas. La cortina. Una radio, medio pan. Cenicero limpio, dos
cuchillos con mermelada. El bidón de agua. Gaseosa helada. Una aguja, unos hilos, un mortero.
La vitrina. El cucharón. La cazuela. El azúcar. La tabla de picar. Galletas. Un plato de parihuela.
Sopa de sobre, tacitas de té. El tarro de leche. Del calendario un solo mes. Un balón. Un café.
Literariedad
Poeticidad
También entendida como función poética o estética del mensaje literario, se logra cuando el
autor consigue los fines estéticos que persigue en la elaboración de la obra, y su posesión se
debe entender como una relación de grado, por lo que una obra literaria poseerá mayor o
menor poeticidad.
La comunicación literaria
Carácter diferido
Carácter diferido
La comunicación literaria
La comunicación literaria
La transducción
El autor crea un mundo particular basándose en un sistema de valores configurado por él pero
cuando nosotros leemos u recreamos la obra en la lectura recreamos también ese mundo, no
con la ayuda de su sistema de valores sino con el nuestro.
La transducción
Lo que leemos
Lo que aportamos
La comunicación literaria
La transducción
La comunicación literaria
Connotación
Plurisignificatividad
Autonomía
desautomatización
La comunicación literaria
La ficcionalidad
Con ella se explica cómo el emisor y el receptor suspenden ciertas reglas vigentes en su
mundo de referencias dejando paso abierto a otras
La comunicación literaria
En resumen
La ficción en el contenido
La ficción en el contenido
Había una vez un espejo de mano que cuando se quedaba solo y nadie se veía en él se sentía
de lo peor, como que no existía, y quizá tenía razón; pero los otros espejos se burlaban de él, y
cuando por las noches los guardaban en el mismo cajón del tocador dormían a pierna suelta
satisfechos, ajenos a la preocupación del neurótico. («El espejo que no podía dormir»,
Augusto Monterroso)
La ficción Me llamo Yanajido. Trabajo en Nagasaki y había venido a ver a mis padres en
Hiroshima. Ahora, ellos han muerto. Yo sufro mucho por esta pérdida y también por mis
horribles quemaduras. Ya sólo deseo volver a Nagasaki con mi mujer y con mis hijos. Dada la
confusión de estos momentos, no creo que pueda llegar a Nagasaki enseguida, como sería mi
deseo; pero sea como sea, yo camino hacia allá. No quisiera morir en el camino. ¡Ojalá llegue a
tiempo de abrazarlos. («Nagasaki», de Alfonso Sastre.)
La ficción Le fui a quitar el hilo rojo que tenía sobre el hombro, como una culebrita. Sonrió y
puso la mano para recogerlo de la mía. Muchas gracias, me dijo, muy amable, de dónde es
usted. Y comenzamos una conversación entretenida, llena de vericuetos y anécdotas exóticas,
porque los dos habíamos viajado y sufrido mucho. Me despedí al rato, prometiendo saludarle
la próxima vez que le viera, y si se terciaba tomarnos un café mientras continuábamos
charlando. No sé qué me movió a volver la cabeza, tan sólo unos pasos más allá. Se estaba
colocando de nuevo, cuidadosamente, el hilo rojo sobre el hombro, sin duda para intentar
capturar otra víctima que llenara durante unos minutos el amplio pozo de su soledad.
(«Soledad», de Pedro de Miguel)
La literatura. Funciones
Definición
Podríamos definir el género literario como una institución social que se configura como un
modelo de escritura para el autor, un horizonte de expectación para el lector y una señal para
la sociedad. (GARRIDO: 2001: 283).
El lector no espera lo mismo cuando se dispone a leer un poema que cuando se dispone a leer
una novela policial. La sociedad también interviene en la creación del género al aceptar o
rechazar las formas que proponen los autores. Las formas aceptadas irán configurando los
diferentes géneros, mientras que las rechazadas producirán la muerte de un género
determinado o su inexistencia.
Los géneros no sólo sirven para configurar el horizonte de expectativas de los lectores, sino
que sirven de “modelos de escritura para los autores” (Todorov, El origen de los géneros, 38.)
Sin alguien, un lector, capaz de apreciar las coincidencias estructurales y/o expresivas o
temáticas entre varias obras no puede existir él concepto de género, por lo que el género no es
una categoría del enunciado tanto como de la propia enunciación, del acto de creación y
recepción de un mensaje literario.
Los géneros están muy relacionados con la competencia literaria, definida por Van Dijk como
“la habilidad que tienen los seres humanos para producir e interpretar textos literarios”. Cabe
suponer que antes de configurar un discurso literario, el escritor selecciona un género literario
con cuyos rasgos (o requisitos genéricos) está familiarizado y puede así contar con un molde
genérico que guía sus pasos durante el proceso creativo. (Teum Van Dijk, Some Aspects of Text
Grammars, La Haya, Mouton, 1972, 100)
Características del género lírico La interiorización La disposición anímica que subyace a toda
creación lírica es la interiorización; de tal forma que, como dice W. Kayser, lo externo se funde
con lo interno del poeta. Una de las consecuencias es su interioridad expresiva y la brevedad
de los textos líricos.
Ausencia de trama o historia El texto lírico no tiene historia o trama; no hay un conflicto de
figuras en un tiempo y en un espacio. Aunque puede haber figuras y puede haber referencias
espacio temporales en el poema no son soportes de una acción sino puntos de referencia de
las facetas del tema que está configurando el poeta.
Ausencia de argumentación Por todo ello hay una preferencia por la instantánea. El poema no
posee una argumentación aparentemente coherente, sino que acumula sugerencias
hábilmente organizadas.
Búsqueda de efectos rítmicos y frecuente uso del verso Aunque el uso del verso no es sólo
propio de la lírica, y aunque también hay muestras líricas en prosa, la tendencia mayoritaria es
la del empleo de la métrica como cauce de expresión; de tal modo que hay subgéneros líricos
con una estructura métrica fija, o como las denomina Kayser: formas tectónicas; y otros
subgéneros donde la forma métrica depende de los gustos, tendencias, preferencias o
intenciones expresivas del autor, lo que Kayser denomina formas atectónicas. El ritmo es muy
importante en la lírica; y aunque es asunto complejo el hecho de definir el ritmo en la lírica,
podemos decir que la lírica se fundamenta en la creación de sensaciones rítmicas por medio de
la palabra.
Necesidad de reforzar la sonoridad de la lírica Unido a lo anterior, hay estudiosos que llaman
la atención sobre el carácter oral de la lírica, La lectura o recitación de poema no debe hacerse
en voz baja si no en un volumen de voz tal que seamos capaces de percibir los diferentes
matices sonoros y rítmicos.
Características del género narrativo I En todas las obras narrativas se repite el mismo elemento
común: en todas ellas existe un narrador, es decir, una especie de intermediario entre la
acción y la realidad. Una de las diferencias entre la épica y la novela procede de que en la épica
la actitud del narrador es muy uniforme y en la novela es, sin embargo, muy cambiante.
Características del género narrativo II Dicho narrador es un ser de ficción. Lo asumimos como
tal cuando realizamos el pacto ficcional. Dicho pacto ficcional es una condición necesaria para
la atribución de cualquier texto narrativo a la literatura. En caso contrario no estaremos ante
un texto literario sino ante una crónica o un reportaje periodístico o frente a algún género
histórico.
Características del género narrativo III En la narrativa del siglo XIX dicho narrador era
omnisciente, esto es, lo sabía todo de todos los personajes. En el siglo XX los escritores,
dejándose llevar por la experimentación han hecho uso de diferentes tipos de narradores.
Características del género narrativo IV La comunicación es diferida incluso cuando hablan los
personajes, pues «por definición, se cuenta una historia que pasó.» (GARRIDO: 2001: 304).
Características del género narrativo V La palabra es el único medio de expresión: como la lírica,
la narrativa reduce sus medios de expresión a la palabra. La narrativa es esencialmente verbal,
aun cuando podemos encontrar mapas, ilustraciones o dibujos.
Características del género narrativo VI Necesidad de espacio y tiempo: al hablar del texto
narrativo se habla de objetividad. Dicho rasgo hay que entenderlo como la necesidad que
siente el narrador de disponer un mundo material (basado en el desarrollo de las coordenadas
espacio-temporales), para plasmar su historia. (SPANG: 1993: 104-106).
Características del género narrativo VII El tiempo. El narrador se encuentra más cómodo
relatando los hechos como si estos ya hubieran ocurrido, por lo que por lo general desde el
presente mira al pasado a la hora de contar la historia.
El proceso de comunicación no se agota en la lectura del texto sino que se desarrolla también
hasta la representación. No solo se emplea el código verbal en la comunicación dramática, sino
que entran en juego otros códigos, como el proxémico, o el kinésico, además del vestuario,
maquillaje, iluminación, decorado, que pueden dar información sobre la acción dramática
El género dramático. características III El tiempo del drama es el presente Al contrario que en
la narrativa, en el teatro la acción, que imita a la acción real, se da en un presente que tiende
hacia el futuro, como en las acciones de la vida diaria, ues resulta muy complicado ir hacia el
pasado. Los saltos del tiempo se pueden hacer, pero en los entreactos.
Teatro de Epidauro
Plano de Teatro de Epidauro
El género dramático. características (Al levantarse el telón está Yerma dormida con un
tabanque de costura a los pies. La escena tiene una extraña luz de sueño. Un Pastor sale de
puntillas, mirando fijamente a Yerma. Lleva de la mano a un niño vestido de blanco. Suena el
reloj. Cuando sale el pastor, la luz azul se cambia por una alegre luz de mañana de primavera.
Yerma se despierta.) (Yerma. Federico García Lorca)
La ironía dramática
El ensayo da cabida a todas las figuras retóricas que tienen lugar en cualquier otro género
literario: sentencia, gradación, paradoja, antítesis, interrogación, hipérbole, prosopopeya, y
otras. Éstas deben usarse con mesura y justificación plena; deben estar al servicio de las ideas
fundamentales que se quieren impulsar y no las ideas al servicio de las figuras retóricas.
Más rasgos estilísticos: El ensayo da cabida a todas las figuras retóricas que tienen lugar en
cualquier otro género literario: sentencia, gradación, paradoja, antítesis, interrogación,
hipérbole, prosopopeya, y otras. Éstas deben usarse con mesura y justificación plena; deben
estar al servicio de las ideas fundamentales que se quieren impulsar y no las ideas al servicio
de las figuras retóricas.