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LA HISTORIA DE COMO TOM ANDERSEN NOS AYUDO A CRECER’ Tres aftos de integracién del equipo reflexivo a nuestra labor Dra. Ingeburg Fuhrmann Centro de Estudios y Terapia Sistémica 1997 ‘Cuando el fibro de Andersen* cayo casualmente en mis manos, nunea imaginé que con él ‘Se repetiia una experiencia didéctica vivida al inicio de nuestra historia como grupo. En ese tiempo fue el « libro "Técnicas de Terapia Familiar* de Salvador Minuchin (adn sin traduccién al espatiol y poco conocido entre nosotros) que nos inspiré en nuestra ingenua ignorancia y nos mostrd, ademas de gular nuestros ‘primeros pasos, que la teoria de sistemas tenia una aplicacién clinica, Valoramos su generosidad didactica ¥, al terminar la primera lectura, le enviamos una carta de agradecimiento que él respondié con ‘atecto. Si ‘Minuchin leg6 cuando intentétamos aplicar con mayor coherencia la teoria de sistemas a la terapia, Tom ‘Andersen aparecié en el momento preciso en que haciamos esfuerzos por adecuar nuestro trabajo clinica a lun enfoque constructivista que en la teoria ya nos habia convencide. Nos cautivaba la “cibernética de 4ulo-regulacién de los sistemas y el consiguiente respeto por su ‘organizacién y se hacia cada vez mas patente la contradiccién entre teoria y prictica clinica, Por mucho {ue pretenciéramos no formularhipétesis o, si las teniamos, de no imponérselas a la famila, la urgencia de la situacion terapéutica nos levaba una y otra vez a los viejos habitos aprendidos en la cibemética del segundo orden’, con su contianza er Primer orden, y que escasamente disfrazaban una sutil omnipotencia, una creencia en "la" realidad y una ofensiva intromisién en el funcionamiento det sistema familiar. Vi que la propuesta de Andersen contenia luna nueva oportunidad: la expresion concreta de la cibemética del segundo orden — @ mi juicio - la mas coherente y efectiva hasta ahora Vencitos los temores iniciales apicamos la nueva forma de trabajo @ ta clinica con un Tesultado no solo satisfactorio para nosotros, sino también para las familias consultantes y alunos. ‘Cuando los observadores ofrecian compartir sus reflexiones, las personas al otro lado del espejo parecian ‘ansiosas por escuchar. Quedabamos perplejos de la profundidad de sus comentarios acerca de nuestias ideas. Familia, erapeutas y observadores sallamos conmocionados de la sesién ~ tan placida en apariencia ~3Con una imperiosa necesidad de meditar sobre lo visto y escuchado, Los terapeutas, que podrian haber ‘sentido amenazada su auloridad, terminaban mas cercanos y aliados con la familia de una sesidn que ‘suele marcar un salto cualitativo en el proceso terapéuti Era evidente: Reflexiones hechas por personas " Publicado en la revista: Famitas y Terepies del Institulo Chileno de Terapia familiar Ano 5 N*9 Primer Semeste de 1996, ingenuas respecto de la historia del proceso terapéultico, libres de la responsabilidad de cuidar el sistema terapéutico, sensibles y profundamente interesados, tenian la tranquilidad necesaria para erear novedades les para la familia, Sentimos que estébamos a punto de encontrar algo importante. En lo personal, aprendi tanto delante det espejo, como terapeuta 0 miembro familiar Simulado, como detras, en calidad de observador. Como paciente simulado, me senti apoyada, contenida y valorada con ese grupo de personas tan honestamente involucrados con “mi problema’, experimenté la fuerza de un simple comentario al que yo no necesitaba responder y descubri la esperanza contenida en huevas opciones que de ellos se desprendian directa o indirectamente, Experimenté la intensidad ritual de la sesién con su mezcia de calma, expectacién y velocidad sideral con que las ideas giran alrededor. Cuanto habria deseado tener una grabacién para volvertas a repasar! ~ Pero luego descubri que las ideas ‘no se pierden; en algin momento vuelven, quizés de Inmediato, quizas en un momento mas o manana Bastaba con que las hubiese pronunciade alguien lo habia dicho y yo las hubiese escuchado, Como {erapeuta simulado aprendi a practicar la humildad,; al ver los cambios en ta familia, (qué imponaba que no los hubiera provocado yo! Tras del espejo enfrenté la dificil leccidn de deseribir sin enjuiciar, que el brillo de las ideas tiene poco valor, que las hipotesis efectivamente no son "la" verdad, que las ideas no tienen duefio, que es facil enticar y dificil evitarlo. Al cabo de poco tiempo tuve la certeza, que esta forma de trabajo no s6lo también como equipo. En las reuniones clinicas comenzamos a probar timidamente la propuesta de Andersen con casos en que nos sentiamos sobrepasados. Después de una serie de tropiezos, desde microfonos que se taimaban, hasta colegas que se enojaban_ porque no querian un juego, sino una “supervision de verdad”, Nos sentimos capaces de aplicarta en el trabajo con familias reales. Fueron nuestros alumnos- quienes aplaudieron el nuevo modo de supervisién y nos alentaron a seguir; los beneficios eran evidentes: trabajan mejor, aprendian con menos angustia, se entretenian mas ~ tanto delante como detras del espeja - y se sentian mejores terapeutas, También me senti aliviada, puesto que ya no habia que esforzarse por instuir a terapeutas confundidos, ni buscar qué andaba mal en él 0 en la familia, La critica y el juicio dejaban paso ‘una creacién grupal en que contluian imagenes, experiencias y resonancias personales. Ya no habla que Ser brillante, ni se requerian sofisticadas hipdtesis. Fuimos reconacienda, paso @ paso, que en este clima respetuoso, magico y movilizador era facil crear ideas interesantes e integrarlas al aporte de todos. Lo que habia parecico tan diffi, en fa practica vesullaba liviaarente, EI “equipo de rellexion’, los consultants y los terapeutas se entretenian, sentian cunosidad por escuchar y en los comentatios de la familia aparecia la perplejidad, gratitud y deseo de continuar ppensando. Las sesiones se cerraban en un clima de emocin y de cercania entre terapeutas, observadores Tom Andersen, The reflecting team. Systemic Studies; borgman publishing id. Broadstats, Kent. 1990 y miembros de la familia. E1 cimulo de ideas suspendidas en el aire al finalizar, daba pie para conversaciones en las sesiones que seguian. Habiamos encontrado una pieza central de nuestro Fompecabezas terapéutico-sistémico-constiuctivista; era un modo convincente expresar confianza en la capacidad autocurativa de las familias y en las potencialidades del terapeuta, inerementaba la transparencia de nuestro trabajo y correspondia a un esfuerzo honesto de desviar la mirada de deficiencias, anomalias y olvidar las hipétesis peyorativas que les daban sentido. Se habian terminado las actitudes detectivescas que sospechaban "juegos sucios" en la familia, vetan rigideces organizacionales que habia que bislar y disefiaban rituales que a veces se transformaban en tortura para familia y terapeuta, Y cuando las familias dejaron de ser "barracudas"® pudimos dejar alras las estrategias bélicas creadas para protegemos, ZQué es lo que en esencia nos propone Tom Andersen? En primer término cuidarse de “las hipdtesis". (Qué alivio! Para Andersen las hipdtesis tradicionales provienen de nuestras creencias que constituyen una telén de fondo, donde proyectar lo que vemos y escuchamos de la familia. {Cuan obvio resulta luego clasiticar Jos hechos en aquellos que Confimman y los que no confirman esta hipdtesis hecha verdad! A mayor confianza en la veracidad de la hipétesis, mayor el riesgo de confirmar, con asombrosa independencia de los hechos, la misma “verdad establecida antes de comenzar. |Peligroso juego, forzar la naturaleza para obligarla a dar la respuesta que voluntariosamente inventamos! Este modo "cientifico" de proceder nos impide, segin Andersen, quien a su vez Gita @ Bateson, percibir patrones, secuencias y globalidades, En el contexto tradicional el terapeuta, poseedor de su secreta verdad ~ nacida de su “conocimiento cientifico", sabe algo de la familia que ella misma desconoce. Este saber lo coloca en una posicién distante - de experto -, lejos de suefios, temores, sentimientos, intuiciones y sabidurias de las personas. Andersen propone algo diferente: El terapeuta se suma al sistema creado en tomo al problema’ y trabaja con los consullantes, "codo a codo" para una meta Comin, que es, disminuir el sufrimiento en el sistema, La tarea del terapeuta consiste en consecuencia, en. “sintonizar” lo més posible con el sistema consultante para crear en conjunto un nuevo sistema® que lo incluye. “Las diferencias que hacen la diferencia” atraen el interés de Andersen. El transforma en Virlud, lo que para otros terapeutas es una dificultad: En vez de llegar de las diferencias a los consensos, 2 Ver Steven Shatzer 4 20 suparstcion’ paratraseando a Wittgenstein Siguiendo a Goolishian quien considera que la unidad de tratamiento no es la familia, ino el sistema de significado formado en tom al problema. Anderson, Harlene, Goolishian Harold: Human systema as linguistic systemas. Family Process 27, (1), 312, 1988 * Que nosotros denominamos sistema terapéutico, Ver en “Enfermedad - Organizacion familar’ Una interaccicn comple (@rmengol V., Funtmann |) Rev de Familias y Terapias, Ano 1 N° 2 octubre 1993: 53-61 Seguin Bateson se percibe que algo es diferente cuando se hace una comparacion; con otro algo, con un fondo © un centorno, como contvaste. En cada situacion es posible establecer un sinnimero de diferencias, particularmente en sistemas vivos en que adicionalmente hay el punto de referencia esta en un constante cambio En el proceso de

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