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INTRODUCCIÓN A LA COMUNICACIÓN ACADÉMICA

Gestión Aula 2
Producto Final
Docente: Barba Tamayo, Édison Paúl. Ab.

La Teoría del Conocimiento


Autor.- Guachilema Castillo, Paúl Alejandro
“El día que la Ciencia empiece a estudiar fenómenos no-físicos, la ciencia
progresará más en diez años que lo que ha progresado en todos los siglos
anteriores.” Nikola Tesla

El estudio de las ciencias, ya sean naturales o sociales, son parte de un largo proceso
histórico tan largo como la historia de la humanidad misma, y tienen un papel sumamente
importante en el desarrollo de las estructuras de la civilización ya que son un privilegio de
los individuos que ha permitido dinamizar el progreso tecnológico. El desarrollo de la
tecnología, y en general, la actitud de la humanidad con relación a su futuro tiene una
dependencia del conocimiento de la naturaleza; esto ha llevado a que muchas mentes hayan
dirigido sus esfuerzos al encuentro de métodos y procesos que describan la esencia de
nuestro mundo, tal y como lo hizo Hipócrates (citado por Sagan, 1995), considerado el
padre de la medicina quien escribió: “Los hombres creen que la epilepsia es divina,
meramente porque no la pueden entender. Pero si llamasen divino a todo lo que no pueden
entender, habría una infinidad de cosas divinas” (p.17) retirando de este modo el manto de
superstición que rodeaba a la medicina de ese tiempo. La historia de la ciencia está
íntimamente relacionada con la historia de la filosofía, desde la antigua Grecia hasta
nuestros días, ya que antes del advenimiento de la ciencia moderna muchos de los
problemas que hoy pertenecen a las ciencias naturales eran estudiados por una rama de la
filosofía llamada metafísica bajo el título de filosofía natural. Es aquí donde nace la
epistemología, que se ha convertido en una rama importante de la filosofía tanto conceptual
como profesionalmente; es por eso que vale la pena preguntarse ¿Qué es? Y ¿Para qué sirve
o podría servir la Epistemología?

En primera instancia la palabra epistemología puede asemejarse al nombre de algún tipo


de enfermedad o especialidad médica, pero en realidad se trata de la rama de la filosofía
que se encarga de estudiar el método y la práctica de la ciencia, así como el conocimiento
científico; Se ocupa de las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que
conducen a su obtención, y de los criterios por los cuales se justifica o se invalida. La
introducción de dicho término se atribuye al filósofo escocés James Frederick Ferrier y
viene de los vocablos griegos episteme “Conocimiento” y logos “Estudio”. Hasta hace
apenas un siglo formaba parte del estudio de la gnoseología cuando aún no se advertían los
problemas que se presentan tanto en el curso de la investigación científica como en el de la
reflexión metacientífica; Antes de que proclamara su estudio independiente, esta era
cultivada principalmente por científicos y matemáticos en sus ratos libres como después de
dictar conferencias de divulgación.

En la mayoría de los textos la palabra epistemología se encuentra relacionada como


aquella ciencia, o parte de la ciencia encargada de la teoría del conocimiento. Para Piaget
(Citado por Parra, 2005), la epistemología "es el estudio del pasaje de los estados de menor
conocimiento a los estados de un conocimiento más avanzado” (p.7) de donde se infiere
que las preguntas que responde la epistemología hablan más acerca del proceso de la
obtención del conocimiento científico y no tanto por lo que es el conocimiento en sí y
mucho menos por como conoce el sujeto.

Para ejemplificar un poco su utilidad Mario Bunge (2006) explica; “La epistemología es
a la ciencia lo que la teología a la religión, y lo que la estética es al arte” (p.1) se puede
hacer ciencia sin epistemología, así como se puede practicar una religión sin enredarse en
cuestiones teológicas, y crear obras de arte sin intentar entender textos de estética. Pero al
hacerlo de este modo se aceptan implícitamente algunas ideas. Por ejemplo, incluso el
creyente más alejado de lo estricto de la doctrina religiosa tiene alguna noción acerca de
aquello que venera. La tarea del teólogo es refinar y propagar esta idea, este refinamiento
tiene también usos prácticos: Se enseña en las escuelas religiosas y se emplea para
catequizar, así como también sirve para medir el tamaño de la herejía y su consecuente
castigo. Los usos prácticos de la epistemología son principalmente tres: orientar la
investigación científica, distinguir la ciencia de la pseudociencia y ayudar a diseñar
políticas de fomento de la ciencia.
Una vez remarcada la importancia que tiene la epistemología en la investigación y
difusión de la ciencia, resulta difícil observar que en las facultades de ciencias de la
universidad ecuatoriana solo se da importancia al estudio de las llamadas ciencias exactas.
Se puede afirmar esto de la revisión de las mallas curriculares de las carreras de
Matemática de la Escuela Politécnica Nacional, Biofísica de la Escuela Superior Politécnica
del Chimborazo e Ingeniería Química de la Escuela Politécnica del Litoral en donde existe
un lamentable 0% de referencia hacia el estudio de la Epistemología y un porcentaje
también muy bajo de estudio de las humanidades. Para explicar esta carencia, Mario Bunge
(Entrevistado por García, 2014) menciona:
“La ciencia no se hace en un vacío filosófico, sino en una matriz filosófica (…). Yo siempre he
propuesto que los alumnos de ciencias sigan una materia de epistemología, lo malo es que los
profesores de epistemología no suelen saber ciencia y los alumnos de ciencias no los respetan
mucho”(p1)

Esta particular estudio tiene una característica que la separa del resto de ramas de la
filosofía y es que la epistemología hace foco en el conocimiento científico pero no en el
sujeto cognoscente, es decir que muestra muy poco interés en el ser. Para el filósofo y
sociólogo francés Edgar Morín (1990) esto es un grave error ya que la construcción del
conocimiento es un proceso no solamente biológico-cerebral, sino también psicológico,
histórico, cultural y social; por lo cual desarrolla un nuevo planteamiento llamado Teoría de
la Complejidad, acerca de la cual dice:
“Vivimos bajo el imperio de los principios de disyunción, reducción y abstracción, cuyo
conjunto constituye lo que llamo el «paradigma de simplificación». Descartes formuló ese
paradigma maestro de Occidente desarticulando al sujeto pensante y a la cosa extensa, es decir
filosofía y ciencia, y postulando como principio de verdad a las ideas «claras y distintas», es
decir, al pensamiento disyuntor mismo. Este paradigma, que controla la aventura del
pensamiento occidental desde el siglo XVII, ha permitido, sin duda, los enormes progresos del
conocimiento científico y de la reflexión filosófica; sus consecuencias nocivas ulteriores no se
comienzan a revelar hasta el siglo xx.

Tal disyunción, enrareciendo las comunicaciones entre el conocimiento científico y la reflexión


filosófica, habría finalmente de privar a la ciencia de toda posibilidad de conocerse, de
reflexionar sobre sí misma, y aun de concebirse científicamente a sí misma. Más aún, el
principio de disyunción ha aislado radicalmente entre sí a los tres grandes campos del
conocimiento científico: la Física, la Biología, la ciencia del hombre” (p. 29, 30)

“¿Qué es la complejidad? A primera vista la complejidad es un tejido de constituyentes


heterogéneos inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple. Al
mirar con más atención, la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos, acciones,
interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo
fenoménico. Así es que la complejidad se presenta con los rasgos inquietantes de lo enredado,
de lo inextricable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre... De allí la necesidad, para el
conocimiento, de poner orden en los fenómenos rechazando el desorden, de descartar lo
incierto, es decir, de seleccionar los elementos de orden y de certidumbre, de quitar
ambigüedad, clarificar, distinguir, jerarquizar...

Pero tales operaciones, necesarias para la inteligibilidad, corren el riesgo de producir ceguera
si eliminan a los otros caracteres de lo complejo” (p.32)

Este pensamiento presenta una propuesta alternativa a la Epistemología tradicional


donde excluye al hombre de su estudio y al hacerlo ayuda al alejamiento de las cuestiones
científicas que existe en el hombre común. En cambio el enfoque multidisciplinario que nos
ofrece la Teoría de la Complejidad al hacer las consideraciones que descarta la
Epistemología nos ayudará a afrontar con mayor eficacia los desafíos de la actualidad
integrando saberes, tendrá enormes consecuencias en el planteamiento de las ciencias, la
educación, la cultura y la sociedad; pero fundamentalmente permitirá difundir de mejor
manera el conocimiento que es el primer paso hacia conseguir lo que todos anhelamos, una
sociedad más justa, amable y humana.

REFERENCIAS
SAGAN, C. (1995) El Mundo y sus demonios. Recuperado de:
http://paranoideo.com/upload/carl_sagan_-_mundo_demonios.pdf
PARRA, L.E. (2005) Epistemología De Las Ciencias. Recuperado de:
http://200.26.134.109:8091/unichoco/Ceres/ARCHIVOS/Ciencias%20sociales/ciencia/E
PISTEMOLOGIA%20DE%20LAS%20CIENCIAS.pdf
BUNGE, M. (2006) Usos Prácticos de la Epistemología. Recuperado de:
https://grupobunge.wordpress.com/2006/06/01/usos-practicos-de-la-epistemologia/
GARCÍA, P. (2014) Mario Bunge: "La ciencia se hace en una matriz filosófica",
Tendencias 21, (s/v). Recuperado de: http://www.tendencias21.net/Mario-Bunge-La-
ciencia-se-hace-en-una-matriz-filosofica_a33454.html
MORÍN, E. (1990) Introducción al Pensamiento Complejo. Recuperado de:
http://www.pensamientocomplejo.com.ar/docs/files/MorinEdgar_Introduccion-al-
pensamiento-complejo_Parte1.pdf

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