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INSTITUTO MEXICANO DE PSICOONCOLOGÍA

PLANTEL MONTEVIDEO

MAESTRÍA EN TANATOLOGÍA

RITUALES FUNERARIOS ACTUALES EN MÉXICO

Materia: Introducción al estudio de la muerte

Docente: Dra. Calzado Calderón Mariela

Integrantes:

Avendaño Ordoñez Estela


Becerril Burgos Marcela
Garnica Montoya Angélica
Mejía Arroyo Beatriz E.
Olvera Edgar
Peralta Molina María Patricia
Rodríguez Serrano Bélgica A.

Generación: 34

Mayo, 2018
EL RITUAL FUNERARIO EN MÉXICO

Esmeralda:

La muerte de un ser querido implica para los vivos un trauma emocional, por un lado
demanda aprender a vivir sin la persona y por otro lado la visión del cuerpo inanimado,
inerte y sin brillo vital nos pone en contacto con la realidad de nuestra propia finitud.

A nivel social, la muerte de un ser querido genera dolor, tristeza y desesperación en los
seres cercanos y la familia, no volver a ver a la persona, platicar con ella o sentir el consuelo
de su presencia implica el rompimiento y fin de una historia de relación. En los primeros
momentos los sobrevivientes cercanos pueden tender a negar la muerte o a tratar al ser
inanimado como si estuviera vivo, buscar su comodidad y evitarle el frío, sostener su
mandíbula y cerrar sus ojos para que en un primer momento parezca dormido, es decir,
parezca vivo. Estas acciones son en un nivel psicológico una acción adaptativa que permite
la estabilidad psicológica de los vivos ante las demandas de la nueva situación.

El ritual funerario en México toma diferentes matices dependiendo de zonas geográficas,


regiones culturales, tradiciones, niveles socioeconómicos y creencias religiosas. Podemos
señalar entonces una amplia gama de acciones en sus modalidades, por lo que el presente
no pretende indicar una muestra estática del ritual funerario en México, sino describir el
proceso de transición adaptativa que implica la muerte de un ser querido, que va del
desconsuelo hasta la adaptación y hacer patente el modo como el ritual funerario apoya
durante este pasaje, específicamente en la vivencia que sincretiza la visión católica que
viene del mundo europeo y la visión de la tradición indígena.

En la ciudad, los trámites administrativos relativos al fallecimiento los realizan aquellas


personas prácticas que tienen la fuerza de enfocarse en ellos, tales como alguno de los
hijos o hermanos del fallecido. El cuerpo es recibido y arreglado en una funeraria, donde
se adorna el féretro con flores e imágenes religiosas. Se puede decidir tener a la vista al
muerto o mantener cerrado el ataúd. La velación dura una noche, durante éste momento
los dolientes visten de negro y reciben las condolencias de familiares y amigos quienes
expresan con palabras y un abrazo su dolor ante la muerte o recuerdan las cualidades
personales o laborales del finado. Al otro día el cuerpo es llevado a su último recinto ya
sea si se decide sea enterrado o incinerado, si es cremado las cenizas quedan en un nicho
en el cementerio, este proceso es apoyado por un sacerdote. Una vez terminado este
evento la familia y cercanos se retiran y pueden organizarse o no nueve días de oración en
casa del finado.

El ritual funerario en México muestra sus raíces tradicionales arcaicas en los pueblos,
donde vida y muerte conviven mediante la conceptualización del “ente espiritual”. Un ser
vivo es asumido como cuerpo vital enraizado en la tierra, este cuerpo vital contiene a su
“ente espiritual” el cual está enraizado en lo celestial y cercano a Dios, mismo que ante la
muerte es liberado. A nivel simbólico, la pérdida de la vida implica el rompimiento de la caja
del cuerpo viviente y el ente espiritual es capaz de viajar hacia su última morada cercana a
Dios y a los ya fallecidos.

Se concibe la posibilidad de convivencia entre los seres espirituales en “el otro mundo”, el
reencuentro con familiares fallecidos quienes reciben y guían al recién llegado, sin embargo
el recién muerto pasa por un proceso de transición durante el cual puede no decidirse entre
dejar sus raíces afianzadas a la tierra o aceptar su vivencia en el mundo espiritual.

Se presenta la concepción colectiva de que ante este periodo de transición se mantiene la


posibilidad de convivencia entre los vivos y los entes espirituales, estos últimos pueden
visitar a los vivos, consolarlos, aconsejaros o pueden perderse en el camino si no son
auxiliados por los vivos con las oraciones y rituales, de ahí la presuposición de la
importancia de apegarse a los rituales al pie de la letra, ya que se considera que un ente
espiritual “perdido” puede quedarse “atorado” en casa y manifestarse o acongojar a los
vivos.

Marcela :

El ritual funerario en México tiene la función de apoyar a los vivos en el proceso de transición
entre la aceptación de la pérdida y la adaptación a la nueva vida sin la persona fallecida. El
llanto inunda a las personas el cual es expresado públicamente por la mujer o es reprimido
principalmente por el género masculino quien debe mostrarse fuerte en todo momento.

La vivencia del ritual funerario en la familia tradicional presenta diferentes etapas la cual se
muestra en el siguiente relato que pretende describir el proceso de transición adaptativa en
los aspectos emocionales, de acción y de relación, así como su efecto en el proceso de
aceptación de la muerte. Se relata la experiencia de una familia que habita en Tlalnepantla,
Estado de México, cuyas raíces familiares se encuentran en poblados del Distrito Federal,
específicamente en Nativitas y en el pueblo de Tacuba.

El abuelo ha muerto después de una larga enfermedad, los hijos se han mantenido atentos
algunos a distancia, otros iniciando trámites. La esposa se mantiene junto al finado sentada
junto a su cama, se mantiene en duelo, desconsuelo y desesperación. Recibe a los hijos,
miembros de la familia y vecinos. Toca constantemente la nariz del abuelo señalando que
está fría, que deben dejarlo sobre la cama donde le da el sol para que no le de frío, le cubre
con la palma de la mano cálida la punta de la nariz con la esperanza de calentarlo, lo cual
implica la no aceptación de la realidad de la muerte. Abraza a los recién llegados, sus
nietos y sobrinos. Con desesperación, no permite que se lleven al cuerpo a la sala hasta
que lo vean los más cercanos, se pide a los nietos más pequeños besen al cuerpo muerto
como si estuviera dormido, dándole su último adiós.

La abuela se muestra desconsolada ante el fallecimiento, se siente culpable de no haber


hecho más no obstante no se despegó de su lado durante varios años, se le permite
expresarse libremente, se le señala que ha actuado de la mejor manera. Una de las nueras
hace oración, la abuela empieza a tranquilizarse, estando presentes todos los hijos se cierra
la puerta del dormitorio y se le observa y se le mira por última vez. Sólo hasta ese momento
la abuela permite que el cuerpo sea arreglado por los camilleros para ser colocado en el
ataúd al centro de la sala. Ante este acto se empieza a arreglar la casa para recibir a las
visitas, se mandan pedir sillas, flores, se mueven muebles, se manda llamar al sacerdote,
se colocan cirios alrededor del ataúd, el abuelo puede verse a través de un cristal. Vecinas
llevan café en polvo y galletas para apoyar el proceso de recepción de las visitas.

Los allegados ocupan toda la sala, el lugar se mantiene en silencio, la abuela ocupa el lugar
más céntrico y cercano al muerto, sus hijos y nietos junto a ella quien mantiene la calma. El
compadre forma una cruz de cal abajo del ataúd, la cual es cercada por veladoras.
Las personas que llegan dan sus condolencias a los cercanos, se les invita a comer, las
mujeres se van a la cocina a preparar el café, la atención se centra en atender a los que
llegan y entre los miembros se genera una sensación de asociación y utilidad, de este modo
se reorganiza la atención hacia el mundo social, hacia lo exterior. Ante la llegada del
sacerdote se inicia la ceremonia. El ritual de la misa estabiliza el estado emocional de los
allegados, propicia la auto reflexión y centra la atención en las etapas de la ceremonia. El
cuerpo inanimado es aceptado como un cuerpo muerto, con el auxilio del sacerdote y las
oraciones se guía al espíritu hacia su nueva morada.

El cuerpo se mantiene en la sala y la gente se sienta alrededor, se preparan para pasar la


noche, se les ofrece café y pan dulce. Las personas que no se habían visto desde hace
años comentan como han crecido los niños, se ponen al corriente en sus vivencias, la
atención deja de centrarse en el muerto. Gente entra y sale, como si hubiera fiesta.

Al otro día la familia se organiza ante la llegada de la carroza que llevará el ataúd al recinto
donde será incinerado. En la carroza va el hijo mayor, los que tienen auto llevan a los
asistentes y a la familia, de ese modo se afianza el sentido de comunidad.

En el recinto donde será incinerado se piden tres testigos que son los más cercanos a la
familia, el hijo mayor y el menor, así como un sobrino. Estos testigos asumen el papel de
representantes de la persona fallecida por lo que deben de ser elegidos y deben
considerarlo como un honor, el cual no puede ser rechazado. Antes de incinerarlo deben
revisar la ropa que no tenga nada y notan que el cuerpo tiene una sonda que deben
retirar. Después de que meten al cuerpo salen los testigos.

La familia expectante debe salir del recinto, llevan sillas y otros miembros de la familia les
proporcionan agua y alimentos, se preparan ya que el proceso durará tres horas. Durante
ese tiempo la familia puede conversar discretamente, esta conversación se convierte en
sectaria, donde se manifiestan críticas y reclamos. La hermana del abuelo reclama que su
hijo no haya sido tomado en cuenta para la reunión final con los hijos, señala que su hijo se
siente excluido no obstante tomó al abuelo como un padre, considerándolo un
desaire. Estas acciones ponen de manifiesto que el proceso de transición coloca a la gente
en la vivencia del mundo real, deja de centrarse la atención en el muerto y la pérdida y se
centra en el exterior y en los problemas de los vivos.

Ante el inicio del proceso de incineración, se acepta la inminente transición del cuerpo una
vez vivo hacia el mundo de los muertos. La familia recupera su tranquilidad al contar con
un representante del abuelo, alguien que a su modo asumirá su rol, el cual es tomado por
uno de los hijos, el que se mantiene más cercano a la madre. La organización familiar
vuelve a establecerse y a recuperar su equilibrio. La abuela retoma entonces su
tranquilidad.

El hijo mayor no está presente para recibir las cenizas y las lleva el hermano menor, se
presentan reclamos de aquellos que se han sentido excluidos, críticas hacia aquellos
ausentes, las preocupaciones y congojas se centran en temas sociales.

De regreso en casa, las cenizas ocupan un lugar en la habitación del finado, representan al
abuelo y se mantienen con una veladora encendida, una imagen religiosa y flores frescas,
los nietos más cercanos le hablan al abuelo que se vivencia “en las cenizas”, le expresan
lo mucho que se le extraña. A nivel simbólico, las cenizas del abuelo ocupan un rol de
transición entre los vivos y el mundo espiritual, su cuerpo vital se ha convertido en ceniza y
su espíritu se mantiene presente entre la familia.

En la sala se mantiene la cruz de cal que anteriormente había puesto el compadre bajo el
ataúd, esta se encuentra rodeada con veladoras y flores frescas, recuerda a los allegados
de la reciente pérdida y hace saber a los vecinos de ésta. La cruz de cal adquiere un “poder”
en el proceso de transición, ya que durante el tiempo en que se encontraba bajo el ataúd
tuvo la función de “absorber” el espíritu del abuelo, desde este punto de vista ya no es
simplemente cal, sino una sustancia blanca que guarda la esencia espiritual del abuelo, por
lo que no debe ser deshecha o pateada por error, siendo cercada por veladoras o señales
de luz.

Es alrededor de esta cruz de cal donde los deudos dirán el novenario, una persona
especialista guiará la oración ante los deudos a las 19 hrs. durante nueve días. El ritual
consiste en orar secciones del rosario durante aproximadamente una hora, posterior a este
evento a los asistentes se les convidará con café y galletas y se despedirán discretamente,
sólo quedarán los más cercanos tomando decisiones respecto a la familia.

Pasados los nueve días el compadre llaga con un utensilio hecho por él mismo para
recuperar del piso cuidadosa y respetuosamente la cruz de cal que asume la función de
sustancia espiritual. Para este efecto se ha instruido a la familia para que forre una caja de
cartón con papel negro, la cruz de cal es dividida en cuatro secciones, representando a los
cuatro hijos del abuelo, cada hijo debe tomar cuidadosa y respetuosamente su parte y
depositarla en la cajita. Como no se encuentra el hijo mayor, es el sobrino, aquel que se
había sentido desairado, el que es elegido para asumir el papel del hijo mayor ausente, de
este modo se busca restablecer una alianza y reconciliación con él y su familia,
consolidando el sentido de unión y el equilibrio organizacional con la familia extensa, ya
que todos estos eventos no se mantienen como secretos sino que se manifiestan entre las
pláticas de los allegados. De no restablecerse la reconciliación se generan facciones y
resentimientos que amenazan la unión.

No obstante una de las hermanas del abuelo ha roto lazos con la familia al señalar su
inconformidad con que el abuelo haya sido incinerado ya que ella reclama que siendo el
abuelo su familiar más cercano no tiene lugar a dónde visitarlo, orarle, arreglarle sus flores
y platicarle. Al sentirse despojada de este derecho decide romper con la familia y no
participar en los rituales, se unen a ella dos hermanas más quienes cortan relaciones con
la familia. Lo anterior pone de manifiesto que la muerte no se vivencia como el fin de una
relación sino que la relación con el finado se mantiene a nivel simbólico con el espíritu del
fallecido a quien se le vive presente en la experiencia de los vivos para que de este modo
se siga escribiendo una historia con él que contenga futuro.

Pasado el novenario se organiza una ceremonia religiosa, cuando concluye, los asistentes
llevan hacia el cementerio la caja que contiene la cal, que es introducida en la tierra donde
se encuentra la tumba del finado, para este efecto la tumba todavía no ha sido cubierta por
una losa, posterior a este evento se organiza una comida que represente el fin de este ritual
funerario.

En este caso como el cuerpo fue incinerado la cruz de cal no se puede llevar a la tumba,
entonces la cajita con la cal se mantiene en casa, junto a las cenizas y se realiza la comida
donde se manifiesta la convivencia familiar, los temas no se centran en el muerto, lo cual
indica una aceptación de su condición.
Las cenizas y la cal se mantienen en casa apoyando el proceso de aceptación de la pérdida,
indican la convivencia entre cuerpo y espíritu. A su alrededor se mantienen diariamente
encendidas las veladoras, la imagen religiosa y las flores frescas, la veladora representa la
luz que indica el camino, la imagen religiosa da consuelo y señala la última morada y las
flores frescas hacen referencia a lo vital. Estos elementos se mantienen en el dormitorio
donde duermen la abuela y la nieta.

Pasados estos eventos, la abuela empieza a restablecer sus actividades, se reintegra a


grupos sociales y a cuidar su salud, lo cual respalda que se inició el proceso de adaptación
sin la persona. Sin embargo pasado un tiempo comenta que no puede dormirse en el lugar
de la cama que ocupaba el abuelo ya que cuando lo hace empieza a sentir agobio e
incomodidad, como si la empujaran, sensación que no tiene la nieta cuando se acuesta ahí,
las cenizas se mantienen presentes en un buró dentro del cuarto.

Lo anterior refleja que la presencia del símbolo del fallecido ha dejado de realizar su función
de consolación, se asume que el proceso de aceptación y adaptación ha concluido y estos
elementos simbólicos ahora pueden ocupar un lugar fuera de la casa en un nicho.

Sacar las cenizas muestra a nivel simbólico que los vivos ya pueden vivir sin la presencia
de la persona fallecida y ésta última debe ser guiada fuera de casa hacia su última morada
que se encuentra en el mundo espiritual. Las consignas indican que de no hacerse esto
existe el riesgo de que el fallecido no encuentre su camino, se enraíce en la casa, empiece
a manifestarse y no pueda descansar en paz.

La conceptualización de la vida después de la muerte se identifica en los entierros de los


grupos indígenas en México los cuales contienen objetos que son de utilidad a los muertos
en su nueva vida dentro del mundo espiritual.

La vivencia de la manifestación de los “entes espirituales” no guiados o perdidos se refleja


simbólicamente en las conversaciones de los cercanos que indican la presencia de
sombras, el cambio de lugar de objetos, la caída inexplicable de cosas, tronidos en casa,
visiones o sueños incómodos u otros eventos.

Al sacar las cenizas de casa se concluye con el rito de pasaje y se manifiesta que la pérdida
ha sido aceptada y se ha reiniciado la vida sin la persona. Sin embargo se mantiene la
alianza entre los vivos y los muertos por lo que se le seguirán ofreciendo misas y se
mantendrá su memoria en rituales de continuidad como los realizados el día de muertos el
1 y 2 de noviembre.

TIPOS DE SERVICIOS FUNERARIOS

Angélica:

En la actualidad algunas funerarias los ritos funerarios se han vuelto un negocio, que más
haya de apoyar a los dolientes, tal parecerá que agravan más el pesar, ya que dichos
servicios salen más caros, debido a una parte a la previsión de dichos servicios, sin
embargo habrá quienes si tengan previsto estos servicios para cuando se llegue el
momento, sus familiares no tengan una pesar menos. En la actualidad la tecnología en
cuanto a los servicios funerarios está cobrando un auge, sobre todo en países desarrollados
y con una economía más estable, y una previsión para ese último adiós, a través de pólizas
de gastos funerarios, en México aún no se llega a tanta accesibilidad por los costos de
dichos servicios, sin embargo habrá sectores de la población que puedan costear dichos
eventos.

Funerarias como Gayosso desde hace algunos años han implementado este tipo de
servicios, como florería virtual, urnas ecológicas que se pueden deshacer en el mar.

La incorporación de la tecnología en los ritos funerarios, por ejemplo en la esquelas,


pésames, formas de avisar sobre el fallecimiento de un ser querido, palabras fúnebres para
el acto religioso, etc.

Funerales ecológicos nacen como una iniciativa ética, ecológica y medio ambientalmente
sostenible frente a los usos comunes de la industria funeraria.

Suelos de Conservación: cementerios donde se intenta conservar un paisaje o ecosistema


que por lo tanto no pueden cambiarse ni modificarse. Estos cementerios promueven las
prácticas mortuorias sustentables y maximiza el potencial del proceso de descomposición
para facilitar la restauración ecológica de paisaje. Siempre están relacionados con alguna
organización conservacionista que regule los protocolos funerarios.

Suelos naturales: los que no contemplan conservar el paisaje, pero que deben cuidar de
las características y composición del suelo natural, para aprovechar también la
potencialidad del proceso de descomposición del cuerpo humano.

Los ataúdes de los entierros verdes están hechos de materiales biodegradables (madera
liviana, papel o fibras naturales como el mimbre).

La criogenización (del griego κρύος [kryos] que significa "frío", "helado", "gélido") es la
preservación a bajas temperaturas (criopreservación) de seres humanos que la medicina
contemporánea ya no puede mantener con vida, con el objetivo de tratarlos médicamente
y reanimarlos en el futuro.

Enviar las cenizas al espacio proceso en el cual una parte de las cenizas o todas de tu ser
querido son enviadas al espacio.

Estela :
RITUALES FUNERARIOS

En México han llegado personas de diferentes países y existen varias religiones, las
cuales realizan el rito funerario a su manera, en el siguiente cuadro se explica algo de
esto:
CONCEPCIÓN DE LA
RELIGIÓN RITUAL
MUERTE
Judía Se considera un proceso La autopsia no está contemplada dentro de
natural de la vida. La las leyes judías a menos que la ley del país
muerte así como la vida así lo requiera, y deberá ser mínimamente
tiene un significado y son intrusiva.
parte del plan divino. Los Todos los judíos fallecidos son tratados con
judíos creen dignidad e igualdad.
fervientemente en que los Los judíos siempre son enterrados bajo tierra,
muertos serán no cremados.
resucitados y que • Apenas al morir, se deben cerrar los ojos, su
aquellos que vivieron una cuerpo se cubre y se colocara en el suelo.
vida haciendo el bien, • Nunca se debe dejar solo al cuerpo por
serán recompensados. respeto hasta que sea enterrado.
• Las personas que acompañan al cuerpo se
llaman guardianes o Shomerim, y no deben
ingerir alimento y bebida alguna en
presencia del fallecido, ya que se considera
una falta de respeto y una burla.
• El servicio de “guardián” es voluntario,
meritorio y de extremo respeto.
• El cuerpo es lavado en señal de purificación
(Tahara), siempre personas del mismo
género que el cadáver, nunca se colocará
boca abajo, y se viste con una túnica de lino
blanco tradicional (Takhrikhin).
• El cuerpo se coloca en ataúd de madera
(Aron) con varios orificios para no interferir
en el proceso natural de volver a la tierra.
• El cuerpo debe ser enterrado lo ante
sposible, no se entierra con joyas o ningún
otro objeto.
• El cuerpo no se muestra nunca a los
presentes por considerarse una falta de
respeto.
• No se usan flores, ya que se consideran
frívolas e innecesarias.
• Es tradición judía el arrancarse parte de la
vestimenta sobre la zona del corazón (si el
fallecido es el padre) o sobre el lado derecho
del pecho (si es otro miembro cercano de la
familia). A esto se le conoce como K´riah.
Se utiliza por siete días, pero si el fallecido
es el padre o la madre se usan por 30 días;
se debe ofrecer las condolencias a estas
personas aunque no se conozcan.
• El Anninut es el tiempo entre la muerte y el
entierro, la familia crecana expresa su dolor
y no se reciben visitas o llamadas para dar
las condolencias.
• El servicio fúnebre es simple, de unos 20
minutos de duración.
• Luego del entierro es costumbre que la
familia tenga que lavarse las
manos. Después del entierro, un amigo
cercano prepara la primera comida sólo
para los dolientes cercanos. Esta cena es
una importante tradición judía que simboliza
la continuidad de la vida. Después de esta
cena se podrán recibir las condolencias.
• No se permite el uso de música, se espera
que la familia no asista a celebraciones en
los próximos 12 meses.
• Tres periodos de duelo judío:
Periodo de Shiva: El día del entierro es
contado como primer día de Shiva y
continúa por siete días.
La familia doliente se queda en casa
durante el período de Shiva y es la
comunidad judía la que visita a la familia
para brindar su apoyo y consuelo.
Período de Shloshim: Este es el período
de treinta días (Shloshim significa
Treinta en hebreo) donde la familia del
fallecido se reincorpora a sus trabajos,
escuela, etc. Durante este período no
se escucha música, cortarse el pelo,
afeitarse, maquillarse y ningún otro tipo
de forma de celebración.
Período de Avelut: Este es el período
observado por los hijos del fallecido y
dura doce meses contados desde el día
del entierro. Las fiestas, conciertos,
teatros, etc. deben ser evitados. El hijo
(s) del difunto deberá recitar la oración
del Kaddish todos los días.

Budista El budismo proclama que El Budismo acostumbra leer El libro de los


la vida es eterna y se Muertos a la persona que está por morir o que
prepara para la muerte de está ya fallecida, para ayudarlo en el “bardo”
manera sencilla, con o Estado Intermedio entre esta vida y la
actitud positiva, siguiente. Esta fase tarda 49 días en los
entrenando la mente para cuales los familiares y amigos del fallecido
la calma y la felicidad presentan sus ofrendas en forma de alimentos
espiritual. El budismo se y bebidas para el espíritu del fallecido.
basa en llevar una vida El tratamiento del cuerpo del fallecido
amorosa y responsable varía. Comúnmente el cuerpo se incinera,
con todos los seres vivos. para permitir que el espíritu se libere del
cuerpo.
• Para empezar, el monje o monjes designan
una fecha para la ceremonia de “Gnan Sop”.
El cuerpo del fallecido es preparado con
formol para que pueda permanecer en su
casa por 7 días antes de la
cremación. Durante las seis noches los
monjes van a la casa del fallecido a ofrecer
sus oraciones alrededor de las 7pm. Se
acostumbra mostrar una foto del fallecido
junto a algunas velas sobre el ataúd. Es
costumbre que los asistentes al funeral usen
ropa oscura o camisa blanca. Se ofrecen
bebidas a los asistentes.
• Para el séptimo día se prepara la cremación
la cual se llevará a cabo en horas de la
tarde. Los monjes oran durante 30 minutos
para luego regresar a su templo. Algunos
funerales importantes hasta contratan a
músicos tradicionales.
• Los asistentes van al templo y ofrecen
regalos y dinero a la familia del fallecido.
Algunas familias tienen la costumbre de
imprimir un manuscrito sobre el fallecido,
contando historias sobre él. Este
manuscrito es entregado a los asistentes en
el templo. Este gesto es altamente valorado
en la religión budista, ya que ayuda a
difundir la sabiduría y conocimientos a otras
personas.
• Se utiliza incienso durante la ceremonia,
tanto para el fallecido como para Buda.
• Luego de cien días del fallecimiento, se
realiza una nueva ceremonia budista para
ofrecer las oraciones finales. A esta
ceremonia se invita a los monjes
budistas. También se dan sobres con
billetes, así como artículos diversos como
medicinas, ropa para los monjes, velas,
fruta, paraguas, leche, artículos de limpieza,
etc.
• Se termina con la acción de verter agua en
el suelo.

Aunque las costumbres budistas varían de


acuerdo a cada secta que integra esta
religión, el período de duelo posterior a las
ceremonias fúnebres no presenta un estricto
catálogo de normas o rituales. Esta ceremonia
será realizada nuevamente cuando se cumpla
un año de la muerte del familiar y, por último,
después del tercer aniversario de su
fallecimiento para así rendirle homenaje y
marcar el final del período de luto oficial.
Respecto a la vestimenta, los dolientes no
deben obligatoriamente vestirse de negro,
aunque se procura utilizar ropa sencilla de
colores lisos y sin decoraciones.
Cristianismo La muerte es un tránsito Al momento de morir, se prepara el cuerpo, se
desde la vida terrenal coloca en la caja, se vela en compañía de
hacia Dios. Los cristianos familia, amigos y miembros de la comunidad
piensan que, al morir, el religiosa.
cuerpo se corrompe, pero No se hacen rezos, ya que se cree que no le
el alma sobrevive. La ayudaran en nada puesto que lo que Dios
muerte es el descanso valora es lo que la persona hace en vida.
eterno junto al Creador, Se realizan caticos para confortar a la familia.
aunque para alcanzar el No se colocan veladoras ya que para ellos es
cielo, habrá sido preciso algo terrenal.
cumplir con los diez Una vez que se vela, se realiza el entierro, no
mandamientos que Jesús creen en la incineración ya que no es algo que
dio a sus discípulos. marque la biblia.
No se realiza ninguna celebración póstuma.

Laico o civil Esta es una celebración En este tipo de ceremonia se recuerda al


sobre la vida del fallecido fallecido y sus virtudes, preferencias, frases
y su esencia sin importar favoritas, música, etc.
las creencias religiosas Esta forma de celebración es la favorita de
de quien oficia la muchas personas agnósticas o ateas o
ceremonia o preferencias simplemente aquellos que no se sienten
de los familiares identificados con alguna religión o ideología.
dolientes. Por lo general la ceremonia esta organizada
de la siguiente manera:
• Palabras de Apertura: Se les da la
bienvenida a todos y se agradece el
compartir este evento con la familia
doliente.
• Reflexiones sobre la Vida y la Muerte: Este
es el momento más espiritual y filosófico de
la ceremonia donde se pueden realizar
lecturas de prosa o poesía sobre el tema de
la muerte.
• El Tributo: Esta es la parte del servicio
donde familiares o amigos pueden dirigir
unas palabras a los asistentes para recordar
al difunto y hacer honor a su vida, sus
logros, etc.
• El Entierro: Este es el momento de la
sepultura del ataúd o transporte al
crematorio, según sea el caso. Esta
precedido por música o por unos minutos de
silencio para hacer una reflexión en silencio.
• Palabras Finales: Es el momento para decir
unas palabras finales y agradecer a todos
los asistentes por acompañar a la familia en
la ceremonia.
Testigos de Afrontan la pérdida de un No hay un ritual funerario como tal. Cuándo
Jehová ser querido desde una muere un ser querido se presenta un breve
perspectiva más serena, discurso sobre la esperanza de la vida que le
porque creen en la da la biblia para entrar en un mundo mejor. Se
resurrección futura. Se habla de la persona, de sus convicciones, de
tiene dolor y pesar pero el aspectos positivos suyos. Se hace el velatorio
sentimiento de desgarro en un sitio sobrio, sin imágenes ni símbolos
es más controlado. religiosos. La importancia es que los
familiares se sientan muy apoyados por la
comunidad.
La biblia promueve la modestia, por ello los
funerales no son costosos y la vestimenta no
es llamativa.
La familia escoge el lugar del funeral, puede
ser en el salón del reino, en la funeraria en un
hogar, en el crematorio o en el cementerio. Se
da un discurso para consolar a los parientes
en el que se explica lo que dice la biblia sobre
la muerte y la promesa de resurrección. No se
cobra por los funerales y personas de otras
religiones pueden asistir.

Católico Creen que la muerte es Los rituales diferirán dependiendo de la zona


un descanso, y que si la geográfica en la que se desarrollen, la cultura,
persona que falleció fue el nivel económico, etc.
buena en vida, su alma En general, se realizan los trámites
ira al cielo en donde se administrativos correspondientes, se arregla
encontrara con Dios. el cuerpo ya sea en una funeraria o en casa
los familiares lo realizan.
Se adorna el féretro y el lugar con flores,
imágenes religiosas y veladoras o luces
simulando el fuego. La velación dura una
noche y se ofrece a los que acompañan café
y pan. El cuerpo puede ser incinerado o
inhumado, dependiendo de las preferencias;
al final los restos pueden ser depositados en
un nicho o en el cementerio. El día del sepelio
por la tarde se ofrece comida (no carne).
Pueden organizarse nueve días de oración en
casa del finado (novenario/rosario), en estos
días se ofrecen alimentos sencillos a los
acompañantes.

Por ejemplo, en algunas zonas de Oaxaca


(comunidades pequeñas y de bajos recursos),
por tradición el velorio y los rezos deben
realizarse en el domicilio de la persona que
falleció. Se acostumbra que la familia
extendida y/o los amigos den “limosna” a los
familiares que se encargaran de organizar el
funeral, ésta puede ser con dinero o a manera
de despensa. Quien atiende a los
acompañantes es la familia doliente directa.

María Patricia:
Rituales Póstumos / Día de muertos

Ritual : Es una serie de acciones, realizadas por su valor simbólico. Están basadas en
algunas creencias como:
• Religión
• Ideología política
• Acto deportivo
• Tradiciones
• Recuerdos
• O la memoria histórica de una comunidad

Se realizan por diferentes razones, tales como la adoración por un Dios, lo que
correspondería a un ritual religioso.

Un festejo nacional como la independencia de un país, la muerte de un miembro de una


comunidad (como un entierro y o velorio. Un ritual es una acción cotidiana que se repite
desde hace mucho tiempo.

• Los rituales responden a una necesidad la de realizar o reforzar alguna


creencia, por ejemplo: pedirle a Dios mejores cosechas.
• Responde a una costumbre

• Aunque el tono indígena se impuso, hay que decir que la conmemoración


actual del Día de Muertos es más cercana a las danzas macabras
renacentistas europeas con sus diálogos en verso y la alegoría de la muerte,
personificada como un esqueleto humano que muestra a las figuras del poder
para recordarles su paso efímero por la vida.

Desde la época prehispánica en México, los indígenas han rendido culto a la muerte y la
han concebido como una dualidad de vida, parte del ciclo de la naturaleza. Al llegar los
conquistadores, el culto a la muerte se fusionó con la religión católica, dando origen a la
tradición del Día de Muertos durante el 1 y 2 de noviembre de cada año. En estas fechas
los mexicanos celebramos a nuestros muertos acudiendo a los panteones para adornarlos
con flores y en nuestros hogares colocamos altares, para que las almas queridas
abandonen el más allá y vaguen unos cuantos días por el mundo, visitando a su familia, su
casa y amigos.
Tradicionalmente los altares tienen niveles, y dependiendo de las costumbres familiares se
usan dos, tres o siete niveles. Los altares de dos niveles, los más comunes hoy en día,
representan la división del cielo y de la tierra; los de tres niveles representan el cielo, la
tierra y el inframundo, aunque también se les pueden referir como los elementos de la
Santísima Trinidad. El tradicional por excelencia, es el altar de siete niveles, que
representan los niveles que debe atravesar el alma para poder llegar al lugar de su
descanso espiritual. Cada escalón, es cubierto con manteles, papel picado, hojas de
plátano, palmillas y petates de tule; cada escalón tiene un significado distinto.

Los distintos elementos que componen el altar son:

✓ Arco. Representa la entrada al mundo de los muertos y está adornado con flores y,
en algunos casos, frutos.
✓ Representación de los elementos naturales. El viento está representado por papel
picado. Un vaso de agua sirve para calmar la sed del espíritu. El fuego se representa
con velas, veladoras y cirios encendidos. La tierra, con semillas y frutos.
✓ Aromas. El copal era considerado una esencia sagrada en las culturas
prehispánicas y suele ser un elemento indispensable en el altar de muertos. Otros
aromas presentes son: flores de cempasúchil, infusiones de hierbas como laurel,
tomillo y romero.
✓ Alimentos. Deben ser del agrado del difunto, quien solo puede disfrutarlos una vez
al año. Tradicionalmente, platillos típicos como el mole y los tamales están
presentes. Las calaveritas hechas de azúcar, chocolate o amaranto representan que
la muerte puede ser dulce. El pan de muerto es un elemento moderno de los altares.
También se colocan bebidas alcohólicas que el difunto disfrutaba como cerveza,
tequila o pulque.
✓ Objetos personales. En los niveles terrenales, suelen colocarse pertenencias del
occiso, especialmente si eran objetos queridos y apreciados. También se
acostumbra colocar una fotografía del difunto en la parte central.
✓ Simbología religiosa. Ocupa los niveles superiores del altar y está conformada por
cruces, figuras y estatuillas de santos, vírgenes y ángeles.

Por ejemplo en Izucar de Matamoros, Puebla, además de colocar sus ofrendas de día de
muertos tienen la tradición de colocar altares llamados “tumbas”, para los difuntos que
recien muerieron en el periodo de noviembre a septiembre, se les hace solo una vez
después de que murieron y posteriormente solo se les coloca altar de día de muertos.

Son muy parecidos a las ofrendas de día de muertos, van de piso a techo, se hacen con
referencias de lo que al difunto en cuestión le gustaba, se colocan flores, fotos, imágenes
religiosas y comida, sin embrago se hace un camino de flores de cempasúchil desde la calle
hasta la “tumba” para guiar a los difuntos y a los vivos que deseen acompañar a la familia
y observar detenidamente la “tumba”, la familia que realizó la “tumba” ofrece comida como
pozole, tamales, pancita, etc., a las personas que acuden al domicilio.
Al final el día de muertos es un ritual funerario que se realiza para recordar a las personas
que partieron y saber que van a estar presentes en la vida de su familia inclusive después
de su fallecimiento.

Bélgica A.

En nuestro país, como ya se ha visto, existen varias creencias, que mucho van a depender
del lugar geográfico, estrato social, religión que se profese, hasta el tipo de muerte que se
haya tenido, ya que si se presume homicidio los cuerpos no podrán ser incinerados.

Algunas personas desean que su recuerdo perdure, y sean recordados por sus obras,
aportaciones a la ciencia, arte, cultura, deporte, pero habrá otros que sean recordados por
sus actos delictivos, estilo de vida, etc.

Existen servicios de todo tipo, y para el bolsillo de las personas, en este sentido cabe
destacar que en algunos casos resulta ser hasta incomodo ver el tipo de funeral que se le
puede hacer a un narcotraficante, sobre todo al norte, desde tirar balazos, llevarle banda
para cantarle, arreglos de flores ostentosos, lo que más llama la atención es el lugar donde
sus restos reposarán, los hay desde lápidas, y criptas sencillas, mausoleos tradicionales,
hasta casas.

Lugar donde descansan los restos de algunos narcotraficantes


Ritual de famosos: En este tipo de rituales, dependerá de la fama de cada uno, lo que hará
que sea muy llamativo, ya sea por el tipo de homenaje, las personalidades que estarán en las
guardias, etc.

Como se despide a un paramédico, militar, bomberos, policías: Cuando caen en


cumplimiento de su deber, los homenajes se harán con las autoridades y en actos
solemnes, habrá algunos que se entregue una bandera, como muestra de agradecimiento
por los servicios prestados, y le darán un estatus de héroe.
Funeral de motociclista : Hay quienes pasean el ataúd del caído, hacen guardias, le dedican
algunas piruetas

Funerales tematicos: Son eventos no muy comunes, en donde es mas un evento de exhibición,
ya que se viste al difunto (a), según su estilo de vida, profesión.
EDGAR

CONCLUSIONES

Los ritos en cualquier sociedad, dan testimonios de que en todas las culturas ha existido
un conflicto entre la vida y la muerte. De allí que los rituales funerarios sean el reflejo de
una obligada aceptación a las dicotomías que ambos conceptos representan. Y aunque el
acto de morir debe asumirse como un proceso más de la vida, tiene una connotación socio-
cultural de tal importancia, que todas las culturas ofrecen respuestas y la enfrentan
mediante la celebración de diferentes rituales, desde una óptica personal, social y religiosa.
Lo más característico de los rituales funerarios es su conformación sobre la base de un
mundo simbólico que determina la visión de la vida y de la muerte de una cultura específica,
por tanto, suponen estrategias simbólicas que la colectividad emplea para regular las
relaciones que surgen en su cultura. Es decir, con los rituales funerarios, se hace una
representación de la vida y de la muerte en la que símbolo, mito y rito se articulan para
establecer un contrato un especie de contrato.
Bajo esta postura, los integrantes de cada cultura construyen el sentido de la vida por medio
de imágenes y símbolos que rodean las múltiples actividades sociales que cobran vida
según las necesidades de cada pueblo. El rito revive la unión del grupo y por lo tanto
también contribuye a la construcción de su identidad, de esta manera el acontecimiento de
la muerte se convierte en uno de los fenómenos más ritualizados. Lo que cobra valor de
estas aseveraciones es que el ser humano tal como se conoce hoy, ha vivido ritualmente,
y en la búsqueda de una continuidad para su existencia, trata de ir al encuentro de
garantizar su supervivencia.
Las personas realizan los más insólitos rituales funerarios para dar respuesta a sus
necesidades, tanto religiosas como espirituales, por consiguiente, estas prácticas
mortuorias son símbolos que regulan las relaciones entre los individuos y sus culturas; son
utilizados para rendirle culto no a la muerte sino a la vida. Esta relación vida / muerte
constituye una expresión muy significativa del tributo que se le rinde a la vida. Este juego
de relaciones ocurre en el marco de las instituciones que lo regulan, de tal manera que cada
individuo, según la creencia que se genere de su cultura, actúa en consecuencia ante las
normas que rigen la realización del ritual, lo que explica por qué cada civilización tiene sus
ritos específicos, con una ideología también específica.
Es de suma importancia mencionar que a través de los tiempos siempre a existido el
dominio sobre estos ritos y celebraciones el poder económico y la posición social que cada
una de las personas fallecidas tenga, ya sea poder adquisitivo, posición social, cargo
público entre otras.
Todo lo dicho hasta ahora sirve de fundamento para afirmar que la celebración de ritos
funerarios, desde la antigüedad hasta la era actual, tiene como función primordial otorgar
un sentido, un significado al proceso irreversible que supone la separación con la persona
que se va, al tiempo que promueven el acceso de su alma a la nueva existencia que
encontrará en el más allá.

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