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el mejor
sexo de su
vida
ALEX REYES
Www.tuorgasmoperfecto.info
Copyright © 2018 Alex Reyes
All rights reserved.
ISBN: 9781980953319
DEDICATORIA
Este libro está dedicado a todos aquellos que desean dar de sí mismos para
hacer feliz a la persona que aman. Esa generosidad que les impulsa a
aprender cómo darle a una mujer el mejor sexo de su vida, los hace seres
especiales, y por eso merecen tener este conocimiento que les ayudará a ser
grandes amantes.
ÍNDICE INTERACTIVO
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN
¿POR QUÉ ELLAS DICEN QUE NO?
ELLAS QUIEREN HABLAR Y SER ESCUCHADAS
CÓMO ES EL PROCESO SEXUAL
PREPARANDO A TU PAREJA PARA EL SEXO
LA IMPORTANCIA DEL JUEGO PREVIO
LA ESTIMULANTE EXCITACIÓN PREVIA
LA PENETRACIÓN CORRECTA
EL DESCONOCIDO PERÍODO REFRACTARIO
LA COMUNICACIÓN SEXUAL HONESTA
¿LA PORNOGRAFÍA AYUDA, O PERJUDICA?
CONCLUSIONES
INTRODUCCIÓN
Todos queremos tener una vida sexual satisfactoria, por eso es loable que nos
interesemos por saber cómo hacer feliz a nuestra pareja en el aspecto sexual.
Los hombres que con sinceridad se esfuerzan por dar a su pareja el sexo de su
vida, demuestran que quieren lo mejor para su pareja y no se dejan llevar por
el egoísmo que se promueve en los medios de comunicación.
Por esa razón, te felicitamos; porque eres de esas personas que quieren
mejorar su vida sexual y darle a tu pareja el sexo de su vida.
En este libro encontrarás los mejores consejos para lograr ser la clase de
amante que quieres llegar a ser. Encontrarás la respuesta a muchas de las
preguntas que tienes en tu mente y aprenderás a conocer cómo funciona el
proceso sexual femenino.
Después de leer este libro, tendrás unas armas sexuales muy poderosas en tus
manos para darle el sexo de su vida a tu pareja.
¿POR QUÉ ELLAS DICEN QUE NO?
Una queja común en los hombres es que las mujeres no son tan entusiastas
con el sexo como lo son ellos. Pero te diremos por qué sucede eso.
Lo primero que debes saber es que no se trata de ti, es decir, no es tu culpa
que ella no quiera tener relaciones sexuales en un momento determinado. Lo
que sucede, es que las damas son muy diferentes a nosotros en lo que tiene
que ver con el deseo sexual.
Los hombres estamos dispuestos a tener sexo la mayor parte del mes, de la
semana y del día. Pero las damas no, ellas son diferentes, ellas deben ser
seducidas. Esto quiere decir que la mayoría de las veces, las damas no
empiezan a sentir deseos de tener relaciones sexuales sino hasta que se
sienten seducidas para tener sexo.
Te pondré un ejemplo: Los seres humanos nos alimentamos unas tres veces al
día; porque sentimos hambre; sentimos la necesidad de comer. Pero imagina
a una persona que no tuviese hambre sino hasta que tú le haces escuchar los
sonidos que produce la comida al cocinarse, cuando puede oler lo que tú estás
cocinando, y cuando puede ver el plato servido. Es entonces, que esa persona
empieza a sentir hambre. Algo parecido sucede con el deseo sexual en las
damas.
Las mujeres casi nunca están dispuestas a tener relaciones sexuales de forma
automática y espontánea, como sucede con los hombres. Si sólo esperas hasta
que ella sienta deseos de tener sexo, pueden pasar semanas; y en el caso de
algunas damas, pueden pasar algunos meses antes de que ella ‘quiera’ tener
sexo. Es por esa razón que debes seducirla.
En el momento en que una mujer es seducida, empieza a sentir deseos de
tener sexo. Por esa razón, para darle el sexo de su vida, debes aprender los
secretos que seducen especialmente ‘a tu pareja’. Esto es muy importante,
porque lo que seduce a una mujer y le hace sentir deseos sexuales, a veces, no
seduce a otra dama.
Por ejemplo, hay chicas a las que les seduce sexualmente que les acaricien el
cabello, o el cuero cabelludo; pero a otras damas esas caricias no les
producen placer, más bien, les molestan. Otras son indiferentes a esas caricias
porque no les produce ninguna sensación sexual o hasta puede que les haga
doler la cabeza. Por eso decimos que debes aprender los secretos que seducen
‘a tu pareja’.
Cuando una mujer le pregunta a un hombre si quiere tener relaciones
sexuales, casi siempre él dirá que sí. Pero los hombres nos equivocamos al
pensar que las mujeres son como nosotros. Ellas son diferentes, si les
preguntas, probablemente dirán que no.
Pero la realidad es que no necesitas preguntarle a tu pareja si desea tener sexo
contigo; sólo debes intentar seducirla. Si se hace bien el trabajo de seducción,
casi siempre, las mujeres se dejarán seducir y terminarán deseando tener
sexo, aunque al principio no querían.
Cuando un hombre entiende la diferencia entre el deseo sexual de una mujer
y de un hombre; tiene una poderosa ventaja a la hora de darle a su pareja el
sexo de su vida. Porque ese hombre será capaz de entender qué es lo que
seduce a su pareja, qué es lo que le excita, y qué debe hacer él para que ella
disfrute al máximo del sexo.
Ahora te diremos lo que necesitas saber para seducir a una dama.
ELLAS QUIEREN HABLAR Y SER ESCUCHADAS
Cuando ella pida tu opinión, tú se la darás; pero evita a toda costa darle la
solución a su problema si ella no te la pide de forma directa. Permite que
hable y tú sólo escucha. ¿Por qué es esto tan importante?
Porque una dama que se siente escuchada, estará más dispuesta a dejarse
seducir y podrá disfrutar del sexo de forma más plena. Pero si no se siente
escuchada, no se sentirá atraída emocionalmente por ti y no se dejará seducir
por tus encantos masculinos.
Cuando estamos conquistando a una chica y cuando empezamos a ser novios,
hacemos esto de forma intuitiva. Procuramos escuchar, y somos muy
cautelosos a la hora de opinar sobre lo que ella nos dice; casi siempre nos
limitamos a expresiones que le confirman que las estamos escuchando. No
nos damos cuenta, pero lo hacemos. Por esa razón es tan fácil hacer una
conexión emocional durante esa etapa de la relación.
Pero cuando tenemos algún tiempo siendo novios, vivimos juntos o nos
casamos; empezamos a dar nuestra opinión a todo lo que ellas nos dicen, y si
sabemos la solución, se la decimos lo más rápido posible pensando que de
esa forma las ayudamos; pero es exactamente lo contrario. Lo único que
logramos es cerrar las líneas de comunicación. ¿Te ha sucedido?
Si tenemos esto muy claro, podremos ser buenos escuchando, y una mujer
que se siente escuchada; es una mujer que se siente amada y que hará una
conexión emocional contigo que le permitirá dejarse seducir por tus encantos
naturales.
Si deseas más información sobre qué puedes hacer para mejorar la
comunicación con tu vida de pareja, puedes visitar nuestra página web
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Ahora que ya sabes cómo debes escuchar para hacer conexión emocional con
tu pareja; vamos a ver cada una de las partes en las que se divide el proceso
sexual femenino; para que al conocerlas y completarlas de forma
satisfactoria, puedas darle a tu pareja el mejor sexo de su vida.
CÓMO ES EL PROCESO SEXUAL
‘La preparación’, es una parte preliminar del sexo en la que de alguna forma
‘anuncias’, sin hacerlo de forma frontal, que esa noche o ese fin de semana
tendrán sexo de una forma especial.
Por ejemplo, muchos hombres envían mensajes provocativos o subidos de
tono desde el principio del día, con la intención de hacerla pensar en sexo, sin
decírselo abiertamente. Así van preparando la mente de su pareja para tener
relaciones sexuales por la noche.
Otros planean algo especial como una comida, una bebida, una salida
especial, o simplemente un baño de burbujas. Cuando ‘anuncias’ que harán
algo especial, sin mencionar siquiera el sexo; tu pareja se preparará de forma
psicológica para relajarse, y sabiéndolo o no; también se preparará para tener
relaciones sexuales.
Hay ocasiones en las que tendrán sexo sin que haya una preparación previa,
pero debes ser observador; muchas de las ocasiones en las que han tenido
sexo es porque ella ha preparado la situación para que tengan sexo; sea que se
trate de una comida, o simplemente de asegurarse de que no tengan
interrupciones.
Es debido a que las damas acostumbran hacer de las relaciones sexuales un
acontecimiento especial, que ellas responden de forma tan positiva cuando
eres tú quien hace arreglos de antemano para tener una noche especial.
LA IMPORTANCIA DEL JUEGO PREVIO
El juego previo, sea cual sea la forma en que los amantes ocupen ese tiempo,
tiene un solo objetivo: Relajación.
Esta etapa del sexo se trata sólo de que nos relajemos, y en especial las damas
necesitan relajarse para poder excitarse. Para ellas, si no hay relajación, no
hay excitación. Así de simple.
Por esa razón, es muy importante saber de qué forma se relaja tu pareja;
porque lo que relaja a una mujer, puede que tenga el efecto contrario en otra;
y en un estado de molestia o nerviosismo, no hay ni relajación ni excitación.
Además, para las damas, el juego previo es muy importante como
preparación para que puedan disfrutar del acto sexual. Por eso es tan
importante que te ocupes en preparar el estado de ánimo de tu pareja, para
que después puedas excitarla al punto de poder darle el sexo de su vida.
Muchos hombres son perezosos a la hora de satisfacer a su pareja en sentido
psicológico. Esta conducta se debe a que tendemos a creer que las damas se
excitan de la misma forma que nosotros. Pero la verdad es que toda esta
preparación se debe a que a las damas les toma mucho más tiempo que a
nosotros llegar al nivel de excitación necesaria para tener un orgasmo
satisfactorio.
El juego previo no tiene que ser muy complicado, a veces, el proceso del
juego previo se trata sólo de comer o beber algo estimulante y conversar,
hablarle suavemente al oído, abrazarla o acariciar su cabello mientras
escuchan música, bailan, se duchan con agua tibia, se dan un baño de
espuma, tú le das un masaje, o se divierten con un juego sexual propiamente
dicho: Como taparse los ojos y reconocer cosas, frutas y partes del cuerpo sin
poder verlos. En muchas ocasiones, el juego previo se trata de dos o más de
estas cosas juntas.
Recuerda que lo que relaja a una mujer, puede que no relaje a otra, y hasta
puede que consigas el efecto contrario; así que mientras conoces a esa dama
en particular, debes tener paciencia y no desanimarte si en las primeras
ocasiones te cuesta trabajo hacer que se relaje. Cuando conozcas sus secretos
de relajación, podrás darle el sexo de su vida.
Tú no eres adivino, así que te toca aprender por ensayo y error qué es lo que
relaja a esa dama en particular. Puede que ella te ayude dándote alguna pista
de lo que le relaja, pero tú deberás encontrar los verdaderos ‘puntos débiles’
de ella.
A continuación, veremos como ejemplo, uno de los juegos previos más
populares en el cine, y que debería ser muy común también en nuestras vidas.
Ahora bien, puede que ella quite un pezón, pero ponga al alcance de tu mano
el otro pezón. Eso indicaría que debes acariciar el otro, y que le agrada que
alternes entre uno y otro.
Debes estar atento para entender ese lenguaje corporal de tu pareja; porque
puede que un día quiera que te concentres más en cierto lugar, pero otro día,
ella se sienta menos excitada si te concentras en ese mismo lugar. La clave es
seguir los movimientos de su cuerpo.
Otro asunto muy importante, es que cuando estés utilizando tus dedos para
acariciarla, debes empezar con movimientos circulares más grandes, lentos y
suaves; para luego pasar a acariciar con movimientos más pequeños y
enérgicos. Así irás preparando las terminaciones nerviosas de ese lugar para
recibir más excitación.
Parte de nuestro trabajo para darle a una mujer el sexo de su vida, es
descubrir cuáles son sus ‘verdaderas’ preferencias en cuanto a la excitación
previa. Y decimos ‘verdaderas’, porque muchas veces ellas mismas no saben
exactamente qué les gusta hasta que tú lo descubres.
Zonas erógenas
Puede que los labios sean la parte más erógena del rostro de una dama; pues
están llenos de terminaciones nerviosas asociadas con el placer. Es por esa
razón que, al estar excitadas, las chicas disfrutan tanto de los besos.
Mientras la besas, acaricia su mandíbula de abajo hacia arriba, pasando tu
mano por su oreja hasta introducir tus dedos en su cuero cabelludo. Si logras
más excitación, habrás encontrado uno de sus puntos débiles.
Besar la zona de las orejas, causa gran excitación en la mayoría de las damas;
pero recuerda que las orejas son débiles y sensibles; así que a menos que tu
pareja te lo pidan explícitamente, no uses tus dientes. Lo que sí puedes hacer,
es acariciar el cuero cabelludo de la nuca de ella mientras besas sus orejas; si
responde bien, habrás hallado una valiosa debilidad.
De seguro sabrás que el cuello es una zona erógena en la mayoría de las
mujeres. En esta zona, aumenta la intensidad poco a poco. La intensidad con
que se dan las caricias en el cuello, van a depender de qué tanto se excite
cuando le estés acariciando en el cuello con tu boca o suavemente con tus
dientes. Así que para saber, debes probar y ver si la respuesta de tu pareja es
agradable, indiferente o de rechazo.
Muchas damas disfrutan mucho de las caricias en los hombros con la boca. Si
tu pareja es de ese tipo de dama, puedes empezar tus caricias debajo de la
oreja y terminar en los hombros.
El antebrazo y la parte interna del brazo, son zonas erógenas desconocidas
para muchos hombres; pero que pueden hacer sentir placer a la mayoría de
las damas. Del mismo modo, acariciar la espalda, sobre todo la espalda baja y
los glúteos; pueden crear gran estímulo sexual en algunas mujeres.
Las manos proporcionan un placer sexual doble, porque ellas pueden sentir
placer al acariciarnos, y más en ciertos lugares especiales; pero también ellas
pueden sentir placer si nosotros acariciamos sus manos y entrelazamos los
dedos mientras las excitamos.
Los lados externos y la zona debajo de los senos, son zonas erógenas muy
conocidas; pero debes probar hasta qué punto le agrada a tu pareja la
intensidad con la que le acaricias esa zona erógena y el tiempo que ocupas en
esa zona.
Los pezones son una zona erógena favorita para la mayoría de los hombres,
pero no a todas las damas les agrada la forma en que son acariciadas en esa
zona. En condiciones normales, el pezón necesita un poco más de presión de
la que se ejerce en una caricia normal para crear excitación sexual. Es posible
que ella pueda darte indicaciones acerca de cómo le gusta que la acaricien los
pezones; sea con las manos o con la boca.
Debes tener mucho cuidado con delicada piel de los pezones, es mejor que
trates de hacer un poco de presión y moverlos sin tener que frotar
innecesariamente la piel de los pezones; pues por exceso de frotación, puedes
lastimarlos y se acabará la excitación.
El vientre, la cintura y las caderas, son zonas erógenas en la mayoría de las
mujeres. Prueba acariciar esas zonas con tus manos, y después con tu boca.
Pero debes tener cuidado, si tus caricias producen cosquillas, no caigas en la
tentación de continuar haciendo cosquillas; las cosquillas desconcentran y
matan la excitación sexual.
Si esto te sucede, cambia la forma de acariciar esa zona. Si las cosquillas
persisten, debes dejar esa zona para otras ocasiones que no sean de excitación
previa. Quizá esas cosquillas te puedan servir para el juego previo.
Para la mayoría de las chicas, la parte interna de los muslos es una zona
erógena que algunas prefieren que se les acaricie con las manos mientras con
la boca se les acaricia en otras zonas como el cuello o los senos. Tú debes
probar para saber cuáles son las preferencias de tu pareja en cuanto a esta
importante zona erógena.
Muchos caballeros se olvidan de que la zona alrededor de la vagina es una
zona erógena muy importante como preludio antes de acariciar la vagina. Si
se usan con inteligencia, las caricias en la zona alrededor de la vagina pueden
crear un éxtasis mayor por la expectativa del acercamiento a la vagina, que es
una zona erógena por excelencia.
El secreto está en acariciar de tal forma que tu mano no sea la que se mueva,
sino que la presión de tu mano haga que se mueva la piel alrededor de la
vagina; así estarás excitando indirectamente la vagina y otro órgano muy
importante:
Antes de hablar de la vagina, debemos detenernos en ese órgano muy
importante, muy pequeño, muy estudiado; pero en ocasiones desconocido,
incluso en la era de la información.
El clítoris, es un pequeño órgano que se encuentra en la parte superior de la
vagina, donde terminan los labios interiores de la vagina y empieza el vientre.
Es el único órgano en los seres humanos que cumple la función exclusiva de
proporcionar placer sexual; y es la mujer la poseedora exclusiva de ese
órgano completamente erógeno.
Cuando está en estado de reposo, el clítoris es casi invisible; pero durante la
excitación sexual, se hincha hasta parecer a un botón o una protuberancia que
difiere en tamaño de una mujer a otra.
La importancia del clítoris radica en que posee millones de terminaciones
nerviosas que sólo funcionan para el disfrute sexual femenino; por lo tanto, es
muy importante aprender a acariciarlo de la forma correcta.
Al principio, lo acariciarás indirectamente al mover la piel alrededor de él,
pero al acariciar los labios vaginales y tirando suavemente hacia arriba de uno
y de otro, estarás estimulando el clítoris también.
Cuando ya está excitado, el clítoris debe ser acariciado con firmeza pero con
cuidado; sólo debe ser acariciado con la yema de los dedos, con la boca o con
algún juguete sexual de textura muy suave. No debemos frotar con mucha
fuerza; y si se acaricia con la boca, jamás debemos usar los dientes.
Por ejemplo, puedes usar lubricante a base de agua o tomar algo de lubricante
natural de la vagina para tus dedos antes de acariciarlo con la yema de los
dedos. Si lo acaricias con la boca, puedes succionarlo y usar tu lengua para
hacer movimientos circulares o chuparlo mientras lo acaricias con tu lengua.
Bien excitado, este órgano es muy poderoso; tanto que al excitarlo, puedes
hacer que tu pareja tenga un orgasmo. Por esa razón, se recomienda que se le
acaricie por poco tiempo, sólo para provocar excitación si el objetivo es la
penetración. Y se puede acariciar durante más tiempo, si el objetivo es darle
sexo oral a tu pareja.
En la vagina, las cosas son diferentes. La mayor parte de las terminaciones
nerviosas están en los primeros tres centímetros dentro de la vagina y en el
punto G, que está unos tres centímetros dentro de la vagina, justo detrás del
clítoris. Por esta razón, no es necesario que introduzcas tus dedos más allá de
los tres centímetros dentro de la vagina.
Acariciar la vagina y el punto G con los dedos; puede provocar gran
excitación en algunas damas, pero no a todas les agrada. Lo más importante
es hacerlo con suavidad para no lastimar las paredes de la vagina ni la salida
de la uretra.
Por otro lado, muchas mujeres simplemente no sienten nada especial cuando
su pareja les acaricia la vagina con la lengua; otras sí sienten mucho placer.
Aunque la mayoría prefiere que se les dé sexo oral en el clítoris y algunas
sólo han alcanzado un orgasmo de esa forma.
La mayoría de las damas puede que no sepan todo lo que les gusta, pero sí
saben bien lo que no les agrada. Así que si ella te dice que no le gusta algún
tipo de caricia, por favor, no se la hagas. La idea es excitarla, no molestarla.
Estas son sólo algunas de las zonas erógenas, si deseas conocer más, puedes
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LA PENETRACIÓN CORRECTA
¿Cuál es la forma correcta de penetrar a una mujer para darle el mejor sexo
de su vida? Si has leído los capítulos anteriores, ya sabrás la respuesta.
Cuando experimentamos y vamos aprendiendo lo que le gusta y lo que no le
gusta a nuestra pareja; el resultado es que cada vez las relaciones sexuales
son más entretenidas, satisfactorias y mejores.
Hay damas a las que les agrada un poquito de dolor, así que prefieren que se
les penetre con un poco de intensidad; siempre y cuando estén bien excitadas,
que fisiológicamente hablando, significa que ella está con su vagina bien
lubricada. Pero otras prefieren ser penetradas lentamente. Por eso, nos toca el
interesante trabajo de experimentar y comunicarnos con nuestra pareja para
saber qué le gusta y cómo.
Son muchos los hombres que han experimentado los efectos del período
refractario. Sin saber lo que en realidad sucede, algunos hasta han llegado a
pensar que algo en el sexo salió mal y que la chica está molesta con él.
Esto es lo que realmente sucede: Cuando termina el acto sexual y empieza a
bajar el nivel de excitación; ocurre el período refractario. Durante este tiempo
las zonas erógenas siguen estando muy sensibles, pero ahora desde el punto
de vista negativo. Es decir, que tocarlas ya no produce placer, sino más bien
produce molestia en la mayoría de las damas.
El grado de molestia que produce el período refractario varía de una mujer a
otra. Algunas no quieren que se les acaricien los senos después del sexo y
otras ni siquiera querrán besarte. Este rechazo que sufren algunos hombres
después del sexo, es lo que hace que piensen que su desempeño fue terrible;
cuando en realidad es probable que le hayas dado el sexo de su vida.
Así que el período refractario no es el momento de acariciarla, es el momento
de abrazarla, si ella lo permite, y decirle algunas palabras hermosas teniendo
cuidado de no tocar su oído con nuestros labios.
La duración del período refractario también varía de una mujer a otra; en
algunas damas dura más tiempo, y esa es la explicación por la que tienen por
costumbre dormir o fingir que están dormidas después del sexo.
LA COMUNICACIÓN SEXUAL HONESTA
Ahora ya sabes cómo darle a una mujer el mejor sexo de su vida. En este
libro has aprendido los secretos que te harán un gran amante.
Lo más importante es entender que todas las mujeres necesitan hacer
conexión emocional antes de poder conectarse en sentido sexual. Este es el
gran secreto que hace una poderosa diferencia entre un amante mediocre y un
gran amante.
También has aprendido por qué las damas no reaccionan de forma agradable
cuando les damos las soluciones a sus problemas. Así aprendiste la forma de
escuchar a una mujer; que es una parte muy importante de la conexión
emocional.
En este libro has aprendido que todas las damas son diferentes en muchos
aspectos, y que descubrir qué es lo que realmente le gusta a tu pareja es una
labor entretenida e interesante que no debes pasar por alto.
Además, has aprendido los tres tipos de preguntas que debes hacer en la
comunicación sexual, para que sepas qué es lo que le agrada a tu pareja y qué
no le agrada.
Y por último, has aprendido los secretos de algunas de las zonas erógenas y
la forma correcta en al que deben realizarse los movimientos pélvicos.
Ahora ya tienes todas las armas en tus manos para ser un gran amante, así
que… ¡manos a la obra!