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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO

(UASD)

TEMA:
Bazo

PRESENTADO POR:
Gisel Sena Suarez

MATRICULA:
CA1571

ASIGNATURA:
CIRUGIA

FACILITADORA:
Ana Ludys Artiles

Santo Domingo De Guzmán


República Dominicana
Mayo, 2019
EL BAZO

ANATOMIA

El bazo se sitúa en la parte posterior del cuadrante superior izquierdo, en íntima


relación con las costillas novena, décima y undécima. Sus caras superior y lateral
de forma convexa están juntas al diafragma mientras que la cara interna cóncava,
donde entra el hilio, está en íntimo contacto con el estómago, riñón, páncreas y
colon. Su color es púrpura azulado y su tamaño variable, pero en el adulto normal
se lo puede comparar con el de su propio puño que aproximadamente es: 12,5 cm
de largo, 7,5 cm de ancho y 3 cm de espesor. Su peso en el adulto sano varía
entre 75g y 100g.

El bazo está cubierto de peritoneo excepto en la zona hiliar y se mantiene en


posición por numerosos ligamentos suspensores de gran importancia quirúrgica.
Los ligamentos son: esplenofrénico, esplenorrenal y esplenocólico, son
normalmente avasculares pero en casos raros pueden contener grandes vasos.

El ligamento gastroesplénico contiene los vasos cortos o breves. Todos los


ligamentos son en realidad partes del peritoneo parietal posterior que se refleja
sobre la superficie esplénica como peritoneo visceral. El pedículo esplénico se
encuentra en la porción más interna del ligamento esplenorrenal y contiene la
arteria y vena esplénica. La arteria nace del tronco celiaco y se dirige
transversalmente hacia la izquierda dando pequeños ramos para el páncreas;
cerca del hilio esplénico proporciona gran número de ramas, incluyendo la polar
superior, gastroepiploica izquierda y las arterias terminales superior e inferior. Los
vasos cortos nacen de la arteria esplénica terminal o de sus ramas. La mayor
parte del drenaje venoso regresa por la vena esplénica, que se une a la
mesentérica inferior y superior para formar la porta.. En el 90% de las disecciones,
los vasos esplénicos siguen a lo largo de la superficie posterosuperior del
páncreas, en el 5% están en contacto con la superficie anterosuperior, en el 4%
con la superior anteroinferior y en el 1% oscilaban por detrás y por debajo del
páncreas. Los nervios del bazo nacen del plexo celiaco y del neumogástrico
derecho y siguen la arteria esplénica y sus ramas.

Los ligamentos del bazo son reflexiones peritoneales. El bazo se encuentra


suspendido por estos ligamentos en el hipocondrio izquierdo.
El ligamento gastroesplénico, que es una continuación del gastrocólico, contiene
los vasos cortos del estómago, estos vasos son las ramas terminales de la arteria
esplénica y se anastomosan con la circulación gastroepiploica.
El ligamento frenoesplénico se refleja por encima del riñón y recibe entonces el
nombre de ligamento espleno-renal; la porción inferior del ligamento espleno-renal,
que se refleja sobre el colon, se conoce con el nombre de ligamento
esplenocólico.

El ligamento espleno-renal contiene la arteria y vena esplénicas, así como la


porción más distal de la cola del páncreas.

El bazo está irrigado por la arteria esplénica que es la rama mayor del tronco
celíaco. Discurre por el borde superior del páncreas. La vena esplénica acompaña
a la arteria en su curso por el borde superior del páncreas y se encuentra por
debajo de la arteria.

La vena esplénica se une con la mesentérica superior para formar la vena porta.

MOTIVO DE CONSULTA

El aumento de tamaño del bazo, ESPLENOMEGALIA, de por si no suele dar


manifestaciones locales, pero cuando el órgano adquiere grandes dimensiones ,
por ejemplo, en la leucemia mieloide crónica, puede ocasionar dolor gravativo o
sensación de peso. En los abscesos, en la periesplenitis y en los infartos
esplénicos hay dolor punzante de rápida aparición, localizado al hipocondrio
izquierdo o irradiado al hombro del mismo lado.
Existen casos de ausencia congénita de bazo, ASPLENIA, se asocian con otras
anomalías congénitas y se tratan de lactantes que sobreviven poco. Hay formas
adquiridas en anemias drepanocíticas graves.

HIPERESPLENISMO
Aumento de una o varias funciones del bazo. Pueden coexistir anemia con
leucopenia y trombocitopenia, acompañada de médula osea activa, generalmente
hiperplásica. A veces solo están disminuídas una o dos de estas series de
elementos (eritrocitos, leucocitos polinucleares o plaquetas). Puede presntarse
con ictericia por hemólisis. Se lo encuentra en la esplenomegalia congestiva,
llamada antiguamente sindrome de Banti, en la cirrosis hepática, esquistozomiasis
hepática, trombosis de la esplénica o de la porta,, en el sindromede Felty,
enfermedad de Gaucher; a veces se observa en el lupus sistémico, sarcoidosis,
linfoma, leucemia linfática crónica.

INSPECCION

Si existe gran esplenomegalia, se puede ver abultamiento en hipocondrio


izquierdo, visualizándose su excursión respiratoria en dirección oblicua hacia la
región inguinal derecha.

PALPACION

Normalmente el bazo no se palpa en los adultos, puede palparse cuando está


ptosado o desplazado hacia abajo; ej.: derrame pleural izquierdo.
Si se palpa es porque ha aumentado de tamaño en más del doble de su volumen.
En los niños su palpación es posible en una alta proporción de casos normales.
PALPACION EN DECUBITO DORSAL

Miembros inferiores extendidos, superiores a los costados del cuerpo, cabeza


levemente levantada con una almohada. Médico ubicado a la derecha, mano
izquierda sobre las últimas costillas que empuja hacia adentro; apoya la mano
derecha de plano sobre la pared abdominal en dirección oblicua, con el talón en
fosa ilíaca derecha y los pulpejos de los dedos dirigidos hacia el reborde costal
izquierdo.

Se solicita al enfermo que respire ampliamente, con el objeto de que la


contracción difragmática durante la inspiración, permita el descenso del bazo.
Se asciende gradulmente después de cada inspiración, durante la espiración,
hasta llegar a palpar el polo inferior o el reborde costal. A continuación se tratará
de palpar sus bordes, escotadura, superficie, anotando sus características.
Es de utilidad hacer notar que en la esplenomegalia no puede introducirse la mano
entre la masa palpable y el reborde costal, hecho que puede efectuarse en caso
de los tumores renales.

PALPACIÓN EN POSICIÓN DE SCHUSTER

Decúbito lateral derecho, con el torax en posición intermedia entre el decúbito


dorsal y el lateral derecho, la cabeza apoyada sobre una pequeña almohada, el
miembro izquierdo flexionado (pierna sobre muslo) y el derecho extendido; el
miembro superior izquierdo sobre el torax y apoyado.

El examinador de pie, a la izquierda del paciente, apoya sobre las últimas costillas
su mano derecha y con la izquierda, con los dedos flexionados en forma de
gancho, desplazándola desde la fosa ilíaca derecha, trata de palpar el reborde
costal. Se puede determinar por palpación: la consistencia, tamaño, características
de su superficie, sensibilidad, frotes.
PERCUSION DEL BAZO

Paciente en decúbito lateral derecho con una almohadilla bajo el flanco derecho,
con el brazo izquierdo elevado sobre la cabeza. La percusión debe ser suave
Primeramente se delimitará el borde superior, percutiendo la región axilar yendo
de arriba abajo, siguiendo las 3 líneas axilares, posterior, media y anterior. El dedo
plexímetro se colocará en los espacios intercostales paralelo a las costillas; de
esta manera se pasa de la sonoridad pulmonar a la matidez esplénica, luego se
delimita por percusión el borde inferior, yendo del timpanismo abdominal por
abajo, a la matidez esplénica por arriba. Finalmente se delimita el polo anterior
percutiendo muy suavemente a nivel del espacio de Traube. Se comienza a nivel
del 10º espacio yendo desde el reborde costal hacia afuera, luego se repiten las
maniobras a nivel del 9º y 11º espacio.

Auscultación

Pueden auscultarse frotes por despulimiento de la serosa, en las periesplenitis, en


el infarto de bazo y en el absceso. Rara vez se ausculta un soplo sistólico,
traducción de un aneurisma de la esplénica.

RADIOLOGIA

La radiografía simple de abdomen permite en ocasiones apreciar el tamaño del


órgano y con poca frecuencia, calcificaciones. La radiografía contrastada de
estómago, lo muestra desplazado hacia adentro por los tumores de bazo, mientras
que el ángulo esplénico del colon se ve desplazado hacia abajo y hacia adentro en
la radiografía de colon por enema. La esplenoportografía se utilizaba para el
estudio de la hipertensión portal.

ECOGRAFIA ABDOMINAL

CENTELLOGRAFIA ESPLENICA
Es otro método para estudiar la morfología esplénica, se utilizan eritrocitos que
pierden su plasticidad por medio de tratamiento químico, o por el calor.
Estos eritrocitos son marcados con Cr51, o con bromo mercuro hidroxipropano
(BMHP) marcado con Hg197 y reinyectados al paciente de manera que el bazo los
capta. Se pondrán en evidencia cambios de tamaño y forma.
Cuando el órgano está afectado por quistes o tumores, se evidencia una zona de
hipocaptación o zona fría.

T.A.C.

Es el método de diagnóstico por imágenes más usado actualmente para detectar


alteraciones en la morfología del bazo

R.M.N.
De reciente incorporación y de muy clara definición.

PUNCION ESPLENICA

Es un recurso de excepción, contraindicado ante la sospecha de quiste hidatídico,


infarto esplénico reciente, absceso esplénico o trastornos en la coagulación.
Se realiza anestesia local infiltrativa, se punza con una aguja de 10 cm de longitud
y 1,5 mm de diámetro que se introduce a la altura del 10º o 11º espacio intercostal.
En las esplenomegalias la punción se puede efectuar por debajo del reborde
costal. Se introduce la aguja en el parénquima solo 2 cm.
Se obtienen normalmente células endoteliales del peritoneo, reticulocitos,
linfocitos, escasisimos mielocitos y megacariocitos o eritroblastos.
INDICACIONES DE LA ESPLENECTOMIA

Puede llevarse a cabo como procedimiento electivo o como procedimiento de


emergencia.

Procedimientos electivos

En algunos trastornos funcionales del bazo, los hiperesplenismos.


En la esferocitosis hereditaria y la eliptocitosis, que se deben a defectos
autosómicoas de los hematíes, que dan lugar a un aumento de la hemólisis
intraesplénica. Enfermedades específicas del bazo como complemento de otras
intervenciones quirúrgicas, la esplenectomía es una parte del procedimiento
requerido para la gastrectomía radical, y para la pancreatectomía distal. Aunque
raros, los abscesos, quistes y tumores del bazo existen y deberían tratarse por
esplenectomía.

Los aneurismas de la arteria esplénica, pueden no requerir esplenectomía, en el


momento de la aneurismectomía. La esplenectomía como parte de la intevención
para estadificar la enfermedad de Hodgkin.

Esplenectomías de urgencia

HERIDAS PENETRANTES

TRAUMATISMOS NO PENETRANTES: Pueden conducir a la laceración,


fragmentación o avulsión del bazo y su pedículo vascular.
A menudo este tipo de traumatismo origina la formación de hematomas, estos
hematomas pueden permanecer asintomáticos por un cierto tiempo, absorbiendo
líquido extracelular, esto produce edema con la eventual rotura de la cápsula
esplénica y hemorragia intraabdominal. Este mecanismo se puede completar,
desde varias horas después del traumatismo, a varios meses después.
También la hemorragia en 2 tiempos, se produce por progresión de la hemorragia
intraparenquimatosa contenida dentro de la cápsula, hasta su estallido.

TRAUMATISMOS QUIRÚRGICOS

Los desgarros iatrogénicos de la cápsula del bazo se producen por tracción


excesiva de los ligamentos durante gastrectomías, vagotomías o durante la
liberación de la flexura esplénica del colon. También pueden producirse durante la
punción esplénica para biopsia, medición de presión portal, o inyección de material
radioopaco. En estos casos algunas veces se hace necesaria la esplenectomía,
otras veces se realizan suturas conservadoras, o el cierre de laceraciones
mediante cinta adhesiva atópica.

ROTURA ESPONTANEA

Un bazo de tamaño aumentado y enfermo, está más predispuesto a la rotura que


un bazo normal. La malaria, mononucleosis infecciosa, la fiebre tifoidea y varios
linfomas, son entidades nosológicas en las que la rotura espontanea del bazo se
describe con cierta frecuencia. Casi siempre la rotura se produce como
consecuencia de un golpe pequeño u olvidado

DIAGNOSTICO DE LA ROTURA ESPLENICA

Los signos y síntomas varian de acuerdo con la gravedad y rapidez de la


hemorragia. Los signos generales corresponden a los de una hemorragia interna.
Taquicardia, hipotensión y si no se repone la pérdida hemática,shock.
Debería sospecharse cuando se presenta dolor intenso abdominal superior,
escapular izquierdo o del hombro. Dolor referido al hombro izquierdo o signo de
Kehr. El dolor puede aliviarse en posición reclinada, se agrava con la tos o la
respiración profunda. Puede presentarse contractura abdominal variable, más
intensa en cuadrante superior izquierdo.
Puede recogerse el signo de Hoffman y Salgesser, positivo también en las
peritonitis. Consiste en la producción de un dolor localizado en abdomen superior,
consecutivamente a la presión del nervio frénico a nivel del cuello, su patogenia
sería explicada por la contactura del diafragma por estimulación frénica y el
contacto con la zona de lesión. (Signo del rebote frénico)
Los traumatismos torácicos cerrados pueden causar fracturas de costillas, que a
su vez pueden lacerar el bazo. En el examen físico se descubren signos de
hemorragia intraperitoneal, tales como rigidez del abdomen, que puede ser más
notable en la parte superior.

Signo de la matidez cambiante de Charles Ballance: Existe matidez en ambos


flancos, pero mientras que la del costado derecho puede ser desplazada, la del
costado izquierdo permanece fija. Este signo se explica por la existencia de
sangre en la cavidad abdominal, parte de la cual se ha coagulado en las
vecindades del bazo herido. Casi nunca se encuentra una masa palpable en el
hipocondrio izquierdo, pero si está presente y expande, es de gran ayuda.
Deben realizarse hematocritos seriados. Una leucocitosis intensa puede
acompañar a la rotura esplénica.

La presencia de sangre en la cavidad abdominal, puede confirmarse por


paracentesis, la colocación de un cateter y su observación, así como los lavados
reiterados pueden arrojar mayores resultados positivos en la búsqueda de
hemoperitoneo, que la simple punción. Puede aparecer distensión abdominal por
ileo paralítico La radiografía puede revelar fracturas costales, esplenomegalia, o
desplazamiento de las sombras aereas de colon y estómago. La angiografía de la
arteria esplénica, es en ocasiones valiosa para diagnosticar una herida oculta del
bazo. Varias técnicas que utilizan la gammagrafía con isotopos radiactivos son
útiles para establecer el diagnóstico de rotura.
GRADOS DE LESION

Creemos que las clasificaciones que se adaptan en la actualidad para categorizar


cada tipo de lesión esplénica son: la Organ Injury Scale (Revisión 1994) propuesta
por el comité de la Asociación Americana para la cirugía del trauma y el Abdominal
Trauma Index (ATI), que se describen a continuación:
Spleen Injury Scale (1994 Revision)

Subcapsular, < 10% superficie.


Hematoma Ruptura, capsular < 1cm en
I Laceración profundidad.

Subcapsular. 10 %- 50 % de
superficie, intraparenquimatoso <
5 cm de diámetro.
1-3 cm en profundidad. No
Hematoma compromete los vasos
II Laceración trabeculares.

Subcapsular, > 50% de superficie


o expansivo. Ruptura de un
hematoma capsular o central.
Hematoma intraparenquimatoso
> 5 cm o expansivo.
> 3 cm en profundidad o que
III HematomaLaceración involucre vasos trabeculares.

Involucra vasos segmentarios o


hiliares produciendo una
IV Laceración desvascularización > 25%.

Laceración Bazo completamente destruido.


V Vascular Herida vascular hiliar, que
desvasculariza el bazo.

Avanzar un grado para lesiones múltiples, hasta el grado III


La clasificación siguiente, deviene de la publicada por Moore y colaboradores en la
década del 80, el Penetrating Abdominal Trauma Index (PATI), que intentó
cuantificar las complicaciones del trauma abdominal penetrante. Este score
anatómico, asigno un factor de riesgo a cada órgano abdominal lesionado, con
una escala de 1 a 5, según el órgano y además un número que describía la
severidad de la lesión en particular, donde 1 = lesión mínima, 2 = lesión menor, 3
= moderada, 4 = mayor y 5 = máxima.

El producto del factor de riesgo por el score de cada órgano, da un score


individual; se suman los scores de los órganos lesionados resultando el valor
definitivo del PATI . Este estudio demostró que cuando el PATI era menor de 25 la
morbilidad postoperatoria oscilaba entre el 5 y 7 %; en cambio cuando el PATI era
mayor de 25 la la incidencia de complicaciones fue de alrededor del 50 %.
Este índice predictivo de complicaciones para heridas penetrantes dio origen luego
al Abdominal Trauma Index (ATI), que fue aceptado para traumatismos cerrados y
penetrantes de abdomen.

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