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ALGUNOS APUNTES PARA UN ESTUDIO

DE LA ORGANIZACION ECONOMICA
DE LOS MUISCAS
Germán Villate Santander"
Historiador

INTRODUCCION

Desde hace un tiempo venimos estudiando diferentes aspectos de la


cultura de los Muiscas, inicialmente por simple afición, luego como
inquietud y finalmente, el contacto con la cátedra universitaria, nos lo
ha impuesto como una necesidad. Así lentamente hemos ido tomando la
decisión de convertir una afición de tinte puramente cultural entre
comillas, en la investigación que ahora nos proponemos realizar.

Nuestro estudio se inició alrededor de la bibliografia contemporánea


sobre el tema, continuó con la lectura de los investigadores de principio
de siglo y de la segunda mitad del siglo pasado, vino después la
ree1ectura de algunos textos actuales, como el de Silvia Broadbent, que
nos sugirieron la necesidad de buscar fuentes y nos remitieron
definitivamente a las crónicas de la época española y a la búsqueda de la
comprobación documental de las hipótesis que del estudio de eUas
surgen.

El proceso que nos ha ubicado en nuestro " objeto" , se vió estimulado


por el convencimiento de que el estudio de la cultura Muisca, si bien se
presenta promisorio por la aparición de notables investigaciones, aún
dista mucho de haberse realizado; lo cual no quiere decir que no se haya
avanzado algo sobre el terreno, se ha superado, al menos, la tendencia
tradicional de bacer de los Muiscas un asunto idllico y patriotero para
adoptar frente a eUos una posición científica. Este esfuerzo, que tiene su
antecedente en los trabajos de Restrepo, Uricoechea y Triana, no

"Profesor U.P.T.C. - Tunja

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obstante adolece algunas veces del defecto de hacer más interpretaci6n
que historia; con frecuencia los especialistas adoptan una posici6n
demasiado docta alrededor de una ortodoxia que suele variar acorde al
viento intelectual que sople, para terminar acomodando los pocos
hechos que otros investigadores han aportado. dentro de un "marco
teórico" determinado y lo que es más. muchas veces presumiendo esos
hechos con toda la autoridad que el manejo de un bagage, más o menos
amplio . de teoría general del conocimiento aplicada a la historia. puede
conferir.

Nos parece que antes de interpretar. es necesario acopiar y describir


en forma pura y simple; quizá.hace falta aún una larga y tozuda labor de
"peón de brega" que construya la estructura documental necesaria para
la realizaci6n de interpretaciones. so pena de correr el riesgo de
interpretar sobre el vacio.

Hemos partido fundamentalmente de créníeas de la época española.


pues a pesar de ser ellas tan solo un testimonio. pareializado, lleno de
Intenció n, subjetivo y con todas las cortapisas que quiera ponérsele,
constituye el más s6lido piso sobre el particular.

Lógicamente nuestro documento de trabajo apunta ya a la intenci6n


de abandonar la mera recolecci6n de datos y por tanto intenta algunos
atisbos de int erpreta ci6n.

Nuestros apuntes se han enrumbado hacia la descripci6n de la cultura


Muisca, tratando de desentrañar cada uno de los aspectos que la
caracteriza. A este seminario hemos traido un aparte dedicado a la
organizaci6n de la economía, tomando en resumen. del documento de
trabajo de que hemos hablado. hemos suspendido algunas secciones
especialmente en el titulo "Industria". donde s610 hacemos relaci6n a
dos de ellas. que constituyen una buena muestra del estado de nuestra
investigaci6n en esta rama de la producci ón.

Al apartado que presentamos ha precedido: Uno dedicado al estudio


del medio geográfico y los asentamientos de poblaci6n y otro. dedicado
a la determinaci6n de las ramas de producci6n y del nivel técnico que
lograron los Muiscas. .

El trabajo que presentamos. pretende describir el proceso de cada


rama de la produecíén.Ia forma deorganizaci6n humana en ese proceso.
las normas de propiedad que en él se dieron y la relaci6n que con otras
ramas de la producci6n se establecieron.

Para documentar nuestro estudio. hemos realizado la consulta


directa de las Crónicas de la época española. en las ediciones que en
bibliografla aparecen. La consulta de documentos se realiz6 principal-

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mente sobre las recopilaciones publicadas por Hermes Tovar, sólo
algunos documentos tuvimos la oportunidad. de consultarlos
directamente en el Archivo Nacional de Colombia. También hemos
aprovechado los resuitados de estudio de tipo arqueol ógico, publicados
en diferentes revistas, algunos de ellos no editados aun en castellano,
caso en el cual nos responsabilizamos de su traducción, tal cual sucede
con excavaciones realizadas por Marianne Cardale y Ann Osborn sobre
las salinas de Nemocón, cuyo original reposa en la biblioteca del
Instituto Colombiano de Antropología. Hechas las explicaciones
anteriores en aras de una mejor comprensión del trabajo, pasamos sin
más a él.

ORGANIZACION DE LA ECONOMIA

Entenderemos en este apartado por organización de la Bconomía, de


una parte las relaciones que se dieron entre las diversas ramas de la
producción y de otra , la forma como las gentes se organizaron para
producir.

Tomaremos como objeto de estudio, inicialmente, las ramas de la


producción que comúnmente suelen Uamarse " primarias" o " directas" ,
por considerar que alli el hombre aplica directamente su energía para
lograr la transformación de la naturaleza haciéndola usable o
consumible; consideraremos como "primarias" o " díreetas" , en el
sentido descrito, a la "industria" y al "agro'.'. Como secundarias
consideraremos al " comercio", pues en ella la energía del hombre no se
emplea para modificar la naturaleza ni para introducir mutaciones a la
naturaleza ya modificada, sino para lucrarse de las transformaciones ya
logradas; en igual sentido podría considerarse a la "guerra", pues como
se anotará más adelante, en la última fase del desarrollo de los muiscas,
constituyó la "guerra" el fundamento del " tributo" y éste la forma de
expresión de la econonúa.

Trataremos cada fuente o cada rama de la producción por separado.


siguiendo el esquema planteado en el capitulo inmediatamente anterior.
donde determinamos cada una de elJas y tratamos de anotar algo sobre
el nivel técnico logrado. A la " guerra" y al " tributo" haremos una
escasa relación porque a más de no ser estrictamente ramas de la
producción, hemos considerado oportuno dedicar en otro lugar más
espacio a su estudio.

Cabria anotar además que como presupuesto de nuestro trabajo seria


indispensable establecer la existencia o inexistencia de un excedente de
producción entre los Muíscas, ya que la determinación de ello
conllevaria a establecer la factibilidad de acumulación, lo cual
implicaria la constitución de una seria base para el estudio de la
sociología de los Muiscas.

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Hecha esta pequeña introducción. en aras de buscar la mayor
comprensión de los hechos que a continuación se presentan. vale la pena
adentrarnos sin más en el tema.

EXISTENCIA DE UN EXCEDENTE DE PRODUCCION


Resulta dificil concebir la economía, de la cultura que nos ocupa,
como una simple economía de subsistencia a partir de la determinación
del nivel técnico de las düerentes ramas de la producción. por muchos
factores: en primer lugar. la simple comprobación de la existencia del
consumo de articulos estrictamente suntuarios, por lo menos en algunos
sectores de la población. tal como 10 comprueba el fragmento de las
leyes de Nemequeme, que ha llegado hasta nosotros a través de los
cronistas. ya nos hace presumir la presencia de un excedente de
producción. En efecto. Castellanos nos relata:

"Ordenó que ningún señor subiese


en andas. que llevaban a sus hombros
criados que tenían, sino solo
él o cualquiera que él determinase
por algunos servicios señalados.
Limitó los vestidos y las joyas
a la gente común. y a los Uzaques,
que son los caballeros principales,
de gran valor y generosa casta.
dióles licencia para que pudiesen
horadar las orejas y narices, ',
y a su gusto traer joyas pendientes" (1).

A lo anterior agreguemos la existencia de construcciones que van


más allá de los parámetros de una simple economía de subsistencia, tal
cual puede deducirse de las palabras del mismo cronista:

" ...a tiempo que la luz del sol tenia


espacio de dos horas solamente
para dar conclusión a su jornada;
cuyos rayos herían los buhios...."

1. (Joen de Castellanos. Eleglas de Varones Ilustres de Indias. Pág. 161.


'I'omc IV. _Edición de la Presidencia de Colombia.-IIoKOlá.1956).

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" ...y de ellos resultaban resplandores
de láminas y piezas de oro fino,
pendientes de las puertas, y tan juntas,
que siendo de los vientos meneadas,
daban unas en otras, y formaban
retinte de sabor a los oídos" (2) .

Las descripciones de los cercados de los caciques y principales ya


constituirían una prueba más a favor de la tesis, pero Dama la atención
el hecho de que hubieran existido, para algunos sectores de la población,
casas cuya única destinación fue el recreo o regalo de sus dueños.
Veamos las palabras del cronista Lucas Fernández de Piedrahita, al
respecto:

"Tenían, así mismo, muchas casas de recreo, y cercadas en


diferentes pueblos con estanques todas para bañarse en
ellos; pero el principal de todos estaba en Tabio, que dista
de Bogotá cuatro leguas, donde produjo la naturaleza dos
fuentes poco distantes en el nacimiento, la una de agua fria
y la otra de caliente, en tanto grado, que apenas se puede
sufrir el calor que da mientras entran y sacan la mano.
Estas dos fuentes se juntan a muy breve espacio, yen el que
viene a ser donde se templan mezcladas. estaba el estanque
más nombrado de los Reyes de Bogotá" (3).

Todo lo anterior nos pone de presente un desarrollo superior a la


simple economia de consumo.

Pero es el caso de anotar que sobre ese excedente de producción. en


concreto, tambiénhablan las crónicas; en efecto, por ejemplo el cronista
Fray Pedro de Aguado, nos habla de almacenamiento de provisiones
por parte de los naturales, de las cuales se abastecieron los españoles en
la expedición de conquista:

"De alli se volvieron los españoles a los bohíos primeros o


lugarejos que en la sierra hablan hallado, donde tomaron la
primer gula, en los cuales había cantidad de maíz, y porque
los indios no lo sacasen de los bohíos y lo llevasen á
esconder á partes donde no pudiese ser habido, que seria

.
2. Joan de Castellanos. Elegfas de Varones Ilustres de Indias. PAgo 231. Tomo IV.
Ediciones de la Presidencia de Colombia. Bogotá. 1955.

3. Lucas FernAndez de Piedrahita. Noticias Historiales de la Conquista del Nuevo


Reino de Granada. PAgo 72. Volumen l . Ediciones de la Revista Ximenez de
Quesada. Bogotá, 1973.

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muy gran daño para los españoles que por allf hablan luégo
con su General de pasar, se quedó en los bohíos el Capitán
Lázaro Fonte con unos pocos soldados, y el Capitán
Céspedes, con el resto de la gente y los indios cargados de
comida, prosiguieron su tornavuelta" (4).

Contra la cita anterior. podrla arguirse que resulta natural la


existencia de un depósito o almacenamiento de maíz, dada la perio-
dicidad de las cosechas del cultivo, que por ser distanciada. pudo haber
exigido la provisión de reservas sin que ello quisiera decir que lo
almacenado constituyera nada diferente de lo indispensable para el
consumo.

Pero el cronista Castellanos nos habla de almacenamiento de


diferentes vlveres, que no obligatoriamente implican su depósito para el
simple consumo, como es el caso de la papa, en su variedad criolla y del
frijol, dado que la corta periodicidad de la cosecha no lo exige, veamos:

" ...) con el mismo temor de sus vecinos, aunque las casas
todas proveidas de su maíz, frijoles y de turmas, (...)"
" (...) AlU por se hallar mantenimiento y mucho grano para
los caballos, se detuvieron tres o cuatro lilas, (...)" (5).

El mismo Aguado, hace también referencia a depósitos de vlveres


diferentes al maíz, cuando dice:

"Los españoles se alojaron en unos bohlos o casas de indios


que allf estaban, con abundancia de maíz y otras cosas de
comer, pretendiendo descansar del trabajo pasado;" (6).

Pero más explicito resulta aún en otro apartado de su obra, cuando


nos habla de almacenamiento de viatuallas y provisiones dedicadas a
satisfacer las necesidades de un sector de la población económicamente
improductivo, al menos temporalmente:

"Los españoles, que eran bien pocos, se entraron en el


cercado y aposentos de Bogotá, donde hallaron todo el
almacén y munición de armas que Bogotá juntaba para la

4. Fray Pedro d. Aguado. Recopilación Historial, PiS. 107. Volumen V. Imprenta


Naciona!. Bogotá, 1906.

5. Joan d. CaateUanos. O.C. PiS. 182.

6. Fray Pedro d. Aguado. O.C. PiS. 106.

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guerra de Tunja, y mucha abundancia de vituallas y
comidas, así de carnes de venados y maíz y turmas como de
otras cosas; y visto esto. y que alli se podla sustentar la
gente muy á placer. enviáronlo á hacer saber al General. que
con el resto de la gente estaba alojado en Nemocón, (...)"(7).

Píedrah íta, al hablar de la toma de Tunja por parte de los conquista-


dores españoles. cuenta de como trataron los naturales de ocultar el oro
que se hallaba en los depósitos de el "Zaque":

" ...teniendo ya en la menor casa de las que habla dentro


recogida mucha cantidad de oro en petacas (que son a
manera de arcas pequeñas) liadas y dispuestas para
trasponerlo en hombros de sus vasallos. y a esta causa
solamente tenia casa carga aquel peso que bastaria un
hombre a llevar sobre sí, Más viendo sus guardas y criados
el repentino avance de los españoles. fueron arrojando por la
parte superior de la cerca la mayor parte de aquellas cargas.
que recogian los indios de afuera. sin advertirlo la gente
española (...)" (8).

y Castellanos, narrando el mismo episodio. nos cuenta además del


dep6sito de mantas del mismo señor:

"Hallaron ansimismo tres buhlos


en forma circular. llenos de rollos
de finas telas. varias en colores.
de las que tributaban sus vasallos" (9).
A estas alturas. nos parece que ya los testimonios de los cronistas
que hemos ido ordenando por vía de ejemplo, son suficientes para
otorgar el convencimiento de que entre los muiscas se di6 plenamente la
existencia de un excedente de produccién, lo cual implica que su
economía habla logrado un desarrollo muy superior al de la simple
economla de subsistencia; ya no puede pensarse en que la suya hubiera
sido una organizaci6n econ6mica elemental; muy por el contrario. los
testimonios que hemos traído a colación, unidos a lo que a continuaci6n
anotaremos, nos proporcionan la certeza de hallarnos frente a un
sistema econ6mico complejo. cuya forma de ser merece un estudio
discriminado y atento.

7. Fray Pedro de Aguado. O.C. Pág. 133.

8. Lucas Fernández de Piedrahita. O.C. Pág. 253.

9. Joan de Castellanos. O.C. Pág. 235.

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La simple reflexión anterior, nos invita aproximarnos un poco más, a
adentramos hacia lo profundo del tema. en busca de la forma de ser de
la economía que nos ocupa. Ese sobrante de producción que nos han
presentado los cronistas, necesariamente habrla de proceder de las
ramas de la producción que en el capitulo anterior determinamos. y
primigeniamente de aquellas que en la introducción de este apartado
calificamos como "primarias".

La Industria
Si miramos la industria nos encontramos con que no fue una simple
actividad desarroUada para la satisfacción de las necesidades de
consumo. sino que hubo de ser suficiente para la satisfacción de neeesí-
dades creadas que sólo pueden darse como corolario de una organiza-
ción económica compleja.
La Sal
Dentro de la industria quizá el renglón más sobresaliente fue la
minería, y si queremos conocer la forma de organización para la
producción que en él se díó, se nos OC\UTe por de pronto, destacar el
inmenso volumen de la producción de sal a la Uegada de los españoles;
al respecto, ya las crónicas nos han aportado el primer dato al hablar de
las largas rutas de comercio del producto.

Pero quizás debido a que el seguir la ruta de la sal. Gonzálo Jiménez


de Quesada hubiere Uegado a Nemocón, nos hemos hechos a la idea de
que las únicas salinas explotadas por los muiscas eran las de esa
localidad y las de Zipaquirá; pero, es la realidad. que el inmenso banco
salino de la Cordillera Oriental Colombiana, era explotado no solamente
en Zipaquirá y Nemocón, sino en diversos puntos.

Lucas Femández de Piedrahita nos habla de las salinas de El


Guatavita:
En esta parte (se refiere a la Montaña que separaba a
Guatavitas y gachetaes) tenia sus salinas, y en el corazón
de la provincia estaba la laguna más venerada de su genti-
lidad (..." (lO).

Otro señor principal, que según el mismo crouista fue vencido y


sometido por el Zipa (11). el Uhaté, seguramente derivó su grandeza de
las salinas del Boquerón del Tausa, cuya explotación fue abandonada en
tiempo de la colonia:

10. Lucas Fernández de Piedrahila. O.C. P'g. 87.


n . Lucas Fern éndea de Piedrahila. O.C. P'g. 93.

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"Por la parte, pues, que esta provincia de Ebaté confinaba
con el Reino del Zipa, como una sierra dilatada que hace un
puerto que llaman el Boquerón de Tausa, renombre de la
población que tiene a la entrada, donde hay una famosa
salina y entonces sujeta a Ebaté.. (12).

Pero además de las anteriores minas, aparecen noticias de salinas


ubicadas en temmos ajenos a las conquistas del Zipa, en efecto, en el
departamento de Boyacá se explotó la salina de Chita en las cercanías
de la población de su nombre, y que fue conocida en tiempo de la colonia
como el Pueblo de la Sal; más adelante tendremos ocasión de leer varios
documentos que a ella hacen relación.

Con lo que hasta aquí hemos dicho, amén de las ya traidas a cuento,
rutas comerciales de la sal, podemos admitir la existencia de un alto
volumen en la producción de sal.

Sobre la organización para la producción en concreto, nos parece


oportuno anotar el hecho de que siempre ligaron los cronistas la idea de
sal a la idea de comercio; pero no solamente, sobre el particular existe la
apreciación de los cronistas, sino que los documentos de archivo
permiten confirmar lo dicho , en efecto, veamos:

.....antes que los cristianos entrasen en esta tierra los yndios


del dicho pueblo de la Sal eran sujetos al Cacique de Chita e
que de aquí de Chita le llevaban hayo e mayz a el pueblo de
la Sal equedeallá traian sal con queno daban cosa ninguna
e que en cuanto a la demora que pagan al presente a el dicho
su encomendero que la traen a este pueblo de Chita de mala
gana e con trabajo porque el camino es muy malo e sienten
gran trabajo en traella por la gran aspereza del camino.: "
(13).

La respuesta dada por el Cacique al interrogatorio, nos obliga a


pensar que el pueblo de la sal, realizaba una economía de intercambio
con sus vecinos, puesto que la salIos eximía de pagar tributo .....Con
que no daban cosa ninguna.¿", Esta forma de economia solamente pudo
ser posible en la medida en que el pueblo de Chita produjera lo necesario
para su subsistencia y además, quedara un sobrante aplicable al
intercambio por sal, y a su vez, el pueblo de la sal hubiera producido
más sal de la necesaria para la satisfacción de su consumo.

12. Lucas Ferntndez de Piedrah ita. O.C. P'g. 92.


13. A.N.C. Visitas Boyacé. T.2 Año 1571 F•. 54R- 54v. ,

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Pero, la cita resulta reveladora además, por cuanto nos muestra la
dimensión que alcanzó el producto dentro de la economía muísea,
piénsese que siempre que olmos una referencia a ella (la sal) está ligada
a la idea de comercio, la sal fue fundamentalmente un objeto de
intercambio y no están lejos Triana (14) y Uricoechea (15) al conside-
rarla como el eje fundamental de la economía de los Muiscas.

La producción de la sal constituyó un proceso organizado y complejo,


que implicó, en gran medida, una forma de división del trabajo y modos
de cooperación e interdependencia con otras industrias y con otras
ramas de la producción; el Cronistas Castellanos nos describe as! la
forma de elaboración de la sal:

"Con esto se partieron en demanda de Nemoc ón, que goza


de las fuentes saladas, importante granjeria para los
naturales deste pueblo y el de Cipaquírá, no lejos deste, por
acudir alll de todas partes a comprarles la sal que hacen del
auga, en blancura y sabor aventajada a cuantas en las
indias he yo visto. La cual cuecen en vasos que de barro
aposta tienen hechos para esto, que llaman ellos gachas, y
no sirven más de una sola vez. porque se quedan pegadas a
la sal, que (ya formado el pan que pesa Jos o tres arrobas, o
más o menos peso, según suele ser la capacidad de la
vasija), no puede despegarse sin quebrarla" (16).

Marianne Cardale y Ann Osborn, han complementado en buena parte


la información del cronista, respecto a las vasijas, a las "gachas" a que
él se ha referido:

" Las vasijas pueden estar divididas dentro de tres grupos


mayoritarios de acuerdo al periodo. Aquellas de los niveles
tempranos son de paredes delgadas (lHi mm) y de justos
tamaños standar, la mayorla miden cerca de 0.30 m. de
diámetro en la boca. El interior está cuidadosamente lijado
y pulido a tiempo que el exterior es aspero y las roscas
unidas estan solo parcialmente pulidas encima. Los
fragmentos de cerámica tienden a fracturarse, solamente
sobre las roscas, las cuales fueron probablemente dejadas
con la intención de que sirvieran de lineas débiles para hacer
fácil el romper las vasijas y extraer la sal, la cual debla de

14. Triana. Miguel. La Civilización Chibcha.

15. Uricceehea, Ezequiel. Antiguedades Neogranadinas.

16. Joan de Castellanos O.C. Pág, 187.

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todas formas ser sacada en una sola pieza. La tenninaci6n
cuidadosa de las paredes interiores. se hizo probablemente
para hacer la vasija menos porosa y también para permitir
que el pan de sal saliera en forma fácil. Existen variados
números de figuras que cambian frecuentemente con el
tiempo.
Eventualmente estas vasijas fueron reemplazadas por otras
de mayor tamaño, la mayoria con bocas de más de dos veces
el diámetro de las más primitivas (0.65-0.70 m). Al mismo
tiempo los tamaños estaban menos estandarizados y
midiendo unos 0.40 m. de diámetro, mientras que otras eran
tan pequeñas, median 0.20 m. Las formas también variaron
y existen vasijas con figura de campana, tazas de varias
formas y algunas vasijas "carinated". En todo caso se han
distinguido por sus elegantes y fluidas lineas. Las paredes
interiores no son tan cuidadosamente pulidas y la uni6n de
la rosca no es visible en el exterior de la vasija,
posiblemente porque entonces fueron mucho más grandes, o
debido quizá al peligro de que estas se quebraran
prematuramente. Fueron reemplazadas eventualmente por
una tercera vasija en tipo burdo más profunda, con paredes
gruesas de 10-12 mm. que varia de diámetro en la boca de
los 0.50-0.70 m. y ya se hacen comunes las vasijas de
costados rectos" (17).
Desde ya se establece una estrecha interdependencia con la industria
de la alfarería, y como podrá observarse con el comercio. No obstante,
no nos detendremos demasiado, en ello, sino que dejaremos surgir el
tema naturalmente de 10 que a continuaci6n se anota.
Como puede observarse, hay una evoluci6n de las vaijas de la primera
época cuya variedad es notable en cuanto a la forma y en cuanto al
tamaño, con relaci6n a las de las últimas épocas, de confecci6n más
funcional y menos artlstica como lo implican las bocas más anchas, lo
cual presupone una evoluci6n en busca de mayor eficacia, esto nos hace
pensar que el proceso que conocieron los españoles tuvo que haber sido
un proceso con visos de industria, en el sentido actual de la palabra.
Dentro de la documentaci6n previa a la excavación, trae a cuento un
texto (18) que data de setenta años depués de la llegada de los
españoles, en el cual se hace referencia a la utilizaci6n de hornos en el
proceso de hervir la sal, no obstante, más adelante anota:

17. Cardal..scluimplf, MariAnn.. Prehiotoric Sall Produclion in Colombia, Soulh


Ameria.
18. El documento en cuestión, fue presentado por el Historiador colombiano "GermAn
Comenareo" en 1968 en su trsbsjo "Fuentes Colonial.. para l. Hiotoria del
Trabsio" .

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"En la pequeña érea excavada, si bien el carbón es
abundante nada reconocible que recuerde hornos, ni
sostenes de areilIa de ninguna especie, lo cual hubieran
podido usar para poner las vasijas durante la ebulli-
ci6n" (19).

ve tal suerte que queda el interrogante abierto, pues la utilizaci6n de


hornos bien pudo haber sido una contribuci6n de los españoles al
tradicional proceso de los Muíscas, o simplemente no quedaron huellas
de ellos en el terreno excavado, que permitieran a la arqueología su
reconstrucci6n.

Lo que si podemos pensar con serias bases es que la existencia de


trozos de maderas signifique la utilizaci6n de fogones cubiertos. Otro
dato importante aportado por la excavaci6n es el de la utilizaci6n de
canales de madera para transportar la salmuera.

El mismo documento a que nos referimos, según la autora, explica


que las vasijas utilizadas en la cocci6n de la salmuera no eran
originarias del lugar de la salina, sino que eran importadas de uno
diverso; si a ello adjuntamos otro documento (19) ya transcrito,
podriamos pensar que muy factiblemente la relaci6n entre las dos
industrias (la sal y la alfareria) hubo de darse a través del comercio
como sucedi6 con el intercambio de sal por bastimentos entre Chita y el
Pueblo de la Sal.

Con lo anterior hay ya en nuestras manos suficientes elementos para


reconstruir mentalmente el complejo proceso de la producci6n de sal.
Ubiquemos, ahora, en él, las formas de organizaci6n humana.

En el mismo documento comentado por la autora, se afirma que la


mujer desempeñ6 un papel claro y definido: debla supervisar la cocci6n
de la salmuera; el papel del hombre. seguramente más variado. no
aparece discriminado en la fuente pero. podria hablarse legítimamente
de una forma de divisi6n del trabajo por sexos. También podrla
hablarse de una divisi6n del trabajo por regiones. puesto que mientras
la sal se produjo en Nemocén, las" gachas" fueron fabricadas en Cogua.
Pero, quizá sea más importante anotar que hubo de darse, además, una
divisi6n del trabajo por oficios. ya que dado el alto volúmen de
producci6n y en el supuesto de que cada "pan" requeria el uso y
des trucci6n de una " gacha", necesariamente la industria de la alfarerla
hubo de requerir un volumen de mano de obra tal. que implic6 que una
parte de la poblaci6n se dedicara exclusivamente a esa actividad; en la

19. Hacemos referencia al intercambio de tipo comercial entrela población de Chita y el


llamado Pueblo de la Sal.

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misma fonna el inmenso número de vasijas que serian utilizadas.
solamente una vez por los directos productores de la sal y fabricadas en
un sitio diverso al de la salina. necesariamente también hubo de haber
obligado a un buen sector de la población a dedicarse con exclusividad
al transporte de ellas.

Además. hay en documentos de archivo algunos datos que nos


ayudarlan a dilucidar en mucho el tema que nos hemos propuesto, en
efecto. en el Libro de Visitas a Boyacá, se lee:

.....no tenlan más sujeción los yndios de d(ic)ho reparti-


miento e pueblo de la Sal antes que los Cristianos entrasen
en esta tierra más de que deste pueblo e repartimiento de
Chita llevaban al cacique del pueblo de la Sal hayo e mayz
para que comiesen e que él les daba sal.." (20).

La cita transcrita viene a corroborar lo que arriba hablamos afirmado


respecto a la división del trabajo por regiones, la cual hablamos dicho.
seguramente se realizó en ténninos de comercio. tal cual la cita lo ha
dicho; finalmente, valdria anotar en cuanto a este tema de la división
del trabajo. que el intercambio descrito. circunscrito a algunos
productos únicamente, no podla satisfacer las necesidades de la
población, pues la dieta chibcha compuesta por: arracacha, ahuyama,
batatas. cubios, frijoles. qu ínea, patatas. tomate, turmas, caimito,
guayabo. pitahaya. calabaza. guanábana. piña. guama, aguacate, coca.
hibio, ehugua, tabaco; no podía ser suplantada por el hayo y el malz de
que habla el documento. Por lo menos en alimentos tan generales y tan
caros a los indios como la papa, que al decir de Fernández de Oviedo:

"Es la más importante provisión que tienen porque con


todo lo que comen, comen papa.;" (21).

o los cubíos, considerados como alimento básico en el Epltome:


.....y otras a manera de nabos, que llaman cubias, que echan
en sus guisados y les es grande mantenimiento" (22).

Tenemos que admitir pues, que una región que se caracteriza por la
producción de un articulo determinado. necesarlamente debe haber

20. A.N.C. Visitas a Boyad. T.n . folio 51r. en To,ar Hennes. Documentoo sobre
Tributación y Dominación en la Sociedad Chibcha U.N. Bogotá. 1970.

21. Fern!ndez de Ovíedc. Gonzalo. Historia Genonl y Natural de las Islas de Tiena
Firme del Mar Océano. P ág. 386 y 390.

2m
desarrollado una división del trabajo por oficios dentro de si misma, que
satisfaga al menos las necesidades más elementales de su población.

AsI, atendiendo a las anteriores consideraciones. necesariamente


habremos de admitir una división del trabajo por oficios.

En el proceso de la producción de la sal, la población hubo de


dividirse en grupos. y el grupo hubo de aplicarse a una tarea concreta y
demasiado diversa de las ejecutadas por los otros grupos; en otras
palabras, hubo de especializar su trabajo. En cuanto al régimen de
propiedad de las minas de sal, como tales, parece lo más acertado
presumir que fueron de propiedad del cacique; veamos, las crónicas
hablan de las minas de tal o cual señor; por ejemplo:
"En esta parte (23) tenia sus salinas,..." (24).

No obstante, podrla arguirse que el cronista hace referencia no a la


persona del cacique, sino a la del conglomerado social que representa;
pero los documentos de archivo invitan a pensar que evidentemente
perteneciera al cacique:

.. ... no tenlan más sujeción los yndios del d(ic)ho


repartimiento e pueblo de la Sal antes que los Cristianos
entrasen en esta tierra más de que deste pueblo e
repartimiento de Chita Uevaban al cacique del pueblo de la
Sal hayo e mayz para que comiesen e que él les daba
sal. ¿' (25).
A nuestro modo de ver, pues las minas fueron de propiedad del
cacique, más no a titulo individual. vale decir, no a la persona del
cacique sino a éste como jefe de la comunidad.

Los Tejidos
Pero hasta el momento sólo hemos hablado de la industria en función
de la minería, sin pensar en otros sectores que si bien no tuvieron la
importancia que eUa presupuso en la economla chíbcha, si juegan un
papel decisivo en el estudio del modo de producción, por ser mucho m ás
generalizadas, como por ejemplo la industria del tejido.

En otro lugar hablamos de eUo y resaltamos el hecho de que la


materia prima de la industria, se obtuviera a través del comercio. tal
cual lo describe Aguado:

23. El Guatavita.
24. Femándes de Piedrahita. Lucas. O.C. PAgo1fT.
25. A.N.C. Visitas Boyecé, T.2. Año 1571. 51 r.

208
..... pregunt6seles á estos tales indios que cómo hablan y
tralan el hayo y el algodón de las partes referidas. y lo que
en cada cosa interesaban. á lo cual decían que el algodón lo
iban á comprar adonde lo habla. que en esta Provincia de
Tunja era hacia la parte de Sogamoso en más cantidad. y
quealli dan por una carga de algodón por desmontar. que es
lo que un indio puede cargar. una manta buena. y que traldo
á su tierra. aderezándolo. hilándolo y tejiéndolo. hadan de
ella otra tan buena manta como la que bablan dado y cuatro
mantas chingamanales, que se llaman de este nombre por
ser pequeñas y bastas y mal torcidas y peor tejidas. y
suelen dar por una buena manta. tres. cuatro de estas
chingamanales, y esto es todo lo que interesan y granjean
en lo del algodón" (26).

El volumen de la producción hubo de ser sumamente abundante, el


suficiente para llenar el Buhío de que nos habla Castellanos:

"Hallaron ansimismo tres buhlos en forma circular. llenos


de rollos definas telas. varias en colores. de las que tributa-
ban sus vasallos; " (27).

Pero. a más de la referencia hecha por los cronistas. los libros de


visitas al territorio de la cultura que nos ocupa. traen datos como el que
a continuación se anota:

.... .a oydo decir a yndios viejos y antiguos que antes que


vienesen los cristianos a esta tierra todos los yndios de11a
pagaban tributo a sus caciques y como no tenían demora a
qué acudir pagaban los capitanes cada uno de tributo en
cada un año a su cacique quince y veinte mantas y a los
demás indios una manta y dos mantas conforme a su
posible..r (28).

El documento hace referencia a una población sujeta al Zipa, y. el que


ahora transcribimos es tomado en los dominios del Zaque:
.....antes que viniesen a esta tierra los cristianos todos los
yndios pagaban tributo a sus caciques en todo el distrito

26. Aguado. Fray Pedro de O.C. Pig. 268-269.

2:1. Castellanos. Joan de O.C. Pág. 235.

28. Tomado de Tovar, Hermee. Documentos sobre tributación y Dominación en la


Sociedad Chibeha. UDivenidad Nacional de Colombia. Dirección de Divulgación
Cultural. Boguti. 1970.

209
deste reino y el cual tributo pagaban en cada un año al
tiempo que hacian las labranzas y cada capitán pagaba
cuatro o cinco mantas de las comunes que (hlabía entonces
y daban con ello algún oro y los demás yndios pagaban cada
uno una manta chinga...'.' (29).
Citas y más citas del mismo tenor podrlan traerse a cuento. pues.
como en otro lugar se anotó. las mantas constituyeron la base del
tributo de los Muiscas. Hermes Tovar hace el cálculo que transcribimos
y que ilustra muy a las claras sobre el volumen de la producción de
tejidos de algodón:
" Los indios de Pesca sostienen que ellos son tributarios de
Sogamoso, al igual que Pisba. El Cacique e indios de Suta
eran tributarios de Duitama. Estos tres caciques declaran
que los indios daban de tributo "una manta" por indio
Tributario. Hacia 1537 la población tributaria de estos tres
pueblos seria.
Suta.............. 423 indios tributarios
Pesca 4.054 indios tributarios
Pisba l.336 indios tributarios
Es decir. que el cacique de Sogamoso recibla de las
comunidades Pesca y Pisba 5.390 mantas por concepto de
tributo indígena, mientras que Duitama recibla de Suta
423 mantas.
Estos volúmenes no parecen muy Significativos. pero si
interesantes. si tenemos en cuenta que los capitanes
tributaban a sus caciques " a cinco y a seis mantas en cada
un año". Si nos atenemos al censo de Pesca de 1596. donde
figuran seis capitanlas y dos casicasgos y otro en los
pueblos mencionados. es necesario agregar este monto al
volumen tributado de comunidad. Pero la importancia del
tributo no radica aquí, sino que es necesario tener en cuenta
10 que los indlgenas afirman sobre "que también le acudlan
a hacer sus cercados y labranzas".
Otros pueblos. además de mantas. daban como tributos oro.
cueros de venados. algodón. hayo. coladoras. plumas de
aves . etc. Es decir. si nos atenemos a los datos más
pesimistas sobre población. más de 200.000 mantas
circulaban por el territorio Muisca por concepto de tributos
indígenas" (30).

29. Ibid.
30. Tovar Pinzón. Hermes. Notas sobreel Modo de Producción Precolombina. Ediciones
Aquelarre. 1974.

210
En cuanto a la dependencia que la industria hubiere podido crear con
otras fuentes de la producción o viceversa. sólo podemos anotar la
lógica relación con el comercio. cuya magnitud e importancia puede
deducirse del radio de acción del comercio del producto (31).
En cuanto a la manera como hubo de organizarse la población
alrededor de la industria del tejido. sabemos que fue el telar la máquina
más compleja que produjo y utilizó la econornla M uisca; sabemos
además que la confección de mantas presupuso una labor inicial del
hilado y es lógico adrnltir que en ella correspondió un papel preponde-
ran te a la mujer; seguramente, el transporte de la materia prima desde
los sitios de comercio. dado que habla de hacerse sin la ayuda de ningún
tipo de tracción. tuvo que requerir el concurso de la fuerza del varón.
Una vez hilado el algodón en un uso manual, estaba listo para pasar
al telar. no sabemos si éste fue o no susceptible de apropiación
individual. y si lo fue, no podrlamos precisar hasta que punto su
posesión fue generalizada. de tal suerte que cualquier ciudadano lo
hubiera podido poseer. frente a ello. solo tenemos algunos indicios que
nos hacen presumir que evidentemente la industria no pudo ser una
actividad comunitaria estrictamente, pues el hecho de que la etapa de
hilado no requiera herramienta diversa del pequeño uso, implica que su
apropiación fuera individual, y por ende, esta labor también lo fuera.
Las palabras de Aguado (32) nos hacen presumir que el comercio del
cual se obtenla la materia prima fuera un trato individual.
Quizá el telar. dada su complejidad. no fuera un elemento accequible
a toda la población. pero es lo cierto, que las mantas en él elaboradas
fueron objeto de apropiación individual. comoIelamos en un documento
ya transcrito; todos los indios. o una gran cantidad de ellos tributaban
mantas a su capitán y a su Cacique.

EL AGRO
Pero al determinar las ramas de la producción en el apartado anterior.
hablamos empezado a hacerlo por la agricultura, debido a la
importancia que suele darse al agro en la econornla de las culturas
primitivas. sin embargo. ahora hemos tratado en primer lugar la
industria. la razón que a ello nos inclinó. fue la determinación. en el
apartado anterior, de un nivel técnico superior al alcanzado en el agro;
de otra parte, como se ha anotado. la industria tuvo una mayor
incidencia en el desarrollo de la economla chibcha.

31. El algodón hubo de traerse de muy distantes lugares como ya se anotó. y las mantas
elaboradas recorrieron inmensas distancias.

32. Aguado. Fray Pedro de O.C. Pág. 145.

211
Sea este el momento pues de estudiar el agro, el problema resulta
definitivo para estudiar la organización económica de la cultura que nos
preocupa, y mucho más cuando se hace referencia a las formas de
cooperación y a la forma de apropiación, pero, desafortunadamente es
poco lo que con certeza podemos afirmar, corremos el riesgo de
especular vanamente, pero es preferible hacerlo desde ya, con la certeza
de que al tocar el tema, al menos planteamos el problema que una
investigación futura haya de aclarar.

Como datos ciertos, solamente tendrlamos los ya aportados alrededor


de algunos cultivos, pero, la forma como la población chibcha se
organizó para la producción aún sigue en tinieblas. Tenemos sólo
algunos datos concretos , que nos demuestran como algunos cultivos
fueron colectivos, y hechos con el ánimo de satisfacer precisamente
necesidades de la comunidad como tal, veamos por ejemplo en Aguado
el siguiente trozo:

" ...a esto generalmente todos los indios moscas de la


provincia de Tunja respondlan haber de muchos tiempos
atrás siempre tenido por superior al Cacique o señor
llamado Tunja, al cual tributaban y servlan en muchas
cosas, como eran hacerle ciertas labranzas para las vituallas
de la guerra y otras borracheras" (33).

Siendo la guerra una labor que compromete a toda la comunidad la


presencia de esta forma de cultivo nos resulta reveladora, a través de
ella por lo menos podemos afirmar que existió una parte del territorio de
utilidad común, podrlamos hablar de una forma de apropiación
colectiva de la tierra y de apropiación colectiva del producto, frente a
una necesidad común a toda la población, pues, como se dirá en otro
lugar, la guerra al lado de la religión fue la preocupación más
importante de los muiscas.

Otra constante de los Cronistas es la existencia de sementeras de


caciques, capitanes y funcionarios del estado. que debieron ser
cultivadas por los miembros de la comunidad:

" ...Acerca de sus Caciques particulares se las interrogó á los


indios el tributo que cada indio le daba y los servicios que le
hadan en cada un año antiguamente, y la claridad que á
esto dan sólo es decir que le hadan cierta cantidad de
labranzas y le renovaban en ciertos tiempos" (34).

33. Aguado. Fray Pedro de O.C. Pág. 269.

34. Aguado. Fray Pedro de O.C. Pág. 270.

2 12
Pero lo anterior no solamente ha sido añrmado en las crónicas, sino
que los documentos de archivo reiteran la información:
.....antes que viniesen a esta tierra los cristianos todos los
yndios pagaban tributo a sus caciques en todo el distrito
deste reino y el cual tributo pagaban en cada un año al
tiempo a que hadan las labranzas y cada capitán pagaba
cuatro o cinco mantas de las comunes que (h)abla entonces
y daban con ello algún oro y los demás yndios pagaban cada
uno una manta chinga y hadan todas las labranzas de! tal
cacique..: (35).
De lo transcrito anteriormente, podrlamos deducir sin riesgo alguno,
que también existió una porción de tierra dedicada al cacique, a su
subsistencia personal, y aún más a la conservación de su estatus, pues
el cacique debla disponer de los productos suficientes para alimentar no
solamente e! número de sus esposas e hijos que indudablemente hubo de
ser abundante, según se desprende de las mismas crónicas, sino al
personal que inmediatamente le servía,
Hemos determinado pues, la forma de cultivo colectiva aplicable a
tres casos concretos, pero ello no nos autoriza para pensar que la
agricultura fuera una actividad comunal con apropiación colectiva
tanto de la tierra como del producto; al contrario, si las citas anteriores
hablaron de la existencia de cultivos colectivos para la guerra, lógico es
entender que resulta altamente factible que los demás cultivos no lo
fueran , pues no seria lo más lógico, cuando todos los cultivos fueran
colectivos hacer uno especial para la guerra. No obstante, el argumento
no resulta de! todo convincente aún, quizá e! que los documentos, y e!
que las crónicas nos hayan puesto en contacto con una sementera
propia del cacique y cultivada por los miembros de la comunidad, si nos
permite afirmar, por lo menos para un sector de la población la
existencia de la apropiación individual de la tierra y de! producto sin
que ello sea incompatible con la organización colectiva para la
producción en la sementera del cacique; pero no necesariamente toda
labor agrícola fue colectiva, pues resultarla a todas luces absurdo que
las comunidades hicieran la sementera de su cacique cuando la
agricultura comunitaria lo hubiera provisto de todo lo necesario. Y aún
hay algo más que confirma lo dicho; las formas de asentamiento
predominantes fueron dispersas.
Finalmente, habrla un argumento más; e! hecho de que los productos
de la t ierra hubieran sido objeto de tributo. En el libro de Visitas de
Cundinamarca puede leerse:

35. Tomado de Tovar Hennes. Documentos sobre tributación y Dominación en la


Sociedad Chibeha. Universidad Nacional de Colombia. Direcci6n de Divulgación
Cultural. Bogotá, 1970.

213
.....y e! que no tenia oro ni mantas le traia mayz o turmas
leña y en efecto todos le contribuían lo cual era cada año
por e! tiempo que le hazian su labranzas.:" (36).

Ahora bien, si las turmas y el malz, eran objeto de tributo de los


indios particulares, "si el que no tenia oro ni mantas" es decir e!
ciudadano pobre podla dar el tributo a su medida, 16gico es pensar que
ese tributo habla de ser de su exclusiva propiedad.

Sobre la divisi6n de! trabajo que se di6 en la agricultura tampoco


tenemos una absoluta certeza, nos limitaremos a decir, que sin que
fuera la agricultura una labor típicamente femenina, la mujer
desempeñ6 en ella un papel preponderante, como puede deducirse de e!
siguiente documento:
.....como tiene tres yuntas de bueyes con que labra la tierra
y las yndias le siembran y desierban el mayz y tiene este
testigo gañanes pagados para este efecto a los cuales da
raci6n de mayz de veynte a veynte días para su sustento y
esto responde" (37).

La cita nos ilustra sobre algunas labores desempeñadas por las


mujeres como la siembra y la deshierba, pero, también nos explica que
el cacique, ha encontrado gañanes, para la labor agrícola, sin que se
precise exactamente su funci6n.

Quizá el documento nos da pié para pensar que e! decandente cacique,


ya se ha hecho a la idea de que ha perdido sus privilegios, y ahora debe
comportarse como cualquier comunero. Esto de que las mujeres
colaboren con la labor agraria, nos hace pensar en la posibilidad de
considerar la familia (38) como unidad de producci ón agricola en este
campo pues, en primer lugar como lo anotan las crónicas, la poliginia
constituye una forma de consecusi6n de mano de obra.

En segundo lugar recordemos que los cultivos básicos de la dieta


chibcha (papas, cuya variedad crioUa tiene una periodicidad de 3 a 4
meses, cubios cuya periodicidad es similar a la de la papa, ahuyama que
da fruto todo e! año, etc.) no requieren e! empleo de mano de obra
excesiva, para su producci ón, amén de que las herramientas que se

36. Tovar Hennes. O.C. PAgo 24.

37. Tomado de Tovar, Hennes. Documentes sobre Tributación y Dominación en la


Sociedad Chibcha. Universidad Nacional de Colombia. Dirección de Divulgación
Cultural. Bogotá, 1970.

38. Compuesta poliglnica.

2 14
utilizaron para el cultivo fueron de tal naturaleza que resulta lo más
provable, haber sido de propiedad individual, y. finalmente, a
añadamos las fonnas de poblamiento que como se ha anotado frecuen-
temente fueron dispersas, las tres anotaciones anteriores parecen
corroborar la tesis propuesta, acerca de la familia como unidad de
producción agrícola.

EL COMERCIO

Hasta aquí hemos hechos una aproximación a las fuentes primarias, o


directas de la producción; nos queda aún por estudiar el comercio,
actividad que entraña un gran interés en cualquier trabajo sobre la
cultura que pretendemos conocer. dado el carácter de actividad general
que revistió así como lo amplio de su radio de acción.

Su presencia se hace engorrosa y de dificil manejo, cuando se trata de


enmarcar la cualtura de los Muiscas dentro de un determinado modo de
producción, pues el volumen que la actividad comercial acusa no se
compadece con la ausencia de moneda, que, como se ha dicho. parece
haberse dado entre ellos. Existieron, dentro de la economia de la cultura
que nos proponemos conocer. dos tipos de comercio; uno exterior y otro
interior. Del primero de ellos han llegado hasta nosotros abundantes
testimonios que ya han sido tratados: el cronista Aguado nos habla del
comercio del algodón; Fernández de Oviedo da testimonio del comercio
de oro cuando dice:
.....Oro que avia venia de la provincia de Neiva" (39).

El mismo cronista da razón de esmeraldas y mantas Muiscas en


Santa Marta:

" ...y ciertas mantas y cosas de indios, en que se vieron


plasmas de esmeraldas y carniolas y jaspos y calcidonias y
safires blancos y ámbar de roca; todas estas cosas se
hallaron donde he dicho, y se cree que de la tierra adentro
les debia venir por trato y comercio que con otras gentes de
aquellas partes deben tener..." (40).
Los testimonios anteriores dan fé de un nutrido comercio exterior,
de un comercio a largas distancias que necesariamente constituyó una
de las ramas de la producción más importantes. Los objetos más
habituales de este tipo de comercio fueron la sal. las esmeraldas y las
mantas de algodón.

39. Oviedo, FemAndez de O.C. PAgo 400.


40. Oviedo. FemAndez de O.C. PAgo 508.

215
El comercio interior fue seguramente mucho más activo que el
comercio a grandes distancias y abarcó una gama de productos mucho
más variada y abundante, ya hemos visto un documento donde se
demuestra que el pueblo de la sal y el de Chita realizaron un activo
comercio. Las crónicas además nos dan cuenta de la periodicidad de los
mercados:

" E n el pueblo de Tunja es costumbre muy antigua que de


cuatro á cuatro dlas se hacia y hace un mercado dentro del
propio pueblo del Cacique, adonde acudlan á tratar y
contratar, vender y comprar, infinita gentes de todos
estados, al cual asimismo venlan muchos Caciques y
señores principales, asl por contemplación del Cacique
Tunja, en cuyo pueblo se hacia, como por sus particulares
intereses y granjerías, de lo cual nunca se despreciaron
estos bárbaros por grandes y principales señores que
fuesen, porque todos en general son dados á la avaricia, y
aunque algunas personas graves los han querido hacer
exentos de este vicio no han podido" (41).

Recordemos que Aguado nos habla de lo activos que fueron estos


mercados a pesar de su frencuencia, pues fue según él en un día de
mercado, cuando Hernán Pérez de Quezada hizo escarmiento, matando
a los caciques y capitanes que concurrieron al mercado. La frecuencia de
los mercados, lo mismo que lo nutrido de su concurrencia, nos ponen en
contacto con el gran volumen de las transacciones que debieron haberse
realizado.

Parece ser que el comercio fue una actividad común y general a toda
la población, tal cual puede desprenderse de las siguientes palabras de
Castellanos:.

" ...menos guerreros son que contratantes, pues su mayor


felicidad estriba en ferias y mercados qe celebran en partes
señaladas, donde vienen en dias diputados para ello con
varias y diversas mercancías, con todos los engaños y
cubiertas que suelen sutilfsimos judlos..:' (42).

Aguado transcribe algunas informaciones tomadas de la visita


practicada por el capitán Rulz de Orjuela a la provincia de Tunja, de las
cuales nos parece importante transcribir un trozo que a nuestro modo
de ver resulta de vital importancia para el tema:

41. Aguado. Fray Pedro de O.C. Pig. 206.


42. Castellanos. Joan de O.C. Pig. 154.

216
" ...Preguntábaseles más que si antes que fuesen sujetos á
los españoles andaban en sus contrataciones y por los
mercados más libremente que en este tiempo; á esto decian
que n ó, porque antiguamente nunca dejó de haber entre los
Caciques particulares algunas domésticas pasiones y
discordias que eran causa de ponerse los unos á los otros
acechanzas y matar á los contrarios que en sus tierras
entraban, y asl no osaban apartarse á contratar muy lejos
cada uno de su natural; pero que ahora mediante el calor y
favor de los españoles y la general paz y conformidad que
entre eUos han puesto. y por temor del castigo que las
justicias les hagan aunque cualquier indio vaya a contratar
a á mercadear á cualesquier mercados, aunque sean muy
apartados de su tierra, van sin ningún temor, porque por
esta causa no hay quien les ose ofrender ni matar como de
antes lo hacían" (43).
De las palabras del cronista se desprende claramente que la actividad
fue indivual; que no fue privativa de los caciques y principales sino que
cualquier ciudadano pudo comerciar a su antojo; lo cual coincide con el
hecho de que en los documentos conste que se tributaron a titulo
particular objetos que solo pudieron haberse adquirido por vla de
eomereio,

Sobre la calidad de comerciante ensí, es bien poco lo que podemos


afirmar con absoluta certeza; no conocemos documento alguno que nos
presente al comerciante, o al mercader como perteneciente a una casta
determinada a la manera, por ejemplo, de los comerciantes Aztecas,
pero lo que si resulta evidente es que hubo de haber existido una gran
maza de la población que se dedicara al comercio en forma exclusiva. sin
que eUo significara que el comercio se presentara a manera de una
función de tipo estatal delegada por el principe.

El Tributo
Aunque el tributo no constituye una fuente o una rama de la
producción en un sentido estricto. lo trataremos en este apartado, dado
el papel que como organizador de la economla desempeña entre los
Muíscas, hemos centrado su estudio alrededor de algunos interrogantes
básicos.

Cuando de tributo se habla, lo primero que se nos ocurre preguntar


es; Qué se tributaba?; qué objetos eran susceptibles de ser entregados a
titulo de impuesto?; a eUo nos responden los documentos y las crónicas:

43. Aguado. Fray Pedro de O.C. PAgo 271.

217
en primer lugar cabria anotar la existencia de dos tipos, de dos fonnas
de tributación, una en especie y otra en trabajo. De la segunda fonna
nos dan testimonio las crónicas con reiterada frecuencia, por ejemplo:

.....Acerca de sus Caciques particulares se les interrogó á los


indios el tributo que cada indio le daba y los servicios que le
hacían en cada un año antiguamente, y la claridad que á
esto dan sólo es decir que le hacían cierta cantidad de
labranzas y le renovaban en ciertos tiempos del año sus
bohlos de morada y sus casas de idolatría..." (44).

Los documentos confirman el dicho de los cronistas; en efecto, en el


Libro de Visitas a Boyacá, puede leerse:

..... a oydo dezir a los viejos que antes que viniesen a esta
tierra los cristianos los yndios pagaban tributo de mantas a
sus caciques y les hazlan sus labranzas y cercados y
buhfos..." (45).

De tal suerte pues, que existla un tributo consistente en fuerza


laboral.

En cuanto a la primera clase de tributo, el pagado en especie. puede


afirmarse que fue el más preciado aquel que era dado en oro, pero,
seguramente esta fonna de exacción solamente hizo relación a sectores
más o menos privilegiados de la Sociedad Muisea; en efecto, en los
libros de visitas, se hace frecuente relación al hecho de que los capitanes
tributaban oro, en tanto que los indios corrientes, tributaban
simplemente mantas. Por vla de ejemplo, veamos el siguiente
documento:
" ...Ios capitanes e yndios de este repartimento pagaban
tributos a los caciques antepasados de este testigo porque
cada un capitán le daba por el tiempo que le hazlan sus
labranzas a los d(ich)os caciques seis o siete mantas buenas
de algodón y un tejuelo de oro de nueve o diez pesos e que a
este respecto les tributaban los dichos capitanes cada uno
confonne tenia el pusible unos más e otros menos de lo que
tiene dicho y que cada un indio le daba por el dicho tiempo a
su cacique una manta buena de algodón y el que menos una
chinga..." (46).

44. Aguado , Fray Pedro de O.C. PAgoZ10.

45. A.N.C. Viaitas Boyael, T. 17 Fol. S33v.

46. A.N.C. Visitas Cundinaman:a. T. 11 F. 146 r.

218
Así como el oro fue el tributo más preciado, las mantas constituyeron
el más habitual; en otro apartado transcribimos un cálculo verdadera-
mente impresionante sobre el número de mantas que circulaban por
concepto de tributo. Los documentos reiteran constantemente su
presencia.

Pero a más de estos dos objetos, los más universales, encontramos la


presencia de productos agrlcolas que los reemplazaban, como papas,
frijoles, maíz, etc. o de productos de la caza o de la pezca, incluso los
productos de la industria artesanal, de ellos hay constancia en los libros
de visitas:

.....y el que no tenia para dar de tributo la manta que tiene


dicho o algún oro daba algún pescado, turmas o frisoles o un
colador o cargador o lo que tenia por manera que todos
pagaban tributo .¿" (47).
.....y el que no tenia oro ni mantas daba un ovillo de hilo y
callbuya e otros maíz e turmas e mochilas por manera que
ninguna dexaba de pagar tributo" (48).

Finalmente. valdría la pena anotar que las herramientas también


fueron objeto de tributo:

.....y el que no tenia oro traía un pala para cabar la labranza


o un colador de paxa para colar la chicha" (49).

Con lo que hasta aqni se ha dicho, podemos afinnar que en general


todos los bienes muebles fueron susceptibles de ser tributados.

Los documentos transcritos además nos dan pié para responder a


otro interrogante; Quiénes tributaban? podemos afirmar que el tributo
fue una obligación general que cobijó a toda la población y solamente se
encuentran algunas curiosas excepciones aisladas como lo anotabamos
al hablar del pueblo de la sal. También puede anotarse que hubo
diferencias en cuanto a la calidad y en cuanto a la cantidad del tributo.
Hemos visto que los capitanes tributaban oro y cuando no, al menos
tributaban mayor cantidad de mantas que los indios corrientes:

.....Todos los indios della pagaban tributo a sus caciques y


en cada un año al tiempo que le iban a hacer sus rozas los

47. A.N.C. Visitas BoyaeA, T. 17 n.. 446v. 447r.


48. A.N.C. Visitas Cundinaman:a, T. 5 F. 596r.

49. A.N.C. Visitas a Cundinaman:a. T. 5 F. 577v.

219
capitanes a cinco y a seys y hasta ocho mantas chingas,
cada uno conforme su posible y a la honrra (sic) que quería
le hiciese su cacique y los demás indios a una y a dos
mantas..." (50).

En otros documentos transcritos hemos leido expresiones como


"conforme tenia el pusible" unos más e otros menos", "el que no tenía
para dar de tributo la manta..." , "el que no tenía oro..." ; todo lo
anterior implica que el tributo fue variable según la fortuna que se
poseyera dentro de la comunidad y la posición que se tuviera en la
comunidad en relación directa.

Otro interrogante a resolver, podría formularse como sigue: Quién


percibía el tributo? Sabemos que los jeques perciblan tributo, pues las
crónicas hablan no solamente de sementeras de la guerra sino de
sementeras del culto; en efecto (51):
" ...y asl de todas partes deste reino en busca del remedio
que desean allí suelen venir en romería gran cantidad de
gentes con ofrendas en precio y en valor de gran subtancia,
que se dan al cacique, y él al xeque que tiene cargo de su
santuario" (52).

Sab emos que los caciques lo perciblan igualmente, tal cual lo hemos
visto en los documentos transcritos; y sabemos que la sumisión de un
cacicazgo por otro imponía el pago de tributo de la población sometida:

" ...Quedábanle cercanos tres caciques exentos de su mando


y obediencia: el uno deUos era Siminjaca, que nariz de
lechuza representa, y Susa, que declara paja blanda. y
Ebaté, que Ubaté decir solemos. que quiere decir sangre
derramada. contra los cuales vino poderoso; y aunque se
sustentaron muchos días con victorias reciprocas. al cabo
los hizo tributarios y sujetos, dejando guarniciones y
caudillos..." (53).

Respecto a los capitanes, sin embargo no poseemos ninguna prueba


fehaciente de que percibieran tributo, pero. hemos visto en todos los

50. A.N .C. Visitas Cundinamarea, T. 4 F . 877v.

51. Castellanos. Joan de O.C. Pág. 150.

52. Aguado. Fray Pedro de O.C. Pág. 269. habla de sementeras para la guerra y para el
culto.

53. Castellanos. Josn de O.C. Pág. 146.

220
documentos transcritos. que tributaban en mayor cantidad que los
demás ciudadanos. lo cual implica. cuando menos. que detentaban un
estatus superior al que hubiera detentado cualquier otro ciudadano;
ante tal hecho. tendrlamos o bien que aceptar que su alta capacidad
tributaria la derivaba del tributo especial de sus indios, o bien que
gozaba de una serie de prerrogativas que cristalizaban económica-
mente.

Otro interrogante a resolver. podría formularse asl: A titulo de qué se


recibla el tributo?; la respuesta a él resulta de vital importancia frente
al problema del estado. puesto que si el tributo ha sido pagado a titulo
personal, o mejor. si el derecho a percibir tributo residJa en la persona.
hallarlamos una forma determinada de estado; en tanto que si residla
no en la persona como tal. sino en la persona como funcionario. como
representante del estado. nos encontrarlamos frente a un ente poUtico
más desarrollado . Hermes Tovar (54) plantea un esquema según el cual
el tributo fue dado a la persona como jefe tribal de la comunidad. vale
decir. a la persona como tal, pues son los vínculos de consanguinidad los
que en última instancia determinarlan el derecho al tributo. más la
afmnación no tiene prueba documental frente a los Muiscas, pues la
fuente utilizada (Andagoya. Pág. 17). no hace relación a ellos.

De otra parte, en su recopilación de documentos. no aporta ninguno


que nos pruebe la afirmación.

A nuestro modo de ver. el tributo evidentemente se dió a Jos caciques


ya los jeques. más no en virtud de su propia persona. sino en virtud de
su función en la comunidad. vale decir. se daba a la institución
..gobierno" o " religión" . llámese jeque, Zipa o Zaque; y el sentido con
que se daban era el de reconocimiento y vasallaje:

.....a entendido de indios viejos es que antiguamente los


indios deste repartimiento e capitanes del e los demás de
esta tierra soUan pagar y contribuir a sus caciques en
reconoscimiento de Señorlo e vasallaje que les tenia cada
cap(i)t(án) principal con oro e mantas cada uno conforme al
posible que tenia ..:' (55).

Respecto a quienes usufructuaron el derecho de recibir tributo.


solamente podemos afirmar con absoluta certeza. que los caciques. los
principales y los jeques percibieron el tributo en toda su magnitud.

54. Tovar, Hermes. Nota sobre el modo de producción Preeolombino. Aquelarre. 1974.

55. A.N .C. Visitas CundjDamarca. T. 5 F. 22Sv.

221
Respecto a los capitanes nada podemos afirmar con certeza absoluta.
pues no conocemos documento alguno que nos permita probar que lo
hubieran percibido y aunque constantemente se está diciendo que
tuvieron que tributar en mayor proporción que los demás indios. no
existe base alguna para presumir que su mayor capacidad tributaria
proviniera de un sistema doble de tributación. De tal suerte que ella
seguramente hubo de provenir de otras fuentes . y los capitanes
debieron necesariamente de gozar de otra serie de ventajas diversas al
tributo que sirvieran de contraprestación al servicio prestado. y al
estatus que ocupaban en la Sociedad.

Sobre la utílízación que del tributo hicieron sus beneficiarios. aparece


una interesante anotación que se reitera en los documentos; parece ser
que los Muiscas entendieron la necesidad de hacer del tributo una forma
de redistribución de la riqueza. sin que ello equivalga a afirmar que todo
el tributo fuera redistribuido.

Sobre la utilización que la Sociedad Muisca hizo del tributo. resulta


dificil o al menos pretencioso. tratar de producir un esquema definitivo.
por lo pronto creemos que apenas se pueden hacer algunas anotaciones
cuya interpretación definitiva quizá resulte prematura. y demasiado
arriesgada.

Sabemos por ejemplo que de lo tributado por toda la población. el


cacique devolvia a los capitanes mantas y oro. y podria suponerse que lo
hiciera a titulo remunerativo. y otro tanto sucedía en cuanto al principal
y sus caciques sometidos:
.....10 que a entendido de indios viejos que tienen noticia de
lo que tributaban en tiempo de su infidelidad a sus caciques
es que a su tío deste testigo que era cacique principal deste
pueblo le solfan tributar cada capitán cuatro o cinco mantas
y dos y tres pesos de oro con ello que en aquel tiempo coma
entre ellos y los yndios comunes y ordinarios les daban
una manta chinga e medio peso del dicho oro e les haclan
sus labranzas casas y cercados y queste tributo se lo daban
cada año cuando hacían sus labranzas y en recompensa
desto les daban una manta pintada a los dichos capitanes
que llaman chitacate,. " (56).
También sabemos que en algunas ocasiones. el Cacique ayudado a
veces por sus capitanes. proporcionaba las viandas para las grandes
festividades:

56. A.N.C. Visitas CundinAmarca. T. 5 Año 1592. F. 2121". en Tovar. H"""es,


Documentos sobre tributación y dominación en la sociedad ehibcha. Dirección de
Divulgación Cultural. Univ....idad Nacional d. Colombia.

222
.....a los demás indios de comer e beber e les daban carne de
venado e que después acá a oydo este testigo que se hacia lo
suso dicho con su antecesor que se llamaba Sutallcipa por
cuya muerte pusieron a este testigo.: " (57).

Finalmente, sabemos que el cacique premiaba y estimulaba a sus


subditos a través de dádivas:

.....y aquel acto concluso, se volvía por la misma carrera con


sus juegos, hasta llegar a casa del cacique desde donde tenia
su principio, el cual los despedla con favores, alabando sus
buenas invenciones. juegos y regocijos y libreas" (58).
Otros tributos teman de antemano su funci6n especifica, como
sucedla por ejemplo, con el tributo dado en trabajo.

De todos modos, la magnitud del tributo recibido resulta superior en


mucho a la escasa redistribuci6n, de manera que necesariamente se di6
un proceso de acumulaci6n en manos de los beneficiarios del tributo que
l6gicamente condujo a una estratificaci6n social.

LA DIVISION DEL TRABAJO

El estudio del punto que nos proponemos lo mismo que el de la


propiedad, quizá debido a las profundas modificaciones que se operaban
en la Sociedad Muísca, y al medio y los factores pecualiares de
desarrollo de las primeras sociedades americanas, se presenta como algo
" suigéneris" cuya ubicaci6n dentro de los esquemas conocidos o cuya
aproximaci6n hacia ellos no se puede dar. El alto volumen de la
producci ón de sallo mismo que el volumen de su auxiliar, la alfareria, la
abundancia de comercio, la cantidad abrumadora de tejidos del
algodón, etc., nos invitan a presumir formas muy avanzadas en cuanto
a la organizaci6n del trabajo que exigen la especializaci6n, no obstante,
resulta dificil determinar una forma concreta de divisi6n del trabajo;
pero, sea como fuere, tan sólo contamos con los hechos que nos ha sido
dado conocer y es nuestro deber, por lo pronto, presentarlos, aún con las
contradicciones que frente a cualquier ortodoxia presenten.

Dentro de los Muiscas encontramos en primer lugar formas de


trabajo colectivo para la satisfacci6n de necesidades comunes, lo mismo
que las encontrabamos en la propiedad para la satisfacci6n de las

57. A.N .C. Visitas Cundjnamarea. T.5 Año 1592. F. 2121'. 212v. en Tovar. Herml"6.
Documentos sobre tributaci6n y dominaci6n en la sociedad ebibeba. PAgo 33.
Dirocci6n de Divulgaci6n Cultural. Univ...idad Nacional de Colombia.

58. Castellanos, Joan de O.C. PAgo194.

223
mismas necesidades (59). pero. es muy importante anotar que tales
formas colectivas no corresponden necesariamente a una organización
comunal del trabajo. pues. los documentos de archivo y las crónicas
coinciden en destacar que el cultivo de las cementeras de guerra. la
construcción de las casas del cacique, etc.• revestlan la forma de un
tributo. la prestación de un servicio personal en la tierra de el
" principal" ; en tanto que la apropiación del producto. por lo menos en
las cementeras del cacique y en la construcción de sus cercados.
aprovechaba más a éste que a la comunidad; los mismos documentos
coinciden en afinnar que tales labores se desarrollaban " cada un año".
lo cual implica que la organización comunitaria para el trabajo no era
estable ni correspondía a la forma de satisfacer sus necesidades vitales
cada ciudadano. Por el contrario. esta periodicidad y este carácter de
tributo. más bien implican la cesión de una parte de la fuerza laboral de
cada individuo a la comunidad y no una organización comunal del
trabajo.

Lo anterior nos obliga a presumir la existencia de una división del


trabajo y la primera que resalta en un primer estudio. es la división del
trabajo por sexos. no sólo por el hecho de que la misma naturaleza lo
imponga. sino porque los documentos se preocupan de destacar el papel
que desempeña la mujer en algunas labores; en efecto. al hablar de la
industria de la sal (60) encontrabamos como a la mujer se le asignaba en
concreto la función de vigilar el fuego de las "gachas" en el proceso de
cocción de la salmuera.

Al hablar de la agricultura. trafamos un documento (61) que defmfa el


papel de la mujer en la agricultura. De tal suerte que esta primaria
división se dió entre los Muiscas.

Las crónicas han hecho referencia. como lo velamos. a una especia-


lización del trabajo por regiones. y los documentos (62) también lo
confirman.

Estas dos formas de división del trabajo. implican de por si algún


grado de desarrollo de la comunidad.

Pero a más de ellas se dió una división del trabajo por oficios tal cual
lo exige el alto volumen de la producción que ya anotábamos. lo mismo
que la magnitud del comercio.

59. Página 83 d. este mismo trabajo.


60. Págine 67 d. este trabajo.
61. Página lIT d. este trabajo.
62. A.N.C. Visitas a Boyad. T. 18. 302v.

224
Las fuentes nos permiten describir una primera división entre los
organizadores de la producción y los productores propiamente dichos.
En efecto. las crónicas describen la existencia de oficios burocráticos
que muy probablemente fueron privativos de la nobleza. por ejemplo
Lucas Fernández de Piedrahita al describir las ceremonias de la
"coronación" del Bogotá. dice:

"Disponlanse muchos regocijos; nombrábanle ministros y


oficiales de su corte, de los cuales el más preeminente era el
de pregonero. porque declan que era el órgano por donde se
explicaba la voluntad del principe" (631.

De tal suerte que podrlamos afirmar que se describe una actividad


como privativa de un sector de la población. que necesariamente hubo
de dedicarse, cuanto menos preferencialmente a una labor determinada.

También aparece la descripción de oficios concretos. como el de


orfebre por ejemplo; Castellanos dice:

"Los Guatabitas por la mayor parte eran artlfiees de labrar


oro. y entre los otros indios reputados por más sutiles en
aquestos usos. y así por las provincias convecinas. ajenas
de las deste señorío, andaban muchos de ellos divertidos
ganando de comer por sus oficios. sin acudir a las
obligaciones debidas al señor según sus leyes" (641.

La cita anterior ha sido interpretada como una forma de división del


trabajo por regiones quizá basándose en la interpretación superfieial del
hecho de que se destaquen como orifices los indios de una región
determinada; pero mirando la cita atentamente, puede observarse que a
más de la habilidad especial concedida a la región se afirma que en otras
regiones también había aurifices

" y entre los otros indios reputados por más sutiles en


aquestos usos","

Sin embargo. seguramente resulta más importante destacar el hecho


de que en otras provincias los guatabitas tan solo desempeñaban el
oficio de orfebre y de ello derivaban su sustento:

" y as í por las provincias convecinas andaban muchos de


ellos divertidos ganando de comer por sus oficios" .

63. FEnlández de Piedrahila. O.C. Pig. 74.

64. Castellence, Joan de O.C. Pig. 143.

225
Ahora bien, si el volumen de la producción. si las formas de
cooperación entre las diversas industrias y si el comercio parecen
indicar una división del trabajo por oficios y aparecen algunas
descripciones de oficios determinados, no nos parece ilegitimo pensar en
esta forma de especialización del trabajo.
LA PROPIEDAD
Hechas las anotaciones que sobre el particular han quedado al
estudiar las diversas ramas de la producción. nos queda la impresión de
haber tocado la puerta de una concepción de la propiedad muy peculiar.
de un régimen demasiado propio de la sociedad Muisea que a veces se
nos antoja contradictorio, pero, son esos los hechos que nuestro estudio
ha arrojado. y hemos de aceptarlos. as í, tal cual aparecen; quizás las
proCundas transformaciones de que eran objeto las estructuras de la
cultura que estudiamos. a la Uegada de los españoles. expliquen en buen
parte la aparente contradicción surgida en el concepto de propiedad.
En este apartado pretendemos sistematizar todo aquello referente a
la propiedad que al hablar de las diversas ramas de la producción
fuimos enunciando; se trata pues. de presentar escuetamente los hechos
concernientes al tema. en un orden que Cacilite su análisis con miras a
poner piso firme al estudio sobre la organización social que sucederá en
el orden a este capitulo.
Para cumplir tal propósito, hemos clasificado los "bienes" en dos
grupos. tomando como criterio de selección el papel · que ellos
desempeñaron en un ciclo completo del proceso de la producción; en
este orden de ideas tendriamos de una parte, bienes de producción y de
otra bienes aptos para el uso.
SOBRE LOS BIENES DE USO
La propiedad de los bienes de uso parece no oCrecer demasiadas
dificultades para su estudio; si utilizamos como Cuente los cronistas,
nos encontramos con que al hacer relación a las leyes de herencia.
afirman reiteradamente, que los bienes que nos ocupan fueron objeto de
propiedad privada en el sentido que el derecho Romano quiso darle a la
expresión.
En efecto. Lucas Fernández de Piedrahita, al hablar de las leyes de
herencia. aCirma:
.....porque su barbaridad Cue tanta, que aun en esta
costumbre hizo agravio a la naturaleza desheredando los
hijos; éstos no tienen más derecho que a los bienes muebles
del padre, estilo común y general que se observa entre
todos..... (65).

65. Fernández de Piedrahita, LUCAS. O.C. P'g. 73.

226
Ateniéndonos al dicho del cronista, los bienes de uso fueron de
propiedad privada, puesto que si fueron susceptibles de adquisición por
herencia, necesariamente tendremos que admitir que fueran de la
exclusiva propiedad del causante, ya que no seria factible la trasmisión
de un derecho por parte de quien no lo detentara plenamente; y si ello
fuere cierto, resulta lo más lógico que el heredero ejerciera la propiedad
en las mismas condiciones del causante.

No obstante, Fray Pedro Simón discrepa del cronista anteriormente


citado. cuando dice:

.....Los hijos y mujeres si las dejaban, sólo sucedían en los


bienes raíces porque los muebles y tesoros entraban con
ellos en los sepulcros" (66).

Como puede apreciarse, surje una flagrante contradicción entre los


dos cronistas pues, mientras para Piedrahita los bienes muebles, entre
los que cabrían todos los bienes de uso fueron transmitidos por
herencia, para Simón, los mismos bienes acompañaron a su propietarios
más allá de la tumba; sin embargo, la contradicción no afecta en nada el
planteamiento hecho. pues las añrmacíones de uno y otro cronista
confirman la tesis de la propiedad privada aplicada a los bienes de uso;
si Piedrahita estuviera en lo cierto, por la razón que arriba expusimos,
estos bienes serian de propiedad privada, y si por el contrario, fuera
Simón quien dijera la verdad, el hecho de que los bienes de uso fueren
enterrados con su propietario, implicarla que fueran de su exclusiva
propiedad.

Si tomamos como fuente los documentos, nos encontramos con que el


tipo de bienes que nos ocupa fueron objeto de tributo:

.....a entendido de indios viejos es que antiguamente los


indios deste repartimiento e capitanes del e los demás de
esta tierra solían pagar y contribuir a sus caciques en
reconoscimiento de Señorio e vasallaje que les tenia cada
cap(i)t(an) principal con oro e mantas cada uno conforme al
posible que tenia e daba dos pesos y tres mantas e mas y
menos y los indios particulares una manta chinga y el que
no tenia oro ni mantas daba un ovillo de hilo y cabuya e
otros maíz e turma e mochilas por manera que ninguno
dexaba de pagar tributo..:' (67).

66. Simón, Fray Pedro. Noticias Historiales Nota 4". Capitulo VI. T.II. 295.

67. Archivo Nacional d. Colombia. Viaitaa Cundinamarca. t. 5 a60 1539 . 596 r.

227
El documento transcrito hace referencia al tributo individual cuando
expresamente dice: "y los indios particulares.;" ; luego los objetos de
que habla constitulan el tributo de cada indio en particular. y si ello es
cierto. puede afirmarse inequívocamente que los bienes tributados eran
objeto de propiedad privada, pues mal podria alguien tributar a título
particular aquello que poseyera a título de comunero. Y aún más. el
documento hace incapié en que algunos indios particulares tributaban
oro mientras que otros tributaban objetos de menor valor. lo cual
implica una diferencia de posibilidades económicas. .....y el que no tenia
oro ni mantas .¿", y esta diferencia no seria posible sino en la medida en
que existiera la posibilidad de apropiarse individualmente los bienes y
de acumularlo.

PROPIEDAD DE LOS BIENES DE PRODUCCION

Los bienes de producción entre los Muíscas, fueron sometidos a un


régimen de propiedad mixto. que a veces se nos antoja contradictorio. lo
cual dificulta la ubicación del Modo de Producción que desarrollaron, no
obstante, hemos de aceptarlo así, con la certeza de que nuestro papel se
reduce a presentar los hechos sin forzar su interpretación a ninguna
ortodoxia.

Las herramientas de los Muiscas, tan solo constituyeron una


prolongación demasiado simple de los miembros del cuerpo humano; los
materiales con los cuales las construyeron (1a macana. la piedra. etc.) no
requirieron procesos más complejos que el sometimiento al fuego para
su utilización. y fueron de fácil acceso para todo aquel que quisiera
poseerlos; su fabricación no requirió "maquinarias". ni modos de
cooperación especiales. Este carácter elemental de las herramientas.
hace pensar que cualquier persona pudo apropiarse los materiales
necesarios inmediatamente de la naturaleza. y luego. con sus propias
manos y a través de procesos directos. fabricar la herramienta
necesaria, que lógicamente resultarla de su propiedad exclusiva.

Pero lo anterior no pasaria de ser una simple especulación. si no


contáramos con algún apoyo en las fuentes que nos permitiera
determinar los hechos. Las crónicas. como lo hemos visto, confirman la
existencia de las propiedad privada sobre los bienes "muebles". y las
herramientas lo son. De otra parte, en un documento de archivo. puede
leerse:

.....a oydo decir a los capitanes viejos deste pueblo que


sollan pagar tributo a los caciques antecesores deste testigo
lo cual pagaban cada año en tiempo que haclan sus
labranzas y cercados y (...) una pala para cabar la labranza o

228
un colador de paxa pa colar chicha y otros tralan curies
conejos e otros géneros de caza todo lo cual hacfan en
reconoscimiento de que eran tales caciques.:" (68).

El hecho que que por tributo individual se diera "una pala para cabar
la labranza". o "un colador de paxa para colar la chicha.:", implica que
las herramientas fueran de la propiedad privada del tributante. De tal
suerte que no nos queda duda alguna de que las herramientas. fueran
entre los Muiscas objeto de propiedad privada.

La máquina más compleja que conocieron los Muiscas fue el telar


manual; sobre la forma de propiedad de que fuera objeto. pueden
hacerse algunas reflexiones; lo primero que se nos ocurre pensar es que
como bien mueble, acorde a los cronistas. hubo de ser de propiedad
privada.

Su fabricaeíón, lo mismo que la de las herramientas. no requiri6


procesos complejos que implicaran una actividad comunal. de tal suerte
que seria válido el raciocinio que para ellas se hizo de otra parte, la
técnica de fabricaci6n del telar fue parte del acerbo cultural general de
los Muiseas, como tal puede encontrarse inscrito dentro de los
elementos supraestructurales que más fácilmente pudieron conocer los
españoles; recuérdese que acorde a la tradición, el tejido tuvo entre los
chibchas el carácter de una especie de obligaci6n sagrada de toda la
poblaci6n; Menqueteva en persona enseñ6 a los hombres la ocupaci6n y
dej6la enseñanza grabada en las piedras de todos los lugares que visitó:

.... .Este les enseñ6 a hilar algod6n y tejer mantas. porque


antes de esto s6lo se cubrían los indios con unas planchas
que hacfan de algod6n en rama. atadas con unas
cordezuelas de fique unas con otras. todo mal aliñado. y aun
como a gente ruda; cuando salla de un pueblo les dejaba los
telares pintados en alguna piedra lisa o bruñida. como hoy
se ven en algunas partes. por si se les olvidaba lo que les
enseñaba. .r (69).

Habría aún algo importante más que anotar en favor de la tesis; un


hallazgo arqueolégíeo comentado por Justus Sotelius, en boletln de
Historia y Antiguedades. confirma lo dicho pues se encontró un telar y
varias telas dentro de un sepulcro. en territorio de los "Guane",
comunidad chíbeha, colindante con los Muiscas.

68. A.N.C. Libro d. Visitu a Cundinlmarca. T5. F577v.

69. Simón, Fny Pedro. O.C. NoL 40. CapL 111 TIl. P . 284.

229
Parece ser pues. que el hilado y el tejido fueron una actividad común
a toda la población Muisea, no obstante el hecho de que en algunos
documentos conste que no todos los tributantes pudieran haber pagado
su impuesto en mantas. nos hace pensar que no en todos los rincones ni
en todos los estratos socisles del pals Muisca se hubiera utilizado el
telar.

En cuanto a la tierra, el medio de producción por excelencia debe


admitirse que su estudio constituye un serio problema a resolver; las
crónicas traen testimonio de diversas clases de propiedad sobre ellas:

.....Desde la Laguna de Guatavita, que era la primera y


primer santuario y altar de adoración. hasta esta de
Ubaque, eran los bienes comunes. y la mayor prevención
que hubiese mucha chicha que beber para las borracheras
que se hadan de noche, y en ellas infinitas ofensas a Dios
N.S.• que las caUo por honestidad.:" (70).

De lo anterior podriamos deducir la existencia de tierras de propiedad


común tal cual lo anota Guillermo Hernández Rodrlguez en su meritorio
trabajo (71). La anotación del cronista parece indicar la intención de
determinar cuales eran los bienes "comunes". de tal suerte que si la
interpretación de Hernández Rodrlguez es correcta. debe considerarse
incompleta pues no habría razón. si todos los bienes hubieran sido
comunes para que el cronista se tomara el trabajo de delimitar unos en
especisl. En otras palabras. el que el cronista delimite un área de
propiedad común implica la existencia de áreas de propiedad privada;
nos da la impresión de que esta propiedad comunal sobre las lagunas y
sus tierra aledañas sobre los bosques. etc.. con un matiz eminentemente
religioso. equivale a la solución de algunas necesidades comunes; en
efecto. no sólo la importancia vital que tiene el agua para la existencia
de la comunidad era protegida con la propiedad común sobre ellas. sino
que las necesidades del culto así lo exiglan. Los bosques. que anota el
cronista. verdaderos cotos de caza. también constituyeron dentro de la
sociedad Muisca una necesidad común; aquellas tierras, son pues
propiedad de la comunidad. pero en ellas el individuo se apropia
individualmente de la madera para convertirla en herramientas, y de la
caza. ya que tal actividad. debido a la ausencia de grandez piezas y a las
formas elementales en que se realizó no requirió procesos cooperativos
para su realización sino que fue esencialmente una actividad individual;
cabria recordar Que el único animal de caza que podrfamos calificar de

70. Rodriguez Freyle, Juan. El Carnero. P'g. 85.

71. Hemindez Rodriguez Guillermo. O.C. P'g. 51.

230
mayor, que exigiera formas de cooperación para su apropiación, era el
venado y su caza estaba restringida y reglamentada en forma especial
(72).

Existió entonces, entre los Muíscas, una primera forma de propiedad


comunal sobre la tierra, que no por ser comunal pueda considerarse
como una propiedad del estado, que se opusiera a la propiedad de los
particulares. No, el hecho de que los individuos puedan aprovecharse de
ella hace pensaren que fue comunal porque no de otra forma ella podria
hacerse productiva; en efecto, si las tierras aledañas a las lagunas se
hubieran fraccionado y se hubieran repartido a manera de propiedad
privada, solamente los rivereños hubieran tenido acceso al culto en ella
celebrado y al beneficio del agua.

Si los bosques y los montes de que habla el cronista hubieran sido


sometidos al miamo proceso, los animales de caza necesariamente
pertenecerian al dueño del terreno en que se hallare y seria imposible
seguirlos para capturarlos. Otro tanto hubiere sucedido con la madera
que ellos produjeran. Esta primera forma de propiedad comunal pues,
constituye tan solo una especie de complementación del proceso
económico orginado en otras formas de propiedad de la tierra.

Una segunda forma de propiedad comunal puede deducirse de las


siguientes palabras de Aguado:

.....á esto generalmente todos los indios moscas de la


Provincia de Tunja respondlan haber de muchos tiempos
atrás siempre tenido por superior al Cacique ó señor
Uamado Tunja, al cual tributaban y servían en muchas
cosas, como eran hacerle ciertas labranzas para las vituaUas
de la guerra y otras borracheras.:" (73).

Aqul vemos a la comunidad produciendo en común sobre una tierra


común para satisfacer una necesidad común, quizá la más apremiante
en su estadio de desarrollo, Aqul la comunidad como tal, como ente
abstracto diferente de los miembros que la componen, se constituye en
propietaria de la tierra. Las eementeras de la guerra, son en buena
medida la garantla de la independencia del estado.

Pero a más de estas formas de propiedad comunal, existieron formas


de propiedad privada de la tierra en el sentido de que el individuo es
poseedor de una porción determinada de terreno y se lucra de su

72. Rodrlgue2 Freyl.. Juan O.C.

73. Aguado. Fray Pedro de O.C. P'g. 269.

231
producto; en efecto. como lo anotábamos en otro lugar. las crónicas y
los documentos hacen relación a tierras y cementaras de los capitanes
caciques y principales. pero quizá lo que más Uama la atención es que
hubiera existido para eUos la posibilidad de transmitir por vía de
herencia el derecho de propiedad sobre sus tierras. tal cual puede
deducirse del documento que a continuación se transcribe:
"(...) e que los dichos indios e capitanes no le respetan como
lo hazlan de antes lo cual entiende este testigo es porque
tienen que acudir a pagar demoras e otros servicios y que
nunca le (h)an hecho ninguna casa ni cercado porque el que
de presente tiene en que vive era del cacique don Alonso su
antecesor..... (74).

De tal suerte que los caciques y principales gozaron del derecho de


lucrarse de una porción individualizada de la tierra. podlan apropiarse
su producto en forma individual como en efecto lo haclan; las
sementeras del cacique contribuyeron a la conservación de su
"estatua", pues recordemos que fue para los indios gran honor el recibir
la manta como premio. el recibir la chicha. y fue para el cacique causa de
gloria el poder patrocinar la borrachera ritual.

No tenemos constancia alguna de que los principales y caciques


pudieran efectuar una "enajenación perpetua" de la tierra; ni de que su
dominio sobre eUa hubiera podido transmitirse por vía diferente de la
herencia; eUo nos obliga a pensar que el cacique ejerció su dominio
solamente en función de haber sido tal; es decir que seguramente
usufructuó individualmente la tierra debido a su relación con la
comunidad.

Algo que resulta evidente es que el cacique o el principal pudieron


apropiarse de manera individual del producto. pues. de él pudieron
disponer libremente y fue precisamente esta forma de apropiación del
producto la manera de conservar su estatus.

Sobre la forma como el resto de la población poseyó la tierra. es poco


lo que podemos afirmar y tanto más cuanto que los datos que
conocemos dan la idea de una forma de apropiación mixta. por lo pronto
imposible de describir en su totalidad; no obstante, sabemos que la
unidad de producción en el agro. como ya quedó dicho (75) fue la familia
compuesta polígámíea, lo cual nos invita a presumir que cada una de
eUas usufructuó a título individual una parcela determinada de tierra.

74. A.N.C. Visitas Cundinamarca. t.ll. Año 1593.1480 . en Hennee Tooar. Documentos
sobre tributación y dominación en la sociedad ehibeha, Ptg. 22.

75. Página 88 de este trabajo.

232
De otra parte, sabemos que en las tasas y retasas de indios se impuso
un tributo. al parecer siguiendo los lineamientos del tributo
precolombino y solamente haciéndolo más graboso; en efecto. se
impuso un tributo en especie y un tributo en trabajo. tal cual sabemos.
se pagó por los indios antes de la conquista y si ello es cierto. resulta
presumible que el haberlo impuesto a cada familia en particular. se
hubiera hecho también siguiendo la costumbre precolombina.

Por ejemplo. en la visita practicada por el oidor Diego Villafañe con el


objeto de retasar los indios en las inmediaciones de Santa Fé se exigió
que cada indio y su familia. a más de otros objetos de mayor valor y de
la prestación de servicios personales. tributase a su encomendero media
hanega. vale decir 27.5 litros. En efecto:
.....Los tributos que este Oidor retasó en los indios moscas
que en los términos de Santafé habla generalmente, fue que
cada indio. tasado por si y por su casa. pagase de tributo en
cada un año al encomendero una manta de la marca que
tiene dos varas y sesma de largo y otro tando de ancho. y
dos tomines de buen oro. y media hanega de maíz, y que
entre cada veisnte indios beneficiasen y limpiasen y
cogiesen una hanega de trigo de sembradura.,:' (76).

La cita nos da pié para deducir que el tributo fue impuesto en forma
individual a cada familia poligínica, por considerarla como la unidad de
producción; cada indio "tasado por si y por su casa", debió contribuir
con la cantidad anotada del precioso grano y cada familia por tanto
hubo de atender en forma individual a su propia manutención y al pago
de los demás tributos. Esta contribución hecha por cada familia en
particular implica que tuviera los medios de hacerlo. vale decir que
usufructuara la posesión de un terreno individual determinado del cual
derivara su sustento. acumulara lo necesario para pagar los demás
tributos "oro, mantas". y pudiera pagar la tasa fijada en cuanto al
grano.

No obstante, nada nos indica que a más del derecho al uso y al fruto.
se tuviera el de enajenar o transmitir la propiedad. tampoco hay fuente
que nos indique la forma como tuvieron acceso al goce de los derechos
que se anotaron.

76. Aguado, Frey Pedro de O.C. PAgo 297.

233

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