La transferencia son las actitudes afectivas que el entrevistado vivencia o actúa en relación con el
entrevistador; la contratransferencia es la respuesta del entrevistador a las manifestaciones del
entrevistado, esta requiere una buena preparación para que sea utilizada. La ansiedad debe ser vigilada en su aparición y su grado o intensidad. El manejo técnico de la ansiedad debe tomar en cuenta la personalidad del entrevistado. El “timing” es el tiempo propio o personal del entrevistado para enfrentar sus conflictos y resolverlos. El instrumento de trabajo del entrevistador es su propia personalidad. Anteriormente en medicina y psicología se ocupaba de los seres humanos como si no lo fuesen, esto ya no es posible; el contacto directo con seres humanos enfrenta al técnico con su propia vida, su propia salud o enfermedad, sus propios conflictos y frustraciones. Distintas personas pueden provocar reacciones contratransferenciales típicas en el entrevistador, éste tiene que poder observarlas y resolverlas para utilizarlas como instrumento. Tiene que jugar los roles que son promovidos por el entrevistado, pero sin asumirlos; hacer esto implica la ruptura del encuadre. Podemos reconocer y diferenciar entre el entrevistado que viene a la consulta, y al que “lo han mandado”. El primero corresponde al paciente neurótico, mientras que el psicótico es traído. El que viene solo es el representante de un grupo familiar esquizoide, la comunicación entre sus miembros es muy precaria; otro es aquel en el cual vienen varios a la consulta, hay un alto grado de simbiosis o interdependencia. El funcionamiento de la entrevista implica que lo que ofrece el entrevistador debe ser ambiguo, a excepción del encuadre que incluye: tiempo, lugar y rol técnico del profesional. La entrevista no debe ser utilizada como una gratificación narcisística. La actitud arrogante del entrevistado no debe ser "domada". Toda entrevista aporta datos de importancia. Hay que reconocer los distintos tipos de silencio y obrar en función de este. La entrevista diagnóstica es, en alguna medida, terapéutica. Debemos interpretar sobre lo que está operando en el aquí y ahora; la interpretación es una hipótesis que debe ser verificada o rectificada. Una entrevista logra mucho si se esclarece cuál es el verdadero problema que se trae detrás de lo que se trae en forma manifiesta. El informe psicológico tiene como finalidad condensar o resumir conclusiones referentes al objeto de estudio.