Aunque puede encontrarse en muchas otras formas, el tipo de chocolate
más consumido es el de tableta. Dentro de éste, también existen muchas variedades, que dependen de los distintos ingredientes que se le añadan. El Chocolate Negro • Es el chocolate propiamente dicho, pues es el resultado de la mezcla de la pasta y manteca del cacao con azúcar, sin añadir ningún otro producto. Para que sea considerado negro, debe tener una proporción de pasta de cacao superior al 50% del producto, como mínimo, aunque también puede llegar al 99% que encontramos en el mercado. Chocolate con Leche • La proporción de pasta de cacao suele estar por debajo del 40%. Como su nombre indica, lleva leche añadida, en polvo o condensada. El Chocolate Blanco • Estrictamente, no se trata de chocolate como tal, pues carece de la pasta de cacao. Se elabora con manteca de cacao (por lo menos, el 20%), leche y azúcar. Es un producto extremadamente energético y dulce. El Chocolate Relleno • Es una cubierta de chocolate (en cualquiera de sus variantes) que recubre frutos secos, licores o frutas, así como galletas. El Chocolate de Cobertura • Utilizado por los chocolateros y los pasteleros como materia prima. Puede ser negro o con leche pero, en todo caso, se trata de un chocolate con una proporción de manteca de cacao de alrededor del 30%. Chocolate a la Taza • Es el chocolate negro, al que se le ha añadido una pequeña cantidad de fécula (normalmente, harina de maíz) para que a la hora de cocerlo aumente su espesor. Suele disolverse en leche.