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¿Hasta dónde lo personal incide en lo metodológico?

Pensar en lo metodológico como una construcción, tal como lo plantea Edelstein


(1996), nos conduce a pensar en las diferentes dimensiones que la constituyen: lo
epistemológico objetivo, lo epistemológico subjetivo, las finalidades y lo axiológico.
Esta última dimensión, en la que me interesa centrarme, refiere a las visiones del
mundo y a los valores que el docente tiene, y que van a sustentar el planteo de
enseñanza que construya y proponga, generando así una construcción idiosincrática
particular. Mediante esta construcción, el docente revela una forma de comprender el
mundo, pero también una forma de comprender tanto su disciplina como la enseñanza
en general.

Notamos aquí que la noción de construcción se torna fundamental, ya que refiere a


una síntesis de opciones, de decisiones, que toma el docente a partir no sólo de las
concepciones y valores propios, sino también de las relaciones que establezca con la
cultura y la sociedad. Es así que las decisiones sobre la manera en que se van a
estructurar los contenidos, los materiales con los que se va a trabajar, así como las
actividades y la evaluación, son pensados a partir de la perspectiva axiológica de cada
profesor. De esta manera, las decisiones y la propuesta del docente, como bien dice
Bernik (2018), “va a girar en torno a qué objeto de enseñanza construir para propiciar
procesos de aprendizaje en tanto acercamientos potentes entre estudiantes-cultura-
saberes” (156).

Me parece interesante ampliar este planteo a partir de la noción de obra que Bernik
retoma de Chevallard, coincidiendo con la autora en pensar a estos dos conceptos
como imbricados. El docente, al construir y delimitar una obra, genera una “creación
singular” (Bernik, 2018:158), una construcción que es mediada justamente por la
perspectiva axiológica del docente. Como dijimos anteriormente, las visiones del
mundo y los valores del docente influyen directamente en su espacio decisional, razón
por la cual la construcción que se plantee será “una delimitación de aquello que se
considera legítimo enseñar” (158).

Considero que al poner en diálogo la noción de obra y la de construcción


idiosincrásica se comprende en mayor medida la gran implicancia que tiene la
perspectiva axiológica en la planificación docente. Sin embargo, cabe destacar que si
bien las creencias, valores y visiones personales guían la planificación y construcción
de una materia, muchas veces estas decisiones no son del todo conscientes. Ahora
bien, considero una pregunta válida, y aún por responder, hasta qué punto esta
dimensión incide en lo metodológico, o mejor dicho, hasta dónde es válido que incida.

Bibliografía
Edelstein G. (1996) “Un capítulo pendiente: el método en el debate didáctico
contemporáneo”. En Camilloni A. et. al. (1996) Corrientes Didácticas Contemporáneas.
Buenos Aires: Paidós, Cuestiones de Educación.

Bernik J. (2018) “Pensar la clase en la escuela secundaria: mediaciones y materiales, entre


formas y reformas curriculares”. En Baraldi V. et. al. (coord. 2018) Educación secundaria
orientada en Santa Fe. Sujetos y construcción curricular en el ciclo básico. Santa Fe:
Universidad Nacional del Litoral.

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