Está en la página 1de 2

La IA no es una solución realista en la actualidad

Por: Arnol Vega Gonzalez 23/04/19

Aunque el desarrollo de la ciencia y tecnológico han avanzado en el desarrollo de la inteligencia


artificial, aun no se han desarrollado un robot con las habilidades específicas que se requieren para
la intervención en un litigio o conflicto de intereses.

Abordamos el tema de habilidades en principio, puesto que un abogado litigante debe gestionar
cosas que las IA aún no están facultadas. Aunque una IA es capaz de ordenar, procesar, actualizar
y evaluar grandes cantidades de información, por lo que refiere que características propias de la
abogacía están cubiertas existen otros tipos de factores mucho mas de carácter social y conductual
que aún está siendo investigados y que aún no alcanza niveles óptimos en lo que a la representación
de conflictos entre partes sugiere.

Por ejemplo, una maquina o robot aún se mueve dentro de un margen programado de acciones,
por lo que atienden a su programación en el caso de la resolución de conflictos. En un estrado o
sala de procesos las condiciones son cambiantes, por lo cual aunque una maquina puede evaluar
diversas condiciones en los casos, las condiciones supuestas en una corte pueden variar de forma
acelerada por la interacción de los testigos y sus testimonios, así como por la locución de las partes
afectadas. Es en este caso en donde las condiciones de comunicación, asertividad, ingenio, manejo
de la comunicación e incluso la lectura de comportamientos, estados de ánimo, dudas, entre otras
serán una condición vital para la consecución del objetivo programado.

En este apartado, aun una maquina no es capaz de leer las condiciones de estado de ánimo de una
persona o inferir en su testimonio creando dudas razonables dentro de sus relatos. Sumemos a esta
circunstancia el hecho de las limitaciones en la forma de comunicación. Javier Buhigas, en una
publicación en enlaces digitales en enero de 2018, afirma que aun las maquinas no son capaces de
aprender a través de la comunicación hablada (Javier Buhigas, JB, enero2018, enlaces digitales,
https://puentesdigitales.com/2018/01/12/los-8-increibles-avances-en-inteligencia-artificial-para-este-
2018/), por tanto no está comprobado el desempeño como litigante de una máquina, atendiendo al
hecho de su falta de procesamiento en la información hablada.

Ahora bien, hablemos del campo financiero. Aunque las condiciones de costo-beneficio
representadas en la aplicación de una máquina que sea capaz de desarrollar las tareas de una
persona están comprobadas, también hay que analizar que esta condición no reflejaría directamente
una reducción de los costos para una maquina con inteligencia artificial. Basamos este supuesto
en el hecho que, una maquina requeriría inversión en actualizaciones y mantenimientos de forma
periódica, además de la contratación de un ingeniero de sistema que se encargue de la
programación del aprendizaje de la IA. Por tanto además de la alta inversión que sugiere la
adquisición de un robot litigante, los costos derivados no representarían una disminución a largo
medio plazo en el flujo de efectivo de la empresa, es más, podría representar un aumento de los
mismos.

De carácter jurídico, según la ley 559 de 1999, existe la imposibilidad que una maquina realice
actividades inherentes a la abogacía puesto que no cumple con las credenciales de carácter técnico
para realizarlas. Las condiciones que suponen la obtención de dichas credenciales se suceden del

1
desarrollo propio de la actividad en misiones desde el ámbito profesional como auxiliar y
educativo que una IA no podría sustentar, dato que su desarrollo es totalmente científico y/o
tecnológico.
Estos puntos sin contar con el factor ético que debe representar la condición humana. Hay varios
factores a evaluar dentro de un litigio, que quizás una maquina no tendría en cuenta. Aunque
financieramente una maquina podría obtener resultados exitosos en todos sus casos, las
consecuencias de imagen derivadas por la responsabilidad social empresarial de dichos resultados
podría causar daños severos en la empresa. En el mismo documento Javier Buhigas sostiene
“cuando la máquina da una solución a un problema, es muy complicado conocer cuáles son sus
“razonamientos” para llegar a dicha solución. En parte porque no los hay; pero sin ir a tecnicismos
ni a cuestiones filosóficas, el problema es que no podemos saber de la máquina su explicación para
llegar a una respuesta.” Suponemos entonces que la maquina podría llegar a cumplir con el objetivo
de ganar los casos pero también podría presentar un daño a la imagen de la empresa porque quizás
su conclusión no considera los efectos sociales que esta victoria podría representar. Otra forma de
decirlo es que a nivel empresarial y de imagen el fin no justifica los medios

Por las razones expuestas, quizás despedir a un abogado con experticia en los procesos de litigio
para la contratación de una maquinaria que lo reemplace quizás no sea muy recomendable. Sin
embargo, es plausible que dicha herramienta sea una adquisición valiosa si y solo si se considera
como un elemento auxiliar para el abogado; de esta forma, el abogado que si puede identificar
cambios en los patrones de los comportamientos, es capaz de hacer locuciones e intervenciones
acomodándose las circunstancias cambiantes de su entorno, es capaz acomodar para la
conveniencia del cliente, el gran problema que presenta la interpretación de la norma, etc. Mientras
la maquina facilita la gestión de la información y su procesamiento, presentando datos e informes
que permitan la consecución del objetivo del abogado.

No obstante, no significa que en el futuro esas condiciones no se cumplan. La oferta de una


máquina que pueda desarrollar con un alto porcentaje de existes y cumpliendo con un nivel de
razonamiento que pueda contemplar todas las condiciones de su entorno, que de carácter técnico
cumpla con los requerimientos tanto de habilidades como de credenciales requiere la práctica del
derecho y todas las connotaciones sociales y de imagen, se pueda suceder en algunos años; pero
en la actualidad no es una propuesta que cumpla los requerimientos de satisfacción de los agentes
empresariales.

También podría gustarte