En la actualidad, de diferentes formas, todas las personas nos vemos
involucradas con la electricidad. En nuestras casas u oficinas, estamos en constante relación con ella. La puesta a tierra en sistemas eléctricos es una de las tantas formas de protección existentes, ya que se puede orientar hacia la protección de equipos eléctricos, señales electrónicas o protección atmosférica. Estos sistemas deben aislar la parte donde se ha producido la falla buscando perturbar lo menos posible la red, limitar el daño al equipo fallado, minimizar la posibilidad de un incendio, minimizar el peligro para las personas, minimizar el riesgo de daños de equipos eléctricos adyacentes.
Los objetivos generales de un sistema de protección se resumen así:
Proteger efectivamente a las personas y los equipos.
Reducir la influencia de las fallas sobre las líneas y los equipos. Cubrir de manera ininterrumpida el Sistema de Potencia (SP), estableciendo vigilancia el 100% del tiempo. Detectar condiciones de falla monitoreando continuamente las variables del SP Elementos de un equipo de protección Un equipo de protección no es solamente la protección o relé, propiamente dicho, sino que incluye a todos aquellos componentes que permiten detectar, analizar y despejar la falla.