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OPORTUNIDADES DE COMERCIO INTERNACIONAL, CONVENIOS Y/O

TRATADOS

Metalmecánica en el Perú

La producción industrial del sector metalmecánico peruano creció 10,2% entre enero y
octubre de 2018. Este segmento provee bienes de capital como maquinarias, equipos e
instalaciones, así como artículos y suministros para la industria, minería, construcción,
transporte y otros sectores.

La subida fue impulsada por la mayor demanda interna generada por el crecimiento de
la inversión pública y privada, indica el reporte sectorial del Instituto de Estudios
Económicos y Sociales (IEES) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).

El reporte detalla que entre las actividades más dinámicas del sector metalmecánico,
destacan la mayor producción de motores, generadores, transformadores (132,8%),
motocicletas (22,8%), partes, piezas y accesorios para vehículos (15,3%), carrocerías
para vehículos automotores (8,5%), y otros productos elaborados de metal (7,1%).

Además, incluyen motores y turbinas (6,8%), artículos de cuchillería, herramienta de


mano y artículos de ferretería (6,7%), productos metalmecánicos para uso estructural
(6,6%), otros hilos y cables eléctricos (6,3%) y pilas, baterías y acumuladores (3,9%).

Metalmecánica internacional

El desempeño de las exportaciones este año traería novedades en los sectores metal-
mecánico, químico y sidero-metalúrgico, teniendo a Estados Unidos como un mercado
atractivo, señaló hoy la Cámara de Comercio de Lima (CCL).

"Las exportaciones del sector metal-mecánico alcanzaron los US$ 62.74 millones en el
periodo enero-julio de este año y los envíos del sector químico y sidero-metalúrgico
fueron de US$ 67.63 millones y US$ 165.86 millones en ese mismo periodo", informó el
director del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la CCL,
Carlos Posada.
Explicó que las perspectivas de la economía estadounidense y los planes de apoyo a la
industria que el gobierno de Donlad Trump está teniendo (mejora de productividad,
reducción de impuestos y apoyo a inversiones) permitirán que la producción industrial y
de manufactura requieran insumos de los sectores mencionados que tiene el Perú.

Aspectos esenciales tratados en los convenios colectivos del metal

El Estatuto de los Trabajadores señala al convenio colectivo como una fuente del
Derecho Laboral y por eso en el convenio del metal se regulan aquellos aspectos que
regulan las relaciones laborales en un determinado ámbito territorial, estableciendo
obligaciones y derechos tanto para los empleados como para los empleadores.
Existen muchos convenios, pero el del metal ha sido considerado en muchos casos
como la “madre” de todos ellos, puesto que muchas de las previsiones acogidas en esta
norma se trasladan luego a otros sectores relacionados o no con el mismo. Esto
evidencia que el metalúrgico es uno de los sectores en los que mejor funciona la
negociación colectiva.

Los temas más habituales son:

 Contratación.
 Jornada de trabajo y horarios.
 Sistema de ascensos.
 Organización del trabajo.
 Vacaciones, permisos retribuidos y excedencias.
 Medidas de igualdad de oportunidades.
 Derecho de huelga.
 Política sindical.
 Prevención de riesgos laborales.

DESCRIPCIÓN DEL MERCADO INTERNACIONAL: componente político,


económico, social y cultural

SECTOR METALÚRGICO EN EL MUNDO: LOS PRECIOS CONTINUARÁN AUMENTANDO EN


2018, ADELANTÁNDOSE A UNA LIGERA RALENTIZACIÓN EN 2019
Desde mediados de 2016, el sector metalúrgico se beneficia de una tendencia positiva
de los precios y del dinamismo de su demanda. El creciente proteccionismo en los
EEUU y Europa, asociado a las medidas de represalia adoptadas por China, han
afectado a la confianza de las empresas y a los inversores, pero aún no han perjudicado
el crecimiento económico. Se esperan tendencias heterogéneas hasta finales de 2019:
los precios de los metales básicos deberían aumentar, pero el precio de los metales
ferrosos debería bajar, penalizado por sus problemas de sobrecapacidad.

En un contexto de crecimiento económico bien sincronizado, de evoluciones


tecnológicas que requieren un aumento de la utilización de metales y de una reducción
de la oferta, el mercado metalúrgico observa una tendencia positiva desde mediados de
2016. No se había observado un auge de la demanda de estas dimensiones desde el
período posterior a la crisis de 2008. Esto, potenciado por la depreciación del dólar
estadounidense, se tradujo en una escalada de los precios de los metales, con el
aluminio registrando un aumento del 37% interanual, el precio del cobalto
multiplicándose por cuatro, el cobre y el níquel incrementando un 44% y un 53%,
respectivamente, y el precio del zinc duplicándose respecto a principios de 2016.

Aunque la mayoría de los segmentos ha retornado al crecimiento y a la rentabilidad, la


industria metalúrgica sigue siendo uno de los sectores con más riesgo en las
evaluaciones sectoriales de Coface, situándose en un nivel “alto”. Los actores más
frágiles dependen de la actividad mayorista y observan un desequilibrio en sus
relaciones con sus clientes más grandes.

Tradicionalmente, el sector metalúrgico se encuentra fuertemente influenciado por las


injerencias políticas y las perturbaciones geopolíticas. Las recientes medidas
proteccionistas implementadas por Estados Unidos (como aranceles sobre el acero y
aluminio importado) tienen hasta el momento, un escaso impacto sobre los productores
de metal chinos, debido a que se han reorientado en su producción en dirección opuesta
a estos mercado y avanzado hacia el mercado doméstico. Es poco probable que los
aranceles compensatorios de China (derivados de las medidas de Estados Unidos)
sobre tubos de acero, aceros planos y autos, tengan una repercusión significativa. Por
el momento, el crecimiento económico no ha sido obstaculizado, ya que menos de un
1% del PIB de China y Estados Unidos está en juego, pero definitivamente una guerra
comercial impactaría el riesgo crediticio de las empresas. Coface anticipa que el apetito
por las inversiones y la confianza en los negocios será impactado negativamente en
este contexto de riesgo proteccionista en 2018.
Todos los indicadores sugieren que la económica mundial ha pasado su punto máximo
de crecimiento, y en teoría, es probable que pueda ejercer mayor presión sobre los
precios a partir de 2019. A corto plazo, ciertamente, las tensiones crecientes continuarán
presionando los precios a la alza. Esto beneficiará a los metales básicos los cuales
serán impulsados por la oleada de la demanda de baterías y los componentes
electrónicos. En el periodo de diciembre de 2017 a diciembre de 2019, el aluminio se
fijará en un escaso crecimiento del 2%. El cobre deberá seguir la misma tendencia,
creciendo un 2.4%, se espera que el níquel y el zinc aumenten en 8% y 14%
respectivamente. Esto forzará a los consumidores finales, como los manufactureros de
baterías y autos, a encontrar otros materiales en caso de escasez o precios altos.

En contraste, los precios del acero probablemente caerán un 19% sobre el mismo
periodo. Se espera incremente el exceso de capacidad, debido a la falta de disciplina
en la capacidad de producción de los acereros chinos durante los periodos de precios
débiles. Este escenario base de caída de precios en metales férreos, está sobretodo
sustentado en los altos niveles de endeudamiento de las compañías. Las tasas de
endeudamiento neto son especialmente altos en China, donde el sector está dominado
por las grandes empresas gubernamentales, así como también en Estados Unidos
(15%), donde las compañías están mucho más expuestas a correcciones potenciales
en los flujos de caja.

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