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Según González Et, ¨Todo acto ejecutado por un adulto que se vale de un
menor para estimularse o gratificarse sexualmente¨¨ es llamado abuso sexual
infantil. La descomposición social actual que se vive en Venezuela debido a la crisis
económica y política, desencadenó el aumento de índices de violencia y abuso
sexual hacia niños, niñas y adolescentes, en más del 90% en lo que va de año. A
nivel Nacional se presentan casos denunciados en ocho estados: Apure, Distrito
Capital, Miranda, Monagas, Táchira, Nueva Esparta, Yaracuy y Zulia.
Existe el caso de una mujer que abusó de su hijo de dos años de edad, quien
se encuentra recluido en el Hospital Clínico Universitario de Caracas. La dama fue
denunciada por los enfermeros que vieron lo ocurrido. De igual forma se pudo
evidenciar ¨Un monstruo en Ocumare del Tuy¨. Esteban José Rodríguez Zapata de
44 años de edad violó durante una década a su hija desde que tenía 12 años. Ella
lo denunció y lo detuvieron. En la investigación se determinó que “abusaba, también,
de los dos niños mayores de los tres que procrearon por el abuso”, dijeron efectivos
policiales.
Solemos enseñar a los niños que siempre deben obedecer a las personas
adultas, haciéndoles creer que éstas siempre saben lo que está bien. A veces, les
obligamos a besar a personas cuando no desean hacerlo. Esta educación
contribuye a que puedan producirse los abusos.
Las familias incestuosas mantienen una ley del silencio tan férrea como la
mafia, ignorando las permanentes consecuencias que esto puede contener, por
ejemplo:
Los niños que han sido abusados tienen una alta probabilidad de convertirse
en adultos abusadores de otros niños cuando llegan a su etapa de la adultez.
Los niños pueden llegar a sentir que de algún modo provocaron el abuso y
se culpan a sí mismos durante el resto de sus vidas por no haber dicho “no”,
por no haberse defendido del atacante, por haberle contado a un adulto que
no los tomó en serio, por no haber buscado ayuda, por haberse comportado
de cierta forma, o por haber confiado en el adulto/menor (mayor que él/ella)
que lo abusó.
Este tipo de culpa les puede llevar a vivir graves trastornos de ansiedad que
pueden derivar en abuso de drogas, alcohol, sexo, comida y probabilidad de
que el dolor emocional los llevé a involucrarse en relaciones destructivas.
Algunos niños prefieren escapar de sus casas en vez de seguir siendo
abusados.