Aprendizaje y enseñanza ética del arte

Puesto que el arte es el elemento que le permite al individuo relacionarse con la

sociedad y tener una visión más amplia de ella, pero sobre todo critica, es
pertinente afirmar que esta pedagogía del arte está basada en los principios del
respeto, tolerancia y diversidad. En este orden de ideas el respeto hace referencia
a entender todos los tipos y manifestaciones del arte, desde a la literatura hasta el
cine, sin entrar en la lógica de organizarlos y pretender clasificarlos de menor a
mayor importancia.

A su vez la tolerancia es clave para aprender a confluir en medio de las demás

posiciones y pensamientos frente al arte desde una pedagogía horizontal, así
mismo en la diversidad resulta importante lograr comprender que cada ser
humano proviene de un contexto socio cultural diferente, es un territorio diverso y
por lo tanto a partir de su experiencia como sujeto se encontrará identificado
acorde a sus intereses, actitudes y aptitudes.

Antes de iniciar a desarrollar la siguiente idea es trascendental abordar y aclarar

que existen unos parámetros y delimitaciones frente a la tolerancia, el respeto y la
diversidad. En ese sentido no se puede permitir que por la tolerancia a todos los
puntos de vista se les acepte comportamientos que atenten contra la integridad
física y psicológica del otro, es el caso de comportamientos de índole,
discriminatoria, sexista, clasista, fascista o racista, es decir cualquier forma de
violentar a los individuos escudándose en la tolerancia.

Llegado a este punto, es claro que el papel del educador especialmente el de las
ciencias sociales es incidir en la construcción de una cultura artística, por lo cual
es importante que el pedagogo participe activamente y se apropie de todos los
tipos de arte. Pues es imposible concebir un educador entregado al campo de las
ciencias sociales por medio de las artes, sino existen en la persona una
coherencia entre lo que enseña y la forma en que vive.