La gestión documental es el conjunto de tecnologías, normas y técnicas que
permiten a la empresa administrar su flujo de documentos a lo largo del ciclo de vida del mismo, ya sea mediante técnicas manuales o aplicando tecnologías que permiten alcanzar niveles más altos de rendimiento, funcionalidad y eficiencia. El archivo en los últimos años, ha aumentado considerablemente su importancia; si se habla de que iniciando el año 2002 al 2006 quizás; se puede deducir que la mayoría de Empresas, Organizaciones e Instituciones; el personal que utilizaban para administrar y organizar la documentación y el archivo, era cualquier empleado sin la preparación y las competencias que requiere el caso, en ocasiones lo imponían como un “castigo”, por su mala conducta o simplemente porque su jefe inmediato lo disponía. A inicios del año 2010, se inicia la construcción de una gran normativa para empoderarse y darle el valor agregado que necesita el área de archivo, con los que se regularía normativamente esta actividad, que a hoy es obligatoria en todas las organizaciones. Entonces, los archivos son el conjunto de documentos fuera cual fuere su fecha, forma y soporte material, acumulados en un proceso natural por una persona o entidad pública o privada, en el trascurso de su gestión, conservados respetando aquel orden para servir como testimonio e información a la persona o institución que los produce y a los ciudadanos, o como fuentes de la historia. Los archivos constituyen parte esencial de los recursos de información de un país, por cuanto en su documentación se expresa, en forma original, el desarrollo histórico de su misión, funciones y actividades. Su importancia se podrá comprender a partir del valor que tiene para: la administración, la investigación, la comunidad, el desarrollo económico, social, científico y tecnológico, el fomento de la cultura y la consolidación de la identidad nacional. En esta oportunidad nos ocuparemos de la importancia para la administración, que Si partimos del supuesto básico de que los archivos, son creados orgánicamente por personas e instituciones en el desarrollo de sus tareas, para sus propios fines, hemos de concluir que todo gobierno, dependencia, entidad o empresa debe recurrir con frecuencia a los documentos que ha producido o recibido, para determinar precedentes, verificar proyectos anteriores, cumplidos o pendientes, llevar a cabo investigaciones, tomar decisiones, responder a trámites y demandas de orden legal, administrativo o fiscal, o a requerimientos de ciudadanos. La función de los archivos como memoria institucional cobra mayor importancia a medida que pasa el tiempo. Con archivos bien organizados no tendrán los funcionarios que partir de cero, o invertir tiempo y recursos en la búsqueda infructuosa de información, elevando los costos de operación, produciendo ineficiencia, atraso, confusión y, en general, una deficiente administración. Teniendo lo expuesto anteriormente los archivos se clasifican principalmente de acuerdo a su uso, su organización y naturaleza, gráficamente observaremos su clasificación.
En la actualidad existen muchas y diversas herramientas que nos permiten agilizar,
controlar y organizar de manera eficiente nuestros archivos. La utilización de las nuevas tecnologías tanto en la vida cotidiana de las personas, como en las instituciones, ha revolucionado el acceso al conocimiento y a la información. La globalización ha iniciado la desaparición de las fronteras entre los hombres, pese a las barreras existentes como las socio-económicas, lingüísticas y culturales. Esto ha dado lugar a la denominada aldea global con el predominio de la sociedad de la información, por el papel estratégico que ésta juega como elemento de poder cada vez más importante. En los últimos 10 años los avances tecnológicos han permitido la comunicación simultánea en tiempo real, le llaman los especialistas de diferentes latitudes “Impulsos electrónicos y circuitos integrados” que utilizan protocolos para la comunicación a través de los cables de fibra óptica en la inmensidad del ciberespacio, constituyen tecnologías de alta demanda en los centros de trabajo. El archivista moderno utiliza las tecnologías de la información como medios para agilizar los procesos archivísticos. De tal manera, que los documentos primarios de valor temporal y permanente los organiza, describe, conserva y los pone al uso del productor del documento y al usuario externo. Los software de gestión documental son una gran herramienta para la conservación de documentos que no se pueden destruir pero que debemos tener a la mano y bajo estricto control porque podrían ser requeridos ante cualquier situación, es por ello que deberíamos considerarlos si nos brindarían soluciones, tales como, gestionar grupos de usuarios, crear documentos en línea, consultas en línea, historial de acciones de usuarios, entre otras. El mundo avanza rápidamente en la gestión de la información y aseguramiento de la misma, por ello es importante estar en función del aprendizaje continuo e implementación de nuevas tecnologías que nos permitan mantener la información segura y disponible todo el tiempo.