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CAPITULO II

1. Relación entre estas variables macroeconómicas (PBI, Inflación, RIN, BC,


impuestos, etc.)
La economía peruana se encuentra actualmente en una fase de recuperación,
caracterizada por la implementación de una política macroeconómica contra cíclica, la
disipación de los choques adversos de inicios de año y un contexto internacional favorable.
Así, el PBI crecerá 2,8% este año, se acelerará a 4,0% en el 2018 y consolidará su
crecimiento en torno a su potencial de 4,0% en el 2019-2021, el que se buscará apuntalar
hacia tasas de 5,0% a través de una mayor simplificación administrativa, mejora de la
calidad regulatoria, fomento del empleo formal y competitivo y una mayor inversión en
infraestructura.

Fuente: BCRP, INEI, Proyecciones MEF.

Esta senda de recuperación se dará en tres fases.


La primera se dio en el 2S2017, con el inicio de la aceleración económica a partir de una
política fiscal expansiva, orientada principalmente al proceso de reconstrucción (obras de
rehabilitación y prevención) y al despliegue de infraestructura para los Juegos
Panamericanos. Esto permitirá que la economía peruana crezca 3,2% en el 2S2017
(1S2017: 2,3%). Cabe señalar que luego del Fenómeno de El Niño (FEN) costero la
inversión pública1 ha empezado a repuntar. Tras una caída de 7,0% en términos reales
entre enero-mayo, la inversión pública creció 3,7% en junio y posteriormente se aceleró a
10,9% en julio. Además, esta recuperación estuvo liderada por una mayor ejecución en los
departamentos que fueron totalmente afectados por el FEN costero2. En ellos, la inversión
creció 22,0% en términos reales en junio y 31,3% en julio, luego de caer 19,0% en el
periodo enero-mayo.
Esta mayor expansión fiscal, a través de los distintos encadenamientos que genera,
dinamiza la actividad económica y mejora las expectativas de los agentes económicos. Por
un lado, el consumo interno de cemento pasó de contraerse 5,5% entre enero-mayo a
crecer 2,4% entre junio y julio, el primer registro positivo luego de 12 meses de caídas
consecutivas. Asimismo, en julio las importaciones de bienes de capital acumularon su
tercer mes consecutivo de crecimiento y registraron un crecimiento de 22,0% en términos
nominales, su tasa más elevada desde enero del 2013. Por su parte, los indicadores de
expectativas sobre la economía a 3 y 12 meses se han recuperado, lo que sitúa al Perú
como la única economía en la región que se mantiene en el tramo optimista.

La segunda fase de la recuperación está prevista para el 2018 y se iniciará con un fuerte
impulso del 2017: el PBI crecerá 5,0% en el 4T2017 en términos desestacionalizados
anualizados. Esta fase también se caracterizará por una aceleración de la inversión pública
(17,5%) debido al proceso de reconstrucción (1,2% del PBI) y a las obras de construcción
de los Juegos Panamericanos (0,3% del PBI). Ambos proyectos cuentan con marcos
normativos especiales que agilizarán su ejecución.

Asimismo, la inversión privada crecerá 3,5% en el 2018, debido al mayor impulso fiscal,
que generará oportunidades de negocio. Este crecimiento se dará luego de cuatro años de
contracción, y en un contexto de mejores precios de los metales y avance de importantes
proyectos de infraestructura y mineros. En concreto, la exploración minera se beneficiará
por un marco normativo más ágil, tanto para la obtención de predios como para la
aprobación de permisos ambientales. Todo esto permitirá reiniciar el círculo virtuoso de
mayor inversión-empleo-consumo. Como consecuencia, el consumo privado se acelerará
de 2,3% en el 2017 a 2,8% en el 2018, en un contexto de ausencia de factores
climatológicos que impacten en el incremento de precios de productos de primera
necesidad.

El sector primario se moderará en el 2018 con respecto a años previos y mostrará


dinámicas diferenciadas entre los subsectores que lo componen. La normalización de las
condiciones climáticas permitirá que el agro recupere su dinamismo y estabilizará la cuota
de pesca en niveles altos, similares a los del 2017. A su vez, la producción minera registrará
una estabilización en su dinámica de crecimiento, ya que empresas como Cerro Verde y
Las Bambas alcanzarán niveles de producción cuprífera cercanos a su máxima capacidad
en el 2017.
De cara a la formulación presupuestal del 2018, los riesgos externos son balanceados, con
un ligero sesgo al alza. En el frente interno, es clave asegurar la ejecución oportuna tanto
de la inversión asignada al proceso de reconstrucción como a los Juegos Panamericanos.
Una sub ejecución de 10% del presupuesto de ambos proyectos (presupuesto total de S/
11,3 mil millones) equivale a una reducción del crecimiento del PBI 2018 de 0,2 puntos
porcentuales y, por tanto, a menores ingresos fiscales por aproximadamente S/ 250
millones. De la misma manera, resulta imprescindible asegurar el despliegue de
infraestructura de proyectos importantes como la Línea 2 del Metro de Lima, la ampliación
del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y el proyecto de irrigación Majes Siguas II. De
no ejecutarse esos proyectos, ceteris paribus, el crecimiento del PBI se reduciría en 0,5
puntos porcentuales, lo que equivale a cerca de S/ 630 millones de menores ingresos
fiscales.

La tercera fase, que consolidará la recuperación, llegará en el periodo 2019-2021, cuando


la economía peruana alcance su potencial de crecimiento de 4,0%, en un contexto de retiro
gradual del impulso fiscal, mayor dinamismo del sector privado y condiciones externas
favorables. Así, conforme la demanda interna se acelere y la inversión privada se expanda
a tasas de 5,0% (en promedio), el crecimiento del gasto público irá reduciéndose hasta
converger a tasas cercanas a 2,5%. En cuanto a la inversión pública, es importante
mencionar que la desaceleración en los años 2019-2021 se deberá a la finalización gradual
del proceso de reconstrucción, que se dará principalmente en el 2017 y 2018. Si se
excluyeran los flujos de inversión asignados al proceso de reconstrucción, la inversión
pública crecería 12,4% entre los años 2019-2021, en lugar de 3,8%.
Para apuntalar un crecimiento potencial en torno a 4,0% será clave la agenda de
competitividad de la presente administración, que prioriza tanto ejes transversales como
verticales o sectoriales. En el primer tipo de eje destaca el impulso a la infraestructura, la
mejora de la calidad regulatoria y la simplificación administrativa que reduzca costos de
transacción para el despliegue de inversión privada en sectores transables y no transables.
Cabe señalar que tanto la mejora de la calidad regulatoria como la simplificación
administrativa serán temas abordados en mesas ejecutivas transversales con participación
de diversas entidades del sector público y el sector privado. En cuanto al eje vertical, se
priorizará el desarrollo de mesas ejecutivas en sectores transables con importantes
ventajas comparativas y un elevado potencial de ganancias de productividad, como el
forestal, acuícola, minero, hidrocarburos y turismo. El objetivo es fomentar mayor
asociatividad y encadenamiento global.
FUENTE: FMI, BCRP, MEF, Proyecciones MEF.
2. Perspectivas que se observan en los próximos años según proyecciones de
organismos nacionales e internacionales.

2.1. Perspectivas 2018-2021

 Se implementarán medidas que permitan ampliar la base tributaria, de tal forma que
la carga tributaria suba de manera natural y progresiva de acuerdo al tamaño de la
empresa. Con esto se fomentará la formalización de la cadena de valor de las
pequeñas y micro empresas, se reducirá el costo de crecimiento y se facilitarán las
labores de la administración tributaria.

 Se trazará una nueva estrategia que permita racionalizar las exoneraciones,


beneficios y tratamientos tributarios preferenciales existentes, a fin de reducir el
gasto tributario que estos generan. Asimismo, se evitará aprobar nuevas
exoneraciones, beneficios y tratamientos tributarios preferentes sin un análisis
costo/beneficio de sus alcances y de su impacto fiscal.

 En el caso del Impuesto a la Renta (IR), se evaluarán medidas que fortalezcan la


base tributaria y se introducirán disposiciones que permitan combatir esquemas o
prácticas elusivas, con la finalidad de alcanzar mayor neutralidad y equidad.
Asimismo, se evaluará el impacto de las modificaciones efectuadas al IR durante el
periodo 2016 y se continuará con el análisis de las Normas Internacionales de
Información Financiera (NIIF) y sus efectos sobre dicho impuesto.

 Por el lado del Impuesto General a las Ventas (IGV), se continuará con la revisión
de la legislación nacional para identificar vacíos o falta de claridad en la norma que
impidan su correcta aplicación. Además, se continuará con el perfeccionamiento de
los sistemas de pago a fin de asegurar el cumplimiento de las obligaciones
tributarias.

 En el caso del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), se continuará revisando la


afectación del referido impuesto, de manera que refleje las externalidades negativas
de los bienes afectos. En este análisis se considerarán –entre otros criterios– el
efecto del consumo de estos bienes sobre el medio ambiente y la salud de la
población. Todo esto, respetando los objetivos de presión tributaria y estabilidad
macroeconómica.
 En lo concerniente a la normatividad tributaria municipal, se propondrá cambios
normativos con el objetivo de optimizar los principales impuestos, tales como:
Impuesto Predial, Impuesto de Alcabala y el Impuesto al Patrimonio Vehicular, a fin
de corregir los vacíos de la Ley de Tributación Municipal en cuanto a la
simplificación y determinación de estos tributos. Asimismo, se buscará contribuir
con la mejora de la recaudación y de los ingresos tributarios de los gobiernos
subnacionales y su fortalecimiento a través de la asistencia técnica orientada a sus
capacidades de gestión. El Perú continuará negociando convenios para evitar la
doble imposición (CDI), puesto que dichos acuerdos ayudan a atraer nuevas
inversiones y tecnologías, y a establecer mecanismos de colaboración y asistencia
mutua. La economía peruana acelerará su ritmo de crecimiento de 2,8% en el 2017
a 4,0% en el 2018 debido a un mayor impulso fiscal orientado a la ejecución del
plan de reconstrucción y los Juegos Panamericanos; a esto se sumará una
recuperación gradual de la inversión privada, en un contexto de altos precios de
metales, recuperación de la demanda interna (especialmente, pública), avance de
importantes proyectos de infraestructura (con un marco más ágil para la obtención
de predios) e implementación de medidas para promover la inversión minera y de
hidrocarburos. Con ello, se reiniciará el círculo virtuoso de mayor inversión-empleo-
consumo.

2018: Pilares de crecimiento económico

Fuente: MEF
 Se perfeccionará el marco normativo sobre los estándares internacionales en
materia de intercambio de información a requerimiento y automático, a fin de
cumplir lo acordado en los Tratados Internacionales y afrontar satisfactoriamente
las valuaciones de pares realizadas por el Foro Global sobre Transparencia e
Intercambio de información para fines tributarios de la OCDE. También se priorizará
la ampliación de la red de Acuerdos de Intercambio de Información. La adhesión a
la Convención sobre.

 Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal (CAAMF) fortalecerá la


capacidad del país para combatir las prácticas tributarias internacionales que
afectan la recaudación tributaria y simplificará los procedimientos de gestión
tributaria. Todo esto reducirá costos y tiempos lo que se traducirá en acciones de
control más efectivas. Se continuará con la lucha contra la elusión y evasión fiscal
internacional, a fin de cumplir con el compromiso asumido como asociado al Marco
Inclusivo del Proyecto BEPS de la OCDE. Con esa finalidad se adoptará e
implementará los estándares mínimos de BEPS.

3. Balances económicos.

El déficit en cuenta corriente en el horizonte de proyección se mantendrá en niveles


cercanos a 2,0% sin que esto se constituya como una restricción para acelerar el
crecimiento económico. En un contexto de recuperación de las importaciones –que
se explica por el mayor dinamismo esperado de la demanda interna–, este bajo
déficit externo se debe a la mejora en los términos de intercambio, así como a una
mayor demanda de exportaciones no tradicionales (XNT), particularmente, de los
sectores vinculados a la manufactura no primaria (siderometalúrgicos, químicos y
textiles) y mayores niveles de producción primaria (cobre y pesca). Asimismo, las
XNT también se verán impulsadas por una mayor oferta agrícola proveniente de los
proyectos de irrigación como Olmos (1,0% de participación en la producción
agrícola), que incrementará la producción de caña de azúcar, uvas, paltas,
arándanos, espárragos y mangos. En este entorno se proyectan superávit
comerciales promedio anuales en torno a US$ 4 500 millones (1,9% del PBI) en el
horizonte de proyección.
Fuente: BCRP, Proyecciones MEF.

Fuente: BCRP, Proyecciones MEF.

El déficit externo estará financiado con capitales de largo plazo en el horizonte de


proyección. Los mayores flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) y el incremento de los
préstamos de largo plazo permitirán alcanzar un financiamiento externo de largo plazo
equivalente a 2,3% del PBI en el 2017, una proporción que se incrementará a 2,6% del PBI
en promedio entre el 2018-2021. Este aumento permitirá cubrir de manera holgada el déficit
en cuenta corriente. Por un lado, los flujos de IED se recuperarán principalmente por la
mejora de los términos de intercambio, lo que generará mayores utilidades para las
empresas y posterior reinversión. En el 1T2017, de acuerdo con el BCRP, las empresas
mineras reinvirtieron el 77% de sus utilidades en la economía, principalmente por la
reinversión de Buenaventura (71,3%), Poderosa (55,8%) y Ares (38,3%), en línea con la
recuperación de los precios de materias primas. Por otro lado, los préstamos de largo plazo
se incrementarán por el mayor dinamismo de la inversión privada ante la adjudicación y
ejecución de grandes proyectos mineros y de infraestructura. En efecto, hay una importante
cartera de proyectos de inversión privada para el 2017 y 2018 que podrían demandar
financiamiento externo. Entre ellos, destacan los proyectos del rubro minería como Mina
Justa y Michiquillay, y los proyectos de infraestructura como la Línea 2 del Metro de Lima,
Majes Siguas II Etapa y la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.

Déficit en cuenta corriente y financiamiento externo de largo plazo.

Fuente: BCRP, Proyecciones MEF.}

Otro elemento relevante que colaborará con la recuperación del dinamismo de la inversión
y la reactivación económica en el 2018 es la continuación de proyectos de gran
envergadura. Así, se tienen recursos por S/ 2 700 millones para la Línea 2 del Metro de
Lima, se prevé S/ 2 977 millones para el Proyecto de Modernización de la Refinería de
Talara, y en Majes-Siguas se espera un desembolso de S/ 281 millones. Por su parte, las
obras para los Juegos Panamericanos ascenderán a S/ 2 306 millones, monto que
contempla la construcción de infraestructura en las ocho sedes y obras complementarias
de acceso vial.
Ejecución de Juegos Panamericanos, 2018
(Millones de S/)

Fuente: MEF, Proyecto Especial de los Juegos Panamericanos.

4. Revise la relación entre crecimiento económico y pobreza del Perú, sustente


con cifras de variables sociales (desempleo, educación, bienestar, IDH, etc.,
entre otros).

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó el Informe de Actualización del


Marco Macroeconómico Multianual 2018-2021 (IAPM), en el que prevé alcanzar un
crecimiento económico de 5% al 2021, año del bicentenario, y reafirma su compromiso con
el cumplimiento de la trayectoria de consolidación fiscal.
Este mayor crecimiento permitirá reducir la pobreza a 18% en 2021 y estabilizar la deuda
pública en torno al 27% del PBI, resguardando la calificación del rating crediticio del país y
el costo de financiamiento para empresas y familias.
Este año el PBI acelerará su ritmo de expansión, del 2.5% logrado el 2017 a 3.6%,
principalmente por el crecimiento de la inversión pública en 17.5% y un mayor impulso a la
inversión privada, que crecería 4.5%.
Para el periodo 2019-2021, se espera un crecimiento promedio más alto, alcanzando un
5% en 2021, impulsado por el fortalecimiento de la demanda interna. En particular, el
despegue de la inversión privada favorecerá el retiro gradual del impulso fiscal a partir del
2019 y permitirá la reactivación del círculo virtuoso inversión-empleo-consumo.
Responsabilidad fiscal.
Para el 2018 se cumplirá con la meta de un déficit fiscal de 3.5% del PBI y en los próximos
años se reducirá progresivamente hasta el 1% del PBI en 2021. El MEF prevé que dicha
consolidación será factible debido a la disipación de gastos temporales por la
reconstrucción y a la implementación de los Juegos Panamericanos.
En ese sentido, es fundamental resguardar la trayectoria de consolidación fiscal ya que ello
contribuirá a preservar la calificación crediticia del país, elemento clave para mantener las
condiciones favorables de financiamiento para proyectos de inversión.
Plan de Impulso Económico.
Con la finalidad de cumplir las metas de crecimiento y consolidación fiscal trazados, El
Gobierno preparó el Plan de Impulso Económico orientado principalmente a dinamizar la
economía en el corto y mediano plazo y fortalecer las cuentas fiscales para generar espacio
fiscal procrecimiento.
El plan contiene cinco pilares. El primero es un shock de inversión pública para cumplir con
la meta de crecimiento de 17.5% este año. Para lograrlo se cambiará la normativa para
acelerar la reconstrucción y se reasignará presupuesto por cerca de S/ 2,000 millones hacia
proyectos de rápida ejecución.
Adicionalmente, se brindará incentivos a los gobiernos regionales por ejecutar inversiones,
se reformará el Foniprel, se creará la ventanilla única del MEF en las regiones y se mejorar
la gestión de las inversiones y la rapidez de los procesos.
Un segundo pilar es el impulso la inversión privada, que se estima que crecerá 4.5% este
año, que se logrará con la restitución de la capacidad operativa de las empresas
constructoras a través del reglamento de la ley que reemplaza al DU 003, así como
asegurar el cumplimiento del cronograma actual de adjudicaciones a través de una mejor
coordinación entre el Ministerio MEF, Pro Inversión y los sectores involucrados.
A ello se suma, el intensificar los procesos de simplificación y eliminación de obstáculos
para el desarrollo de proyectos de inversión privada y garantizar la licencia social para la
inversión en minería, la cual sumaría US$ 5,800 millones este año.

El tercer pilar está diseñado para el mediano plazo. Se plantean como medida general el
impulso de la productividad en el país para que el PBI potencial se incremente hasta 4.7%
el 2021. En este punto se potenciará el Consejo Nacional de Competitividad (CNC), el
mismo que propondrá el Plan Nacional de Competitividad (PNC).
También, se desarrollará plataformas de competitividad que permitan identificar y eliminar
barreras en sectores con altas ventajas competitivas, promoviendo su productividad,
teniendo como eje las mesas ejecutivas.
Asimismo, en este tercer pilar se fomentará estrategias efectivas para el desarrollo de las
micro y pequeñas (MYPE) a través de la reforma de compras estatales, mejores
condiciones de financiamiento, implementación de experiencias internacionales de éxito y
adopción de medidas transversales a todos los segmentos empresariales.
El cuarto pilar es tomar acciones inmediatas de política y administración tributaria. La meta
es incrementar en 1.9% del PBI adicionales de ingresos, ya que se mejorará el sistema de
detracciones, se alineará el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a las externalidades, se
incrementará la fiscalización y se combatirá la elusión, además de fortalecer las acciones
de la administración tributaria.
Finalmente, el quinto pilar es la reducción de gastos no críticos por alrededor de S/ 2,000
millones en partidas como viajes, organización de eventos, impresiones, adquisición de
bienes y servicios, entre otros.

4.1. Crecimiento económico y su relación con la pobreza.

Diversos estudios empíricos encuentran que existe un fuerte vínculo entre el crecimiento
económico y la reducción de los indicadores de la pobreza, por ejemplo, en el número 2001
del informe del Desarrollo Mundial publicado con toda la población, es decir, a un nivel
macroeconómico.
Procedimientos metodológicos:
Se determinó extraer una muestra de la evolución del PBI y de la Pobreza durante el
periodo de estudio, teniendo en cuenta que en el Perú la autoridad encargada de elaborar
las cifras económicas y sociales es el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática).
Con los datos obtenidos se realiza un análisis descriptivo unidimensional de.
Evolución de la Pobreza 2001 – 2016 (%)

Fuente: INEI

Evolución del PBI per cápita 2001 – 2016 (S/)

Fuente: INEI
Evolución del PBI per cápita 2001 – 2016 (%)

Fuente: INEI
DESEMPLEO EN EL PERÚ.
En el Perú, sabemos que una variable social que afecta muchos jóvenes es el desempleo,
muchos de ellos se quedan sin trabajo al finalizar sus estudios universitarios.
Por edad, el grupo de adultos entre 25 y 44 años fue el más perjudicado. En el primer
trimestre móvil del 2018, sumó 147.500 personas desempleadas, con una tasa de
desempleo de 10,1%.

En tanto, el desempleo en las personas de 45 y más años de edad creció 6,7%; mientras
que en el grupo de edad entre 14 y 24 años se elevó 1,5% respecto al mismo trimestre del
año pasado.

De otro lado, la tasa de desempleo entre enero y marzo creció en todos los niveles de
educación, a excepción de los que acceden a educación universitaria. La tasa del grupo
que alcanza el nivel de primaria y secundaria creció a 3,9% y 8,5%, 1,2 y 0,5 puntos
porcentuales más que en el mismo trimestre del 2017.

El grupo que accede a educación superior no universitaria creció a una tasa de 7,9% en el
primer trimestre, 0,3 puntos porcentuales más respecto al mismo periodo del año pasado.
En cambio, la tasa de desempleo de los que alcanzan el nivel universitario pasó de 8,9%
a 8,6% entre el primer trimestre móvil del 2017 y 2018; una reducción de 0,3 puntos
porcentuales.
Nota. Jóvenes (15-19 años) y adultos (30 a 65 años).
Fuente: INEI

EDUCACION

Fuente: EL COMERCIO
Revise las cifras de crecimiento financiero y detalle la función del Banco Central de
Reserva del Perú en hacer el control de la inflación.
Funciones del banco central del banco central de reserva del Perú.

La Constitución Política del Perú establece que el objetivo del Banco Central es preservar
la estabilidad monetaria, es decir, evitar que la moneda pierda valor como resultada de la
inflación de precios.

Para cumplir de su objetivo el Banco Central anuncia una meta de inflación de 2,0 por
ciento, con un margen de un punto porcentual hacia arriba y hacia abajo.

La principal contribución del Banco Central al desarrollo económico es la estabilidad de


precios por su capacidad de afectar a las principales variables macroeconómicas (producto
y empleo).

Las principales funciones del Banco Central son:

 Regular la moneda y el crédito del sistema financiero.


 Administrar las reservas internacionales.
 Emitir billetes y monedas.
 Informar sobre las finanzas nacionales.

La estabilidad de precios permite alcanzar mayores tasas de crecimiento económico.

 Una alta inflación disminuye la inversión y el empleo al distorsionar la información


contenida en los precios.
 Una alta inflación afecta principalmente a los más pobres, ya que ellos mantienen
la mayor parte de su riqueza en efectivo.

La inflación impide que la moneda cumpla sus funciones de medio de cambio, de unidad
de cuenta y de depósito de valor.

Las acciones de política monetaria del Banco Central se dirigen a la convergencia de la


inflación a su rango meta, pudiendo realizar políticas expansivas (baja la tasa de interés de
referencia de la política monetaria) monetaria) o políticas contractivas (subida de la tasa de
referencia).

Los cambios en la tasa de interés de referencia de la política monetaria afectan a la


economía a través de los siguientes canales.

 Tasas altas tienden a disminuir el consumo de la inversión, aliviando las presiones


sobre el incremento de los precios de los bienes.
 Tasas altas alientan la preferencia por ahorro en moneda nacional y tienden a bajar
el precio del dólar y reducir el precio de los bienes importados.
 Los cambios en la tasa de interés afectan las expectativas sobre el futuro de la
actividad económica y afectar las decisiones de consumo e inversión

Esquema la influencia de la Política Monetaria sobre la Inflación.

Fuente: EL COMERCIO
Si el BCRP cree que hay presiones inflacionarias que llevarían a que la inflación desborde
el rango meta el BCRP incrementa la TR ello tiende a subir las Tasas de interés que los
Bancos comerciales cobran a sus clientes con lo cual baja el consumo, baja la inversión,
además induce a que los agentes quieran pasar de dólares a soles. La menor demanda de
dólares hace bajar el valor de dicha moneda generando un impacto negativo en las
exportaciones netas por lo tanto también en un crecimiento más lento de la Demanda
Agregada. Así, tendríamos un mecanismo para que el BCRP influya sobre los precios para
que la inflación se ubique en el rango meta.

Adicionalmente el BCRP también tiene otros instrumentos como la tasa de encaje, la cual
se usa solo en casos especiales, en situaciones que podría considerarse como de
emergencia. La TR es la más relevante para el control de la inflación.

La inflación disminuyó desde 1,54 por ciento en noviembre de 2017 a 1,18 por ciento en
febrero de 2018, principalmente por la rápida reversión de los choques de oferta
persistentes que afectaron a los productos agrícolas, como el déficit hídrico de finales del
año 2016 y el Fenómeno El Niño Costero en el primer trimestre de 2017; y por el contexto
de ciclo económico débil. Asimismo, las expectativas de inflación a doce meses han
seguido descendiendo, ubicándose dentro del rango meta desde marzo de 2017.

En este contexto, el Directorio del BCRP redujo la tasa de referencia, por segunda vez en
el año, a 2,75 por ciento en marzo. Esta disminución de la tasa de interés de referencia es
consistente con una convergencia de la tasa de inflación hacia 2,0 por ciento, una vez
disipada la reversión de los choques de oferta que han ubicado la inflación en el tramo
inferior del rango meta.

Se proyecta que la inflación se ubique por debajo de 2 por ciento durante la primera mitad
de 2018, debido a la corrección de los choques de oferta que incrementaron los precios
entre fines de 2016 y la primera mitad de 2017, y que luego converja gradualmente hacia
2 por ciento. Asimismo, que la inflación sin alimentos y energía y las expectativas de
inflación se ubiquen alrededor de 2 por ciento en el horizonte de proyección, en un contexto
de ausencia de presiones inflacionarias de demanda e inflación importada moderada.

El balance de los factores de riesgo considerados en este Reporte –choques de demanda


(recuperación más gradual de inversión privada y pública), mayor volatilidad de los
mercados financieros internacionales y choques de oferta (aumento en los precios de los
combustibles y de algunos alimentos importados)– se traduce en un sesgo ligero a la baja
en la proyección de la inflación.

Proyección de la inflación y balance de riesgos.


Evolución a febrero de 2018

Entre noviembre de 2017 y febrero de 2018, la inflación interanual disminuyó de 1,54 a


1,18 por ciento, en tanto que la inflación sin alimentos y energía se redujo de 2,23 a 1,97
por ciento. La mayor reducción se observó en el precio promedio de alimentos y energía
que se redujo de 0,76 a 0,28 por ciento.

Fuente: BCRP
La desaceleración de la tasa interanual de inflación registrada en febrero de 2018 respecto
a la registrada en el año anterior (3,25 por ciento) se explica principalmente por la menor
variación de precios de alimentos y energía. Esto obedece a la reversión de choques de
oferta que afectaron los precios de productos agrícolas a finales de 2016 e inicios de 2017,
así como a las condiciones climáticas favorables registradas a lo largo de 2017, luego del
Fenómeno El Niño Costero.

Fuente: BCRP
Las menores tasas de variación de los precios de alimentos y energía se han visto
acompañadas por la desaceleración generalizada de los indicadores tendenciales de
inflación (entre ellos, la inflación sin alimentos y energía), los cuales se ubican dentro del
rango meta. Esto, junto con una brecha producto negativa, señala la ausencia de presiones
inflacionarias de demanda.

Fuente: BCRP
Entre enero y febrero de 2018 el nivel general de precios al consumidor aumentó 0,38 por
ciento, es decir a un ritmo mensual promedio de 0,19 por ciento, el cual es inferior a su tasa
de incremento mensual promedio de largo plazo (0,26 por ciento).

Fuente: BCRP
La menor tasa de inflación acumulada en los dos primeros meses del año estuvo
relacionada, principalmente, a la evolución de los precios de los alimentos agrícolas
perecibles. Estos presentaron un incremento promedio mensual de 0,40 por ciento, siendo
su tasa de variación promedio mensual de largo plazo de 2,16%.

Fuente: BCRP
Entre estos alimentos, destacan las menores tasas de variación en los precios de tomate
y otras hortalizas; debido a las menores temperaturas de este verano. El abastecimiento
de estos productos tiende a disminuir cuando las temperaturas son mayores debido a su
alto grado de perecibilidad. Por el contrario, los precios de alimentos provenientes de la
sierra central y selva, como papa, legumbres y papaya, presentaron tasas de variación por
encima de sus niveles promedio. Esto se debió a interrupciones de carreteras ocasionadas
por movilizaciones de agricultores y a las lluvias que se presentaron en zonas productoras
de alimentos, las que dificultaron tanto la cosecha, como la comercialización.
Proyección 2018-2019
El BCRP toma acciones de política monetaria de forma anticipada en respuesta a la
proyección de inflación y de sus determinantes, la cual es elaborada a partir de la
información macroeconómica disponible. Entre los determinantes de la inflación
considerados para la decisión de política monetaria, destacan las expectativas de inflación,
la inflación importada (incluido el efecto del tipo de cambio), y las presiones inflacionarias
de demanda que se cuantifican a través de la brecha del producto (diferencia entre el PBI
observado y su nivel potencial).
Se espera que la inflación interanual se ubique transitoriamente por debajo de 2,0 por
ciento durante la primera mitad de 2018, como resultado de la reversión de los choques de
oferta asociados a fenómenos climatológicos ocurridos a comienzos de 2017 (Fenómeno
El Niño Costero) y por una brecha de producto negativa.

La rápida normalización de los choques de oferta está corrigiendo la evolución de las


expectativas de inflación en dirección hacia el punto medio del rango meta. Esta tendencia
de las expectativas de inflación, sumada a la ausencia de presiones inflacionarias de
demanda y una inflación importada moderada, conllevan a que la inflación sin alimentos y
energía se mantenga muy cerca de 2,0 por ciento en el horizonte de proyección.

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