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Minuta

Proyecto que regula el Mercado del Gas


Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica la Ley
de Servicios de Gas y otras disposiciones legales que indica, con informe
de la Comisión de Minería y Energía. (discusión en general). (Boletín N°
9.890-08). Con urgencia calificada de “suma”.

Objetivo: Persigue, fundamentalmente, modernizar la Ley General de


Servicios de Gas, para enfrentar las actuales exigencias regulatorias en
este ámbito; subsanar sus vacíos regulatorios y corregir sus
deficiencias, y adecuar la terminología y alcance de las normas legales
sobre distribución de gas licuado de petróleo por red.

Antecedentes
En términos energéticos, Chile importa el 96% de su petróleo, 76% de
gas natural y 94% de su carbón.
La demanda de gas local fue cubierta por la producción local hasta
1996, y provenía principalmente de ENAP. En 1997 comenzó la
importación de gas desde Argentina, hasta el año 2004, cuando las
condiciones económicas del vecino país empeoraron, imponiéndose
controles de precio y la producción de gas disminuyo debido a la falta de
exploración (dependencia).
Para compensar la disminución en las importaciones desde Argentina,
se construyó un terminal de gasificación en GNL en Quinteros
(finalizó en 2009) con un costo de US$1.050 millones, la que provee
suministro a Santiago, Valparaíso y Concepción. Sus principales
inversionistas fueron ENAP, METROGAS, ENDESA y el BG Group
(empresa internacional de gas de propiedad de Shell desde el año
2015). Adicionalmente, se construyó un puerto en Mejillones en el año
2010.
Su Cadena de Valor es la siguiente:
Mecanismo regulatorio hibrido: una intervención tarifaria ex post, pero
cuya activación requiere de la intervención de las autoridades
competentes especializadas en este mercado de forma más directa que
para el resto de los bienes y servicios donde existe competencia eficaz.
De allí es que la ley, como resultado de la reforma que se propone,
asuma que, por el hecho de verificarse que la empresa concesionaria de
distribución de gas de red haya sobrepasado las rentas que serían
propias de un mercado competitivo, se está en presencia de una
empresa que requiere de regulación tarifaria.

Consideraciones
Estamos viviendo un escenario bastante favorable en materia
energética, cuyos datos se nos han dado a conocer en la Comisión de
Minería y Energía, con muy buenas noticias que provienen de las
licitaciones del sector eléctrico, un nuevo marco regulatorio para este
sector y ahora, un proyecto que regule de manera vertical y horizontal,
un mercado del gas que en el marco de la distribución se entiende como
un Servicio Público, que necesita expandirse por todo el país, pero con
garantías para los consumidores en materia de derechos y libertad de
elección.
En este mismo escenario, Chile ha vivido en las últimas dos décadas, las
complicaciones de ser un país carente de energía convencional (importa
el 96% de su petróleo, 76% de gas natural y 94% de su carbón), las
oscilaciones de los mercados y, las políticas internas de Argentina en su
momento, que desde el año 1997 al 2004, se convirtió en el principal
propulsor de este mercado y poco tiempo después, en el artífice de una
de las mayores crisis del sector, gatillando la necesidad de una política
en esta materia que se reflejó en la construcción del puerto GNL
Quintero en el año 2009.
En la actualidad, tenemos un mercado determinado por el D.F.L. N° 323
establece para las empresas concesionarias de servicio público de
distribución de gas, como principio general, un régimen de libertad
tarifaria regulada, con fijación tarifaria eventual, salvo para la
Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, respecto de la cual se
optó por fijar las tarifas en forma permanente.
Como un reflejo de las disparidades en un mercado con pocos actores
(8), con distintas economías de escala y ubicados en diferentes zonas de
concesión, dan cuenta de la necesidad de establecer una regulación
efectiva, con altas rentabilidades (METROGAS por sobre otras), que se
contrastan con los altos precios del combustible.
Dejar en claro, que para nuestro parecer, la naturaleza del servicio es el
de un monopolio, dada por su economía de escala, infraestructura y
donde los sustitutos naturales (electricidad, leña, diésel, parafina, etc.),
no producen un disciplinamiento en el precio.
Creo en que debemos avanzar en la regulación e igualdad de trato de
todos los suministros energéticos, así también con el fomento de
energías limpias para disminuir los altos niveles de contaminación, a
partir de subsidios cruzados, estableciendo criterios de eficiencia para
mejorar los precios a los clientes finales.
Sin duda, en el marco de una discusión en general, respaldar los
aspectos matrices del proyecto estableciendo la fijación tarifaria cuando
una empresa sobrepase la tasa de rentabilidad máxima permitida; una
metodología clara en dicha fijación tarifaria (que afecta en la inmediatez
a la región de Magallanes); un mecanismo de devolución expedito a los
consumidores por el concepto del exceso de rentabilidad; la inclusión del
panel de Experto para la resolución de controversias en materias
tarifarias; la disminución de las asimetrías regulatorias y de
competencia entre los distribuidores concesionados y no concesionados.
A su vez, dejar un margen de tranquilidad, ya que el proyecto en su
articulado transitorio, busca fomentar la inversión y la expansión de
distribución de gas de red en nuestro territorio, ya que se visualiza
como una energía limpia y sostenible en el tiempo.
Por otro lado, el rol ex post del Tribunal de Defensa de la Libre
Competencia es una temática compleja que será materia de la discusión
en particular, ya que se han manifestado diversas discrepancias que es
considerable seguir estudiando.
Para ir finalizando, y a medida que vamos revisando los diversos
mercados, se hace necesario actualizar normativa y readecuar una
cultura empresarial, particularmente en las participaciones cruzadas en
los directorios (que se debe reestructurar con la normativa sobre
interlocking en materia de colusión, ya aprobada por este Senado) y
otras prácticas propias de las empresas.
Por otro lado, esta nueva normativa debe establecerse a partir de
nuevos desafíos para ENAP en su cartera de inversiones y de
abastecimiento, con el fin de consolidarla en el mercado y hacer de ella,
un proveedor capaz de incrementar su producción y sostenibilidad como
activo del Estado. Así también la necesidad de generar más capital
humano, para aumentar la dotación técnica a partir de especialistas en
energía, con el fin de tener información real del escenario de la
demanda en nuestro país, sin hacerse dependiente de los estudios
extranjeros.
Muchos son los desafíos de un mercado con variadas economías de
escala, con un ambicioso plan de expansión a partir de las nuevas
solicitudes de concesiones, pero que debe seguir apuntando a un
esquema de precios eficientes, mayor transparencia y mayor acceso a
energía limpia.

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