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R. A.

Hudson
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La sociolingüística

EDITORIAL ANAGRAMA
BARCELONA
fin de ubicar a los demás en la sociedad, dando así a entender que todos
nosotros poseemos una conciencia muy bien desarrollada del significado !
social de las diferencias de pronunciación (entre otras cosas). Podríamos
preguntarnos si esta conciencia debería estar incluida en el 'conocimiento
lingüístico' que intentamos abarcar en Ia gramática. Las dos últimas sec-
!
ciones del capítulo 6 tratan de la segunda cuestión, la de si existe alguna 2
forma por la que podamos hablar con razón de la lengua de alguna gente
como 'inadecuada', para concluir afirmativamente siempre que se tomen VARIEDADES DEL LENGUAJF
en consideración las exigencias sociales que se ponen en el lenguaje.

2.1 Introducción

2.1.1 Afirmaciones globales y específicaJ

Nuestro propósito en este capírulo es ver hasta qué punto resulta po-
sible describir las relaciones del lenguaje con la sociedad en términos de
categorías lingüísticas 'globales' tales como 'lengua X' o ' dialecto Y', y ca-
tegorías sociales globales como 'comunidad Z'. En la medida de lo posL
ble, las relaciones en cuestión d eben ser tratadas en función de tales cate-
gorías globales, y no deben hacer referencia a elementos lingüísticos in-
dividuales contenidos en el 'lenguaje X' ni a miembros individuales de la
'comunidad Z'. Por otra parte, veremos que no siempre es posible hacerlo
así -de hecho, es dudoso q ue pueda hacerse así alguna vez- y que algu-
nos elementos lingüísticos por lo menos, tales como los elementos del vo-
cabulario, son distintos de todos los demás elementos en función de - la
clase de persona que las use o las circunstancias en que se use. De igual
forma, tal como vimos en el primer capítulo, podemos suponer que cada
individuo es único en su comunidad respecto al lenguaje. E n la medida
en que diferentes elementos lingüísticos mantienen relaciones distintas
con la sociedad (según la gente y las circunstancias), es evidentemente ne-
cesario describir estas relaciones por separado para cada elemento. Así, por
una parte tenemos afirmaciones acerca de las categorías globales, como
los lenguajes en su totalidad, y, por otra parte, tenemos afirmaciones
acerca de elementos lingüísticos individuales; y en cada caso la afirma.
30 ción se refiere a los hablantes bien como miembros d e alguna comunidad
bien como individuos.
Las pregun t as que surgen son complejas y sorprendentemente difí.
cíles de contestar, pero son importantísimas para cualquiera que esté in-

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da de la estructura lingüística. Los que aceptan alguna versión de la lin-
güística generativo-transformacional (como, por ejemplo, en Chomsky 1965),
teresado en la naturaleza del lenguaje en general o en las relaciones del dirían seguramente que los elementos lingüísticos son (i) los elementos lé-
lenguaje con la sociedad en particular. ¿Cóm~ deberían ,definir~e ~ategorías xicos, (ii) las reglas de distintas clases (para combinar pronunciación y
lingüísticas globales como 'lenguaje X'? ¿Como debenan delimlt~rse sus significado de los elementos léxicos de las oraciones), y (iii) las restric-
aspectos particulares? De hecho, ¿se corresponden estas _categonas con ciones de distinto tipo sobre las reglas. Según esta teoría, deberíamos po-
alguna clase de realidad objetiva de modo que tales categonas tengan .sen- der esperar afirmaciones sociolingüísticas referentes a elementos léxicos in.
tido? ¿Pueden distinguirse distintos tipos de categoría global (por e¡em- dividuales, a las reglas y a las restricciones. Por otra parte, no todos los
plo 'lengua' frente a 'dialecto')? ¿Cómo se relacionan las categorías g!o- lingüistas aceptarían esta respuesta. Por ejemplo hay una respetable tra-
dición en lingüística de referirse a 'construcciones' en vez de reglas (por
bales las unas con las otras? ¿En qué consisten (es decir, son categonas
de qué)? ¿Cómo deberían definirse .las comuni.da~es c~n ..~is~as a .tales ejemplo Bolinger 1975: 139), donde una construcción es un modelo a~s­
propósitos? ¿Las comunidades defimdas por cntenos hngu~sttcos w~nen tracto como 'adjetivo + nombre', y según esta tradición la respuesta tn-
alguna clase de objetividad real? Y así sucesivamente. Es aun demasrado cluiría tanto a las construcciones como (o, incluso, en vez de) las reglas y
pronto para dar respuestas definitivas a la mayoría de estas preguntas, pero las restricciones.
es posible plantear serias dudas sobre algunas respuestas que se han dado Afortunadamente. en este libro no tenemos que decidir entre estas res.
y que han sido ampliamente aceptadas. puestas, pero parece adecuado que una perspectiva sociolingüí~tica de la
En resumen, podremos mostrar que las cosas son mucho más com~le­ estructura del lenguaje ayude a eliminar algunos de los candidatos. Su-
jas de lo que muchos lingüistas creen, aunque puede suceder muy .b;c;n pongamos, por ejemplo, que frases como 'The liquid was boiled' son pre-
que al lector con menos dedicación a la lingüística le parezca que .su vtslon feridas a frases como 'We boiled the liquid', o 'The liquid was boiled by
del lenguaje, normal y de sentido común, se ajusta bastante bren, a los us' * en los informes científicos. Con el fin de establecer este hecho, nos
hechos. Por otra parte, mucha gente normal suelen preguntar a los pro~e­ es necesario relacionar la primera clase de oración con el contexto social
sionales' cosas como: «¿Dónde se habla el coc.kney verdadero?» y «El crio- relevante, pero ¿cómo deberían definirse tales oraciones? Si tan sólo pue-
llo de Jamaica, ¿es o no una clase de inglés?», con el convencimiento de den definirse por referencia a dos reglas distintas (una para construir la
que tales preguntas son realmente significativas, mientras que veremos que oración pasiva, la otra para eliminar la 'persona agente', en este caso by
éstas son cuestiones que no pueden ser investigadas científicamente. Es us) entonces podemos dudar de si el análisis es correcto, puesto que nin-
posible, pues, que haya algunas sorpresas en este capítulo, tanto para el gu~a de las reglas es un elemento lingüístico completo. En contraposición,
lector profesional como para el lego en la materia, por lo menos por lo puede fácilmente hacerse la afirmación por referencia a la construcción
que respecta a las conclusiones, aunque muchos de los hechos en los que en cuestión (abstractamente) como 'pasiva sin agente'.
~e basan no tienen nada de sorprendentes. Más adelante veremos en este mismo capítulo aspectos que demostra-
rán que elementos lingüísticos distintos de 'la misma lengua' pueden te-
n er una distribución social distinta (en función de los hablantes y de las
2.1.2 Elementos lingüísticos circunstancias), y podemos suponer que es posible que la distribución so-
cial de un elemento lingüístico sea única. De hecho, es más difícil demos.
La discusión será más fácil si disponemos de algunos términos qu~ trar esto que el hacer ver las diferencias existentes entre los elementos
podamos usar, puesto que nos es necesario distanciarnos algo de los con- seleccionados, puesto que nos sería necesario comparar el elemento que
ceptos representados por las palabr as lengua }' dialecto, que son un re. se supone único con cada uno de los demás elementos de la misma lengua,
flejo razonable de nuestra cultura lega denominada 'conocimient o de sen- precisamente para asegurarnos de que ningún otro elemento tiene la mis-
tido común' (ver 3 .1.1), pero no útiles en sociolingüística. En primer ma distribución. Así, por ejemplo, es fácil hacer ver que la distribución
lugar, nos h ace falta un término para las 'partes dellenguafe' a que deben de las palabras que se usan en Inglaterra para she (she, her, hao, shoo) es
hacer referencia algunas afirmaciones sociolíngüísticas, cuando no sean bastante -distinta de la usada para las palabras para am (am, is, be, bin)
posibles afirmaciones más globales. Hemos utilizado ya el término ~~-E­ (véanse mapas en Wakelin 1978: 21, 23). Lo que no resulta fácil, es ha-
MENTO LINGÜÍSTICO (2.1.1) y continuaremos utilizándolo como término
técnico. * Se hirvió el líquido, hervimos el líquido, el líquido fue hervido por nosotros.
¿Qué es un elemento lingüístico? En Ia respuesta a esta pregunta está (N. del T.)
implicada la teoría de la estructura "lingüística, y l a gente dará respuestas
distintas según qué t eoría crean que proporciona una visión más adecua- 33

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una variedad puede contener simplemente un puñado de elementos, o in-
cer ver que ninguna de estas formas tiene la misma distribución (flor eje~­
plo, es usada por exactamente los mismos. hablantes bajo las ~sm_as Cir-
cunstancias), que cualquier otra palabra. Sm embargo, no hay mng~n :ne-
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cluso, en caso extremo, un único elemento, si se define en función de la
esfera de hablantes o circunstancias con las que el elemento se asocia. Así,
por ejemplo, podría definirse una variedad que consistiera en los elemen-
canismo conocido que pueda impedir a los elementos el tener dtstnbu- 1
tos usados por una familia o población determinada. Así, una variedad
ciones únicas, de modo que parece razonable suponer que algunos de ellos puede que sea mucho menor que un 'lenguaje', o incluso que un 'dialecto'·.
las tengan. La flexibilidad del término 'variedad' nos permite preguntar qué base exis-
te para postular el 'paquete' de elementos lingüísticos a los que conven-
cionalmente asignamos etiquetas como 'lenguaje', 'dialecto' o 'registro'.
2.1.3 Variedades de lengua;e ¿Lo hacemos porque los elementos se agrupan ellos mismos en grupos na-
turales, unidos por un lazo de relaciones estructurales de alguna clase que
Si se piensa en el 'lenguaje' como un fenómeno que incluy_e todas las los entrelaza, tal como ha sido indicado por la tradición 'estructural' del
lenguas del mundo, el término VARIEDAD DE LEN~UAJE (o_ s~mplement~ siglo xx? La respuesta que nos ofrecen las siguientes secciones vuelve
VARIEDAD para abreviar) puede usarse para refenrse a dtstmtas manl- a ser negativa: los haces en los que pueden !lgrnp~rse los elementos lin-
festacíones' del mismo, justo
' al igual que se pue de tomar 1a ' mustca
, . ' como güísticos están atados de forma bastante laxa , y les es muy fácil despla-
un fenómeno general y distinguir entonces distintas 'variedades de mú- zarse entre los mismos hasta el punto de que los haces pueden de hecho
sica'. Lo que hace que una variedad de lenguaje sea distinta de otr~, confundirse. En la sección 2.5 se discutirán los casos extremos.
son los elementos lingüísticos que incluye, de modo que podemos defimr Para concluir, las discusiones sobre el lenguaje en relación con la so.
una variedad de lenguaje como el conjunto de elementos lingüísticos de ciedad consistirán en afirmaciones referentes, por parte del 'lenguaje', bien
similar distribución social. Esta definición nos permite denominar a cual- a elementos lingüísticos individuales, bien a variedades, que son conjuntos
quiera de l~s s~guientes 'vari:dades de, l~nguaje': ir:glés, _f:ancés, inglés de tales elementos. No hay restricciones para las relaciones entre las va- ·
londinense, mgles de comentarlOs futbohstrcos, lengua¡es uttltza~os por los riedades: pueden sobreponerse, y una variedad puede incluir otras . La ca-
miembros de una determinada casa-grande de la cuenca norocctdental del racterística que define una variedad es su relación relevante para con la
Amazonas, lenguaje o lenguajes empleados por una persona determinada. sociedad; en otras palabras, por qu ién y cuándo se utilizan los elementos
Se podrá ver por esta lista que la misma noción de 'variedad' incluye en cuestión. Saber hasta qué punto las nociones tradicionales de 'lenguaje',
ejemplos de lo que normalmente se llamarían lenguajes, dialectos y regts- 'dialecto' y 'registro' se corresponden con variedades definidas de esta
tros (término que aproximadamen te significa 'estilo', tema que tratare- forma , es una cuestión empírica. Como veremos en las secciones siguien-
mos en la sección 2.4) . La ventaja de tener un término general que abar- tes, la correspondencia es, en el mejor de los casos, sólo aproximada, y
que todos estos conceptos, es que nos permite p~eguntar qu~ base existe en algunas sociedades (e individuos) puede que sea extremadament e difí-
para hacer una distinción entre los últimos térmmos: por ~¡emplo, _¿~or cil identificar variedades que se correspondan incluso grosso modo con las
qué a algunas variedades las llamamos lenguas, y a otras dzalec;os dts~tn­ categorías tradicionales.
tos de esa misma lengua? Las secciones 2.2, 2.3 y 2.4 trataran prectsa-
mente de estas cuestiones, y nos llevarán a la conclusión de que no hay
ninguna base sólida que nos permita hacer tales distinciones. Esto nos 2.1.4 'Comunidades lingüísticas'
deja únicamente con el término general de 'variedad' para referirnos a
lo que el lego llama 'lenguajes', 'dialectos', o 'estilos'. Llegados a este punto, puede que sea provechoso discutir la clase de
Esta conclusión puede parecer un tanto radical, pero la definición de comunidad con la que pueden ponerse en relación variedades o elemen-
'variedad' dada arriba y los ejemplos que se dan en la lista sugieren in- tos . El término COMUNIDAD LINGÜÍSTICA es ampliamente usado por los
cluso una desviación mayor de la tradición lingüística. Se notará que el sociolingüistas para referirse a una comunidad basada en un lenguaje. Si
tratar a todos los lenguajes de cualquier hablante multilingüe, o comuni- las comunidades lingüísticas pueden ser delimitadas, entonces también pue-
dad, como una única variedad, es coherente con la definición, puesto que den ser estudiadas, y quizá sea posible encontrar diferencias interesantes
todos los elementos lingüísticos implicados tienen una distribución social entre comunidades que se correlacionan con diferencias en su lenguaje. El
similar: son usados por el mismo hablante o comunidad. Es decir, una estudio de las comunidades lingüísticas ha interesado a los lingüistas des-
variedad puede ser mucho más extensa que un estrato 'lenguaje', y puede de hace algún tiempo, por lo menos desde que Leonard Bloomfield dedi.
incluir un número de lenguajes distintos. A su vez, según la definición,
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-; 1

có un capítulo a las comunidades lingüísticas en su libro Language (1933:


cap. 3). Sin embargo, se ha dado una confusión y un desacuerdo considera-
l
!
lingüísticas entre los miembros de dentro de una comunidad lingüística y
los de fuer~ ( 1968):
bles sobre el significado exacto de comunidad lingüística, tal como muestra
este repaso de algunas citas: La comunidad lingüística: cualquier conjunto humano caracteri-
1) La definición más simple de 'comunidad lingüística' es la de J ohn zado por una interrelación regular y frecuente por medio de un
Lyons (1970: 326): cuerpo compartido de signos verbales y distinguible de otros con-
juntos semejantes por diferencias significantes en el uso del len-
Comunidad lingüística: toda la gente que emplea una determinada guaje.
lengua (o dialecto).
Contrariamente a la definición (2), esta última no exige que haya sólo
Según esta definición, las comunidades lingüísticas pueden entrecruzarse una lengua por cada comunidad lingüística. El resultado de poner el én-
(allí donde haya individuos bilingües) y no tienen por qu-é tener una uni- fasis en la comunicación y en la interrelación, como se hace en estas dos
dad social o cultural. Claramente, sólo es posible delimitar las comunida- últimas definiciones, es que comunidades lingüísticas diferentes tenderán
d es lingüísticas en este sentido en tanto sea posible delimitar lenguas y a no imbricarse mucho, por contraposición a las primeras definiciones, se-
dialectos. gún las cuales el entrecruzamiento surge automáticamente con el bilin-
2) Una definición más compleja es la dada por Charles Hocket t güismo.
(1958: 8): 5) Una definición relativamente reciente pone el énfasis en las acti-
tudes compartidas respecto al lenguaje, más que sobre el comportamiento
Cada lengua define una comunidad lingüística: el conjunto entero lingüístico compartido. Es la dada por William Labov (1972a: 120):
de personHs que se comunican unas con otras, bien directamente,
bien indirectamente, a través del lenguaje común. La comunidad lingüística no viene definida por un acuerdo se-
ñalado sobre el uso de los elementos lingüísticos, tanto como por
Se añade aquí el criterio de comunicación dentro de la comunidad, de participación en un conjunto de normas compartidas; tales nor-
forma que si dos comunidades hablaran ambas la misma lengua, pero no mas pueden ser observadas en tipos manifiestos de comportamien-
tuvieran el menor contacto entre ellas, pertenecerían a comunidades lin- to evaluativo [ver infra 6.2], y por la uniformidad de modelos
güísticas distintas. abstractos de variación que son invariables respecto a particula-
3) La definición siguiente traslada completamente el énfasis de la res niveles de uso [ver 5.4 .1] .
lengua compartida a la comunicación. Una forma simple de esta definición
es la dada por Leonard Bloomfield (1933: 42): Definiciones parecidas, por referencia a normas compar tidas y a modelos
abstractos de variación, más que a comportamientos lingüísticos compar-
Una comunidad lingüística es un grupo de gente que se interrela- tidos, han sido propuestos por Dell H ymes (1972) y Michael Halliday
cion a por medio de la lengua . (1972). Como puede observarse, una definición así hace hincapié en la
comunidad lingüística como un grupo de gente que se siente comunidad
Lo que deja abierta la posibilidad de que algunos se interrelacionen por en algún sentido, más que un grupo reconocido tan sólo por el lingüista
medio de una lengua y otros por medio de otra. Esta posibilidad se re- o el extraño, tal como daban a entender las primeras definiciones.
conoce explícitamente en la definición dada por John Gumperz (1962): 6) Finalmente, hay un punto de vista que permite evitar el término
'comunidad lingüística' por completo, y que hace referencia a caracterís-
Definimos [comunidad lingüística] como un grupo social que pue- ticas d!stintivas del habla así como a otras características sociales. Hay que
de ser monolingüe o multilingüe. que se mantiene unido por la advertir que los grupos son los que el hablante individual percibe como
frecuencia de patrones de interacción social y delimitado de las existentes, y no necesariamente los que pudiera descubrir el sociólogo me-
áreas circundantes por la escasez de líneas de comunicación. diante métodos objetivos; y puede que los grupos no agoten la población
por completo, sino que puede que representen los casos claros de ciertos
4) Sin embargo, una definición posterior de Gumperz introduce la tipos sociales, es decir, los 'prototipos' en el sentido de 3.2.2). Este pun-
condición de que tienen que existir algunas diferencias específicamente to de vista es el abogado por Robert Le Page (1968a):

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Cada individuo crea los sistemas de su comportamiento verbal de
modo que se asemejen a los del grupo o grupos con los que oca-
sionalmente desea ser identificado, hasta el punto de que
a. él puede identificar a los grupos,
b. tiene ocasión y habilidad para observar y analizar sus siste..
1
¡
!
tas' , puesto que cada una de ellas nos p ermite definir un conjunto de gente
que tiene lingüísticamente algo en común: una lengua o dialecto, interac-
ción por medio del habla, una esfera de variedades y reglas para usarlas,
un campo dado de actitudes respecto a las variedades y a los elementos.
El conjunto de gentes definido en base a Jos distintos . factores pueden,
mas de comportamiento, desde luego, diferir radicalmente -uno de los criterios permite la imbri-
c. su motivación es lo sufiqentemente fuerte como para empu- cación de conjuntos, otro lo prohíbe, etc.-, pero no hay por qué intentar
jarle a escoger y adaptar su comportamiento de acuerdo a tales reconciliar las distintas definiciones entre sí, puesto que las mismas inten-
sistemas, tan reflejar fenómenos distintos. Por otra parte, se mantiene el hecho de
d. todavía es capaz d e seguir adaptando su comportamiento. que todas ellas pretenden ser definiciones de la misma cosa - la 'comuni-
dad lingüística'- y el tono de algun as definiciones dadas más arriba (prin-
Este es el punto de vista mencionado en 1.3.1, según el cual el indi- cipalmente la (5) de Labov) implica que es cuestión de encontrar la
viduo «se sitúa él mismo en un espacio multidimensional», siendo defini- 'verdadera' definición ('la comunidad lingüística no viene definida por ...
das estas dimensiones por los grupos que él pueda identificar en la so- tanto como por ... ') . Además, la palabra 'comunidad' implica algo más que
ciedad. Contrariamente a las 'comunidades lingüísticas' definidas en (3), la existencia de una prcpiedad común; después de todo, nadie hablaría de
(4) y (5), estos grupos se imbrican de modo definitivo. Así, por ejemplo, la 'comunidad' de la gente cuyos nombres empiezan por la letra h, o
un niño puede identificar grupos de acuerdo al sexo, edad, geografía y co- de aquellos que han sobregirado sus cuentas. Para poder ser una 'comu-
lor, y a cada agrupación puede contribuir en algo a la combinación parti- nidad', un grupo de gente seguramen te debe de distinguirse del resto del
cular d e los elementos lingüísticos que el n iño selecciona como su propio mundo p or más de una propiedad , y algunas de estas propiedades han de
lenguaje. ser importantes desde el punto de vista de la vida social de sus miembros.
Nuestra última cita, de Dwigh t Bolinger, identifica a estos grupos como La cuestión, pues, es cuál de las definiciones de 'comunidad lingüística'
comunidades lingüísticas, y subraya la ilimitada complejidad que puede nos conduce en este sentido a comunidades genuinas.
darse (Bolinger 1975: 333): P odría pensarse que todas ellas lo hacen. Aun tomando la más simple
de las definiciones, según la cual una comun idad lingüística es simplemen-
No hay límites a l as formas en que los seres humanos se asocian te el conjunto de gente que utiliza una lengua o dialecto dado, es difícil
para la auto-identificación , seguridad, logros, diversiones, celebra- imaginar una comunidad tal que pose¡: tan sólo la lengua común o dialecto
ciones, o cualquier otra clase de propósitos comunes; consecuen- para distinguirla de otra gente: nada de su cultura, nada del lugar que
temente, no hay límite al número y variedad de comunidades lin- habitan, etc. Claro que tan pronto entra en escena el facror de la inter-
güísticas que puedan darse en la sociedad. acción, no hace fal ta decir que habrá otras características ad emás de la
interacción. E sta respuesta tiene el atractivo de resolver el ap arente con-
Según este punto de vista, puede esperarse que cualquier población flicto ent re las definiciones de 'comunidad lingüística', pero conduce inevi-
(sea una aldea, una ciudad, o un Estado entero) contenga de hecho una tablemente a la conclusión de que distintas comunidades lingüísticas se
gran cantidad de comunidades lingüísticas con participación imbricada de intersectan unas con otras de forma compleja. Así, por ejemplo, una ·co-
sus miembros y con imbricación de sistemas lingüísticos. La salvedad que munidad definida en función de la interacción puede incluir partes de mu-
hace Le Page ('en la medida en que pueda él identificar a los grupos') deja chas comunidades definidas en función de variedades lingüísticas compar-
abierta la posibilid.id de qu e miembros diferentes de la población tengan tidas. Se verá que es ésta precisamente la noción de 'comu nidad lingüística'
conciencia de la existencia de grupos diferentes. Si partimos de que las tal como está definida en (6) , de modo que podemos tomar ( 6) como el
comunidades lingüísticas deben tener algún modo de realidad psicológica punto de vista más completo que incluye a todos los demás, y que, por
para sus miembros (como en la definición (5) supra), entonces debemos tanto, los hace innecesarios.
identificar distintas comunidades lingüísticas en una misma población se- T al conclusión puede parecer satisfactoria, puesto que reconcilia defi-
gún la persona cuyo punto de vista tomemos. niciones en conflicto unas con otras y las sustituye por una única defini-
Hemos pasado así de una d efinición muy simple de 'comunidad lin- ción. Sin embargo, suscita un problema importante, puesto que la noción
güística' a otra muy compleja. ¿Cómo podemos evaluar estas distintas de- 'comunidad lingüística' así definida resulta mucho más difícil de utilizar
finiciones? Una respuesta sería que todas ellas son, por supuesto, 'corree- con el fin de hacer generalizaciones sobre la lengua y el habla que las

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clases de comunidades lingüísticas definidas según las primeras definiciones.
Lo que sería de gran ayuda al sociolingüista en su trabajo, sería el poder
identificar alguna clase de comunidad lingüística respecto a la que pu-
l
!
1

1
2.2

2.2.1
Lenguajes

'Lengua' y 'dialecto'
diera hacer todas sus generalizaciones, y mucho de la sociolingüística se
En lo que queda de este capítulo, intentaremos echar una ojeada a
ha llevado a cabo bajo la creencia de que ello es posible. Así, por ejem-
las clases más conocidas de variedad lingüística: 'lengua', 'dialecto' y
plo, el contexto de la definición de Latiov sobre 'comunidad ~güística'
'registro'. Veremos que los tres conceptos son extremadamente problemá-
dada anteriormente es una exposición de su trabajo sobre la clUdad de
ticos tanto en el momento de encontrar una definición general para cada
Nueva York, que él pretende que puede ser tratada como una única co-
uno de ellos y que lo distinga de los demás, como desde el punto de vista
munidad lingüística respecto a la cual puede hacerse una gran cantidad
de encontrar criterios para delimitar variedades.
de generalizaciones. De hecho, llega al punto de proponer que su com~­
Consideremos primero el concepto de 'lengua'. ¿Qué quiere decir que
nidad comparte una única «gramática comunitaria>> (ver 5.5.1). La defini-
alguna variedad es una lengua? Antes que nada, he aquí una pregunta
ción de 'comunidad lingüística' preferida por nosotros predice que no po-
acerca del uso popular: ¿qué quiere decir la gente normal cuando afirma
drá existir un conjunto único de gente, tal como el que vive en la ciudad
que alguna variedad es una lengua? Después de contestar a la pregunta
de Nueva York, respecto al que al sociolingüista le sea posible hacer to-
de esta forma, podemos o no considerar el término 'lengua' como un tér-
das sus generalizaciones; por el contrario: distintas afirmaciones serán ver-
mino técnico, y decir cómo proponemos que se use en sociolingüística. Nos
daderas de comunidades delimitadas según distintos criterios. Como se
vendrá bien hacerlo así, si vemos que el uso p opular refleja alguna clase
verá, esta conclusión quedará ampliamente corroborada por los datos y ra-
de realidad a la que queramos referirnos en sociolingüística, pero si lle-
zonamientos de las siguientes secciones.
gamos a la conclusión de que el uso popular no refleja tal realidad, en-
Más importante aún, cabe la duda de si la nocwn de 'comunidad lin-
tonces no habrá n ingún motivo para definir 'lengua' más explícitamente
güística' resulta útil de alguna forma, o si conduce a equívoco. Tal noción
con el fin de usarlo como término técnico.
implicá la existencia de grupos discretos de gente en la sociedad que el
Algo que queda fuera de duda es la importancia de estudiar el térmi-
sociolingüista debiera ser capaz de identificar, de modo que una deter-
no 'lengua' simplemente como parte del vocabulario del inglés, junto con
minada persona sería miembro de un grupo particular o no lo sería. El
'bien-hablado', 'gato' y demás vocabulario que refleja las partes de la cultu-
primer problema es que la definición (6) establece explícitamente que ta-
ra relacionadas con la lengua y el habla. Es parte de nuestra cultura el
les grupos sólo son reales en la medida en que algún hablante es cons-
distinguir entre 'lenguas' y 'dialectos' . De hecho, solemos hacer dos dis-
ciente de su existencia, Jo que deja abierta l a posibilidad de que algunos
tinciones diferentes al usar estos términos, y podemos sacar conclusiones
grupos puedan ser delimitados sin claridad por el hablante en cuestión.
de este hecho acerca de la visión del lenguaje que la cultura nos ha he-
Puede que se dé cuenta de que una variedad particular o elemento sea
cho heredar (ai igual que podemos usar el vocabulario como prueba de
utilizada por los 'norteños' o por los niños, pero que no tenga ni idea de
otros aspectos de la cultura; véase 3.2.1).
por dónde hacer la separación entre los norteños y los sureños, o entre
En este aspecto podemos comparar nuestra cultura con otras en las
los niños y los adultos. El segundo problema, que se discutirá con algún
que no se hace tal distinción. Según Binar Haugen (1966), po; :jemplo,
detalle en 5.4.3, es que por lo menos en algunos casos resulta mejor ana-
esto es lo que ocurría en Inglaterra antes de que en el Renac1m1ent<;¡ se
lizar las relaciones de la gente en función de la red de relaciones indivi-
tomara prestado del griego el término dialecto, como palabra culta. De
duales más que en función de los grupos a los que puedan o no pertene-
cer. En otras palabras, es posible que las comunidades lingüísticas no hecho, podemos ver que nuestra distinción entre 'lengua' y 'dialecto' es
existan realmente en la sociedad más que como prototipos en la mente de debida a la influencia de la cultura griega, puesto que en griego la distin-
ción se hizo a causa de la existencia de una cantidad manifiestamente dis-
la gente, en el cual caso la búsqueda de la 'verdadera' definición de 'co-
munidad lingüística' es simplemente como la caza de un fantasma. tinta de variedades de lengua escrita que se usaban en la Grecia clásica,
asociadas cada una de ellas con una región distinta y usadas en distintas
clases de literatura. Así, el significado de los términos griegos que se tra-
dujeron como 'lengua' y 'dialecto' era de hecho bastante distinto del sig-
nificado que ahora se atribuye en inglés a estas palabras. Sus equivalentes
del francés son quizás más semejantes a los del griego, ya que la palabra
francesa dialecte se refiere sólo a las variedades regionales que poseen es-

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critura y literatura, en contraposición a las variedades regionales que no relación bastante anormal, si se la compara al contexto de las decenas
tienen escritura, las cuales reciben el nombre de patois. El propósito de (¿o centenas?) de miles de años que hace que existen las lenguas. Mien-
esta discu sión es mostrar que nq_ hay nada absoluto respecto a la distin- tras que suele creerse que el desarrollo normal del lenguaje suele produ-
ción que el inglés viene a hacer entre 'lenguas' y 'dialectos' (y para los cirse de forma más bien azarosa, muy por debajo del nivel de conciencia
lectores conocedores de alguna lengua distinta del inglés, difícilmente hu- de los hablantes, las lenguas estándar SQIL_el resultado de una interven-
biera sido necesaria esta discusión). ción directa y deliberada de la sociedad. Esta intervención, llamada 'estan-
¿Qué diferencia hay, pues, e:ltrc lengua y . ~ia~ec.t?_..Para los h_a!?la~tes_ darización', producé· una lengua estándar donde anteriormente sólo había
de inglés? Hay dos formas de distinguirlos, y esta ambigüedad ha sido 'dialectos' (es decir, variedades no-estándar ).
causa de gran confusión. (Haugen [ 1966] argumenta que la razón de la La. noción de 'lengua estándar' es un tanto imprecisa, pero una len-
ambigüedad, y la subsiguiente confusión, reside precisamente en el hecho gua estándar habrá tenido que pasar por los procesos señalados a continua-
de que la palabra 'dialecto' fuera tomada prestada del griego, donde exis- ción (Haugen 1966; para una lista un poco distinta véase Garvin & Ma-
tía la misma ambigüedad.) Por una parte, hay una diferencia _de tamaf!_o, thiot 1956).
puesto que la lengua es más extensa que el dialecto. Es decir que una 1) Selección. De una forma u otra debe haber sido seleccionada una
variedad llamada lengua contiene más elementos que una llamada dialec- variedad particular como la que va a ser desarrollnda como lengua están-
to. En este sentido podemos referirnos al inglés como una lengua que dar. Puede que sea una variedad ya existente, como la usada en un cen-
contiene la suma total de todos los términos de todos sus dialectos, inclu- tro político o comercial importante, pero también podría ser una amal.
yendo el 'inglés estándar' como uno más entre ellos (el inglés de Yorkshire, gama de distintas variedades. La eiección es un asunto de mucha impor-
el inglés de la India, etc.). De ahí, pues, el mayor tamaño de la lengua tancia social y política, ya que la variedad escogida suele necesariamente
inglesa. ganar prestigio, y así la gente que ya lo habla comparte ese prestigio. Sin
La otra diferencia entre 'lengua' y 'dialecto' es una cuestión de pres- embargo, en algunos casos la variedad escogida h¡) sido una variedad sin
tigio, prestigio que posee la lengua y del que el dialecto carece. Si aplica- absolutamente hablantes nativos, como por ejemplo el hebreo clásico en
mos el término en este sentido, el inglés estándar (es decir, la forma de I srael y el bahasa de Indonesia (lengua de reciente creación) ; ver 2 .5 .3 pa ra
inglés que se u sa en este libro) no es en absoluto un dialecto, sino una la noción de ' pidgin') en I ndonesia (Bell 1976: 167).
lengua, mientras que las variedades que no se usan en la escritura son 2) Codificación. Alguna institución tal como la Academia tiene que
dialectos. El que una variedad sea llamada lengua o dialecto depende del haber escrito diccionarios y libros de gramática para 'fijar' una variedad,
prestigio que uno crea que tal variedad tiene, y para mucha gente éste es de forma que todos puedan ponerse de acuerdo en lo que es correcto.
un asunto muy claro, que depende del hecho de que sea usado en la Una vez hecha la codificación, hace falta que todo ciudadano ambicioso
escritura formal. Consecuentemente, los habitantes de las Islas Británicas aprenda las formas correctas y que no use en la escritura ninguna de las
habitualmente se refieren a las lenguas no escritas (o que creen que no formas 'incorrectas' que puedan existir en su variedad nativa, lo que pue-
tienen escritura) como a dialectos, o 'simples dialectos', independiente- de suponer un montón de años de su carrera escolar.
mente de si existe o no una lengua (propia) con la que están relacionados. 3) Elaboración funcional. T iene que ser posible utilizar la variedad
(Naturalmente sería absurdo utilizar de esta manera la palabra 'dialecto' seleccionada en todas las funciones asociadas con el gobierno central y con
en el sentido del 'tamaño'. ) El hecho de que pongamos tanto peso en si la escritura, por ejemplo en el parlamento y en los tribunales, en docu.
es o no una forma escrita al distinguir entre 'lengua' y 'dialecto', es una mentas burocráticos, educativos y científicos de toda clase, y, naturalmen-
de las cosas interesantes que los términos nos muestran sobre la cultura te en los diversos géneros literarios. E llo puede suponer que haya que
británica, y volveremos sobre la importancia de la escritura en 2.2.2. añadir elementos lingüísticos adicionales a la variedad seleccionada, espe-
ci~lmente palabras técnicas, pero también hace falta desarrollar nuevas
convenciones para usar las formas existen tes: cómo formular preguntas
2.2 .2 Lenguas estándar de exámenes, cómo escribir cartas en estilo formal, etc.
4) Aceptación. La variedad elegida tÍ!!Qe que ser aceptada por la po-
Es probablemente adecuado decir que la única variedad que pueda blación afectada como la variedad de la comunidad; de hecho, normal-
con siderarse como «lengua propiamente dicha» {en el segundo sentido de mente como la lengua nacional. Una ve:z que ha sucedido así, la lengua
'lengua') sea la lengua estándar. Las lenguas estándar son interesantes en estándar sirve de potente elemento unificador del Estado, como símbolo
cuanto que tienen con la sociedad una relación más bien especial -una de su independencia con respecto a otros Estados (suponiendo que tal es-

42 43
tándar sea único y no compartido con otros), y como una marca de su queremos decir al afirmar de una variedad que es una lengua? Podemos
diferencia frente a otros Estados. Es precisamente esta función simbólica
la que en cierta medida impulsa a los Estados a desarrollar una lengua es-
1
1
aclarar ahora la cuestión, distinguiendo entre los dos significados de 'len.
gua' basados, respectivamente, en el prestigio y en el tamaño. Hemos dado
tándar. ya una respuesta sobre la base del prestigio: una lengua es una lengua
Este análisis de los factores involucrados específicamente en la estan- estándar. En principio es ésta una distinción absoluta: una variedad o es
darización ha sido bastante ampliamente aceptado por los sociolingüistas lengua estándar, o no lo es. (No queda claro, sin embargo, que algunas
(para más detalles y ejemplos ver Garvin 1959, Garvin & Mathiot 1956, lenguas"'sean más estándar que otras; el francés estándar, por ejemplo, ha
Hall 1972, Macaulay 1973, Trudgill 1974: 149). Sin embargo, hay un sido codificado mucho más rígidamente que el inglés estándar.) Al tratar
amplio campo de debate y de desacuerdo acerca de la deseabilidad de der. de la otra distinción, basada en el tamaño, la situación es muy distinta,
tos aspectos de la estandarización. Por ejemplo, ni siquiera es necesario ya que todo resulta relativo. Así, por ejemplo, en comparación con una
que la estandarización tenga que incluir aspecros de pronunciación igual determinada variedad, otra puede que sea extensa, pero comparada con
que de escritura (Macaulay 1973 ), ni que la lengua estándar deba pre- otra más, puede que sea reducida. La variedad que comprende todos los
sentarse como la única variedad 'correcta' (aspecto discutido por muchos elementos usados en la Gran Bretaña parece extensa comparada, digamos,
lingüistas y sociolingüistas, sobre todo por Trudgill 197 5a; ver también con el inglés estándar o el cockney, pero reducida si la comparamos con
infra 6.2). Además, un tratamiento que convenga a una comunidad puede la variedad que comprende todos los elementos usados en cualquiera de
que no convenga a otra, de forma que es preciso mostrar mucho cuidado, los países 'anglo-hablantes'. Siendo esto así, la afirmación de que una va-
sensibilidad, sabiduría y conocimiento para tener éxito en un programa de riedad particular es una lengua, en el sentido de su 'tamaño', es muy poco
estandarización (Kelman 1972). significativa. ¿Hay, pues, algún modo por el que la distinción entre 'len-
Esta sección sobre la lengua estándar es la única de este libro que tra- gua' y 'dialecto' basada en el tamaño pueda hacerse menos relativa? Anti.
ta con algún detalle de los problemas a gran escala de la sociología del cipemos que nuestra respuesta es negativa.)
lenguaje (ver 1.1.3 para la diferencia entre sociolingüística y sociología El candidato obvio para otro criterio es el de la mutua inteligibilidad.
del lenguaje), pero se ha incluido por tres razones. En primer lugar, es Si los hablantes de dos variedades pueden entenderse, entonces las va-
relevante para la discusión del segundo significado de 'lengua' introducida riedades en cuestión son componentes de la misma lengua; en caso con-
en 2.2.1 (donde 'lengua' = 'lengua estándar'). En segundo lugar, es in. trario, no lo son. Es éste un criterio usado muchas veces, pero que no
teresante ver que la lengua puede ser deliberadamente manipulada por la puede tomarse muy en serio, puesto que plantea graves problemas en el
sociedad. En tercer lugar, y más importante acaso, para hacer resaltar el momento de su aplicación.
carácter insólito de las lenguas estándar, las cuales son quizás las formas 1) Incluso el uso popular no se corresponde consistentemente con
de lenguaje menos interesantes para cualquiera que se muestre interesado este criterio, ya que variedades que nosotros (como profanos) considera-
por la naturaleza del lenguaje humano (como lo están muchísimos lingüis- mos lenguas diferentes pueden ser mutuamente inteligibles (por ejemplo
tas). Acaso se podría describir la lengua estándar como patológica por su las lenguas escandinavas, a excepción del finlandés y el lapón), mientras
falta de diversidad. Para ver el lenguaje en su estado 'natural', hay que variedades que consideramos como la misma lengua puede que no lo sean
buscar una variedad que no sea ni la lengua estándar ni un dialecto subor- (por ejemplo los llamados 'dialectos' del chino). El uso popular tiende a
dinado a un estándar (ya que también estas últimas muestran caracterís- reflejar la otra definición de lengua, la basada en el prestigio, de modo
ticas patológicas, especialmente por la dificultad de hacer afirmaciones so- que si dos variedades son ambas lengua estándar, o están subordinadas a
bre el dialecto no-estándar sin ser influidos por el es tándar). La ironía, na- distintos estándares, tienen que ser lenguas distintas; y, al revés, tienen
turalmente, es que la lingüística académica es susceptible de originarse tan que ser la misma lengua si ambas variedades están subordinadas al mis-
sólo e n una sociedad con una lengua estándar, como es el caso de Ingla- mo estándar. Ello explica la diferencia de nuestras creencias respecto a las
terra, los Estados Unidos, o Francia, y la primera lengua a la que los variedades de Escandinavia y las de China: cada país escandinavo posee
lingüistas prestan atención es a la suya propia : la estándar. una lengua estándar distinta (Noruega, de hecho, posee dos) , mientras que
toda la China sólo tiene una. (Es curioso el efecto que produce la situa-
ción de China: una persona de Pekín no suele poder entender a una de
2.2.3 La delimitación de lenguas Cantón o de Hong Kong que hsble su propio dialecto, pero sí al escribir
el estándar.)
Volvamos ahora a la pregunta planteada al comienzo de 2.2: ¿Qué 2) La mutua inteligibilidad suele ser una cuestión de grado, varían-

44 45
riencia previa tenga, más facilidad tendrá para entender. Ambos aspectos
do desde una inteligibilidad total hasta una total in-inteligibilidad. ¿A qué suscitan otro problema referente al uso de la mutua inteligibilidad como
nivel de la escala deben encontrarse dos variedades para que puedan con. criterio, concretamente el hecho de que la mutua inteligibilidad '!2- til}_ne
siderarse como miembros de una misma lengua? Sinceramente, ésta es una por qué ser recíproca, puesto que A y B no tienen por qué tener el mis-
pregunta que más vale evitar .que contestar, puesto que cualquier res- mo grado de motivación para entenderse mutuamente, ni tienen que ha-
puesta será necesariamente arbitraria. (Merece la pena hacer notar que ber tenido necesariamente la misma experiencia previa de sus respectivas
Gillian Sankoff ha desarrollado un sistema para calcular el grado de mu- variedades. Normalmente suele ser más fácil que un hablante de lengua
tua inteligibilidad (1969), donde muestra claramente que la mutua inteli- no estándar entienda a un hablante de lengua estándar que al revés, en
gibilidad puede ser tan sólo parcial al aplicarse a determinadas comuni. parte porque el primero habrá tenido más experiencia acerca de la va-
dades.) riedad estándar (especialmente a t ravés de los medios de comunicación)
3) Las variedades pueden ser distribuidas a lo largo de un CONTI- que al contrario, y en parte porque puede que él esté motivado para mi-
NUUM DIALECTAL, una cadena de variedades adyacentes en la que cada nimizar las diferencias culturales entre él mismo y el hablante de la len-
par de variedades adyacentes son mutuamente inteligibles, y que los que gua estándar (aunque ello no ocurra necesariamente siempre así) , mientras
se hallan en extremos opuestos de la cadena no lo son. Se dice que un conti- que el hablante estándar puede que quiera subravar estas diferencias.
nuum de este tipo se extiende desde Amsterdam a través de Alemania has- En conclusión, la mutua inteligibilidad no funciona como criterio para
ta Viena, y otro desde París hasta el sur de Italia. El criterio de mutua delimitar lenguas en el sentido del 'tamaño'. No hay ningún otro criterio
inteligibilidad se basa, sin embargo, en la relación entre lenguas, lo que que merezca la pena ser considerado como alternativa, de modo que de-
es lógicamente distinto de la relación de identidad de lengua, que se su- bemos concluir (con Matthews 1979: 47) que no se puede trazar real-
pone que trata de aclarar. Si A es la misma lengua que B, y B es la mis. mente una distinción entre 'lengua' y 'dialecto' (excepto por referencia al
ma lengua que C, entonces A y C deben ser también la misma lengua, y prestigio, y en tal caso sería mejor usar el término 'lengua estándar' o sim-
así sucesivamente. «Identidad de lengua>> es, pues, una relación transitiva, plemente 'estándar' mejor que simplemente 'lengua'). En otras palabras,
pero «mutua inteligibilidad» es una relación intransitiva: si A y B son el concepto 'lengua X' no tiene lugar en sociolingüística, ni, exactamen-
mutuamente inteligibles, y B y C son mutu&mente inteligibles, C y A no te por las mismas razones, en lingüística . Lo único que nos hace falta es
necesariamente son mutuamente inteligibles. El problema es que una re- la noción de 'variedad X', más la observación obvia y sorprendente de que
ladón intransitiva no puede ser utilizada para dilucidar una relación tran- una variedad determinada puede ser relativamente semejante a algunas
sitiva. otras variedades y relativamente distinta de otras.
4) La mutua inteligibilidad no es realmente una r elación entre va-
riedades, sino entre gente, puesto que es la gente, y no las variedades, la
que se entiende entre sí. Siendo esto así, el grado de mutua inteligibilidad 2.2.4 El modelo de árbol de parentesco
depende no sólo de la cantidad de imbricación que se dé entre los ele.
mentas de las dos variedades, sino que depende de las aptitudes de la Un modo conveniente de representar las relaciones entre variedades es
gente en cuestión. Un aspecto de mucha importancia es ·ra motivación: según el modelo de árbol de parentesco, que fue desarrollado en el si-
¿cuánto interés tiene la persona A en entender a la persona B? Ello de- olo XIX como ayuda para el estudio histórico de las lenguas (para una
pende de numerosos factores , tales como el aprecio de A respecto a B, ;xposición acertada, ver Bynon 1977: 63). Este modelo permite mostrar
o el distinto grado de deseo de subrayar las diferencias o las semejanzas el grado de proximidad de una serie de variedades habladas actualmente;
culturales entre ellos, y así sucesivamente. La motivación es importante, es decir, cuánto divergen unas de otras como resultado del cambio a lo
porque el entender a otra persona siempre requiere un esfuerzo por parte largo de la historia. Tomemos, por ejemplo, el inglés, el alemán, el galés,
del oyente: sirva de prueba la posibilidad de 'desconectar ' cuando la mo- el francés y el hindú como variedades de lenguas relacionadas. Trazando
tivación de uno es baja. Cuanto mayor sea la diferencia entre las varie- una estructura arbórea por encima de estas variedades como en la Figu-
dades en cuestión, mayor será el esfuerzo necesario, de modo que si A ra 2.1, puede mostrarse que el inglés se relaciona más de cerca con el
no puede entender a B, ello nos muestra simplemente que la empresa alemán, un poco menos de cerca con el galés y el francés, y aún menos
era demasiado grande para la motivación de A, y no sabemos qué hu- con el hindú. (Para un cuadro más completo de las relaciones entre estas
biera ocurrido si su motivación hubiera sido mayor. Otro aspecto rele- y muchas otras lenguas 'indoeuropeas', ver Bolinger 1975: 446.)
vante es la experiencia del oyente: ¿qué cantidad de experiencia tiene Se ha añadido el chino para mostrar que no está relacionado en abso-
sobre la variedad que está escuchando? Obviamente, cuanta mayor expe-
47
46
Figura 2.1 2.3 Dialectos

2 ..3.1 Dialectos regionales e isoglosas

Después de haber rechazado la distinción entre 'lengua' y 'dialecto'


inglés alemán galés francés hindú (excepto por referencia al prestigio), podemos ahora fijarnos en una cues-
chino
tión incluso más fundamen tal: ¿Cuáles son los límites precisos entre las
variedade s? El modelo jerárquico del árbol de parentesc o implica que los
luto con las otras lenguas. Si se incluyen dos variedade s en el mismo límites entre las variedades son claros a todos los niveles ¡:!el árbol. ¿Es
diagrama , se supone que se hace descender a ambas, a través de cambios así de hecho? ¿Es posible, sobre todo, continua r un árbol así hacia los ni-
históricos , de una variedad 'antepasa da' común, la cual podría tener un veles inferiores , haciendo aparecer variedades cada vez menores, hasta lle-
nombre en el diagrama . Así, podríamo s añadir el nombre 'proto-ind oeuro- gar al nivel de los hablantes individuales (el 'idiolecto ')? La respuesta , ne-
peo' en el nódulo superior del árbol, haciendo ver que todas las varie- cesariam ente, es no.
dades represent adas en la parte inferior (excepto el chino) descienden de Si consideramos las diferencias de variedades menos discutibles basa-
esta única variedad. De forma semejant e, podríamo s denomina r el nódulo das en la geografía, debería ser posible, si el modelo del árbol de paren-
que domina al inglés y al alemán como 'proto-germánico', para dar un tesco es correcto, identificar los llamados dialectos regionales dentro de
nombre a la variedad de la que ambos desciende n. una variedad más amplia como el inglés. Afortuna damente, hay una gran
El valor principal del modelo de árbol de parentesco para la lingüística cantidad de datos que aportan pruebas para la solución de este problema ,
histórica es que aclara las relaciones históricas existente s entre las varie- proceden tes de esta disciplina llamada DIALECTO LOGÍA y, en especial, de
dades en cuestión, y que, en particula r, da una clara idea de la cronología la rama llamada GEOGRAF ÍA DIALECTA L (ver Bloom.field 19.33: cap. 19,
relativa de los cambios históricos por los que han ido divergiendo las va- Chamber s & Trudgill, en prensa; Hockett 1958: cap. 56; Hughes & Trud-
riedades. Desde el punto de vista actual, sin embargo, la ventaja es que gill 1979; Sankoff 1973a; Wakelin 1972; ver también infra 5.4.2). A par-
un árbol de parentesc o muestra una relación jerárquica entre las varieda- tir del siglo xrx, los dialectólogos de Europa y de los Estados Unidos (y
des y que no hace distinción entre 'lenguas' y 'dialectos'. Ciertame nte, en en menor escala los de las Islas Británicas) han estudiado la distribuci ón
lingüística histórica es normal referirse a las variedades que proceden del geográfica de los elemento s lingüísticos, tales como los pares de palabras
latín como a 'dialectos ' del latín (o 'dialectos romances '), aunque incluyan sinónimas (por ejemplo, pail frente a bucket), o pronunciaciones distintas
obviamen te 'lenguas' (en el sentido prestigioso) tales como el francés es- de una misma palabra, tales como farm, pronunci ada con la /r/ o sin ella.
tándar. Si hubiéram os querido añadir el inglés de Y orkshire o el cockney Los resultado s suelen plasmars e en un mapa, donde se muestran las for-
a la lista de variedades, las hubiéram os añadido simpleme nte debajo del mas que aparecen en cada localidad (la dialectología suele tender a con-
inglés, sin darles un estatus diferente al de las otras . El único cambio que centrarse en las áreas rurales para evitar la complejidad de las ciudades) .
necesitaríamos hacer en la interpreta ción del diagrama del árbol genealó- El dialectólogo puede entonces trazar las líneas del área en donde se re-
gico, en comparación con la interpreta ción histórica, es que los nódulos gistra un elemento y las áreas donde se registran otros elementos, mar-
supel!iores no represent arían unas variedade s anteriores, a partir de las cando un límite llamado ISOGLOSA para cada área (del griego iso- 'igual' y
que descende rían las modernas (tal como del proto-ind oeuropeo ), sino unas glossa, 'lengua').
variedades más extensas que incluirían todos los elementos de las varieda- El modelo del árbol de parentesc o permite hacer una importan te pre-
des inferiores . dicción acerca de las isoglosas, concretam ente que no deben intersectarse.
Aparte del atractivo que acabamos de hacer notar, sin embargo, el Esta predicció n es una consecuencia de la jerarquía estricta existente en el
modelo del árbol de parentesc o no es muy recomendable para el socio- modelo entre las variedades, lo que permite tan sólo dos tipos de rela- '
lingüista, ya que represent a una exagerada idealización de las relaciones ción entre dos variedades: o bien una es antepasad o de la otra, o las dos
entre las variedades. En particula r, no permite influencias entre las varie- son 'hermanas'. Imaginem os ahora un hipotétic o estadio de cosas en don-
dades, que en casos extremos podría incluso llevar a una fusión; que una de una variedad L más extensa contiene dos elementos, x e y, ninguno
variedad proceda de dos variedade s distintas (véase Traugott 1977). Vere- de los cuales es usado por todos y cada uno de los hablantes de L. Po-
mos en 2.5 que ello no suele de hecho suceder, y en 2 ..3.2 introdu- dremos distingui r entre variedades de L que posean el elemento x y que
ciremos un modelo más adecuado , la 'teoría de las ondas'. no lo posean ( +x v - x), y otras que posean el elemento y o que no lo
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49
posean (+y, -y), y que de hecho existan las cuatro combinaciones posi-
bles de estas variedades: hablantes que tengan ambos elementos ( +x, +y),
otros que no tengan ninguno de los dos (-x, -y), y aquéllos que sola-
mente tengan el uno o el otro ( +x, - y o -x, +y) . ¿En qué rela~ón KEY: C071U! [kum)
H++++++-1-
estatían entonces las vatiedades definidas por x ( + x, -x) y las definidas [kAID]
por y (+y, -y)? ¿Qué relación habría, por ejemplo, entre la variedad x
y la variedad y? Está claro que ninguna de ellas es el antepasado de _la farm _[~
otra ya que nio.guna de ellas contiene a la otra por completo, pero run- [fo :rm]
gun~ de ellas es hermana de la otra, puesto que cada una de ellas contiene
parcialmente a la otra. Este tipo de situación es, pues, incompatible con
el modelo del árbol de parentesco.
Hay muchos paralelismos reales de esta situación hipotética. Por men-
cionar tan sólo un ejemplo, en el sur de Inglaterra hay dos isoglosas que Mapa 2.1
se intersectan tal como se ve en el Mapa 2.1 (basado en Trudgill 1974b:
159 y Wakelin 1978: 9). Una de las isoglosas separa la región (hacia el
Iizar? Parece que no hay alternativa, y que nos hallamos en una posición
norte) donde some se pronuncia con la misma vocal que stood, de la re-
similar a la anterior en nuestra discusión de las lenguas: no hay forma de
gión donde se pronuncia con la vocal abierta [ 1\ _J, .igual que, en el ~~­ delimitar las variedades, y por lo tanto debemos concluir que las varieda-
ceived Pronunciation (RP) *, el modo de pronunciaciÓn de mas prest1g10 des no existen. Lo único que existe son hablantes y elementos, y los ha-
de Inglaterra (ver Gimson 1962: 83). La otra isoglosa separa la región blantes pueden presentar un mayor o menor grado de homogeneidad res-
(hacia el nordeste) donde la r de farm no se pronuncia, de la región donde pecto a los elementos de su lenguaje. Aunque no atrayente, esta conclusión
sí se pronuncia. La única forma de conciliar este hecho con el modelo del es al menos verdadera, e incidentalmente suscita cuestiones tales como qué
árbol de parentesco sería dando prioridad a una isoglosa frente a la otra, es lo que determina la cantidad y clase de homogeneidad entre la gente.
pero tal decisión sería arbitraria y dejaría de todas formas desco?e.c~~da la
isoglosa subordinada, representando cada una de ellas una subdiv1s1on de
una. variedad distinta, mientras que, de hecho, cada una de ellas repre- 2.3.2 La difusión y la teoría de las ondas
senta claramente un fenómeno particular. Ejemplos como éste podrían
multiplicarse indefinidamente (pata algún otro ejemplo particular, véase Ya en el siglo XIX se desarrolló una alternativa al modelo del árbol de
mapa en Bolinger 1975: 349; y para una exposición erudita, ver Sankoff parentesco para dar cuenta de la clase de fenómeno que acabamos de
1973a). considerar. Se denomina TEORÍA DE LAS ONDAS, y se basa en la hipótesis
A partir de tales hechos, muchos dialectólogos han sacado la conclu- de que los cambios lingüísticos se extienden desde centros de influencia
sión de que cada elemento tiene su propia distribución dentro de la po- hacia las zonas circundantes, más o menos de la misma forma en que se
blación de hablantes, y que no hay razón algnna para suponer que ele-
extiende la onda de agua de un emba!se al echar una piedra. Este punto
mentos distintos tengan idéntica distribución (Bynon 1977: 190). Parece
de vista del cambio lingüístico es aceptado por casi todos, si no todos,
ésta la única conclusión que puede deducirse de los datos, aunque uno los eruditos, tanto en el campo de la lingüística histórica (para una expo-
podría mostrar sus reservas acerca del grado de diferenciación existente en-
sición detallada, ver Bynon 1977: 192) como en el de la sociolingüística,
tre los elementos; la clase de datos, por ejemplo, a los que nos referíamos
donde tal punto de vista ha sido desarrollado principalmente por Charles-
más arriba, con isoglosas que se intersectan de manera caótica, es mucho } ames Bailey ( 197 3), D erek Bickerton ( 1971 , 1973, 1975 ) y David De-
menos común en Alemania que en Francia (Bynon 1977 : 191, Matthews
Camp (197lb). (El trabajo teórico de estos sociolingüistas basado en la
1979: 47). Pero esto conduce a la ulterior conclusión de que no es nece- teoría de las ondas lo trataremos en 5.5.2.)
sario que las isoglosas delimiten variedades, excepto en el sentido trivial
La .teoría de las ondas explica por qué se intersectan las isoglosas pos-
en que las variedades constan de sólo un elemento; y si no podemos ut~­
tulando diferentes focos geográficos de irrnGíación de los distintos ele-
lizar las isoglosas para delimitar variedades, ¿qué es lo que podemos ut1-
mentos. La isoglosa entre d os elementos como farm con y sin /r/, mues-
tra el lugar donde termina la influencia de un elemento y empieza la de
* Pronunciación prestigiosa, clásica o estándar. (N. del T .) otro; en la hipótesis de que uno de los elementos represente una innova-
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r "~J
1.

ción, querría decir que la isoglosa señala los puntos más lejanos que ha especies en el campo esté en constante cambio con respecto a cada ele-
alcanzado el nuevo elemento cuando el dialectólogo ha recogido sus da- mento, y que en la analogía puede estar representado cada elemento, y no
Í tos. No hay ninguna razón por la que innovaciones conducentes a cual- sólo aquéllos que fueran innovadores.
quiera de las dos isoglosas hayan tenido que producirse en el mismo lugar Según esta nueva analogía, una innovación lingüística sería como una
1 -ni incluso en
la misma época-, de modo que no hay ninguna razón es- nueva especie que hubiera brotado (o por mutación o por haber sido
/ p_ecial que impida qu~ las. isoglosas se intersecten. Volvi~ndo a la analogía, traída de fuera), y que puede o no prosperar. Si prospera, puede que se
st se e~han dos o mas ptedras a un embalse, no hay ntnguna razón para extienda y sustituya a algunas o todas sus contrincantes· pero si no
que catgan todas en el mismo lugar, y podría haber muchos centros de puede o bien morir o bien quedarse confianada en un área' pequeña ' del'
influencia desde los que se extenderían e intersectarían las ondas. Ade- campo (es decir, en una comunidad lingüística muy pequeña). El hecho
más, los centros pueden cambiar con el tiempo, según nazcan o se desva- de que una especie se desarrolle o no, depende de la fuerza con que crez-
nezcan las distintas influencias. Cada centro representa un elemento in- can sus representantes (es decir, de la fuerza e influencia de su comunidad
novador distinto desde el que las 'ondas' se extienden en distintas direc- lingüística): cuanto mayores sean las plantas, más semillas producirán, y
ciones. mayor será la oportunidad de que la especie conquiste nuevo territorio.
La analogía falla en que las ondas de influencia lingüística suelen 'con-
gelarse' y dejan de expandirse, debido a que la influencia del punto de
origen no es lo suficientemente fuerte como para seguir manteniéndolas. 2 ..3.3 Los dialectos sociales
En otras palabras, en función de la teoría de los actos de identidad (ver
1.3.1), la influencia de un elemento termina cuando los individuos de- Por supuesto que los dialectos no están distribuidos tan sólo geográ-
ciden, por cualquier razón, no identificarse con el grupo que lo usa. Lo ficamente, como se ha dado a entender en lo expuesto hasta el presente.
que significa que la isoglosa puede hallarse en el mismo lugar donde se Hay dos fuentes más de complejidad. En primer lugar, suele existir movi-
hallaba hace un siglo -contrariamente a las ondas de un embalse-, ya lidad geográfica: gente que se desplaza de un sitio a otro, llevándose con-
que la fuerza de influencia del grupo con el que se asocia el elemento sigo sus dialectos aun cuando los vayan modificando con el tiempo para
puede que no sea lo suficientemente potente como para hacerla avanzar integrarse en el nuevo entorno. Así, el ir señalando en un mapa a los
más. Además, no es necesario que un elemento suponga una innovación hablantes puede producir un modelo más o menos desordenado según la
para influir en la gente, puesto que sus efectos dependen de la situación movilidad de la población (problema que normalmente se evita en dialec-
social del grupo con el que se le asocia (lo que hemos llamado su 'comuni- tología seleccionando como informantes a hablantes que nacieron y cre-
dad lingüística' en 2.1.4 ), más que de su novedad . Es bastante posible que cieron en el lugar que ahora habitan).
una forma relativamente arcaica arrincone a una forma más nueva que se La segunda fuente de complejidad nace del hecho de que la geografía
había extendido. Así, por ejemplo, en algunos lugares de los Estados Uní- es solamente uno de los factores relevantes, siendo otros factores rele-
dos la pronunciación de palabras corno farm con /r/ está desplazando la vantes la clase social, el sexo y la edad (ver 5.4.2 ). Los dialectólogos, p ues,
pronunciación sin /r/, aunque de hecho la innovadora sea es ta última (tal hablan de DIALECTOS SOCIALES, O de SOCIOLECTOS, para referirse a dife-
corno indica la escritura). Presentaremos un ejemplo de tal área en 5.2.2. rencias no regionales. Debido a estos otros factores, puede que un ha-
~espués de estas observaciones parece mejor abandonar la analogía de blante muestre más semejanza en su lengua con gente del mismo grupo
las ptedras que caen _en el embalse. Una analogía más adecuada sería quizás social de una región distinta que con gente de otros grupos sociales, aun-
la de las distintas especies de plantas sembradas en un campo, expandién- que sean de la misma región. De hecho, una de las características de la
dose por dispersión de sus semillas sobre un área determinada. En la ana- estructura social jerárquica de un país corno la Gran Bretaña es que la
logía: cada elemento estaría representado por una especie distinta, con su clase social suele prevalecer sobre el factor geográfico como determinante
propta proporción de dispersión de la semilla, y la ísoglosa estaría repre- del habla, de modo que se da mucha mayor variación geográfica entre la
sentada por el límite de extensión de cada especie. Especies diferentes gente de las clases sociales bajas que entre la gente de la 'cumbre' de la
podrían coexistir en el mismo espacio (una relajación de las leyes botáni- masa social. Lo que ha llegado hasta el punto de que la gente que ha
cas normales), per? habría que hacer notar las especies en competición pasado por el sistema escolar público (o quiere aparentar que lo ha he-
mutua, correspondientes a elementos que proporcionan modos alternati- cho) característicamente no tiene en absoluto rasgos regionales en su len-
vos d~ expresar la mísm~ cosa (como las dos p ronunciaciones de farm). Las gua. Esta es una característica de la Gran Bretaña, y no se da en otros
ventaJaS de esta analogta son que no hace falta que la distribución de países como los E stados Unidos o Alemania, donde la 'gente de la cum-

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bre' dejan ver su lugar de origen a través de la pronunciación, aunque se- t~dos U~d~s sob~e la G~an Bretaña, su influencia sobre el inglés britá-
guramente también a través de algunos otros aspectos de su lenguaje. ~co , se limita casi exclusiVamente al vocabulario y no parece que tenga
Debido a diferencias de apreciación respecto a las distinciones regio- ru~gun efec~o en absoluto sobre la pronunciación de los grupos incluso
nales y sociales entre la pronunciación y otros aspectos del lenguaje, sue- mas suscepti?les, tales como los adolescentes (los disc-jockeys de las emi-
le ser norma~ distinguir entre acento y dialecto, queriendo indicar con soras de radio y los cantantes pop son una excepción compleja e intere-
ACENTO sólo la pronunciación, y con DIALECTO cualquier aspecto de la sante). Sin embargo, la .diferencia entre pronunciación y otros tipos de
lengua, incluida la pronunciación. Ello nos permite distinguir entre dia- elementos puede tener dtferentes manifestaciones, como en el caso de al.
lecto esrándar (que debería llamarse 'la lengua estándar', ver 2 .2.2) y día. gunos niños y adolescentes de Detroit, hijos de negros de la clase media
lectos no-estándar, y también poder hacer afirmaciones aparte respecto de que fu:ron es~diados cm~o parte de una investigación sobre 'dialectologí~
la pronunciación en función de los acentos. Así, en la Gran Bretaña po- urbana (matena de estudw de casi todo el capítulo 5). El autor del in-
demos decir de mucha gente que tiene un acento regional pero que usa el forme, Walter Wolfram (1969: 205), indica que los elementos sintácticos
dialecto estándar, y que unos pocos hablantes selectos usan un acento RP Y morfológicos eran los que cabría esperar normalmente para estos ha-
(Received Pronunciation) con el mismo dialecto estándar. Suele resultar blantes procedentes de la clase media (por ejemplo, había pocas 'negacio-
una confusión grande si se identifica el dialecto es tándar, que es cuestión nes dobles',* m~y .normales ;n el habl:l. de la clase baja de Detroit), pero
de vocabulario, sintaxis y morfología, con la 'RP'. qu.e su pronunciaciÓn era mas o menos como la de la juventud de clase
En esta sección no he hecho más que introducir los términos 'dialecto ba¡a de Detroit. También señala (1969: 204) que las diferencias de pro-
social' y 'acento', señalando que entre los hablantes hay diferencias lin- nunciación pueden ser cuantitativas, mientras que otras diferencias son cua-
güísticas debidas no sólo a factores geográficos, sino también a otros fac- litativas; es decir, que las diferencias de clase en fonología son una cuestión
tores sociales. Los problemas de delimitar dialectos regionales también pue- d.e cu~ntas veces s,e usa un determinado elemento, mientras que las de
den sin duda extenderse a los dialectos sociales, y en el capítulo 5 cierta- smtaxt.s Y morfologta son una cuestión de cuáles son los elementos emplea-
mente veremos que así suele suceder. Sería difícil trazar isoglosas para los dos. Su~ embargo, la base de esta afirmación es extremadamente escasa, y
dialectos sociales, ya que se haría necesario plasmarlas en un mapa multi- no ha sido confirmada por otros proyectos de investigación.
dimensional, pero no hay motivo para dudar de que, si un mapa así pu- Pue.de. suceder , pues, que la pronunciación y los otros elementos jue-
diera dibujarse, hallaríamos que cada isoglosa sigue un camino único. Así, 1
guen distmtos papeles en los actos de identidad de los individuos a los
pues, debemos rechazar las nociones representadas tanto por 'dialecto so- J.
)
que nos refería~o~, más arr!ba. ~sí, por ejemplo, pudiera ser que usára.
cial' como por 'acento', por la misma razón que hemos rechazado la no- 1 mos la pronunc1a~1~n para Identificarnos con nuestro origen (o para dar
ción de dialecto regional, excepto como un modo simple y torpe de refe- a ent~nder que ongmalmente pertenecíamos a un determinado grupo, per-
rirnos a las cosas. tene:Jéramos o no de h echo a él: compárense los británicos que adquieren
tar?tamente el acento RP con los jóvenes negros de clase media de De-
trolt, que por alguna :azón adquieren un acento de clase baja, bastante
2.3 .4 Clases de elementos lingüísticos p;<:nto). Por el contrario, podemos emplear la morfología, la sintaxis y el
,exico para dar a enten?er nuestro estado social actual, como, por ejem-
Una de las preguntas más interesantes que suscita toda esta discusión plo,. el grado de educaciÓn que hemos recibido. Por el momento esto es
acerca de las variedades, es la de si todo elemento lingüístico está sujeto con¡etural, pero hay suficientes pruebas de que existen diferencias ent~e
a variación de la misma forma. Al referirnos a la noción de 'acento' h e- la pronunciación y otros aspectos de la lengua como para que merezca la
mos apuntado ya que puede que haya una diferencia general entre ele- ~na bu.scar alguna ex~licatión general. Tal como se ha apuntado ya, la
mentos de pronunciación y otros elementos (morfología, sintaxis, vocabu- dtf~ren~~a puede que simplemente sea un artilugio del proceso de estan-
lario), por el hecho de que es más difícil estandarizar la pronunciación . danzaciOn, de mod? que es importante ahora analizar los datos que nos
Dada la especial conexión entre estandarización y escritura, y el h echo de ofrezc~n Ias comumdades no afectadas por la estandarización. Si tales di-
que no sea necesario que la estandarización se extienda a la pronunciación ferencias se hallan también allí, entonces podemos suponer que hemos
(2.2.2), no es sorprendente que ello sea así, aunque tampoco es necesario hallado .un hecho fundamental, y más bien misterioso, acerca del lenguaje.
que lo sea. ¿Existe alguna prueba de las diferencias entre aquello a lo que yo
La pronunciación difiere, al parecer, de otros tipos de elementos por su
función social. Por ejemplo, a pesar de la influencia manifiesta de Jos Es- * Por ejemplo «l ~on't like nothing». (N. del T.)

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·! me he venido refiriendo como a pronunciacton (con el fin de evitar pre- parece que efectivamente hay una mayor tendencia a la uniformidad en la
guntas acerca de hs relaciones entre fonética y fonología)? ¿Hay alguna sintaxis que en las otras partes de la lengua, lo que no es fácil de explicar.
prueba, por ejemplo, en favor de que las representacione s subyacentes (es ¿Pudiera ser que se diera entre la gente una tendencia a suprimir alterna-
decir, la informaciór.. que se da de una palabra determinada en el léxico, tivas sintácticas, y a buscarlas deliberadament e en el vocabulario?
por oposición a los detalles que podríamos dar de su pronunciación en ora- Hay dos fuentes de pruebas que corroboran este punto de vista. Los
ciones determinadas) están menos sujetas a variación entre los habitantes elementos sintácticos están más bien uniformemente difundidos a través
1
1¡ que las reglas de pronunciación de determinados fonemas (punto de vista de las fronteras del 'lenguaje' dentro de las áreas adyacentes. (Los aspec-
que señalan, por ejemplo, Chomsky & Halle 1968: 49)? Hay pocas pruebas tos que son compartidos de esta forma, y que no pueden ser explicados
en favor de ese p unto de vista, y generalmente se acepta que las diferen- como resultado de una herencia común a partir de una lengua madre, se
cias de las formas subyacentes (es decir las diferencias léxicas) son abun- llaman RASGOS TERRITORIALES [Areal features]; para una exposición de
dantes. Por ejemplo, los que pronuncian la /r/ de farm puede decirse que tales rasgos, ver Bynon 1977: 244 .) Por ejemplo, tres lenguas adyacentes
tienen par:1 esta palabra una forma subyacente distinta (y para todas las de los Balcanes (el búlgaro, el rumano, y el albanés) poseen la más bien
palabras con / r/ ante consonante o a final de palabra) a la de la forma poco usual característica común de tener un artículo determinado sufijado;
' 1
subyacente de la gente que no pronuncia la /r/ (ver 5.5.1). De hecho, se así, en albanés mik significa 'amigo' y mik-tt 'el amigo'. Este rasgo común
suele dar todo tipo de variaciones imaginables en fonología, y se suele dar puede ser explicado sólo por difusión de un pasado relativamente reciente
a gran escala (cf. los estudios sobre variaciones de pronunciación de O'Con- (por lo menos desde la época del latín, lengua de la que deriva el rumano).
nor 1973 : 180; Trubetzkoy 1931 ; Wells 1970). Presumiblemen te los rasgos se difunden a través de barreras lingüísticas
Cabría preguntarse algo semejante sobre aspectos del lenguaje distin- como resultado del bilingüismo, y el que prevalezcan los rasgos sintácticos
ros de Ja pronunciación: ¿Hay alguna prueba, por ejemplo, en favor de entre los rasgos territoriales puede ser debido a la tendencia de los bilin-
la opinión de que la sintaxis se resiste más a la variación que la morfología gües a suprimir las construcciones usadas en una lengua para expresar rela-
o el léxico? Ciertamente se da el caso de que los ejemplos de diferencias ciones sintácticas, favoreciendo así la difusión de los rasgos sintácticos de
sintácticas dentr o de una variedad 'del tamaño de una lengua' suelen citarse la otra lengua. La difusión territorial de rasgos sintácticos es, por otra
con mucha menos frecuencia en la literatura lingüística que las diferencias parte, difícil de comprender, ya que parece que por lo general la sintaxis
de pronunciación o de morfología, que en todo caso son difíciles de man- es relativamente impenetrable a los cambios históricos.
tener separadas; así, por ejemplo, la diferencia entre -ing e -in' en palabras Otra prueba a favor de que solemos suprimir activamente alternativas
como coming ¿es una diferencia de pronunciación o de morfología? Ade- sintácticas, es la que aportan John Gumperz & Robert Wilson (1971) de
más, las diferencias de vocabulario so n también mucho más mencionadas en Kupwar, un pequeño pueblo de la India, cuyos tres mil habitantes hablan
los tratados de dialectología que las diferencias de sin taxis. Parece, pues, tres lenguas distintas: maratí y urdu, ambas indoeuropeas, y kannada, que
que entre la sintaxis y el resto de la lengua existe u na diferencia que es no es indoeuropea. (Un reducido número habla también una cuarta lengua
necesario explicar. (Para una exposición más extensa de esta clase de ele- no-indoeuropea , el telegu.) Como es habitual en la India, el pueblo está
mentos variables, ver 5.3.1.) dividido claramente en distintos grupos (castas), identificándose cada uno de
Es preciso, sin embargo, andar con cuidado respecto a esta aparente di- ellos por su lengua. Sin embargo, obviamente los diferentes grupos nece-
ferencia . Por una parte, la falta de referencia en la literatura a diferencias sitan comunicarse entre sí, con lo que el bilingüismo (o el trilingilismo)
sintácticas podría ser debida a la dificultad de estudiar tales diferencias, es normal, especialmente entre los varones. Estas lenguas han coexistido así
1 puesto que aparecen con relativamente poca frecuencia en la conversación
1
durante siglos, pero, a pesar del contacto, actualmente son todavía com-
normal y son más difíciles de elicitar en comparación, especialmente, con pletamente distintas en lo relativo al vocabulario. Gumperz & Wilson su-
'!
1' los elementos del vocabulario. En segundo lugar, la estabilidad aparente gieren que la razón debe buscarse en el hecho de que las diferencias lingüís-
de la sintaxis podría ser ilusoria, pues, de hecho, existen relativamente ticas sirven de fuerte símbolo de diferencias de casta, que suelen ser mante-
pocos elementos sintácticos (es decir, construcciones) comparado con los nidas muy estrictamente; así, el vocabulario tiene el papel de distinguÍ!
elementos del vocabulario, de modo que, aunque los elementos sintácticos grupos sociales, sin lo que las demandas de eficacia en la comunicación segu-
variaran en la misma proporción, darían como resultado un número más ramente hubieran eliminado gradualmente las diferencias de vocabulario a
pequeño. En tercer lugar, aunque haya diferencias entre la sintaxis y el lo largo de los siglos. Por lo que respecta a la sintaxis, sin embargo,
resto de la lengua, ello pudiera ser de nuevo un artificio del proceso de es- en Kupwar las tres lenguas principales han llegado a hacerse más seme;an-
tandarÍ.:iación. Sin embargo, sin dejar de tener en cuenta estas apreciaciones, tes que en ningún otro lugar. Por ejemplo, en el kannada estándar, frases
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necesaria porque la misma persona puede usar elementos lingüísticos muy
como el cartero es mi meior amigo no contienen una palabra para indicar
diferentes para expresar más o menos el mismo significado en diferentes
'es', mientras que en urdu y marati sí; pero en la lengua kannada de
Kupwar sí existe la forma 'es', según el modelo del urdu y del marati. Este ocasiones, y el concepto de 'dialecto' no puede ampliarse razonablemente
para incluir tal variación. Al escribir una carta, por ejemplo, una perso~a
ejemplo es por lo menos compatible con nuestra hipótesis de que las alter-
puede empezar: 'Le escribo para informarle de que . . .', pero en otra podrta
nativas sintácticas tienden a ser suprimidas, mientras que las de vocabulario
y pronunciación tienden a ser favorecidas como marcadores de diferencias escribir: 'Simplemente quería hacerle saber que ... ' Tales ejemplos po-
sociales. No parece que haya nigún ejemplo en favor de la tesis contraria, drían multiplicarse indefinidamente, e indican que la cantidad de variación
de que el vocabulario y la pronunciación presenten menos variación que debida a diferencias de registro (si de alguna forma pudiera cuantificarse)
puede ser bastante comparable a la debida a diferencias de dialecto.
la sintaxis dentro de una comunidad.
Podemos interpretar diferencias de registro en función del modelo de f
Aunque muy provisional, surge así una hipótesis respecto a los distintQs
actos de identidad, al igual que para las diferencias dialectales. Cada vez '
tipos de elementos lingüísticos y sus relaciones con la sociedad, ¡egún la
que una persona habla o escribe, no sólo se coloca ella misma con refe-
cual la sintaxis sería la marca de cohesión en la sociedad, haciendo que los
rencia al resto de la sociedad, sino que además relaciona su acto de comu-
individuós- intentaran eliminar alternativa~--sintácticas de sus lenguas indi-
nicación con un esquema clasificatorio complejo de comportamiento comu-
viduales (la observación de Wolfram de que las diferencias sintácticas ten-
nicativo. Este esquema toma la forma de una matriz multidimensional,
derían a ser cualitativas más que cuantitativas, parece apoyar este punto
justo igual a la representación de la sociedad que cada individuo construye
de vista). Por otra parte, el vocabulario sería un marcador de divisiones
en su mente (ver 1.3.1). Podemos decir, aun a riesgo de simplificar dema-
en la sociedad, y puede que los individuos cultiven activamente alterna-
siado, que el dialecto de cada individuo muestra quién (o qué) es uno,
tivas de vocabulario con el fin de hacer distinciones sociales más sutiles.
mientras qt:e el registro de cada individuo muestra qué es lo que uno está
La pronunciación refleja el grupo social permanente con el que el hablante
haciendo (aunque estos conceptos son mucho menos diferenciados de lo
se identifica. De ello se origina una tendencia por la que los individuos su-
que el eslogan implica, tal como veremos en la página 61 ).
primen alternativas; pero, contrariamente a la tendencia que se produce
· Las 'dimensiones' en las que puede ser situado un acto de comunicación
en sintaxis, grupos distintos suprimen alternativas diferentes con el fin de
no son menos complejas que las referentes a la ubicación social del hablante.
diferenciarse de los otros grupos, y los individuos mantienen 'con vida' algu,
Michael Halliday (1978 : 33) distingue tres clases generales de dimensión:
nas alternativas a fin de poder identificarse con sus orígenes aún con más
'campo', 'modo' y ' tenor' (a veces se usa 'estilo' e~ vez de 'tenor', ~ere: es
precisión, al usarlas en una proporción especial y distintiva con respecto
mejor evitarlo, ya que 'estilo' suele usarse en senttdo profano para md1car
a las demás alternativas. Por muy increíble que pueda parecer al principio,
más o menos lo mismo que 'registro'). El CAMPO trata del propósito y de
esta es ciertamente una de las formas en que suelen usarse las variables de
la materia-obieto de la comunicación; el t-fODO se refiere al medio a través
pronunciación, tal como veremos en el capítulo 5 .
del que tiene lugar la comunicación, sobre todo el habla o la escritura; y el
La razón principal de haber adelantado aquí las indicaciones anteriores,
TENOR depende de las relaciones entre los participantes. Un eslogan puede
es la de mostrar la posibilidad de formular hipótesis interesantes e inves-
servir de ayuda una vez más: el campo hace referencia al ' porqué' y 'acerca
tigables en comparación con la experiencia de una visión virtualmente ili-
de qué' se produce la comunicación; el modo es acerca del 'cómo'; y el
mitada del lenguaje que estamos desarrollando, en la que ya hemos visto
tenor quiere decir 'a quién' (es decir, cómo define el hablante el moc!o
que no hay lugar para los conceptos 'lengua X', 'dialecto X' o incluso
'variedad X'. en que ve a la persona con la que se comunica). En función de este modelo,
los dos ejemplos antes citados de cómo empezar una carta diferirían en el
tenor, la una impersonal (dirigida a alguien con quien el remitente tan sólo
2.4 Registros tiene relaciones formales) y la otra personal, siendo el campo y el modo
los mismos.
2.4.1 Registros y dialectos Según este modelo, las diferencias de registro son por lo menos tridi-
mensionales. Otro modelo muy usado es el propuesto por Dell Hymes
La palabra REGISTRO es muy usada en sociolingüística para referirse a (1972), en el que los elementos lingüísticos seleccionados por el hablan-
'variedades según el uso', en contraposición a los dialectos, definidos corno te vienen determinados por no menos de trece variables distintas, dejando
'variedades según el usuario' (Halliday, Mclntosh & Strevens 1964; ver aparte la variable 'dialecto' . Es muy dudoso que incluso este número refle-
también Crystal & Davy 1969, Gregory & Carroll 1978). La distinción es je toda la complejidad de las diferencias de registro. Sin embargo, cada

58 59
uno de estos modelos ofrece un marco en el que pueden situarse cuales- zan el término 'registro' (utilizado sólo por los sociolingüistas como término
quiera dimensiones de similitud y diferencia que sean relevantes_ Por técnico) nunca hayan pretendido que se tomara en este sentido, como mues-
ejemplo, las relaciones entre el hablante y el oyente implican más de una tra el hecho de que todos los modelos presentados ponen mucho énfasis
relación (como veremos en 4.4.2), incluida la dimensión de 'poder', en la en la necesidad de análisis multidimensionales de registros.
que el oyente es subordinado, igual o superior al hablante, y la dimensión Otro aspecto coincidente entre dialectos y registros es que suelen im-
denominada 'solidaridad', que distingue relaciones relativamente íntimas de bricarse considerablemente: el dialecto de un individuo puede ser el regis-
relaciones más distantes. En inglés el hablante sitúa sus relaciones con el tro de otro. Así, por ejemplo, los elementos que una persona utiliza en
oyente en estas dos dimensiones, en gran parte a través de la elección de todas las circunstancias, aunque sean informales, puede que sean utiliza-
términos o fórmulas de tratamiento: Mr Smith, sir, fohn, mate, y así suce- das por algún otro en las ocasiones más formales , en las que siente la nece-
sivamente. sidad de imitar en lo posible a la otra persona. Esta es la relación que se
Hasta el momento hemos presentado el concepto de 'registro' en la for- da entre hablantes 'nativos' de dialectos estándar y. no-estándar. Formas
ma en que es usado normalmente como el nombre de una clase de varie- que son parte del 'dialecto' del hablante estándar son parte de un 'regis-
dad paralela al 'dialecto'. Sin embargo, ya hemos mostrado que los dialectos tro' especial para el hablante no-estándar. De nuevo, aportaremos pruebas
no existen como variedades discretas, así que debemos preguntamos por masivas en favor de esta afirmación, aunque las pruebas son apenas nece-
1•
1 qué existen los registros. La respuesta es que, predeciblemente, no pare- sarias cuando los hechos son tan conocidos.
ce que los registros posean más realidad que los dialectos. Así, por ~jemplo Para concluir, hemos desarrollado ahora un modelo del lenguaje radical-
1'' es fácil ver que la selección de elementos de una frase dada refleja dife~ mente distinto del basado en la noción de 'variedad'. En el último, cual-
!1 rentes factores, que dependen de los términos implicados. Puede que un ele- quier texto dado representa sólo una variedad (aunque reconociendo que
mento, por ejemplo, refleje la formalidad de la ocasión, mientras que otro puede darse 'cambio de código'; ver 2.5), y para cualquier variedad dada
refleja la habilidad del hablante y del oyente. Este es el caso de una frase puede escribirse una gramática: una descripción que cubra todas las clases
como W e obtained some sodium chloride, donde obtained es una palabra de elementos lingüísticos que se hallan en los textos representativos de tal
formal (en oposición a got) y sodium chloride es una expresión técnica (en variedad.
oposición a salt). La dimensión de formalidad es totalmente independiente Podemos darle el nombre de MODELO BASADO EN LA VARIEDAD, en opo-
de la dimensión de tecnicalidad, como queda reilejado por el hecho de que sición al MODELO BASADO EN LOS ELEMENTOS que hemos desarrollado en
la elección entre obtain y get no tiene absolutamente ninguna conexión este libro hasta ahora. En el último modelo, cada elemento lingüístico se
con la elección entre sodium chloride y salt. Así, con las siguientes frases, asocia con una descripción social que indica quién lo usa y cuándo. Se tienen
perfectamente normales, pueden representarse cuatro combinaciones de en cuenta las semejanzas entre los elementos en su descripción social, y, en
formalidad y tecnicalidad: la medida en que los elementos son semejantes, pueden ser agrupados juntos
como miembros de una versión débil de 'variedad', pero puede haber mu-
formal, técnico We obtained some sodium chloride. chos grupos así de elementos en la lengua de una persona determinada, y
formal, no técnico We obtained so me salt. también habrá muchos elementos con descripciones sociales únicas. No es
informal, técnico We got some sodium chloride. necesario que las descripciones sociales de los distintos elementos se refie-
informal, no técnico We got some salt. ran todas a los mismos factores, y de hecho no lo hacen así, de modo qu.e
en una misma frase algunos elementos (pongamos, palabras) pueden re-
Ejemplos sencillos como éste indican que los diferentes elementos lin- flejar la región de origen del hablante, otros su clase social, otros su rela-
güísticos son sensibles a los distintos aspectos del acto de la comunicación ción con el oyente, otros la formalidad del momento, y así sucesivamente.
de la misma forma que los diferentes elementos responden a las distinta~ Según este punto de vista, el objeto de la descripci6n, para la lingüística
car~cterísticas del hablante (5.4.2). Podemos hablar de registros sólo como descriptiva, no es la 'variedad' sino el elemento lingüístico, y la pregunta
variedades en el sentido más bien exiguo de conjuntos de elementos lin- a la que buscaremos respuesta es hasta qué punto podemos hacer afirma-
güísticos qu~ poseen. todos la ~i~ma distribución social, es decir, que apare- ciones generales acerca de los elementos lingüísticos, tanto dentro de la len-
cen to~os baJO las mismas condiciones. Es éste un clamor lejano de la noción gua de un individuo como a través de los individuos -y, naturalmente,
de vari~dad en la que el hablante se sujeta a una variedad a lo largo de una qué clases de afirmaciones generales hay.
s~en~a d~ habla, hablando 'un dialecto' (quizás el único que sabe) y 'un
registro. Sm embargo, probablemente sea justo decir que los que utili-

60 61
that... y la preferencia por la primera es simplemente una cuestión de
2.4.2 Convención y necesidad
convención .
Esta discusión tiene consecuencias p rácticas Importante s, puesto que
Una pregunta particularm ente interesante , que surge en conex10n con
entre la gente profana existe una tendencia a presentar todas las diferen-
las 'descripcio nes sociales' a las que nos referíamos en el último párrafo,
cias de 'registro' como igualmente importante s, y, por la misma razó~, com.o
es la de si representa n normas sociales, como resultado de simples conven-
importantes. Consecuen temente, puede que un niño .:eng_a ~~e . mvertlr
ciones, o si son consecuencia necesaria de la forma en que el lenguaje
tanto tiempo y esfuerzo en aprender asuntos de convenc10n hngutsttca (tales
es aprendido y usado. Este problema se plantea tanto con respecto a los
como el usar la pasiva al escribir sobre experimen tos científicos) como en
'dialectos' como a los 'registros', es decir, con r especto a las descripcio-
asuntos de necesidad lingüística , tales como los términos técnicos de la
nes sociales que se refieren tanto al hablante como a las circunstancias.
Sin embargo, aquí limitaremo s la discusión al último aspecto, en el que química. . .
La distinción en tre limitaciones sociales convencionales y necesanas es
las cosas están más claras.
también interesante a la vista de la fuerza de sentimient o que suscita el
El inglés que se usa en las cartas formales incluye expresione s como
primero. Ello es especialme nte claro en el caso del tabú lingüístico, tal como
furt!Jer to our letter of .. ., we note that .. ., we regret to inform yott that . .. ,
el de las 'four letter words' en inglés (ver Bloomfield 1933 : 155, 400 Y
y así sucesivamen te. ¿Por qué se hallan particularm ente estas expresione s,
Bolinger 1975: 255). Existe una convención muy arraigada, según la cual
cuando otras con el mismo significado (por ejemplo we are sorry to tell
ciertas palabras, tales como shit, '' nunca debieran usarse, y mucha gente
you ) no se dan? Una respuesta sería que simplemen te es cuestión de con- conoce estas palabras pero observan la convención hasta el punto de que
vención y una casualidad de la historia el que fueran seleccionadas las for-
nunca las pronuncian desde que nacen hasta que mueren (ni siquiera para
mas que ahora se usan con preferencia a las alternativa s, que hubieran ser-
decir que sus hijos las han usadoj, hecho verdaderam ente sorprenden te,
vi do lo mismo. P uede que una vez establecidas las convenciones luego
considerán dolo objetivame nte. Más aún, la convención está incluso respal-
lleguen a ser necesidades, en el sentido de que deben ser utilizadas si se
dada por la ley, de modo que hasta época reciente los editores corrían el
quiere que una carta sea aceptada como 'normal'. Pero no había ninguna
riesgo de ser perseguidos por la ley si imprimían ciertas palabr as. Para mu-
razón para que fueran éstas bs formas preferid as en un principio. La otra
chísima gente, el efecto del tabú lingüístico es el de conceder a estas pala-
respuesta es la de que simplemen te no hay for mas alternativa s de signifi-
bras un valor extra como símbolos de protesta, por ejemplo. Es particular-
cado idéntico, de modo que el uso de los elementos en cuestión es inevi-
mente claro que en estos casos e~ valor social de una palabra es simple-
table, sí tales significados han de ser exp resados de al gún modo.
mente una cuestión de convención , puesto que otras palabras con los
No es difícil buscar una solución general al conflicto entre convención
mismos significados precisamente no son tabú (aunque puede que estén
y necesidad como explicación de los hechos. Resulta que una explicación
restringida s al uso como términos técnicos, como jaeces,** o para hablar
es adecuada en algunos casos, y que ]a otra lo es en otros. Por ejemplo, la
con los niños, como poo-poo,** * etc.). Toda el área lingüística del tabú o
elección entre get y obtain es cuestión de convención , puesto que no hay
semi-tabú (jerga, juramentos , insultos, etc.) merece una seria investigación
ningún r equisito general por el que el más específico de los dos términos
sociolingüística, lo que nos indicaría mucho acerca de la lengua en rela-
deba ser el más formal (compáren se car y vehicle). Contrariam ente, la
elección entre salt y sodium chloride como término técnico es (presumibl e- ción con la sociedad .
mente ) una cuestión de necesidad, puesto que, por una parte, es impor-
tante evitar la ambigüeda d en los términos técnicos, y salt es ya una palabra
usada como término técnico en química (aplicado a todo compuesto forma- 2.4.3 LJiglosia
do por la combinació n de dos iones) y, por otra parte, es convenient e tener
D espués de haber hecho hincapié en la posibilidad teorettca de que
un nombre para designar la sal de mesa que revele su relación con otras
cada elemento lingüístico individual tenga su propia y única distribució n
substancias , tal como hace el nombre compuesto sodium chloride. D e forma
social con respecto a las circunstancias de uso, es impor tante ahora decir
semejante, es difícil pensar en formas alternativas de 'lenguaje ordinario'
que no es necesario explotar esta posibilidad , y que en algunas sociedades
para expresar los signifcados de further to our letter o/ ... y we noted that... ,
de modo que su uso en cartas formales, en las que hay que expresar tales
significados, es una cuestión de necesidad. Por el contrario, we regret to * Mierda. (N. del T.)
inform you that... expresa el mismo significado que we are sorry to tell you ** Heces. (N. del T.)
*** Caca. (N. del T .)
62
63
se d~ una situación relativame nte simple denominad a DIGLOSIA, en la que entre los pobres y los ricos, pero las diferencias se manifiesta n sólo en las
un _upo por lo menos . ~e res~icc_ión social sobre los elementos puede
verur expresada en functon de vartedades ' a gran escala, más que de ele-
1 situaciones públicas formales que requieren el uso de la variedad alta,
y no tan pronto como el hablante abre la boca. Volveremo s a tratar la
mento por elemento. El término diglosia fue introducid o en la literatura situación de sociedades no diglósicas en 6.2 y 6.4.
s~cio~ngü_ística inglesa por Charles Ferguson (1959), con el fin de descri- Es de notar que la definición de 'diglosia' dada por Ferguson es bastan-
bir sltuacwnes como las encontrada s en Greda, el mundo de lengua árabe te específica en algunos puntos. Por ejemplo, se requiere que las varieda-
en general, !a parte germanófo na de Suiza, y la isla d e Haití. En todas des alta y baja pertenezca n a la misma lengua, es decir árabe (o clásico).
estas sociedades existen do.s variedades, suficientem ente distintas para el Sin embargo, algunos escritores ha extendido el término hasta abarcar si-
profano como para ser considerad as lenguas diferentes, siendo utilizada una tuaciones que estr.i ctamente no entrarían dentro de la diglosia de acuerdo
de ellas sólo en acontecimi entos públicos y formales, mientras que la otra con esta definición. Joshua Fishman, por ejemplo, se refiere al Paraguay
forma es ~s~d~, por todo el mundo en las circunstancias diarias y norma- como un ejemplo de comunidad diglósica (1971: 75), aunque las varieda-
les. La defmtcton que Ferguson da de diglosia es la siguiente: des alta y baja sean respectivam ente el español y el guaraní, una lengua
india sin ninguna relación con el español. Puesto que hemos argumenta do
Diglosia es una situación lingüística relativame nte estab!e en la que no existe una distinción real entre las variedades de una lengua y entre
~ue, _además ~e los dialectos primarios de la lengua (que puede diferentes lenguas, tal relajamien to parece bastante razonable.
mclutr un estandar o estándares regionales) , existe una variedad Sin embargo, Fishman (siguiendo a John Gumperz) extiende también el
sup:rpuest a, muy divergente y altamente codificada (a menudo gra- término diglosia hasta incluir cualquier sociedad en la que se usen dos o
matlcalmen;~ más compleja), v~hículo de un corpus e.'<tenso y res- más variedades bajo distintas circunstancias (1971: 74). Podría ser ésta
petable de literatura escnta, bten de una época anterior, bien de una extensión lamentable ,* puesto que haría de toda sociedad una sociedad
otra c~munidad lingüística , que es extensame nte aprendida en Ia diglósica, incluyendo la Inglaterra de habla inglesa (menos los in~igrantes
educación formal y que es utilizada en la mayoría de sus funciones con lengua materna distinta al inglés), donde los así llamados diferentes
formales escritas y. habladas, pero que no es utilizada por ningún 'registros' y 'dialectos' son usados bajo diferentes circunstancias (compá-
sector de la comumdad en la conversación ordinaria. rell!se un sermón y una informació n de deportes, por ejemplo). El valor del
concepto de diglosia es que puede utilizarse para la tipología sociolingüís-
En una com~~idad diglósica árabe, por ejemplo, la lengua empleada en tica --es decir, en la clasificación de las comunidad es según el tipo de esce-
casa es u~a. verst~n local del árabe (puede haber diferencias muy grandes nario sociolingüístico prevalent e- y la 'diglosia' proporcion a un contraste
entre un dtalecto y otro del árabe, hasta el punto de no entenderse mu- revelador con la clase de situación que se da en la Gran Bretaña y en los
tuamente), con po.ca variación entre los hablantes más educados y los Estados Unidos, que podríamos llamar dialectia social, para mostrar que
men~s educado~. S1~ embargo, si alguien tiene que pronunciar una confe- las 'variedade s' implicadas son dialectos sociales, y no registros.
rencia en la umversrda d, o un sermón en la mezquita, debe utilizar el ára- Finalment e, ¿cómo podemos reconciliar la definición de diglosia con
be estándar, una variedad diferente de la variedad local vernácula a todo nuestra reivindicación de que las variedades no existen más que como
lo~ niveles, tan distinta de ella que se suele ensenar en las escuelas de 1: maneras informales de hablar acerca de los elementos lingüísticos que
mtsma forma en que se enseñan las lenguas extranjeras en las escuelas de
países de ~a~la inglesa. De la misma forma, cuando los niños aprenden a * Si, acertadamente, hemos negado valor generalizado a los conceptos lengua,
leer y es~nbtr, _se le; ens~a la lengua estándar, y no la vernácula local. dialecto, variedad.. . , y si lo que realmente cuenta es cada individuo con su esque-
La diferencia m_as obvia entre las sociedades diglósicas y las sociedades ma mental de la sociedad y los elementos lingüísticos y su distribución social, lo
normales de habla mglesa es que en las primeras nadie tiene el privilegio mismo sucede consecuentem ente, con el concepto de diglosia. Si queremos mantener
el concepto d; diglosia con valor generalizador, no hay por qué no mantener también,
d~ aprender la variedad de lengua alta (tal como se usa en los aconteci- con el mismo valor (es decir, sin valor alguno ), los otros conceptos anteriormen te
mientos formales y en la educación) como su primera lengua, ya que en discutidos. De hecho, toda lengua estandarizada supone ya una consagración de la
casa todo el mundo habla la variedad de lengua baja. En consecuencia diglosia. Más aún, si la lengua es .reflejo, entre otras cosas, de la ~tuación social, _o,
la forma de aprender la variedad alta en tal sociedad no es naciendo ed lo que es lo I!lÍSmo, la división de la sociedad en clases, castas ... sociales queda refie¡a.
da en la lengua (o sea, p.roduce 'variedades') , toda sociedad así sed diglósica (digló-
la. clase ~decua?a de familia, sino yendo a la escuela. Desde luego que sica por simplificar; lo más seguro, sin embargo, tri·, tetra-, penta-... n-glósica), que
eXIsten d~;renc1as entre las familias respecto a sus posibilidad es de pagarse es precisament e hacia lo que apunta Fishman, y que el mismo Hudson parece indicar
la educaCion, de modo que la diglosia no garantiza la igualdad lingüística en el párrafo final de esta parte. (N. del T.)

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tienen una distrib ución social aprox imada mente idénti
ca? Si hemos de han en su conversación ambas variedades, la estánd
mante ner esta posici ón, podem os consid erar diglós ar y la dialec-
icas a las comun idades tal, según estuvi eran o no hablan do de asunto s oficial
en las que la mayor ía de los eleme ntos lingüísticos perten es. Igu:U-
ecen a uno u otro mente cuand o los reside ntes se acercaban a la mesa
de dos conjun tos no imbric ados, usado s cada uno de de los funClo-
ellos bajo circunstan- narios : el saludo y las pregu ntas acerca de los asunto
cias distin tas. Por oposic ión a esta situac ión, los eleme s familí are.s
ntos lingüí sticos en acostu mbrab an a hacers e en el dialecto, mient ras que
una comun idad no diglósica no perten ecería n a un númer la parte ofi-
o reduci do de con- cial de la operac ión se llevaba a cabo en el estánd
juntos no imbric ados, sino que estaría n más cerca del ar. (Blom &
extrem o opues to, en Gump erz 1971: 425.)
donde cada eleme nto posee una distrib ución social
única y propia . Visto
en funció n de este modelo, la diferencia entre comun
idades diglósicas y no Ejemp los como éste muest ran que los hablan tes son
diglósicas no deja de ser menos atracti va, pero bien capaces de manip u-
pudier a suced er que lar las norma s que rigen el uso de las varied ades
fuera algo menos clara de lo que la definición de Fergu justo del mismo modo
son pudie ra dar a que puede n manip ular las norma s que gobier nan
entend er. los significados de las
palabr as usánd olas metaf óricam ente . Esto es algo
que todo el mund ?
sabe por su experi encia cotidi ana, pero merece la pena
hac~rlo notar explí-
2.5 Mezc la de variedades citam ente en un libro de teoría sociolingüistica, ya
que ev1ta la tramp a de
consid erar a los hablan tes como si fueran una clase
de autóm atas sociolin-
2.5.1 güistícos, capaces de hablar tan sólo dentro de las
Cambios de c6digo condiciones impue stas
por las norma s de su sociedad.
Otro aspect o que hace más intere sante los cambw . , .
A fin de facilit ar la expos ición de esta parte usaremos s de cod1go es que
el términ o 'varie- el hablan te puede cambi ar de código (es decir, varied
dad' para referir nos a la clase de objeto tradic ionalm ades) dentro de una
ente denom inado len- misma frase, e incluso puede hacerlo repeti damente.
gua, dialec to o registr o. Sin embar go, todaví a hay más John Gump erz ~1976 )
razones para no to- sugiere el términ o CAMB IO DE CÓDIG O CONVE RSACI ONAL
mar esta noción demas iado en serio como parte de la para este tlpO de
teoría sociolíngüística, cambi o con el fin de distin guirlo del CAMB IO DE
puesto que las llamad as varied ades puede n mezclarse CÓDIG O SITUA CIONA L
exasp eradam ente unas (que él' llama de hecho 'diglo sia' en el sentid o más amplio
con otras aun en una misma porció n del habla. El ejemp
lo más obvio y más s.eñalado. arri?~),
en el que cada punto del cambio corres ponde a un
conoc ido es lo que se denom ina CAMB IOS DE CÓDIG O,
por el que un mismo camb10 d~ s1tua~10n.
En el caso de cambi o de código conversacional no hay
hablan te utiliza difere ntes varied ades en mome ntos tal cambi o d e sttua-
distin tos. Esto natu- ción, ni tampo co cambi o de tema que pudiera llevar
ralme nte, es consecuencia direct a de la existencia de
'regist ros', pue;to que a un c~m.bio de ~ódigo
metaf órico. En cambio, se tiene la impre sión de que
el mismo hablan te utiliza necesa riame nte registros el obJeti vo es simple-
difere ntes en ocasiones mente produ cir muest ras de las dos varied ades en
difere ntes (para una exposición clara de cambios de una pr~porción, diga-
código en determ inadas mos, más o menos igual. Este equili brio puede ser
comun idades , ver Denis on 1971, Parkin 1977) . Si consegUido expre sand?
esto fuera todo lo que una frase en una varied ad y la siguie nte en la otra
implic an los cambios de código , tal conce pto no añadir varied ad, y así sucesi-
ía nada nuevo a lo vamen te, pero tambi én es posibl e que las dos varied
que ya sabíamos. Sin embar go, no todo acaba aquf. ade.s sean _us.adas en
partes distin tas de una misma frase. Parece que el
En prime r lugar, el denom inado CAMB IO DE CÓDIG camb10 de codigo con-
O META FÓRIC O versac ional es acepta ble en algunas sociedades, pero
(Blom & Gump erz 1971) , donde ana varied ad norma no en otras ; no es algo
lment e usada sólo en que haga el indivi duo biling üe, excep to al hablar
una clase de situac ión es usada en otra distin ta porqu con un miem bro de la
e el tema es de los comun idad que lo permi ta.
que surgír ían norma lment e en el prime r tipo de situac
ión. Un ejemp lo cita- Los casos más claros de cambio de código conversacio
~o po~ Ja.x:_-Pettel' Blom y John Gump erz, es el que nal son, natura l-
se produ jo duran te la mente , aquéllos en los que las varied ades implicadas
mvest1gac1on que llevab an a cabo en una poblac ión son claram ente más dis-
del norte de Norue ga, tintas como suelen serlo cuand o se trata de lengua
Hemn esberg et, en la cual se da una situac ión de diglos s distin tas. Lo que
ia con una de las sigue 'es un extrac to del habla de una hablan te de
dos lengua s estánd ar norue gas (Bokmal) como varied Puerto Rico que vive
ad alta y con un dia- en Nueva York, citado por Willia m Labov (1971 ):
lecto local (Renamal) como varied ad baja.

Por eso cada, you know it's nothing to be proud


En el transc urso de una mañan a en las oficinas de of, porqu e yo
la admin istra- no estoy proud of it, as a matte r of fact I bate
ción munic ipal, nos dimos cuenta de que los funcio ít, pero viene
narios utiliza- Viern e y Sabad o yo estoy, tu me ve hacia mi, sola
with a, aquí
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