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ASIGNATURA: Eficiencia Energética

DOCENTE: Sandra Carvajal Quintero Ph.D.

INTEGRANTES:

 David Esteban Fuertes Quiñonez Cód.: 215518


 Brahyam Camilo Osorio Zapata Cód.: 215542
 Diego Andrés Pulido Gómez Cód.: 214548
 Juan Sebastián Rosero Betancourt Cód.: 814551

PLAN DE ACCIÓN INDICATIVO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA


2017 – 2022
Los costos de energía desperdiciada en el país son cercanos a los 4.700 millones de
dólares al año y la transición energética a nivel global está ofreciendo tecnologías que
se pueden incorporar; de modo que existe potencial para mejorar la eficiencia energética.
Los estudios de la Unión de Planeación Minero-Energética (UPME) informan que el
sector más ineficiente de la economía es el de transporte (pierde cerca de 3.000 millones
de dólares al año), seguido del industrial y residencial debido a la ineficiencia de equipos
y tecnologías predominantes.

El transporte se compone por cinco subsectores: aéreo, marítimo, fluvial, ferroviario y


carretero, siendo este último el de mayor consumo energético dentro del sector; ya que
la topografía nacional presenta irregularidades geográficas variadas y las ciudades
principales se encuentran muy alejadas unas de las otras, al igual que los puertos. Su
consumo energético se basa en la aplicación de ACPM que se da en gran mayoría (88%)
en vehículos de transporte público y en transporte de carga, mientras que el consumo de
gasolina motor se da en vehículos privados de pasajeros (83%); siendo las motocicletas
la categoría vehicular con mayor densidad dentro de la flota vehicular.

El subsector de transporte de cargas presenta mayor ineficiencia energética debido al


alto número de viajes vacíos (sin carga) por la sobreoferta de vehículos, además de
generar costos significativos ambientales y deterioros de las carreteras. Las soluciones
de desintegración vehicular no disminuyen la sobreoferta y solo se enfocan en la
modernización del parque automotor, acompañados de incentivos tributarios para
tecnologías limpias.

El escenario de eficiencia energética contempla la diversificación de la canasta por medio


de la reducción en el consumo de combustibles líquidos, el impulso del uso de gas natural
comprimido (GNVC) y de la electricidad. De esta manera, se tienen medidas energéticas
relacionadas con GNV (Gas Natural Vehicular), que busca el impulso de vehículos que
funcionen a partir de GNV para servicio público intermunicipal; también se tienen
medidas relacionadas con el uso de electricidad, que pretende reemplazar la flota de
combustión del sector oficial, por vehículos eléctricos e híbridos (meta de Eficiencia
Energética a 2022) y la entrada de automóviles eléctricos nuevos a nivel nacional.

Además, se busca el establecimiento de los estándares de eficiencia energética en el


sector y etiquetado para los vehículos; asimismo se obtienen medidas relacionadas con
el GLP (Gas licuado del petróleo) y con el GNL (gas Natural Licuado) y los impactos en
consumo de energía de las medidas en el sector.

El segundo sector potencial en eficiencia energética, es el sector industrial manufacturero


del país que está compuesto por cerca de 4.100 empresas, energéticamente hablando
resalta la importancia que tienen los usos térmicos que representan el 83% del total de
la energía consumida por la industria y el restante 17%, representa usos eléctricos. El
carbón mineral, bagazo y coque como combustibles sólidos representan más del 45%
del consumo energético del sector industrial colombiano principalmente para actividades
de calor directo (61%) e indirecto (39%). También es usado el gas natural como
alternativa de combustible.

La caracterización del consumo de energía en los subsectores industriales, identificó las


posibilidades técnicas y tecnológicas de eficiencia energética por fuente y uso, señalando
que las medidas de eficiencia energética por fuente y uso, están presentes en la energía
eléctrica de instalaciones, refrigeración y aire acondicionado, fuerza motriz e iluminación,
mientras que para los combustibles sólidos y gas natural se presenta en calor directo e
indirecto.

Teniendo en cuenta lo anterior se proponen soluciones como el rediseño del sistema de


iluminación, sustitución de luminarias, automatización e implementación de buenas
prácticas, implementación de distritos térmicos, sistemas de aire acondicionado
eficientes, energéticamente y libres de sustancias agotadoras de ozono de bajo potencial
de calentamiento global, implementación de sistemas modernos de medición (avanzada
o inteligente), mejoramiento de la eficiencia energética en entidades públicas por
implementación de buenas prácticas, sustitución de equipos de uso final (en su mayor
parte sistemas de iluminación y aire acondicionado), adecuaciones arquitectónicas.

Esto con el fin de disminuir los consumos, actualizar los sistemas y aumentar la eficiencia
de los procesos involucrados en el sector, además de mitigar el daño ambiental y la
huella de carbono mediante la promoción e implementación de sistemas de generación
con FNCE de acuerdo a las indicaciones contempladas en la ley 1715 de 2014

Otro sector que se proyecta a la eficiencia energética es el Residencial, para el cual los
principales consumos de energía se dan por refrigeración, televisión, iluminación y
cocción. En las áreas urbanas los energéticos más empleados son electricidad y gas
natural, con participaciones del 55% y 35% respectivamente, mientras que, en zonas
rurales, la leña sigue siendo un energético con muy alta demanda (77%) seguida del
GLP (14%) y la electricidad.
Para el sector residencial aún persisten tecnologías ineficientes, de modo que las
estrategias y medidas para mejorar la eficiencia energética varían de acuerdo a los
estudios de consumo y porcentaje de participación en el sector. Algunas de estas
medidas son: sustitución de equipos de refrigeración doméstica, sustitución de bombillas
incandescentes y LFC por LED, mejoramiento de eficiencia energética en edificaciones,
sustitución de duchas eléctricas por Sistemas Solares Térmicos, etc.

Además, en el documento se contempla fortalecer las instituciones gubernamentales que


se vean involucradas en la transición al mejoramiento de la eficiencia energética del país,
donde se incentiva la implementación de SGEE mediante beneficios tributarios,
reducción de renta, disminución de aranceles, etc.

Los Potenciales y metas indicativas de Eficiencia Energética para el 2022 por sector y
uso energético responden a los lineamientos de la nueva política en eficiencia energética
formulada por el MME (Ministerio de Minas y energía). Se basa en información generada
por la UPME (2010 – 2015), donde se destacan las caracterizaciones energéticas
sectoriales, la evaluación costo-beneficio, las proyecciones de energía eléctrica y de gas,
así como los escenarios analizados para el sector transporte. Proyectando y esperando
ahorros para el sector de transporte del 5,49%, para la industria un 1,71%, para el sector
terciario del 1,13% y para el sector residencial 0,73%, resultando un total de ahorro del
9,05%. Sin embargo, Es de suma importancia reconocer que para mejorar la eficiencia
en el consumo de energía es necesario tener en cuenta la forma cómo los usuarios
valoran y utilizan la energía en sus diferentes sectores, además, de tomar medidas
sectoriales para el cumplimiento de las metas indicativas a 2022.

De igual manera importante resaltar la creación del Fondo de Energías Renovables y


Gestión Eficiente de la Energía FENOGE soportado en el artículo 10 de la Ley 1715 de
2014, en el cual se determinó, por un lado, que su objeto es el de “financiar programas
de FNCE y gestión eficiente de la energía” y, por otro, que los recursos que “nutran este
Fondo podrán ser aportados por la Nación, entidades públicas o privadas, así como por
organismos de carácter multilateral e internacional”.

El nuevo escenario que se plantea para el país se enfoca principalmente en el área de


mejoramiento de la eficiencia energética de corto y mediano plazo para la generación de
electricidad como en la optimización de las plantas térmicas a carbón y gas, el incremento
de los sistemas de auto y cogeneración e implementación de generación distribuida con
la aparición de micro redes que generarán cerca de los puntos de consumo. Un punto
importante es el aumentar la eficiencia de transformación de las centrales y disminuir las
emisiones de CO2 mediante la modernización de equipos y la posibilidad de optimizar,
a largo plazo, el consumo de combustibles fósiles, el uso de ciclos combinados con
turbinas de gas y de vapor.

Esto da paso a la necesidad de una transición energética, esta transición, está


caracterizada por un cambio hacia energías renovables como principal medio de
generación, reduciendo progresivamente la producción con combustibles fósiles y
carbón. Ya que poseemos un alto consumo de energía per cápita por parte de algunos
sectores como lo son el de transporte de carga y pasajeros. La participación de sector
eléctrico en un escenario a largo plazo planteado por la unión Europea hasta el 2050 en
el cual arrojan resultados favorables con respecto al uso de energías renovables tanto
centralizadas como descentralizadas, plantas de carbón de casi cero o cero emisiones,
captura y uso de CO2, generación nuclear de 3a y 4a generación, redes inteligentes,
sistemas de transmisión avanzados, transporte de pasajeros y de carga híbridos y
eléctricos, y mejora en los motores convencionales. Esta transición lleva a plantearse 4
escenarios donde cada uno plantea una solución viable haciendo uso de determinadas
energías renovables, principalmente el uso de la energía eléctrica reemplazando así
energías tradicionales y el carbón mineral.

Frente a la problemática se implementó el programa de uso racional y eficiente de


energía y demás formas de energías no convencionales (PROURE), tiene como metas
y acciones de eficiencia energética por sector de consumo prioritario teniendo en cuenta
cuatro frentes importantes, I) El autoabastecimiento energético y la sostenibilidad
ambiental; II) La diversificación de la matriz energética; III) La articulación de políticas de
uso eficiente de energía con otras políticas sectoriales, particularmente con la de
transporte; y IV) El establecimiento de medidas para contribuir a la conservación del
medio ambiente a través del uso de tecnologías eficientes energéticamente.

Existe la implantación de un plan piloto de eficiencia energética en San Andrés Islas, el


cual plantea estrategias como la financiera, de capacitación y comunicación, y la de
reconversión tecnológica y ambiental. Las medidas van desde buenas prácticas
asociadas a equipos de uso final de la energía y a instalaciones eléctricas, pasando por
la reconversión tecnológica, hasta llegar al rediseño arquitectónico bioclimático. En
esencia lo que se busca principalmente es conseguir buenas prácticas y de reconversión
tecnológica asociados principalmente a sistemas de refrigeración y aire acondicionado
ya que estos representan un alto grado de demanda.

Ciertamente el plan de acción indicativo de eficiencia energética para 2017–2022 que se


ha trazado para el país, significa un avance importante en la transición hacia las fuentes
renovables de energía y hacia la implementación de nuevas tecnologías que mejoren la
eficiencia en el ámbito del consumo energético, es evidente que como país falta mucho
camino por recorrer, ya que en comparación con otros países, se encuentra atrasado en
este tema, sin embargo, el esfuerzo por fomentar políticas que impulsen la
implementación de FNCE y SGEE marcan un inicio favorable para el país de acuerdo a
los objetivos de desarrollo sostenible planteados a nivel mundial.

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