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Conflictos socioambientales,

resistencias ciudadanas y violencia


neoliberal en México
Víctor M. Toledo, David Garrido
y Narciso Barrera-Basols*

Redes de resistencia
Introducción rurales. Con ello descubriríamos también que
entre los antiguos mártires campesinos de las
El 22 de octubre de 1992, el periódico mexicano luchas agrarias y los nuevos defensores rurales
La Jornada publicó una pequeña nota que pasó de la naturaleza no hay más diferencia que la
como agua de río: “Esta madrugada fue asesina- que nos dan nuestros aparatos conceptuales de
do Julián Vergara, lí­der campesino y presidente moda. En México, los “zapatas” de hace un si-
del comisariado ejidal de El Tianguis, por un glo hoy son, para utilizar el término cada vez
desconocido que le disparó en el pecho con una más difundido de Joan Martínez-Alier (2005),
escopeta. El hoy occiso era un ecologista que se los nuevos “ecologistas de los pobres”. Dos dé-
oponía a la tala inmoderada de los bosques en el cadas después, los conflictos socioambientales y
municipio de Acapulco”. Hasta donde se sabe, las resistencias locales y regionales se han mul-
nadie dio seguimiento legal o periodístico a esta tiplicado.
infamia y, como suele suceder el recuerdo del sa- Este ensayo ofrece un panorama de tres
crificio de Julián Vergara, quedó sepultado bajo procesos que se mantienen indisolublemente
las pesadas losas del tiempo. conectados en el caso de México: a) el notable
incremento de los conflictos socioambientales;
¿Cuántos Julianes Vergara habrán sucumbi- b) la multiplicación y maduración de las resis-
do en su heroica defensa de los bosques, los tencias ciudadanas, comunitarias o colectivas; y
manantiales, las lagunas y los ríos de México? c) el aumento de la violencia ambiental, que se
El caso revela que esa conciencia de solidari- expresa por el número de víctimas registrado en
dad con la naturaleza, con el prójimo y con los últimos años. Con ello hacemos una contri-
las generaciones del futuro, que con tanto afán bución a un tema que, pese a su importancia, ha
buscan los ecologistas de todo el mundo, se en- sido muy poco analizado a escala nacional, en la
cuentra presente en el inconsciente colectivo de literatura reciente.
las culturas indígenas de innumerables pueblos
La perspectiva ecopolítica
* Víctor M. Toledo es investigador de la Universidad Nacio-
nal Autónoma de México (UNAM) desde hace cuatro déca- Sin ser un campo de conocimiento consoli-
das dedicado a temas como etnoecología, ecología política y
sustentabilidad de México y América Latina. David Garrido
dado, sino más bien una nueva área en cons-
es Licenciado en Ciencias Ambientales de la misma UNAM. trucción, la ecología política intenta analizar los
Narciso Barrera-Bassols es profesor de la Universidad Autónoma conflictos desde una perspectiva que articula las
de Querétaro y se dedica a etnoecología, historia ambiental y
analiza los movimientos de resistencia campesina. relaciones entre la naturaleza y los seres huma-
(vtoledo@cieco.unam.mx) nos con las relaciones sociales mismas. Surgida

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Figura 1. Conflictos socioambientales registrados por municipio en México

con gran fuerza en la década de los noventas del en las áreas rurales (Toledo, 1992; 1996; Ali-
siglo pasado, un hecho corroborado por la apa- monda, 2002 y 2006).
rición de revistas sobre el tema en Inglaterra, En la perspectiva ecopolítica, un marco teóri-
Estados Unidos, España, Francia, Italia, Grecia co de utilidad es aquel que analiza las relaciones
e India1, el número de autores que abrazan esta entre los tres poderes más significativos de toda
disciplina híbrida se ha extendido y multipli- sociedad: el poder político representado por los
cado en los últimos años, algunos de los cua- partidos y los gobiernos que resultan del juego
les han realizado reflexiones teóricas (Toledo, de una democracia representativa o formal, el
1983; Garrido-Peña, 1996). No obstante, muy poder económico representado por las empresas,
frecuentemente, las contribuciones realizadas corporaciones y mercados, y finalmente el poder
bajo este rubro se confunden con la economía social o ciudadano, es decir, comunidades, aso-
ambiental y ecológica, la antropología política, ciaciones, cooperativas, sindicatos, organizacio-
la agroecología y otras disciplinas híbridas (ver nes profesionales, etc. Esta distinción llamada
Durand, et al., 2011 y 2012; Delgado, 2013). el “modelo de las tres partes” (Cohen y Arato,
Como en el resto del mundo, en Latinoaméri- 1994), en realidad ha sido profusamente discu-
ca la ecología política ha tenido una expansión tido por politólogos, filósofos y antropólogos,
inusual, especialmente en los conflictos sobre el y no resulta ninguna novedad sino porque ha
uso de los recursos naturales que se escenifican sido re-contextualizado en el panorama de la
crisis socioecológica global (para detalles ver
1. Se trata de Capitalism, Nature, Socialism, Journal of Political Toledo, 2011).
Ecology, Ecología Política, Journal de Ecologie Politique, Capi-
talismo, Natura, Socialismo, The Ecologist, Down to the Earth y En México, los cada vez más agudos procesos
Nature and Society. de destrucción ambiental han ocurrido, como

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ha sucedido en el resto del mundo, a partir del de tipo socioambiental. Las causas de estos con-
desmantelamiento del Estado nacionalista, y la flictos son, por lo regular, las actividades llevadas
aplicación de políticas bajo la ideología neolibe- a cabo por empresas o corporaciones (nacionales
ral ocurrida en, por lo menos, los últimos veinte y extranjeras), o políticas públicas diseñadas para
años. Lo ocurrido en México coincide con el favorecer al sector privado, frente a las cuales la
proceso global neoliberal, es decir, de la expan- ciudadanía organizada o las comunidades rurales
sión sin límites del capital en su fase corporativa. y urbanas se oponen y resisten. Ante ello, los or-
Lo anterior desencadenó una creciente complici- ganismos estatales, normalmente, o se ponen del
dad del poder político (gobiernos mexicanos) con lado de las corporaciones o se mantienen neutra-
el poder económico (nacional y transnacional). les. El registro y análisis de los conflictos hacen
Este proceso que ha desencadenado por igual posible ubicar, tanto a las empresas y corporati-
deterioro ecológico, explotación social y margi- vos que depredan recursos y procesos naturales
nación cultural, ha sido enfrentado cada vez con como a las organizaciones que los protegen y
más fuerza por la resistencia a todas las escalas, defienden.

Redes de resistencia
del poder social o ciudadano, especialmente en El panorama que sigue se ha realizado con
las áreas rurales y en territorios de comunidades base a una revisión hemerográfica de noticias
indígenas, campesinas o de pescadores artesana- realizada entre septiembre de 2009 y marzo de
les, las cuales, por lo común, no son consultadas 2013 del diario mexicano La Jornada, a la que
(López-Bárcenas, 2013). sumaron noticias provenientes de otros medios.
La revisión es, por lo tanto, limitada a algo más
Conflictos socioambientales en de tres años y no es exhaustiva. Lo anterior per-
México: tipología y numerología mitió reconocer diez tipos principales de conflic-
tos socioambientales: agrícolas, biotecnológicos,
En México existen una docena de grandes pro- energéticos, forestales, hidráulicos, mineros, por
blemas ecológicos (Toledo, 2012), y la mayor residuos peligrosos y rellenos sanitarios, turís-
parte de estos suponen generación de conflictos ticos y urbanos. Cada tipo de conflicto tiene

Número de municipios
Tipo de conflicto Estados afectado
afectados
Biotecnológico 9 Chihuahua, Guanajuato, Tamaulipas
Baja California, Campeche, Chihuahua, Guerrero,
Energético 35
Jalisco Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Veracruz.
Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Estado de México,
Hidráulico 33 Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro,
Sinaloa, Sonora, Veracruz.
Aguascalientes, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua,
Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco,
Minero 71
Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San
Luis Potosí, Sonora, Veracruz, Zacatecas.
Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Guerrero, Estado
Turístico 12
de México, Nayarit, Quintana Roo, Sinaloa, Veracruz.
Colima, Distrito Federal, Jalisco, Estado de México,
Urbano 17
Michoacán, Morelos, Puebla, Quintana Roo
Cuadro 1: Número de municipios afectados por conflictos socioambientales.2

2. Los cuadros número 2, 3, 4 y 6 se pueden consultar en web:


www.ecologiapolitica.info

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repercusiones a diferentes escalas e involucra estatal que defiende los territorios y localidades
diferentes clases de actores sociales. El recuento en lucha activa.
una vez georeferenciado arroja conflictos en casi También existe una clara sobreposición de los
180 municipios (Cuadro 1). lugares en donde se ha encontrado contamina-
Los conflictos de carácter agrícola están ín- ción de transgenes en áreas de gran densidad de
timamente ligados a la contaminación por razas y variedades de maíces nativos localizados
agro-químicos y pesticidas y se articulan con en el interior o cercanos a territorios indígenas,
otras modalidades ligadas a la sobreexplotación generalmente de montaña o en áreas de produc-
de los mantos acuíferos, el desvío del agua a las ción maicera de subsistencia con población mes-
ciudades e industrias, la introducción de culti- tiza (ver: www.uccs.mx). Los actores principales
vos transgénicos y la erosión de los suelos. En en resistencia son pueblos indígenas; mujeres
un país donde domina la pequeña producción indígenas y campesinas y campesinos mestizos.
y las modalidades de la agricultura tradicional Pero también se han manifestado en contra gru-
mesoamericana, la conversión hacia las formas pos urbanos, o de científicos y académicos como
agroindustriales que son ecológicamente ina- La Unión de Científicos Comprometidos con
propiadas en varios rubros, conforma de entrada la Sociedad, Sin Maíz no hay País, Greenpeace,
una conflictividad potencial. El Barzón, La Magia de Mi pueblo, el Frente
Los conflictos biotecnológicos son provocados Democrático Campesino, la Unión de Pueblos
esencialmente por tres corporaciones: Monsan- de Morelos y varias decenas más. Actualmente,
to, Dupont y Pioneer que, en conjunto con au- emergen relaciones robustas entre ONGs, aca-
torizaciones del gobierno, han logrado la siem- démicos, activistas y organizaciones locales a lo
bra de campos experimentales de maíz genética- largo y ancho del país.
mente modificado (maíz transgénico o MT) en Los conflictos energéticos están presentes en
México, que es el área de origen de este cereal. diez estados. Estos surgen a partir de la pre-
Esto representa un alto riesgo, pues se ponen sencia o las intenciones de construir proyectos
en peligro a las numerosas variedades nativas de termoeléctricos, presas hidroeléctricas, parques
este grano, que es la base de la alimentación de eólicos y plantas de energía nuclear. Dentro de
los mexicanos. A la fecha, se han realizado 195 las empresas o corporativos involucrados en este
experimentos con MT en los estados de Sonora, tipo de conflictos están dos paraestatales: Petro-
Sinaloa, Chihuahua y Tamaulipas. Al momento leos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal
de preparar este ensayo, el gobierno mexicano de Electricidad (CFE); las empresas mexicanas
estaba por autorizar, tras varios años de debate, la Energía Costa Azul, Comexhidro, Demex S.A.
siembra comercial de MT en al menos 2.6 millo- de C.V.; así como varias empresas extranjeras
nes de hectáreas (Barrera-Bassols, et al., 2009). entre las que estan: Elecnor, Abengoa, Conduit
La posible entrada al cultivo comercial de Capital Power, Sempra Energy, Mareña Renova-
MT ha desencadenado una fuerte reacción en bles, Mitsubishi Corporation, Iberdrola, Win-
comunidades y regiones de muchos sitios del dpower, Gaya y General Motors. Dentro de las
país. El número de organizaciones indígenas y afectaciones que causan este tipo de proyectos
campesinas locales ha crecido de 18, en 1999, están la destrucción de ecosistemas, muerte de
hasta alrededor de 80. Oaxaca, Guerrero, Yu- fauna, desecación de mantos acuíferos, inunda-
catán, Chiapas, Veracruz y Puebla, entre otros ción de terrenos con asentamientos humanos,
estados, han visto crecer el número de resisten- daños a casas habitación, despojo de tierras y
cias colectivas durante los dos últimos años. El enfermedades presentadas por habitantes de
ejemplo de Yucatán es significativo: en 2012 se comunidades cercanas. Hay una gran cantidad
realizaron 14 ferias del maíz en un respectivo de organizaciones que se oponen a este tipo de
número de comunidades mayas. Oaxaca es otro proyecto entre las que están el Frente de Pueblos
lugar emblemático, pues allí las resistencias se en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos,
han multiplicado alrededor de una organización Puebla y Tlaxcala, Alianza Mexicana por la Au-

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todeterminación de los Pueblos, Asamblea de los tro Mexicano de Derecho Ambiental, el Comité
Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Ciudadano en Defensa de Puerto Marques y la
Defensa de la Tierra y el Territorio, Unión de Asociación Interamericana para la Defensa del
Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Ambiente.
Istmo, Comité de Defensa Integral de Derechos Los conflictos urbanos generalmente surgen
Humanos Gobixha, Terra Peninsular A.C., Co- por la intención de construir carreteras, mega-
mité de Pueblos Unidos en Defensa de Río Ver- proyectos inmobiliarios e incluso supermerca-
de, Red Manglar México, Unidad Indígena To- dos. Los más conocidos son la reacción ciuda-
tonaca Náhuatl, Tiyot Tlali, entre algunas mas. dana provocada contra la llamada Supervía en
En el tema de los conflictos hidráulicos, hay el sur de la ciudad de México, el proyecto del
doce estados con este tipo de afectaciones. De mega-túnel en Morelia y de un proyecto para
los proyectos que originan estos conflictos están perforar el Cerro de la Silla en Monterrey, así
la construcción de acueductos y presas. También como las protestas contra la ampliación de la
en esta categoría se encuentran problemas como autopista Cuernavaca-Cuautla en Morelos. La

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la contaminación de cuerpos de agua, sobrex- mayoría de estos conflictos ocurren en el centro
plotación de mantos acuíferos y la mala distri- del país y, más recientemente, en Quintana Roo,
bución del líquido vital. En este caso no hay un con el Proyecto Dragon Mart en Cancún.
gran cantidad de empresas involucradas, solo
cuatro mexicanas, que son: Abengoa, Malova, Los conflictos mineros en México
Aguas de Ramos Arizpe S.A. de C.V. y la CFE;
y una empresa extranjera: Aguas de Barcelona. Como en el resto de América Latina, el papel
De entre las organizaciones que se encuentran estelar lo conforman los conflictos mineros (Del-
en defensa ante este tipo de conflictos están el gado, 2010). Fue durante los dos gobiernos pa-
Frente Democrático Campesino de Chihuahua, sados que las concesiones mineras se incremen-
el Observatorio Ciudadano Cuenca Amanalco taron de manera irracional. Como ejemplo está
Valle de Bravo, Defensores del Agua del Desierto Oaxaca, donde entre los años 2002 y 2011 se en-
Chihuahuense, Movimiento Mexicano de Afec- tregaron 344 concesiones, equivalentes a casi el
tados por Presas y en Defensa de los Ríos, el 8% de su territorio, algunas de ellas con vigencia
Frente Ecológico en Defensa de la Laguna de hasta 2062 (La Jornada, 16/02/2013). En la es-
Zacapu, Fasol, Pro Regiones, Niuwari A. C., el cala nacional, se estima que una cuarta parte del
Comité de Defensa Movimiento Campesino de territorio del país (más de 50 millones de hec-
Anahuac, la Coalición de Comunidades y Ejidos táreas) ha quedado concesionado a las mineras
del Valle del Yaqui en Sonora y el Comité Ciuda- como resultado de las acciones gubernamentales
dano de Defensa Ambiental de El Salto. de la última década. Hacia mayo del 2013 se
En cuanto a los conflictos turísticos, hay nueve habían aprobado 287 concesiones, de las cuales
estados afectados por ellos. En su mayoría es- 207 fueron para compañías canadienses (Secre-
tos afectan manglares, arrecifes y fauna marina, taría de Energía, Dirección general de Desarrollo
pero también hay proyectos “ecoturísticos” que Minero) y el resto para empresas inglesas, esta-
despojan de tierras a comunidades o ponen en dounidenses, australinas, chinas, indias, japone-
riesgo su acceso a manantiales. Entre los cor- sas y mexicanas, que extraen oro, plata, cobre y
porativos involucrados están Grupo Martinon, otros metales prácticamente gratis, afectando y
Grupo Mexicano de Desarrollo, Grupo Vidanta usurpando territorios comunitarios, y contami-
e incluso algunas instituciones bancarias espa- nando aguas, tierras y aire. Las emisiones tóxicas
ñolas como Caja de Ahorros del Mediterra- de la minería constituyen el 70 por ciento del
neo y Caja de Valencia. En contraparte, están total registrado a escala nacional, principalmente
organizaciones como Alcosta, Alianza para la plomo, ácido sulfhídrico, cadmio, cromo, níquel
Sustentabilidad del Noroeste Costero, Amigos y cianuro. Cada gramo de oro o cobre supone,
para la Conservación de Cabo Pulmo, el Cen- además, un gasto descomunal de agua.

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Hoy existen al menos 53 municipios afecta- Estas regiones captan más de la cuarta parte del
dos por la minería, en 18 estados (Cuadro 2). agua que la nación recibe, aloja áreas de enorme
Esto incluye los casos en los que la minería se riqueza biológica (biodiversidad), mantiene bue-
encuentra realizando extracción y genera con- na parte de las selvas y bosques que aún quedan,
taminación, enfermedades a pobladores de co- y es el ámbito donde se manejan y conservan los
munidades cercanas, desplazamiento de familias, principales recursos fitogenéticos del país: maí-
malas condiciones de trabajo a sus empleados ces y otras 100 especies más de especies domes-
o que las minas no cumplen con lo pactado en ticadas (Boege, 2008). Si a lo anterior se agregan
contratos firmados con comunidades. También los territorios de los campesinos mestizos, buena
se consideraron los casos en los que se han dado parte de los cuales presentan rasgos similares a
concesiones a empresas mineras para realizar ex- los indígenas, salvo que no hablan otra lengua
plotación de yacimientos y que, por consiguien- más que el español, el panorama se ensancha.
te, ha generado protestas para impedir que se Si los pueblos indígenas poseen 28 millones
comience el trabajo de explotación de minerales. de hectáreas en prácticamente todas las zonas
Son 18 los estados afectados por esta activi- ecológicas del país (Boege, 2008), el sector de
dad, la cual está saqueando los recursos mine- propiedad social (30.000 ejidos y comunidades)
rales del país y enriqueciendo únicamente a las detenta más de la mitad del territorio del país
empresas y los corporativos que tienen el capital con 106 millones de hectáreas (Concheiro y Ro-
para llevarla a cabo, y dejando en el país o de- bles-Berlanga, 2004). En estas resistencias aún
volviendo a las comunidades prácticamente nada se escuchan los sonidos y ecos de la revolución
en comparación a las ganancias de la explotación agraria de principios del siglo XX, pues ese mo-
minera. Además, esta actividad destruye en dos vimiento logró dos cosas: la recampesinización
dimensiones, una de ellas es la natural, que en del campo y la restitución de la memoria de la
la mayoría de los casos acaba con los ecosiste- civilización mesoamericana. Por lo anterior, en
mas cercanos a las minas de una manera que es estas batallas socioambientales se defienden al
imposible remediar; y la segunda es cultural, en mismo tiempo la Naturaleza, el territorio, la cul-
donde comunidades enteras tienen que cambiar tura, la memoria histórica, la vida colectiva y la
sus dinámicas por la presencia de la mina, o in- autogestión comunitaria.
cluso ven en peligro la realización de tradiciones Las luchas socioambientales adquieren dos
ancestrales, como es el caso de Wirikuta, donde principales expresiones: (1) las resistencias, de
se ven afectados los principales sitios sagrados del carácter defensivo, que buscan evitar la implan-
pueblo wixárika. Hoy, es posible identificar por tación de proyectos destructivos; y (2) aquellas
lo menos unas cuarenta empresas, tanto extran- que impulsan y realizan proyectos alternativos al
jeras como sus filiales mexicanas, con actividades modelo dominante. Resulta obvio decir que, por
de extracción minera (Cuadro 3). Como contra- lo común, las segundas resultan de la transforma-
parte, existen tres decenas de organizaciones que ción cualitativa de las primeras. A escala nacio-
se oponen a esos proyectos mineros (Cuadro 4). nal, las resistencias han quedado organizadas en
ocho grandes Redes, que en conjunto agrupan
Las resistencias ciudadanas a casi 300 organizaciones regionales (Cuadro 5)
y entre las que se encuentran las redes contra la
Como se ha visto, han surgido decenas de movi- minería, los pesticidas o las presas, en defensa
mientos de resistencia socioambiental esencial- del agua y por el turismo alternativo. De ma-
mente rurales, y primordialmente en las regiones nera especial debe citarse el caso de la Asamblea
indígenas del país. En México existen 14.9 mi- Nacional de Afectados Ambientales (ANNA),
llones de mexicanos que se autoreconocen como que es sin duda la organización de mayor presen-
indígenas (Censo Nacional de Población, 2010), cia en México. La ANNA se originó en 2006 y
distribuidos en 26 regiones indígenas, principal- agrupa hoy en día a más de 130 organizaciones.
mente en el centro, sur y sureste del territorio. Su 8a Asamblea tuvo lugar en la comunidad de

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Número
Aproximado de
Movimiento de resistencia Sitio web
Organizaciones o
Miembros
Red mexicana de Afectados
REMA 41 organizaciones http://rema.codigosur.net
por la Minería

Movimiento Mexicano de
MAPDER Afectados por las Presas y 50 organizaciones http://mapder.codigosur.net
en Defensa de los Ríos

Coalición de
COMDA Organizaciones Mexicanas 18 organizaciones http://www.comda.org.mx
por el Derecho al Agua
Red de Acción sobre

Redes de resistencia
10 organizaciones
RAPAM Plaguicidas y Alternativas http://www.caata.org/main_page.html
300 simpatizantes
en México
Asamblea Nacional de
ANAA 130 organizaciones http://www.afectadosambientales.org/
Afectados Ambientales
Red Indígena de Turismo
RITA 32 organizaciones http://www.rita.com.mx
Alternativo
Red de Género y Medio
GEMA 30 organizaciones http://redgeneroymedioambiente.org.mx
Ambiente

Red Mexicana de Tianguis 20 mercados


RETMOR http://www.mercadosorganicos.org.mx
y Mercados Orgánicos 1,136 afiliados

Cuadro 5: Redes nacionales de resistencia socioambiental

Cherán, Michoacán, en noviembre del 2012, a orgánico, sus desafíos son de índole diferente.
la cual asistieron alrededor de mil participantes Aquí destacan las cooperativas de pescadores en
de 14 estados del país. Baja California o Quintana Roo, las comuni-
Las batallas que se dan en el ámbito de los dades forestales de selvas tropicales o bosques
proyectos alternativos, generalmente ligados a la templados, y las cooperativas productoras de
producción o a los servicios, y que implican una café orgánico bajo sombra, que solamente en
organización sólida y permanente, información Chiapas rebasan las cien. Se estima que sólo en
y conocimientos científicos y tecnológicos, apa- cinco entidades (Quintana Roo, Oaxaca, Puebla,
ratos administrativos y vías de comercialización, Chiapas y Michoacán), el número de proyectos e
son luchas que se dan fuera de la órbita de un iniciativas alternativas alcanza los 1.040 (Toledo,
mundo dominado por el Neoliberalismo. Aquí, et al., 2012).
las batallas son por la creación a contracorriente
de modos alternativos de articulación con la na- La política ecocida del Estado
turaleza y de nuevas maneras de producir, circu- Neo-liberal (2006-2012)
lar, transformar y consumir. Dado que se basan
en principios y valores contrarios al capital, tales La causa primera y última de la crisis ecológi-
como la cooperación, la solidaridad, la acumu- ca a toda escala, incluido el cambio climático,
lación colectiva o comunitaria de la riqueza, el ha sido el modelo que busca mercantilizar los
respeto irrestricto por los procesos naturales, la procesos naturales, explotar lo que se ha deno-
democracia participativa y el comercio justo y minado el capital natural. En el caso mexicano,

ecologíaPolítica 121
esta realidad fue enmascarada bajo una políti- vorecer o fortalecer la agroecología dirigida a la
ca doble: por un lado haciendo compromisos soberanía y autosuficiencia alimentarias y a los
retóricos y concesiones irrelevantes mientras se productores tradicionales, pese a que México es
facilitaban los grandes proyectos depredadores un país pionero a escala mundial en este campo.
de la naturaleza. Como sucede en muchos países, Algo similar sucedió en el campo energético. Si
en México la cosmética verde se volvió una prácti- bien su gobierno lanzó un programa de focos
ca común. Corporaciones, empresas, gobiernos ahorradores en los hogares, toda la política en
y élites científicas se hacen la corte de manera el sector estuvo basada en las energías fósiles,
recíproca, se conceden premios, se hacen cóm- buscando delegar su producción a las empresas
plices, inventan espectáculos, guardan silencio y privadas nacionales y transnacionales, dejando
terminan formando parte de un círculo perverso. al margen la opción por las energías renovables.
Esto fue especialmente notable durante el último
gobierno (2006-2012). La violencia neoliberal
Desde el inicio, el presidente Felipe Calde-
rón aprendió a manejar un discurso “pintado Todos estos conflictos, no solo generan tensión
de verde”, pero su primera acción fue bajarle social, sino víctimas, seres humanos privados
el presupuesto al ministerio del ambiente (SE- de la vida. Hoy, defender in situ a la naturale-
MARNAT) en 21 por ciento. En la dimensión za es enfrentarse ineludiblemente a las fuerzas
internacional, Calderón estuvo siempre en sin- desbocadas del capital: grupos de talamontes lo-
tonía con la corriente buscadora de un “capita- cales o regionales, impulsores de megaproyec-
lismo verde”, que intenta hacer negocios de cada tos, gigantescas empresas mineras, de energía
asunto ecológico. Esto explica por qué organizó o del agua. Cada conflicto ambiental es una
la Cumbre Mundial de Negocios para el Medio batalla recia entre los intereses corporativos o
Ambiente (B4E, por sus siglas en inglés) en oc- privados y el bienestar de los ciudadanos con-
tubre de 2010. Lo anterior, le permitió obtener vertidos en voceros, defensores y militantes de
el reconocimiento del programa de Naciones la naturaleza. En estas batallas, el Estado actúa
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) casi siempre del lado de los primeros, y bajo los
Campeones de la Tierra en 2011, y el Premio escudos justificativos del “progreso”, la “moder-
Ecología y Medio Ambiente, de la Fundación nización” y el “desarrollo”. Cuando los intereses
Miguel Alemán Valdés. Calderón fue, no sólo de la ganancia económica no logran corromper
puntual, sino muy destacado en propiciar y fa- a abogados, jueces, presidentes municipales,
cilitar una política ecológicamente destructiva de funcionarios estatales y federales, o bien dividir
gran escala en seis principales frentes: la mine- a las comunidades en resistencia, echan mano
ría a cielo abierto, los megaproyectos turísticos, del último recurso que les queda: la cárcel, el
hidráulicos, urbanísticos y comerciales, el tema secuestro, la amenaza de muerte y la muerte de
energético y el de la producción de alimentos y líderes, abogados defensores y aún de funciona-
otras materias primas. rios honestos. El saldo en víctimas mortales va
Si bien Felipe Calderón promulgó una Ley en ascenso. Se trata mayoritariamente de gente
General del Cambio Climático, no hizo nada rural, campesinos e indígenas, pero también de
por detener el modelo agroindustrial que produ- miembros de organizaciones ambientalistas e
ce, a escala global, el 28 por ciento de los gases de incluso de funcionarios de oficinas de gobierno
efecto invernadero. Los monocultivos agrícolas, dedicadas a la protección y conservación del
forestales y ganaderos, orientados a la exporta- ambiente. El Cuadro 6 muestra un recuento
ción, basados en agroquímicos, pesticidas, el des- todavía incompleto de los activistas asesinados
pilfarro del agua y los altos costos energéticos, en los últimos seis años. Se citan los nombres
fueron objetivo central de la política agropecua- como un mínimo homenaje y con la intención
ria y forestal de su gobierno. Como contraparte, de mantener su memoria.
fueron mínimos los apoyos para incentivar, fa-

122 ecologíaPolítica
Conclusión Delgado, Gian C. (ed.), Ecología Política de la
Minería en América latina, México: CIIH,
A pesar de lo anterior, el recuento de estas re- UNAM, 2010.
sistencias socioambientales, y su representación Delgado, Gian C., “¿Por qué es importante
geo-política, ofrece un panorama esperanzador, la ecología política?”, Nueva Sociedad 244,
pues poseen un potencial organizativo enorme. 2013, p. 55-70.
Queda como reto articular estos cientos de mo- Durand, Leticia, Figueroa, Fernanda, y Guz-
vimientos y, sobretodo, encauzarlos dentro de mán Mauricio, (eds), La Naturaleza en Con-
una gran corriente que, no solamente resista los texto: hacia una ecología política mexicana,
embates del capital, sino que construya un poder México: CIICH Y CRIM, UNAM/El Co-
social basado en una modernidad alternativa, es legio de San Luis, 2012.
decir, que deje de imitar las formas dominantes Garrido-Peña, F., La Ecología Política como Po-
de concebir a la naturaleza, de producir, circular, lítica del Tiempo, Granada: Comares, 1996.
consumir y de mirar al mundo, y que retome la Hernández-Navarro, L., Siembra de Concre-

Redes de resistencia
historia, la cultura y la memoria de los pueblos. to, Cosecha de Ira, México: de la Fundación
Esto está sucediendo, no solamente en México, Rosa Luxemburgo/Para Leer en Libertad
sino en buena parte de Latinoamérica y en países AC., 2011.
como India. Ello supone el esclarecimiento y la López-Bárcenas, Francisco, El derecho de los
discusión teórica capaz de ofrecer con claridad pueblos indígenas en México a la consulta.
fórmulas concretas de construcción del poder Una tabla en el ancho mar de abusos estata-
social, traducido en proyectos productivos, fi- les, México: Servicios para una Educación
nancieros, jurídicos, tecnológicos y culturales, Alternativa AC., 2013.
por fuera y en contra del orden dominado por Martinez-Alier, J., El Ecologismo de los Pobres.
el capital. Barcelona: Icaria editorial, 2005.
Robles-Berlanga, Héctor, Concheiro, Lucia-
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