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“2 Hebe RAR A RAAT ERIC J. HOBSBAWM Las REVOLUCIONES BURGUESAS, a Guadarcamna, Ariel, 1971 . Ihe Age of Revolution, Syrope 1780-1848, Londres, 1962] Capiruco X. ‘LA CARRERA:ABIERTA AL TALENTO. + Un dla paseaba por Manchester con uno de esos, sefores declase media. 1.2 hablé de los desgracis- dos y pobres barrios bajos y lamé su etencidn: ‘hacia Jas terribles condiciones de la parte de la ciudad en la que viven fos obreras de las fébricas. Le dije que en mi vida habla visto una cludad lan. ‘mal construida. Me escuché paciontamente yen ka ‘esquina de la calle en que nos despecimas, co menié: "Y, sin embargo, s8 gana mucho dieero en ella, Buenos dias!" F.ENGELS” ; Enire fos nuevos linancieras se ha establecido Ya ‘costumbre de pubitcar en los periédicos las minuta's de sus banquetes Y los nombres de fos invilados. M, CAPEFIGUE ® “Las instituciones oficiales dertibadas o funda ‘das por una revolucién son fécilmente scernibles, pero nadie mide los efectos qui le eee No a la “aristocracta! quia de’ estado socia} distinguida por titulos y otras marcas visibles de exclusividad, y a menudo moldeada sobra “el prototipo-de tales jerarquias, es decir, la *noblezade “sangre”. Las sociedades constr ‘das sabre una carrera individual acogen gus tosas esas visibles y tradicionales marcas del Fine tea Cntegrtce det éxito. Napoleén, incluso, creé una nueva no- bleza que se uniria @ los viejos aristécratas suporvivientes después de 1815. Elfin de una sociedad aristocratica no significa elfin dela Wionaia arbtocidiea Lae cases queso @ievan tenden naluralmente a ver los simbo- log desunquiezay poderio enilos términos que los anteriores grupos superiores~estableeie- ron ot PET oy como- didad. Las mujeres de los enriquecidos parie- rosdeiChesire querian convertirse en"iadies", instruidas por los numerosos libros de etique- ta y vida elegante que se multipficaron en los afias 1840, por ta misma razén gue los especuladores de las guerras napolednicas apreciaban un titulo de barén, 0 porlas que los saiones burgueses se lisnaban de "terciopeto, oro, espelo, algunas tostas imitaciones de las sillerias Luis XV y otfos adomos... Estilos ingleses para los criados y los caballos, pero sinespiritu aristocrético”. 2 Quién més orguilo- ‘50 que aquel banquero fantarrén, satido cual- quiora sabe de dénde; que decia una ver: “cuando aparezoo en mi palco en el teatro, todos los gemelos so vuelven hacia mi, y recibo una ovacién casi regia"?. © Por tra parte, una cullura tan profundamente formada por Ia Corte y la eristocracia como ta francesa no perderfa sus huellas. Asf, la mat: cada preocupacién dela prosallteratia france- sa por suliies andiisis psicoldgicos de las relaciones personales (procedente de los es- ‘ritores atistooréticos del siglo XVIl) 0 el pax tron dieciochesco de las relaciones sexvales entre amantes y queridas, se convirtieron en parte eséncial de [a civilizacién burguesa parisina. Antiguamente, los reyes tenfan favo- fitas oficiales; ahora las tenfan los acaudaie- des hombres de negocios: Las corlesanas convedian sus bien pagados favores para pregonar el éxito de los banqueros, quienies AIAN gastaban su dinero con ellas comolos jévenes “gris \Gcralas que antafio se arruinaban por sus amantes. En algunos aspecios la Revolucion conservé las caracterislicas aristocraticas de Ja cultura francesa con una pureza excepcio~ nal, porla misma razén que la Revoluaién rusa haconservado con singular fidelidad el "ballot" dlasico y Ia tipica actitud decimonénica res- pecto a la "buena iteratura’. La evolucién francesa se-hizo cargo de esos valores, los asimilé comouna deseableherencia del pasa- day los protegié contra la normal erosién del tiempo y las‘costumbres. Y, sin embargo, ef antiguo régimen habla Taerto, aunque todavia un pescador de Brest constdecaraon 1892 ef ediera como un castigo ie. Dios por la deposicidn del ray legitimo. E republicenismo oficial entre los campesinos avanzata lentamento mas alla dal acobine Me- diodia y algunas comarcas descristianizadas, pero on ta primera y genuina eleccion univer: ssal-lade mayo de 1848- os legitimistas lueron confinados al Oeste y a los departamentos, sentralesmds pobres. La geogratia politica de la modema Francia rural ya era claramente Tecanocible. Salvo en la escala social mas alta, la Reslauracién borbénica rio rasiauré e Antiguo régimen; precisamenite cuaride Gai: los X quisahacerlo tue derribedo, La Sociedad ‘de la Restauracién tue la de los capltalistas y hombres da camera de Balzac 0 del Julian Sorel de Stendhal, mas bien que la tle los duques wuottos de fa entigracién, Una spoca geclégica los separaba de la “dolce vila’ de 1780-1720 que aforaba Talleyrand, el Rastignae de Balzac est mucho mas cerca Gal A6t-Amide Maupassant, le tipta figura de 1QR0-1890, @ inclusd de la Dalrrimy- Gllek, fa da Hollywood hada 1940, due fa de Hine Sect anilatlstocrétice de la décatla de 1780-1790, Ea una patabra, | soviédad do Francia earevoliclonaria era burguesa en su esiruc- (wa y sue valores. Era la sociedad del *parvenut, del hombre que se hacia a sf mis- MO, aunque asto no era lotalihenté cierto, #aWo. cuando eb pais era gobaintide por “patvenus*, es deol, cuanto fle republicanda bonapartiata, Puede no pareceribs éxcesiva- mente revolucionario que ia mitad de fos sena- . (ar “we B Bobabocn dotes franceses en’1840 pertenecieran @ ta- mifigs do la antigua nobleza, pero para et francés burgués de enlonces era mucho mas sorprendente que la otra mitad hubieran sido comuneros en 1789; sobre todo, si miraba a las exolusivistas jerarquias sociales del resto dela Evropa continental. La frase "cuando los. americanos buenos s¢ mueren van a Paris" expresa lo que era Faris en el siglo XIX, aunque no ilegase a ser el verdadero parafso de los “parvenus” hasta el Segundo Imperio. Londres y menos lodavia’ Viena, San Petersbuigo o Berlin, eran capitals en las que no se podia comprar todo condinero, por to menos en la primera generacién. En Paris. haba muy pocas cosas dignas de comprarse que estuvieran fuera de su alcance. Este dominio de la nueva sociedad no era peculiar de Francia; pero si se exceptiian los democralicos Estados Unidos era, en ciertos aspectos superficiales, mas evidenle y mas oficial en Francia, aunque de hecho no mas profundo que en Inglaterra o los Paises Bajos, En Inglaterra, los grandes “chefs” de cocina seguian siendo jos que trabajaban para los nobles, como Garéme, él del duque de Wellington (que anteriormente sirviera a ‘Yalleyrand), 0 para los ciubs oligérquicos, como Alexis Soyer de! Reforn Club. En Fran- Gia ya exisifan los restaurantes de lujo en los gue lrabajaban los cocineros de la nobleza que se quedaron sin empleo durante la revo- luciOn. El profunco cambio social se advierte en la cublerta del manual de cocina clasica _ francesa escrito por “A. Beauvilliers, antique. servidor de MONSIEUR, el conde de Provenza..., y aciualmente duefio del restau- tents Li Gran Taboma de Londres, dela callo de Richelisu hiimero 26", , Et “goumand” - @specie inventada durante la Restauracién y propagada por el Almanaque de fos Gourmands de Brillal-Savarin desde 1817-ya iba al Café Inglés 0 a! Café de Paris para celebrarcomidas no presidides por duefias de casa. En nglaterra, la prensa era totiavia unveh{ou- ‘o de instrucciéa, invectiva y presién politica Fue én Francia en donde Emile Girardin (1836) lundé ei periddico modemo - "La Presse’ politico pero barato, que apuntabaalaacumu- Mibtovia Coutengortnsa *D. PIPKIN Beoon : ladlén de Ingresos por publicidad, pera atree~ bres de negocios bajo las luviosas nubes del ‘tivo-pare:sus lectores gor su chistnorrao, sus, Norte. Manchester n¢ tardarfa en pactar con folletines y sus pasatiompos, (La primacia Londres. Con su grito de balalla, “lo que de los francasea en estos Indacisos campo: , Manchester plensa hoy fo pensard mefiana 0 récuerde todavia ene! idioma inglés porlas | Londres”, se prepereha para Imponer sus con- batabres ural y publ’ y en la + dlelones a la capital mén por los vocablos "Reklame'y “Annones"l. - tos nombres nuevos de iss provincias const Hae oe eT te ney, (Ulan un formidable elsreto lanto nds cuanto rates poblicos cantados po! Balzae © ueroll : que cada vez adquirlan mayor conciencia de invenotones francesas, produotos dela déca}, (uP meen Ye nO at ino radio’ cus ia 1820-189. La revolucién abrié otabrilan’: , Servia da puents entre los eslamentos Sune. te carrera alas gantes de talento, ot toate, en, tiores ¢ Infericsss, (El concépto: actual de ta Pouena soclecac en una época on Gus ff ‘clase media’ aparedié por primera vez hacia 1aci6n Social da los actores en la.aristooré) 42), En 4834, John Stuart Mill ya pocia tica Inglatefraere andlogaaladelos boxeado): Guojarse de que los comentaristas sociales i res 0 de los jockeys: Lablache, Talma y olf@S)-" “airaran en sv eterno circulo de grandes sefio- figuras del teatro sé instalaron en Maisons: 4 s 195, capitalstas y obreros hasta parecer acep Latte (lamado asi por el banquero que cons"! tar ja givisién de’ la sociedad en esas tres et elegante barrio), muy cerca de la a en ey ete clases como si fuera uno de los mandamian- espléndida casa del Principe de la Moskowa. ios de Dios’®, Ademas, aquellos hombres nuevos no eran simplamente una clase, sino tun combativo ejército de clase, organizado al principio de acuerdo con el “pobre trabajador™ (que, asujuicio, dabla aceptar su direccidn)" contra la sociedad aristocratica, y ge Gite demasiado grandes para ser absorbi contra el proletasiado y los grandes senores, ella Salvo una pequetia asimilacién eno alto, - como se demostré ena constituctin dela Liga y demasiado orgullosos y cinémicos para de- - Anti-Cor Law, ran hombres que se habjen ‘Sear esa absorcidn si no era en sus propios _ hechoasimismos.o porlomenos hombres de términos. En 1820, aquellos grandes ejércitos. , orlgen modesto que debian muy poco a su de.sdlidos hombres de negocios eran apenas | nacimiento, su familia o su educacién. (Como Yisibles desde Westminster, en donde los !o- ' et Mr. Gunderby, de Tiempos diffotes de Tes y sus parientes dominaban todavia et ; Dickens, no se negatan a reconocerio.) Eran Parlamento sin reformar, o desde Hyde Park, + ricos y aumentaban sus riquezas de afio'en endondaseforasantipuritanascomoHariete atic. Y, sobre todo, estabanimbuldos del feroz Wilson fantipuritana hasta en su negativa a ~ y dinémioo orgullo de aquellos a quienes sus {antip eg y : ser una flor deshojada) paseaban en sus ca- * fabulosas carreras les demuestran quela divi Trusjes tiraros por cuatro caballos rodeades na Providencia, la ciency lahistona, se han de admiradorés pertenecienles alas {uerzas _puesto-de acuerdo para preseniarles en ban- - armadas, la iplomaciay lanobleza, entre los deja toda la tera, que no faltaba el férreo y antiburqués UqUE | megonair‘a poltioa” traduct imme «de Wellington. Los mercaderes, os banque. ba"econcir a poltiea’ ragueida on unas Sin . ples prop sciciones dogmaticas porimprovisa- ros'¢ incluso los industrials del siglo. xvi Ges heel sroes ; ° i periodistas y publicistas que cantaban las habfan sido lo sullcientemente pocos palaser Vinudes del capitalismo -Edward Baines del asimilados porlasociedadolcia; en efecto,ia MN ESe werauty'1779-1848), Jahn Edward primera generacién de millonarios del 2lge- . fayiordet’stanchester Guardian’ (1791-1844), d8n;encabezada por sir Robert Peel elvielo, ePsinald Prenlice del "Manchester Ti: ‘cuyo hijo sé educaba para primer ministo, Ue gegr(4792-1857), Samuel Smiles (1812- limemente “Ion”, aunque de una especie 404) les div cierta seguiidad intelectual. La moderada. No obstante, el.arado de la indus” ~ gisicencia protestante Ge los duros indepen vialzaciénmuliptcaba suscosechas dehom- “ DARIPKIN “itera Contempotsion ?

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