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CAPTACIÓN DE RÍOS, LAGOS Y EMBALSES (RESERVORIOS)

La captación de cuerpos de aguas superficiales como ríos, riachuelos, lagos y embalses son
estructuras que sirven para captar agua y suministrarla de forma continua a una comunidad. El
sistema puede hacerse tanto por gravedad, cuando la fuente escogida se encuentra por
encima del lugar o a una altitud mayor que el punto de aprovechamiento del agua, como por
bombeo, cuando la fuente se encuentre por debajo del nivel donde se encuentran los usuarios.
Los diversos tipos de captación de agua dependen, en gran parte, de las características que
tenga la fuente, así como el caudal que se requiera, o lo que es lo mismo, de las características
geológicas, hidrológicas y topográficas de la zona

Consideraciones de diseño
La construcción de un sistema de captación hace que el agua de ríos y arroyos sea más
accesible, eliminando así largos recorridos de los usuarios para poder obtener agua, e
incluso aumentando la cantidad que se puede consumir. Es importante que el sistema
esté correctamente diseñado para que tenga una buena operación y rendimiento.
Respecto a los lagos, lagunas y embalses es necesario cumplir con cinco puntos
importantes, a saber: seleccionar bien el punto de captación; decidir el diámetro,
longitud y el tipo de tubería a utilizar; especificar cómo será la toma de agua; diseñar los
flotadores y soportes de la tubería y toma de agua; y, escoger la instalación apropiada.
Para abastecimientos de agua de comunidades pequeñas, que precisan una cantidad de
agua menor, a menudo se pueden usar estructuras muy simples de captación, así como
también usar tuberías o mangueras flexibles de plástico.

El agua para uso doméstico o el riego a pequeña escala puede extraerse de un río o lago y
distribuirse mediante cubetas o bombearse a camiones cisterna para transportar grandes
cantidades de agua. Antes de usarse como agua potable, debe purificarse y probarse. El agua
también se puede bombear a una red de distribución. Para extraer grandes cantidades de
agua para las ciudades (agua potable), agricultura (por ejemplo, riego por aspersión o riego
superficial), uso industrial o energía hidroeléctrica), es necesaria la captación permanente de
agua.

Siempre que sea posible, la ubicación de la extracción de agua de un río debe cumplir
con los siguientes criterios: debe realizarse donde haya un flujo adecuado; a un nivel
que permita que el suministro por gravedad minimice los costos generados por bombeo;
aguas arriba, en zonas densamente pobladas y agrícolas, para reducir el flujo de
sedimentos; aguas arriba de lugares de riego, de ganado, lavaderos y desagües para
eliminar la contaminación del agua; y, aguas arriba de los puentes para reducir la
velocidad / turbulencia (SMET y WIJK 2002). No importa el uso que se le dé al agua
que se extrae, pero la cantidad de agua utilizada debe ser menor que la cantidad
disponible en la fuente. Para estimar la disponibilidad y fortalecer la toma de decisiones
sobre la gestión del agua, se debe tener a la mano una estimación del balance hídrico.

Los diseños de captación tienen como objetivo evitar obstrucciones y erosiones y


garantizar la estabilidad de la estructura, incluso en condiciones de inundación. Para
aquellos ríos que no transportan cantos rodados o piedras, lo más adecuado es una
captación no protegida en la que la toma de agua tenga una rejilla que evita la entrada
de sólidos no deseados (hojas, palos, basura, etc.). Cuando se requiera de una captación
protegida es apropiado hacer estructuras que generalmente se construyen con concreto,
piedras o ladrillos.
Idoneidad
El agua de río como fuente de agua superficial es aplicable para diversos usos. La
disponibilidad de agua del río depende, en gran medida, de las necesidades del sistema
local. Resulta muy adecuado en regiones ribereñas con una escorrentía regular durante
todo el año. Semejante situación ocurre con los lagos, que representan una fuente de
agua muy importante para la región donde se encuentran. El agua almacenada se puede
usar como agua potable después del tratamiento adecuado, o para el riego. Por otra
parte, el turismo, el transporte marítimo y la pesca son algunos de los sectores
industriales que se benefician de un lago, convirtiéndolo en un factor económico
importante. En lo que respecta al agua de un embalse, como fuente de agua superficial,
es aplicable para el uso en irrigación en agricultura, hogares o procesamiento en
industrias. El manejo adecuado y la regulación de la extracción de aguas superficiales es
importante para proteger el ecosistema (impactos ecológicos, contaminación, daño al
medio ambiente) y evitar conflictos entre los usuarios.

Como son aguas superficiales entonces requieren tratamiento y, además, el


abastecimiento comunal puede ser tanto por gravedad como por bombeo, características
presentes en los sistemas de aguas de abastecimiento comunal por gravedad, con
tratamiento y abastecimiento comunal por bombeo, con tratamiento. Estos dos sistemas
de agua pueden aplicarse a los escenarios de poblados de hasta 2500 habitantes con
recursos tanto con escasa disposición de agua como con disposición de agua suficiente.

Aspectos de salud y aceptación


Estos cuerpos de agua superficiales (ríos, lagos, riachuelos, etc) pueden contaminarse
muy fácilmente. Por ello, no se deben canalizar sustancias potencialmente peligrosas a
estos, no sólo porque el ecosistema de su entorno puede verse afectado negativamente,
sino que, además, pueden transmitidas enfermedades a las personas que consumen el
agua. Por este motivo, se debe garantizar el tratamiento de aguas residuales previo a la
descarga en ríos y lagos, así como también los tratamientos de agua potable antes de su
uso posterior.

La calidad del agua del lago está influenciada por los procesos de autopurificación
mediante aireación, procesos bioquímicos y sedimentación de sólidos en suspensión. El
agua puede ser muy clara, de bajo contenido orgánico y con alta saturación de oxígeno.
Por lo general, la contaminación humana y animal sólo presenta un riesgo para la salud
cerca de la orilla. A cierta distancia de esta, el agua del lago generalmente tiene una baja
densidad de bacterias y virus patógenos. Sin embargo, las algas pueden estar presentes,
particularmente en las capas superiores de los lagos (SMET y WIJK 2002).

Con respecto a los embalses, se debe evitar la contaminación fecal, mediante


tratamiento de aguas residuales, u otro tipo de contaminación, con zonas de
amortiguación (en el caso de fuentes de contaminación no puntuales). Además, si el
embalse se utiliza como fuente de agua potable, se debe tener en cuenta la purificación
del agua como medida para proteger la salud humana. También se debe considerar, que
las fuentes de agua superficial pueden conducir a la reproducción de mosquitos, por lo
que hay que tomar las medidas preventivas estipuladas.

Un control de calidad del agua, sobre todo bacteriológico, debe realizarse al menos cada
6 meses y, se debe incrementar su frecuencia en el caso de tener conocimiento de la
existencia de una fuente de contaminación (MORENO 2004).

Operación y mantenimiento
Cuando son sistemas de captación por gravedad, MORENO (2004) establece que deben
hacerse las siguientes actividades: controlar la turbiedad del agua; limpiar regularmente
las rejas y canales de residuos sólidos (hierbas, troncos, piedras voluminosas); si existe
un desarenador en el lecho del río y es temporada de lluvias, entonces cuando el nivel
de sedimentos esté próximo al tubo de captación se debe proceder a desarenar por un
período entre 30 y 60 minutos; controlar el caudal, sobretodo en épocas de lluvias; la
cámara o caja de captación debe desarenarse aproximadamente cada 6 meses, cuando el
nivel de sedimentos afecte el flujo de agua; calibrar los elementos de medición al menos
cada 6 meses.

Operación y mantenimiento
En cuanto a la operación y mantenimiento que debe hacer en las estructuras de
captación de aguas superficiales como ríos, lagos, riachuelos y embalses, se pueden
dividir según la conducción por gravedad o bombeo. Para el primero de ellos,
diariamente, deben realizarse actividades como: limpiar las rejillas para retirar cualquier
objeto presente como hojas, palos, etc.; lavar y limpiar el tanque donde se recolecta el
agua (en caso de tomas laterales y de fondo), removiendo sucios acumulados en las
paredes o el fondo; chequear el sistema para descartar fugas o daños; revisar si existe
alguna toma no autorizada o descarga de aguas residuales aguas arribas de la captación.
Mensualmente deben medirse el caudal y la turbiedad del agua, mientras que de forma
trimestral se debe verificar el buen funcionamiento y lubricar las válvulas y lubricarlas,
así como eliminar la presencia de algas, musgos u organismos vivos en el interior del
sistema de captación. Para sistemas con captaciones móviles o flotantes donde se usan
bombas, entonces las actividades a realizar son: encender y apagar los equipos de
bombeo y verificar que tengan agua (hacer el cebado de las bombas) para que evitar que
se dañen; y, seguir los pasos establecidos en los manuales de operación y
mantenimiento establecidos por el fabricante de los equipos de bombeo.

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