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PRÁCTICA BARRA FORMATO

o Mi meta será escribir sin errores. Escribiré con la postura correcta,


mantendré los dedos curvos sobre las teclas guías y la vista en la
copia del texto. Si logro escribir sin errores aumentaré la velocidad.
Esto me hará muy feliz. Sé que lo voy a lograr.

 La responsabilidad de un oficinista en el manejo de dinero en efectivo


y en el registro de distintas operaciones financieras, varía de
acuerdo con la actividad que desarrolla. Algunas veces, la secretaria
es quien se encarga de los negocios personales de su jefe, ya sean
operaciones en los bancos, inversiones, pago de impuestos y seguros.
En las oficinas pequeñas esta tarea corresponde a alguna de los
empleados y este debe entonces manejar registros financieros e
importantes sumas de dinero.

Érase una vez un lorito que aprendió a decir solamente una palabra. No
sabemos cuál era esa palabra. Pero se dice que el lorito recibía maní cada
vez que él la decía. Él creyó que de esta manera tendría una vida
agradable, por lo tanto, nunca aprendió otra palabra, vivió comiendo
maní.

 Muchas personas que se entrenan para obtener un empleo son como el lorito, aprenden lo que es
necesario para obtener un poquito de maní y pasan el resto de la vida preguntándose por qué no
consiguen más; no se dan cuenta de que lo que cada persona recibe está en la proporción directa a lo
que hace.

 La lección más difícil de aprender en este mundo es la simple verdad de que un


poco de cualquier cosa no puede ser suficiente. Hay millones de personas que viven
en minucias por falta de entrenamiento.

 Un día sabrás lo mucho que valen tus padres, respétalos,


ámalos, cuídalos y ante todo acepta sus consejos. Diles
cuanto los quieres cada vez que tengas oportunidad. Sé
dinámico en la vida, no te pares con los brazos cruzados.
No son las ideas bonitas las que valen, son las obras que
llevas a cabo. Los pies no caminan echan raíces. No esperes
que los necesitados vengan a llamarte: ve tú a visitarlos en
sus tugurios, llévales una palabra de aliento, una sonrisa
complaciente, un pensamiento de amor.
No te desanimes nunca aunque tu dolor parezca insoportable y sin
remedio, algún día terminará y la alegría volverá a despejar tu corazón. De
las penas de ayer, apenas recordamos la ligera sombra; lo mismo
sucederá mañana con los sufrimientos de hoy.

María José Usuga Florez


Juan Esteban Varela Bedoya

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