Si bien será la ley o la norma con ese rango la encargada de describir la conducta
infractora, lo cual supone la prescripción de las llamadas "leyes sancionadoras en
blanco", se admite que estas puedan ser precisadas por vía reglamentaria. Corresponderá a la ley establecer los elementos básicos de la conducta infractora, incluso obteniendo conceptos jurídicos indeterminados, siempre que los alcances de estos gocen de una cierta claridad No se cumplirá con una necesaria tipicidad si a través de la ley se remite al reglamento la descripción de la conducta, limitándose a señalar, que constituirá infracción cualquier contravención a los mandatos establecidos por el ordenamiento jurídico. Quienes señalan que lo que hubiese sido más oportuno no era incluir un régimen de responsabilidad funcional como el establecido en la ley impugnada, sino fortalecer un régimen disciplinario (dotándole, por ejemplo, de un mejor catálogo de infracciones, entre otras medidas). Por ello, esta sentencia exhortaría al Congreso de la República a replantear algunos alcances de lo hoy vigente, y a la misma Contraloría a manejarse con mayor cuidado de los derechos fundamentales en ejercicio de su potestad sancionadora. Si alguien fue sancionado con una normativa cuya inconstitucionalidad luego ha sido declarada, puede volver a ser procesado y eventualmente sancionado si su conducta todavía constituye una infracción, y allí no opera la prescripción. Si el comportamiento es cuestión no fuese sancionable, no cabría un resarcimiento por vía de amparo, ya que los(as) funcionarios aplicaron normas que en su momento se consideraban constitucionales. Ello no libera de recurrir a otras vías para conseguir la reparación del daño ocurrido El principio de reserva de jurisdicción de materia de limitación de los derechos políticos En este proyecto de sentencia se señala, que una medida de inhabilitación establecida por la Contralaría sería inconstitucional si, al limitar el ejercicio de la función pública, dicha potestad se extiende a la imposibilidad de ejercer los derechos políticos contenidos en el Capítulo III del Título I de la Constitución, y más específicamente, a acceder a cargos públicos de elección popular. La sentencia de mayoría habilita la posibilidad de que la Contraloría General de la República pueda establecer inhabilitaciones al derecho de acceso a la función pública con base en su potestad sancionadora.