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A S I G N AT U R A :

C U LT U R A Y D I V E R S I D A D

T E M AT I C A :
DIVERSIDAD LINGÜÍSTICA Y DIVERCIDAD DE GENERO

PROFESOR:
HARVEY LOPEZ

INSTITUCION:
C O R P O R A C I O N U N I V E R S I TA R I A I B E R O A M E R I C A N A

F L O R E N C I A C A Q U E TA
2015
EN CIUDAD HELADA VIVÍAN ALGUNOS PERSONAJES DE
DIFERENTES COLORES , UNOS PEQUEÑOS , OTROS REDONDOS,
OTROS ALARGADOS , OTROS ARRUGADOS, PERO TODOS TENÍAN
EL MISMO FIN, IR A UNA GRAN CELEBRACIÓN
ENTRE FRUTAS Y
VERDURAS PARA
COMPARTIR CON
LOS HUMANOS
EL GRAN MOMENTO.

“CIUDAD HELADA”
DESDE HACE MUCHOS AÑOS Y GENERACIÓN TRAS
G E N E R A C I Ó N E S TA FA M I L I A H A V E N I D O
TRABAJANDO EN UNA SOLA COSA, EN HACER
FELICES A LOS HUMANOS.

Una mañana se levantaron todos muy temprano para prepararse e ir


al salón de belleza, el señor Banano lo arreglaron en rodajas , la
señora Manzana se fue de la mano con el señor Mango y fueron
decorados con zanahoria rallada, el señor Melón no estaba de buen
humor y prefirió quedarse en casa, mientras que Don Pimentón y
Don Tomate llegaban muy alegres con su nuevo estilo en cuadros
para llamar la atención y bañados en miel.
Entre tanto la señorita
Piña muy aparte y tímida,
decidió quedarse lejos de
los demás ya que sentía
miedo a ser rechazada por
su aspecto, cantidad de
ojos y espinas, además de
su gran tamaño, ella se
sentaba y miraba como los
demás integrantes de la
familia trabajaban juntos
para la gran noche.
Las señoras Habichuelas, Cebollas, Papa y Don Repollo andaban ansiosos y felices
con su nuevo aspecto : las habichuelas quedaron largas, las cebollas en forma de aros,
la papa en cuadros y Don Repollo quedo en tiras más delgadas, todos juntos
preparados para entrar al jacuzzi y salir más relajados y también hidratados, con
mejor sabor…

El jacuzzi que los estaba esperando , se encontraba perfumado con: perfume de sal,
perfume de pimienta, perfume de cilantro entre otros.
A este festín se unió el señor Ajo que de un solo salto desde la cuchara se lanzó
hasta el fondo y lo siguieron los demás.
Don Melón no le subió el pantalón,
y se quedó triste en un rincón;
El joven Melocotón, llego con un cinturón,
para arreglarle así su pantalón,
y salieron los dos rumbo
hacia el salón.


Mientras que Doña Piña por lo grande y
Espinosa no se
consideraba niña.
Durante toda la
noche la banda
de los limones allá
en un rinconcito
que a pesar de ser
chiquititos, redondos
y muy ácidos no se iban a perder
de estar presente en la Celebración.
Cuando se llegó el momento llamaron a todos a que hicieran fila para entrar en sus
diferentes platos, en el plato de verduras entró el Brócoli, él Coliflor, el Tomate, el
Repollo, el Pimentón, las habichuelas y demás, estaban muy felices todos porque unidos
hicieron el más exquisito plato.

Justo en el momento en que las frutas iban a pasar ordenaditas al plato cuando alarmaron y asustados
todos preguntaron por la señorita Piña, se dieron cuenta que estaba escondida y corrieron a buscarla.
El señor Banano la busco en el
salón de belleza, doña
Manzana reviso el jacuzzi ,
las Naranjas fueron
al platero , cuando de repente
gritó el Mango: Esta
aquí, está aquí
escondida !
Y la Piña respondió: Amigos me siento con temor de salir y no
quiero que se rían de mí apariencia , tengo muchos ojos y mi
pelo con espinas y ya es muy tarde
para arreglarme y compartir.
Las Fresas gritaban...
“Te queremos Piña como eres!!!”,
justo en ese momento se
juntaron todas las frutas y
entre todas y tomadas de la mano
le dijeron:
“Vamos Piña no puedes
faltar a esta importante
celebración !
Entre todas te ayudaremos
para que estés presente”
Mientras el estilista
arreglo su espinoso pelo
y entre el Mango y las
Mandarinas maquillaban
sus tantos ojos, todos
juntos se esforzaron
y su nuevo look la
convirtió en la princesa
protagonista de la noche,
en un delicioso postre de Piña.
Todos en “Ciudad Helada” comentaron sobre la
cantidad de nutrientes que aquella noche con los humanos
se compartió, pues cada uno de ellos aportó a esta gran
celebración, pasaban semanas y añoraban repetir esta
gran unión, platos, colores tamaños y sabores todos en
igualdad de condición y hasta el día de hoy no ha faltado
un solo día que no participen de nuestra mesa, siempre
arregladas y listas para nutrirnos.

FIN

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