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Durante las cuatro reducciones univalentes unidas de dioxígeno, se generan diferentes especies de
oxígeno activo (AOS). La cadena de reacción de cuatro etapas requiere iniciación para la primera
endotérmica, mientras que todas las etapas exotérmicas subsiguientes ocurren espontáneamente,
ya sea catalizadas o no (Elstner, 1982).
Desafortunadamente, la química del oxígeno también está relacionada con la producción AOS, a
saber radicales libres de oxígeno más peróxido de hidrógeno (H2O2). El término radical libre
Cualquier molécula que tenga electrones desemparejados en sus orbitales electrónicos exteriores,
que engendra otro radical cuando reacciona con un no radical, y se utiliza normalmente para
radicales relativamente estables cuya longevidad es suficiente para existir por separado y
reaccionar con otras moléculas. El radical libre más común en la atmósfera es la propia molécula
de oxígeno, que con los dos electrones no apareados en la capa exterior constituye una molécula
birradical. Afortunadamente, su reactividad en el estado fundamental se reduce
considerablemente por el principio de restricción de spin. Esta restricción ya no existe en las
especies de oxígeno reducido, ya que sólo tienen un electrón desparejado en la capa externa de
electrones. El radical superóxido (O2 · -) está cargado negativamente, no puede cruzar
membranas, tiene una vida muy corta y, si no se cataliza enzimáticamente, reacciona sólo con un
número limitado de biomoléculas (Levine, 1999). Sin embargo, si la eliminación rápida e inmediata
de O2 · - en el lugar de su generación No se realiza, puede reaccionar con proteínas, ácidos
nucleicos, carbohidratos y lípidos, en particular ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) (Leshem,
Halevy, Frenkel y Frimer, 1986). El superóxido se convierte rápidamente en H2O2 difundible en
membrana
Por superóxido dismutasa (SOD, EC 1.15.1.1), ascorbato, tioles o dismutación espontánea (Knorzer
et al., 1996, Foyer et al., 1997, Yamasaki et al., 1997). En los tilakoides, el H2O2 es fotoproducido a
través de la desproporción espontánea de O · - pero no directamente a través de la reducción de
dos electrones de O2 (Asada, 1999). La toxicidad del peróxido de hidrógeno en sí es relativamente
débil en comparación con la de otros AOS, pero en presencia de O2 · - puede generar el hidroxilo
reactivo
Radical (OH), una de las moléculas más reactivas conocidas. Este radical se forma muy
rápidamente en presencia de iones metálicos tales como Fe2 + o Cu2 + (reacción de Haber-Weiss
catalizada por metal), y puede reaccionar con casi cualquier biomolécula, desde proteínas a ácidos
nucleicos y lípidos (Scandalios, 1993; Shen Et al., 1997, Asada, 1999).
La senescencia en las plantas está estrictamente relacionada con la especie y el órgano que se está
considerando. En anuales, las flores, los frutos, las hojas, y finalmente las raíces senescen y
mueren, generalmente en este orden. En los árboles de hoja caduca, sólo las flores, los frutos y las
hojas generalmente senescen y se abstienen, y la muerte puede deberse a una infección u otras
causas ambientales más que a una verdadera senescencia (Thimann, 1987). En los frutos, por lo
menos los llamados climatéricos, las primeras etapas de la senescencia están relacionadas con la
maduración, fase que normalmente se asocia con el desarrollo de la calidad óptima de la
alimentación y que representa las etapas finales de la maduración. Los procesos de senescencia
posteriores, o envejecimiento, son normalmente ralentizados durante largos períodos por
tratamientos de almacenamiento a baja temperatura. La última etapa, la descomposición, parece
ser en gran parte una función de las infecciones secundarias (Thimann, 1987; Ludford, 1995).
¿Los procesos enzimáticos que generan AOS controlan la tasa de envejecimiento? La respuesta a
esta pregunta parece ser afirmativa. En la maduración, la actividad de las enzimas productoras de
AOS tales como xantina oxidasa y glicolato oxidasa aumenta. Los niveles de peróxido de hidrógeno
también se incrementan por la disminución concomitante de la actividad catalasa. Además, se
estimula la actividad de una peroxidasa de pared celular específica, estrictamente relacionada con
la maduración de los frutos (Leshem, Halevy, Frenkel y Frimer, 1986; Levine, 1999). Las especies de
oxígeno activo también se pueden generar en reacciones no enzimáticas. De hecho, muchos
sistemas diferentes son capaces de actuar como donantes de electrones, incluyendo componentes
de e- Sistemas de transporte (en cloroplastos, mitocondrias, microsomas), metal reducido
Iones y solvatados producidos por radiación (Elstner, 1982).
Cualquier condición en la cual la homeostasis redox celular se interrumpe puede ser como el
estrés oxidativo (Alscher et al., 1997). Los procesos de maduración y senescencia pueden estar
relacionados con fenómenos oxidativos (Brennan y Frenkel, 1977; Masia, 1998). Varias líneas de
evidencia indican que la peroxidación de los lípidos de la membrana está profundamente
Síntesis de etileno
Es comúnmente aceptado que en las plantas con flores el camino más frecuente de biosíntesis de
etileno procede de metionina, a través de S-adenosilmetionina (SAM, AdoMet) y ácido 1-
aminociclopropano-1-carboxílico a etileno (Figura 9.2), y que los dos Las enzimas implicadas son
ACC sintasa (ACS) y ACC oxidasa (ACO), anteriormente conocida como enzima formadora de
etileno (EFE) (Yang y Hoffman, 1984). Se ha planteado la hipótesis de que dos sistemas diferentes
que regulan la producción de etileno están funcionando en plantas superiores. El sistema I, que
opera en tejidos vegetativos y en frutas climatéricas y no clınicas, parece ser responsable de la
producción de etileno basal e inducido por la herida, mientras que el sistema II es potencialmente
responsable del rápido aumento de la producción de etileno durante la maduración de frutos
climatéricos. En los frutos climatéricos maduros, la producción de C2H4 se autoestimula y los
inhibidores de la acción del etileno bloquean completamente la producción de C2H4 y la
maduración de los frutos (Lelievre, Latche et al., 1997). La producción autocatalítica de C2H4
requiere la regulación por el etileno de ACS y ACO, las enzimas implicadas en las reacciones
limitantes de velocidad en la biosíntesis de etileno.
ACC Sintasa (S-Adenosil-L-Metionina Metiltioadenosina Liasa,ACS; CE 4.4.1.14)
ACS, que cataliza la formación de ácido 1-aminociclopropano-1-carboxílico a partir de S-adenosil-L-
metionina, es la enzima limitante de la velocidad en la biosíntesis de etileno. Se inactiva
rápidamente por la interacción con su sustrato, presentando así una alta rotación tanto in vitro
como in vivo. Está codificado por una familia multigénica cuyos genes miembros se expresan en
respuesta a diferentes factores internos o ambientales; Al menos dos miembros de la familia de
genes se expresan durante el proceso de maduración del fruto (Kubo et al., 1995; Mathooko et al.,
1999). La enzima requiere fosfato de piridoxal para la actividad y es inducida en tejidos vegetales
por aplicación de ácido indol-3-acético (IAA), herida y en la maduración de frutos climatéricos
(Abeles et al., 1992a, McKeon et al., 1995). La herida del tejido del mesocarpo de la fruta de la
calabaza de invierno induce un aumento dramático en la producción de C2H4 y un aumento
concomitante en la actividad de ACS. El mismo efecto sobre la actividad de ACS puede obtenerse
mediante tratamientos exógenos con 2,5-norbornadieno y diazociclopentadieno (DACP), ambos
inhibidores de la acción del etileno (Kubo et al., 1995). Estos y otros hallazgos sugieren que la
expresión génica de ACS inducida por heridas está regulada por un sistema de retroalimentación
negativa, produciéndose C2H4 como respuesta a la herida y actuando como un inhibidor de la
síntesis enzimática de ACS.
Dado que la ACO es una enzima exclusivamente citosólica no asociada con las membranas, sus
productos de reacción se liberan en el citoplasma (Grossmann, 1996; John, 1997). Inicialmente, se
consideró que la enzima era constitutiva (Yang y Hoffman, 1984), pero ahora es claro que puede
ser inducida por el estrés (Morgan y Drew, 1997) y durante ciertas etapas de desarrollo como
maduración de los frutos (Yang y Hoffman, 1984). En el tejido mesocarpiano de la fruta de la
calabaza de invierno, la actividad de la ACO se induce muy rápidamente por herida y es paralela al
aumento de la tasa de producción de etileno (Hyodo et al., 1993). La síntesis de ACO se controla
mediante un sistema de retroalimentación positiva, estimulado por etileno (Kubo et al., 1995,
Atta-Aly et al., 2000). La regulación de ACO y ACS puede representar el sistema de control
principal de la tasa de producción de etileno en frutas. Sin embargo, otros pasos en la ruta de
biosíntesis de etileno juegan un papel. En la manzana, los enormes porcentajes de ACC
sintetizados en la piel de frutos inmaduros pueden almacenarse en las vacuolas como malonil ACC
inactivo (MACC) (Lelievre, Latche et al., 1997). Recientemente, se ha descrito otra derivación en la
vía del ACC en extractos crudos de tomate, con conjugación ACC a un derivado 1 (-L-
glutamilamino) (GACC) en presencia de glutatión. En presencia de cofactores particulares, otras
enzimas además de ACO pueden oxidar ACC a etileno. Estas enzimas incluyen IAA oxidasa,
peroxidasas, lipoxigenasa, y oxidasas generadoras de H2O2 (Yang y Hoffman, 1984).
El etileno es una hormona vegetal que regula muchos aspectos fisiológicos del crecimiento,
desarrollo, maduración y senescencia de las plantas (Yang y Hoffman, 1984, Abelès et al., 1992a,
Ponnampalam et al., 1993, Oetiker y Yang, 1995, Picton et al 1995, Beaulieu et al., 1998,
Mathooko et al., 1998). El etileno controla la maduración de los frutos climatéricos coordinando la
activación de muchos genes que causan cambios en el color, la textura, el aroma y el sabor
(Oetiker y Yang, 1995). Recientemente se ha obtenido una imagen más clara de su papel en la
maduración de los frutos mediante la caracterización de los genes que codifican las principales
enzimas biosintéticas de etileno ACS y ACO y el aislamiento de los genes implicados en la vía de
transducción del etileno, como los que codifican los receptores de etileno (Lelievre, Latche , Et al.,
1997). El uso de plantas transgénicas, con niveles alterados en la producción de C2H4 o
sensibilidad, destacó que la producción autocatalítica de etileno requiere una regulación por C2H4
de ACS y ACO, y que la expresión génica de ACO está controlada por el desarrollo y precede a la
expresión de ACS. Muchos datos experimentales diferentes sugieren un modelo para la expresión
del gen ACS y ACO durante la transición a la producción autocatalítica de etileno en la fruta
climatérica.
La tasa de evolución de C2H4 se utiliza normalmente como una medida del grado fisiológico de
maduración en frutas climatéricas y / o como indicador de niveles de estrés en las plantas
(Beaulieu et al., 1998). De hecho, las frutas preclimácticas producen bajos niveles de etileno; En el
inicio del climaterio hay un aumento en la producción de C2H4 y su regulación se convierte en
autocatalítica (Oetiker y Yang, 1995). El tratamiento exógeno del etileno induce solamente la
síntesis del ACO en frutas preclimacteric como el tomate, el cantalupo, el aguacate, y la manzana.
El aumento de ACO ocurre antes del aumento climático de la producción de etileno. Los efectos de
los tratamientos de etileno están estrictamente relacionados con la etapa de maduración del
fruto; De hecho, en los frutos climatéricos inmaduros, los tratamientos exógenos de C2H4 inducen
una regulación de retroalimentación negativa sobre la producción de etileno, mientras que en
climaterios maduros se obtiene una autoestimulación (Lelievre, Latche et al., 1997). Un estudio
reciente (Atta-Aly et al., 2000) aclara el papel de los tratamientos exógenos de C2H4 en frutas de
tomate (climatérico) y de fresa (no clí- matérica) en diferentes etapas de maduración. La
aplicación de etileno a los tejidos de fresa, extirpados de las frutas verdes a medias, induce un
aumento a corto plazo en la producción de C2H4; Esto es seguido rápidamente por una reducción
aguda en el nivel de control y paralelamente por una reducción marcada en la concentración de
ACC. El mismo tratamiento en frutos de tomate inmaduros induce un mecanismo de
retroalimentación negativa de C2H4, con una marcada disminución en la concentración de ACC y
la producción de C2H4. Se observó una tendencia opuesta al trabajar con frutas en la fase rosada
(mecanismo positivo de retroalimentación C2H4). En todos los tejidos tratados, el C2H4 exógeno
indujo significativamente la actividad de ACO. La hipótesis propuesta sugiere que un mecanismo
de retroalimentación negativa de C2H4 puede ser responsable del comportamiento no climáctico
de la fruta de fresa y del tomate inmaduro, mientras que el comportamiento climatérico del
tomate durante la maduración tiene que ser imputado a un cambio de retroalimentación negativa
de C2H4 a una retroalimentación C2H4 positiva mecanismo. Además, la formación de ACC puede
ser el paso limitante para ambos mecanismos de retroalimentación C2H4, ya que el tratamiento
exógeno C2H4 induce la actividad ACO independientemente de las especies de fruta y la fase
fisiológica de maduración.
El término estrés etileno fue acuñado para biosíntesis mejorada de este gas en asociación
con las tensiones ambientales o biológicas experimentadas por las plantas (Morgan y Drew,
1997; Beaulieu et al., 1998). Muchas etapas diferentes en la biosíntesis y la acción del
etileno pueden ser alteradas por la imposición del estrés (Morgan y Drew, 1997). Por
ejemplo, la herida en el tejido mesocarpio de la fruta de la calabaza de invierno induce un
rápido aumento en la velocidad de producción de etileno con una inducción rápida paralela
de la actividad ACO (Hyodo et al., 1993). La conversión de SAM en ACC es la reacción
clave que controla la producción de estrés etileno (Yang y Hoffman, 1984). De hecho, la
aplicación de aminoetoxivinilglicina (AVG), un inhibidor de ACS, elimina efectivamente el
aumento en la formación de ACC y la producción de estrés de etileno. Durante la
maduración del fruto climatérico, se pueden identificar dos etapas diferentes para la
producción y los efectos del etileno (Oetiker y Yang, 1995). En la etapa 1, el etileno se
produce a niveles bajos (etileno del sistema 1), su función principal es inducir la expresión
de la transcripción de ACO y acelerar la etapa 1. El tejido no es competente para expresar
los genes del sistema 2 de ACS necesarios para la producción de etileno del sistema 2 ni
madurar en respuesta A tratamientos exógenos de etileno. En la etapa 2, la producción de
etileno autocatalítica (sistema 2 de etileno) es desencadenada por la expresión de genes de
ACS, que conduce a la maduración. En el fruto no clınico, aunque el proceso de
maduración no está tan estrictamente relacionado con el etileno, en una determinada etapa
del desarrollo del fruto el etileno endógeno puede estar implicado en la regulación de
algunos parámetros de maduración. En los cítricos, los antagonistas del etileno son capaces
de bloquear el desgranecimiento del flavedo, lo que indica un papel del etileno en el
proceso (Goldschmidt et al., 1993). En la misma especie, los tratamientos exógenos de
etileno estimulan tanto la degradación de la clorofila como la biosíntesis de carotenoides.
Otros pigmentos que aumentan durante la maduración, como las antocianinas, pueden ser
estimulados por el etileno exógeno, dependiendo de las especies involucradas (Lelievre,
Latche et al., 1997). Los frutos no clınicos, con excepción de las cerezas, muestran un
aumento de la respiración en respuesta a un tratamiento exógeno con C2H4, aunque esta
respiración estimulada por el etileno cesa con la eliminación de la hormona exógena. El
etileno es también un factor importante para la inducción de respuestas de defensa frente a
tensiones bióticas como el ataque de patógenos (Ohtsubo et al., 1999). Activa muchas
actividades enzimáticas, como la quitinasa, la peroxidasa, la fenilalanina amoniacasa y la
polifenol oxidasa, y estimula la producción de moléculas relacionadas con la defensa, como
fenólicos, ligninas y suberinas. La producción de etileno durante la reacción de
hipersensibilidad está restringida al nivel de actividad de ACO. Un efecto secundario
importante está presente en la ruta biosintética de C2H4: la oxidación de ACC a etileno,
catalizada por ACO, conduce al ácido cianoformico, que se convierte en CO2 y HCN
(Grossmann, 1996). Esta vía parece ser la principal fuente de cianuro endógeno en muchas
especies; El cianuro derivado de la biosíntesis de C2H4 parece estar implicado en el
desarrollo de necrosis tisular tras la respuesta hipersensible en plantas. HCN es un agente
fitotóxico fuerte y puede inhibir varias clases diferentes de metaloenzimas.
Muchas de las enzimas sensibles al cianuro están implicadas en la protección contra el estrés
oxidativo, incluyendo CAT, SOD y POX. La capacidad del HCN para imitar la acción del etileno en la
inducción de la respiración climatérica en los frutos (Solomos y Laties, 1974) condujo a la hipótesis
de que el cianuro es un regulador positivo de la síntesis de etileno, particularmente en los tejidos
climatéricos (Pirrung y Brauman, 1987). En el climaterio de la respiración, el exceso de cianuro
producido en concomitancia con el etileno puede ser eliminado por la respiración insensible al
cianuro, que puede actuar como mecanismo protector (Lelievre, Latche et al., 1997). La
desintoxicación de HCN en plantas superiores está bajo el control de -cyanoalanina sintasa (β-CAS,
EC 4.4.1.9), una enzima localizada principalmente en las mitocondrias. La eliminación del HCN
fuera de estos organelos es probablemente menos eficiente, y las enzimas altamente sensibles al
cianuro como Cu / Zn / SOD, CAT y rubisco pueden ser inactivadas (Grossmann, 1996)
Almacenamiento postcosecha
Baja temperatura.
Por lo general, se aplican temperaturas bajas a las frutas y hortalizas para aumentar su
capacidad de almacenamiento, aunque con frecuencia en algunas especies el
tratamiento puede dar como resultado una mayor tasa de biosíntesis de etileno
(Larrigaudiere et al., 1997; Lelievre, Latche et al. Las peras de invierno necesitan un
tratamiento en frío después de la cosecha para la inducción de la producción y
maduración autocatalíticas de etileno (Ludford, 1995; Lelievre, Latche et al., 1997). En la
cultivar Passe Crassane, la exposición a condiciones de enfriamiento induce una
acumulación de transcritos de ACO y ACS y de proteína ACO, todos los cuales son
requeridos para la explosión y maduración autocatalítica de etileno (Lelievre, Latche et
al., 1997). Sin exposición refrigerante, el etileno exógeno es incapaz de inducir la
expresión del gen de la ACS (Lelievre, Tichit et al., 1997). Los diferentes mecanismos
están representados por frutas sin necesidad de refrigeración, como las manzanas y el
kiwi. Las bajas temperaturas en este caso pueden promover una maduración más
sincrónica y homogénea y acelerar la competencia para la síntesis de etileno
autocatalítica (Ludford, 1995; Lelievre, Latche et al., 1997) Muchas frutas y hortalizas de
origen tropical y subtropical son particularmente propensas a los daños por
refrigeración causados por el almacenamiento sin congelación a baja temperatura (Ben-
Amor et al., 1999). La rápida disminución de la temperatura muy de diez resultados en
una refrigeración inducida OS con un aumento de los niveles de H2O2 celular y la
posterior estimulación de la actividad de las enzimas antioxidantes (Prasad et al., 1994;
Morita et al., 1999). El enfriamiento induce un estrés oxidativo en los tejidos vegetales
sometidos a bajas temperaturas (Prasad et al., 1994, Alscher et al., 1997, Levine, 1999),
con modificaciones en la fluidez de la membrana (Murata y Los, 1997), fugas de
electrones (Prasad, 1996), y la inducción de actividades de POX y IAA oxidasa (Omran,
1980). El estrés a temperatura fría también induce la acumulación de ARNm LOX (Porta
et al., 1999). El modelo emergente para la lesión por enfriamiento comienza a partir de
una modificación de la permeabilidad de la membrana debido al estrés oxidativo con
posterior peroxidación lipídica de la membrana, seguida de una cascada de reacciones
bioquímicas que conducen a la muerte celular y al deterioro tisular (Ben-Amor et al. En
los melones cantaloupe transgénicos, la inhibición de la biosíntesis de etileno mediante
la acción de un gen ACO antisentido puede prevenir esta lesión por enfriamiento
principalmente a través de un deterioro reducido y dependiente del enfriamiento de la
membrana (Ben-Amor et al., 1999). Otros factores que están asociados con la tolerancia
al enfriamiento de frutas son una mayor actividad en las enzimas antioxidantes, como
CAT, SOD y POX, y una disminución de la producción de metabolitos de estrés como el
etanol y el acetaldehído (AcA). Por el contrario, en los frutos silvestres C2H4 es
responsable, en asociación con bajas temperaturas, de disfunción metabólica con la
acumulación de etanol y AcA en los tejidos, un aumento en el deterioro de la membrana
y una reducción de la capacidad de los tejidos para eliminar ROS causada por una
Disminución en la actividad de POX, CAT y SOD. La tolerancia al enfriamiento parece
atribuirse principalmente a la actividad de CAT: de hecho, la sobreexpresión de CAT en
frutos da como resultado una mayor resistencia al enfriamiento (Ben-Amor et al., 1999).
En el melón cantalupo que expresa un gen ACO antisentido, la actividad de CAT
aumenta continuamente durante el almacenamiento a baja temperatura mientras que
disminuye de manera constante en frutas de tipo salvaje sensibles al enfriamiento. El
estrés de metales pesados también puede inducir un aumento en la actividad de CAT en
respuesta a una producción de AOS mejorada (Weckx et al., 1993).
Alta temperatura.
El choque térmico (HS) puede producir OS en las células vegetales (Bowler et al., 1992), y la
acumulación de H2O2 durante el tratamiento se informó recientemente (Foyer et al., 1997). Un
rápido aumento de temperatura de tan sólo 10 ° C provoca un cambio dramático en la síntesis de
proteínas de una célula. Esta síntesis de proteína de choque térmico (HSP) es común a todos los
organismos vivos y muchas clases diferentes de HSP son inducidas por el tratamiento (Guy, 1999).
Entre ellos un papel central en la detección de la rápida subida de la temperatura es desempeñado
por HSP70s. La respuesta fisiológica de las células y los órganos al tratamiento a alta temperatura
se relaciona principalmente con pequeñas HSP, -cristalina, que representan la principal familia de
HSP inducida por el estrés por calor en las plantas. Se han utilizado tratamientos de temperatura
relativamente alta en frutas y hortalizas después de la cosecha y antes del almacenamiento
en frío para, por ejemplo, reducir la sensibilidad, retardar la maduración y controlar los
niveles patogénicos (Sabelat et al., 1997) 1998). La técnica se basa en la modificación
fisiológica y metabólica inducida en los cultivos por tratamiento a alta temperatura. Se ha
demostrado que la conversión de ACC a etileno se inhibe cuando la temperatura alcanza
35ºC o más (Yu et al., 1980). En fruta de tomate, los transcritos de ACO HSP y los niveles
de proteína se reducen después de tres días a 38ºC (Lurie et al., 1996). Los tratamientos con
HS disminuyen la producción de etileno y reducen la lesión por enfriamiento en el posterior
almacenamiento a baja temperatura en pepino (Ben-Amor et al., 1999). Los tomates verdes
maduros mantenidos a 38 ° C se pueden transferir a 2 ° C durante varias semanas sin
desarrollar síntomas de lesión por enfriamiento, y el tratamiento a alta temperatura induce
la síntesis de HSPs pequeñas en tomates (Kadyrzhanova et al., 1998; Sabehat Et al., 1998).
Parece existir una estrecha correlación entre la expresión de la HSP y la tolerancia al
enfriamiento, apoyando un papel para las HSPs en la protección contra la lesión por
enfriamiento (Sabehat et al., 1998). Este vínculo entre el tratamiento HS y las HSP, que
resulta en una tolerancia inducida por enfriamiento, es presentado por cultivos hortícolas
tales como aguacate, pepino, pimiento y tomate, lo que sugiere que esta tolerancia cruzada
puede ser representativa de una respuesta general.
Sin embargo, a niveles más altos, el CO _ {2} actúa como un inhibidor competitivo de la acción del
etileno, desplazando la hormona al nivel del sitio de unión al receptor, e impide la fase
autocatalítica (Gorny y Kader, 1996; Lelievre, Latche et al. De hecho, a niveles de CO2 de 5 por
ciento o más de inducción de ACS y ACO actividades se reduce. Los efectos de diferentes niveles
de CO2 se evaluaron mediante ensayos de actividad de ACO in vivo que trabajaban con discos de
kiwis suministrados con ACC (Rothan y Nicolas, 1994). A partir de los datos experimentales se
observó que cuando la concentración de ACC era superior a 55 M, altos niveles de CO2
estimularían la síntesis de C2H4, mientras que en ACC por debajo de este valor, altos niveles de
CO2 inhibirían la síntesis de C2H4. Por lo tanto, el efecto del CO2 en la estimulación o inhibición de
la síntesis de C2H4 está estrictamente relacionado con el contenido de tejido ACC interno (John,
1997). Los niveles elevados de CO2 (combinados o no con niveles reducidos de O2) impiden la
biosíntesis de etileno de una manera dual, directamente mediante la reducción de la capacidad
catalítica de ACO para convertir ACC a C2H4 e indirectamente bloqueando la regulación de los
genes que codifican ACS y ACO (Gorny y Kader , 1996). Sin embargo, el principal efecto de las
atmósferas de O2 y / o CO2 elevadas en la biosíntesis de C2H4 impedida es retrasar y suprimir la
expresión de ACS a nivel transcripcional y reducir la abundancia de proteína ACO activa. Los
niveles extremadamente altos de CO2 (80 por ciento), combinados con 20 por ciento de O2
Y altas temperaturas (de habitación), tienen un efecto oxidativo en el pepino, que se considera el
estrés por CO2 (Mathooko et al., 1998, 1999). El dióxido de carbono estimula la producción de
etileno a través de la mejora de las actividades ACS y ACO. La utilización de diferentes inhibidores
como la cordicepina, un inhibidor a nivel de transcripción; Cicloheximida, a nivel de traducción;
Dibucaína y 6-dimetilaminopurina, ambos inhibidores de proteínas quinasas; Y la cantharidina, un
inhibidor de las fosfatasas, demuestra que aunque la inducción de ACS y ACO requiere síntesis de
proteínas de novo, no requiere nueva síntesis de ARNm (Mathooko et al., 1998). Además, los
experimentos han demostrado que la fosforilación de proteínas y la desfosforilación están
implicadas en la cascada de señalización de dióxido de carbono que conduce a la inducción de ACS
y no de ACO (Mathooko et al., 1998). Esta fosforilación reversible de la proteína, aunque
regulando la biosíntesis de etileno inducida por el estrés de CO2 en la mayoría de los casos, parece
tener, en condiciones de estrés fuertes, poco o ningún papel en la mediación del estrés de CO2
que conduce a la acumulación de transcripciones de ACS (Mathooko et al., 1999) . De hecho, la
transcripción de genes ACS puede no ser el único factor que regula la producción de ACC, y
mecanismos de regulación a nivel posttranscripcional pueden ser igualmente importantes. Esta
condición ocurre cuando la acumulación de transcripciones de ACS no está correlacionada con la
producción de etileno y / o actividad de ACS. El aumento de la actividad de ACS y acumulación de
ACC en fruta de pepino bajo estrés de CO2, que conduce al aumento de la producción de etileno,
Sin embargo, a niveles más altos, el CO _ {2} actúa como un inhibidor competitivo de la
acción del etileno, desplazando la hormona al nivel del sitio de unión al receptor, e impide
la fase autocatalítica (Gorny y Kader, 1996; Lelievre, Latche et al. De hecho, a niveles de
CO2 de 5 por ciento o más de inducción de ACS y ACO actividades se reduce. Los efectos
de diferentes niveles de CO2 se evaluaron mediante ensayos de actividad de ACO in vivo
que trabajaban con discos de kiwis suministrados con ACC (Rothan y Nicolas, 1994). A
partir de los datos experimentales se observó que cuando la concentración de ACC era
superior a 55 M, altos niveles de CO2 estimularían la síntesis de C2H4, mientras que en
ACC por debajo de este valor, altos niveles de CO2 inhibirían la síntesis de C2H4. Por lo
tanto, el efecto del CO2 en la estimulación o inhibición de la síntesis de C2H4 está
estrictamente relacionado con el contenido de tejido ACC interno (John, 1997). Los niveles
elevados de CO2 (combinados o no con niveles reducidos de O2) impiden la biosíntesis de
etileno de una manera dual, directamente mediante la reducción de la capacidad catalítica
de ACO para convertir ACC a C2H4 e indirectamente bloqueando la regulación de los
genes que codifican ACS y ACO (Gorny y Kader , 1996). Sin embargo, el principal efecto
de las atmósferas de O2 y / o CO2 elevadas en la biosíntesis de C2H4 impedida es retrasar
y suprimir la expresión de ACS a nivel transcripcional y reducir la abundancia de proteína
ACO activa. Los niveles extremadamente altos de CO2 (80 por ciento), combinados con 20
por ciento de O2 son principalmente el resultado de una acumulación de las transcripciones
para el gen CS-ACS1, un gen de respuesta primaria que es insensible a la inhibición de la
síntesis de proteínas pero sensible a la herida. Los efectos del O2 y del CO2 no sólo están
relacionados con el etileno y las vías respiratorias, sino que también afectan a otros
procesos metabólicos, influyendo en gran medida en la calidad de las frutas y hortalizas.
Entre estos procesos se encuentra el metabolismo de pigmentos, compuestos fenólicos y
compuestos volátiles. La degradación de la clorofila es un proceso deseable para muchas
frutas climatéricas, pero debe evitarse en las verduras (Beaudry, 1999). Parece probable que
el bajo O2 y el CO2 elevado puedan controlar la pérdida de clorofila en muchos tejidos
verdes que actúan al nivel de la percepción de C2H4. La acumulación de pigmentos
marrones en las superficies mecánicamente sometidas a estrés de muchas frutas y verduras
puede ser retardada por la reducción de los niveles de O2. Los pigmentos marrones se
forman principalmente como resultado de la acción de la polifenoloxidasa (PPO) sobre los
compuestos fenólicos de las plantas, con la formación de productos de oxidación que
reaccionan sucesivamente entre sí y con aminoácidos y proteínas para formar estos
pigmentos. La formación de ésteres volátiles que contribuyen a los aromas en muchas
frutas también se reduce fuertemente debido a la baja concentración de O2 que actúa tanto
en la inhibición de la acción de C2H4 como en los procesos oxidativos, incluyendo la
respiración (Beaudry, 1999; Wang y Dilley, 2000a, b). El acetaldehído (AcA) y el etanol
son dos productos de la respiración anaeróbica en las frutas. Se acumulan durante la
maduración y son capaces de retardar la senescencia e inhibir la producción de etileno en
las plantas (Pesis et al., 1998). El acetaldehído inhibe el ablandamiento de los frutos en los
melocotones y la actividad de la poligalacturonasa en el tomate, mientras que en las uvas
puede inhibir la producción de etileno con o sin adición de ACC (Beaulieu et al., 1997,
1998). El tratamiento con vapor de acetaldehído inhibe el ablandamiento del aguacate, al
igual que el bajo tratamiento con O2 o el vapor de etanol (Pesis et al., 1998). Se ha
demostrado que AcA es el agente responsable de la inhibición de la maduración inducida
por etanol en tomates (Beaulieu et al., 1997). Es bien sabido, de hecho, que EtOH actúa a
través de AcA. Usando un inhibidor específico de alcohol deshidrogenasa (ADH), 4-metil-
pirazol, se ha demostrado que AcA es el agente activo que induce el efecto de EtOH. En el
fruto de aguacate, el vapor de AcA inhibe la actividad de ACO tanto in vivo como in vitro,
probablemente por interacción con los residuos de lisina de la enzima. En el tomate y la
manzana, concentraciones bajas en vapor de acetaldehído, en presencia de ascorbato y O2,
pueden estimular la escisión no enzimática del CAC con la producción de C2H4 por
oxidación directa o dependiente de ascorbato de ACC (Beaulieu et al., 1998). Otro producto
de la respiración anaeróbica en el brócoli es el metanotiol, que también puede ser generado
por los tejidos interrumpidos del repollo (Toivonen, 1997). El metanotiol puede inhibir las
actividades de citocromo c oxidasa y CAT tanto en sistemas in vivo como in vitro; La
disminución de la actividad de la CAT resulta en una mayor susceptibilidad de los tejidos al
SO, aunque altos niveles de CO 2 pueden inhibir la producción de esta molécula.