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A a las urnas una vez más
pocos días de la elección
general se entrecruzan las
cuestiones de la macro y la
micropolítica. En lo inmediato, to-
das las propuestas buscan mejo-
rar la performance de las prima-
rias abiertas, simultáneas y obli-
gatorias del 14 de abril, cada cual
desde estructuras militantes, pla-
taformas de expectativas y dispo-
sitivos publicitarios notoriamente
desiguales, con el agregado de que
quienes desarrollan funciones de
gobierno, también usufructúan a
su favor espacios político-institu-
cionales.
Los resultados, grosso modo, pa-
recen haber circunscripto la dispu-
ta por la Gobernación a Creer En-
tre Ríos (392.065 votos) y Cambie-
mos (226.223 sufragios), con una
diferencia de 165.762 apoyos que,
en condiciones normales, confor-
me la experiencia previa y en fun-
ción de la evolución del contexto,
luce indescontable. Huelga decir-
lo, pero se hace política –en algu-
na medida– para cambiar la histo-
ria. Y ahí radica seguramente la ex-
pectativa de la dupla Atilio Bene-
detti- Gustavo Hein.
Dicho sea de paso, el actual in-
tendente de Basavilbaso ha apare-
cido menos en los spots, acaso an-
te la sugerencia de enfocar la estra-
tegia del frente electoral en la ca-
beza de fórmula. De lo que no hay
dudas es que la presencia de refe-
rentes nacionales (Elisa Carrió, Luis
Brandoni, Rogelio Frigerio) ha sido
otra apuesta de la principal fuerza
opositora en la provincia. Las visi-
tas, en principio, han generado un
material de comunicación que le
PROFESIONALES
El detrás de escena de ir
Mientras los candidatos y fuerzas ajustan detalles para las últimas jornadas de la
campaña electoral, la propia dinámica va dejando al descubierto aspectos que ayudan a
diagnosticar mejor el verdadero estado de salud del sistema político entrerriano.
A pocos días de la elección general se entrecruzan las cuestiones de la macro y la micropolítica.
ha permitido a Cambiemos circu- co, es harina de otro costal.
lar por la red de medios tradicio- La dupla integrada por Gustavo
nales y no tradicionales, en base Bordet y Laura Stratta –pero sobre
a una propuesta de bajo costo. Si, todo quien va por la reelección–
en la necesidad de provincializar la ha aprovechado la agenda guber-
discusión, sirve o no y cuánto, si su- namental para desplegar una dis-
ma o le resta autoridad que vengan cursividad proselitista, tal como ha
a pedir el voto por Benedetti en lu- hecho en Paraná el intendente Ser-
gar de que el candidato construya gio Varisco y quien aspira a despla-
por su cuenta ese espacio simbóli- zarlo, Adán Bahl, desde su lugar de
vicegobernador.
En ese forcejeo por ocupar el
centro del ring en las agendas me-
diáticas y en las redes no quedan
claramente delimitados los ámbi-
tos institucionales y electorales, ni
las fuentes de financiamiento que,
en el caso de las acciones de gobier-
no, son sostenidas con impuestos y
tasas de los contribuyentes.
Al mismo tiempo, por efecto de
la insistencia, con estos desplie-
gues se ayuda a consolidar la idea
de que no hay nada relevante por
fuera de esa disputa de gigantes.
Puede que sea difícil de regu-
lar, pero debería hacerse un inten-
to serio, no simplemente declara-
tivo, porque el aprovechamiento
proselitista de los espacios guber-
namentales es un factor de distor-
sión grande.
Por fuera de estos detalles, la
tercera fuerza, según los números
globales de las PASO, fue el Parti-
do Socialista que –en medio de una
disputa interna– alcanzó a contar
16.630 boletas, lo que representa el
10% de la diferencia entre Creer En-
tre Ríos y Cambiemos para la cate-
goría de gobernador y vice.
No se deja de advertir que exis-
te una polarización. Pero el pano-
rama en relación a la conveniencia
de reglamentar mejor las prácticas
Paraná, lunes 3 de junio de 2019
proselitistas desde los gobiernos
no debe ser visto sino desde el de-
recho de los electores a acceder a
la más completa información que
le permita tomar decisiones me-
jor meditadas.
MÁS VOCES. Este, sin duda es uno
de los aspectos clave que debe con-
tener una reforma política inte-
gral, lo que por otra parte se pre-
cisa con urgencia: que los gobier-
nos no puedan hacer uso y abuso
de los espacios institucionales le-
gitimados ni saquen provecho ar-
bitrario de la consecución de las
gestiones del gobierno, pero a la
vez que el Estado –por su respon-
sabilidad ante la sociedad políti-
ca– vele para que todas las expre-
siones ajustadas a los protocolos
establecidos, cuenten con un mí-
nimo espacio en los medios para
que difundan diagnósticos y pro-
puestas y hagan conocer sus candi-
datos. Se trata de una garantía ciu-
dadana fundamental para poder
ejercer más plenamente el dere-
cho al voto universal, igual, secre-
to, libre y obligatorio. Téngase en
cuenta que tampoco se extenderá
gratuitamente a cualquiera la dis-
pensa porque, ya se sabe, hay un
trámite con una buena cantidad
de etapas para ser reconocido co-
mo partido o frente y como ofer-
ta electoral.
Lejos de las declaraciones de ri-
gor que se producen luego de cada
elección, hay un hecho que habla a
las claras de que hay un vínculo res-
quebrajado entre ciudadanos y re-
presentantes. Podemos repasar al-
gunos de esos indicadores. Según
datos oficiales, el soleado domin-
go 14 de abril concurrió a cumplir
con su obligación el 75,10% de los
electores habilitados, que es co-
mo decir que uno de cada cuatro
resolvió no ir a votar pese a que la
ausencia injustificada está penada
por ley, con multa incluida.
Para tomar una dimensión, los
268.955 ciudadanos que debien-
do ir desistieron son un poco me-
nos que la cantidad total de elec-
tores del departamento Paraná
(302.774) y una pizca más que los
habilitados a votar en los departa-
mentos Concordia y Gualeguayc-
hú (238.005). Es un valor altamente
significativo, en un contexto en el
que la provincialización de la elec-
ción se supone que debió poner en
el tapete nombres, problemáticas
y propuestas cercanas para las co-
munidades.
Si el voto en blanco se conside-
ra un gesto de insatisfacción an-
te la oferta electoral, debe decirse
entonces que para la categoría de
gobernador y vice (se especula con
que es la que concita el mayor inte-
rés) 125.772 optaron por esa forma
de manifestación, algo por deba-
jo del total de los electores del se-
gundo departamento en densidad
demográfica, Concordia, cuyo pa-
drón abarca a 141.180 individuos.
En buen romance, las cifras in-
dican que uno de cada cinco de los
fueron a votar lo hicieron en blan-
co, es decir, prefirieron no apoyar a
ninguna de las seis propuestas (dos
de ellas eran por el Socialismo).
Juntos, ausentes y votos en blan-
co, sumaron 413.459, cuando Creer
Entre Ríos se ha mostrado dichoso
y agradecido con los 373.314 sufra-
gios obtenidos y Cambiemos con-
sideró que era posible incremen-
tar en la General los 227.274 apo-
yos cosechados.
En fin, mientras la propaganda
del día después suele mirar ciertos
números y los expone de una ma-
nera que invisibiliza las reacciones
refractarias hacia la política institu-
cionalizada de amplias franjas de
la ciudadanía, es conveniente que
se adviertan estas expresiones so-
ciales de notoria reticencia y que
se busque responder qué respon-
sabilidad tienen en este fenóme-
no ciertas picardías jurídicas que
tienden a cerrarle el paso a las fuer-
zas chicas y, con ellas, ningunean
las agendas emergentes y los lide-
razgos sociales que las sustentan.
LOS PISOS. La posibilidad más
concreta de que un partido o fren-
te chico se incorpore a la política
institucional en la provincia es en
la Cámara de Diputados. La otra
cámara legislativa es algo así co-
mo un tesoro prohibido para aque-
llos que buscan hacerse un lugar
desde abajo. De hecho, lo habitual
es que para resolver quiénes re-
presentarán a cada departamen-
to en la de Senadores las expresio-
nes mayoritarias impongan su cri-
terio y poderío. Ha habido casos
extraordinarios, es cierto, sorpre-
sas que han roto el designio bipar-
tidario que parece reinar; pero son
excepciones.