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INTRODUCCION
Tenemos la impresión de estar utilizando siempre la escritura, pero ¿cuántas veces nos hemos
parado a reflexionar sobre su verdadero papel en la enseñanza? ¿Cuántas veces la hemos
trabajado de forma aislada?
Escribir no significa hacer una redacción o una composición como se ha venido creyendo
tradicionalmente, tampoco tomar nota de lo que el profesor explica en clase de forma oral, ni
por supuesto, responder por escrito de forma mecánica a un ejercicio. Escribir siempre implica
decir algo y para ello hay que tener un conocimiento previo de aquello que queremos decir.
¿Qué debo hacer? Debo tener clara la actividad que debo realizar, qué tipo de texto
escribir, extensión, cómo se debe presentar y bajo qué parámetros, tema, enfoque,
fuentes, etc.
¿Qué escribo? En este punto, ya debo pensar en el tema y postura (idea) sobre el tema.
Debo planear cómo será elaborado mi texto y con base en qué. Debo proyectar muy
bien, si lo que quiero escribir se puede sustentar o, por el contrario, es imposible de
hacerlo, ya porque no hay información, o por falta de tiempo, o demás. Aquí se debe
tener en cuenta: Tipología textual, propósito del texto y audiencia.
2.- Delimitación del tema.- ¿Cómo saber sobre qué escribir?, consiste en especificar
exactamente acerca de qué aspecto de un asunto de interés se quiere escribir.
Como característica esencial se requiere de precisión.
Los temas más generales serán descartados por o sólo abordables
panorámicamente, esto significa que debe especificarse exactamente el aspecto del
tema que se quiere redactar .Plantear en primer lugar la extensión que tendrá el
texto y que nivel de detalle se tratará en el tema. Será más extenso cuando se trate
con profundidad
3.- Recopilación de las ideas, definiendo las ideas del texto: Una vez delimitado el
tema se recopilan las ideas centrales que aparecerán en el texto, de acuerdo a la
extensión y profundidad del contenido .Definir bien las ideas principales y
secundarias del texto, para conseguirlas se pueden usar muchos métodos, los más
usados son:
3.1.-El método de preguntas y respuestas: Consiste en plantear preguntas
importantes respecto al tema escogido, para ser respondidas
3.2.- El método, lluvia de ideas: Consiste en anotar en una hoja todas las ideas que
se nos venga a la mente acerca del tema elegido, luego se selecciona las más
relevantes.
4.- Organización de las ideas.-No basta con determinar las ideas centrales, sino hay
que precisar el orden en que aparecerán y en las relaciones de jerarquía que se
presentarán, se organizará en un esquema que viene a ser una especie de esqueleto
del texto que se redactará, esto permite que la redacción del texto sea de manera
fluida. El esquema debe reflejar tanto el contenido cómo la disposición gráfica de la
información en forma ordenada y jerarquizada.
5.- Elaboración del texto (redacción).- Considerar la estructura básica: Apertura,
desarrollo y cierre, Hay textos que no cuentan con estas partes, generalmente los
que son breves, el Autor omite: apertura y cierre y se centra en el desarrollo de las
ideas.
Según el tipo de texto el contenido de las tres partes variará,
Generalmente son las tres partes: Introducción, desarrollo y conclusión, esta
estructura facilita el trabajo tanto del autor como del lector.
La apertura.-llamada introducción, es el inicio que usualmente consiste en la
presentación general del tema que se va a tratar a continuación, además sintetiza
los contenido que permitirá al lector conocer de qué se va a hablar, también sirve
para llamar la atención del lector.
El desarrollo.- Aparece después de la introducción, es el momento de exponer
ordenadamente la información en párrafos o unidades informativas, cada párrafo
sólo debe tener una idea principal y las secundarias necesarias, seguir un orden
lógico con claridad y precisión, coherencia y cohesión de acuerdo a la profundidad
que se le conceda al tema.
6.-La Revisión: Una vez que se ha elaborado la primera versión del texto es preciso
corregirlo cuantas veces sea necesario hasta que quede un texto coherente, claro y
ordenado.
El empleo de analogías
Las analogías son una forma de proveer tales experiencias. Las analogías implican
una comparación explícita entre un contenido familiar llamado vehículo y un
contenido nuevo denominado tópico
Las analogías pueden clasificarse en tres categorías: estructurales, funcionales y
mixtas.
Estructurales: cuando el vehículo y el tópico tienen el mismo aspecto físico o están
construidas similarmente. Por ejemplo, la comparación de la célula con una fábrica.
Funcionales: el tópico y el vehículo tienen funciones similares. Ejemplo: la
retroalimentación funciona como lo hace un termostato. En el termostato se fija la
temperatura y entonces se produce calor. Cuando la temperatura del recipiente
alcanza la temperatura indicada, se suspende el calor.
Mixtas: combina las relaciones estructurales y funcionales.
En los textos la mayoría de las analogías son funcionales, pocas son estructurales.
Las analogías mixtas son todavía menos. Se ha encontrado que cuando más difícil
y/o abstracto es el contenido, tanto mayor es el uso de analogías funcionales,
mientras que cuanto más fácil y concreto es el contenido, tanto mayor es el uso de
analogías estructurales.