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CARACTERISTICAS DE LA GLIA

Las células de sostén del SNC se agrupan bajo el nombre de neuroglia o células gliales ("pegamento neural"). Son 5 a 10
veces más abundantes que las propias neuronas.
Las células de la Neuroglia, en su mayoría, derivan del ectodermo (la microglia deriva del mesodermo) y son
fundamentales en el desarrollo normal de la neurona, ya que se ha visto que un cultivo de células nerviosas no crece en
ausencia de células gliales.

A pesar de ser consideradas básicamente células de sostén del tejido nervioso, existe una dependencia funcional muy
importante entre neuronas y células gliales. De hecho, las neuroglias cumplen un rol fundamental durante el desarrollo
del sistema nervioso, ya que ellas son el sustrato físico para la migración neuronal. También tienen una importante
función trófica y metabólica activa, permitiendo la comunicación e integración de las redes neurales.

Cada neurona presenta un recubrimiento glial complementario a sus interacciones con otras neuronas, de manera que
sólo se rompe el entramado glial para dar paso a las sinapsis. De este modo, las células gliales parecen tener un rol
fundamental en la comunicación neural.
Las células gliales son el origen más común de tumores cerebrales (gliomas).

Algunas funciones de la Neuroglia:


- Estructura de soporte del encéfalo (dan la resistencia).
- Separan y aíslan grupos neuronales entre sí.
- Tamponan y mantienen la concentración de potasio en el líquido extracelular.
- Retiran Neurotrasmisores liberados en sinapsis.
- Guían a las neuronas durante el desarrollo del cerebro.
- Forman parte de la Barrera hematoencefálica, la cual está formada por ellas y el endotelio de los capilares
encefálicos, y constituye una barrera que selecciona el paso de sustancias entre el SN y la sangre.
- Algunas participan en la nutrición de la neurona.
- Participan en procesos de reparación del Sistema Nervioso.

TIPOS DE CÉLULAS DE LA GLIA

Existen tres tipos principales de células gliales: Astrocitos, Oligodendrocitos y Microglia.


(Imagen adaptada de Texto y Atlas de Anatomía Prometheus, volumen 3)

MACROGLIAS:
Se denomina Macroglias al grupo de células de glia, constituido por los Astrocitos y los Oligodendrocitos.

- ASTROCITOS:
Son las neuroglias más grandes, su forma es estrellada. Se caracterizan por tener en su pericarion gran cantidad de
haces de filamentos intermedios compuestos de proteína ácida fibrilar glial (PAFG). Existen dos tipos especializados:
Astrocitos tipo I o Protoplasmático:
Se encuentran principalmente en la sustancia gris del SNC.
Tienen forma estrellada, citoplasma abundante, un núcleo grande y muchas prolongaciones muy ramificadas que
suelen extenderse hasta las paredes de los vasos sanguíneos en forma de pedicelos. De esta manera, los astrocitos tipo
I participan en la regulación de las uniones estrechas de las células endoteliales de los capilares y vénulas que
conforman la barrera hematoencefálica.
Los astrocitos más superficiales emiten prolongaciones con pedicelos hasta contactar con la piamadre encefálica y
medular, lo que origina la membrana pial-glial.
Astrocitos tipo II o Fibroso:
Emiten prolongaciones que toman contacto con la superficie axonal de los nodos de Ranvier de axones mielínicos, y
suelen encapsular las sinapsis químicas. Por tal conformación, es posible que se encarguen de confinar los
neurotransmisores a la hendidura sináptica y eliminen el exceso de neurotransmisor mediante pinocitosis.

Funciones a destacar de los astrocitos en el SNC:


- Forman parte de la barrera hematoencefálica que protege al SNC de cambios bruscos en la concentración de iones del
líquido extracelular y de otras moléculas que pudiesen interferir en la función neural. Parecen influir en la generación
de uniones estrechas entre las células endoteliales.
- Eliminan el K+, glutamato y GABA del espacio extracelular.
- Son importantes almacenes de glucógeno y su función es esencial debido a la incapacidad de las neuronas de
almacenar moléculas energéticas; realizan glucogenólisis al ser inducidos por norepinefrina o VIP.
- Conservan los neurotransmisores dentro de las hendiduras sinápticas y eliminan su exceso.

- Oligodendrocitos:
Su cuerpo celular es pequeño y el citoplasma es muy denso (son una de las células más electrón-densas del SNC); es
rico en RER, polirribosomas libres, complejo de Golgi, mitocondrias y microtúbulos. El núcleo es esférico y más
pequeño que el de los astrocitos.
Presentan menor cantidad de prolongaciones y menos ramificadas que los astrocitos.
Los oligodendrocitos interfasciculares son las células responsables de la producción y mantenimiento de la mielina
en los axones del SNC. Se disponen en columnas entre los axones de la sustancia blanca.
Las prolongaciones tienen forma de lengua, y cada una de ellas se enrolla alrededor de un axón originando un
segmento internodal de mielina. Por tanto, un oligodendrocito puede originar segmentos internodales de varios axones
a la vez, a diferencia de las células de Schwann. Al igual que en el SNP, la vaina de mielina está interrumpida por los
nodos de Ranvier.
A diferencia de como ocurre en la célula de Schwann, un oligodendrocito no puede moverse en espiral alrededor de
cada axón que mieliniza; lo más probable es que las prolongaciones se enrollen alrededor de los axones cercanos hasta
formar la vaina de mielina.

En conclusión:
La mielina del SNC es producto del movimiento centrípeto de las prolongaciones oligodendríticas entre el axoplasma y
la cara interna de la mielina en formación.
La mielina del SNP es producto del movimiento centrífugo de la célula de Schwann alrededor de la superficie externa de
la mielina en formación.
Los oligodendrocitos satélites se encuentran en la sustancia gris y se asocian fuertemente a los somas, sin saber el
tipo de unión ni la finalidad de ella.

- Células de Schawn: Forman Mielina en el S.N.P.


- Células Capsulares o Satélites: Rodean las neuronas en los Ganglios Periféricos

MICROGLIAS:
Están dispersas en todo el SNC, y se encuentran pequeñas cantidades en condiciones normales. Son de origen
mesodérmico
Son células pequeñas y aún más oscuras que los oligodendrocitos. Su núcleo es denso, tienen escaso citoplasma y
prolongaciones retorcidas de corto alcance con pequeñas espinas.
En las zonas de lesión, las microglias se dividen, aumentan de tamaño y adquieren facultades fagocitarias.
Su función es eliminar las células dañadas y la mielina alterada. Se consideran parte del sistema fagocítico
mononuclear.

Las células gliales (conocidas también genéricamente como glía o neuroglía) son células nodriza del sistema
nervioso que desempeñan, de forma principal, la función de soporte de las neuronas; intervienen activamente,
además, en el procesamiento cerebral de la información en el organismo.

Las células gliales controlan, fundamentalmente, el microambiente celular en lo que respecta a la composición
iónica, los niveles de neurotransmisores y el suministro de citoquinas y otros factores de crecimiento.

La proporción de neuronas y de células gliales en el cerebro varía entre las diferentes especies (aprox. 10:1 en la
mosca doméstica, 1:1 en el cocodrilo y 1:10 en el hombre).

La palabra glía deriva del griego bizantino γλία, cuyo significado era "liga", "unión" o, también, «pegamento».1
Función
La glía cumple funciones de sostén y nutrición (en el sistema nervioso no existe tejido conjuntivo). Estas células
han seguido un desarrollo filogénico y ontogénico diferente al de las neuronas. Debido a que son menos
diferenciadas que las neuronas, conservan la capacidad mitótica y son las que se encargan de la reparación y
regeneración de las lesiones del sistema nervioso.

Son, igualmente, fundamentales en el desarrollo de las redes neuronales desde las fases embrionales, pues
desempeñan el papel de guía y control de las migraciones neuronales en las primeras fases de desarrollo;
asimismo, establecen la regulación bioquímica del crecimiento y desarrollo de los axones y dendritas.

También, son las encargadas de servir de aislante en los tejidos nerviosos, al conformar las vainas de mielina que
protegen y aíslan los axones de las neuronas.

Mantienen las condiciones homeostáticas (oxígeno y nutrientes) y regulan las funciones metabólicas del tejido
nervioso, además de proteger físicamente las neuronas del resto de tejidos y de posibles elementos patógenos, al
conformar la barrera hematoencefálica.

Aunque por mucho tiempo se consideró a las células gliales como elementos pasivos en la actividad nerviosa,
trabajos recientes demuestran que son participantes activas de la transmisión sináptica, actuando como reguladoras
de los neurotransmisores (liberando factores como ATP y sus propios neurotransmisores. Además, las células
gliales parecen conformar redes “paralelas” con conexiones sinápticas propias (no neuronales)[1].

[editar] La glía reactiva

En cuanto se produce un daño en el sistema nervioso, la glía reacciona cambiando su estado normal al de glía
reactiva, precediendo por lo general la activación microglia a la astroglial. La reactividad glial tiene inicialmente
como objeto el reparar daños y normalizar niveles de nutrimentos y neurotransmisores; sin embargo, termina por
generar lesiones secundarias que pueden llegar a cronificar la patología: provoca muerte neuronal secundaria,
ampliando la zona lesionada hasta el punto de verse afectados grupos neuronales que habían quedado intactos
hasta el momento.

La glía reactiva presenta, externamente, células de mayor tamaño que cuando están en reposo y que expresan más
filamentos intermedios.

El proceso de reactividad glial implica el reclutamiento y coactivación de células inmunitarias procedentes de la


sangre.

Clasificación
Clasificación topográfica

Según su ubicación dentro del sistema nervioso, podemos clasificar a las células gliales en dos grandes grupos:

Glía central
Se encuentra en el Sistema Nervioso Central - SNC (cerebro, cerebelo, tronco cerebral y médula espinal):

 Astrocitos
 Oligodendrocitos
 Microglía
 Células Ependimarias

Glía periférica

Se encuentra en el Sistema Nervioso Periférico - SNP, (ganglios nerviosos, nervios y terminaciones nerviosas):

 Células de Schwann
 Células capsulares
 Células de Müller

Clasificación morfo-funcional

Por su morfología o función, entre las células gliales se distinguen las células macrogliales (astrocitos,
oligodendrocitos y células ependimarias) y las células microgliales (entre el 10 y el 15% de la glía).

Microglía

Las células microgliales se encargan de controlar el tejido normal, para lo cual reciben señales de las neuronas que
las mantienen en estado de reposo. Son los principales elementos inmunocompetentes y fagocíticos residentes en
el sistema nervioso central: participan en la conservación de la homeostasis (detectan microrroturas de la barrera
hematoencefálica hasta el nivel de pequeños vasos sanguíneos) y en la retirada de restos celulares; también reparan
y limitan el daño tisular.

Representan a los macrófagos del sistema nervioso central (SNC). Son parte del sistema inmunitario. Están
inactivas en el SNC normal, pero en caso de inflamación o de daño, la microglía digiere (fagocita) los restos de las
neuronas muertas.

Está implicada en muchas patologías neurológicas, como el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple, la
demencia asociada al sida o a la respuesta al trauma en el sistema nervioso central.

Fueron descritas por vez primera por F. Robertson y Franz Nissl como staebchenzellen, esto es, células alargadas.
Pío del Río Hortega las diferenció de las otras células gliales y les dio su nombre actual.

Macroglía

Componentes del SNC

 Astrocitos:

Los astrocitos son las principales y más numerosas células gliales, sobre todo en los organismos más
evolucionados. Se trata de células de linaje neuroectodérmico2 que asumen un elevado número de funciones clave
para la realización de la actividad nerviosa. Derivan de las células encargadas de dirigir la migración de
precursores durante el desarrollo (glía radial) y se originan en las primera etapas del desarrollo del sistema
nervioso central.

Se encargan de aspectos básicos para el mantenimiento de la función neuronal, entrelazándose alrededor de la


neurona para formar una red de sostén, y actuando así como una barrera filtradora entre la sangre y la neurona.
Cuando existe destrucción neuronal (por ejemplo, tras sufrir un accidente cerebro-vascular), también actúan como
liberadores del factor de crecimiento nervioso que, a modo de abono biológico, facilita la regeneración de las
conexiones neuronales.

Artículo principal: Astrocito.

 Oligodendrocitos (oligodendroglía)

Los oligodendrocitos o en conjunto oligodendroglía son más pequeños que los astrocitos y tienen pocas
prolongaciones. Además de la función de sostén y unión, se encargan de formar la vaina de mielina que envuelve
los axones neuronales en el sistema nervioso central.

 Células ependimarias (ependimocitos)

Las células del epitelio ependimario (epéndimocitos, tanicitos) revisten los ventrículos del encéfalo y del conducto
ependimario de la médula espinal que contienen al líquido cefaloraquídeo (LCR).

Los tanicitos son células de contacto entre el tercer ventrículo del cerebro y la eminencia media
hipotalámica. Su función no es bien conocida, y se les ha atribuido un papel de transporte de sustancias
entre el LCR del tercer ventrículo y el sistema porta hipofisiario. Pueden considerarse una variedad
especializada de células ependimarias.

Las células del epitelio coroídeo producen líquido cefalorraquídeo (LCR), a nivel de los plexos coroídeos, en los
ventrículos cerebrales.

 Células de Müller

Representan el principal componente glial de la retina en los vertebrados. Se relacionan con el desarrollo,
organización y función de la retina. Puede que tengan algo que ver con el crecimiento del ojo y que intervengan en
la modulación del procesamiento de la información en las neuronas circundantes. Sin embargo, estudios recientes
realizados en la Universidad de Leipzig (Alemania) han revelado que las células de Müller cumplen importantes
funciones en la retina relacionados con la luz. Éstas actuarían a modo de "filtro" de la luz que incide sobre el ojo,
de modo que a la retina llegaría una imagen más nítida de la que entraría si ésta tuviera que atravesar las distintas
capas retinales. Pese a que este descubrimiento no tiene más aplicación que romper el antiguo dogma de la visión
en los seres vivos, puede que tenga utilidad al momento de tratar la ceguera.

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