Está en la página 1de 2

El surgimiento de la agricultura y la monopolización de la agricultura

Hace aproximadamente 10.000 años, cuando en una organización cooperativa del trabajo por
parte de las comunidades indígenas, las mujeres escondían las semillas de los alimentos debajo de
la tierra para que los hombres, después de llegar de la caza, no se las comieran, empezaron a
brotar diversamente, se expandieron por el mundo y se convirtieron en la base central de la
alimentación. Esto dio fruto a múltiples formas de subsistencia, al nacimiento de diferentes
culturas, rituales, tipos de alimentos, etc. Sin embargo, con el derecho de propiedad intelectual
sobre las semillas en la mitad del siglo XX, los Estados Unidos impulsó la economía agrícola al
servicio de la industria, pues les entregó a unos pocos propietarios de medios de producción el
control sobre la agricultura del país. Llegó con ello una de las revoluciones del siglo, la revolución
verde, que propuso agregar químicos a los cultivos para que mejoraran su producción, dejando
por fuera a algunas semillas como la soja o el maíz por ser “poco rentables económicamente”. Se
hace, posteriormente, un registro de cada semilla que se vaya a cultivar. Todo esto ha producido
grandes protestas campesinas en los países que ha hecho presión sobre el orden capitalista, pues
ha sido una invasión a sus propias cualidades humanas, la relación directa con la naturaleza. La
poca producción y el despojo de sus tierras ha provocado que población rural se retire hacia la
urbanidad para una mejor oportunidad en el trabajo.

El deterioro de la atmósfera y calentamiento global

El calentamiento del planeta es un problema real, y es, propio de nuestra humanidad


característica, empezar a actuar para cambiar este panorama, pues está causando una crisis
climática que nos afectan a todos. Es entonces necesario para revolucionar los hábitos
contemporáneos que crean el daño en el ecosistema, crear conciencia sobre la población mundial
ante esta situación.

La capa de ozono, que absorbe casi la totalidad de los rayos ultravioleta, se está desgastando y
cada vez más permite la penetración de estos rayos perjudiciales para la salud humana, y que
afecta a prácticamente toda la vida terrestre. Las razones por las cuales la capa se desgasta son
múltiples y requieren un abordaje previo.

La madre de todas las emisiones de gases invernadero que afectan la atmosfera es el Sistema
Agroindustrial de Producción de Alimentos, pues se realizan en él diferentes labores o actividades
que generan sustancias perjudiciales para la atmósfera. Estas son:

- Deforestación: Para la disposición de zonas aptas para la producción capitalista, es


necesario prescindir de amplios lugares portadores de árboles; se produce, pues, a talarlos
y quemarlos, lo que ocasiona una emisión de Co2 que se expande por los aires y afecta a la
degradación de la atmósfera. Provoca entre el 15% y el 18% de la producción de gases.
- Producción Agroindustrial: La maquinaria que es necesaria para el trabajo de los campos,
requiere del combustible para ser accionadas, lo que produce la quema de combustibles
fósiles; además, los cultivos requieren de sustancias fertilizantes para garantizar el
crecimiento potenciado de los mismos, lo que genera más gasto de combustible para su
elaboración. No contento con ello, su utilización, además, genera N2O que también
contribuye al desgaste de la atmósfera. El aporte de esta esfera económica al desgaste de
la atmósfera es del 11% al 15%.
- Transporte: El sistema de alimentos capitalista, requiere de transporte que transite el
consumo por grandes distancias, lo que conlleva un gasto de combustible. Su afectación a
la atmósfera está entre el 5% y 6% de la producción de gases de efecto invernadero.
- Procesamiento: La transformación de alimentos para el consumo humano,
empaquetados, procesados y conservados en las grandes fábricas, consume enormes
cantidades de energía, provocando así más gases de efecto invernadero. Se estima que
entre un 8% al 10% contribuyen a esta emisión de gases.
- Refrigeración: El gasto de energía para la conservación de estos alimentos, emite entre un
2% a 4% de gases de invernadero.
- Desecho: Mas o menos la mitad de alimentos producidos en la industria, son desechados
por la carencia de ventas para el mismo, pues el objetivo capitalista no es realizar
altruismo con el pueblo, sino generar la mayor cantidad de ganancias posible, por lo que,
al no recibir la suficiente demanda, genera pérdidas que se tienen que solventar
rápidamente, y esa producción superflua de alimentos son una carga para el mercado.
Estos desechos se pudren en los grandes montones y producen gases de efecto
invernadero. Gran parte de los desechos provienen de este sistema alimenticio moderno,
y produce del 3% al 4% de las emisiones de gas invernadero.

Algunas propuestas para detener este acontecimiento

- La labor campesina en este problema es crucial para su mejoramiento: la purificación de


los suelos que ha despojado la industria moderna puede volver si se cambian las
condiciones de producción, pues la relación entre los cultivos y el mejoramiento del
ecosistema tiene relación directa con el campo cosechado. Esto es posible retomando las
prácticas que los campesinos tenían en el pasado, sin depender de las máquinas.

- Eliminación de los químicos en la fertilidad de la tierra.


- Reducir las distancias que recorre el transporte de los alimentos y priorizar el consumo de
alimentos frescos. Esta es la lucha más difícil de todas.
- Restituir las tierras a los campesinos para reducir los latifundios y las mega granjas (que
necesitan de maquinarias pesadas para su mantenimiento). Los monocultivos impuestos
se dividen según la región alrededor del mundo, dependiendo de su rentabilidad; los
principales cultivos son: soja, caña de azúcar, palma aceitera y canola. Hoy en día la
mayoría de los pequeños productores campesinos están produciendo en una pequeña
parcela, pues las grandes extensiones de tierra son de propiedad capitalista; volvemos
pues, a una división de parcelas como se manejaban en el sistema feudal. El retomamiento
de las prácticas campesinas antiguas es la mejor solución para ayudar al medio ambiente.
- La promoción de falsos proyectos amigables con el medio ambiente es lo que hay que
eliminar, pues no se trata de adaptar la agricultura a la economía industrial, sino de
promover prácticas que antiguamente funcionaban y no contaminaban, y eliminar el
pensamiento de la mayor generación de ingresos, pues con esto solo se está logrando
acabar con nuestro propio ecosistema.

También podría gustarte