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EL NIÑO Y LA SEGREGACIÓN

Revista Logogrifo n° VI
1998
IADA
INFANCIA, ADOLESCENCIA Y DISCURSO ANALÍTICO

Comité de redacción:
-Ruth Hernández Boscán
-María Antonieta Izaguirre

¿De qué trata el texto?

-“Psicoanálisis con niñxs y adolescentes”


-Texto dedicado a la problemática de la segregación siguiendo la orientación del Campo
Freudiano.

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“La pulsión (inch) es un concepto desarrollado por Freud. Se asemeja al instinto, de hecho ha
sido traducida por Vallesteros como instinto pero no lo es, el instinto se aplica a los seres de
la naturaleza . Los sujetos, los hablanteseres como nis define Lacan, no somos del orden de
la naturaleza y aunque nuestro equipamiento (hardware) sí lo sea, nuestro funcionamiento no
lo es; es el orden de lo simbólico basado en la palabra o en la imagen. Decía que Lacan
afirmó que somos hablanteseres, es decir seres que hablan, que están constituidos por el
lenguaje y éste conjuntamente con la Ley, otro concepto desarrollado por Lacan, produce un
cprte que nos separa del mundo natural. Este corte ejercido por la palabra, por el lenguaje, y
por la Ley, esa forma particular de ordenamiento que genera la cultura, produce una división
que nos hace pasar del instinto a la pulsión. Valga decir, por ejemplo, que nuestrahambre no
se sacia con cualquier alimento, como en el caso de los animales que se sacian con el
primero de los alimentos del que disponen, en nuestro caso, a uno le provoca comor “algo”;
no cualquier cosa sino algo en particular, de la misma manera uno no forma pareja con
cualquiera sino con “alguien” que desea”. (Pág. 4)
“La particular ligadura de la palabra y la Ley en los hablanteseres produce un corte que
genera sujetos quienes, lejos del orden de la naturaleza son sujetos del lenguaje, están en
falta, desean “algo”. Permanentemente, aunque de modo inconsciente, están en la caza de
“algo” que no saben qué es. Ese algo que no se sabe qué es, fue llamado por Lacan el objeto
a, ese objeto que no sabemos (incosciente) qué es pero que nos moviliza ya que la pulsión
está continuamente en su búsqueda para saciarse. La tensión generada por la pulsión, en
tanto que fuerza no liberada, en la búsqueda del objeto a es lo que se conoce como goce;
fue lo que Freud llamó: Malestar en la Cultura”. (Pág. 4).

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