La Psicología ha tomado el concepto de la simbiosis para aludir el tipo de relación que
se establece entre individuos que han entablado un vínculo de codependencia. Un tipo de simbiosis necesaria y natural para la supervivencia de los seres humanos es la que entablan madre e hijo durante los primeros meses de vida del bebé. En este tipo de relación, el hijo depende casi exclusivamente de la madre (o de quien tome su lugar) para asegurar su supervivencia en términos de alimentación, cuidados, movilidad, etc. Lo normal es que esta simbiosis se prolongue durante los primeros cinco meses de vida del niño, pero a partir de allí es necesario que vaya ocurriendo una gradual separación que permita la diferenciación y desarrollo independiente a nivel psíquico del niño. Ejemplo: Un caso habitual es el modelo doctor-enfermo.
Uno de los dos en la pareja hace de médico: prescribe medicamentos y cambios en los hábitos, los supervisa, y los corrige si ve desviaciones.
El enfermo se limita a pedir su medicamento, tomarlo o tratar de burlar al médico, seguir
las órdenes y supervisiones, y seguir estando enfermo para poder disfrutar de este trato, a poder ser de por vida.