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Proyecto
La palabra 'proyecto' tiene varios significados. Procede del latín proiectus, que deriva
del verbo proicere, formado por pro-('hacia delante') y iacere ('lanzar'). De un modo
genérico, un proyecto es un plan que se desarrolla para realizar alguna cosa. Un proyecto
puede ser un pensamiento, una idea, una intención o propósito de realizar algo y también
puede ser algo más concreto, como un documento con indicaciones para realizar algo. Por
otra parte, Jose Vaquiro (2009) define proyecto como:
Viabilidad comercial
Técnica
De gestión
De impacto ambiental
Financiera.
Estos generan información para adelantar el ciclo del proyecto y constituyen la fuente
básica para cualquier tipo de sistematización que apoye la toma de decisiones con respecto
al proyecto. Como podemos ver, son varios los estudios o pasos que forman parte de la
formulación y evaluación de un proyecto, sin desconocer que la mayor atención en el
estudio de una inversión, se centra en la viabilidad económica o financiera, y toma el resto
de las variables únicamente como referencia, sin embargo, cada una de estas variables son
elementos que de una u otra forma, determinan que se concrete o no un proyecto.
Por otra parte, el estudio legal, es aquel que busca determinar la viabilidad de un
proyecto a la luz de las normas que lo rigen en cuanto a la localización, utilización de
productos, subproductos y patentes. También toma en cuenta la legislación laboral y su
impacto a nivel de sistemas de contratación, prestaciones sociales y demás obligaciones
laborales.
Cabe destacar que, el estudio administrativo consiste en determinar los aspectos
organizativos que deberá considerar una nueva empresa o un proyecto, para su
establecimiento tales como su planeación estratégica, su estructura organizacional, sus
aspectos legales, fiscales, laborales, el establecimiento de las fuentes y métodos de
reclutamiento, el proceso de selección y la inducción que se dará a los nuevos empleados
necesarios para su habilitación.
Los criterios a definir en la evaluación del proyecto pueden ser múltiples y diversos.
En buena medida se definirán en función de la naturaleza del proyecto, los objetivos y las
acciones. En la evaluación de todo proyecto es necesario desde el diseño definir los
indicadores que serán utilizados para medir e identificar los avances de las actividades
programadas y su contribución al alcance de las metas y objetivos propuestos. Sin embargo,
en términos generales podríamos mencionar algunos de los criterios más considerados en la
evaluación de proyectos:
La evaluación tiene que ser realizada por personas con capacidad analítica, buen juicio e
iniciativa, con conocimiento de la temática, comprometidas con las finalidades del
proyecto, con criterios de validez, confiabilidad y utilidad que permita:
• Partir del reconocimiento e internalización de que el objetivo está orientado hacia el
mejoramiento y perfeccionamiento del sistema que se trate o de una parte de este según sea
el caso.
• Ser permanente, es decir desarrollada en forma continua, y no constituye únicamente la
etapa final del proceso.
• Responder a una planeación previa.
• Ser real, es decir que los juicios que se emiten se basan en la observación de situaciones
reales y no en suposiciones, deducciones o tendencias personales de quien la realiza, con
criterios de validez y confiabilidad.
• Identificar los factores o situaciones que propician o dificultan el cumplimiento de los
propósitos y objetivos del proyecto.
• Que sus resultados reflejen lo propuesto en el objetivo.
• Implica nuevas actitudes frente a las situaciones identificadas.
• Conlleva un proceso de retroalimentación. • Ser permanente, es decir desarrollada en
forma continua, y no constituye únicamente la etapa final del proceso.
• Responder a una planeación previa.
• Ser real, es decir que los juicios que se emiten se basan en la observación de situaciones
reales y no en suposiciones, deducciones o tendencias personales de quien la realiza, con
criterios de validez y confiabilidad.
• Identificar los factores o situaciones que propician o dificultan el cumplimiento de los
propósitos y objetivos del proyecto.
• Que sus resultados reflejen lo propuesto en el objetivo.
• Implica nuevas actitudes frente a las situaciones identificadas.
• Conlleva un proceso de retroalimentación.
Por otra parte, cabe destacar que el estudio de viabilidad, busca identificar la
probabilidad de que una o más soluciones satisfagan los requisitos de negocio establecidos
aplicando claridad a la toma de decisiones. Durante el estudio de viabilidad, se llevan a
cabo una variedad de métodos de evaluación, hasta dar con una solución confirmada para
su implementación.
1. Inicio: implica las tareas de definición del proyecto, que consisten en acotar su alcance
y realizar los procedimientos necesarios a nivel administrativo para abrir el proyecto de
forma oficial dentro de la compañía.
2. Planificación: consiste en establecer las acciones que se llevarán a cabo durante el
proyecto y su calendarización en el tiempo, así como los objetivos que se pretenden
conseguir y los recursos de los que se dispone, tanto humanos como materiales. Lo más
común es realizar una matriz en la que para cada acción que hay que realizar se
establece un responsable y una fecha en la que dicha acción debe estar finalizada. De
esta manera, durante la siguiente etapa de ejecución se puede realizar el seguimiento del
proyecto de forma sencilla.
3. Ejecución y monitorización: una vez el proyecto está planificado, la ejecución consiste
en que cada miembro del equipo tomará la matriz definida y realizará las tareas que le
han sido asignadas. La misión del gestor aquí es doble; por un lado vigilar que la
planificación se cumple con la mayor precisión posible, tanto en tiempo como en
esfuerzo (para que no aumenten los costes), por otro, coordinar al equipo y facilitar la
solución a los problemas que vayan surgiendo al equipo para desatascar posibles cuellos
de botella. Como gestor, irás realizando modificaciones en tu planificación para
reajustarla, adelantándote a los riesgos y comunicando el estado del proyecto a tus
interlocutores (jefes y clientes).
4. Seguimiento y control: Esta fase comprende los procesos necesarios para realizar el
seguimiento, revisión y monitorización del progreso de proyecto. Se concibe como el
medio de detectar desviaciones con la máxima premura posible, para poder identificar
las áreas en las que puede ser requerido un cambio en la planificación. La etapa de
seguimiento y control se encuentra naturalmente asociada a la de ejecución, de la que
no puede concebirse de forma separada, aunque por su importancia y valor crítico para
el proyecto, en esta guía se trata de manera independiente.
5. Cierre del proyecto: esta fase es meramente administrativa pero muy importante.
Implica concluir oficialmente el proyecto, de manera que todos los implicados
entienden que las tareas planificadas se han ejecutado y se puede realizar una
valoración final del éxito del proyecto.
Tipos de Proyectos
Cuando se habla de proyecto siempre es necesario especificar algo más que permita
encuadrar el área o sector donde sus competencias se desarrollarán. Existen muchos tipos
de proyectos, pero los más comunes son:
* Según el sector:
Proyectos de construcción.
Proyectos de energía.
Proyectos de minería.
Proyectos de transformación.
Proyectos de medio ambiente.
Proyectos industriales.
Proyectos de servicios.
* Según el ámbito:
Proyectos de ingeniería.
Proyectos económicos.
Proyectos fiscales.
Proyectos legales.
Proyectos médicos.
Proyectos matemáticos.
Proyectos artísticos.
Proyectos literarios.
Proyectos tecnológicos.
Proyectos informáticos.
* Según su orientación:
Proyectos productivos.
Proyectos educativos.
Proyectos sociales.
Proyectos comunitarios:
Proyectos de investigación.
a) Análisis Costo Beneficio: consiste en comparar los costos con los beneficios económicos
del proyecto. Si éstos son mayores que los costos, existe una primera indicación de que
el proyecto debería ser, en principio, aprobado. Un requisito básico es que los costos y
beneficios sean expresados en unidades monetarias, por lo tanto, es una metodología
adecuada para el análisis de proyectos que tienen fines productivos. En el caso de los
proyectos sociales, los beneficios difícilmente pueden expresarse en moneda, por lo que
la utilización del análisis de costo beneficio queda severamente limitada. Esta
metodología se utiliza casi exclusivamente en la etapa ex-ante, para tomar una decisión
respecto a la ejecución, rechazo o postergación de un proyecto.
b) Análisis del Costo Mínimo: compara los costos-monetarios (tanto en una evaluación ex-
ante como ex-post), con el nivel de producción y distribución de los bienes y servicios
que entrega el proyecto. El análisis del costo mínimo deja de lado el análisis de los
objetivos de impacto. Acepta que ellos derivan e una decisión política, y se dedica a
asegurar que los mismos sean alcanzados incurriendo en los costos mínimos. Se limita a
garantizar la eficiencia, pero nada dice respecto al impacto del proyecto. Éste se presume
igual en las distintas alternativas de intervención.
c) Análisis Costo-Impacto: compara, al igual que el análisis de costo mínimo, los costos
(monetarios) con el logro de los objetivos de impacto. El análisis de costo impacto, no se
restringe a considerar la eficiencia sino que también su impacto determinando en qué
medida el proyecto alcanzará (o ha alcanzado sus objetivos), qué cambio producirá (o ha
producido) en la población destinataria y cuáles son sus efectos secundarios. Este debe
ser aplicado tanto en la evaluación ex-ante como en la ex-post.
Las principal característica diferencial existente entre los proyectos sociales y los
productivo radica en su naturaleza u objetivo, ya que mientras el proyecto social busca
mejorar la cotidianeidad de la sociedad en su conjunto o, al menos, de los grupos sociales
más desfavorecidos, los productivos van a ir enfocados a empresas e individuos interesados
en alcanzar beneficios económicos, es de hacer notar que estos proyectos productivos
buscan generar rentabilidad económica y obtener ganancias en dinero; mientras los sociales
se encamina a satisfacer una necesidad básica de las personas, ya sea de educación, salud,
entre otras
Referencias