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Contents

Introducción.......................................................................................................................................3

INESTABILIDAD DEL POZO...................................................................................................................4

Esfuerzo mecánico.............................................................................................................................4

Interacciones químicas con el fluido de perforación..........................................................................4

Interacciones físicas con el fluido de perforación...............................................................................4

Deposición de la Lutita y Rocas Sedimentarias...................................................................................6

Química de Arcillas...........................................................................................................................14

Los Esfuerzos de la Tierra.............................................................................................................18

PRESIÓN DE SOBRECARGA...........................................................................................................19

PRESIÓN PORAL Y PRESIÓN INTERGRANULAR..............................................................................20

ORIENTACIÓN DE LOS ESFUERZOS................................................................................................21

FUERZAS TECTÓNICAS......................................................................................................................24

Rotura por Esfuerzo Mecánico.....................................................................................................25

ROTURA-FRACTURACIÓN CAUSADA POR LA TENSIÓN.................................................................25

ROTURA/COLAPSO CAUSADO POR LA COMPRESIÓN O FLUJO PLÁSTICO.....................................27

LUTITAS SOMETIDAS A ESFUERZOS..............................................................................................28

LUTITAS PRESURIZADAS................................................................................................................30

FLUJO PLÁSTICO...........................................................................................................................32

Interacciones Químicas....................................................................................................................33

LUTITA SENSIBLE AL AGUA............................................................................................................33

PRUEBA DE LA LUTITA..................................................................................................................37

DISOLUCIÓN DE LAS FORMACIONES SOLUBLES............................................................................39

Interacciones Físicas.........................................................................................................................39
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EROSIÓN.......................................................................................................................................40

HUMECTACIÓN, INVASIÓN DE FLUIDO Y TRANSMISIÓN DE PRESIÓN..........................................40

Análisis en el Pozo............................................................................................................................42

1. MONITOREAR Y ANALIZAR EL MECANISMO DE ROTURA..........................................................42

2. DETERMINAR Y ENTENDER EL MECANISMO DE ROTURA.........................................................44

3. MODELAR Y CONSIDERAR LOS CAMBIOS PROPUESTOS...........................................................44

Conclusiones:...................................................................................................................................47

Bibliografía:......................................................................................................................................48

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Introducción
Mantener un pozo estable es uno de los principales retos al perforar un pozo.
Los estudios indican que los sucesos imprevistos relacionados con la
inestabilidad del pozo representan más del 10% de los costos del pozo, con un
costo anual para la industria estimado en más de mil millones de dólares.

Prevenir la inestabilidad de las zonas con lutitas es muy importante para cada
fase de la industria de fluidos de perforación, desde los esfuerzos de
investigación y desarrollo hasta la implementación en el campo por el
ingeniero de lodos. Nuevas tecnologías están siendo desarrolladas y aplicadas
continuamente, mientras que las tecnologías anteriores son perfeccionadas.

INESTABILIDAD DEL POZO

La inestabilidad del pozo es causada por un cambio radical del esfuerzo


mecánico y de los ambientes químicos y físicos durante la perforación,
exponiendo la formación al lodo de perforación. Tal inestabilidad del pozo suele
ser indicada por lutitas derrumbables, resultando en ensanchamiento del pozo,
puentes y relleno.

Las consecuencias más comunes son la pegadura de la tubería, desviaciones


del pozo, dificultades relacionadas con los registros y su interpretación,

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dificultades en la recuperación de núcleos laterales, dificultades al meter la
tubería de revestimiento, cementaciones de mala calidad, y la pérdida de
circulación.
Todas éstas resultan en mayores costos, la posibilidad de perder parte del pozo
o el pozo entero, o una producción reducida.
La inestabilidad del pozo es causada por:

Esfuerzo mecánico.
• Rotura causada por la tensión – fracturación y pérdida de circulación
• Rotura causada por la compresión – fisuración y colapso o flujo plástico.
• Abrasión e impacto.

Interacciones químicas con el fluido de perforación.


• Hidratación, hinchamiento y dispersión de la lutita.
• Disolución de formaciones solubles.

Interacciones físicas con el fluido de perforación.


• Erosión
• Humectación a lo largo de fracturas preexistentes (lutita frágil).
• Invasión de fluido – transmisión de presión.

Es sumamente importante que el ingeniero de fluidos de perforación entienda


la inestabilidad de la lutita y del pozo para poder evaluar una situación con
habilidad y que ponga en práctica un plan de medidas remediadoras. Se
requiere un enfoque sistemático que integre varias disciplinas para evaluar y
remediar la inestabilidad del pozo. Es decir que la pericia de un ingeniero de
lodos no se limita a los fluidos de perforación. Se requiere un buen
conocimiento práctico de todos los aspectos de la operación, así como
antecedentes básicos en mecánica y geofísica, y química de agua y arcillas.
Varias causas posibles deben ser evaluadas para resolver la inestabilidad del
pozo.
Al evaluar estas condiciones interrelacionadas, será posible determinar el modo
de falla más probable y aplicar una respuesta apropiada para resolver o tolerar
la inestabilidad.

Se incluyen las siguientes condiciones mecánicas:


• Problemas de limpieza del pozo.
• Erosión del pozo.
• Daños causados por impactos físicos.
• Pesos del lodo y presiones porales.
• Presiones de surgencia y pistoneo.
• Esfuerzos del pozo.

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Las condiciones químicas también deben ser evaluadas, tal como:
• Reactividad de la formación quebradiza.
• Compatibilidad química del sistema de lodo.
• Posible disolución del material del pozo.

Con frecuencia, no hay ninguna solución simple y económica. En estos casos,


se debe usar una combinación de buenas prácticas de perforación, el sistema
de lodo “aceptable” más inhibidor y remedios sintomáticos para completar el
pozo. Aunque los sistemas base aceite y sintético proporcionen frecuentemente
un pozo más estable y resuelvan generalmente los problemas relacionados con
la lutita, es posible que su uso esté sometido a restricciones o que causen otros
problemas.
Varias restricciones pueden ser impuestas sobre los tipos de sistemas de lodo y
productos que pueden ser usados. Estas restricciones incluyen:

• La necesidad de obtener una evaluación de la formación específica


(núcleos alterados en grado mínimo o un registro en particular).
• Reglamentos locales sobre la salud, la seguridad y el medio ambiente
• Costo, logística y disponibilidad de los materiales.
• Otros problemas que son más importantes que las preocupaciones
relacionadas con la inestabilidad del pozo (por ej., pérdida de
circulación).

Antes de describir las causas individuales de la inestabilidad del pozo, es


importante revisar: (1) la deposición de la lutita y rocas sedimentarias, (2) la
química de arcillas, y (3) los esfuerzos in situ.

Deposición de la Lutita y Rocas Sedimentarias

Las rocas sedimentarias son materiales que se han depositado durante un


periodo geológico en una cuenca de deposición. Las rocas sedimentarias
pueden ser divididas en dos grupos principales: rocas clásticas y rocas no
clásticas. Las rocas sedimentarias no clásticas incluyen precipitados orgánicos
como el carbón y precipitados químicos con la sal. Por definición, las rocas
sedimentarias clásticas se componen principalmente de partículas que se
erosionaron de un sitio sobre la superficie de la tierra, fueron transportadas
hacia otro sitio y se depositaron como sedimentos. El agente de transporte
para las rocas sedimentarias clásticas puede ser el agua, el hielo, el viento o la
gravedad.
Las rocas sedimentarias clásticas también se clasifican según el tamaño de las
partículas que componen la roca.
Las clases de tamaño importantes de las partículas sedimentarias y los tipos de
roca correspondientes son: grava/conglomerado, arena/arenisca, limo/limolita y
arcilla/lutita.
La formación de una roca sedimentaria clástica puede ser dividida en dos fases
importantes: sedimentación y diagénesis.

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• La sedimentación es el proceso que ocurre en la superficie de la tierra
y permite que las partículas o los granos se acumulen en forma de sedimento
(ver la Figura 2 en el capítulo sobre Predicción de la Presión). Por ejemplo,
dentro de un grupo de partículas que están siendo transportadas por una
corriente de agua, cualquier disminución de la velocidad de la corriente
permite que las partículas más grandes de la población de partículas
transportadas se sedimenten.

A la larga, el flujo de una corriente o río dentro de una gran masa de agua
como un lago, una bahía o el océano, permitirá que todas las partículas
transportadas se sedimenten, con una acumulación de la fracción más gruesa
cerca de la desembocadura de la corriente, y la sedimentación de la fracción
más fina lejos de la desembocadura.

Típicamente, los ríos y las corrientes acarrean arena, limo y arcilla dentro de
cuencas sedimentarias. Los procesos sedimentarios tienden a clasificar estas
partículas de manera que la arena, el limo y la arcilla se depositen en tres
lugares distintos. Cuando la cuenca se llena, el nivel de agua en la cuenca
sedimentaria cambia o la ubicación de la desembocadura del río cambia, el
sitio de deposición de la arena, limo y arcilla puede cambiar. Estos cambios del
sitio de acumulación de los sedimentos de arena, limo y arcilla se producen con
el tiempo, y la sección vertical en cualquier sitio en particular refleja la historia
de deposición anterior en ese sitio, y puede componerse de capas de arena,
limo y arcilla. Como regla general, los procesos de sedimentación determinan
la granulometría del sedimento y ciertas características que pueden estar
presentes en el sedimento, tal como los planos de estratificación.

• La diagénesis abarca todos los procesos que modifican un sedimento


después de su deposición. Estos procesos incluyen la consolidación, disolución
de ciertos minerales, precipitación de otros minerales y cambios en la
composición de ciertos minerales. La diagénesis modifica los sedimentos de
arena, limo y arcilla en arenisca, limolita y lutita. La diagénesis comienza
inmediatamente después de la deposición del sedimento, ya que el peso de los
sedimentos depositados más recientemente comienza a consolidar y exprimir
el agua fuera del sedimento ubicado por debajo de la superficie de
sedimentación. La diagénesis continúa mientras que el sedimento queda cada
vez más enterrado y la temperatura causa cambios en ciertos minerales. El
agua exprimida de los sedimentos enterrados a mayor profundidad pasa a
través de ciertos minerales, causando la disolución de algunos y la
precipitación de otros. Muchas veces, los minerales precipitados en arena, limo
y lutita causan la aglomeración de los granos sedimentarios y actúan como un
agente de cementación, proporcionándole un carácter más rígido a la roca
sedimentaria. A medida que la diagénesis continúa con el tiempo, la
temperatura y la presión, los cambios del sedimento se hacen cada vez más
importantes, y pasan gradualmente a procesos metamórficos.

Es importante recordar que todas las rocas sedimentarias perforadas resultan


de procesos sedimentarios y de diagénesis.

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La lutita es la roca sedimentaria clástica que se compone principalmente de
partículas que están incluidas en la clase de tamaño de arcilla (tamaño medio
inferior a 4 micrones). Para entender la naturaleza de los sedimentos de arcilla
y la lutita, es importante comprender que el término “arcilla” tiene dos
definiciones. Una definición de la arcilla es una clase de tamaño de partículas
sedimentarias. La otra definición se refiere a una clase de minerales conocidos
como minerales arcillosos. Como regla general, los minerales arcillosos son
partículas que caen dentro de la clase de tamaño de arcilla, pero otros
minerales no arcillosos – tal como el cuarzo y el feldespato – también pueden
estar presentes en partículas lo suficientemente pequeñas para ser clasificados
como arcilla, desde el punto de vista de la granulometría. La arcilla es un
sedimento, y la lutita es una roca compuesta de partículas de tamaño de
arcilla.

En la perforación de petróleo y gas, la mayoría, pero no todas las formaciones


de arcilla o lutita perforadas se sedimentaron en una cuenca marina. Las
partículas que componen la lutita o arcilla se erosionaron inicialmente a partir
de una masa terrestre y fueron transportadas hacia la cuenca marina por ríos.
La naturaleza y la composición de las partículas que entran en la cuenca
sedimentaria dependen en cierta medida de la composición de la roca y de los
suelos erosionados en la masa terrestre que sirven de fuente para el
sedimento. La variabilidad del terreno en esas fuentes es una de las razones
por las cuales las lutitas pueden diferir entre las distintas cuencas
sedimentarias.

Por ejemplo, los suelos en climas templados suelen contener más minerales
arcillosos de esmectita que minerales arcillosos de kaolinita, y las partículas
sedimentarias que se erosionaron a partir de esos suelos de clima templado
contienen menos kaolinita que esmectita. En los suelos tropicales, más sílice se
ha lixiviado del suelo y los suelos suelen contener más kaolinita que esmectita.

La razón por la cual la arcilla se acumula en forma de sedimento y no en forma


de arena o limo está casi siempre relacionado con la velocidad de flujo del
agua que la suspende. En agua que está fluyendo con una velocidad o
turbulencia considerable, las partículas de tamaño de arcilla permanecen
suspendidas. En aguas tranquilas que no tienen prácticamente ninguna
velocidad de flujo o turbulencia, las partículas de sedimentarse y acumularse.
Estos ambientes de aguas tranquilas suelen ocurrir costafuera, por debajo de la
base de las olas (la base de las olas en la superficie del agua) y en bahías o
lagunas. Otros sitios no marinos de deposición de arcillas pueden incluir lagos y
lechos de creciente de los ríos.

Dos características de la sedimentación marina de las arcillas pueden ser


importantes: la floculación y la bioturbación. La floculación de las partículas de
tamaño de arcilla puede ocurrir cuando las arcillas dispersas que son
transportadas por un río de agua dulce entran en el ambiente marino salino.
Factores como la naturaleza y la cantidad de arcilla presente en el agua
determinarán si la floculación ocurre.

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Cuando la floculación ocurre, las partículas de tamaño de arcilla se agregan
formando una partícula más grande que puede sedimentarse más fácilmente
que la arcilla dispersa. El material arcilloso floculado suele sedimentarse con
grandes cantidades de partículas de tamaño de limo de cuarzo y feldespato.
Esto resulta en un sedimento de arcilla limosa que suele tener una estructura
permeable como “castillo de naipes”. Una consecuencia práctica de la
floculación es que la mayoría de los sedimentos marinos de arcilla y las
formaciones de lutita depositadas en ambientes marinos contienen grandes
cantidades de granos de cuarzo de tamaño de limo.

La bioturbación es la perturbación del sedimento por organismos que viven en


el sedimento. Los organismos, incluyendo los moluscos y gusanos, obtienen
nutrientes al digerir el sedimento. Esta bioturbación destruye o modifica la
textura original del sedimento, y en algunos casos, puede nodulizar el
sedimento. El sedimento nodulizado puede tener una permeabilidad más alta
que la arcilla que no ha sido nodulizada. Aunque la mayoría de las formaciones
de arcilla marina no estén nodulizadas, los procesos de bioturbación han
ocultado o destruido la estructura de estratificación laminada o fina de la
mayoría de los sedimentos de arcilla marina.
Un tipo de lutita que no ha sido bioturbado es la lutita carbonácea – lutita con
un alto contenido orgánico.

La lutita carbonácea se sedimentó sobre una superficie empobrecida en


oxígeno (como suele ocurrir en algunas lagunas) que impidió la oxidación del
material orgánico. Las lutitas carbonáceas están generalmente caracterizadas
por laminaciones y la lutita puede partirse fácilmente a lo largo de estas
laminaciones.

Los sedimentos de arcilla son alterados dramáticamente por la diagénesis. En


el fondo oceánico, los sedimentos de arcilla son frecuentemente llamados lodo
debido a la falta total de cohesión.
Durante las primeras etapas de consolidación, los sedimentos de arcilla se
vuelven un tanto más sólidos, pero siguen dispersándose fácilmente en agua o
lodo base agua. A medida de la consolidación básica continúa, las arcillas
pueden volverse menos permeables y pueden adquirir la capacidad de retener
la presión. La consolidación de los sedimentos de arcilla es uno de los
mecanismos para generar geopresiones. Cuando la profundidad de entierro y la
temperatura aumentan, los cambios mineralógicos comienzan a producirse en
las formaciones de arcilla. Elsedimento de arcilla puede guardar un carácter
plástico o de “gumbo” (pegajoso), o puede ser transformado en lutita más
rígida y frágil, y más cementada. Dos tipos de cambios mineralógicos
diagenéticos pueden alterar la naturaleza de los sedimentos de arcilla y de la
lutita:

(1) la transformación de los minerales arcillosos de esmectita en capas mixtas


de ilita-esmectita y (2) la precipitación de los cementos minerales.

La transformación de la esmectita en arcilla ilita-esmectita hace que los


minerales arcillosos contenidos en el sedimento de arcilla o la lutita sean
menos activos químicamente. Sobre un periodo geológico (de un millón de
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años o más), a temperaturas alrededor de 200ºF, por lo menos parte de la
arcilla esmectita en los sedimentos de arcilla se vuelve químicamente
inestable. Ésta se transforma en un mineral compuesto por capas mixtas de
ilita-esmectita.

Cuando las temperaturas exceden 200ºF y la edad geológica aumenta, estos


minerales de capas mixtas adquieren un carácter más ilítico. Las formaciones
de lutita geológicamente antiguas (Paleozoicas – más de 250 millones de años
de edad) casi nunca contienen cantidades considerables de arcilla esmectita.
Como regla general, la lutita más profunda, más caliente y más antigua es
menos reactiva químicamente que los sedimentos de arcilla más recientes,
menos profundos y más fríos.

Otro factor es la precipitación de los cementos minerales que le dan su


carácter rígido y frágil a la lutita. Algunas formaciones de lutita están
cementadas por cementos de carbonato como el carbonato de calcio o la
dolomita, y este cemento de carbonato les confiere tanto la resistencia como la
dureza mecánica. Sin embargo, la cementación con carbonato es mucho más
rara en la lutita que la cementación con sílice. El sílice, o SiO 2, es un producto
de la reacción de transformación de esmectita a ilita descrita anteriormente.
La cementación con sílice vuelve la lutita frágil. La cantidad de cementación
con sílice en la lutita puede variar. La cementación parcial de la lutita vuelve la
utita frágil pero débil, y posiblemente dispersable, mientras que mayores
cantidades de cementación con sílice pueden volver la lutita frágil pero con
tendencia al derrumbe. La capacidad que los fluidos o filtrados tienen para
penetrar dentro de formaciones de lutita cementadas parece constituir un
factor importante en lo que se refiere a la estabilidad de estas formaciones
cuando están expuestas a los fluidos de perforación.

Las formaciones que permiten la penetración de agua dentro de la lutita hacen


que los materiales arcillosos contenidos en la lutita desarrollen presiones de
hinchamiento que pueden romper la cementación que mantiene unida a la
lutita.

Los registros de lodo representan una fuente inestimable de información para


el ingeniero de lodo en el sitio, cuando éste procura reconstruir la secuencia
litológica de la formación que se estáperforando. Los reportes diarios de
registro proporcionan un desglose (hasta porcentajes matriciales) de cada
muestra tomada a una profundidad determinada. Estos registros de lodo
pueden ayudar a anticipar una formación problemática conocida y evaluar la
reactividad y estabilidad relativa de una formación en particular.

La Tabla 1 enumera los códigos geológicos y las descripciones estándar que se


usan en los reportes de registro de lodo, así como la granulometría de los tipos
de rocas sedimentarias en particular.

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Tabla 1: Tipos de rocas, códigos de registro de lodo y descripción.

La lutita, la arenisca y la caliza constituyen la inmensa mayoría de las rocas


sedimentarias, ya que un porcentaje muy pequeño se compone de otros tipos
de rocas. En la mayoría de las cuencas de petróleo y gas, la lutita constituye 50
a 75% de las rocas perforadas. Diferentes tipos de rocas tienen características
definidas y problemas relacionados con la perforación. La Tabla 2 enumera
algunas de las diferentes características de los tipos de rocas.

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Tabla 2: Características relativas de las rocas sedimentarias.

Química de Arcillas

Desde el punto de vista de la sedimentación, la arcilla se definía como un


término para describir el tamaño de las partículas, pero desde el punto de vista
químico y mineralógico, el término “arcilla” se refiere a minerales arcillosos
específicos. Estos minerales arcillosos son minerales cristalinos que tienen una
estructura estratificada de sílice y alúmina. Los minerales arcillosos comunes
encontrados en la lutita son la esmectita, la ilita, la clorita y la kaolinita. Estos
minerales existen como partículas cristalinas muy pequeñas que corresponden
al rango de tamaños de arcilla. El análisis de los tipos de minerales arcillosos

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presentes en una lutita puede ser realizado mediante las técnicas de Difracción
de Rayos X (XRD).

Los minerales arcillosos tienen la capacidad de adsorber agua y cationes en su


superficie. Como se mencionó anteriormente, los minerales arcillosos tienen un
pequeño tamaño de partículas y una estructura estratificada o laminar. Por
este motivo, los minerales arcillosos tienen una gran superficie específica
(superficie específica = superficie por gramo de material). La ilita, clorita y
kaolinita son cristales muy pequeños que adsorben agua y cationes en sus
superficies externas. Además de adsorber agua y cationes en las superficies
externas, la esmectita también adsorbe agua cationes en las superficies
ubicadas entre las capas de su estructura cristalina. La capacidad de adsorción
de agua de la esmectita es mucho más grande que la de otros minerales
arcillosos. La capacidad de adsorber agua, la capacidad de la arcilla de
intercambiar cationes y la superficie específica de la arcilla son atributos muy
relacionados entre sí que a veces son llamados propiedades coligativas de la
arcilla. Estas propiedades coligativas son básicamente medidas de la
reactividad de la arcilla.

Como la Capacidad de Intercambio Catiónico (CEC) es fácil de medir, se trata


de un método práctico para evaluar la reactividad de la arcilla o lutita. La CEC
de la arcilla seca se puede medir mediante una valoración de azul de metileno.
La unidad estándar para reportar la capacidad de intercambio catiónico de la
arcilla seca es miliequivalentes (meq) por 100 g de arcilla seca. Para medir la
capacidad de intercambio catiónico, se usa una solución de azul de metileno
0,01 N, de manera que el número de milímetros de solución de azul de
metileno requeridos para llegar al punto final sea igual a meq/100 g. El rango
de CEC para materiales minerales arcillosos puros está indicado en la siguiente
tabla:

La esmectita es claramente mucho más reactiva que otros materiales


minerales arcillosos. Las lutitas que contienen esmectita son las más sensibles
al agua y las más hidratables. Las lutitas que contienen otros minerales
arcillosos tienen una menor capacidad de hidratación, aunque puedan ser
sensibles al agua. La mayoría de las lutitas contienen varios tipos de arcillas en
cantidades variables. La reactividad de una lutita depende de los tipos y de las
cantidades de minerales arcillosos presentes en la lutita. Muchas veces, la CEC
constituye una mejor medida de la reactividad de la arcilla que el análisis
mineralógico deducido del análisis de difracción de rayos X (XRD).

Las estructuras cristalinas de la ilita y la esmectita son similares, con una


unidad repetida de tres capas compuesta de una capa de alúmina intercalada
entre dos capas de sílice. En la esmectita, hay una capa de iones adsorbidos y

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agua entre las unidades de tres capas formando el cristal. En la ilita, hay una
capa de iones potasio, pero no hay agua entre las unidades de tres capas.

Además, la ilita tiene una sustitución considerable de átomos de sílice por


átomos de aluminio en las capas de sílice, mientras que la esmectita no la
tiene. Los átomos de potasio en la estructura de ilita no son iones
intercambiables pero constituyen una parte fija de la estructura del cristal; sólo
los iones en las superficies externas de la ilita son intercambiables. En la
esmectita, los iones entre las capas son intercambiables y pueden componerse
de sodio, calcio, magnesio o potasio (nótese que la esmectita que intercambió
iones potasio es diferente de la ilita).

Como se mencionó en la discusión sobre la diagénesis, las arcillas esmectita e


ilita existen frecuentemente en forma de mineral de capas mixtas. En un
mineral de capas mixtas, algunas capas contienen iones intercambiables y
agua mientras que otras capas están “aplastadas”, con átomos de potasio
entre las capas. La mayoría de la esmectita e ilita presente en los sedimentos
marinos y las rocas sedimentarias son arcillas de capas mixtas. Muchos
“ancianos” y otras personas que se dedican a la perforación usan los términos
montmorillonita o bentonita en vez del término esmectita para describir la
arcilla que contiene agua en su estructura estratificada. Esta situación surge
porque los especialistas que estudian la arcilla han perfeccionado la
nomenclatura que se ha aplicado a los materiales arcillosos durante muchos
años, y siguen perfeccionando o redefiniendo los términos a medida que se
descubren nuevos detalles sobre la naturaleza de los materiales arcillosos.

Para facilitar el entendimiento de la nomenclatura, se ofrecen las siguientes


definiciones:

• Esmectita – un grupo de minerales arcillosos que tienen la estructura en


sandwich descrita anteriormente y contienen agua entre las capas de
aluminosilicato. Este grupo de minerales incluye la montmorillonita, la
hectorita, la saponita, la nontronita y otros minerales específicos.

• Ilita – un mineral arcilloso específico con una estructura principal de


aluminosilicato similar a la esmectita, pero sin agua entre las capas.

• Montmorillonita – un mineral común que corresponde al grupo de


minerales de esmectita.

• Bentonita – Geológicamente, la bentonita es una capa de ceniza volcánica


alterada. En el comercio, el término bentonita se refiere a la montmorillonita de
sodio explotada comercialmente que se utiliza como aditivo para el lodo de
perforación.

Los minerales arcillosos de clorita son similares a la arcilla ilita en lo que se


refiere a la reactividad. La clorita es un grupo de minerales arcillosos
específicos. En general, los minerales de clorita contienen una capa de alúmina
intercalada entre dos capas de sílice y una capa de magnesio u óxido de hierro.
La clorita no contiene agua entre las capas. Algunas rocas de lutita más
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antiguas que han sido sometidas a un alto grado de diagénesis sólo contienen
clorita e ilita como componentes arcillosos. La mayoría de estas lutitas son
relativamente no reactivas, pero algunas pueden hidratarse y derrumbarse.

La arcilla kaolinita es menos reactiva que otros minerales arcillosos. Su


estructura básica se compone de capas intercaladas de sílice y alúmina. El
tamaño cristalino de la kaolinita es típicamente más grande que el tamaño
cristalino de la esmectita o ilita, y tiene una superficie específica más
pequeña, una capacidad de intercambio catiónico más baja y una menor
capacidad de adsorber el agua. La arcilla kaolinita puede dispersarse en los
fluidos de perforación base agua.

Los tipos de arcilla presentes en una formación rocosa son analizados mediante
un análisis de difracción por rayos X. La XRD mide el espaciamiento entre los
planos de los átomos en una substancia cristalina. Para los tipos comunes de
arcilla, la siguiente tabla indica el espesor de las capas unitarias en Angstroms
(Å o 10-8 cm):

Cabe notar que el espesor de capa de las arcillas esmectita depende del tipo
de ion. Uno de los métodos clásicos usados para identificar la esmectita
cuando hay dudas sobre su existencia consiste en tratar la arcilla con
etilenglicol y determinar si el espaciamiento aumenta hasta 17 Å.

Los Esfuerzos de la Tierra

Es importante entender la relación entre los esfuerzos de la tierra para evaluar


la inestabilidad del pozo. La presión de sobrecarga, la presión poral y los
esfuerzos tectónicos, los cuales están descritos a continuación, contribuyen a
la inestabilidad que ocurre cuando se perfora un pozo en el ambiente
subsuperficial.

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PRESIÓN DE SOBRECARGA

La sobrecarga es el volumen y peso de todas las formaciones y todos los


fluidos ubicados encima de una formación determinada. El esfuerzo total
impuesto por la sobrecarga a la cual una formación subsuperficial está sujeta
se llama presión geostática, presión litostática o presión total de sobrecarga
(PO). Esta presión puede ser calculada de la siguiente manera:

Donde:
= Densidad aparente de los sedimentos
TVD = Profundidad Vertical Total

La presión de sobrecarga (PO) es igual a la presión total del peso de los


sedimentos (PS), más la presión del peso de los fluidos (P F) que existen encima
de una formación determinada y que deben ser soportados mecánicamente por
la formación, o sea

PO = PS + PF.

Para las unidades inglesas, la presión de sobrecarga puede ser calculada con la
siguiente ecuación:

PO (psi) = 0,052 x B (lb/gal) x TVD (pies)

Donde el factor de conversión de las unidades 0,052 es 12 pulg. /pie ÷ 231


pulg./gal.
Las relaciones entre la presión y la profundidad son comúnmente consideradas
en términos de
“gradiente”, el cual representa la presión dividida por la profundidad. El
gradiente de presión de sobrecarga (P OG) puede ser calculado de la siguiente
manera:

POG (psi/pies) = 0,052 x B (lb/gal)

Como las densidades aparentes de los sedimentos varían según la ubicación y


la profundidad debido a la compactación, se usa generalmente una densidad
aparente de 144 lb/pie3 (19,25 lb/gal o SG 2,3) de manera que el gradiente
geostático o de sobrecarga sea de 1 psi/pie (0,23 kg/cm 2/m).
Las densidades aparentes de los sedimentos pueden ser obtenidas con mayor
precisión a partir de los registros de densidad aparente. Los registros no están
siempre disponibles para esta información, pero los gradientes pueden ser
calculados. El gradiente geostático medio trazado en relación con la
profundidad para el Golfo de México es más próximo a 0,83 psi/pie (~16 lb/gal)
cerca de la superficie, y 1,0 psi/pie (~20 lb/gal) cerca de 20.000 pies. Si no se
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conoce el gradiente de sobrecarga, suponer que es de 1,0 psi/pie o usar el
valor conocido del pozo de referencia más cercano.

PRESIÓN PORAL Y PRESIÓN INTERGRANULAR

La roca soporta la presión de sobrecarga total de dos maneras. La primera es


mediante la presión intergranular (PI), un esfuerzo matricial debido a la fuerza
transmitida mediante el contacto mecánico de grano a grano. En segundo
lugar, cuando los sedimentos no están suficientemente compactados para
formar el contacto de grano a grano, la sobrecarga es soportada parcialmente
por la presión poral (PP), causando una presión anormal. La presión poral es la
presión de los fluidos de la formación (agua, petróleo y gas) que debe ser
balanceada con el peso del lodo. Por lo tanto, la presión de sobrecarga total es
igual a la suma de la presión intergranular y la presión poral, o sea P O= PI + PP .
De la misma manera que los gradientes de densidad varían debido a la
compactación, los gradientes de presión poral normal varían debido a la
salinidad de las aguas de la formación.

Para una salinidad y densidad determinada, la presión poral normal puede ser
calculada de la siguiente manera:
PP (psi) = 0,052 x densidad del fluido poral (lb/gal) x TVD (pies)

En general se considera que un gradiente de presión poral normal de 0,465


psi/pie. Cuando la presión poral es mayor que la presión hidrostática teórica
para una TVD determinada, la formación es anormal o geopresurizada. Las
condiciones de presión anormal resultan de algún tipo de sello geológico que
causa el entrampamiento de los fluidos y gases de la formación, impidiendo
que éstos se filtren hacia zonas menos profundas a medida que la masa de la
sobrecarga aumenta. Los sellos pueden componerse de lutitas densas, caliza,
dolomita, sal u otras formaciones impermeables.

Los tres tipos de presión – presión de sobrecarga, intergranular y poral –


presentan analogías con una torre de agua. La sobrecarga sería el peso total
que actúa sobre la base de la torre de agua, el peso del agua más el peso de la
torre propiamente dicha. La presión intergranular sería el peso de la estructura
que actúa a través de la armadura de la estructura. La presión poral sería la
presión hidrostática del agua.

ORIENTACIÓN DE LOS ESFUERZOS

La sobrecarga ejerce un esfuerzo vertical contra la formación, resultando en un


esfuerzo horizontal hacia afuera, según las propiedades mecánicas de la roca.
Los esfuerzos subsuperficiales se descomponen en la orientación (dirección) de
los planos tridimensionales de los tres esfuerzos principales, siendo cada uno
perpendicular a los otros (Figura 1). Estos son (1) el esfuerzo principal máximo
(MAX), (2) el esfuerzo principal intermedio ( INT) y (3) el esfuerzo principal
mínimo (MIN).
16
El gradiente de fractura es básicamente igual al esfuerzo principal mínimo. En
un ambiente no sometido a esfuerzos tectónicos, el esfuerzo máximo está
orientado en la dirección vertical ( Z), debido a la sobrecarga, y los esfuerzos
principales intermedio y mínimo (X y Y) están orientados en el plano
horizontal y son iguales.

Figura1. Orientación de los esfuerzos principales


Cuando se desvía un pozo de la vertical, estos esfuerzos tienden a hacer Que el
pozo sea menos estable y se requiere generalmente un mayor peso del lodo.
Para evaluar el esfuerzo en un pozo desviado, resulta útil descomponer los
esfuerzos principales en otra orientación, de manera que estén orientados
radial (R), tangencial (T) y axialmente (A) a la trayectoria del pozo.

Figura2. Orientación de los esfuerzos, pozos desviados

Utilizando esta orientación, la estabilidad mecánica de la formación puede ser


calculada para un conjunto determinado de condiciones, usando el programa
de computadora de M-I para los esfuerzos. De la manera ilustrada en la Figura
3, se puede trazar el efecto de la presión hidrostática sobre el esfuerzo
diferencial total (tangencial menos radial) de la roca. Se muestran varios
ángulos radiales alrededor del pozo, de un lado (a 0º) hasta el fondo (a 90º) y
luego hasta el otro lado (a 180º). Si el esfuerzo diferencial es inferior a la
17
resistencia a la tensión de la roca (indicada por un número negativo), se
producirá una rotura o fractura causada por la tensión. Si el peso del lodo es
inferior al gradiente de fractura, la fractura o rotura cesará cerca del pozo. Si el
peso del lodo excede el gradiente de fractura, se producirá una pérdida de
circulación. Si el esfuerzo diferencial es mayor que la resistencia a la
compresión de la roca, se producirá una fisuración y colapso del pozo o una
intrusión plástica (sal).

Figura3. Esfuerzo direccional, pozo desviado

Una vez terminado este análisis, se puede calcular un rango de pesos de lodo
seguros para la operación con diferentes ángulos de pozo y presiones porales,
a medida que se perfora el pozo.
La ventana de operación estable resultante para los pesos de lodo será
considerablemente más pequeña que cuando el pozo es vertical.

Figura 4: Rango estable de peso de lodo.

FUERZAS TECTÓNICAS

18
Los esfuerzos tectónicos son esfuerzos que deforman los materiales rocosos en
la naturaleza. El contacto regional y los movimientos de las placas de la
corteza de la tierra y otras fuerzas geológicas causan estos esfuerzos. Las
fuerzas tectónicas hacen que los dos esfuerzos horizontales tengan diferentes
valores.
Los plegamientos y las fallas resultan de los esfuerzos tectónicos. El esfuerzo
tectónico de compresión causará problemas debido a la compresión que causa
la fisuración de las rocas frágiles dentro del pozo o formaciones plásticas como
la sal, comprimiendo el pozo hasta que se cierre. El esfuerzo tectónico de
tensión causará problemas cuando las formaciones se fracturan debido a la
tensión, resultando en la pérdida de circulación.

Las regiones montañosas de un cinturón de plegamiento son formadas por el


esfuerzo tectónico de compresión regional. Un cinturón de plegamiento se
compone de anticlinales y sinclinales formados por la compresión tectónica
(esfuerzo máximo) en la dirección perpendicular a los ejes del plegamiento (o
placas de la corteza en colisión). El esfuerzo máximo y el esfuerzo mínimo
están generalmente en el plano horizontal, mientras que el esfuerzo intermedia
es principalmente vertical.

Los esfuerzos tectónicos de tensión son responsables del fallamiento en las


regiones montañosas con cuenca y cordillera. El esfuerzo horizontal mínimo es
perpendicular a las trazas de falla (o placas de la corteza en retroceso),
mientras que el esfuerzo principal intermedio es paralelo a las trazas de falla,
con el esfuerzo principal máximo en la dirección vertical.

Los esfuerzos cerca de las estructuras de sal, como los domos y los mantos de
sal, son modificados por la intrusión y migración hacia arriba de la sal a través
de la roca. Es difícil evaluar la manera en que las estructuras de sal modifican
el campo de esfuerzos in-situ. Altos pesos de lodo son generalmente
requeridos para proporcionar un pozo estable. Los problemas de pérdida de
circulación y control de pozo ocurren frecuentemente en estos ambientes
complejos, porque las estructuras cercanas tienen una resistencia muy baja a
la fractura.

Rotura por Esfuerzo Mecánico

La falla del pozo que se debe al esfuerzo mecánico suele ser causada por una
de dos situaciones. Primero, el peso del lodo es demasiado alto, provocando
una fractura (roca bajo tensión) que causa la pérdida de circulación. Segundo,
el peso del lodo es demasiado bajo, causando el derrumbe (fisuración) o
colapso (roca bajo compresión) de la roca, de la manera ilustrada en la Figura
5. La abrasión mecánica y el impacto de la columna de perforación también
pueden causar el ensanchamiento del pozo y producir la inestabilidad de las
rocas frágiles.

19
ROTURA-FRACTURACIÓN CAUSADA POR LA TENSIÓN

Las rocas tienen bajas resistencias a la tensión. En realidad, las formaciones de


arena no consolidada o fracturadas tienen una resistencia a la tensión igual a
cero. Las areniscas suelen tener una resistencia a la tensión más baja que la
lutita. Las rocas duras pueden tener resistencias a la tensión de 300 a 600 psi.
Normalmente se aumenta el peso del lodo para controlar el flujo de gas y
líquidos dentro del pozo, manteniendo una presión hidrostática ligeramente
más alta que la presión poral. Si la presión del lodo excede el gradiente de
presión de la roca, una fractura comienza a formarse, causando la pérdida de
circulación. La fractura estará orientada en un plano paralelo a la dirección del
esfuerzo principal máximo y perpendicular al esfuerzo mínimo, resultando
generalmente en la abertura de una fractura vertical hacia el esfuerzo principal
más pequeño. La fracturación y la pérdida de circulación tienen un efecto
perjudicial sobre la integridad y estabilidad del pozo, especialmente en las
formaciones medianamente duras a duras.

Hay una corriente de opinión que considera que algunas lutitas “blandas” y
“gumbos” de alto contenido de agua pueden deformarse plásticamente,
causando un aumento en el tamaño y volumen del pozo (hinchamiento). Según
la teoría de hinchamiento, si el peso del lodo es excesivo, el pozo puede
ensancharse (hincharse) y aprisionar la presión de la misma manera que un
recipiente a presión. A su vez, esta situación puede producir indicaciones de un
amago y permitir que el lodo regrese a la superficie sin que los fluidos de la
formación fluyan dentro del pozo.

Este concepto es algo controvertido y mal entendido. No queda claro si los


síntomas de hinchamiento son causados por la abertura y el cierre de las
fracturas o por la deformación plástica del pozo. En cualquier caso, las
situaciones de control de pozo deben ser tratadas de la manera más segura
posible.

20
Figura 5. Inestabilidades mecánicas del pozo.

ROTURA/COLAPSO CAUSADO POR LA COMPRESIÓN O FLUJO PLÁSTICO

Las rocas tienen resistencias a la compresión que varían generalmente de


4.000 a 15.000 psi. Si el peso del lodo no es suficiente para balancear este
esfuerzo máximo admisible de la roca, uno de dos mecanismos de rotura
puede entrar en juego:

1. Ensanchamiento del pozo debido a la fisuración o al colapso en las rocas


frágiles.
2. Deformación del pozo y pozo reducido debido al flujo plástico en las
formaciones plásticas como la sal, causando la compresión del pozo
hasta que se cierre.

Las lutitas sometidas a esfuerzos y las lutitas presurizadas son dos problemas
especiales de estabilidad del pozo que ocurren porque el peso del lodo no es
suficiente para satisfacer las resistencias a la compresión. Como no se pueden
identificar fácilmente con un aumento de gas, la necesidad de usar pesos de
lodo más alto es más difícil de identificar. Cuando surgen estos tipos de
problemas relacionados con la lutita, se observa una mayor cantidad de
fragmentos de derrumbes en la zaranda.
Un cambio del tamaño y de la forma de los fragmentos de derrumbes (más
grandes y más astillosos o angulares) suele acompañar el aumento del
volumen. Muchos términos son usados para describir la rotura de la lutita
causada por la compresión, incluyendo desmoronamiento, derrumbe,
21
desprendimiento y fisuración. Estos fragmentos de lutita son generalmente
más grandes que los recortes, tienen una forma angular o astillosa y pueden
tener un aspecto cóncavo.

LUTITAS SOMETIDAS A ESFUERZOS

Los pesos del lodo son generalmente aumentados para controlar el flujo de gas
y líquidos dentro del pozo. Si la formación está sometida a esfuerzos debido a
las fuerzas tectónicas, el peso del lodo puede ser necesario para evitar la
inestabilidad del pozo.
La lutita de este tipo se puede definir como una lutita que no se hidrata mucho
pero que se derrumba en el pozo al ser penetrada. Estas lutitas son
encontradas en regiones donde se han producido movimientos diastróficos
tectónicos (el proceso mediante el cual la corteza terrestre se deforma,
produciendo continentes, océanos, montañas, etc.). Las lutitas pueden estar
muy inclinadas en relación con el plano horizontal, en planos de estratificación
de fuerte buzamiento.

Las formaciones pueden estar sometidas a unas fuerzas que, una vez
reducidas, pueden causar la caída de la lutita dentro del pozo. El problema
puede ser agravado si los planos de estratificación son humectados por agua o
aceite, de la manera descrita más adelante. Las lutitas de Atoka y Springer del
continente medio constituyen ejemplos de este tipo de lutita.

Los esfuerzos de la formación causados por el movimiento diastrófico o el


esfuerzo tectónico hacen que estas lutitas sean vulnerables al derrumbe.
Además, el material natural que cementa estas lutitas puede ser relativamente
débil.

Algunas lutitas sometidas a esfuerzos nunca pueden ser totalmente


controladas por el peso del lodo, porque problemas de pérdida de circulación (y
otros) pueden producirse. Para estas situaciones, parte de la lutita siempre
tendrá tendencia a derrumbarse dentro del pozo.
Ocasionalmente, el mejor método consiste en tratar el problema desde el
punto de vista sintomático, mejorando la limpieza del pozo y tratando de
tolerar el problema sin permitir que se produzca cualquier problema grave de
perforación.

Para mejorar la limpieza del pozo, se debe usar un sistema de lodo que
disminuye considerablemente su viscosidad con el esfuerzo de corte con un
valor “n” bajo y altos esfuerzos frágiles de gel, además de mantener buenas
características del revoque y un filtrado bajo. El valor “n” bajo ayudará a
impedir el derrumbe causado por los esfuerzos al mantener un perfil de flujo
hidrodinámico, y ayudará a limpiar el pozo. Los altos esfuerzos de gel
suspenderán la lutita que se derrumba cuando la columna de perforación está
fuera del pozo. Esto impedirá que la lutita caiga dentro del pozo y cree un
puente. En esta situación, será generalmente mejor no lavar y escariar la
sección problemática a menos que sea absolutamente necesario. Cuando se

22
deja el intervalo sin perturbar, el lodo gelificado y los derrumbes suspendidos
permanecerán estáticos en los intervalos ensanchados. Una vez perturbadas,
estas zonas plantean un mayor problema que puede persistir por mucho
tiempo.

Problemas inusitados de inestabilidad del pozo pueden aparecer durante la


perforación en regiones tectónicamente activas. Las respuestas operacionales
habituales pueden ser totalmente inapropiadas si no se logra un buen
entendimiento del mecanismo físico de la deterioración del pozo. Durante la
perforación en zonas que demuestran condiciones tectónicas insólitas, el
enfoque típico que consiste en determinar los pesos del lodo y los gradientes
de presión debe ser modificado para tomar en cuenta más criterios mecánicos,
y no debería basarse en indicaciones de presión poral, tal como el lodo cortado
por gas. Además, puede que sea necesario desarrollar una manera de tolerar
cierta inestabilidad, en vez de tratar de resolver totalmente la condición.

LUTITAS PRESURIZADAS

Los pesos del lodo son generalmente aumentados para controlar el flujo de gas
y líquidos dentro del pozo. Si la formación es impermeable, sin que haya
ninguna formación permeable adyacente, tal como un cuerpo masivo de lutita
o sal, puede que sea difícil identificar algún aumento de la presión debido a la
ausencia de gas de fondo/conexión o al influjo de fluidos porales.
Las lutitas problemáticas relacionadas con las geopresiones suelen limitarse
geográficamente a zonas de geología más reciente, generalmente
postcretáceas.

Las lutitas de este tipo son normalmente masivas, pero no homogéneas. En


general, éstas son lutitas marinas y constituyen probablemente las capas
fuente para el petróleo y el gas. La existencia de presión en los cuerpos de
lutita puede ser explicada desde un punto de vista lógico. Durante el tiempo
geológico, los cambios de nivel del mar, tales como los que se produjeron
durante los periodos glacial e interglacial, pueden explicar la deposición
localizada de sedimentos externos en grandes cuencas sedimentarias. Dichos
cambios de clima serían suficientes para permitir el desarrollo de barras
arenosas cerca del litoral, las cuales, más tarde en el tiempo geológico, podrían
convertirse en lentes de arenas aisladas y permeables, en una lutita que por lo
demás sería masiva.

Durante la evolución del tiempo geológico, los limos y las lutitas se comprimen
y se compactan debido a la masa cada vez más grande de la sobrecarga.
Durante el proceso de compactación, los fluidos contenidos dentro de la lutita
son exprimidos fuera de ésta y dentro de lentes de arena más porosas y
permeables, y no se comprimen ni se compactan de ningún modo. Por lo tanto,
todos los fluidos que entran en dichas lentes quedan atrapados y están
completamente aislados por la lutita circundante, de la manera ilustrada en la
Figura 6.

23
Figura 6. Lutita presurizada

Durante el paso del tiempo geológico, el espacio poral debería llenarse


completamente, y el fluido atrapado podría alcanzar una presión igual a la
presión de sobrecarga.

Puede que no se observe ninguna indicación de alta presión o flujo de gas o


líquidos dentro del pozo si no hay ninguna formación permeable. En general no
se aumenta el peso del lodo a menos que haya alguna indicación de un
aumento de la presión, resultando en que la presión hidrostática de la columna
de lodo sea mucho más baja que la presión de la lutita presurizada.

Esta diferencia de presiones tratará de reducirse por sí misma según la


trayectoria que ofrezca la menor resistencia. Se piensa que esto ocurrirá a lo
largo de los planos de estratificación que separan la arena de la lutita,
causando la descomposición de la lutita en escamas y su subsiguiente caída
dentro del pozo. Las lutitas debilitadas de esta manera seguirán
derrumbándose hasta que se aumente el peso del lodo hasta que el cabezal
hidrostático compense la presión de las lutitas.

La resolución de este problema de lutita causado por la presión es


relativamente simple, i.e. aumentar el peso del lodo para crear una presión
hidrostática suficiente para confinar la presión de la formación. Además de
aumentar la densidad, otras prácticas pueden ayudar a controlar el problema,
minimizando cualquier reducción adicional de la presión hidrostática: (1)
Mantener el pozo lleno de lodo al sacar la tubería. Esto mantiene la presión
hidrostática al nivel más alto posible en todo momento. (2) La baja viscosidad
y los bajos esfuerzos de gel del lodo contribuirán a la prevención del pistoneo.
24
Los revoques más finos obtenidos con una filtración más baja también
permitirán evitar el pistoneo del pozo. (3) Sacar lentamente la tubería a través
de la sección que está ocasionando el problema.

FLUJO PLÁSTICO

La deformación del pozo y condiciones de pozo reducido pueden ocurrir en


rocas plásticas como la sal. La sal es un material que fluye (repta) bajo presión
y entra en el pozo, causando condiciones de pozo reducido o posiblemente
cerrando el pozo o causando la pegadura de la tubería de perforación.
La sal es dúctil y transmite la mayoría de la sobrecarga en las direcciones
horizontales, de manera que los tres esfuerzos sean iguales. La sal es más
plástica a temperaturas elevadas, superiores a 225ºF (107ºC). La reptación de
la sal causa mayores problemas en formaciones de sal profundas ubicadas por
debajo de 10.000 pies. La Figura 8 indica el peso de lodo requerido para
controlar el flujo plástico de sal para una profundidad y temperatura
determinada.

En muchas partes del mundo, las formaciones de sal son perforadas con pesos
de lodo más bajos que los requeridos para impedir la reptación de la sal, pero
con lodos subsaturados de sal que permiten la disolución para impedir
condiciones de pozo reducido.
Esto tiene mayor aplicación en formaciones de sal poco profundas a
intermedias con temperaturas inferiores a 225ºF (107ºC).

Las lutitas “blandas” y los gumbos de alto contenido de agua también pueden
deformarse plásticamente debido al peso de lodo insuficiente, causando
condiciones de pozo reducido y el pistoneo durante los viajes. Aunque las
condiciones de pozo reducido sean generalmente afectadas por una
combinación de factores tales como el hinchamiento y el espesor del revoque,
el aumento del peso del lodo suele reducir las condiciones de pozo reducido y
los síntomas de pistoneo en las formaciones de lutitas blandas y de gumbo.

25
Figura7. Peso del lodo requerido para controlar la reptación de la sal

Interacciones Químicas

LUTITA SENSIBLE AL AGUA

La inestabilidad y el ensanchamiento del pozo también son afectados por la


química del fluido de perforación base agua y su efecto sobre la lutita.
Numerosos sistemas de clasificación han sido creados para tratar de clasificar
las lutitas de acuerdo con su reactividad. Estos sistemas suelen atribuir una
letra o un número a cada categoría de lutita de acuerdo con su reactividad. La
mayoría de las veces, las lutitas sensibles al agua o hidratables contienen altas
concentraciones de arcilla montmorillonita. Por lo tanto, los sistemas de
clasificación suelen usar el contenido de montmorillonita como medida
principal de la reactividad con los lodos base agua. Otras medidas útiles son la
CEC, el contenido total de arcilla, el contenido de agua, la superficie y la
dureza. Incluso las lutitas que contienen arcillas que se hidratan menos – como
las lutitas de tipo ilita, clorita o kaolinita – son afectadas en cierta medida por
la interacción con la química del lodo base agua. M-I no usa un solo sistema de
clasificación de lutitas, porque ningún sistema en particular ha demostrado ser
aplicable universalmente en todas las regiones del mundo.

La hidratación por el agua es una de las causas más importantes de la


inestabilidad del pozo. La hidratación puede ocurrir de dos maneras en las
lutitas sensibles al agua: adsorción superficial y osmótica. La hidratación
26
superficial ocurre cuando un pequeño volumen de agua se adsorbe
fuertemente en las superficies planas de las arcillas, lo cual causa poco
ablandamiento o hinchamiento, pero puede producir esfuerzos excesivos si el
hinchamiento está confinado. El hinchamiento osmótico ocurre cuando un gran
volumen de agua débilmente retenida es atraído por las superficies de arcilla
por las fuerzas electrostáticas. El hinchamiento osmótico causa el
ablandamiento y un hinchamiento considerable, a medida que las capas de
arcilla adyacentes hidratan el agua y se expanden. El hinchamiento osmótico
no genera esfuerzos excesivos, incluso cuando está confinado, y puede ser
reducido considerablemente si se usa un lodo salado de baja actividad.

Las lutitas que contienen montmorillonita pueden adsorber agua del fluido de
perforación e hidratarse o dispersarse. La rotura se produce generalmente
mediante la constricción del pozo a partir de una zona hinchada ablandada o
mediante la fisuración de fragmentos relativamente firmes. La adsorción e
hidratación osmótica ablandará e hincharán el pozo expuesto en las lutitas
blandas y dispersibles, causando un pozo reducido y aumentando el potencial
de dispersión.

La rotura por fragilidad de fragmentos relativamente firmes ocurre con fluidos


saturados de sal en lutitas blandas y dispersibles, y otras lutitas “frágiles”, más
rígidas y más antiguas, en lodos base agua no saturados. En las lutitas más
antiguas y más rígidas, la hidratación superficial produce un aumento del
esfuerzo cerca del pozo (debido al esfuerzo interno del hinchamiento
confinado), causando derrumbes y desprendimientos firmes, frágiles y
angulares. Parece ser que el agua penetra en estas lutitas a través de líneas de
fractura preexistentes parcialmente cementadas. Esto resulta en un gran
esfuerzo interno producido por el hinchamiento superficial, causando la rotura
de la roca a lo largo de las líneas de fractura.

Las pruebas de permeabilidad indican que las lutitas son relativamente


impermeables. Los iones entran en las lutitas para causar la deshidratación o la
hidratación mediante acción capilar, ósmosis o invasión de los planos de
estratificación. Por lo tanto, la alteración es producida por una transferencia de
agua del lodo dentro de la lutita o del agua de la lutita dentro del lodo. La lutita
se vuelve inestable cuando es alterada de cualquier manera, ya sea por
hidratación o deshidratación.
Es importante impedir la transferencia de agua entre el fluido de perforación y
la lutita que puede causar la alteración de la lutita. Esto se puede lograr
balanceando la actividad (concentración iónica) del lodo con la actividad de la
lutita.

Los lodos base aceite y sintético son muy eficaces para estabilizar los pozos
perforados en lutitas sensibles al agua.
Primero, estos lodos humectan las formaciones expuestas con aceite o
sintético, impidiendo la interacción con cualquier cantidad de agua. En
segundo lugar, estos lodos suelen incorporar salmuera de cloruro de calcio
emulsionada de baja actividad para lograr una actividad balanceada. Por
razones ambientales, se han usado otros materiales sin cloruros en lugar del
cloruro de calcio para balancear la actividad. Estos sistemas no acuosos no
27
penetran tan fácilmente en la red de garganta de poro de la lutita como los
fluidos base agua, debido a la tensión superficial de la lutita humectada por
agua.

Un fluido de perforación ideal sería uno que no altere de ninguna manera la


lutita. Muchos tipos diferentes de fluidos han sido probados, tal como el lodo
cálcico, lodo yeso, lodo de cloruro de calcio, lodo de silicato, lodo de potasio,
lodo de nitrato de calcio, lodo salado, lodo de agente tensioactivo, lodo de
lignosulfonato, lodo de polímero de Poliacrilamida
Parcialmente Hidrolizada (PHPA), lodo de polímero catiónico, y lodo base aceite.
Ninguno de estos fluidos ha sido totalmente satisfactorio por sí mismo en todos
los casos. Un lodo puede ser ligeramente más eficaz que otro a través de una
sección de lutita determinada, pero lo contrario puede aplicar en otra zona.
Desde el punto de vista del éxito global, los sistemas de polímeros a base de
potasio y los sistemas base aceite o sintético han sido los más eficaces para las
lutitas problemáticas de este tipo.

Todos los tipos de ambientes químicos fueron probados para controlar las
lutitas problemáticas. La teoría fundamental consiste en impedir que las lutitas
se hidraten. En este respecto, los lodos que tienen un alto contenido de
electrólitos son generalmente usados porque pueden reducir
considerablemente la hidratación. Otra teoría supone la conversión de la lutita
y arcilla en minerales menos reactivos con un intercambio de base de un ion
(tal como el calcio o potasio) para los cationes existentes entre las capas en la
arcilla, generalmente el sodio, para eliminar la hidratación.
Los sistemas de polímeros de potasio (o sal) son tan eficaces porque atacan el
mecanismo de hidratación de la lutita de varias maneras. Con los sistemas de
potasio, el intercambio de bases entre el potasio y los cationes de arcilla entre
capas convierte la lutita y la arcilla a un estado menos reactivo. En los sistemas
de sal, la baja actividad reduce el hinchamiento osmótico y limita el
ablandamiento. En concentraciones suficientes, los polímeros actúan para
recubrir las lutitas y los recortes expuestos, “encapsulándolos” con una capa
ligada de polímero. Esto limita la capacidad del agua para interactuar con la
lutita e impide que los recortes se dispersen. Los polímeros también aumentan
la viscosidad de filtrado del fluido, de tal manera que la transferencia de agua
será más lenta.

Es importante entender que las lutitas tienen alguna permeabilidad, aunque


sea muy baja.

La composición del lodo puede ser modificada para mejorar la inhibición,


además del intercambio de cationes con el calcio o el potasio, para cambiar la
naturaleza de la lutita y de los recortes expuestos. Los polímeros tienen
tendencia a ayudar al recubrir las lutitas y los recortes expuestos, reduciendo
la velocidad de la interacción con el agua. Los polímeros también proporcionan
filtrados viscosos que reducen aún más la capacidad del filtrado para penetrar
en los microporos de la lutita. Además, los materiales insolubles en agua y los
agentes de taponamiento pueden mejorar considerablemente la estabilidad del
pozo. También reducen la invasión de agua en las lutitas al obturar los

28
microporos. Estos materiales son especialmente eficaces en lutitas firmes que
tienden a microfracturarse.

Estos aditivos incluyen:


• Aceite y líquidos sintéticos no acuosos
• Poliglicoles al “punto de turbiedad”.
• Poliglicoles y lubricantes insolubles.
• Asfalto.
• Gilsonita.
• Mezclas de asfalto sulfonado
.

La experiencia también indica que menos problemas ocurren cuando se


controla el filtrado a valores más bajos.
Esto ha ayudado a mantener la estabilidad del pozo en muchos casos.
La reducción del filtrado con aditivos de polímeros tales como el almidón, la
Celulosa Polianiónica (PAC) y el poliacrilato de sodio, aumenta la viscosidad del
filtrado y reduce el influjo de filtrado de lodo en la lutita.
Sin embargo, es más difícil parar y controlar un problema creado por el hecho
que se ha permitido una exposición a una alta pérdida de filtrado.

Otro factor que afecta la estabilización de la lutita es el pH. Casi todos los lodos
están controlados dentro de un rango alcalino, i.e. con un pH 7,0 o mayor. Al
controlar el pH del fluido dentro del rango de 8,5 a 9,5, se obtiene una mejor
estabilidad del pozo con un control adecuado de las propiedades del lodo. Un
pH anormalmente alto, como el que se obtiene con el lodo cálcico, no atenúa,
sin que favorece los problemas en algunas lutitas. Las presiones dentro de las
lutitas y el buzamiento de las formaciones complican aún más el problema.
Tres remedios fundamentales existen para resolver un problema de este tipo en
la lutita: (1) densidad suficiente, (2) rango correcto de pH y (3) control del
filtrado.

PRUEBA DE LA LUTITA
Varias pruebas de laboratorio están disponibles para tratar de cuantificar esta
interacción química entre varios lodos base agua y una lutita en particular.
Estas pruebas incluyen:

• Clasificación de lutitas (CEC y contenido de arcilla).


• Prueba de inmersión visual.
• Pruebas de hidratación (rendimiento).
• Pruebas de dureza de los recortes.
• Pruebas de succión capilar.
• Pruebas de hinchamiento lineal.
• Pruebas de dispersión.
• Prueba de presión confinada.
• Prueba triaxial.
• Prueba de dureza de la lutita.

29
En lo que se refiere a la prueba de compatibilidad de la lutita, se advierte que
estas pruebas son considerablemente afectadas por las propiedades del lodo,
especialmente el filtrado, la viscosidad del filtrado y la viscosidad del lodo. No
se debería hacer ninguna comparación entre dos sistemas de lodo que tienen
filtrados y viscosidades muy diferentes. Las dos pruebas principales usadas por
M-I son la prueba de hinchamiento lineal llamada “medidor de hinchamiento”
(“swellmeter”) y las pruebas de dispersión rolado en caliente.

El medidor de hinchamiento usa granos de lutita reconstituidos, sumergidos en


un fluido de perforación, y mide la velocidad y cantidad de expansión lineal no
confinada. El fluido de perforación más deseable produciría la menor cantidad
de hinchamiento lineal, el cual disminuiría rápidamente hasta una tasa de
hinchamiento casi nula. Este dispositivo de prueba puede comparar
simultáneamente varias formulaciones diferentes de fluidos. Los resultados se
reportan como el porcentaje de hinchamiento a partir del espesor original y la
tasa final de hinchamiento al final de la prueba. Los resultados típicos del
medidor de hinchamiento varían de 20 a 150%. La mayoría de las veces, el
medidor de hinchamiento es usado para evaluar los diferentes niveles de
inhibición de las sales u otros inhibidores iónicos (como el calcio y el potasio).
Este dispositivo no es adecuado para tratar de evaluar el efecto de los agentes
puenteantes como el asfalto, la gilsonita y el asfalto sulfonado, o los polímeros
encapsuladores como la PHPA y la PAC.

Las pruebas de dispersión usan fragmentos de lutita (o recortes) de


granulometría determinada para medir la cantidad de dispersión que ocurre
cuando estos fragmentos son sumergidos en un fluido de perforación y rolados
en caliente por un periodo determinado. El tamaño de los fragmentos
originales de lutita es más grande que un tamaño de malla pero más pequeño
que otro. Al final de la prueba, el volumen de recortes que sigue siendo
retenido por el tamaño de malla más pequeño será medido y reportado como
el porcentaje recuperado. La prueba de dispersión es excelente para evaluar la
eficacia de los polímeros encapsuladores. Se trata de una de las mejores
pruebas para obtener una indicación del sistema de lodo que será más
compatible con una lutita en particular y del rendimiento real que este sistema
tendrá en el campo.

DISOLUCIÓN DE LAS FORMACIONES SOLUBLES

Varias formaciones son un tanto solubles en el lodo base agua. Éstas incluyen
las formaciones de sal y los sulfatos de calcio, el yeso y la anhidrita. La
estabilidad del pozo puede quedar comprometida si se permite que la
formación soluble se derrumbe. Otros problemas pueden surgir, tal como la
limpieza del pozo y la obtención de una cementación satisfactoria. La
solubilidad es un fenómeno complejo que es afectado por la temperatura, la
presión, la salinidad y el pH. La sal es muy soluble en un lodo base agua
subsaturado. Es importante limitar el ensanchamiento del pozo en las
formaciones de sal móvil para lograr una buena cementación que maximice la

30
integridad y la resistencia a las cargas concentradas para evitar el colapso de
la tubería de revestimiento.

El yeso y la anhidrita se vuelven más solubles a medida que la salinidad


aumenta. Si no se puede lograr la estabilidad del pozo y obtener un pozo de
calibre uniforme en una zona de yeso o anhidrita, será necesario usar un
sistema de yeso o calcio a base de cal.

Interacciones Físicas

Las interacciones físicas también pueden causar la inestabilidad del pozo.


Éstas incluyen la erosión, la cual causa el ensanchamiento del pozo, la
humectación a lo largo de fracturas preexistentes y la invasión de fluido que
causa la transmisión de la presión. Un pozo es más estable cuando hay
suficiente presión hidrostática para que el sobrebalance siga actuando
exactamente sobre el frente del pozo y cuando el esfuerzo máximo sobre el
pozo es inferior a la resistencia de la formación. Por este motivo, es importante
mantener un pozo de calibre uniforme para minimizar las pérdidas de filtrado
dentro de las formaciones permeables. También es importante usar agentes de
obturación o de taponamiento para impedir que la invasión de fluido y la
transmisión de presión ocurran radialmente hacia afuera del pozo.

EROSIÓN

La erosión es causada por la turbulencia del fluido en las formaciones blandas.


Las formaciones blandas que se erosionan fácilmente son las areniscas no
consolidadas, las tizas blandas, y las arcillas y lutitas más blandas. El flujo
turbulento puede causar la erosión en las formaciones más blandas. Sin
embargo, la información reciente indica que la alta velocidad de corte de la
tobera constituye la causa principal de la erosión causada por el fluido. Las
altas velocidades de corte de la tobera son usadas para maximizar la velocidad
de penetración, y esta característica puede ser más importante que la erosión
resultante del pozo. La cantidad de erosión que se producirá depende de la
resistencia de la roca; algunas formaciones no serán afectadas. Se ha
demostrado que la erosión en las lutitas y las areniscas es más importante si la
velocidad de corte de la tobera es > 100.000 seg-1. Al perforar arenas no
consolidadas, puede que sea necesario usar otras técnicas para limitar la
erosión. En estas arenas, los lodos viscosos con características de disminución
de la viscosidad con el esfuerzo de corte y altos contenidos de bentonita (para
formar un buen revoque) han producido los mejores resultados.

HUMECTACIÓN, INVASIÓN DE FLUIDO Y TRANSMISIÓN DE PRESIÓN

La humectación a lo largo de las microfracturas preexistentes de la lutita, la


invasión de fluido y la compensación de la presión de sobrebalance son
31
factores que comprometen la estabilidad del pozo Como se mencionó
anteriormente, una de las causas principales de la inestabilidad de la lutita es
la humectación por agua a lo largo de las microfracturas de la lutita. Aunque
estas lutitas no se ablanden ni se descompongan cuando están en contacto
con el agua, la invasión de filtrado o lodo creará debilidades en los planos de
estratificación y causará partiduras y derrumbes. Para describir esta condición,
se suele hablar de fracturas tipo “páginas de libro” o “bordes deshilachados”.

Aunque la inhibición química y el aumento del peso del lodo puedan ayudar a
minimizar el problema, estas acciones no son tan eficaces como el sellado de
la formación con agentes de obturación o de taponamiento. Para controlar
estas lutitas con mayor eficacia, se requiere sellar la formación para protegerla
contra la invasión de fluido. Esto se puede lograr controlando la filtración de
alta presión, alta temperatura y la calidad del revoque con polímeros, una
concentración adecuada de bentonita, y usando materiales insolubles en agua
y agentes obturantes de poros.
La invasión de fluido compensa la presión de sobrebalance hacia afuera del
pozo y tiene tendencia a desestabilizar la integridad del pozo.
Esto ocurre tanto en una formación permeable como la arenisca como en una
lutita relativamente impermeable.

Un revoque ideal ayuda a obtener un pozo estable. Para los lodos base agua, el
uso de un aditivo insoluble para limitar la filtración a través del revoque en las
areniscas y dentro de los microporos de las lutitas humectadas por agua ofrece
una ventaja. El uso del filtrado bajo obtenido con un revoque de buena calidad
y polímeros combinados con un aditivo de obturación de poros, reducirá la
invasión de fluido y limitará la transmisión de presión.
Los aditivos más usados y más eficaces para este propósito son el asfalto, el
asfalto sulfonado y la gilsonita. Los aditivos de obturación y taponamiento de
poros incluyen:

• Aceite y líquidos sintéticos no acuosos.


• Poliglicoles al “punto de turbiedad”.
• Poliglicoles y lubricantes insolubles.
• Asfalto.
• Gilsonita.
• Mezclas de asfalto sulfonado.

Estos aditivos reducen aún más la invasión de agua en las lutitas al obturar los
microporos.

Análisis en el Pozo
Las condiciones de perforación extremadamente difíciles han producido
enfoques más sistemáticos para analizar las inestabilidades del pozo. Uno de

32
estos enfoques (de Zausa y Civolani) que el ingeniero de lodos puede usar
como pauta, supone tres pasos básicos:

1. Monitorear y analizar el mecanismo básico de rotura.


2. Determinar y entender los factores que rigen este mecanismo de rotura.
3. Modelar el problema teniendo en cuenta el impacto de los cambios
propuestos.

1. MONITOREAR Y ANALIZAR EL MECANISMO DE ROTURA

El monitoreo de los datos y sucesos en el equipo de perforación constituye el


primer paso del proceso e incluye:

• Adquisición, organización y procesamiento de los datos de


perforación. Los datos de perforación como la Velocidad de Penetración
(ROP), las Revoluciones por Minuto (RPM), el Peso sobre la Barrena (WOB), el
Conjunto de Fondo (BHA), el torque, la sobretensión al Meter en el Pozo (TIH) y
Salir del Pozo (POOH), el pistoneo y suabeo, el caudal, el peso del lodo, la
reología del lodo, etc., deberían ser adquiridos, organizados y analizados
continuamente y comparados con los síntomas de estabilidad del pozo que se
están observando. Esto ayudará a evaluar el rendimiento y establecer las
tendencias o cualquier desviación, y a medir la eficacia de los tratamientos y
cambios.

• Caracterización de la formación. El procedimiento estándar en las


operaciones de perforación consiste en aplicar los conocimientos adquiridos en
pozos anteriores, a los pozos subsiguientes perforados en regiones geológicas
similares. La investigación de la inestabilidad del pozo requiere la evaluación
de las lutitas durante el proceso de perforación. Como las pruebas de la lutita
en el sitio del equipo de perforación están limitadas por los equipos y el tiempo
disponibles, la mayoría de las evaluaciones son realizadas en un laboratorio
provisto del equipo apropiado. Las pruebas de laboratorio son realizadas para
evaluar el hinchamiento de la lutita, la dispersibilidad, la capacidad de
intercambio catiónico, la capacidad de hidratación, el contenido coloidal, el
tiempo de succión capilar, las pruebas de dureza de la lutita y las propiedades
de compatibilidad del lodo. Numerosos métodos han sido usados para realizar
las pruebas en el equipo de perforación. Éstos incluyen pruebas tan simples
como la medición de la lutita mediante la prueba de azul de metileno (CEC);
mediciones de la dureza de la lutita; la prueba de dispersión rolado en caliente
con varias formulaciones de lodo y diferentes aditivos; y mediciones analíticas
complicadas de varias propiedades de la arcilla. Es especialmente importante
tratar de definir el mecanismo de rotura: hinchamiento y ablandamiento o
fisuración por fragilidad.

La información obtenida de estas pruebas, las observaciones actuales


realizadas en la zaranda y los datos del registrador de lodo son usados para
evaluar el rendimiento del fluido de perforación, ajustar los parámetros
mecánicos de la perforación y tomar decisiones relacionadas con el diseño de

33
la tubería de revestimiento. Las principales opciones para contrarrestar los
problemas relacionados con la lutita en el sitio del equipo de perforación son
las siguientes:

• Cambiar la densidad del fluido de perforación.


• Cambiar a un sistema base aceite o base sintético.
• Cambiar a un lodo base agua más inhibidor.
• Reducir el filtrado a niveles muy bajos y aumentar la viscosidad del filtrado.
• Utilizar aditivos de obturación de poros, materiales insolubles emulsionados o
agentes de taponamiento.
• Ajustar los parámetros mecánicos de la perforación.

• Evaluación y análisis de los síntomas de inestabilidad. Las señales de


aviso de inestabilidad, tal como la presencia de derrumbes excesivos en las
zarandas para una ROP determinada, el relleno en las conexiones, las
dificultades sufridas al realizar los viajes, el torque, la tubería pegada, etc.,
indican que hay algún problema en el pozo. Se debe estimar y registrar la
magnitud o el volumen de roca que ha fallado con los demás parámetros de
perforación.

Se debe registrar el número y la ubicación de los incidentes específicos tales


como la pegadura de la tubería, el relleno o el empaquetamiento, el
ensanchamiento y la nueva perforación. Luego, toda esta información puede
ser organizada y correlacionada con el tiempo y la profundidad para detectar la
ubicación y cuantificar la severidad de las secciones críticas en el pozo.

2. DETERMINAR Y ENTENDER EL MECANISMO DE ROTURA

Todos los parámetros monitoreados y trazados son evaluados para identificar el


mecanismo más probable que está causando la inestabilidad. Los síntomas
más útiles que son usados para indicar el mecanismo responsable de la
inestabilidad del pozo son los siguientes:

• Análisis de derrumbes.
• Dificultades al realizar los viajes.
• Condiciones de perforación.
• Análisis del sistema de lodo.
• Condiciones in-situ. Estos síntomas deberían ser evaluados en base a un
conocimiento interdisciplinario de las causas de la inestabilidad del pozo, para
determinar el mecanismo de rotura más probable.

3. MODELAR Y CONSIDERAR LOS CAMBIOS PROPUESTOS

Una vez que los parámetros han sido producidos por los pasos de monitoreo y
determinación, organizar y analizar estos datos para obtener soluciones
cualitativas y evaluar los cambios propuestos. A este fin, un método eficaz
consiste en usar un árbol de decisión o un organigrama para evaluar el posible
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mecanismo de rotura e identificar los remedios más prometedores. Después de
llegar a una solución propuesta, una medida correctiva debería ser aplicada y
los resultados usados como retroinformación en el método de árbol de
decisión.

Un árbol de decisión u organigrama, como el que está ilustrado en la Figura 9


para la evaluación de la causa de derrumbes excesivos, proporciona una
trayectoria lógica para la identificación del mecanismo y una solución
cualitativa.

El mantenimiento de la estabilidad del pozo durante la perforación de


secciones de lutita puede ser especialmente problemático. Soluciones simples
no siempre están disponibles, pero las buenas prácticas de perforación, unidas
a buenas prácticas de lodo, producen generalmente resultados exitosos. El
análisis de las relaciones entre los esfuerzos mecánicos y las reacciones a
estos esfuerzos ha contribuido al desarrollo de requisitos apropiados de
densidad para la estabilidad del pozo.

Figura 8. Árbol de decisión para derrumbes excesivos.

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Conclusiones:

• La inestabilidad tectónica es estrictamente mecánica y no está relacionada


con las incompatibilidades químicas, ni puede ser resuelta por éstas.
• La inestabilidad mecánica está relacionada con la rotura de las formaciones
débiles que suelen estar fracturadas o falladas, causada por los esfuerzos.
• La fracturación causa la pérdida de circulación y la inestabilidad del pozo
cuando las presiones del lodo se acercan a la magnitud del esfuerzo mínimo.
• La transmisión de presión y la invasión de lodo fuera del pozo tienden a
desestabilizar el pozo.
• Malas prácticas de perforación pueden contribuir a la desestabilización del
pozo, mientras que buenas prácticas de perforación pueden ayudar a tolerar
cierta inestabilidad.

Recomendaciones:

• Monitorear las condiciones del pozo y la zaranda para señales de


inestabilidad y la necesidad de mejorar la limpieza del pozo para reducir los
síntomas de la inestabilidad (relleno y puentes).
• Usar técnicas de perforación rápidas, pero suaves para reducir el tiempo de
exposición y minimizar las perturbaciones mecánicas.
• Seleccionar profundidades de la tubería de revestimiento que permitan aislar
los intervalos problemáticos.
• Minimizar el ensanchamiento para reducir las perturbaciones mecánicas, a
menos que sea absolutamente necesario.
Las diferencias térmicas entre el flujo de lodo frío y la formación caliente
también pueden causar esfuerzos sobre el pozo y la inestabilidad del pozo.
Este problema no es común, pero debería ser considerado al evaluar la rotura
del pozo en pozos de alta temperatura.

Bibliografía:

 MANUAL DE FLUIDOS DE PERFORACIÓN, Baker Hughes.

 APLICACIÓN DE LOS FLUIDOS DE PERFORACIÓN EN EL ORIENTE


ECUATORIANO, Henry Mosquera, Roberto Granda.

 http://www.uis.edu.co/site/investigacion/grupos/hidrocarburos/mapa
%20del%20sitio/index.html

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