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CAPITULO 12

Bautismo ungimiento

L
a palabra “Mesías” significa “el Ungido.” En el otoño del año 27 de J. C., Cristo
fue bautizado por Juan y recibió la unción del Espíritu Santo. El apóstol Pedro
testifica que “a Jesús de Nazaret: ... Dios le ungió con el Espíritu Santo y con
poder.” Hechos 10:38. Y el mismo Salvador declara: “El Espíritu del Señor está sobre mí;
por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres.” Después de su
bautismo, Jesús volvió a Galilea, “predicando el evangelio de Dios, y diciendo: Se ha
cumplido el tiempo. Lucas 4:18; Marcos 1:14,15. —Conflicto de los Siglos pág. 375
(1913)

Dedicación de Aarón al sacerdocio y sus servicios.

«Hablo Jehová a Moisés, diciendo: Toma a Aarón y a sus hijos con él, y las vestiduras,
el aceite de la unción, el becerro de la expiación, los dos carneros, y el canastillo de los
panes sin levadura; y reúne toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión.
Hizo, pues, Moisés como Jehová le mandó, y se reunió la congregación a la puerta del
tabernáculo de reunión. Y dijo Moisés a la congregación: Esto es lo que Jehová ha
mandado hacer. Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con
agua. Y puso sobre él la túnica, y le ciñó con el cinto; le vistió después el manto, y puso
sobre él el efod, y lo ciñó con el cinto del efod, y lo ajustó con él. Luego le puso encima
el pectoral, y puso dentro del mismo los Urim y Tumim. Después puso la mitra sobre su
cabeza, y sobre la mitra, en frente, puso la lámina de oro, la diadema santa, como Jehová
había mandado a Moisés. Y tomó Moisés el aceite de la unción y ungió el tabernáculo y
todas las cosas que estaban en él, y las santificó. Y roció de él sobre el altar siete veces, y
ungió el altar y todos sus utensilios, y la fuente y su base, para santificarlos. Y derramó
del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo. Después
Moisés hizo acercarse los hijos de Aarón, y les vistió las túnicas, les ciñó con cintos, y les
ajustó las tiaras, como Jehová lo había mandado Y lo puso todo en las manos de Aarón, y
Samuel Clímaco

en las manos de sus hijos, e hizo mecerlo como ofrenda mecida delante de Jehová.»
(Levítico 8:1-13, 27)

¿Cuántos años vivió Adán en santidad?


Esta es una pregunta que muchos se hacen y de la cual han surgido muchas hipótesis
que los ha llevado a poner fecha a la segunda venida de Jesús basados en sus conclusiones,
trataremos este tema de una forma esencial para aclarar un poco esas dudas.

Para saber cuántos años vivió Adán hay que ver el segundo Adán, del cual encontramos
pistas para aplicárselas al primero.

El primer Adán
«Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios
había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol
del huerto? Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los
ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de
ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se
hicieron delantales. Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba
desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has
comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y pondré enemistad entre ti y la mujer,
y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con
dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y
Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.» (Génesis 3:1, 6-
7,11, 15-16, 21)

Jesús al ser bautizado es ungido como sacerdote y


toma el lugar del primer Adán.

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Bautismo ungimiento

Cuando Jesús tomo el lugar de Adán en el otoño del año 27, fue ese el momento cuando
Adán fue creado y tres años y medios después en la primavera del año 31, fue el momento
cuando Adán y Eva pecaron y tenían que morir por su transgresión, pero, no murieron,
sino que fue Cristo quien murió no solo por ellos sino también por toda la humanidad, de
esa forma el precio por nuestras transgresiones, ya está pagado y solo tenemos que aceptar
ese sacrificio para poder tener saldada nuestra cuenta, pero así como así como existió ese
primer engaños, ahora en dia también estamos expuestos a esos engaños como lo dice el
apóstol pablo:

«Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean
de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. (2 Corintios 11:3). Porque
si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro
espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo
toleráis; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en
transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciera en fe, amor y
santificación, (1 Timoteo 2:14-15). Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y
se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. (Apocalipsis 12.17). Por tanto,
como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte
pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5:12).Porque la paga del
pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
(Romanos 6:23). Así que, como la transgresión de uno vino la condenación a todos los
hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida. (Romanos 5:18). Porque así como en Adán todos mueren, también
en Cristo todos serán vivificados. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre
Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. El primer hombre es de la tierra,
terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. (1 Corintios 15:22, 45, 47).
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
(Hebreos 4:15). Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,
para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida
fuisteis sanados.» (1 Pedro 2: 24)

Inicio su ministerio a los 30 años.


«Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de
José, hijo de Elí,» (Lucas 3:23)

Esta declaración de Lucas ha confundido a muchos, porque no asegura que Jesús tenía
treinta años, aunque por información que tenemos sabemos que un profeta o un sacerdote,
no podía iniciar su ministerio antes de los treinta años. «De edad de treinta años arriba
hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de
reunión.» (Números 4:3). El ministerio de Jesús duro tres años y medio, cuando murió en
la cruz tenía 33 años y medios y muchos utilizan esta dato para decir que Adán vivió 33
años y medio en santidad, pero Jesús, no nacio siendo adulto, lo cual lo llevo un proceso

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de crecimiento y aprendizaje como cualquier humano y no fue tentado por el diablo hasta
después de su bautismo.

Ahora la descripción de Lucas sobre su edad nos puede llevar a la siguiente conclusión:
Jesús fue bautizado al inicio del sexto mes Elul, que daba inicio a los treinta dias de ayuno
del mes, más los 10 dia del séptimo mes hasta llegar al 10 de Tishri el dia de la expiación,
Jesús cumplió su ayuno en esta fecha, lo cual era antes de su nacimiento en la fiesta de
los tabernáculos, entonces sería correcto el dato de Lucas, porque su ministerio lo inicio
hasta cumplir los treinta años y eso sucedió cinco dias después de haber sido tentado el
15 de Tishri que fue su nacimiento. La biblia es muy clara con los datos que nos ha dejado,
el problema es que nosotros desconocernos las fiesta y los rituales y es allí donde nuestro
sendero del conocimiento se nos vuelve escabroso para entender la palabra de Dios.

La otra pista que nos da Lucas para confirmar que el ayuno de Jesús fue los 40 dias
antes del 10 de Tishri en el año 27, fue que era año jubilar. Los jubileos iniciaban el 10 de
Tishri y se pregonado al son de trompetas. El Lenguaje que usa Jesús es de Jubileo,
veamos:

Jehová decreta el jubileo


«Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus
moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada
cual volverá a su familia.» (Levítico 25:10)

Jesús predica el jubileo


«Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo. Y
Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de
alrededor. Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos. Vino a
Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su
costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto
el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto
me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos;» (Lucas
4:13-18)

Jesús fue tentado hasta después de su bautismo y ayuno.


«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.» (Mateo 4:1-
2)

Fue en el desierto ante satanás que Jesús tomo el lugar de Adán y no desde su
nacimiento.

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Bautismo ungimiento

«Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras


debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.»
(Hebreos 4:15)

«Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase
de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Pero el ángel le dijo:
Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un
hijo, y llamarás su nombre Juan. Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su
alumbramiento, dio a luz un hijo. (Lucas 1:5, 13, 57).

¡Juan (de una familia de sacerdotes) ungió a Jesús como sacerdote en el Jordán! Los
sacerdotes empiezan sus ministerios a la edad de 30 años. Jesús se bautizó a la edad de
30. Solo un sacerdote puede ungir a otro sacerdote para servicio por un (bautismo-
limpieza ritual)

«Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste
anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba
con él.» (Hechos 10: 38)

«Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le
dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy. Como también dice en otro lugar: Tú
eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. Y fue declarado por Dios
sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. (Hebreos 5:5-6, 10). Porque este
Melquisedec, rey de Salem sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham,
que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo dio Abraham los
diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de
Salem, esto es, Rey de paz; sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de
días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para
siempre. (Hebreos 7.1-3). Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es
que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en
los cielos, (Hebreos 8:1). Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios
Altísimo, sacó pan y vino;» (Génesis 14:18)

El bautismo de Jesús fue el ejemplo que todo cristiano tenía que seguir a partir de ese
momento, aunque eso no significa que Jesús era pecador, sino que era necesario ser ungido
como sumo sacerdote. Dios envió primero a Juan a preparar el camino de Jesús, pero a la
vez fue escogido por Dios, para que ungiera a su Hijo como sumo sacerdote, siendo Juan
profeta-sacerdote de la clase de Abías, como lo relata Lucas 1:5, aunque Juan a la hora de
tener frente a él al hijo de Dios, se empezó a negar a querer llevar a cabo el ungimiento y
vemos el reproche que Jesús le hizo al decirle:” Y Juan se oponía, diciendo: Yo necesito
ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús respondió: Deja por ahora, porque así
nos conviene que cumplir toda justicia. Entonces Juan consintió.” [(Mateo 3:13-15) NRV
200]

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1. Llego para ser bautizado por Juan


«Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Y Juan se
oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús
respondió: Deja por ahora, porque así nos conviene que cumplir toda justicia. Entonces
Juan consintió.» [(Mateo 3:13-15) NRV 200]

2. Es ungido con el Espíritu Santo


«Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le
fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.»
(Mateo 3:16)

3. Es aceptado como hijo de Dios


«Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia.» (Mateo 3:17)

4. Era Santo
«En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. (Juan 1:1)
Y ya no estoy en el mundo; más éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los
que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. (17:11).
Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos,
porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se
arrastre sobre la tierra. (Levítico 11:44) Hablo Jehová a Moisés, diciendo: Habla a toda la
congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová
vuestro Dios. (Levítico 19:1-2) Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy
vuestro Dios.» (Levítico 20:7)

Los diferentes bautismos en la biblia

1. El bautismo en la trinidad
Jesús antes de ascender al cielo dio el mandato a sus discípulos, para que fueran por
todo el mundo bautizando en la trinidad.

«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;» (Mateo 28:19)

2. Bautismo en el nombre de Jesús


Muchas iglesias aceptan que solo Existe el Padre y el Hijo (Jesús), pero no creen en el
Espíritu Santo y según sus creencias solo hay que bautizar en el nombre de Jesús:

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Bautismo ungimiento

«Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean
bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó
bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos
días.» (Hechos 10:47-48)

¿Por qué bautizaban en el nombre de Jesús?


«Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a
ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo
el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:11-12). Y después de
la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles:
Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo. Varones
israelitas, y los que teméis a Dios, oíd: (Hechos 13:15-16)

La respuesta la da la misma Biblia por qué bautizaban en el nombre de Jesús:

«Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Honra a tu padre y a tu madre; y,
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde
mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que
tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.» (Mateo 19:17-
21)

Allí está la respuesta de porque los apóstoles Bautizaban en el nombre de Jesús, eran
judíos que desde niños había guardado los mandamientos, esto lo encontramos en
Deuteronomio 6:

«Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tú Dios de todo
tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando
hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu
casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una
señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de
tu casa, y en tus puertas.» (Deuteronomio 6:4-9)

Elena de White habla del método que se usaba para que los niños memorizaran los
mandamientos.

«Para conservar la experiencia cristiana—Por la noche y por la mañana uníos con


vuestros hijos en el culto a Dios, leyendo su Palabra y cantando sus alabanzas. Enseñadles
a repetir la ley de Dios. Respecto de los mandamientos, los israelitas recibieron esta
instrucción: “Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando
por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”. De acuerdo con estas palabras, Moisés
instruyó a los israelitas a ponerles música a las palabras de la ley. Mientras los niños
mayores tocaban instrumentos musicales, los menores marchaban y cantaban en concierto

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el cántico de los mandamientos de Dios. En los años subsiguientes retenían en su mente


las palabras de la ley que aprendieran durante la niñez.
Si era esencial para Moisés encarnar los mandamientos en el cántico sagrado, de
manera que cuando marcharan por el desierto los niños pudieran aprender la ley versículo
por versículo, cuán esencial es en este tiempo enseñar a nuestros hijos la Palabra de Dios.
Acudamos en ayuda del Señor, instruyendo a nuestros hijos a guardar los mandamientos
al pie de la letra. Hagamos todo lo que esté de nuestra parte para hacer música en nuestro
hogar, a fin de que el Señor pueda hacerse presente. —The Review and Herald, 8 de
septiembre de 1904.» —El Evangelismo pág. 365

3. El bautismo del arrepentimiento de Juan


«Y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de
Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el
bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados, (Lucas 3:2-3)

4. El segundo bautismo
«Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer
las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis
el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay
Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el
bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al
pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles
impuesto Pablo las manos y vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y
profetizaban.» (Hechos 19:1-6)

Elena de White apoyo el segundo bautismo o rebautismo:

El rebautismo
Cuando el primer bautismo no satisface—Hay muchos hoy en día que
inconscientemente han violado uno de los preceptos de la ley de Dios. Cuando el
entendimiento ha sido iluminado y las exigencias del cuarto mandamiento son presentadas
con fuerza ante la conciencia, se ven a sí mismos como pecadores ante la vista de Dios.
“El pecado es transgresión de la ley” y “cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y
ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos”.
El honesto buscador de la verdad no presentará la ignorancia de la ley como una excusa
por la transgresión. La luz estaba a su alcance. La Palabra de Dios es sencilla, y Cristo ha
ordenado escudriñar las Escrituras. Reverencia la ley de Dios como santa, justa y buena,
y se arrepiente de su transgresión. Por fe, reclama la sangre expiatoria de Cristo y se ase
de la promesa del perdón. Su primer bautismo no lo satisface ahora. Se ha visto pecador,
condenado por la ley de Dios. Ha experimentado de nuevo la muerte al pecado, y desea
ser sepultado otra vez con Cristo por medio del bautismo, para poder levantarse y andar
en novedad de vida. Una conducta tal se halla en armonía con el ejemplo de Pablo al

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Bautismo ungimiento

bautizar a los conversos judíos. Ese incidente fue registrado por el Espíritu Santo como
una lección instructiva para la iglesia. —Sketches From the Life of Paul, 133 (1883).
No ha de convertirse en una prueba para los nuevos creyentes— El tema del
bautismo por segunda vez debe ser manejado con gran cuidado. Después que se ha
presentado la verdad sobre el asunto del sábado y otros puntos importantes de nuestra fe,
y las almas manifiestan el valor moral para hacer su resolución en favor de la verdad,
verán este asunto a la luz de la Biblia si están plenamente convertidas. Pero, algunas
personas han manejado estos problemas en forma insensata y Dios ha manifestado su
reprobación sobre este asunto en muchas ocasiones. Los que colocan este tema del
segundo bautismo en primera línea, haciéndolo algo de tanta importancia como la cuestión
del sábado, no están dejando la impresión correcta sobre la mente ni presentando en forma
adecuada el tema. Se necesita gran discriminación para presentar las verdades
relacionadas con el sábado, manejando correctamente la Palabra, dando a cada uno la
porción de alimento a su debido tiempo.
Los que levantan la cruz del sábado tienen una tremenda batalla que librar contra el yo
y contra los intereses egoístas que se interpondrían entre sus almas y Dios. Luego, cuando
han dado este gran paso y sus pies han sido colocados sobre la plataforma de la verdad
eterna, deben tener tiempo para acostumbrarse a su nueva posición, y no ser apremiados
sobre el asunto del segundo bautismo. Nadie debe llegar a ser una conciencia para otro o
instarlo y presionarlo para que se bautice por segunda vez.
Este es un tema acerca del cual cada individuo debe decidir concienzudamente en el
temor de Dios. Este tema debe ser presentado cuidadosamente con espíritu de ternura y
amor. Además, el deber de instar pertenece, no a uno, sino a Dios; dad a Dios una
oportunidad de obrar con su Santo Espíritu sobre la mente, de manera que el individuo se
convenza perfectamente y esté satisfecho de dar este paso avanzado. No se permitirá que
sobrevenga nunca el espíritu de controversia y contención sobre este asunto. No quitéis la
obra del Señor de sus manos para ponerla en las vuestras. Si se trata debidamente con los
que con toda conciencia han hecho su resolución en favor de los mandamientos de Dios,
aceptarán toda verdad esencial.
Pero se necesita sabiduría para tratar con la mente humana. Algunos necesitarán más
tiempo que otros para ver y comprender algunas verdades conexas. Esto será
especialmente cierto con respecto al asunto del nuevo bautismo, pero hay una mano divina
que los conduce: un espíritu divino impresiona sus corazones, y ellos sabrán qué deben
hacer, y lo harán.
Ninguno de nuestros celosos hermanos dé a este asunto más importancia de la que
tiene. Estarán en peligro de anticiparse al Señor, erigiendo para otros pruebas que el Señor
no les ha ordenado que establecieran. No es la obra de ninguno de nuestros maestros instar
a alguien a bautizarse de nuevo. Es problema de ellos presentar los grandes principios de
las verdades bíblicas; especialmente es éste el caso con respecto al nuevo bautismo.
Permitid, pues, que Dios haga la obra de convencer la mente y el corazón...
Toda alma honrada que acepta el sábado del cuarto mandamiento verá y comprenderá
su deber a su debido tiempo. Pero exigirá tiempo en el caso de algunos. No es un asunto
que haya de ser presentado como una exigencia para los recién venidos a la verdad, sino
que este tema obrará como una levadura. El proceso será lento y silencioso, pero hará su
obra, si nuestros hermanos que ministran no son demasiado rápidos y echan a perder el
propósito de Dios.

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Samuel Clímaco

Los que por mucho tiempo han considerado este tema, lo ven completamente claro, y
piensan que todos los demás deben verlo exactamente como ellos lo ven. No consideran
que para los recién venidos a la fe, este asunto significa, en apariencia, negar toda su
experiencia religiosa anterior. Pero a su debido tiempo llegarán a considerar el asunto de
una manera diferente. A medida que la verdad se va desarrollando en forma constante ante
su mente, verán cuáles son los pasos que han de ser tomados; nueva luz se proyectará
sobre el sendero de ellos, y el Espíritu de Dios trabajará en sus mentes, si los hombres no
interfieren la obra y tratan de forzarla a ocupar las posiciones que ellos piensan que son
la verdad.
Ahora, pues, entiéndase claramente que de vez en cuando, a lo largo de toda nuestra
experiencia, Dios ha advertido a nuestros hermanos que deben ser cuidadosos al tratar el
tema del nuevo bautismo. Nuestro buen hermano—-y varios otros de nuestros pastores,
según se me mostró, estaban cometiendo un error en algún aspecto de su actuación, al
darle prioridad a este asunto del nuevo bautismo y hacer de él una prueba de discipulado.
Esta no es la forma en que este tema debe ser tratado. Es algo que debe ser presentado
como un gran privilegio y una bendición, y todos los que son bautizados de nuevo, si
tienen ideas correctas sobre el tema, así lo considerarán. Estos buenos hermanos no han
estado conduciendo a los recién venidos a la fe paso a paso, con cuidado y vigilancia, y
el resultado fue que algunos fueron desviados de la verdad, cuando un poco de tiempo y
ternura, y un trato cuidadoso con ellos hubiera evitado todos estos tristes resultados. —
Carta 56, 1886.
La reconversión y el segundo bautismo de los adventistas del séptimo día—El
Señor pide una reforma decidida. Y cuando un alma en verdad se ha convertido de nuevo,
debe ser bautizada otra vez. Renueve ella su pacto con Dios, y Dios renovará su pacto con
ella... La reconversión debe ocurrir entre los miembros, para que, como testigos de Dios,
puedan testificar del poder y autoridad de la verdad que santifica el alma. —Carta 63,
1903 — El Evangelismo pág. 273-275

Dios nos llama a tener una vida santa, pero pro la circunstancia que sea, nosotros
transgredimos sus mandamientos o creemos que nuestro bautismo no cumple los
requisitos, Dios nos invita a reconciliarnos con el por medio de bautismo.

¿Qué significa un Señor, una fe, y un bautismo?

«Un Señor, una fe, un bautismo,» (Efesio 4:5)


Muchos dicen que este texto afirma que solo una vez hay que bautizarse, pero este
texto es el que reafirma el bautismo en la trinidad.

1. Un Señor (El Padre)


La versión hebrea dice:
“Un Adon, una fe, una sola imersion en agua.”*
El pie de nota puesta a este texto es la siguiente:

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Bautismo ungimiento

Nota: «Puesto que habían muchas causas diferentes por las cuales hacer teviláh (la
inmersión ritual en agua), a los efectos de la redención debe de aplicársele una sola
imersion, la ordenada por Yeshua para que los que regresen al Eterno y especialmente en
el caso de los gentiles, como parte del ritual de su proceso de conversión. Por tanto, no
puede haber sino una sola y única forma de administrar esta imersion dada por la autoridad
de Yeshua como Meshiaj » —Nuevo Testamento versión textual Hebraica.

Vemos claramente que “Señor” se refiere a Dios Padre y como también la referencia
que hace a la ordenanza de Jesús a bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
santo:

¿Cómo comprobamos que eso se refiere a la trinidad?


Dejemos que la Biblia responda.

«Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.» (Efesios 4:6)

2. Una fe (Jesús)
Desde el sacrificio que hizo Dios con Adán y Eva que simbolizaban a Cristo como el
cordero que haría expiación por el pecado, todos sacrificaron con fe en el Cordero de Dios
que quitaría el pecado del mundo. Hablar de fe es referirse a Cristo en sí. Ahora la Biblia
dice que somos salvo por gracia, pero la única forma de llegar a ser salvos por gracia, es
habiendo tenido antes la fe en Jesús.

«Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó
testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla
por ella. (Hebreos 11.4). Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual
por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios.» (Hebreos 12:2) Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra
de Dios. (Romanos 10:17). Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en
ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; (Juan 5:39). La justicia
de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay
diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,»
(Romanos 3:22-24)

La fe sin obres es muerta

«Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del


mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos,
pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, de qué aprovecha? Así
también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe,
y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú
crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. Más quieres
saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? No fue justificado por las obras

11
Samuel Clímaco

Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe
actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la
Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado
amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no
solamente por la fe. Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin
obras está muerta.» (Santiago 2:15-24, 26)

«Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones;
y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá
las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de su
derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis
de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me
visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te
vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto
os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo
hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego
eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de
comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve
desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también
ellos le responderán diciendo: Señor. Cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero,
desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De
cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo
hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.» (Mateo 25:31-46)

3. Un bautismo (El Espíritu Santo)


«Porque ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo dentro de no muchos días. (Hechos 1.5). Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis
el don del Espíritu Santo. (Hechos 2:38). Los cuales, habiendo venido, oraron por ellos
para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de
ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les
imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8:15-17). Entonces me acordé
de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, más vosotros
seréis bautizados con el Espíritu Santo. (Hechos 11:16). Entonces dijo: ¿En qué, pues,
fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con
bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el
nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos y vino sobre ellos el
Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. (Hechos 19:3-6). Porque por un
solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos
o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.» (1 Corintios 12:13)

12
Bautismo ungimiento

La conversión por convicción y no por emoción.


El padre de un hermano acepto el mensaje Adventista, después de haber pertenecido
por muchos años a una iglesia dominical e iba con la creencia que solo una vez se podía
bautizar y no aceptaba el nuevo bautismo, pero un dia le dijo a su hijo, que quería ser
bautizado; él se sorprendió porque conocía la posición de su padre y le preguntó que si
por qué había cambiado de opinión y el respondió: « mmm, he estado analizando y eso es
como un billete falso, tiene números, letras y se parece a un billete verdadero, pero si el
billete es falso, todos los números y letras que tienen son falsos, si las doctrinas de una
iglesia son falsas, significa que hasta su bautismo es falso» Después de haber
comprendido tan importante mensaje… el hermano fue bautizado en la verdad y con el
verdadero bautismo. (Sábado 13 de abril de 2019)

Los pasos hacia la salvación


1. Aceptar a Cristo como nuestro Salvador.
« Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a
ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo
el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:11-12). Y sacándolos,
les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. (Hechos 16:30-31). Porque si siendo enemigos,
fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida. (Romanos 5:10). Que si confesares con tu boca
que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás
salvo. (Romanos 10:9)

1. El bautismo

 Muerte al yo (Ego)

“Yo” en griego es la palabra Ego, de donde vienen las palabras: Egoísmo,


egocéntrico. La palabra orgullo muchas veces se refiere a algo positivo, pero la mayoría
de veces significa exceso de autoestima y arrogancia. Es mostrado como una ilusión,
como algo que realmente no existe.

«Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado.»


(Proverbios 21:4)

«Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al


que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.» (Santiago 4:16-17)

13
Samuel Clímaco

«Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los
judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como
maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo
viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?» (Juan
3.1-4)

 Nacimiento en Cristo

«Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
(Santiago 2:26)

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo
que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario
nacer de nuevo. (Juan 3.3-7). Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por
el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva. (Romanos 6.4) Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo
vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas
2:20). De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene
vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida. (Juan 5:24).

 La protección de Dios

«Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo
la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el
mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual,» (1 Corintios 10:1-3)

 Somos llenos del Espíritu Santo y gozamos de


los dones espirituales.
«Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la
promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí Porque ciertamente bautizó con agua,
más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:4-5, 8)
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del
cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde
estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose
sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar
en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.» (Hechos 2:1-4)

14
Bautismo ungimiento

«Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.»
(1 Corintios 14.1)

Dones espirituales
«Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han
crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos
también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros.» (Gálatas 5:22-26) (Porque el fruto del Espíritu es en toda
bondad, justicia y verdad), (Efesios 5:9)

 Ungimiento al sacerdocio

Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable; (2 Pedro 2:9)

3. Dios nos acepta como sus hijos.


«Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, Para que seamos llamados hijos de Dios; por
esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de
Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.» (1 Juan 3:1-2)

4. Recordando el sacrificio de Cristo


«Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que
por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo
cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros
se derrama.» (Lucas 22:19-20)

«Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la
noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad,
comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el
nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebierais, en memoria de mí.
Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebierais esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que él venga. De manera que cualquiera que comiere este pan o
bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del
Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come
y bebe para sí.» (1 Corintios 11.23-29)

15
Samuel Clímaco

5. Sacar la levadura de nosotros.


El pecado: Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado. (Juan 8:34) El que practica el pecado es del diablo; porque
el peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del
diablo.» (1 Juan 3:8)

Doctrinas falsas: Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de
los saduceos. Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan.
¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la
levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho
que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los
saduceos.» (Mateo 16:6-7, 11-12)

La hipocresía: En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se
atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura
de los fariseos, que es la hipocresía.» (Lucas 12.1)

Malicia y maldad: No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura
leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin
levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de
maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.» (1 Corintios 5:6-8)

6. Vivir una vida santa


«Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. (1 Pedro 1:16). Santifícalos en
tu verdad; tu palabra es verdad. (Juan 17:17) Más nuestra ciudadanía está en los cielos,
de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; (Filipenses 3:20). A la
iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser
santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor
Jesucristo. (1 Corintios 1:2-3) ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si
el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? (1
Corintios 6:2-3). Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo
con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él
antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
(Efesios 1:3-4). Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la
herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su amado Hijo, (Colosenses 1:12-13). Sino, como aquel que os
llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque
escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. (1 Pedro 1:15-16).

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