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¿Cómo se realiza el

transporte del gas natural?


Los grandes yacimientos de gas natural se encuentran en Oriente Medio y en la
antigua Unión Soviética, aunando entre ambas ubicaciones el 75% del volumen
mundial de esta fuente de energía. Su transporte, entonces, se antoja un asunto
de gran importancia.

El traslado del gas natural entre los países “productores” y los países
“consumidores” se realiza mediante kilométricos gasoductos y con la
intervención de grandes buques metaneros.

Un gasoducto es una infraestructura basada en tuberías que transporta el gas a


lo largo de grandes distancias.

La presión a la que circula el gas a través de esta conducción alcanza los 72


bares (7,2 MPa) para los desplazamientos internacionales, mientras que para las
distribuciones locales se disminuye hasta los 16 bares (1,6 MPa) de presión.
En cuanto a los diámetros que poseen este tipo de conducciones, suelen variar
en función del caudal que vayan a soportar pero, de manera general, es posible
encontrar gasoductos que van desde las 20” (508 mm) hasta las 48” (1219 mm).

Las velocidades de transporte oscilan entre los 10 y los 20 metros por segundo,
con el fin de asegurar la continuidad del suministro y evitar problemas en las
instalaciones.

En lo referente al material utilizado, estas tuberías están realizadas con acero de


“alto” contenido en carbono (en torno a un 0,25%), que presenta gran dureza y
un elevado límite elástico. Cabe destacar que, para evitar la corrosión, se recurre
habitualmente al revestimiento con polímeros (protección pasiva) y a la
protección catódica (con corriente impresa).

Como curiosidad, cabe destacar que el gasoducto más largo del mundo, que
une Horgos (Kazajistán) con Hong Kong (China), cuenta con 8.704 kilómetros y
puede transportar 30.000 millones de metros cúbicos por año.

Es habitual que la red de conducciones se tope en su camino con grandes masas


de agua. Para sobrepasarlas existen dos grandes soluciones: la implantación de
gasoductos submarinos, como el conocido Nord Stream; o el transporte del gas
mediante buques metaneros.
La primera alternativa supone una inversión en infraestructuras elevada, con lo
que es frecuente recurrir a la opción del transporte marítimo para solventar el
problema, con la consiguiente ventaja de que a partir de él se puede ramificar su
distribución.

El transporte en barco presenta el inconveniente de que, para producir el


trasvase de un medio de transporte a otro, se requiere licuar la materia prima.
Este proceso se realiza en las plantas de licuefacción.

Una vez licuado, el LNG (Liquid Natural Gas) se transporta en los grandes
depósitos que albergan los buques metaneros. De este modo, se salva el
problema orográfico que suponen los mares y océanos para la construcción de
los gasoductos.

El buque con mayor capacidad de transporte de LNG es el “Mozah” de la familia


Q-Max, que con sus 43.400 kW (58.200 Cv) de potencia puede trasladar hasta
266.000 metros cúbicos en un solo trayecto.
Por último, en esta cadena de transporte, se encuentra la planta
regasificadoradel gas natural licuado. En ella se recupera el carácter gaseoso
del combustible, permitiéndose así una posterior distribución local, a través de
gasoductos más pequeños, en el país receptor.

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