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INTERPRETAR Y CONSTRUIR TEXTOS DE FILOSOFÍA MEDIEVAL:

San Agustín, quien considera al hombre formado por tres elementos; uno es el cuerpo material, al que no considera elemento
constitutivo esencial y solo lo toma como un instrumento de uso para el alma; el alma, la cual define como “cierta sustancia
dotada de razón que está allí para dominar y regir el cuerpo”. La considera como la causante de todos los males, ya que goza
de libre albedrío. También considera el alma como inmortal, la cual es una exigencia de la naturaleza espiritual del hombre y
una necesidad que nos explica el ser del hombre en la búsqueda de la felicidad plena, a la cual solo se llega en la eternidad.
Para San Agustín, la inmortalidad del alma, además de ser una exigencia de su naturaleza espiritual, es una necesidad para
entender el ser del hombre que busca la felicidad plena y que no es asequible en esta vida. Define además las funciones del
alma como la memoria, el entendimiento y la voluntad. Por último San Agustín nombra al espíritu como tercer constituyente
del hombre. Así, para San Agustín el hombre es un espejo de Dios, un reflejo de una Trinidad; osea, que sus actividades
fundamentales: memoria, inteligencia y voluntad provienen también de la Divinidad. Entonces, según San Agustín, esas tres
facultades del hombre corresponden a las tres personas de la Santísima Trinidad, y así como éstas constituyen una sola
sustancia, de igual forma las tres facultades constituyen un alma única.

INTERPRETAR Y CONSTRUIR TEXTOS DE FILOSOFÍA MEDIEVAL:

San Agustín, quien considera al hombre formado por tres elementos; uno es el cuerpo material, al que no considera elemento
constitutivo esencial y solo lo toma como un instrumento de uso para el alma; el alma, la cual define como “cierta sustancia
dotada de razón que está allí para dominar y regir el cuerpo”. La considera como la causante de todos los males, ya que goza
de libre albedrío. También considera el alma como inmortal, la cual es una exigencia de la naturaleza espiritual del hombre y
una necesidad que nos explica el ser del hombre en la búsqueda de la felicidad plena, a la cual solo se llega en la eternidad.
Para San Agustín, la inmortalidad del alma, además de ser una exigencia de su naturaleza espiritual, es una necesidad para
entender el ser del hombre que busca la felicidad plena y que no es asequible en esta vida. Define además las funciones del
alma como la memoria, el entendimiento y la voluntad. Por último San Agustín nombra al espíritu como tercer constituyente
del hombre. Así, para San Agustín el hombre es un espejo de Dios, un reflejo de una Trinidad; osea, que sus actividades
fundamentales: memoria, inteligencia y voluntad provienen también de la Divinidad. Entonces, según San Agustín, esas tres
facultades del hombre corresponden a las tres personas de la Santísima Trinidad, y así como éstas constituyen una sola
sustancia, de igual forma las tres facultades constituyen un alma única.

INTERPRETAR Y CONSTRUIR TEXTOS DE FILOSOFÍA MEDIEVAL:

San Agustín, quien considera al hombre formado por tres elementos; uno es el cuerpo material, al que no considera elemento
constitutivo esencial y solo lo toma como un instrumento de uso para el alma; el alma, la cual define como “cierta sustancia
dotada de razón que está allí para dominar y regir el cuerpo”. La considera como la causante de todos los males, ya que goza
de libre albedrío. También considera el alma como inmortal, la cual es una exigencia de la naturaleza espiritual del hombre y
una necesidad que nos explica el ser del hombre en la búsqueda de la felicidad plena, a la cual solo se llega en la eternidad.
Para San Agustín, la inmortalidad del alma, además de ser una exigencia de su naturaleza espiritual, es una necesidad para
entender el ser del hombre que busca la felicidad plena y que no es asequible en esta vida. Define además las funciones del
alma como la memoria, el entendimiento y la voluntad. Por último San Agustín nombra al espíritu como tercer constituyente
del hombre. Así, para San Agustín el hombre es un espejo de Dios, un reflejo de una Trinidad; osea, que sus actividades
fundamentales: memoria, inteligencia y voluntad provienen también de la Divinidad. Entonces, según San Agustín, esas tres
facultades del hombre corresponden a las tres personas de la Santísima Trinidad, y así como éstas constituyen una sola
sustancia, de igual forma las tres facultades constituyen un alma única.

INTERPRETAR Y CONSTRUIR TEXTOS DE FILOSOFÍA MEDIEVAL:

San Agustín, quien considera al hombre formado por tres elementos; uno es el cuerpo material, al que no considera elemento
constitutivo esencial y solo lo toma como un instrumento de uso para el alma; el alma, la cual define como “cierta sustancia
dotada de razón que está allí para dominar y regir el cuerpo”. La considera como la causante de todos los males, ya que goza
de libre albedrío. También considera el alma como inmortal, la cual es una exigencia de la naturaleza espiritual del hombre y
una necesidad que nos explica el ser del hombre en la búsqueda de la felicidad plena, a la cual solo se llega en la eternidad.
Para San Agustín, la inmortalidad del alma, además de ser una exigencia de su naturaleza espiritual, es una necesidad para
entender el ser del hombre que busca la felicidad plena y que no es asequible en esta vida. Define además las funciones del
alma como la memoria, el entendimiento y la voluntad. Por último San Agustín nombra al espíritu como tercer constituyente
del hombre. Así, para San Agustín el hombre es un espejo de Dios, un reflejo de una Trinidad; osea, que sus actividades
fundamentales: memoria, inteligencia y voluntad provienen también de la Divinidad. Entonces, según San Agustín, esas tres
facultades del hombre corresponden a las tres personas de la Santísima Trinidad, y así como éstas constituyen una sola
sustancia, de igual forma las tres facultades constituyen un alma única.

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