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HIMNO hacen; yo meditaré tus decretos.

Vosotros, que escuchasteis la llamada

de viva voz que Cristo os dirigía, Vuelvan a mí tus fieles

abrid nuestro vivir y nuestra alma que hacen caso de tus preceptos;

al mensaje de amor que él nos envía. sea mi corazón perfecto en tus leyes

así no quedará avergonzado.

Vosotros, que invitados al banquete Ant. Que tu bondad me consuele según tu promesa.

gustasteis el sabor del nuevo vino, Ant. 2. Protégeme de mis enemigos, Dios mío.

llenad el vaso, del amor que ofrece,

al sediento de Dios en su camino. Salmo 58, 2-6ª. 10-11. 17-18

ORACIÓN PIDIENDO LA PROTECCIÓN DE


DIOS ANTE LOS ENEMIGOS
Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte
Estas súplicas expresan la confianza del Salvador ante
de verle dar a muertos nueva vida, su Padre. (Eusebio de Cesarea)
no dejéis que el pecado y que la muerte

nos priven de la vida recibida. Líbrame de mi enemigo, Dios mío;

protégeme de mis agresores,


Vosotros, que lo visteis ya glorioso, líbrame de los malhechores,
hecho Señor de gloria sempiterna, sálvame de los hombres sanguinarios.
haced que nuestro amor conozca el gozo

de vivir junto a él la vida eterna. Amén. Mira que me están acechando,

y me acosan los poderosos:


SALMODIA sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,
Ant. 1. Que tu bondad me consuele según tu promesa. sin culpa mía, avanza para acometerme.
Salmo 118, 73-80

Tus manos me hicieron y me formaron; Despierta, ven a mi encuentro, mira;


instrúyeme para que aprenda tus mandatos; tú, el Señor de los ejércitos,
tus fieles verán con alegría el Dios de Israel.
que he esperado en tu palabra;

reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos, Estoy velando contigo, fuerza mía,
que con razón me hiciste sufrir. porque tú, ¡oh Dios!, eres mi alcázar.

Que tu bondad me consuele, Que tu favor se adelante, ¡oh Dios!,


según la promesa hecha a tu siervo; y me haga ver la derrota del enemigo.
cuando me alcance tu compasión, viviré,

y mis delicias serán tu voluntad; Pero yo cantaré tu fuerza,


que se avergüencen los insolentes del daño que me por la mañana aclamaré tu misericordia;
porque has sido mi alcázar Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte,

y mi refugio en el peligro. quién me conducirá a Edom,

si tú, ¡oh Dios!, nos has rechazado

Y tocaré en tu honor, fuerza mía, y no sales ya con nuestras tropas?

porque tú, ¡oh Dios!, eres mi alcázar.

Auxílianos contra el enemigo,

Ant. Protégeme de mis enemigos, Dios mío que la ayuda del hombre es inútil.

Ant. 3. Dichoso el hombre a quien corrige Dios, Con Dios haremos proezas,
porque él hiere y venda la herida.
él pisoteará a nuestros enemigos.

Ant. Dichoso el hombre a quien corrige Dios, porque


Salmo 59 el hiere y venda la herida.

ORACIÓN DESPUÉS DE UNA CALAMIDAD

En el mundo tendréis luchas, pero tened valor: Yo he LECTURTA BREVE


vencido al mundo. (Jn 16, 33)
Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en
¡Oh Dios!, nos rechazaste y rompiste nuestras filas; medio del pueblo, y crecía el número de los creyentes,
hombres y mujeres, que se adherían al Señor.
estabas airado, pero restáuranos.
V. Guardaron los preceptos del Señor.
Has sacudido y agrietado el país:
R. Las normas y los mandatos que les ordenó.
repara sus grietas, que se desmorona.

Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo,

dándole a beber un vino de vértigo;

diste a tus fieles la señal de desbandada,

haciéndolos huir de los arcos.

Para que se salven tus predilectos,

que tu mano salvadora nos responda.

Dios habló en su santuario:

<<Triunfante ocuparé Siquén,

parcelaré el vale de Sucot;

mío es Galaad, mío Manasés,

Efraím es yelmo de mi cabeza,

Judá es mi cetro;

Moab, una jofaina para lavarme;

sobre Edom echo mi sandalia,

sobre Filistea canto victoria>>

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