Está en la página 1de 18

mundo, Roma, triunfando de la sabiduría del siglo, de la Apostólico.

Basta para la imitación traer a la memoria lo que


elocuencia de los oradores, de la autoridad de los príncipes, de refiere el Evangelista, cuando preguntado tres veces San Pedro
la fuerza de las malas costumbres, de la política del interés, y de por su Divino Maestro, si le amaba; respondió con profunda
todas las supersticiones, era bastante para convencer a un humildad: «Señor: Vos sabeis todas las cosas, y penetrais lo
hombre de razón, si el velo oscurísimo de los pecados permitiera íntimo de mi corazón. Vos sabeis que os amo». No en vano
entrada a los rayos de tanta luz (Cf. Romanos I). repite nuestro Señor tantas veces «Pedro, ¿me amas?»: quiso
   Iluminad por vuestra misericordia a los incrédulos, y haced que decirle en esto: «si el testimonio de tu conciencia no te dicta que
ya se acuerden y conviertan a Vos todos los fines de la tierra me tienes un amor perfecto, amándome sobre todas las cosas:
(Salmo XXI, 29). Disponed, Señor, que todos los Cristianos más que a todos los tuyos, más que a ti mismo, no tomes el
confesemos vuestro santo nombre, no solo con las palabras, cuidado pastoral, ni el gobierno de mis ovejas, por quien he
sino también gallardamente con las obras, sin avergonzarnos de derramado mi Sangre». Después de tanto examen confió al
las ignominias adorables de vuestra Cruz por dejarnos engañar Santo Apóstol nada menos que a su Esposa la Santa Iglesia,
de los respetos humanos y falsa política del mundo. En vuestro dejando (San Bernardo, Sermón I de San Pedro y San Pablo; en
Santo Evangelio está escrito que el Hijo de Dios se avergonzará José Mansi CO, sermón 12) a su cuidado el tesoro inestimable
de confesar delante de su eterno Padre a las almas que se de su preciosa Sangre, depositado en los Santos siete
hayan avergonzado de confesarle delante de los hombres. No Sacramentos.
permitáis en mí, Señor, tal desgracia: concedednos por vuestro
Pedro, que confesándoos con toda nuestra alma en esta vida, Contentémonos para nuestra imitación, con saber que San
alabemos a vuestra Majestad, oh Rey inmortal de los siglos, por Pedro amó al Señor con aquella perfecta caridad que da la vida
toda la eternidad. Amén. por el amado, como en efecto murió por su Divino Maestro: sin
   que las muchas aguas de la tribulación y del riguroso martirio
Rezar tres Padre nuestros. La Oración y los Gozos pudiesen apagar el intenso fuego de su amor. ¿Arderá en
nuestro pecho alguna llama de este sagrado incendio?
se dirán todos los días.
Trabajemos para encenderla y aumentarla, pidiendo para esto
   gracia al Señor; estemos ciertos, y salgamos de toda duda, que
DÍA SEXTO - 25 DE JUNIO si legítimamente no amamos, se nos hará duro el yugo de la
Santa Ley que profesamos; y si amamos todo se nos hará suave
Por la señal... y facil, como dice San Agustín. No seamos ingratos a quien tanto
℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi bien nos ha hecho; temamos, sí, aquella terrible sentencia de
San Pablo, que nos dice: «maldito y excomulgado sea el que no
socorro:
ama a Nuestro Señor Jesucristo» (I Corintios XVI, Agustín
℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de Calmet OSB).
vuestra gracia.   
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los ORACIÓN
siglos de los siglos. Amén. ¡Oh Clementísimo Jesús, y verdadero Dios, todo caridad! ¡Yo he
Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los venido a traer fuego a la tierra, decís en vuestro Santo
Evangelio, y quereis sea encendido este Divino fuego en el
cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu
corazón humano! Bendito sea, Señor, el poder de vuestra gracia,
gloria. en cuya virtud fue el corazón del príncipe de los Apóstoles un
Inclinación y Acto de Contrición. Sagrado Altar en que ardió el fuego de vuestro Santo amor,
mejor que en el de la antigua Ley, para gloria de vuestro
Santísimo Nombre. ¿Cuánta es, amorosísimo Salvador, la Bautista, otros por Elías, otros por Jeremías o en fin por alguno
tibieza de mi espíritu? Amamos con de los Profetas; el Señor les

intensión a las criaturas, sin hallarse en ellas más que un poquito preguntó «y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Entonces San
de bien que tienen participado, ¿y no hemos de amar con toda Pedro, como quien era la boca de los Apóstoles, según la
nuestra fortaleza a vuestra Majestad, que sois el bien infinito, el expresion del Crisóstomo, toma la voz, y con alegria y su fervor
único principio y fin de todo lo que es bueno? ¡Que no ame a mi acostumbrado responde en nombre de todos: «Tú, Señor, tú
Dios, que me ha libertado de la esclavitud del demonio, no con eres Cristo, hijo de Dios vivo». Que fue decir: «Tú, Divino
precio corruptible de plata y oro, sino con el precio infinito de su Maestro, eres el verdadero Mesías, por tantos siglos deseado:
Santísima Sangre, derramándola sobre el Ara de la Cruz, como Tú eres el libertador del género humano, por quien han
cordero inmaculado, que vino a quitar los pecados del mundo! suspirado tanto los Santos Patriarcas y Profetas: Tú, en fin, no
¡Oh locura mía, no haber amado a un Dios tan bueno! Haced, eres hijo de adopción, como el Bautista, puramente, Elías y
Señor, que yo os ame empleando todo mi ser en servicio Jeremías; sino que siendo verdadero Hombre, eres al mismo
vuestro, para que muriendo ahora al amor perverso del mundo, tiempo verdadero Hijo natural de Dios». Esta es la pública
os alabe por toda la eternidad en la Gloria. Amén. confesión de San Pedro, por la cual Nuestro Señor le remuneró,
   elevándole a la gloriosa dignidad de cabeza visible de la Iglesia.
Rezar tres Padre nuestros. La Oración y los Gozos Esta confesión hemos de procurar imitar, no solo con palabras,
sino tambien con obras, como el Santo Apóstol, cuya santa vida
se dirán todos los días.
fue una continuada confesión del Señor, hasta morir por la gloria
   de su adorable nombre. Confesar a Cristo solo con la boca, y no
DÍA QUINTO - 24 DE JUNIO con la santidad de las obras, es de viles hipócritas, de quienes
Por la señal... se verifica, dice San Buenaventura (Comentario sobre Lucas XII,
℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi en Cornelio Alápide, tomo I, cap. I, fol. 399), lo que decía San
socorro: Pablo: «confiesan que conocen a Dios; mas le niegan con sus
hechos y depravadas costumbres».
℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de
vuestra gracia.   
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los ORACIÓN
Omnipotente y sempiterno Dios, Padre soberano de las luces,
siglos de los siglos. Amén. que revelas a los párvulos las verdades del Evangelio que
Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los ocultas a los sabios y prudentes del mundo (Mateo XI): Gracias
cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu a vuestra incomprensible Bondad, por haber revelado al párvulo
gloria. y humilde siervo vuestro, San Pedro, tan altos misterios y
Inclinación y Acto de Contrición. verdades del Evangelio. Y gracias a vuestra Majestad, Divino
Salvador, a cuya infinita misericordia debo las luces de la Santa
  
fe que profeso. Confieso, Señor, con alegría de mi alma, y lo
CONSIDERACIÓN: PÚBLICA CONFESIÓN DE FE DE quisiera hacer con el fervoroso espíritu de mi amado protector
SAN PEDRO. San Pedro, que sois Cristo, Hijo único de Dios vivo, verdadero
Considérese que el Evangelista San Mateo refiere que vino Dios y Hombre verdadero, y Redentor nuestro. Confieso delante
Jesus y preguntó a sus discípulos qué se decia de su persona del cielo y de la tierra esta importantísima verdad, y todas las
(en Judea), o en qué reputacion le tenían aquellas gentes: demás que habéis revelado, y nos propone como objeto de
respondieron a su Divino Maestro, que unos le tenían por el nuestra creencia nuestra Santa Madre Iglesia.
  ¡Qué de pruebas convincentes tiene, ¡Salvador mio, vuestro ¿Señor, el alma en la oración, segun expresión de David, como
Santo Evangelio! Solo el contemplar a San Pedro, que planta el un árbol plantado a las corrientes de las aguas, que se fecunda
estandarte de vuestra Cruz en tantas Provincias, y en medio de de las gracias del Cielo, para dar a su tiempo frutos sazonados
la capital del de santidad? ¡Oh Maestro Divino! Enamorad a mi alma de este
Sepamos para nuestro consuelo, y animémonos con fervor, que santo ejercicio de la oración
nuestro Sumo Pontífice Benedicto XIV «yo soy un grande pecador, e indigno de aparecer en vuestra
(Constitución Quemadmódum nihil, 16 de Diciembre de 1746) presencia»: ya cuando exclamó: «Señor, ¿tú me lavas a mí los
tiene concedida indulgencia plenaria y remisión de todos sus pies? No permitiré semejante acción eternamente; pero si esta
pecados, cada mes, al que tuviere media hora de oración mental es tu voluntad, pies, manos y cabeza me dejaré lavar antes que
continuada, o a lo menos un cuarto de hora, en cada uno de los desagradaros» (Albano Butler, Vidas de los Santos, fol. 510); ya
días de dicho mes, con condición de que verdaderamente cuando preguntado del Divino Maestro si le amaba más que los
arrepentido y confesado reciba la sagrada comunión, y pida a otros Discípulos, aunque era un serafín abrasado en su amor,
Dios por la exaltación de nuestra Santa Fe, por la extirpación de con todo no se atrevió a responder, sino temeroso, y como quien
las herejías, y la concordia entre los Príncipes Cristianos: y dicha desconfiaba de sí mismo, segun escribe el Crisóstomo: «Señor,
indulgencia podemos tambien aplicarla por las Ánimas del vos sabéis que os amo»: Al fin manifestó el Príncipe de los
Purgatorio. ¡Qué gran tesoro! Apóstoles ser humilde en el mismo tiempo de su martirio,
  consiguiendo de los verdugos le fijasen en la Cruz cabeza abajo,
ORACIÓN como si fuera indigno de elevar sus benditos ojos al Cielo
¡Oh clementísimo Jesus mío! Cuando considero a vuestra (Albano Butler, Vidas de los Santos, fol. 536), cuya acción
Majestad orando por mi salvación, ya en el desierto, ya en el atribuyen San Ambrosio y San Agustín, parte a su humildad, y
monte, ya en el huerto, hasta sudar gotas de sangre; cuando parte a los ardientes deseos de padecer más por su Dios y
reflexiono las repetidas doctrinas de vuestro Evangelio, que Maestro. Todo esto solo es un índice de la profundísima
oremos y velemos para no entrar en tentación, y que siempre humildad que reinaba en el corazón del Pastor universal del
vivamos alerta, porque no sabemos el día ni la hora en que rebaño de la Católica Iglesia.
seremos llamados a juicio: cuando miro en fin el ejemplo de San  Consideremos ahora si se halla en nosotros esta marca de la
Pedro, de los Santos Apóstoles, y de todos los Santos, que han santa humildad, que ella es la de todas las buenas ovejas que
seguido el ejercicio de la oracion, camino real del Cielo, me siguen las huellas del Divino Pastor; la soberbia es una señal
confundo, Dios mio, de la tibieza y alucinación con que he vivido evidentísima de los réprobos, y por el extremo contrario, la
(Antonio de Molina OCart., Ejercicios espirituales de las humildad es el caracter de los predestinados. Aunque la
excelencias de la Oración mental, cap. VI). ¿Cómo tanto soberbia haya dominado en nuestras almas, no nos
descuido de mi salvación, y no me apresuro a seguir vuestra desconsolemos, con tal que nerviosamente procuremos trabajar,
doctrina, y con santa emulación imitar vuestros con la divina gracia, en ser humildes.
Bienaventurados? ¿Cómo no me retiro de los placeres del   
mundo, y apetezco la soledad en la que habla el Espíritu Santo ORACIÓN
al corazón? ¿Cómo no considero que mientras más me Señor mío Jesucristo, verdadero Hijo de Dios, que siendo por
aproximo al mundo, mas me aparto y osa parto de mí, y que el esencia el Rey de los Reyes y Señor de los Señores, os
logro de sus riquezas me estorba felicidad? ¿Cómo no echo de dignasteis de tomar la forma de siervo humillándoos a Vos
ver que sin oración no conozco los engaños y falacias de mis mismo, según la expresión de San Pablo, «hecho obediente
enemigos, y que todo es vanidad de vanidades? ¿En qué pienso hasta la muerte, y muerte de Cruz» (Filipenses II, 8);
hallar remedio cierto y fortaleza para vencer las tentaciones y concededme la gracia, Señor, de mirar siempre a tu
dificultades que se presentan en el ejercicio de la virtud? ¿No es, incomprensible y asombroso ejemplo de tu humildad, para
imitarle; y dadnos a entender a todos los Cristianos la Considera que en los hechos Apostólicos e historia de los
importancia de esta santísima virtud para nuestra salvación, y Sagrados Evangelios se refieren varios pasajes en que se echa
que ella es el fundamento sobre el cual estriba el edificio grande de ver que ninguno de los Apóstoles tuvo más fervoroso amor al
de una vida verdaderamente cristiana. Señor, que San Pedro. Quién sino su Majestad comprenderá
Vos, dulcísimo Maestro, siendo el modelo de todas las virtudes, nos hasta dónde rayaban las llamas del incendio que abrasaban a
decís muy en particular: «Aprended de mí, que soy humilde y manso este serafín
de corazon», asegurando asimismo en vuestro Santo Evangelio que CONSIDERACIÓN: ORACIÓN MENTAL DE SAN
el que no se humillase no entraría en el Reino de los Cielos.
¿Qué ceguedad ha sido la mía, Dios mío? ¿Por qué yo me he de
PEDRO.
ensoberbecer, siendo polvo, ceniza, nada? ¿Qué tengo yo que Considera cuán sublime sería la oración mental del príncipe de
no haya recibido de vuestra misericordia, Señor soberano de la los Apóstoles. Estando el Santo en la ciudad de Jope, subió
gracia? Aunque camine de virtud en virtud, y llegue a la cumbre cierto día a lo alto (Hechos de los Apóstoles X, ver también a
de la perfección cristiana, no puedo saber sin especial revelación Calmet) y silencioso de una casa cercana al mar, en donde se
que perseveraré en vuestra gracia hasta la muerte, y me puedo hallaba hospedado para vacar con quietud al ejercicio de la
perder por la eternidad (Concilio de Trento, canon 6). ¿Dónde oración: y arrebatado en éxtasis, tuvo aquella misteriosa vision
está mi razón para ensoberbecerme? Buen Jesús, por los que refiere San Lucas con todas sus maravillosas
méritos de vuestro fiel Siervo, el humildísimo San Pedro, circunstancias, y en la que comprendió, ilustrado por el Espíritu
conservad en nuestro espíritu estos santos pensamientos, para Santo, que delante de Dios no hay acepción de personas, y que
humillarnos como buenos cristianos, y merecer por vuestra no solo a los Judíos, sino tambien a los Gentiles debía predicar
misericordia ser exaltados en la gloria, y glorificar eternamente el Evangelio; cuando habiendo muerto el Salvador por todos los
vuestro santísimo nombre. Amén. hombres, ninguna Nación ni Pueblo quedaba excluída de tan
gran beneficio. En efecto, San Pedro, usando ya de la potestad
   que nuestro Señor le había concedido, entregándole las llaves
Rezar tres Padre nuestros. La Oración y los Gozos del Cielo, instruye y bautiza a Cornelio Centurión (que era
se dirán todos los días. Gentil), y a toda su familia; quedan admitidos en la Iglesia, y
   noticiosos los fieles de Jerusalén (Ver Daniel, tomo II de los
DÍA CUARTO - 23 DE JUNIO Comentarios), glorificaron a Dios por haberse dignado de hacer
Por la señal... participantes a los Gentiles como a los judíos del don de la
penitencia para conseguir la eterna salvación. Demos gracias al
℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi Señor, que se ha dignado hacer maravilloso a nuestro Santo
socorro: Apóstol, y tomemos la firme resolución de imitarle, deseando ser
℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de hombres de oración mental, de que tan distantes estamos.
vuestra gracia. Cuando nuestro entendimiento no medita, no piensa en conocer
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los a Dios; ¡oh horrible alucinación! ¡Oh terrible olvido de nuestra
siglos de los siglos. Amén. obligación cristiana! Todo el mundo está desolado, dice
Jeremias, porque ninguno medita de corazón las verdades que
Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los le importan (Jeremías XII, 11). Volvamos en nosotros, y
cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu acordándonos que la oración del malo es pésima en presencia
gloria. Inclinación y Acto de Contrición. del Señor, desterremos nuestras culpas, solicitemos vestirnos
   del santo temor, tomemos finalmente la resolución de dedicarnos
CONSIDERACIÓN: AMOR DE SAN PEDRO AL a la oración mental, tomando por guía a San Pedro, en cuanto
SEÑOR. sea compatible con las obligaciones de nuestro estado, y siendo
la primera la de ser buen cristiano, nada la desempeña tan bien santísimo nombre de Jesus, y conversión de las almas. Y si por
como el ejercicio de la oración, como enseñan las Santas ventura tenemos a nuestro cargo hijos, criados y domésticos, a
Escrituras y Doctores místicos. Acordémonos en todas nuestras los que más de cerca pertenece la obligación de celar sean
obras de los Novísimos, y siempre tengamos presente la temerosos de Dios: ¡de cuántas omisiones seremos reos, si por
eternidad, y no nos deslizaremos a pecar. nuestra desidia ignoran la doctrina, o giran con desenfreno por el
camino ancho de la perdicion!
,salir del pantano de sus culpas? Mas es necesario atender que
más fino amante de Jesucristo? Toda la vida del príncipe de los el Santo Apóstol salió fuera y lloró amargamente su pecado.
Apóstoles estuvo empleada en dilatar la gloria de Dios, en dar a   
conocer y amar al Salvador del mundo, extendiendo su reino, y Lloró amargamente con una penitencia pronta; pues habiendo
haciéndole triunfar de sus enemigos en todo el mundo. La mirado el Divino Maestro a Pedro, más que con los ojos
fundación de la iglesia en Antioquía: la predicación del Evangelio corporales, con los rayos de su gracia, que le penetraron el
por el Ponto, por Galacia, por Capadocia, por Asia, por Bitinia, alma, al punto salió fuera de la casa del peligro, para soltar el
en Jerusalén, y en casi todo Judea: el haber plantado el dique a sus lágrimas de vehementísimo dolor. Lloró
estandarte de la Cruz en la misma Roma, fijando en ella su amargamente con una penitencia admirable; no lloró por miedo
cátedra Pontifical, para que, como se explica San León (Sermón del castigo, sino por haber negado a quien tanto amaba. Lloró
I de San Pedro y San Pablo), desde la ciudad que era cabeza con una penitencia constante, porque el Santo Apóstol no puso
del mundo se difundiesen con facilidad las luces del Evangelio límite a sus lágrimas, sino que toda su vida fue una continuada
por todas las partes del Universo. ¿Qué otra cosa era todo esto, penitencia; y después de la Ascensión, cuando se acordaba de
sino un efecto del ardentísimo celo de la gloria de Dios, y la dulcísima presencia y suavísima conversación de su Divino
exaltación del santísimo nombre de Cristo? Este ardiente celo Maestro (José Mansi CO, Locupletíssima Bibliothéca morális
sobresalía en su predicación: y la afluencia de la gracia, y fuerza prdicábilis, fol. 424), todo se resolvía en lágrimas; de suerte,
de la verdad fue tan poderosa en San Pedro, que en el primer escribe el Angélico Doctor, que sus mejillas estaban como
Sermón convirtió cerca de tres mil almas, y en el segundo cinco abrasadas de tanto llorar.
mil varones, como consta de los Hechos de los Apóstoles (Cap.   En este ejemplo tenemos un dechado que debemos imitar de
IV, ver Calmet). Así se aumentó la Iglesia en poquísimos dias, verdadera penitencia; lloremos sin cesar nuestras culpas, e
¿Cuántos peces cogería después San Pedro, a quien el Señor imprimamos vivamente en nuestro corazón, que son
había hecho pescador de los hombres? ¿Cuántas conversiones indispensables para lograr el dolor los auxilios de la divina
de pecadores en más de veinte y cuatro años que gobernó la gracia: y quedemos persuadidos que confesamos muchas veces
nave de la santa Iglesia con aquella celestial y admirable mal, por el reprensible descuido en que vivimos, de no pedirlos
sabiduría, que se deja ver en sus dos epístolas canónicas, y en al Señor debidamente.
la historia de los Hechos Apostólicos?   
   ORACIÓN
A presencia de lo que hemos entendido, procuremos, cuanto Gracias a vuestra misericordia, amabilísimo Redentor nuestro, a
podamos, imitar el ardiente celo de nuestro Santísimo Abogado, quien todos los convertidos, y los que se han de convertir hasta
y no nos pase por la imaginación que semejante imitación es el fin del mundo, deben como a causa meritoria su justificación, y
solo para los Predicadores y Pastores de almas, que a todo las gracias necesarias para conseguirla (Concilio de Trento,
Cristiano, que tiene capacidad para ello, incumbe la obra de Sesión sexta, cap. VII). Dadme, Señor, a conocer cuán
misericordia decorregir al que yerra, para, si puede, ganar al necesarios me son los auxilios de vuestra gracia, para vencer las
hermano, y no dejar que se pierda. Todos podemos pedir al perversas inclinaciones de la naturaleza corrompida por el
Señor, oyendo misas, frecuentando sacramentos, y aplicar pecado, y para triunfar de muchas y muy gravísimas tentaciones
semejantes obras piadosas con el fin de la exaltación del
con que el mundo, demonio y carne nos combaten. ¿Quién Considérese que siendo regla infalible del Santo Evangelio que
libertará al hombre infeliz de este cuerpo mortal, sujeto a las será ensalzado el que se humille (Lucas V, 10), se deja entender
baterías de tan formidables enemigos, sino la divina gracia, fácilmente que San Pedro fue humildísimo entre todos los
obtenida por vuestros merecimientos (cf. Romanos VII)? Apóstoles y Discípulos de Señor: pues sobre todos fue exaltado
¡Oh gracia verdaderamente celestial, sin cuya asistencia nada a la mayor y más encumbrada Dignidad que hay sobre la tierra.
podemos que sirva a nuestra salvación, y con cuya protección Manifestó ya el Santo esta importantísima virtud: ya cuando dijo
nada a nuestro Señor,
hay que sea imposible, pudiéndolo todo en Dios, que nos mental: ilustrad mi entendimiento para que con gran provecho de
conforta! Señor misericordioso, que no quieres la muerte del mi alma medite vuestro Santo Evangelio. Vea por la oracion
pecador, sino que se convierta y se salve, por vuestro Apóstol, cómo he abusado de vuestra Divina misericordia y de vuestras
tened misericordia de todos los pecadores, y concedednos la liberalidades, que he empleado tan en daño de mi alma, y tema
gracia de imitar el arrepentimiento de San Pedro, para hacer en vuestra Divina Justicia. Os buscaré, Señor, para enseñarme a
esta vida dignos frutos de penitencia. No permitas, dulcísimo orar, clavado y muerto por mi amor en la Santa Cruz, como libro
Jesus, que dejemos pasar en vano los dones de vuestra gracia: el más Divino y fecundo de pensamientos para orar, y aprender
que haciendo buen uso de ellos, estaremos fortalecidos para no la ciencia de mi salvación. Estos son hoy nuestros deseos:
temer los males; cuando nos hallemos en medio de la tribulación continuad, Señor, vuestras misericordias sobre nosotros, para
se disiparán las nieblas de nuestro entendimiento, se inflamará que aprovechemos en este ejercicio: por vuestro Apóstol
nuestra voluntad en vuestro santo amor, y tendremos consuelo modereis vuestra justa indignación, y concediéndonos vuestra
en los trabajos de esta momentánea vida, con la esperanza de gracia, logremos adoraros en la gloria eternamente. Amén.
gozaros y alabaros por toda la eternidad en vuestra gloria.   
Amén. Rezar tres Padre nuestros. La Oración y los Gozos
   se dirán todos los días.
Rezar tres Padre nuestros. La Oración y los Gozos   
se dirán todos los días. DÍA SÉPTIMO - 26 DE JUNIO
  
DÍA TERCERO - 22 DE JUNIO Por la señal...
℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi
Por la señal... socorro:
℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi ℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de
socorro: vuestra gracia.
℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los
vuestra gracia. siglos de los siglos. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los
siglos de los siglos. Amén. cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu
Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los gloria. Inclinación y Acto de Contrición.
cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu   
gloria. Inclinación y Acto de Contrición. CONSIDERACIÓN: SAGRADO CELO DE SAN
   PEDRO.
CONSIDERACIÓN: HUMILDAD DE SAN PEDRO.
Considera que el verdadero y santo celo viene a ser un deseo
ardiente de dilatar la gloria de Dios, y de mirar por la salud
eterna de nuestro prójimo, oponiéndonos con fortaleza constante
a cuanto sea contrario a estas dos cosas. Y siendo el sagrado
celo el primer fruto que produce la caridad, ¿quién será capaz de
ponderar dignamente las vivas llamas de celo que ardían en el
corazón del

En Galilea adoráis A Jesús resucitado;


Y tres veces preguntado, La respuesta es: que le amais.
Por eso pastor quedáis De su rebaño garante.
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal.

Rezar tres Padre nuestros. La Oración y los Gozos     


se dirán todos los días. Cuando el Espíritu Santo Baja dándoos sus dones;
Pasman todas las naciones Al ver un milagro tanto:
Disipais vos el encanto Con Joel vaticinante.
  DÍA OCTAVO - 27 DE JUNIO
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal.
    
Por la señal... Con vuestro primer sermón Más de tres mil se convierten:
℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi Y los Judíos advierten La obra de la Redención,
socorro: Siendo tal vuestro tesón Sin desistir un instante.
℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal.
    
vuestra gracia.
En la cárcel os tenía Herodes rey inhumano;
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los Mas os toma de la mano El Ángel de Dios, y guía:
siglos de los siglos. Amén. Descubriendo vos al día Al Ángel que os va delante.
Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal.
cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu     
gloria. Primero en Antioquía Vuestra cátedra sentais,
Y a Roma la trasladáis Para ser el norte y guía
Inclinación y Acto de Contrición.
Donde persevera al día En la misma fe constante.
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal.
     
Dais fin al apostolado Enclavado en una cruz
Diferente de Jesús, Pies arriba levantados:
Así mártir coronado, Vuestra palma es más brillante.
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal.
      
Así la Iglesia romana Por su venturosa suerte
Es el baluarte y fuerte De la verdad cristiana:
Pues que siendo vaticana Es piedra la más chocante.
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal. explica San Bernardo (Sermón I de San Pedro y San Pablo). Si
San Pedro después de una caída tan grave, (sigue este Santo
Padre) fue levantado a una cumbre de tan eminente santidad:
¿quién, por más pecador que sea, desconfiará de la divina
misericordia, si desea

℣. Tú eres Pedro.


ORACIÓN
¡Oh dulcísimo Jesús mío: ¡cuán justamente os conviene el título
℟. Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. de Buen Pastor, de que os gloriáis en vuestro santo Evangelio!
   Vos, Señor, sois el modelo perfectísimo de todos los pastores, y
ORACIÓN de todas las ovejas de vuestro rebaño, y de quien San Pedro
Oh Dios, que acordaste a tu bienaventurado Apóstol sacó tan fiel copia, que pudo decir, como en vuestro nombre
San Pedro el poder de atar y desatar, concédenos, por habia dicho David: Me comió el celo de la casa de Dios. Dad, oh
su intercesión, ser libertados de las cadenas de Salvador Divino, a todos los Pastores, Predicadores,
Confesores, y demás Ministros de vuestra Iglesia, aquella
nuestras culpas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. fidelidad, santidad de costumbres, fortaleza, doctrina celestial,
mansedumbre, y fervoroso celo, que tanto brillaba en el Príncipe
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu de los Apóstoles, para gobernar con todo acierto el rebaño que
Santo. Amén. vuestra providencia les ha confiado respectivamente. Haced,
Señor, que no desmayen entre los grandes trabajos de su
apostólico celo, teniendo presente lo mismo que les avisa San
DÍA SEGUNDO - 21 DE JUNIO Pedro: que cuando en el día del juicio apareciere el Príncipe de
Por la señal... los pastores, que sois Vos, oh Divino Remunerador de nuestras
℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi obras, recibirán en recompensa la incorruptible y eterna corona
socorro: de la gloria (I Pedro, cap. V). Concedednos a todos que
℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de seamos dóciles para oír la voz de nuestros Pastores, que no nos
vuestra gracia. expongamos al lobo infernal, que anda dando vueltas, como leon
embravecido, entre nosotros, buscando presa a quien devorar.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los ¡Oh, a cuántos peligros me expuse cuando andaba como oveja
siglos de los siglos. Amén. errante y descaminada! ¡Cómo iba corriendo al precipicio de la
Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los muerte, si vuestra bondad infinita no me hubiera buscado con
cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu amorosa solicitud! No me neguéis, Señor, por mis ingratitudes, la
gloria. continuacion de vuestras misericordias, porque los enemigos del
Inclinación y Acto de Contrición. alma, mientras seguimos la carrera de esta vida, no cesan de
hacer sus tentativas (Job V, 1), y si vos, oh Custodia segurísima
  de Israel, no me defendéis con vuestra gracia, en vano emplearé
CONSIDERACIÓN: PENITENCIA DE SAN PEDRO. yo mi vigilancia para defenderme confiado en mis propias
Considérese que aunque el Santo Apóstol no perdió la fe cuando fuerzas. En Vos confío, Dios mío, y con vuestros auxilios espero
negó a nuestro Señor, como observan varios Santos Padres y tener en lo sucesivo un celo ardiente de mi salvación y vuestra
Doctores de la Iglesia (Agustín Calmet OSB, en Mateo XXVI, gloria. Abrasad, Señor, mi corazon y mis entrañas con este
75), perdió la caridad y la gracia cometiendo un pecado tan sagrado celo, para que en todo busque vuestra gloria (Salmo
grande, que acaso no se ha cometido más grande, como se XXV); para dolerme con íntimo dolor del desprecio que hay en
los pecadores de vuestra santa Ley, y para mirar por la salud aumenta el vigor del espíritu para resistir a las tentaciones: se
eterna de mi prójimo, amándole como a mí mismo. Y para que satisface a Dios por los pecados cometidos: y al fin, la paciencia
amando a vuestra Majestad con todo mi corazón en esta vida, os hace al hombre participante, Señor, de vuestra Cruz, lo que es
pueda adorar eternamente en la patria celestial. Amén. señal (In patiéntia vuestra, Lucas XXI, 19) de predestinación a la
gloria (II Timoteo, II, 12), y es feliz en esta
Nerón, fue arrestado a la cárcel de Mamertino, donde estuvo Religion Católica, contra quien nunca prevalecerán las puertas
padeciendo ocho o nueve meses, mas la paciencia del príncipe del infierno: tú el pastor universal, a quien el Príncipe de los
de los Apóstoles florecía como la palma: y como la caridad Pastores confió el gobierno de todas las ovejas y corderos de su
perfecta no sabe de temores, ni los conoce, sufrió con alegria el rebaño: tú, el fidelísimo portero a cuyo arbitrio entregó el Señor
martirio, y dio la vida por el Señor, que por él habia muerto en el las llaves para la entrada de los mortales al Reino de los Cielos
santo árbol de la Cruz. Tan admirable fruto de paciencia produce (San Hilario de Poitiers, en Mateo XVI): tú, el Príncipe de los
el Divino Amor. Santos Apóstoles: la cabeza visible de la Iglesia militante, y en
  ¿Qué dirémos nosotros de nuestra paciencia? Si la fin el primer Vicario en la tierra del sumo y eterno Sacerdote
conocemos, ¿podremos asegurarnos de que la ejercitamos? Jesucristo, Señor nuestro. ¡Oh Pastor Santísimo, adornado con
¿Por qué no nos contristamos, afligimos o iracundamos? ¿Qué tan brillantes prerrogativas: cuánta será la altura de vuestra
hay que nos contenga a ensoberbecernos? Consideremos gloria en el Cielo, habiendo sido tan buen ministro, ¡y
cristianamente, que ni adelantaremos un paso en la virtud, ni Díspensador de los misterios de Dios! Ya habéis entrado en el
entraremos en los Cielos, sin armarnos con el escudo de la gozo bienaventurado del Señor, que os ha coronado de gloria y
paciencia, porque en ella (Lucas XXI, 19) poseeremos nuestras honor por toda la eternidad, cuando nosotros andamos todavía
almas: suframos con alegría, y toleremos a lo ménos con ausentes de esa patria de nuestra esperanza y navegando hacia
verdadera sumisión los trabajos que el Señor nos envíe, seguros ella en las olas del mar inconstante de esta miserable vida.
que no ascenderán a más de lo que podemos tolerar. ¡Oh Padre amantísimo de todos los Cristianos!, inclinad desde
  ese puerto seguro los ojos de vuestra piedad, para socorrernos
ORACIÓN con vuestra eficaz intercesión. Pedid al Altísimo que todos los
Cristianos no perdamos de vista el norte indispensable de la
¡Oh Cordero inmaculado!, que por vuestro infinito amor
Santa Fe, para evitar con sus luces el naufragio de nuestra
padecisteis tan cruel y afrentosa muerte, por redimirnos del
navegación: que fijemos nuestros corazones en la esperanza de
pecado, siendo tanta vuestra divina paciencia; que en toda
los bienes eternos, para sufrir con alegría los trabajos de esta
vuestra sacrosanta Pasión no desplegasteis vuestros soberanos
vida momentánea, y que reine en nosotros una ardiente caridad
labios; para enseñarnos a imitarla en los trabajos que podemos
de Dios y del prójimo, para acabar con felicidad nuestro camino.
padecer, según Vos ordeneis: vemos llenos de júbilo y
Rogad especialmente, Santo mío, por nuestro sumo Pontífice,
admiración, cuán fina y fielmente siguió vuestras huellas nuestro
sucesor vuestro; por todos los Prelados y personas del estado
santo Apóstol. Concedednos, Señor, por sus méritos, auxilios de
eclesiástico: Interceded por el pueblo cristiano, que confía en
vuestra gracia para poseer verdadera paciencia, para sufrir
vos, para que en toda piedad y castidad tenga vida quieta y
animosamente y con alegria las muchas tribulaciones de esta
tranquila. Y para nosotros, oh dulce Abogado de nuestras almas,
vida, por las que hemos de pasar para llegar a vuestra gloria.
os suplicamos humildemente nos alcancéis lo que en esta
  Con vuestro favor, Señor, buscaré, amaré y me abrazaré con la
Novena pedimos, si es para gloria de Dios: y que mirándonos en
paciencia cristiana, porque ya a buena luz conozco que con su
vos, como en un espejo de virtudes, procuremos imitarlas, y
ejercicio se asciende a la posesión felicísima del paraíso, y toco
seguir nuestro soberano Dueño, que es el Santo de los Santos,
cuán afortunado es aun en esta vida el que la practica
a quien sea el honor y la gloria por los siglos de los siglos.
debidamente. Veo claramente, que con la paciencia en los
Amén.
trabajos se purifica el alma de pecados e imperfecciones: se
Y notais en aquel puesto Cumplidas las profecías,
Pues al cabo de tres días Sale Jesús triunfante.
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal.

CONSIDERACIÓN: PACIENCIA DEL SANTO


GOZOS EN HONOR A SAN PEDRO APÓSTOL.
Considera que la paciencia es aquella virtud con que sufrimos
Piedra sois fundamental De la Iglesia militante: animosamente los trabajos sin la turbación o tristeza demasiada
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal. en lo interior del alma, y sin caer en alguna acción indecorosa.
     De esta importante virtud nos dejó San Pedro tantos ejemplos,
En Betsaida habéis nacido De unos pobres pescadores, cuantos fueron los trabajos de su vida apostólica, portándose en
Y ocupado en sus labores, Pasáis sin ser conocido; ella, como fino Ministro de Dios, con grande paciencia en las
Mas aquí mismo elegido Sois Apóstol almirante. tribulaciones, en las necesidades, en las angustias, en las llagas,
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal. en las cárceles, en las persecuciones, en las vigilias, y en fin, en
   toda aquella multitud de semejantes penalidades que enumera
Ocupado en el pescar Os llama al apostolado San Pablo a los de Corinto (Epístola II, cap. VI). Hallábase el
El que Dios ya humanado Al mundo vino a salvar, esforzado Apóstol predicando en Jerusalén con Divina
Y vos sin más aguardar Obedecéis al instante. elocuencia el nombre de nuestro Señor, creciendo el número de
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal. los fieles a la eficacia de su predicación y repetidas maravillas,
   cuando los Magistrados de los Judíos le mandan prender y
Cuando a Jesús confesáis Hijo de Dios verdadero; azotar cruelísimamente. Tan lejos estuvo de perder la paciencia
Él os declara portero Con las llaves, que aceptáis. y entristecerse con tanta deshonra, dice el sagrado texto, que
Así, Cefas, os mostrais Con poder de gobernante. iba lleno de gozo, viéndose digno de padecer esta afrenta por su
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal. amado divino Maestro (Hechos de los Apóstoles, cap. V, 41).
   Remuévese la persecución contra los Cristianos en Jerusalén, y
Sobre las aguas del mar Caminais vos muy constante; Herodes Agripa le manda aprisionar cruelmente, entregarle a la
Cuando al punto vacilante Peligrais de naufragar: custodia de diez y seis soldados, que remudándose le
Mas Jesus hizo surcar Al que estaba naufragante. guardaban estrechamente. San Pedro estaba aprisionado con
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal. dos cadenas, y cercado de aquellos trabajos que se dejan
   discurrir de quien se hallaba en vísperas de salir al suplicio, ¿por
Cuando en el monte Tabor Se transfigura Jesús, ventura se contrista, desmaya, se aflige el santo Apóstol en
Testigo sois de la luz Y celestial resplandor: medio de tantos males, y del peligro que por instantes le
Y en la agonía el sudor Divisáis en su semblante. amenaza? Nada menos: porque la misma noche del día en que
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal. habia de ser ajusticiado, dormía con sueño tan tranquilo, y como
   carece de todo cuidado, que fue como necesario al Ángel del
Si a la voz de una criada Vuestro Maestro negáis, Señor agitarle para que despertase, para ponerle en libertad,
A la del gallo lloráis Vuestra culpa inopinada, porque así convenía para bien de la Iglesia (Hechos de los
Así que con su mirada Jesús os traspasa amante. Apóstoles, cap. XII, 6). Finalmente después de una vida llena de
Pedro, pastor vigilante, Libradnos de todo mal. santidad y de portentosos milagros: después de haber
   desempeñado las obligaciones de Vicario de Cristo, Señor
Movido de las Marías Al sepulcro corréis presto;
nuestro, con tanta gloria de su santísimo nombre, llegó la hora nuestras enfermedades espirituales y corporales. Examinemos
de su preciosa muerte que el Divino Maestro le había advertido bien por los pecados capitales, qué achaques habituales padece
(Juan XXI): y estando en Roma, imperando el cruelísimo nuestra alma, reflexionando con verdadera meditación que estos
serán los que nos ocasionen la muerte eterna.

Señor cooperaba a su doctrina, confirmándola con maravillas


(Marcos, cap. último). ¿Quién podrá enumerar todas las que
DÍA PRIMERO - 20 DE JUNIO
obró el Príncipe de los Apóstoles en el prolongado discurso de
su Evangélica Predicación? Alabemos al Señor en los milagros CONSIDERACIÓN: VOCACIÓN DE SAN PEDRO.
que refiere San Lucas (Hechos de los Apóstoles, cap. III). ¡Qué
prodigio tan grande es el del tullido! «Oro ni plata tengo, le dijo En este día hemos de considerar la fina y fiel correspondencia
nuestro Santo Protector: te socorreré con lo que puedo. En del Santo Apóstol al llamamiento de la gracia, para ser discípulo
nombre de Jesús Nazareno, levántate y anda». Al instante de Nuestro Señor. Llámale el Divino Maestro la primera vez por
quedó sano, y entró en el templo saltando de gozo y alabando al medio de su hermano San Andrés (Juan I, 42), quien le dio
Señor. Desde Jerusalén hacía el vigilantísimo Pastor algunos noticia de que había hallado al Mesías (Invénimus Mesíam): y al
viajes para visitar a los fieles esparcidos por pueblos y ciudades: punto va con amorosas ansias en busca del Salvador, para
y pasando por Lidia, vio a un hombre llamado Eneas, que ocho instruirse en sus palabras de vida eterna. Andaba Jesús cerca
años hacía estaba paralítico y postrado en cama: «Eneas, le del mar de Galilea, y San Pedro se ejercitaba en el oficio de
dice San Pedro, Jesucristo Señor nuestro te da salud, pescar (Mateo IV, 18): oye la voz del Señor que le dice:
levántate»; y al punto lo ejecutó perfectamente sano, «Sígueme, y te haré pescador de los hombres», y sin detención
convirtiéndose al Señor los habitadores de Lidia a vista de tan alguna deja las redes, el barco, los parientes, los amigos, y todo
pasmoso milagro (Hechos de los Apóstoles, cap. IX). En Jope lo sacrifica por seguir la escuela de nuestro Salvador (Agustín
resucita a la limosnera y virtuosa Tabita, movido de su caridad, y Calmet OSB, Harmonía quátuor Evangeliórum, fol. 20). Poco
de las lágrimas de unas pobres mujeres, a las que socorría la bien temporal dejó en verdad: pero no consiste la perfección en
difunta. Púsose de rodillas a orar, y después convertido hacia el dejar montones de riquezas; lo principal estriba en seguir por
cadáver, la dice: «Tabita levántate», abrió los ojos, miró a San imitación a nuestro Señor Jesucristo. Esto es lo que hizo el
Pedro, sale del ataúd, y enterado el pueblo de tan milagrosa Santo Apóstol, desprendiendo el corazón y afecto de cuanto el
resurrección, muchos se convirtieron al Señor. Al fin el mundo podía dar de sí y lo que es más, renunciando
Todopoderoso había condecorado a su siervo con gracia tan generosamente su propia voluntad por hacer la de su Divino
portentosa de hacer milagros, que como escribe San Lucas, con Maestro como fidelísimo discípulo (Mateo XV, 18).
su sombra sola se curaban cuantos podían lograrla (Hechos de     
los Apóstoles, cap. V). También desde las ciudades vecinas a Demos sin cesar gracias a Dios, porque también hemos sido
Jerusalén concurría gran multitud de gentes con varios enfermos llamados como cristianos a la escuela y compañía del Señor: no
y endemoniados, y todos quedaban sanos, como afirma el perdamos de la memoria que si no desprendemos nuestro
sagrado texto. corazón de los bienes del mundo, que hemos de dejar en la hora
 Esta maravilla de curar con la sombra es tan particular, que se incierta de la muerte: si no procuramos renunciar nuestra propia
cumplió en San Pedro (Cornelio Alápide, comentario sobre voluntad, y arreglar las costumbres a la doctrina que
Hechos I, 55; en Calmet) lo que había prometido nuestro Señor, profesamos, no somos dignos discípulos; y tendremos
diciendo: «el que creyere en mí, hará las obras que yo hago, y injustamente el nombre de cristianos si no seguimos las huellas
aun mayores, en virtud de mi poderosa gracia (Juan XIV). del Señor, como dice San Bernardo
Alabemos de todo corazon al Altísimo, que se dignó ser tan
prodigioso en nuestro Santo Apóstol, y pidámosle el remedio de
CXXXVII, 7), os sublimó a la más alta esfera de Dignidad, sobre
todas las de los monarcas y príncipes del universo. Tú eres la
piedra solidísima escogida por el Salvador de los hombres para
fundamento de la
ORACIÓN vida porque llega a poseer la tierra, según el Santo Evangelio.
¡Oh Salvador Divino y Maestro perfectísimo, en quien están ¿Cómo lograrán este beneficio los hombres inquietos, iracundos,
todos los tesoros de la Sabiduría y Ciencia de Dios! (Juan VIII). soberbios y violentos, que son a todos objetos de odio,
Verdaderamente sois la Luz del mundo, y quien os sigue no corrompedores de la paz, de la unión y confraternidad?
anda en tinieblas. Gracias doy a vuestra Divina Majestad de lo   
íntimo de mi corazón, que os habéis dignado llamarme a la luz ¡Oh! Príncipe de la Paz, Salvador Divino, libradme por vuestro
admirable de la Santa Fe, incorporándome en el gremio de la Pedro de este veneno que derrama la infernal serpiente.
Santa Iglesia, y haciéndome en ella discípulo de vuestra celestial Dignaos Señor, de pacificar la turbulencia de nuestros
doctrina. ¿Qué merecimiento precedió en mí, ¿amabilísimo desordenados apetitos: y por aquella inalterable paciencia y
Señor, para que me iluminases con los rayos de la verdad celestial constancia que tuvo vuestra Santísima Madre, y
eterna, haciéndome cristiano, cuando tantas almas andan en las nuestra, viéndoos pendiente en la Santa Cruz, os pido nos des
profundas tinieblas del Paganismo? Piadosísimo Señor, me gracia a todos para llevar con paciencia los trabajos de esta
habéis libertado de tan formidable peligro, colocándome en el vida, para que merezcamos la eterna. Amén.
camino de la Luz, y en la senda que guía a la vida eterna. ¡Qué   
podré yo retribuiros por tan singular predilección y beneficio! Los Rezar tres Padre nuestros. La Oración y los Gozos
cielos y la tierra bendigan vuestro Santo nombre por esta se dirán todos los días.
misericordia: dignaos, Señor, continuarla, dándome vuestra
gracia, para seguir los pasos de vuestra Sacratísima vida,   
imitándola como vuestro Pedro, y confesando como él con DÍA NOVENO - 28 DE JUNIO
fervoroso y constante celo, que fuera de vuestra escuela no se
aprende ciencia de salvación (Juan VI, 69). Y pues sois la Luz Por la señal...
verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo, ℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi
iluminad por vuestra misericordia a los que están sentados en socorro:
las tinieblas y sombra de la muerte. Óyenos, Señor, por tu Santo
Apóstol, para que todos sigamos por el camino de la paz y ℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de
alabemos a vuestra Majestad en la feliz patria de la gloria. vuestra gracia.
Amén. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos. Amén.
Ahora se reza tres veces el Padre nuestro. Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los
 ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu
Oh felicísimo Pedro, ¡Que maravilloso se ha manifestado en vos gloria. inclinación y Acto de Contrición.
el Señor: cuya adorable providencia elige a lo que el mundo   
reputa despreciable para confundir los sabios, poderosos y CONSIDERACIÓN: MILAGROS DE SAN PEDRO.
nobles del siglo! (I Corintios I, 27-28). Vos, oh admirable Pedro, Los milagros no se proponen para la imitación, sino para
siendo un pobre y humilde pescador, fuiste elevado del polvo de bendecir y alabar al Señor Dios de Israel, que solo hace
la tierra, y el excelso y supremo Señor de cuanto tiene ser, que maravillas, según afirma David (Salmo LXXI, 18). La sagrada
mira de lejos a los soberbios y de cerca a los humildes (Salmo
Escritura, hablando de los Apóstoles, asegura que por sus
méritos se hacían muchos milagros en el pueblo, y que, saliendo
a predicar por todas partes, el

NOVENA EN HONOR A SAN


PEDRO APÓSTOL
  

NOVENA AL PRÍNCIPE DE
LOS APÓSTOLES, SAN
PEDRO
 

 
 
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el
nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo.
Amén.  

℣. Dios mio, atended por vuestra infinita bondad a mi


socorro:
℟. Señor, ayudadme prontamente con los auxilios de Pedro nuestro Protector, con los auxilios de vuestra gracia, sin la
vuestra gracia. cual nada puedo, para perseverar
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, por los   
siglos de los siglos. Amén.

Santo, Santo, Santo, Dios y Señor de los Ejércitos: los


cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu
gloria.
ORACIÓN
Aquí se hace una profunda inclinación ¡Oh dulcísimo Jesús, Señor y Dios nuestro! Postrado a los pies
de vuestra adorable Majestad, bendigo y alabo con toda la
en reverencia del inefable misterio de la fuerza de espíritu que puedo la virtud de vuestro santísimo
Santísima Trinidad: y así se empieza nombre, que tanto resplandeció en el maravilloso Príncipe de los
Apóstoles. Y pues comunicaste tan gran poder aun a su sombra,
todos los días la novena. para dar salud a los enfermos, yo me acojo con tierna confianza
a la sombra de su poderosa intercesión, suplicándoos me deis
ACTO DE CONTRICIÓN sanidad en todas mis enfermedades, mayormente en aquellas
de que adolece mi alma. El amor desordenado de mí mismo y el
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador y de las criaturas, ha sido el origen de mis males. Derramad sobre
Redentor mío, tened piedad de mí según la grandeza de vuestra mi corazón una amargura saludable, para que se desprenda del
misericordia. Pequé, Señor, contra el Cielo y ofendí a vuestra apego a las cosas del mundo, que todas son vanidad de
adorable en vuestro servicio hasta la muerte. Amén. Majestad, vanidades, fuera de amaros y serviros. Aplicad, oh buen Jesus,
apartándome de Vos. Ya no soy digno de ser llamado hijo esa mano bienhechora y omnipotente a los ojos de mi alma,
vuestro, pero me anima que disteis la vida por mí en el santo paraque no se cieguen en el camino de la eternidad, conozcan
madero de la Cruz, y el saber que sois Padre amoroso, que con penetración la insubsistencia de los bienes terrenos, y
espera recibir con brazos de misericordia al pecador que os la siempre pongan la mira en el Cielo, patria dichosísima de
pidiere con corazón contrito y humillado ¡Oh! Dulcísimo Jesús, nuestra esperanza. A Vos, Salvador Divino, nada hay incurable,
única esperanza de los mortales. Por vuestra sacratísima Madre, ni mal alguno puede resistir a los remedios de vuestra gracia, si
Nuestra Señora, a quien habéis constituido Madre de los hombres quieren solicitarla para recibirla, y usar de los
misericordia, abogada poderosísima y refugio seguro de los medicamentos que nos habéis dejado en vuestra Iglesia.
pecadores, no me desecheis, miradme con aquellos ojos de Compadeceos, Señor, como padre de misericordia, de tan
clemencia con que miraste después de sus negaciones a peligrosos males, y disponed que todos los Cristianos
vuestro Apóstol San Pedro, para amargamente llorar como él las engañados los conozcan, para que no sigan aquel camino
infidelidades y pecados de mi vida pasada. Pequé, amantísimo temeroso de la ignorancia culpable, que muchos le creen recto, y
Salvador y Padre de mi vida, y quisiera haber muerto antes que no acaban de conocer que su paradero es el de la muerte.
haber ofendido a vuestra bondad infinita, digna de infinito amor. Haced, amabilísimo Redentor de nuestras almas, que no
Propongo firmemente la enmienda de mis desórdenes pasados: amemos, ni nos dejemos engañar del mundo, su pompa, lujo y
satisfacer por mis pecados a vuestra divina justicia: cumplir con embrollos, y que andemos en él como verdaderos peregrinos,
las obligaciones de mi estado, y obrar en todo conforme a para no colocar nuestro corazon sino en la verdadera felicidad,
vuestra Santa ley. Admitidme, Señor, por la intercesión de San que por vuestros merecimientos esperamos. Dadnos la singular
gracia, que ni una línea nos desviemos de la senda de vuestra
Divina Ley, caminando rectos por ella hasta el fin, para concluir
con la muerte preciosa de los Santos, y alabaros por toda la
eternidad en la gloria. Amén

También podría gustarte