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PROCESO DE EJECUCIÓN DE OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO

Debemos comprender que el intercambio de bienes y servicios en una


sociedad es indispensable para el desarrollo y evolución de los pueblos. Tanto así,
que se establece una estructura basada en relaciones de intercambio, a través de
los cuales se busca la satisfacción de las necesidades mediante la cooperación
ajena, siendo precisamente una de las herramienta para su concreción el mercado;
siendo el Estado responsable a través del Derecho Patrimonial, de reconocer dicha
importancia del intercambio de bienes y servicios, proporcionando un conjunto de
reglas que permiten que este se realice asignando de manera óptima los recursos 75.

Dentro de este grupo de relaciones obligacionales, se encuentran por la


naturaleza de la prestación, las de dar, hacer y no hacer. Encontrándose dentro de
las de dar: las obligaciones de dar suma de dinero, dar bien cierto y dar bien
incierto.

Ahora bien, se puede identificar que en este tipo de prestaciones de dar suma
de dinero, se puede demandar mediante cualquier título ejecutivo, sea este judicial
o extrajudicial, ya que pueden interponerse por ejemplo, anexando el título valor
que acredita la deuda o a través de una sentencia judicial; es decir, el legislador ha
resguardado mediante el proceso único de ejecución, la tutela de los derechos
materiales que se discuten en este tipo de obligaciones.

Al respecto, el artículo 695 del CPC establece que: A la demanda con título
ejecutivo para el cumplimiento de una obligación de dar suma de dinero se le dará
el trámite previsto en las Disposiciones Generales.

Como recordaremos este capítulo fue derogado del Código Procesal Civil, a
raíz de la modificatoria por el D. Leg. N° 1069; sin embargo, se precisó que cuando
se interpongan demandas ejecutivas que versen sobre ejecuciones de obligación
de dar suma de dinero, consecuentemente todo el procedimiento de ejecución se
atenderá con las reglas establecidas para el proceso único de ejecución. Vale decir,
que serán atendidas dichas pretensiones específicas con las reglas que hemos de-
sarrollado anteriormente.

Las reglas que debemos identificar son: la demanda ejecutiva, la cual tendrá el
mismo tratamiento que señala el artículo 690-A del CPC, lo mismo sucederá con la
competencia a determinarse según el artículo 690-B del CPC. Con respecto al
mandato ejecutivo, artículo 690-C del CPC, se presenta una singularidad, que el

75 Cfr. BARCHI VELAOCHAGA, Luciano. “Comentarios al artículo 1132 del Código Civil”. En: Código Civil
Comentado. Tomo VI, Gaceta Jurídica, Lima, 2004, pp. 15-24.

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mandato dispondrá la orden de pago de lo adeudado incluyendo intereses y
gastos demandados, de lo contrario se iniciará la ejecución forzada. Asimismo, se
puede presentar contradicción, como excepciones procesales y defensas previas las
cuales serán resueltas según el artículo 690-E y demás normas del procedimiento
desarrolladas líneas arriba.

Aquí de lo que se trata es que el Estado-juez le permita al ejecutan te obtener


satisfacción inmediata a través del dinero que le adeuda el ejecutado.

La jurisprudencia, en esa misma interpretación advierte que mediante el


proceso ejecutivo, no puede pretenderse el pago de una suma de dinero distinta a
la que fue materia de reconocimiento; pues de lo que se trata en este tipo de
procesos es hacer efectivo lo que consta en el mismo título y no declarar derechos
dudosos o controvertidos. (Exp. N° 13991-98, Segunda Sala Civil, Ledesma Narváez,
Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 2, Gaceta Jurídica, p. 541).

De la misma firma: "A efecto de poder determinar si la obligación contenida


en la liquidación aparejada a la demanda era cierta, expresa y exigible contra los
demandados se debió haber acompañado copia certificada de las piezas
pertinentes del proceso de ejecución de garantía que da origen al saldo deudor
materia de ejecución, conforme a lo dispuesto en los artículos seiscientos
ochentinueve y seiscientos noven- ticinco del Código Procesal Civil. (...) al no
haberse obrado de esa forma y atendiendo a que las omisiones (...) son de fondo,
conforme al artículo ciento veintiocho del Código Procesal Civil la demanda incoada
(sobre obligación de dar suma de dinero) deviene en improcedente" (Cas. N° 1632-
98-Lima).

PROCESO DE EJECUCIÓN DE OBLIGACIÓN DE DAR BIEN MUEBLE DETERMINADO


Decíamos que dentro del grupo de relaciones obligacionales, se encuentran
por la naturaleza de la prestación, las de dar, hacer y no hacer. Encontrándose
dentro de las de dar: las obligaciones de dar suma de dinero, dar bien cierto y dar
bien incierto.

Nuestro Código Procesal Civil ha regulado lo concerniente a las obligaciones


de dar bien mueble determinado; es decir, ambos tipos de prestaciones, las de dar
bien cierto e incierto.
Con respecto a los bienes ciertos, la característica que la norma material ha
regulado es que la prestación se halla individualizado. Los profesores Felipe
Osterling y Mario Castillo entienden por bien cierto a aquel que al momento de
generarse la obligación (cualquiera sea su causa) se encuentra total y

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absolutamente determinado o individualizado, vale decir, que se ha establecido
con precisión que deberá entregarse76. Asimismo, señalan que el principio de
identidad va implícito el derecho del deudor de no estar obligado a pagar
entregando un bien diferente, lo que implica, a su turno, que el acreedor puede
negarse a recibir el bien77.

Su rasgo característico es la entrega física y jurídica de un bien determinado;


sin embargo, existe la posibilidad de que el deudor entregue otro bien siempre y
cuando el acreedor esté dispuesto a aceptarlo.

Situación distinta se presenta en los bienes inciertos, los cuales son los que no
se encuentran determinados, pero son determinables. Para ello, el artículo 1142
del Código Civil ha dispuesto que estos deban tener especificaciones mínimas, por
lo menos por su especie y cantidad, de lo contrario podrían presentarse serios
inconvenientes.

Dos ejemplos nos muestran Felipe Osterling y Mario Castillo 78:


a) Si el deudor se obligase a entregar dos animales a cambio de 1 ,000.00
nuevos soles, no habría contraído una obligación seria, al no señalar la
especie de dichos animales, ya que podría cumplir entregando dos
insectos de ningún valor, con lo que estaría burlando a su acreedor, quien
sí le tendría que pagar los 1,000.00 nuevos soles prometidos.

b) Igual falta de seriedad ocurriría si el deudor se obligase a entregar gallinas


a cambio de 4,000.00 nuevos soles. En este caso, si bien se habría
señalado la especie, nada se habría dicho acerca del número o cantidad
de dichas gallinas, razón por la cual, de permitirse un pacto de estas
características, el deudor podría satisfacer su prestación entregando al
acreedor dos gallinas, a cambio de los 4,000.00 nuevos soles prometidos.
Ahora bien, respecto a la ejecución de las obligaciones de dar bien mueble
determinado, el Código Procesal Civil en su artículo 704 ha establecido que se
tramitará conforme a las disposiciones generales que anteriormente hemos
desarrollado. No obstante, en la demanda se indicará el valor aproximado del bien
cuya entrega se demanda. La pregunta es ¿por qué la norma procesal exige ello?
La respuesta inmediata se encuentra cuando concordamos la norma con el
artículo 705 del CPC respecto al mandato ejecutivo; en el que existe una

76 OSTERLING, Felipe y CASTILLO, Mario. Compendio de derecho de las obligaciones. Con la colaboración de
Verónica Rosas Verastain. Palestra, Lima, 2008, p. 149.
77Ibídem, p. 150.
78Ibídem, p. 173.

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intimidación al ejecutado para que entregue el bien dentro del plazo fijado por el
juez, la misma que está sujeta a la naturaleza de la obligación. Si el ejecutado no
cumpliera con la entrega del bien, se iniciará la ejecución forzada, que consiste en
el desprendimiento del bien a través de la fuerza pública. Sin embargo, en caso de
no realizarse la entrega por destrucción, deterioro, sustracción u ocultamiento atri-
buible al obligado se le requerirá para el pago de su valor, si así fue demandado.
Como podemos apreciar, es imprescindible indicar el valor aproximado del
bien, para los casos en que, por culpa del obligado, el bien se pierda. Para ello,
deberá acreditarse el precio del bien mediante una tasación presentada por el
ejecutante o por una pericia ordenada por el juez, consecuentemente se
proseguirá la ejecución dentro del mismo proceso, conforme a lo establecido para
las obligaciones de dar suma de dinero.

PROCESO DE EJECUCIÓN DE OBLIGACIÓN DE HACER


En este tipo de obligaciones lo importante como dice el profesor Lino Palacio
es que el Derecho entra aquí en contacto con la vida, de tal manera que su reflejo
exterior se percibe mediante las transformaciones de las cosas; si se condena a
demoler el muro, se demuele; si se condena a entregar el inmueble se aleja de él a
quienes lo ocupen; si se condena a pagar una suma de dinero y esta no existe en el
patrimonio del deudor, se afectan y venden otros bienes para entregar su precio al
acreedor79.
Según Francesco Messineo, la obligación de hacer alude esencialmente a una
actividad del deudor; consiste el hacer, por lo general, en una energía de trabajo,
proporcionada por el deudor a favor del acreedor o de un tercero, ya se trate de
trabajo material o de trabajo intelectual. Agrega el citado autor italiano que de este
tipo son las obligaciones de los trabajadores dependientes, de los artesanos
(trabajadores libres), de los empleados (particulares), de los profesionales y de los
artistas; es también obligación de hacer, la de custodiar, que implica la predispo-
sición de la cosa, como en el contrato de suministro, y la de desplazar una cosa de
un lugar a otro, como en el transporte. Messineo concluye su razonamiento
respecto de las obligaciones de hacer, señalando que a estas, en general,
corresponde el derecho del acreedor a una actividad del deudor, o a la obtención
de un cierto resultado80.
Por eso, antes de ingresar a estudiar las características más resaltantes de este
proceso de ejecución de obligación de hacer es importante esclarecer lo siguiente:
79PALACIO, Lino. Citado por LEDESMA, Marianella. Ob. cit., p. 313.
80 MESSINEO, Francesco. Citado por OSTERLING, Felipe y CASTILLO, Mario. “Comentarios al artículo 1148 del
Código Civil”. En: Código Civil comentado. Tomo VI, Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 94.

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Según los profesores Felipe Osterling y Mario Castillo: Las obligaciones de
hacer pueden consistir en la elaboración de algún bien, o en la ejecución de algún
servicio o trabajo.
Ellas pueden ser de dos tipos: obligaciones de hacer que concluyen en un dar,
y obligaciones de hacer que concluyen en el propio hacer.
Una obligación de hacer es de una y otra clase, dependiendo si el
cumplimiento de aquella, supone o no la entrega de un bien que es producto de
ese hacer.
La diferencia de una obligación de dar y una de hacer que termina en un dar,
es que en la segunda lo verdaderamente relevante es la ejecución de aquello que
luego se va a entregar81.
Nosotros consideramos que existe una diferencia sustancial para determinar
cuándo es una obligación de dar y cuándo una de hacer. Resumiendo, será una
obligación de dar cuando lo fundamental es la entrega de bien; es decir, ahí radica
su esencia. Mientras que será una obligación de hacer, a pesar que finalice con la
entrega (dar el bien) cuando lo fundamental fue elaborar o desplegar una actividad
que permitió el cumplimiento de la obligación.

Con ello, nos queda claro que lo importante es determinar cuál es el


cumplimiento de la obligación que buscamos del ejecutado para satisfacer nuestra
pretensión. Se debe identificar qué debemos acreditar en la relación obligacional,
específicamente en el título ejecutivo (requisitos comunes) para así exigir su
cumplimiento.

Por otro lado, es importante precisar en la relación obligacional qué tipo de


obligaciones de hacer se va a efectuar. Por su parte, Luis María Boffi Boggero
establece que las obligaciones de hacer pueden dividirse de acuerdo con cuatro
criterios distintos: a) según la prestación se halle vinculada íntimamente con la
persona del deudor, en fungibles o no fungibles; b) según la prestación importe
una conducta que cristalice o no una obra, en obra o de servicio; c) según que la
prestación se consuma en un solo acto o más de uno, en instantáneas o
permanentes, pu- diendo ser estas últimas continuadas o periódicas; d) según un
criterio muy semejante al anterior, si las prestaciones se cumplen mediante uno o
varios actos aislados, la prestación es transitoria; y si se cumple mediante una
conducta permanente, la prestación es duradera 82.

81OSTERLING, Felipe y CASTILLO, Mario. Ob. cit., p. 194.


82 BOFFI BOGGERO, Luis. Citado por OSTERLING, Felipe y CASTILLO, Mario. “Comentarios al artículo 1148 del
Código Civil”. En: Código Civil comentado. Tomo VI, Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 95.

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Para centrar el tema que nos ocupa, subrayaremos que los mecanismos de
ejecución en este tipo de obligaciones de hacer, pasa previamente por identificar,
que es importante fijar si la actividad o conducta que se realice en estas
obligaciones las haga una persona irremplazable (intuito personae). Nos
explicamos, existen algunas obligaciones contraídas, en las que necesariamente
deba solo ser sujeto pasivo de la relación obligacional una persona en específico,
quien será la única que puede y debe cumplir con la obligación, nos referimos por
ejemplo a un abogado que tenga que defender en un proceso judicial a su
patrocinado, este si bien puede ser reemplazable, los efectos o resultados no serán
los mismos respecto a quien debió cumplir con la obligación debido a sus
cualidades personales.

No obstante, existirán situaciones en las que sí pueda reemplazarse la


ejecución del trabajo del ejecutado, sin causar inconvenientes al acreedor. Por eso,
el artículo 706 del CPC señala: si el título ejecutivo contiene una obligación de
hacer, el proceso se tramita conforme a lo dispuesto en las disposiciones generales,
con las modificaciones del presente subcapítulo. En la demanda se indicará el valor
aproximado que representa el cumplimiento de la obligación; así como la persona
que, en caso de negativa del ejecutado y cuando la naturaleza de la prestación lo
permita, se encargue de cumplirla.

Como puede apreciarse, existe la oportunidad de que otra persona distinta al


ejecutado, y cuando la naturaleza de la prestación lo permita, cumpla la obligación.
Además, en la demanda deberá indicarse el precio aproximado que representa el
cumplimiento de la obligación. Esto tiene sentido como lo advierte el artículo 708
del CPC para los casos de ejecución de la obligación por un tercero, porque para
ello, deberá existir el presupuesto presentado por el ejecutante o por una pericia
ordenada por el juez, y así se proseguirá la ejecución dentro del mismo proceso,
conforme a lo establecido para las obligaciones de dar suma de dinero.

Otro aspecto que no debe dejarse de lado es lo referido al mandato ejecutivo


(art. 709 del CPC) en los procesos de obligación de hacer, en donde la intimación al
ejecutado, es el mecanismo para que cumpla con la prestación dentro del plazo
fijado por el juez, atendiendo a la naturaleza de la obligación, bajo apercibimiento
de ser realizada por el tercero que el juez determine, si así fue demandada. En caso
de incumplimiento, se hará efectivo el apercibimiento.

La ejecución de la obligación por un tercero. Queda claro previamente que la


naturaleza de la obligación es genérica y sustituible por otra persona que tenga las
mismas habilidades y que no exija características irremplazables para la ejecución

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de la obligación, de lo contrario la única forma de reemplazar la inejecución del
deudor será con una suma económica tan solo para resarcir el daño.
No obstante, de la revisión del artículo 1150 del Código Civil, el in-
cumplimiento de la obligación de hacer por culpa del deudor, faculta al acreedor a
optar por cualquiera de las siguientes medidas: 1) Exigir la ejecución forzada del
hecho prometido, a no ser que sea necesario para ello emplear violencia contra la
persona del deudor. 2) Exigir que la prestación sea ejecutada por persona distinta
al deudor y por cuenta de este. 3) Dejar sin efecto la obligación.

Como advertimos, la norma material también incorpora alternativas que el


ejecutante puede elegir, las que se encuentran en armonía con lo regulado en la
norma procesal. Sobre el tercer punto, pensamos que puede plantearse cuando el
acreedor ya no tuviera interés en el cumplimiento de la obligación por parte del
deudor o el tercero reemplazable.

Otro rasgo característico que nos presenta la norma material para estos casos,
es la presente en las opciones del acreedor por ejecución parcial tardía o
defectuosa del ejecutado. Veamos cómo opera: El cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso de la obligación de hacer por culpa del deudor permite al acreedor
optar cualquiera de las siguientes medidas: 1) Las previstas en el artículo 1150,
incisos 1 y 2 las cuales hemos señalados líneas arriba. 2) Considerar no ejecutada la
prestación si resultase sin utilidad para él (en los casos donde el tiempo es impor-
tante para el cumplimiento de la obligación). 3) Exigir al deudor la destrucción de lo
hecho o destruirlo por cuenta de él, si le fuese perjudicial. 4) Aceptar la prestación
ejecutada, exigiendo que se reduzca la contraprestación, si la hubiere (art. 1151 del
CC).

Finalmente, el artículo 709 del CPC, regula el deber de formalizar un


documento para los casos de otorgamiento de escritura pública. El juez mandará
que el ejecutado cumpla su obligación dentro del plazo de tres días. Vencido el
plazo sin que se formule contradicción o resuelta esta declarándose infundada, el
juez ordenará al ejecutado cumpla con el mandato ejecutivo, bajo apercibimiento
de hacerlo en su nombre. Salvo en los casos en que la forma sea un elemento
constitutivo del acto (La hipoteca se constituye por escritura pública, salvo
disposición diferente de la ley) y por tanto, no pueda ser sustituida dicha
formalidad por la intervención del juez.

La Corte Suprema ha precisado en este punto que: "Para plantear la ejecución


de la obligación de otorgar escritura pública en la vía del proceso ejecutivo, dicha
obligación de hacer debe estar contenida en un título ejecutivo, por disposición
expresa del artículo 706 del Código Adjetivo (rectius: Código procesal). Si la

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demanda que origina el proceso no se recauda con ningún título que tenga mérito
ejecutivo, sino más bien, deriva de un contrato, es pertinente aplicar el último
párrafo del artículo 1412 del Código Civil, según el cual la pretensión se tramita
como el proceso sumarísimo" (Cas. N° 1724-96-Lima). El énfasis es nuestro.
Por otro lado, se suele presentar en la práctica la siguiente interrogante
¿procede que el ejecutado pague una multa coercitiva y progresiva hasta que
cumpla con la obligación de hacer?
Si bien no existe una norma procesal que prevea este mecanismo procesal,
consideramos que su no regulación no prohíbe que se pueda instaurar en un
proceso único de ejecución. Pero esta interrogante es reiterativa que ya los
colaboradores de Gaceta Civil y Procesal Civil han respondido a dicha consulta lo
siguiente:
Que se fundamenta en la importancia de la tutela específica de los derechos
para otorgar a quien tiene la razón una satisfacción lo más próxima posible a lo que
el derecho material promete, de acuerdo al derecho fundamental a la tutela
jurisdiccional efectiva, adecuada y tempestiva. De esta forma una de las técnicas
ejecutivas a revertir ello son las subrogatorias o coercitivas. Estas últimas dentro
del cual está la multa, dirigen a que el ejecutado sea quien cumpla la obligación, es
decir encajan perfectamente para obtener el cumplimiento de las obligaciones de
hacer y no hacer, aún más si estas son infungibles.
Asimismo, en cuanto a la clasificación de la multa, estas son: multa fija y
periódica, y dentro de esta se encuentra la multa estática y la progresiva. La multa
fija implica la fijación de una cantidad que solo incide una vez y no muda frente al
transcurso del tiempo. La multa periódica estática presupone la fijación de una
misma cantidad que incide por unidad de tiempo, o sea, multa diaria, semanal, etc.
Y la multa periódica progresiva implica que el valor fijado aumenta
progresivamente.
Si el legislador, incumpliendo con el mandato constitucional, no previó la
técnica más adecuada, entonces el juez debe crearla y aplicarla al caso concreto
(prestación fáctica). Y como se ha visto, la multa es la técnica procesal más
adecuada para el cumplimiento de obligaciones de hacer, pues precisamente tiene
la bondad de presionar psicológicamente para que el propio ejecutado realice la
prestación a la que se obligó83.

83 Ver la sección de consultas. “Procede la multa coercitiva para el cumplimiento de las obligaciones hacer”. En:
Gaceta Civil y Procesal Civil. Tomo 1, Lima, julio 2013, pp. 304-306.

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PROCESO DE EJECUCIÓN DE OBLIGACIÓN DE NO HACER
Este tipo de obligaciones se esencialmente similar a las obligaciones de hacer,
solo que tienen un contenido negativo, estan destinadas a que el deudor no realice
una actividad o trabajo para cumplir con la prestación; es decir, su conducta recae
precisamente en la abstención, impedimento, omisión de realizar dicha actividad.
Pero esta a su vez puede desplegarse de dos formas: La de estrictamente no hacer
y la de mantener un no hacer (sujeto a la firma de la obligación). También pueden
clasificarse en obligación de no hacer inmediatas; es decir, que se agota en un solo
acto, sin poder revertirse tal situación, y las de tiempo determinado o duradero. Lo
importante en estos casos es que se establezca el vínculo de la obligación, pues
habrá situaciones que requieran su cumplimiento en un plazo fijo y que su no
cumplimiento resulte irreversible. Así el caso de la actriz de cine que se obligaba a
no quedar embarazada mientras dure la filmación de la película, más aún cuando
esta tenía un tiempo determinado de siete meses.
Cuando se presentan estas obligaciones, la norma material ha establecido que
el incumplimiento por culpa del deudor de la obligación de no hacer, autoriza al
acreedor a optar por cualquiera de las siguientes medidas: 1) Exigir la ejecución
forzada, a no ser que fuese necesario para ello emplear violencia contra la persona
del deudor (excepcional porque no se podría obligar mediante la violencia al
deudor). 2) Exigir la destrucción de lo ejecutado o destruirlo por cuenta del deudor.
3) Dejar sin efecto la obligación (cuando la situación es irreversible).
Ahora bien, el artículo 710 del CPC establece que si el título ejecuti vo contiene
una obligación de no hacer, el proceso se tramitará conforme a lo dispuesto en las
disposiciones generales; vale decir, nuevamente nos remitiremos a las categorías
desarrolladas anteriormente para llevar a cabo la ejecución, contradicción y el
procedimiento.
Con respecto al mandato ejecutivo, este contendrá la intimación al ejecutado
para que en el plazo de diez días deshaga lo hecho y, de ser el caso, se abstenga de
continuar haciendo, bajo apercibimiento de deshacerlo forzadamente a su costo.
Vencido el plazo, el juez hará efectivo el apercibimiento (art. 711 del CPC).

Aquí la intimación nace del propio ejecutado, tan solo luego de vulnerar el
acuerdo de no hacer la actividad prohibida o de cesar el hecho en el plazo señalado
por la norma.

La ejecución de la obligación por un tercero. En estos casos se designará a la


persona que va a deshacer lo hecho y determinado su costo, sea por el
presupuesto presentado por el ejecutante o por una pericia ordenada por el juez,

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se proseguirá la ejecución dentro del mismo proceso, conforme a lo establecido
para las obligaciones de dar suma de dinero.

Para finalizar, al igual que para los supuestos de inejecución de obligaciones


previstas de dar y hacer, la normativa ha previsto que el acreedor también tiene
derecho a exigir el pago de la correspondiente por indemnización de daños y
perjuicios.

El pago de la indemnización por daños y perjuicios por no haber pagado en su


oportunidad la deuda materia de autos, resulta de aplicación solo cuando la
inejecución recae sobre obligaciones de dar bienes muebles e inmuebles, o
tratándose de obligaciones de hacer o de no hacer, no estando comprendidas en
estas, las obligaciones de dar suma de dinero, en cuyo caso resulta aplicable el
artículo 1334 del Código Civil referido a la mora y el artículo 1246 del acotado
referido al pago de intereses (Exp. N° 2066-95-Cusco).

PROCESO DE EJECUCIÓN DE RESOLUCIONES JUDICIALES


El proceso de ejecución en este acápite debe iniciar previamente acreditando
la sentencia de condena y los autos que ponen fin la controversia y que ameritan
ejecución, para luego requerir al condenado a cumplir con la prestación ordenada.
El pedido o solicitud como hemos estudiado en la sección de competencia de los
procesos únicos de ejecución se formula ante el mismo juez que conoció el proceso
para que se materialice "el mandato ejecutivo", de lo contrario se iniciará la ejecu-
ción forzada.

Con respecto al mandato ejecutivo: si el mandato contuviera exigencia no


patrimonial, el juez debe adecuar el apercibimiento a los fines específicos del
cumplimiento de lo resuelto; es decir, para los casos donde no haya ningún
cumplimiento dinerario sino en casos como tenencia de menores de edad u otros,
el juez deberá resolver en atención a la naturaleza de la prestación. Una salida nos
parece la que hemos advertido para los casos de obligaciones personalísimas,
donde la multa continua y progresiva permite una presión psicológica en la esfera
del ejecutado hasta su cumplimiento.

Ahora, cumplido el plazo previsto en las disposiciones generales, si hubiera


cuaderno cautelar conteniendo cualquier medida concedida, este se agregará al
principal y se ordenará la refoliación a fin de ejecutarse. Creemos que la norma
debió ser más precisa al señalar que la cautelar debió estar ejecutada y no solo
concedida, porque de nada sirve una cautelar si esta solo es concedida, puede
ocurrir el supuesto que al momento de pretender su ejecución, sea imposible su

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plasmación, solo así podremos tener mayor certeza del derecho a la ejecución
forzada y, por tanto, una adecuada tutela ejecutiva.

El texto del artículo 715 del CPC, también regula los casos en que no existan
medidas cautelares, en ese caso, a petición de parte, se ordenará las medidas de
ejecución adecuadas a la pretensión amparada con la finalidad ejecutar y ya no
asegurar.

Sobre las ejecuciones de suma líquida. Si el título de ejecución condena al


pago de cantidad líquida o hubiese liquidación aprobada, se concederán a solicitud
de parte, medidas de ejecución con arreglo al subcapítulo sobre medidas
cautelares para futura ejecución forzada; es decir aquí el artículo 716 del CPC,
direcciona a las medidas de aseguración de derechos. Mientras que si ya cauteló,
judicial o extrajudicialmen- te, se procederá con arreglo al Capítulo V de este título;
en otras palabras, se iniciará los mecanismos para la ejecución forzada.

Cuando una de las partes requiera que se realice prueba pericial sobre la
liquidación de los intereses compensatorios y moratorios, por considerar que estos
son excesivos, dicha prueba pericial debe ser actuada durante la etapa de
conocimiento del proceso para poder señalar en la sentencia la suma a pagar, y no
diferirla a la etapa de ejecución de sentencia (Cas. N° 388-99- Lima).

En cambio sobre las ejecuciones de suma ilíquida. Si el título de ejecución


condena al pago de cantidad ilíquida, el vencedor debe acompañar liquidación
realizada siguiendo los criterios establecidos en el título o en su defecto los que la
ley disponga. Para estos casos puede solicitarse el auxilio de un perito para hacer
líquido lo ilíquido y así poder ejecutar con precisión lo adeudado.

Además, el artículo 717 del CPC establece que la liquidación contenida en el


mandato de ejecución puede ser observada dentro del tercer día, luego de lo cual
el juez resolverá aprobándola o no, en decisión debidamente fundamentada.

La jurisprudencia ha establecido: "Si las partes acordaron, a través de la


conciliación, someter la liquidación de intereses al informe que debería emitir la
entidad bancaria, resulta equívoco designar perito para tal liquidación. El juez debe
cumplir irrestrictamente los términos de la conciliación; sin embargo, las partes
tienen derecho a observar la liquidación que emita la entidad bancaria y será el
juez quien solicite a dicha entidad las aclaraciones convenientes para resolver las
observaciones". (Exp. N° 4705-98, Sala de Procesos Abreviados y de Conocimiento,
Le- desma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 5, Gaceta Jurídica, p.
418). "Si se pretende la ejecución de una obligación liquidable y no se anexa a la

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demanda la liquidación de la obligación ilíquida, dicha omisión determina la
inadmisibilidad de la demanda para ser subsanada en el plazo de ley, pues debe
despacharse ejecución por una suma determinada que resulte con toda precisión
de los anexos de la demanda, según se desprende de la interpretación del artículo
717 del Código Procesal Civil". (Exp. N° 443-99, Sala de Procesos Ejecutivos,
Ledesma Narváez, Marianella, Jurisprudencia Actual, Tomo 4, Gaceta Jurídica, pp.
459-460). "Si el título de ejecución condena al pago de cantidad ilíquida, el
vencedor debe acompañar la liquidación realizada siguiendo los criterios
establecidos en el título. La cantidad líquida es aquella que no está determinada en
el propio título". (Exp. N° 422-97, Segunda Sala Civil, Ledesma Narváez, Marianella,
Jurisprudencia Actual. Tomo 1, Gaceta Jurídica, p. 522). "El pronunciamiento del
colegiado ordenando que en ejecución de sentencia se practique un informe
pericial para determinar el monto de la indemnización por lucro cesante, resulta in-
compatible con lo dispuesto en el citado artículo setecientos diecisiete de la Ley
Procesal, pues fluyen (sic) de su propio tenor, que no es posible ordenar un medio
probatorio para la determinación del monto del daño, y que no será factible
cuestionar tal informe pericial, en el supuesto caso que este se ordenara en la
instancia superior; por lo tanto, de acuerdo a las normas que regulan el proceso de
ejecución de resoluciones judiciales, tales situaciones irregulares contravienen las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso" (Exp. N° 985-99-Lima, Sala
Civil Permanente, Corte Suprema de Justicia, Hinostroza Min- guez, Alberto.
Jurisprudencia en Derecho Probatorio. Gaceta Jurídica, 2000, pp. 565-568).
Para finalizar, el artículo 719 del CPC que versa sobre resoluciones judiciales
extranjeras, precisa que las mismas, sean estas resoluciones judiciales y arbitrales,
serán reconocidas por los tribunales nacionales y se ejecutarán siguiendo el
procedimiento establecido en este capítulo, sin perjuicio de las disposiciones
especiales contenidas en la Ley General de Arbitraje.
Al respecto la profesora Marianella Ledesma, nos precisa: Se exige que
aquellas sean reconocidas previamente por la Sala Civil de turno de la Corte
Superior en cuya competencia territorial tiene su domicilio la persona contra quien
se pretenda hacer valer, a fin de que estas otorguen una resolución judicial de
reconocimiento. Esto es lo que se conoce como el exequátur o reconocimiento
judicial, cuya regulación se recoge en los artículos 837 al 840 de este Código
Procesal. Sobre el reconocimiento judicial, señala el artículo 127 de la LGA: "Un
laudo arbitral, cualquiera sea el país en que se haya dictado, será reconocido como
vinculante y, tras la presentación de una petición por escrito ante la Sala Civil de la
Corte Superior competente a la fecha de presentación de la petición del domicilio

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del demandado, o, si el demandado no domicilia dentro del territorio de la
República, la del lugar donde este tenga sus bienes" 84.
Asimismo, "se presume que existe reciprocidad respecto de la fuerza que se
da en el extranjero a las sentencias pronunciadas en el Perú.
Son materia de reconocimiento y ejecución las sentencias y fallos arbitrales
extranjeros" (Exp. N° 1528-98, Sala de Procesos Sumarísimos, Ledesma Narváez,
Marianella. Jurisprudencia Actual. Tomo 4, Gaceta Jurídica, pp. 305-308). "En virtud
del principio de reciprocidad, el exequátur tiene como fin que el órgano
jurisdiccional peruano reconozca la fuerza legal de las sentencias expedidas por el
Tribunal extranjero, reconociéndole los mismos efectos que tienen las sentencias
nacionales que gozan de autoridad de cosa juzgada. No basta la legalización en el
país de procedencia, sino que es necesaria la homologación de la resolución
judicial" (Exp. N° 70-97, Sexta Sala Civil,

84 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Ob. cit., p. 338.

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